Diplomado

Iberoamericano
2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de
centros de día y residencias de larga estadía
para personas mayores en Argentina

LAS ORGANIZACIONES QUE CUIDAN

Módulo 8 I Aspectos organizativos
de las Residencias y Centros de Día
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina

Autoridades

ONU Mujeres
Cecilia Alemany
Directora Regional Adjunta para las Américas y el Caribe y representante en Argentina.

Verónica Baracat
Coordinadora del Programa País de ONU Mujeres Argentina

Sabrina Landoni
Especialista de Programa “Recuperación socioeconómica a la crisis provocada por COVID-19
desde una perspectiva de género”

Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS)

Dra. Gina Magnolia Riaño Barón
Secretaria general

Dra. Ana Mohedano Escobar

Vice Secretaria general

Dr. Marcelo Martin

Director Regional Cono Sur

Mg. Gabriela Groba

Directora CIAPAT Regional Cono Sur

PAMI
Lic. Luana Volnovich
Directora Ejecutiva

Lic. Martín Rodríguez

Subdirector Ejecutivo

Dra. Monica Roqué

Secretaria general de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidados

Mg. Susana Ordano

Subgerenta de Capacitación Gerontológica

2 Modulo 8
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina

Paula Badalucco

Lic. en Psicología “Universidad John F.

Kennedy” (1998). Especialista en Geron-

tología Comunitaria e Institucional. Facul-

tad de Psicología, Universidad Nacional

de Mar del Plata.

Adjunta interina y Ayudante de 1ª de la

Cátedra Tercera Edad y Vejez, Facultad de

Psicología de la Universidad de Buenos

Aires, desde 2017.

Directora del Hogar para Adultos y Adultas Mayores “San José” de Villa Zagala, San Mar-

tín (2008- 2020) de la Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores. Secretaría

Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Subgerenta de Cuidados Institucionales de la Secretaría General de Derechos Hu-

manos, Género, Gerontología Comunitaria y Políticas de Cuidados del PAMI, desde

marzo de 2020.

3 Modulo 8
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina

Objetivo general

Transmitir marcos conceptuales y herramientas que permitan contribuir a la erradi-

cación del paradigma asilar, la mirada detrimental y el viejismo en general, que existe

en muchos de los servicios que atienden a personas mayores.

Problematizar la lógica de los servicios, normas y actividades, organizadas en fun-

ción de los tiempos y de la dinámica de la estructura organizacional.

4 Modulo 8
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
Los Cuidados desde
el Marco de los Derechos
Hablar de un modelo de cuidados desde la pers-
pectiva de los Derechos Humanos es fundamen-
talmente ubicar a la persona mayor en el centro
y como eje de las acciones, programas, interven-
ciones; es pensar, planificar, ejecutar y evaluar el
sistema de cuidados, teniendo como horizonte
los derechos de las personas mayores.
Los servicios en Centros de Día (CD) o en Re-
sidencias de Larga Estadía (RLE), deben tener
como premisa fundamental el concepto de res-
peto por la dignidad, que es un valor único e in-
herente al ser humano. La dignidad se pone en
práctica a través del respeto por la autonomía
para la toma de decisiones, el respecto de la in-
dividualidad, de las necesidades personales, las
preferencias, los factores culturales, orientación
sexual, religión, raza, color, etc.
El concepto de dignidad lleva implícito cinco prin-
cipios que serán el marco, que guiarán la organi-
zación institucional y los servicios que se brinden
tanto en como en Residencias de Larga Estadía.
Estos principios son:
• Principio de autonomía: las personas ma-
yores tienen derecho a mantener el control
sobre sus vidas, asumir ciertos riesgos cal-
culados y tomar sus propias decisiones, aun
en aquellos casos en los cuales requieran de
apoyos por su situación de dependencia.
• Principio de participación: las personas ma-
yores tienen derecho a participar en la ela-
boración del plan personalizado de atención,
tanto en su desarrollo, como en su seguimien-
to, independientemente de sus condiciones
físicas o funcionales.
• Principio de integralidad: la persona mayor
es un ser multidimensional y debe tenerse en
cuenta los aspectos sociales, psicológicos,
espirituales, de género, culturales, recreati-
vos, biológicos, etc.
• Principio de individualidad: las personas ma-
yores son iguales en relación a sus derechos,
pero con características específicas para su
abordaje respecto a otros grupos sociales. De
5 Modulo 8
este principio se deriva la atención persona-
lizada, que garantiza el cumplimiento de que
cada plan y sistema de cuidado sea progresivo
y único, atento a las preferencias de la persona
y responda a sus características propias.
• Principio de continuidad de atención: las per-
sonas mayores que se encuentran en situa-
ción de fragilidad o dependencia deben tener
acceso a los apoyos que precisan de manera
continuada, gradual y adaptada a las circuns-
tancias cambiantes a lo largo de toda la vida.
De este principio se deriva el sistema progre-
sivo de atención.
Sistema Progresivo de Atención
La Convención Interamericana sobre la Protec-
ción de los Derechos Humanos de las Personas
Mayores (CIDHPM) nos proporciona el marco
para el diseño y la organización de los servicios
destinados a atender, eficientemente y en forma
progresiva, las necesidades de las personas ma-
yores.
El art. 19 refiere al derecho a la salud, en su di-
mensión integral
Los Estados deberán diseñar e implementar
políticas públicas intersectoriales de salud,
orientadas a una atención integral que incluya
la promoción de salud, la prevención y la
atención en todas sus etapas, la rehabilitación
y los cuidados paliativos, a fin de propiciar el
disfrute del más alto nivel de bienestar, físico,
mental y social.
Hace referencia a la atención integral, la cual, en
un marco de los derechos, nos plantea la necesi-
dad de contar con un sistema multidimensional
que permita dar respuesta a las necesidades de
las personas mayores a lo largo de todo su pro-
ceso de envejecimiento.
Diversos estudios han demostrado que, a partir
de los 80 años, puede aumentar la presencia de
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
fragilidades por enfermedades crónicas, dege-
nerativas, o cuestiones genéticas, entre otras
causas, por lo cual aumentaría el riesgo de que
la salud funcional se resienta y transite desde la
independencia a la dependencia en sus diferen-
tes grados y requiera sistemas organizados de
apoyos y cuidados.
Estos sistemas organizados conforman un Sis-
tema Progresivo de Atención que abarcan des-
de la asistencia en domicilio, hasta la necesidad
de apoyos y cuidados en un marco institucional,
como son los Centros Diurnos con sus diferentes
modalidades y las Residencias de Larga Estadía.
Los Cuidados en contextos
institucionales: Centros de Día
Los Centros de Día son dispositivos instituciona-
les no sanatoriales que mediante actividades pla-
nificadas recreativas o terapéuticas, según sea el
caso, abordan e intervienen en prevención, promo-
ción de salud, rehabilitación de determinados sín-
tomas o problemáticas que aquejan a la persona
mayor usuaria del servicio.
Se conciben como recursos sociales con un enfo-
que comunitario, sus servicios y funciones son ar-
ticuladas con la comunidad, siendo favorable que
se sitúen en el entorno más próximo y cercano a la
vivienda del/de la usuario/a.
Diferentes modalidades
de Centros de día
Un Centro de Día podrá tener diferentes modalida-
des de atención, ya sea para personas autoválidas
o que presenten dependencia leve para la realiza-
ción de Actividades de la Vida Diaria (AVD) o para
personas que presenten algún grado de deterioro
cognitivo compatible con la enfermedad de Alzhei-
mer u otras demencias.
De su modalidad dependerá el perfil de admisión,
la composición de su equipo interdiciplinario, el
diseño de los espacios, días y horarios, registros
administrativos, planificación de actividades, in-
formación a familiares y redes, etc.
Cabe recordar que cualquiera sea la modalidad
o el perfil poblacional que reciba, se planificará
y abordarán las situaciones y demandas de la
persona mayor desde la perspectiva de los De-
6 Modulo 8
rechos Humanos que incluye la atención progre-
siva e integral.
Centros de día socio-recreativos (CDSR)
Son servicios sociales comunitarios que median-
te la implementación planificada de actividades
preventivas promueven el envejecimiento activo,
evitan el aislamiento y la soledad.
Las tareas que llevan adelante estos centros para
personas mayores autoválidas o de baja depen-
dencia son:
• Desarrollan programas recreativo-culturales
que permiten la mejor utilización del tiempo li-
bre y evitan el aislamiento.
• Contribuyen al establecimiento de nuevas redes
sociales facilitando la integración social.
• Estimulan actividades de intercambio interge-
neracional y de extensión comunitaria.
• Estimulan actividades tendientes a la prevención.
• Generan un espacio de participación que tiende
a favorecer conductas autogestivas y de partici-
pación ciudadana.
Centros de día socio-terapéutico (CDST)
Son servicios sociales que a través de dispositi-
vos ambulatorios brindan prestaciones socio-te-
rapéuticas y de apoyo, para que las personas
mayores puedan continuar siendo autónomas
el mayor tiempo posible y así retrasar las nece-
sidades de ingreso a una Residencia de Larga
Estadía.
Están destinados a aquellas personas que pre-
sentan algún grado de dependencia física, leve o
moderada y que requieran atención especializada.
Este tipo de dispositivo brindará servicios de ali-
mentación y atención integral diurna a través de
actividades planificadas recreativas y terapéuti-
cas que favorezcan la motivación, las aptitudes
y capacidades, la autonomía, el entrenamiento
cognitivo, entre otros, para mejorar el rendimien-
to en el desempeño cotidiano.
Cuenta con el agregado de ser un dispositivo de
apoyo para las familias y cuidadores principales.
Los objetivos que cumplen estos centros especia-
lizados son:
• Proporcionar una atención diurna integral a la
persona mayor, fomentando su capacidad fun-
cional, manteniendo y fortaleciendo un máximo
grado de autonomía.
• Estimular con actividades preventivas prima-
rias y secundarias.
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
• Fomentar las relaciones interpersonales y la
integración social.
• Poner en marcha programas de rehabilitación
que permitan el mantenimiento durante el
máximo tiempo posible de la capacidad fun-
cional.
• Mantener el mayor grado de autonomía posi-
ble del/de la usuario/a que le permita tomar
decisiones respecto a su persona y a su vida.
• Evitar la sobrecarga de los personas cuidado-
ras principales.
Centros de Día Especializados en Deterioro
Cognitivo, Alzheimer y otras Demencias
Son dispositivos sociosanitarios de modalidad
ambulatoria, destinados a personas mayores
que padecen algún tipo de deterioro cognitivo
o demencia. El dispositivo brindará servicios de
alimentación y atención integral a las personas
mayores, a través de actividades terapéuticas
que favorezcan la máxima autonomía en el des-
empeño cotidiano, en la concreción de las Acti-
vidades de la Vida Diaria básicas e instrumenta-
les, retrasando o evitando la institucionalización
en residencias de larga estadía.
Los objetivos del Centro de día para personas
mayores con deterioro cognitivo, Alzheimer y
otro tipo de demencias son:
• Promover el mantenimiento de la autonomía
personal el mayor tiempo posible.
• Potenciar las capacidades físicas, cognitivas
y funcionales de los/las usuarios/as.
• Estimular y entrenar las actividades de la vida
diaria para mantener el mayor grado de inde-
pendencia posible.
• Evitar el aislamiento social producido por la
pérdida de capacidades.
• Realizar actividades que provoquen el disfru-
te y el aumento de la autoestima de las perso-
nas mayores.
• Retrasar, durante el mayor tiempo posible, el
ingreso a una Residencias de Larga Estadía.
• Brindar apoyo familiar y /o al/a la cuidador/a
principal.
• Asesorar al/a la cuidador/a principal.
Habitualmente los Cuidados Domiciliarios para
personas mayores con deterioro cognitivo, Al-
zheimer y otro tipo de demencias que cursan la
fase leve o moderada de la enfermedad, además
de contar con actividades socio-terapéuticas
y recreativas, suelen necesitar la realización de
actividades de psicomotricidad, gimnasia acti-
7 Modulo 8
va y pasiva, musicoterapia, actividades al aire
libre, paseos, entre otras intervenciones que, en
muchos casos, están destinadas a morigerar el
wondering (vagabundeo), o situaciones de ansie-
dades, de agitación o alteraciones de conducta.
También puede ser necesario que deban adaptar
su asistencia y sus servicios al surgimiento de
alteraciones en las habilidades básicas, como la
continencia de esfínteres o pérdida de otras ca-
pacidades, para lo cual se deberá tener en cuen-
ta la asistencia de cuidados de enfermería, para
higiene, confort, administración de medicación,
controles de signos vitales, hidratación, apoyos
para la ingesta, cambios posturales, entre otros.
En cuanto a lo edilicio /ambiental es necesario
tener en cuenta las siguientes sugerencias para
evitar desorientación, ansiedades y facilitar la
autonomía:
• Diferenciación de las áreas y salas por el co-
lor (se sugiere pintar las salas con colores no
estridentes).
• Dibujos indicadores de los espacios (icono-
grafías), para sanitarios, salón de descanso,
salón comedor, etc.
• Diferenciación por nombres y colores de zo-
nas de guardado de prendas, elementos de
aseo personal, etc.
• Demarcación con franja de color de las zonas
de transición.
• Relojes y calendarios grandes y visibles en las
paredes de las salas.
• Pizarras con actividades, sus coordinadores
y sus horarios, utilizando letra de fácil visibili-
dad y lectura.
En cuanto a la estimulación sensorial se reco-
mienda:
• Control de la cantidad de estimulación visual
y auditiva (evitar sobrecarga).
• Control de ruidos fuertes, estridentes.
• Control en los tonos y volúmenes de la voz hu-
mana utilizada.
• Control de la iluminación.
• Música adecuada a intervalos temporales.
• Decoración con elementos familiares y signi-
ficativos para los/las usuarios/as.
• Panel con fotos, historias de vida de los usua-
rios y las usuarias.
Sugerencias para la composición de los equipos
(podrá variar según los objetivos del Centro de
Día y las normativas jurisdiccionales vigentes).
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
• Director y Directora o Persona a cargo de la
coordinación (figura responsable del centro)
• Administrativa y administrativo
• Auxiliares de enfermería
• Asistente en gerontología
• Médica y médico
• Profesional de la Psicología
• Terapeuta ocupacional
• Trabajadoras y trabajadores sociales
• Talleristas
Equipo recurrente
• Nutricionista
• Musicoterapeuta
• Psicomotricista
• Profesora/r de educación física
Sugerimos contar con registros de planificación
de actividades, objetivos, días y horarios, coordi-
nador de cada actividad, registro de entrevistas
con familiares y redes.
Por cada persona mayor usuaria del servicio se
debe confeccionar un legajo , en el que se volcarán
y mantendrán actualizados los datos de filiación,
los objetivos del plan terapéutico, las evaluacio-
nes, evoluciones semanales e informes mensua-
les de los profesionales.
Residencias de Larga Estadía
El Paradigma Asilar en las Instituciones
de Larga Estadía
Haciendo un poco de historia, a principios del siglo
XIX, encontramos en nuestra región, los datos de
las primeras instituciones asilares que se destina-
ban a albergar personas mayores, con discapaci-
dad, en situación de calle y mendicidad. Estas sur-
gieron como medidas de intervención estatal que
pretendían ocultar aquello que era considerado.
Sus objetivos estaban relacionados con sacar de
la vista aquello que era considerado una vergüen-
za para la sociedad: la pobreza, que, dicho sea de
paso, se la relacionaba con algún tipo de castigo
moral, “haber caído en desgracia”.
Como vemos, originariamente no se erigían en un
dispositivo de cuidado para la persona mayor que
presentaba dependencia, sino que nacen vincula-
dos a la sanción moral y asistencia a la pobreza.
Sus reglamentos internos y modos de funcionar
estaban asociados a corregir desvíos morales e
inconductas; que mediante normas rígidas, dog-
8 Modulo 8
máticas y vigilantes pretendían “normalizar” los
cuerpos y los espíritus, y para ello, era necesario
el ocultamiento de todo signo de individualidad y
subjetividad anterior.
Tomemos como ejemplo algunos párrafos del
reglamento del primer asilo de Buenos Aires que
alojaba a personas mayores, el cual, de modo
ejemplar, nos permite ver la rigidez en las normas,
la falta de estímulo a la participación, la falta de
privacidad, y el intento de anulación de todo signo
de individualidad.
Reglamento del Asilo Gobernador Viamonte:
Los y las asiladas hallándose reunidos por una
común desgracia, bajo el mismo techo, donde la
caridad pública le proporciona una vida cómoda
y tranquila, deben respetarse mutuamente, para
vivir en paz y buena armonía y estar en el deber
cada vez que ocurra alguna desavenencia, de
presentar sus quejas ante la Hermana Superiora
y no hacer jamás la justicia por sí mismo.
A las cinco de la mañana se anunciará por
toque de campana la hora de levantarse, nadie
podrá efectuarlo antes.
A las seis se distribuirá agua caliente para
tomar mate.
La entrada o salida libre queda absolutamente
prohibida.
Ningún cuadro, imagen u otro objeto debe
colocarse en las paredes.
Buenos Aires, 1890
Algunos teóricos han estudiado las característi-
cas y dinámicas que se ponen en juego en las ins-
tituciones cuando su estructura organizacional se
establece desde el paradigma asilar.
Goffman (1985) estudió la interacción que se da
entre las personas en grupos reducidos. Si bien,
su estudio se centró en las instituciones psiquiá-
tricas, una de sus conclusiones fue la caracteriza-
ción de la “Institución Total”, que nos es útil hasta
nuestros días para pensar la dinámica organiza-
cional de las instituciones asilares que alojan a
personas mayores.
Goffman dice que “Una Institución total, puede
definirse como un lugar de residencia y traba-
jo, donde un grupo determinado de personas,
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
en iguales situaciones, aislados de la sociedad
por un tiempo prolongado comparte en su encie-
rro una rutina administrada formalmente” (pág.
13). Y agrega que las relaciones sociales que
se desenvuelven en este tipo de instituciones
actúan remarcando la distancia entre el mundo
del adentro, al que llama “internamiento” con el
mundo exterior, produciendo “expoliación de la
subjetividad”, en otras palabras, la eliminación
de todo rasgo de identidad y de lo propio.
Por su parte, Barenys (1990) estudia los aportes
de Goffman y se propone entender la relación
que existe entre las instituciones que acogen a
personas mayores de por vida (internamiento) y
la noción de pérdida del control y la repercusión
de esto sobre sus vidas.
Considera las residencias como instituciones
de “guarda” y “control social” y sostiene que las
residencias actuales son una evolución más o
menos lograda de las instituciones asilares. Las
residencias contemporáneas distan mucho de
ser asimilables a las instituciones asilares de
principio de siglo, pero tampoco terminan de
constituirse en el “hogar” de las personas resi-
dentes, quizás, entre otras cosas, debido a que
aun en las más lujosas y modernas institucio-
nes, a la persona mayor se le hace muy difícil
mantener su autonomía y el control sobre su
vida, el cual queda sujeto a las normas, tiempos
y reglamentos de la institución, marcando de al-
guna manera el grado de “internamiento” y con
ello la característica del modelo asilar.
Por otra parte, el paradigma asilar lleva implíci-
ta una ideología detrimental y cosificadora de la
persona vieja y esto puede producir estados de-
presivos, infantilización, apatía, falta de comu-
nicación con pares y profesionales. Estos ras-
gos muchas veces se asocian como inherente
al envejecimiento, se estigmatizan como “el de-
terioro esperable”, pero quizás, sea el resultado
o efecto de la institucionalización total sobre la
persona mayor.
El Paradigma de Derechos en las Residencias
de Larga Estadía
A partir de las recomendaciones de las Asam-
bleas Mundiales (2001) se comienza la imple-
mentación del cambio de modelo “asilar” co-
nocido como “paradigma de la pobreza” hacia
aquel centrado en los derechos de los mayores:
el paradigma de derecho.
9 Modulo 8
El modelo de Derechos, considera a las
personas mayores que viven en una residencia
de larga estadía, capaces de tomar sus propias
decisiones y de sentir la residencia como su
propio hogar, asumiendo en consecuencia la
titularidad y ejercicio de todos los derechos
y obligaciones que conlleva” (Reglamento de
residencias de la DINAPAM, 612/15).
Según las recomendaciones de los organismos
internacionales y de la Convención Interame-
ricana sobre la Protección de Derechos de las
Personas Mayores, las RLE organizadas y ges-
tionadas dentro del paradigma de derechos,
constituyen centros gerontológicos abiertos,
que forman parte de la comunidad. Su función
es la de dar alojamiento, temporal o permanen-
te, brindando atención continuada y adaptada
a las necesidades cambiantes de las personas
mayores residentes. Sus objetivos apuntan a
mejorar la calidad de vida y el desarrollo de la
autonomía personal.
El marco propicio para ofrecer servicios de cali-
dad y que ubica a la persona mayor en el eje de
los servicios, en la dignidad, autonomía y cali-
dad de vida, es el modelo de Atención Centrada
en la Persona.
Es un modelo de asistencia e intervenciones que
demanda sistemas organizativos más flexibles
y que propone un abordaje diferente, con cam-
bios en los roles profesionales, que se asumen
como los articuladores y facilitadores del pro-
yecto vital de la persona mayor.
Está orientado al bienestar cotidiano, con una
atención que no solo da respuestas a las nece-
sidades derivadas de la dependencia, sino que,
además potencia su independencia, su necesi-
dad de control sobre lo cotidiano, la importancia
de lo significativo y lo biográfico, entre otras.
Inmersos ya en el paradigma de derechos, resul-
ta necesario retomar los conceptos de Barenys
sobre la importancia de que la persona mayor
mantenga el control sobre lo cotidiano.
El control de lo cotidiano tiene un papel central
para el bienestar emocional y la autoestima.
En cada momento del día y en relación a cues-
tiones muy simples, como decidir qué ropa po-
nerse, que peinado llevar, en que actividades
participar, como emplear el tiempo libre, decidir
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
con quién relacionarse o con quién no, es donde
la persona mayor puede ver facilitado o dificul-
tado el control sobre lo cotidiano, sobre su auto-
nomía y sobre su proyecto vital.
Tomemos el simple hecho de no dejar el control
remoto del televisor al alcance de las personas
usuarias, porque lo guarda el personal para que
no se pierda. O la existencia de barreras arqui-
tectónicas que hacen inaccesibles los ingresos
a determinados espacios de la institución, o ca-
mas muy altas o muy bajas que impidan levan-
tarse o acostarse cuando la persona lo desee.
El hecho de que existan determinados horarios
para entrar o permanecer en las habitaciones, o
que no se permita hacer sobremesa; que no se
le pregunte a la persona cuáles son sus gustos,
o a qué hora acostumbra a acostarse para dor-
mir, entre otras tantas situaciones que al estar
sujetos a reglamentos, indicaciones del perso-
nal y organización de la institución, no permiten
que la persona controle y decida sobre su propia
vida y claramente vulneran derechos.
10 Modulo 8
Estas situaciones cotidianas nos remiten a uno de
los aspectos del modelo asilar, que, de no ser ad-
vertidas se naturalizan, pero lejos de ser natural,
avasallan la dignidad, provoca indefensión.
La gestión de la institución, su organización, sus
objetivos y funciones, la dinámica interna, el discu-
rrir de la vida en lo cotidiano, lo que se habilita, lo
que se prohíbe, lo que se premia, lo que se sancio-
na, lo que se estimula y lo que se desalienta, refleja
la concepción social que se tiene del proceso de
envejecer y se reproduce al interior de la organiza-
ción institucional.
Sintetizaremos en un cuadro que nos permite vi-
sualizar, algunos indicadores del paradigma asilar
y el paradigma de derechos, sin pretender agotar
el tema ni establecer un esquema rígido.
Estos dos paradigmas están en tensión perma-
nente, pueden convivir en la misma residencia en
un inestable equilibrio o puede suceder que en
determinadas situaciones algunos de ellos se pre-
senten en la práctica cotidiana y en los discursos
con más fuerza y fijeza.
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina

PARADIGMA ASILAR PARADIGMA DE DERECHOS

Ingreso: firma el consentimiento un/a familiar, tutor/a o

Ingreso: a persona mayor firma el consentimiento
apoderado/a.

Ingreso: se espera que la persona mayor se adapte a las Ingreso: es un proceso de integración mutua, contrato entre
normas institucionales. partes.

Normas institucionales rígidas. Normas institucionales flexibles.

Necesidades de las personas residentes: necesidades Necesidades de las personas residentes: derechos a garantizar
objetivas de techo, comida, atención médica. desde la perspectiva de atención integral.

Directivos/as, personal y residentes construyen el reglamento

Directivos/as y personal construyen el reglamento interno.
interno. Se elaboran conjuntamente las normas de convivencia.

El saber profesional es presentado a la persona residente y se

El saber está en manos de personal directivo y técnico. planifican conjuntamente las acciones sugeridas para el plan
de atención individual (PAI).

Se inhibe la autonomía. Se premia la obediencia, se sanciona

Se fomenta la autonomía. Se consensúa.
“al/a la demandante”.

Las decisiones las toma la persona mayor. Son acompañadas.

Las decisiones no las toma la persona mayor. Se utilizan herramientas legales que garantizan derechos:
legado, directivas anticipadas, orden.

El personal, representando las normas institucionales, tiene el Se maximiza el derecho al control sobre sus bienes y su propia
control. vida.

No se incluye a la persona residente en la toma de decisiones. Se fomenta la participación en la toma de decisiones. Se

Verticalidad. propicia el empoderamiento.

Frente a cuestiones discapacitantes, o de mayor dependencia, Se garantizan la continuidad en los servicios. Sistema
se derivan a otros niveles de servicios. progresivo de atención.

Institución cerrada sobre sí misma. La persona residente no Relación fluida, permeable con la comunidad. Concepto de
sale sin autorización. puertas abiertas.

La persona residente se adecua a las normas, organización y

Libertad en los horarios.
horarios institucionales.

Los conflictos y tensiones son concebidos desde la Los conflictos y tensiones se plantean, resuelven, mediatizan
psiquiatrización. con la intervención de la persona mayor.

Se reprimen y condenan las manifestaciones de erotismo y Las manifestaciones de erotismo y sexualidad son intrínsecas
sexualidad. a la vida. Se respeta el derecho a la intimidad.

Las cuestiones de la vida institucional se dirimen a puertas

Se garantiza el derecho a la participación en asuntos de la vida
cerradas entre el personal y la dirección y se bajan órdenes y
institucional en ASAMBLEAS.
normas de funcionamiento.

No tiene determinado sus objetivos ni sus funciones. No

realizan diagnósticos ni valoración gerontológica. Las
Perfil de admisión.
personas que viven allí todas tienen una característica en
común: son viejas.

Las actividades e intervenciones las diseña el personal y se Se propicia la evaluación interdisciplinaria (VGI) Valoración
imparten a las personas residentes. Geriátrica Integral.

No se respeta la privacidad. Se promueven los pabellones para El PAI es un proceso interdisciplinario. Se diseña en conjunto
todos/as, las baterías sanitarias generales. No existen líneas con la persona mayor residente, desde su biografía, con lo que
telefónicas con privacidad para las personas residentes. es significativo.

La persona mayor recibe los tratamientos e indicaciones. Se Se garantiza la intimidad, la privacidad y la confidencialidad, en
adhiere o no a los tratamientos impartidos. todas las acciones de la vida cotidiana.

Se utilizan herramientas legales que garantizan derechos de

La enfermedad terminal, el final de vida, no es abordada, es
la persona mayor: legado, directivas anticipadas, orden de no
ocultada: “de eso no se habla”
derivación, consentimiento informado, acta acuerdo.

11 Modulo 8
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
Iremos desarrollando algunos indicadores menciona-
dos en el cuadro:
El ingreso a una Institución
El ingreso de una persona mayor a una residencia
siempre debe ser pensado dentro del marco de una
intervención, que tienda a mejorar su calidad de vida,
y será la puesta en marcha de un último recurso pres-
tacional, cuando las condiciones de salud y/o entorno
no puedan continuar cuidando o satisfaciendo las ne-
cesidades de cuidado que la persona requiere.
Decimos que el enfoque de derechos propicia la titu-
laridad de los derechos humanos de todos los grupos
sociales y, por ende, de las personas mayores. De acuer-
do con este principio la relación que se establezca en-
tre la persona mayor que ingresa y la institución, será
consensuada mediante un acuerdo entre las partes, en
donde se pone de manifiesto y se comprometen a res-
petar los derechos y las obligaciones respectivas.
Para el ingreso a un establecimiento, las personas
mayores deberán manifestar libremente su consenti-
miento, el cual queda registrado en un Acta Acuerdo y
es rubricado con la firma de la persona mayor.
Ningún familiar, profesional o amigo/a tiene derecho
de firmar el ingreso a una residencia, a excepción que
mediare una sentencia firme de incapacidad jurídica,
en este caso firmará el/la curador/a o tutor/a designa-
do/a por un/a juez/a.
El ingreso a una institución es un proceso de integra-
ción y de conocimiento mutuo entre el/la nuevo/a in-
tegrante (residente) y los/las demás actores institucio-
nales. Este proceso no es una adaptación, en la cual la
persona mayor debe amoldarse a lo que la institución
pide. Es un proceso de integración que lleva tiempo,
se transita y acompaña.
En este punto es necesario hacer mención a un he-
cho que se presenta con frecuencia en estas institu-
ciones y es la prohibición de las visitas al/a la nuevo/a
residente, sin que esto comporte un claro objetivo o
fundamento científico que lo avale. El argumento es
“para que se adapte”. Desde los conceptos geronto-
lógicos y en el marco de los derechos humanos, es a
todas luces no sólo perjudicial para la persona mayor,
sino que además es arbitrario y vulnera derechos.
Unas de las premisas de la concepción de derechos
es que las personas mayores deben tener la garantía
de que los derechos no se pierden con los años, ni
con la pobreza, ni con la enfermedad, ni al ingreso a
una residencia.
12 Modulo 8
Normas internas de convivencia
A partir de las normativas y reglamentos generales
de la Residencias de Larga Estadía, se desprenden y
elaboran las normas internas. Este proceso requiere
de una secuencia planificada de encuentros grupales
con las personas residentes y son coordinados por
profesionales. Se debaten democráticamente cues-
tiones que afectan la vida cotidiana de las personas
residentes, por ejemplo, si se reciben visitas en las ha-
bitaciones, si se estipula un horario para las visitas, a
qué hora se apagan las luces o se cierran las puertas,
etc. Esto se plasma en un documento que constituirá
las normas internas de convivencia, la cual se consoli-
dará con la participación y acuerdo de las personas re-
sidentes, el personal y la dirección. Este documento se
revisa periódicamente y está sujeto a modificaciones.
Las asambleas: dispositivo de participación
democrática
El dispositivo de asambleas, propicia el fortalecimien-
to de la autonomía y autodeterminación, en tanto
poder decisorio. Se ponen en debate y consideración
decisiones que se deben tomar, en conjunto, respecto
por ejemplo, a la dinámica institucional, las normas
internas de convivencia, lo organizativo de la institu-
ción, cuestiones edilicias, programación de festejos,
conflictos con residentes o personal, ubicación de
determinado mobiliario o articulo electrónico. Entre
muchas otras cuestiones.
En las asambleas se ejercita la participación y el em-
poderamiento de la persona mayor, desde la horizon-
talidad democrática en contraposición a los estigmas
asilares que insisten en la verticalidad de mandos.
Legajo Único del/de la Residente (LUR)
No hablamos de Historia Clínica, puesto que las resi-
dencias son dispositivos sociales, no sanitarios. Prefe-
rimos incorporar el concepto de Legajo Único, donde
todos los equipos profesionales, en trabajo interdis-
ciplinario, irán volcando sus registros. El legajo único
es un documento de la persona residente y como tal
debe ser prolijo, foliado secuencialmente y cada pres-
cripción o evaluación debe contener firma, aclaración
y fecha. Se deberá llevar un registro periódico según
reglamentación vigente.
En los LUR, los profesionales también volcarán la Valo-
ración Geriátrica Integral (VGI).
Se consignará el diseño del plan de atención in-
dividual (PAI), realizado con la participación de la
persona mayor. Este plan será actualizado al menos
cada seis meses por las y los profesionales del equi-
po interdisciplinario.
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
Los ítems de este registro variarán de acuerdo con la
complejidad del equipo interdisciplinario y según las
normas jurisdiccionales vigentes.
La valoración gerontológica integral (VGI)
Es un proceso de diagnóstico dinámico que se utili-
za para la detección de problemas, necesidades y ca-
pacidades de la persona mayor en las esferas clínica,
funcional, mental y afectiva, para elaborar un plan
de intervención interdisciplinar, tratamiento y segui-
miento a largo plazo y diseño del Plan de Atención In-
dividual, con la finalidad de mejorar la calidad de vida
de la persona mayor.
Plan de atención individual (PAI)
Se trata de un proceso sistemático e interdisciplinario
que tiene por objetivo garantizar, de manera integral,
el mantenimiento y /o mejora de la calidad de vida de
cada persona residente. Prestar una atención integral
de calidad y plasmarla en una planificación (PAI) es el
resultado de concebir a la persona como una unidad,
evitando las fragmentaciones.
Para el diseño de las actividades y planificaciones que
formarán parte del PAI, es necesario conocer los gustos,
motivaciones y deseos de la persona mayor, para que
participe en la elaboración de su proyecto diario.
El PAI deberá estar formado por programas, los se
ajustarán, adaptarán y redefinirán según la realidad
del contexto institucional y las expectativas de la
persona mayor.
Los pasos necesarios para elaborar un PAI son:
1. Valoración geriátrica integral (VGI)
2. Detección de necesidades y potencialidades
3. Planteamiento de objetivos concretos (ámbito pre-
ventivo, asistencial, educativo, rehabilitatorio
4. Determinación de programas y actividades ten-
dientes a lograr los objetivos
5. Ejecución de dichas actividades
6. Evaluación periódica de cumplimiento de los obje-
tivos y planteos de modificaciones y nuevos objeti-
vos (Servicio Foral Residencial, 2019).
Abordajes interdisciplinarios
Es el logro de una conjunción teórica de lo que diver-
sas disciplinas aportan desde su singularidad, aunan-
do conceptualizaciones y lenguajes comunes, que no
13 Modulo 8
es una suma ni combinación de aportes de cada disci-
plina. Por lo tanto, es importante que exista un equipo
de trabajo, para poder hablar de la interdisciplina.
Tensiones y conflictos
Existen algunas situaciones que pueden poner de
manifiesto la puja y las tensiones entre los dos pa-
radigmas, las cuales, en una organización institucio-
nal enmarcada en el modelo de derechos tenderá a
problematizarlas intentando encontrar consenso y
equilibrio, poniendo en primer lugar los derechos
de la persona.
Veamos con algunos ejemplos: es frecuente que cues-
tiones relacionadas a la seguridad, a la salud física, a la
negativa de seguir una dieta determinada, a las ma-
nifestaciones de sexualidad, o situaciones de final de
vida, generen, en estos contextos institucionales, ten-
siones que de no ser contempladas y problematizadas
pueden quedar en la negación y ocultamiento, o que
provoque tomar medidas que vulneren los derechos.
Los cuidados del cuerpo cobran una singular rele-
vancia en los contextos de las residencias. Se puede
tensar la cuerda entre los discursos que sostienen
las prácticas de uno u otro paradigma.
Veamos, por ejemplo, los cuidados de salud y la au-
tonomía en las decisiones. Se pone de manifiesto la
puja entre el derecho de la persona residente de to-
mar decisiones sobre su salud y el modelo biomé-
dico de cuidados que se apoya en el saber científico
que cuida y vigila el cuerpo del otro, interpelando
la autonomía y concepción de derecho.
El fundamento que sostiene el modelo asilar, en
este aspecto, es el de la responsabilidad profesio-
nal, el juramento ético, su doctrina, su saber y des-
de esos parámetros limita el control de la persona
mayor a decidir sobre su propia vida.
La condición de fragilidad y necesidad de cuidados
que motiva, entre otras cuestiones, el ingreso a la
institución, es atravesada por los derechos en las
decisiones y pone límites al conocimiento científi-
co, con resultados disimiles, pero siempre atribui-
bles al derecho inalienable de autonomía.
El equipo interdisciplinario y la gestión intentarán
mediatizar y equilibrar las fuerzas que sostie-
nen la preeminencia de vivir y morir, según las
propias convicciones de la persona mayor, sus
creencias y su cultura, en el ejercicio pleno de
sus derechos y asumiendo responsabilidades
sobre sus decisiones.
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
Cabe, aquí hacer mención al uso del Consenti-
miento informado. Es una práctica que preten-
de garantizar el principio ético de la autonomía.
La persona es adecuadamente informada sobre
una propuesta y es ella quien consiente, o no,
que la práctica propuesta se lleve a cabo. El pro-
pósito es que las intervenciones que afectan a la
persona estén tomadas desde su conocimiento
y aceptación.
En muchas instituciones utilizan un formulario
predeterminado, pero también se puede confec-
cionar un acta, que quedará como registro en el
Legajo Único del Residente, que podrá ser modifi-
cado cada vez que la persona mayor lo requiera.
Es relevante que el equipo de profesionales se
reúna con la persona mayor, y si esta lo solicita,
también con un familiar y se tomen todo el tiem-
po necesario para explicar, adecuadamente, las
necesidades de intervenciones, de tratamientos,
de prescripciones. Luego si el equipo tiene la
seguridad de que la persona comprendió y que
está en condiciones de tomar la decisión, se le
solicitará que firme el consentimiento.
Otra situación muy frecuente, y que genera ten-
siones entre los dos paradigmas es el relaciona-
do con la sexualidad.
Las manifestaciones de las conductas sexuales
en las personas residentes pueden generar con-
flictos en los diferentes actores institucionales.
Las personas mayores generalmente vienen de
una educación represiva sobre la sexualidad,
que sumado al contexto institucional que psi-
quiatriza, condena moralmente y reprime las
manifestaciones de erotismo, empuja a que la
persona se reprima frente al surgimiento de su
deseo, como respuesta a la mirada culpabiliza-
dora de otra persona.
En este punto la tensión que se genera es entre
los derechos a la autonomía, a la intimidad, a la
privacidad y el discurso institucional y el límite
para el cuidado.
En este sentido, la tarea del equipo interdiscipli-
nario y de la gestión debe apuntar a promover
la desmitificación de prejuicios, fortaleciendo la
14 Modulo 8
identidad y las capacidades de la persona mayor.
Recordemos el valor de la dignidad como uno de
los ejes fuertes de la atención centrada en la per-
sona. Uno de los indicadores de dignidad es la
protección y garantía de la privacidad e intimidad.
Desculpabilizar, empoderar, brindar confianza
e intimidad y crear entornos facilitadores, será
una de las tareas.
Cuando se trata de la seguridad y responsabili-
dad en el cuidado nuevamente se tensionan los
dos modelos.
El típico vagabundeo de las personas que pade-
cen algún grado de deterioro cognitivo, el temor
a que salga sin ser advertida, a las caídas y frac-
turas, es una vivencia persistente. Estos temo-
res hacen que se utilicen sujeciones químicas
o físicas mediante elementos que limitan el mo-
vimiento, la deambulación o el acceso a alguna
parte del cuerpo o de sus pertenencias.
Ante estas cuestiones los objetivos de cuidar
pueden entrar en conflicto con el de bienestar.
Es preciso valorar detenidamente cada situa-
ción, consensuar las actuaciones con la familia,
equipos y la gestión y, si es posible, hacer parti-
cipar a la persona mayor en el planteamiento del
problema y en la decisión.
En el modelo de derechos será preciso equili-
brar la seguridad y el bienestar emocional de la
persona. Ante situaciones en las que entren en
conflicto estos objetivos será preciso estudiar
detenidamente cada caso.
Antes de utilizar sujeciones, debemos asegurar-
nos de que es una medida que se toma como úl-
tima opción, cuando ya hemos probado muchas
otras alternativas y no funcionaron. La sujeción
no debe ser restrictiva. En ningún caso pueden
utilizarse si causan mayor daño que el que se
pretende evitar, tampoco si resultan como res-
puesta a otros motivos, como comodidad de
quien cuida o por falta de personal. Es importan-
te que existan protocolos de actuación para me-
didas de sujeción y que estas se utilicen por un
tiempo acotado, hasta tanto se encuentre otra
alternativa.
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina
Respecto a los Cuidados Paliativos, es la última
fase del sistema de cuidados progresivo y se
apoya en el artículo 6 de la CIDHPM:
Los Estados Parte adoptarán todas las
medidas necesarias para garantizar a
la persona mayor el goce efectivo del
derecho a la vida y el derecho a vivir con
dignidad en la vejez hasta el fin de sus
días, en igualdad de condiciones con otros
sectores de la población. Los Estados Parte
tomarán medidas para que las instituciones
públicas y privadas ofrezcan a la persona
mayor un acceso no discriminatorio a
cuidados integrales, incluidos los cuidados
paliativos, eviten el aislamiento y manejen
apropiadamente los problemas relacionados
con el miedo a la muerte de los enfermos
terminales, el dolor, y eviten el sufrimiento
innecesario y las intervenciones fútiles e
inútiles, de conformidad con el derecho de la
persona mayor a expresar el consentimiento
informado.
La palabra “paliativo” deriva del latín pallium,
que significa, manta o cubierta. Por eso, cuando
la causa no puede ser curada, los síntomas son
“tapados” o “cubiertos” con tratamientos espe-
cíficos, por ej., analgésicos y antieméticos.
La OMS en 2002, los definió como “método que
mejora la calidad de vida de los y las pacientes
y sus familias, afrontando los problemas aso-
ciados a enfermedades graves a través de la
prevención, alivio del sufrimiento, por medio de
la pronta identificación y correcta valoración y
15 Modulo 8
tratamiento del dolor y otros problemas, físicos,
psicológicos y espirituales”.
“Los cuidados paliativos están reconocidos
en el contexto del derecho humano a la
salud. Deben proporcionarse a través de los
servicios de salud integrados y centrados en
la persona que presten especial atención a
las necesidades y preferencias del individuo”
(OMS, 2018).
El tiempo de supervivencia no es criterio princi-
pal para que una persona sea candidata a Cui-
daos Paliativos, más bien se evaluará la presen-
cia de deterioro con sufrimiento no aliviado.
Los Cuidados Paliativos, no son solo un cuidado
que se aplica en los últimos días de vida, ni tam-
poco solo a enfermedades oncológicas (cáncer).
Sino que es el cuidado especial para todas aque-
llas enfermedades crónicas, irreversibles, no
curables, que comportan malestar y sufrimiento
como, por ejemplo, insuficiencia renal severa no
dializable, insuficiencia cardíaca, enfisema, es-
clerosis lateral amiotrófica, Sida, Parkinson, de-
mencias en estado avanzado, entre otras.
El cuidado paliativo no es ayudar a morir, sino
ayudar a vivir hasta el final.
Las tensiones que se pueden presentar en una
institución organizada desde el paradigma asi-
lar es que frente a estas situaciones, a pesar de
las manifestaciones de las personas residentes
de morir en un ambiente conocido, son deriva-
das y mueren en un segundo nivel.
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina

Conclusión

La concepción de las Residencias de Larga Estadía en el marco de los derechos de las personas mayores
nos remite a la necesidad de realizar un permanente ajuste y monitoreo en los dispositivos actuales, una pla-
nificación de procesos y cambios que se deben ir ajustando, con el objetivo de cuestionarnos las prácticas
cotidianas y no perder el horizonte de los derechos de las personas mayores a vivir una vida digna y libre, aun
cuando requiera cuidados institucionales.

Las residencias deben disponer toda su organización y sus recursos al servicio de la atención de las per-
sonas mayores usuarias, acompañando y comprendiendo los cambios sociales y culturales, la asunción
de poder “empoderamiento” y de derechos que este grupo etario ha logrado, disponiendo de procedi-
mientos y métodos de trabajo que contribuyan a la mejora continua de la calidad, produciendo cambios
arquitectónicos y de instalaciones necesarios y configurando un sistema de gestión que promueva, valore,
desarrolle y garantice la atención óptima, entendida fundamentalmente en términos de eficiencia, eficacia
y satisfacción de necesidades de las personas mayores usuarias del servicio.

Es oportuno señalar que desde las últimas décadas asistimos a un cambio paulatino, muy valorado en los
modelos de residencias y en los modos de prestar los servicios. En gran parte, ha sido posible gracias al
esfuerzo y al compromiso diario de quienes trabajan en estas instituciones, a su capacitación permanente
y al empoderamiento de las propias personas mayores que nos interpelan y exigen otra manera de prestar
los servicios de cuidados. Pero debemos seguir atentos y atentas, ya que los dos paradigmas, el Asilar
y el de Derechos, aunque responden a contextos históricos y sociales diferentes, aun hoy coexisten en
nuestras instituciones y pueden pasar inadvertidos.

Martínez Rodríguez explica: “Debemos responder a la exigencia ciudadana que demanda nuevas formas de
hacer que sintonicen con las preferencias de las personas y permitan que estas, aun cuando necesiten ser
cuidadas por otros, sigan controlando sus propias vidas. Ello requiere una firme apuesta por modelos de
atención que orienten el diseño de los recursos y sus intervenciones técnicas” (p.5).

Las instituciones para personas mayores deben ser centros abiertos, permeables y en interrelación con
la comunidad, deben tener como objetivo el mejoramiento de las potencialidades, ser un facilitador de
relaciones entre pares y redes en general, promotor de la calidad de vida, del sostenimiento de la dignidad,
y de la autonomía decisoria y de la concreción en el día a día del proyecto vital de cada residente. Si bien
una residencia nunca será “su casa”, debe ser lo más parecido a ella, donde la persona mayor se sienta
parte de ella, integrada y no adaptada.

Hemos avanzado mucho, pero nos queda mucho por hacer y, sin duda, el elemento clave para ir introduciendo
cambios que garanticen una mejora continua de la atención, es adoptar los derechos básicos de las personas resi-
dentes como punto de referencia en todas las actuaciones y admitir que respetarlas constituye la condición
sine qua non de una atención de calidad.

16 Modulo 8
Diplomado Iberoamericano 2022
Políticas de cuidado
Destinado a personal directivo y técnico de centros de día y residencias de larga estadía para personas mayores en Argentina

Bibliografía

BARENYS, M. (1990). Un marco teórico para el estudio de
instituciones de ancianos. Barcelona.
FERNÁNDEZ MUÑOZ, JESÚS NORBERTO (Coordinador)
(2013). Guía sobre Centros de Día para personas Mayores en
situación de dependencia. Gobierno de España, Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, IMSERSO.
GOFFMAN, I. (2001). Internados: Ensayos sobre la situación
social de la enfermedad mental. 1° Ed. 3° reimpresión. Bue-
nos Aires: Amorrortu.
MARTÍNEZ RODRÍGUEZ, T. (2001). La atención Gerontoló-
gica Centrada en la Persona. Documentos de Bienestar So-
cial. Gobierno Vasco.
SERVICIO FORAL RESIDENCIAL. Edición: Bizkaiko Foru Al-
dundia. 15 de mayo 2019.
SERVICIO FORAL RESIDENCIAL. Edición: Bizkaiko Foru
Aldundia.

JORGE, M. (s/f) “Cuidados paliativos. Un modelo de aborda-

je integral en salud”. Art. Inédito. Pallium

17 Modulo 8