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Origen histérico del Fuero del Baylfo ALBERTO MURO CASTILLO Profesor de Historia del Derecho en la Universidad de Pxctremadsra, Seeretar de la Facultad de Derecho de la Universidad de Extremadura L- Introduccion . Nos ha correspondido al Excmo. Sr. D. Manuel Terrén Albarran, mi predecesor en el turno de palabra, y a mi, la tarea de afrontar el origen histérico del Fuero del Baylio, siendo los aspectos que he de tratar yo en estas jornadas, por cuestiones obvias, los del origen histdrico juridico del mismo. La tara encomendada supuso un reto per- sonal, no sdlo por tener la oportunidad largo tiempo esperada de poder afrontar el estudio del inico fuero extremefio vigente, lo que para un extremefio que se dedica al estudio del Derecho hist6rico ¢s un privilegio, sino por lo intrincado del tema, por lo oscuro de su origen y por la dificultad afiadida al estudio iushistorico motivada por la carencia absoluta de fuentes conocidas que puedan aportarnos alguna luz sobre el cier- to origen histérico del Fuero del Baylio', toda vez que el mismo ha sido construido con 1 En cuanto a la carencia absoluta de fuentes pueden verse, entre otros, José SOTO GARCIA-CAMA- CHO, Informe sobre ef Puero del Baylio. Ecditado por la Mancomunidad Sierra de San Pedro, 1997, quien manifiesta que se desconoce el momento en que comenzé a observarse la «costumbres que sanciond el conocido como Fuero del Baylio. Por su parte Mercenario VILLALBA LAVA en «El Fuero del Baylio: un reto para los juristas extremefios» en Ed Humaniimo Extreme. Primeras Jornadas sobre cl Humanismo Extremefio organizadas por la Real Academia de Extremadura en Zafra y Fregenal de la Sierea en 1996, publicado en Trujillo 1997, especialmente la pigina 371, manifiesta la inexistencia de testimonio escrito, diploma o documento, que acredite la existencia del Fuero hasta ta Pragmitica de Carlos II, opinién que comparte Tedfilo BORRALLO SALGADO en Faero del Bayt: estudio bisté- rico,juridco. Vicente Rodriguez, Badajoz, 1915, especialmente p. 8. En el mismo sentido José Antonio BOBADILLA GONZALEZ en «El Fuero del Baylio, Perspectiva hist6rico-juridico» Trabajo inédito de cursos de tercer ciclo del Departamento de Derecho Privado de la Universidad de Extremadura, 1998. Dentro de la misma corriente se enmarca Maria de los Angeles CONTRERAS GARCIA en 25 ALBERTO Miro Casta base en conjeturas y suposiciones, mas nunca atendiendo a un estudio histérico, cien- cia en la que son imprescindibles los documentos escritos, fundamento y base de la misma, y sin los cuales no puede hablarse de Historia sensu stricto. Y cs que se han vertido sobre el pretendido origen historico del texto que estu- diamos multitud de tesis ¢ hipétesis que, en mi modesta opinién més que lo primero son lo segundo, hablan del antecedente céntabro; del presunto entronque portugués; del probable franco-borgoAén; del etimologico templario; o del defendido germinico, sea éste godo 0 no. Probablemente se espere de mi intervencién en estas Jornadas un novedoso aporte cientifico a la historiografia juridica en cuanto al origen del Fuero det Baylio, mas la ciencia a Ja que me dedico requiere de datos, documentos, en definitiva de aportaciones ciertas, de las que en estos momentos no disponemos, alejadas de las bienintencionadas suposiciones 0 conjeturas’. Es por ello por lo que no es extrafio escuchar en algin corrillo iushistérico y en baja voz, alejados de luces y taquigrafos, el catifioso apelativo de Fuero fantasma cuando se habla del del Baylio, y es que nada o casi nada se sabe del mismo hasta el momento en que, a finales del siglo XVIII, cuan- do los fueros habian perdido en el territorio del reino de Castilla y Ledn toda, 0 gran «El Fuero de! Baylio: Kl Derecho consuctudinario de la comarca bajoextremena. Enfoque histérico- juridico del régimen de comunidad universal de bienes», Trabajo inédito de cursos de tercer cicto det Departamento de Derecho Privado de la Universidad de Extremadura, 1998, quicn manifiesta que «La inexistencia de diploma o documento que aeredise la existencia del Fuero, have inevitable ef resga de pronunca- smienios en vacion. 2 Piectivamente, la falta de diploma que acredite un origen cierto del fuero del Baylio ha motivado que una parte nada desdefable de Ia historiografia especializada -o ng- se aventurase a proponet una tesis particular sobre el pretendido origen del fueto, en algunos casos dicha aventura rushistin ea aparece unida en una misma oracién al teconocimiento explicit, que no implicito, de la caren- cia absoluta de fuentes para Ia posible determinacién de lo que, pot otra parte, afirman con rowwn- didad, en este sentido cabe destacar a Antonio GARCIA GALAN en «E] fuero del Baylio como Derecho Foral de Extremadura» en Actualidad y Derecho 0 8 (1994), pp. 1 a 5, concretamente en la pagina 2, donde dice: «S¢ padimos asggurar con certidambre racional, que su orien es Borgores, siendo tal uso social patrucinade por la Autoridad de la Orden del Temple -y continia dictendo-Y decimos certidumbre racisnal, 34 que m0 bay 0 no ha aparecide documento alguna sobre el privitegio del Fuero Hamada del Bayle», sir emnbar- 9, y como ya veremos mas adelante, la tesis defendida pot el ilustre abogado pacense viene avala- da por otros autores que le precedieron en la aventura desctita, y que con apoyaturas de diversa indole kan ido cteando Ia tesis del citadu origen franco-borgoaés, entre los que cabe destacar Manuel MADRID DEL CACHO en su obta, Ei Fuero del Bayi: un enclase foral en el Derecho de Castilla. Cordoba 1963. 3° Yaen 1913 Manuel Paulo MEREA en Firvlagao dos regimes matrinoniais Vol |, Coimbra, aio de refe- rencia, y en torno a una propucsta realizada por profesores espadioles en cuanto a la procedencia de un determinado régimen matrimonial, y sobre la que mas adelante volveremos, advertia y prevenia al investigadot sobte el peligro de tales aventuras, mas desgraciadamente, pocos estudiosos del tema parecen haber seguido los consejos, a mi modo de ver sabios, del profesor portugues Origen bistico del Fuero del Baylto parte de su vigencia y aplicabilidad’, pues eso, a finales del siglo XVIII, conctetamen- te en 1778 apatece la Real Cédula de Carlos III, de 20 de diciembre, en Ia que se reco- noce la aplicacion y vigencia del llamado Fuero del Baylio*. 4 Eneeste sentido se manifesraba ya en 1958 don Alfonso GARCIA GALLO, eminente historiador del Derecho y padre de la historiogratia juridica coneemporiinea, en su articulo «Criss de los derechos locales y su vigencia en la cdad moderna» en IV’ Jornadas franco-espatolas de Derecho camparado, p. 70, Barcelona 1958; Jornadas en tas que el iushitoriador francés Pau OURLIAC presenté su articulo «Crisis de fos derechos locales y su vigencia en la edad media», siendo Ia direccién doctrinal de ambos autores muy pareja en cuanto a la vigencia del derecho local privilegiado medieval, si bien existen excepciones a toda regla, y aunque alguna existe, tras la Ley primera del utulo XXVIN del Ordenamiento de Alcala de Henares de 1348 por la que se establece el orden de prelacin de fuen- tes, el Fuero del Baylio, no s6lo debiera haber estado vigente y con plena aplicabilidad, sino que ba de entenderse que ¢l diploma que lo sancionase también debiera encontrarse en dizha situacién, mas el Alcalde Mayor de Alburquerque manifiesta en el expediente conducente a la Real Cédula de Carlos III y conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid, que «No be podida ballar insrumento algano que osprese dicho Fuero augue vivamente lo be salittado sblo be tenido noticia observarseen el Reyno de Portugal con ef titulo de la ly de Mivtadeo, por to que no es descabellado pensar que nos encontramos entre una de tan- tas excepciones a la norma en la que no se requirié la exigencia de contar con ct original del privile- glo para concederle valor legal. 5 Pese a tener la certera casi absoluta de poder ser reiterativa, pues en unas actas como las presenies seguro que la Real Cédula de Carls II ya ha sido reproducida en més de una ccasin, creo conteniente repredacirla de nuevo en esta ‘nota a pie, suplicando diseulpas al lector wi efetivamente se produce la qut, come digo, sospecba, Real Cidade Carios TIT de 20 de dictersbre de 1778: «iD. Carlos, par la gracia de Dios, Rey de Castilla, de Lein, de Aragin, etcétera, sabed: Que por don Alsjandro Gutiérrez Duré, cama Procurador Sindien pervonero de la villa de Alburgnerque, em ta provincia de Extremadira, 1 me representé, que habitndose observado em dicha ville de tiempo inmemarial el Fuers nominada de Balio, confor. sme al cual, todos los biener de lox catados Ukvan al matrimonio o adguieren por cualquier rain, se camunitan y sue- tan a partcién como gananciales;y observindoce el mismo Fuero de la ciudad de Jerez de las Caballeros ypebl de 1a comarca, tedas ls particiones que basta abora se habia efectuado en dicba Villa, babiam sido conformes a refeida _fuera por la mitad sin consideracién de lo que cadla uno de los das cacados Hevé al matrimonio 0 bubo durante t, como antes de contraerre nt te hayes cqpitulado carar al Fuero de Lein; sobre lo que na solamente no st ha ducdado sino es que por regla generat re expome la observancia de tat Puero por ls autores regnicolas que Srata de partciones, en cya sirtud casando una doneella de poca edad, noble, robusta, con un bombre de mis edad, no nable o achacore, pero de rods caudal, noe practica om dha Villa de Alburquerque y demas pueblos donde re usa el tal Fuero etipalar la doce 0 donacién que en los pueblos donde se observa el Fuera de Lan, 9 se eripula por equivalencia dela ventaja de edad, calidad a robustex de uno de los contrayentes, por considerarce suplida esta ventaja can la comunidad de biemes que indu- al Fura, Que dudandose al presente em alyanos tibunales de ests mis Reinas sobre la subriserca del refeide Fuera por decree na tar aprobado por mi Real persona y ser contraro a las Layes, se da motive pana rnidoses plies y a (que se reclamen las partcionescontentidas, canssndose gravisinos peruicies a los que de buena fo an contraide mati- ‘ronio con sujetos de desigual caudal, edad, calidad y robuste sin estipular doe, danacién u ofru equivalente. Y para rere de todo me pidis me srviese aprobar la observancia de dicho Fvero, denomrinade de Baylis, 9 mandar que todas ss Tribunals se arrglen a él para la decisiin de los pleitos sobre particiones que ocurran en dicha villa de Alburquergue y demas pueblos donde se ha observado, y por lo menos to hicieren asi en cuanto a los que procedan de ‘os matrimenios contraids hasta abora y en lo sucesiva en io que fuese de mi Real Agrado 27 ALBERTO MtKO Casto TL- Las APORTACIONES DE LA HISTORIOGRAFIA. Son muchos los estudios realizados sobre el Fuero del Baylio, y practicamente en la totalidad de cllos se trata de su origen histérico y de su raigambre juridica, este dato ya de por si, sin conectatlo a ningun otro no deja de ser sumamente importante, y es que no existe opinién undnime, ni ran siquiera pacifica, sobre el origen del Fuero, motivo por el cual rodos los investigadores 0 curiosos, que de todo hay, que se acerean al estudio del Fuero del Baylio bien hacen referencia a la situacién del debate doctrinal © por el contrario aportan su idea, novedosa o no, convirtiéndose asi en parte activa de la discrepancia. Mi intencidn no es en modo alguno la tiltima, y sin embargo dentro de la primera de las opciones propuestas ya ha habido quien se ha ocupado del tema con excelsa maestria", por lo que intentaré emularlos en parte. No obstante, considero nece- Con Real Orden de 31 de octubre del aio priscino pasado, jai servo remit a mi Consgi el citado recuris para que sabre él me cansuitase lo convenient, y visto y examinado en él ete asunie, habiéndase tomade informes del Gobierno _y Alealde mayor de Jereg de as Caballors 3 dela Justicia de ka referida Villa de Alburguergue, con presencia de ellos 9 de las diligencias que practcaron y remitieron al Consejo, y de que aunque nose encuentra el privileis de dicbo Fuero resulta que se observa en la atada vila de Alburqwerqut, Ciudad de Jerez de fos Caballeros, Valles de su comarcar y 1 ef vecino Reino de Portugal; y que semeantesfueras na ertin derogadas por la eyes del Reino, antes bien se ballan ‘preseroades en ellas, especialmente por la primera y sexta de las de Taro; y teniendo presente a que sobre todo exppu- sieran mais fircales en consulta de 15 de septiembre prasad de este avo, me hin presente sw parecer ¥ canforméndose con t por ri Real resoluciin que fue publicada en el mei Consejo y mandada cumpler ef 13 de ocabre Prisco, se acondé expedi esta mi Cidula por la cual aprucbo ta observancia del Fuero denaminade de Baylin y mando (que todet las Trabwmalesdestos mis Reinos se arreglen at para la decision de los pits que sobre particones acurran en 4a citada vila de Albunguerqut, Ciudad de Jerez de los Caballeros y dems pusblas donde se ba abservado hasta abora, entendindase sin perjici de providehciar em adelante otra casa si la necesidad y tramtourvo del tempos acreditaren ser mais conseniente que Jo quit boy st observa en razgin del citado Fuero si to representasen las pueblos. Fin ewia consecwencia os ‘mando jgualmente a todos y cada uno de vos em vuestros iygares, dstites y jurisdicciomes, meds eta mi resolucin y la swardis, eumpliis y gecuitis y hagas puardar, cumpliry eecutar en todo como en ella se content sin contravenirla ni per ‘itil com ningim pretextoo couse, antes bien para que tenga su entro valor y complinensa darts las érdenes, autos y Providencias que convenga, que ast es mi voluntad, y que tl traslade imgpreso de esta rei Cédula firmado por don Antonio Martinez de Salazar, Mi Seeretario Contador de rentat, Eseritana de Cimara mit antigua y de Gobierns de mi Consej, se le dé ka mnisma fey crédito que di sw original Dada en Madrid & 20 de diciembre de 1778. Yo el Rey. Yo D. Juan ranaisco de Lastin, Sesrsaro del Rey Nuestro Seior la hice escribir ror sx manda. 6 — Sin animo exhaustive podemos citar como los trabajos que de una manera mas o menos global reco- gen las diversas apottaciones doctrinales sobre el origen hist6rico juridico del fueto del Baylio a los siguientes: Eduardo CERRO y SANCHEZ-HERRERA, en Investigacién sobre ef fuero del Baylio. Editorial Revista de Derecho Privadu, Madrid 1974, especialmente las paginas 43 a 55; Antonio GARCIA GALAN en «Antecedentes histéricus del Fuero del Baylion en Revista de Estudios Exsremerias, (1992), XLVI Q), pp. 127-151, concretamente la paginas 128 a 138; Mercenario VILLALBA LAVA en «El Fuero del Baylio, El Derecho Forsl de la comunidad de Extremadura» cn Aaualidad dvil, n° 29 (1996), pp. 647-679 en concreto las paginas 647 a 658; José SOTO GARCIA CAMACHO en Informe sobre ef fuers de! Baylio, editado en Cuadernos Basicos Extremenos I, Mancomunidad de Sietra de San Pedro, Centro de apoyo a la UNED. Caceres, 1997, especialmente las piginas 15a 19; y més recienremente cabe citar Jos trabajos de tercer ciclo antes mencionados de 28 sario realizar alguna aportacién, aunque no sea en el terreno de lo doctrinal, sino con la finalidad de que pueda servir como punto de partida para el riguroso estudio del Fuero del Baylio. IL. 1, Los DISTINTOS ORIGENES Il. 1. a, Origen cantabro. Si bien no es defendido de manera clara por parte de la doctrina més autoriza- da, si es cierto que al menos se hace eco de dicha posibilidad’ como origen iltimo y primigenio del Fuero del Baylio, fundando su parecer en un texto de Estrabén (III, 4, 18)* de su obra Geagrafia. Si bien lejos de cuestionar la autoridad del citado autor del siglo I a. de C, el hecho de que Estrabon no estuviera jamas en la Peninsula motiva que, cuando menos, su opinién no sea de las que, en aspectos tan puntuales y relativos a instituciones como Ia del régimen econémico matrimonial que aqui se trata, pueda ser tenida como mis autorizadas’. José Antonio BOBADILLA GONZALEZ y M* de los Angeles CONTRERAS GARCIA, en los que s¢ hace un recorrido ciertamente interesante por todas las corrientes. Si bien, como he apuntado al principio de esta llamada, no son todos los que abordan el tema que nos ocupa, 2ues en lz mayoria de los trabajos que se ocupan del fuero del Bayllo, aparece un apartado dedicado a los origenes del mismo, aunque en muchos de los casos no entran a valorar las distintas corrientes, ocupandose en no pocas ocasiones tan sdlo de las que estiman més convincentes o verdaderas, desdefiando el resto, en ‘ocasiones, como ya veremos, de forma enérpica. 7 Asi, Mercenatio VILLALBA LAVA en aLa seguridad jusidica derivada de fa adectada publicidad del régimen econémico matrimonial. Especial referencia al Fucro del Baylion en Anwarie de da Fissultad de Derecho de la Universidad de Ezctremadura, 1° 14-15 (1996/97) Caceres, 1998, p. 592 nota al pie 6, donde manifiesta que «74 onigen remoto partce encontrarse en la cattumbre de las cimtabras de dar la dote a sus mujeres (Hstrabin Ul, 4, 18) y no éstas a los maridas, vestigio de a antigua compra de la mewjer..» si bien es cierto que el citado autor, en otros trabajos que abordan el mismo tema, sobre el que realiza fa tesis doctoral, ni tan siquiera menciona dicha posibilidad, entendiéndose por tanto que la da por descartada, 8 Estrabén, Geografia 3. 4. 18: «dia sunt orinus fortasiscitilia, non tarsen belluina, ut quad apad cantabros tar ‘mutieri doters offert.» 9 Entorno a las fuentes tanto epigeiticas como literarias que nos aportan datos histéricos para el cono- cimiento de la Espafia prerromana, vid. B. AGUILERA BARCHET en Historia y Derecho. Manual de Intciacion (1) Barcelona 1994, especialmente las pp. 113 a 115, donde se pone de reieve que atendien- do ala figura del autor de referencia, sus aportaciones a ta historiografia son de mayor o menor valor © fiabilidad, toda vez que aquellos autores que no estuvieron en el tersitonio perinsular transmiten informacién de segunda mano y no siempre de una forma fidedigna, encontrirdose entre dichos autores precisamente Estrabsn, poniéndose de relieve que viviendo éste en la ultima mitad del siglo Ta. de C,, concretamente entre el 69 y el 19, se nutrié de los escritos de Polibio, Poseidonios y Artemidoros quienes si que estuvieron en la peninsula hacia el afio 100 a. de C. En la misma tinea puede verse el trabajo citado det profesor MERHA, op. cit. p. 10, en el que se puede leer «Es ani que Exstrabin, despuis de informarnas de que entre los ustanos, gallos, asturesy cinlabros las nxpcias se celebraban de 29 eo MUKO Casita Bs pues una tesis, la del origen primigenio del Fuero del Baylio en Cantabria un tanto aventurada, maxime cuando por otra parte no se ha podido demostrat la posible influencia de los céntabros en la zona en que se aplica el Fuero del Baylio, por lo que dicha conjetuta, desde mi modesto entender, no debe pasar de eso, una simple conje- tura a la que por otra parte no debe menospreciarse, pucs estando la investigacién en el punto en que se encuentra, cualquier aportaci6n puede set, en un momento deter- minado, sumamente esclarecedora, mixime cuando esta tesis viene acompafiada de un elemento evolutivo germénico, apoyatura que, no obstante, no la dota de una fiabilidad razonable”, TI. 1, B. ORIGEN CELTIBERICO El maximo exponente de esta tesis lo constituyen dos articulos publicados por ‘Matias Martinez Pereda"' en los que defiende entre otras cosas que ssi miramas un mapa de la peninsula, encontramos que todavia hoy, podemos ver la comunidad universal de bienes en el matrimonio, vigente en aquellos territorios cuyos pobladores lucharon mds enérgicamente contra la domtinacién romana, os deci, donde habitaron los menos romanizados». Si bien hay que decir que la resis de la atribucién a los celtibéricos del origen de la comunidad universal de bie- nes entre los cényuges no es atribuible al autor citado, pues ya Foguet y Marsal”, defiende que 1a catalana costumbre conocida como mig por mig 0 agermanament, al igual que el Fueto del Baylio, deben su origen a los celtas, y todo ello, muy probablemenre inspirandose en Rafael de Ureia y Smenjaud, quien en 1906 ya apuntaba dicha posibi- lidad”. forma anéloga a la de los grigot -testimonio confirmado por Liodoro al desoibirmas las bodas de Viriato- rowestra ademas que los cintabres practicaban la ccttumbre de la dote a la snversa del sistema romano, 0 se, que entre e1cs pueblos ra el marido quien acostumbraba a dasar a la mujer, institucién esa que autores modernos efalados -drde- teas, J. Costa, Urea, ete consideran, goneraligandl la lcci de Estrabén, como norma comin a las tribus celibér- 10 Eneste sentido vid. Mercenario VILLALBA, en «la seguridad...» op. cit. ibidem, cuando manifiesta: capudande el derecho gorménico a la tradiién indigena en la contradote que el marido otorgaba a la maser a la mafa- 1a siguiente de la primera noche nuprial, que en su primer momenta se axtendié a las ganancias » posteriormente a la totalidad de is bene 11 Matfas MARTINEZ PEREDA «bi! Fucro del Baylio. Residuo vigente del Detecho celtibérico» on la Revista Critica de Derecho Inmobiliaria y Regciral de 1923 (pp. 213 y ss) y en la de 1924 un segundo que Leva como subtitulo el significative de «Frrores de la doctrina y de la jurisprudencia sobre dicho fuero» (pp. 353 a 363}. 12 Foguet y Marsal Codigo de far costumbre: de Tortosa. Tortora 1912, especialmente ha de consultarse la pagi na 44, 13 Rafael DE URENA Y SMENJAUD, Historia de la hieratura purtdica en Espana, Madrid, 1906, 30 Origen bistinico del Fuero del Baylio: Esta teoria ha sido tildada por algunos autores de airevida y peregrina’, por nues- tra parte, sin legar a emplear ni tan siquiera a pensar en calificativos tales, lo cierto es que no compartimos dichas posiciones por lo mismo que no podemos compartir gran parte de las restantes, esto es, por carecer de aparato documental que pueda corrobo- rar dichas tesis, que al igual que el resto, no pasan de ser propuestas carentes 0 con minimos fundamentos, como puso de relieve el profesor Meréa, y de lo que nosotros nos hacemos eco. Il. 1. c. Origen portugués. La existencia de la vecina Carta de Metade, ha hecho pensar a gran parte de la doc- trina en una relacion entre el Fuero det Baylio y la mencionada norma portuguesa, Es obvio que existen claras concomitancias entre uno y otra, es evidente la relacién y la coincidencia en muchos de los aspectos de la regulacidn juridica del régimen matrimo- nial en ambos textos, por tanto no es descabellado aventurar un origen comin, ahora bien, asegurarlo sin ningtin genero de dudas, o la aseveraciGn incuestionable de que uno procede de la otra 0 viceversa no deja de ser, de nuevo, un ejercicio de conjetura. 14 A. GARCIA GALAN, en «Antecedentes histéricos ...» 9p. af p. 128, manifiesta que «... sin embargo no existen fuentes que permilan reconsiruir la persstenca y continwidad de instituciones celabéricas a ravés de lat exlearas posterioresy ademés, antss de la dominacion romana en E:spatia mm hazy datas ni aniecedentes que rvelen lees exstum- ‘res por las que se gobernaron sus primitivas pobladares y como acerladamente sostuvn ef notario que fue de Fragenal de a Sierra, Juan Bora Vargas en su obra EJ Euera del Barlio siendo por tanto ke afirmaciin de Martine, Pereda atrevi- day peregrina como puso de ruieve e! Profesor portugués Pawlo Meréa». Sin embargo, M. VILLALBA LAVA en «] Fuero del Baylio. E! Dezecho Foral de la comunidad de Extremadura» ap. at. p. 652 defiende que Lz mencionada teorba -rigen colibirico del fuera del Baylio- encuentra tami asiento em li tesis de profesor Portugués Paulo Meréa quien en 1913 ya airmaba la extstencia de la comunidad aniversal de biener entre lt Celtiberom. A este respecto y en lo relativo a esta discrepancia entre los estudiosos del caso, tan silo realizar algunas pun- tualizaciones tras la Jectara detallada de todos fos textos mencionados: en primer lugar la cita correcta del profesor MEREA es Exwlupao dos regimes matrimoniais Vol 1, Coimbra 1913., pp. 3.2 13, para el trata- miento del asunto que aqui nos ocupa; en segundo lugar, la tesis de MARTINEZ PEREDA no fue rebatida por el profesor eomimbnicense, toda vez que ésta se propuso con diez afios de re-raso sobre la por- tuguesa; en tercer lugar, de lo que parece que no cabe duda es que MARTINEZ PEREDA bebié en fuentes del tomo primero de la obra de don Rafae] DE URENA Y SMENJAUD, Historia de fa diteratu- 1a puritica en Espatia, Madeid, 1906, obra que si recibe la critica del profesor de Coimbra en las péginas referenciadas mas artiba, por lo que en ningxin momento, segrin se desprende del texto, la tesis del ori- gen celdbérico encuents asiento en Metéa, sino mas bien todo Io contrario, pues efectivamente califi- ca de atrevidas las posiciones dc URENA, en tanto en cuanto considera que se «dejé arrasirar demasiado ‘por su pasién celibénea», (p. 12) apoyindose ademas (p. 13) en la obta de Joaquin COSTA, Poesta popular cesparila y mitolegia y literatura cete-hipanas, Madrid, 1894, no sin antes haber dado por buenas las inten- ciones de procurar reconstruir una historia del Derecho peninsular alejado de los siempre omnipresen- tes derecho romano y tradicién germénica como cajdn de sastre de todo lo desconocido, intento éste llevado a cabo, entre otros por URENA y pot COSTA, y por el que MEREA, muestra respeto cuando manitiesta que «nn seremor nosotros quienes despreciemos sus piroses reflexioness (p. 4). 31 ALBERTO Muro Casto Para afrontar el origen portugués del Fuero del Baylio, se ha de deslindar, a mi juicio, el territorio en que en Ja actualidad rige mencionada norma de comunicacion universal de bienes, ya que parece claro para muchos autores que en Olivenza no rige el Fuero del Baylio como tal, sino que se trata de la Carta de Metade portuguesa, here- dada de su pasado politico y que gracias a la supervivencia en territorio vecino del men- cionado régimen de comunicacién universal de bienes pudo encontrar acomodo en el sistema y marco legislativo espafiol", No se puede decir lo mismo del resto de localidades, pues aseverar que el cono- cido como Fuero del Baylfo en la zona de Alburquerque procede de Portugal gracias al yerno del rey Sancho I, D. Alfonso Téllez de Meneses", es una hipétesis que hace tiempo entré en crisis", huyendo de dicha aseveracin investigadores tan reputados como el Profesor de la Universidad de Coimbra, Paulo Meréa. 15 Aeste respecto sefialar que aunque determinados autores hacen referencia a que el Fuero del Baylio. nige en Olivenza gracias al tratado de paz por el cual Olivenza pasa a ser espafiola, nada de eso apa- tece en dicho tratado; es en ese sentido en et que se manifiesta URENA Y SMENJAUD en la Enciclopedia Juridica Espaiiola, Seix, vox «derecho foral», cuando manifiesta que «Se aplie -el fuero del Bali. no silo a Lovilla de Alburguerque, ino en las pueblos que constituyen ef referide bayliate. Olivenza y sus alde- «as, que bal vex em sus orfgenes formaron parte del bayliato,jueron entregadas con otras plazas fronterizas al monarca Portugués con motivo de las paces ajustadas en 1297, entre Castille y Portugal y, al ser reintegrada dicha ciudad Expatia por ef tratado de 1805, se obliga al rey Carls IV’ a respetar como vigentes los sos costumes de los vec nas de aguélla, y por tanto, la ley de miasade 0 Fvero del baylio. Algo amdlogo sucedié com la plaza de Ceuta, con- quistada por ls portugueses,y que permaneié en el damrinio de Espana cuando el dugue de Braganza fue proclama- rey de Portugal, bajo el nombre de don Juan IV’, en 1640>, opinién ésta seguida por numerosos autores dando por ciertas las opiniones del, por otra parte, magnifico historiador del Derecho. No obstante, ya este respecto es referencia obligada Mercenario VILLALBA, quien en «il fuero del Baylfo; un eto.» op. ait. . 377 pone de telieve, por primera vez entre Ia historiografia especializada, que en el Tratado de Badajoz de 8 de junio de 1801 por el que se pone fin a la Guerra de las Naranjas, nada se menciona sobre e! respeto a las leyes y costumbres oliventinas, lo que por otra parte, y siguiendo al citado autor, si que sucede en la capitulacién de la plaza firmada el inmediatamente anterior 20 de mayo entre el Mariscal de Chermont y el marqués de Castelar. 16 Asi viene recogido en el encabezamiento a la Real Cédula de Carlos IIT en la Novisima Recopilacién, en la que Carlos 1V dice: «Apruebo la observancia del Fuera denaminada del Baylio concedido a la Villa de Allourguerque por Alfonso Téllez, ou fundador, yerno de Sancho IL, Rey de Portugal, conform al cual todos los bie. nex que os easados leven ai matrimonio, 0 adguieren por cualgnier raztn, se comunican y sujetan a partcién como gonanciales; y mando que todos Jos Tribunales de estas mis Reynos se arreglen a ef para decirién de los pits que sobre particiones ccurran en la citada villa de Alburquengue, ciudad de Jerez de las Caballeros y dems pueblos donde st ba observado hasta abora; entendiéndose sin perjicio de providenciar em adelante otra cosa i la mecsidad a trane- curso del tiempo acreditasen ser més comveniente que lo que boy se observa en rain del citado Faero o la representa sen tos pueblazo, Novisiena Recopilacida (1. 12, T. 1V. LX) 17 Luis MOUTON OCAMPO, en la voz «Fuero del baylion, en Enciclopedia Juridica Espariola, Sein, mani- fiesta ya que «Fin esa Real Cédila de 1778 se atribuyen a Afonso Télleg, "yerma de Sancho IY", la fundacién de la villa de Alburquerque y la comcesiin a ka rrisma del Fuero del Bayhio, Pers la villa de Alburquergue en 1166 babia 32 _ Origen bistorico del Faero del Baylia A mi juicio, para poder aseverar el origen comtin de la Carta de Metade portu- guesa y el Puero del Baylio bajoextremeiio es necesario, cuando menos, conocer el ori- gen cierto de uno de los mismos, si no de los dos. A este respecto, en cuanto al ori- gen de la Carta de Metade portuguesa, parece que puede encontrar antecedentes, que No necesatiamente origenes, en dos fueros medievales portugueses, uno de los albores del siglo XII y otro det primer cuarto del siguiente, se trata concretamente de los fue- ros de Ferreira das Aves (1114-1128) y del de Sabadelhe (1220) en los que se recoge el ségimen de comunidad universal”, lo que por otra parte deja sin valor la opinion de aquella parte de la doctrina espafiola que defendfa que el Fuero del Baylio no podia proceder de la Carta de Metade portuguesa pues la institucién foral seria anterior a la carta en dos o tres siglos”, y no sdlo porque no conozcamos con exactitud la fecha de 'a aparicion del Fueto del Baylio, sino que ni tan siquiera puede aportarse un dato apro- ximado, mas por el contrario, parece claro que los antecedentes de la institucin reco- sido ya ganada a lbs abrobades por Fernanda HI de Ldn. Por otra parte, el monarca portugués Sancho Il no tave ‘dipos mi varones ni bembras », por tanto, no puda tener yernoss, 18 Como lo puso de manifiesto su colega en dicha Universidad porruguesa, el Profesor Rui Manuel de FIGUEIREDO MARCOS, pocos dias después de celebradas estas jornadas de Olivenza, mas me Permito incluirlo en cl texto de las mismas, ya que considero las aportaciones de mi apreciado cole- #32 portugués son de gran importancia para el estudio del origen historico del Fuero del Baylio, mani fiesta el citado autor en «A Carta de Metade ¢ a Evolugao dos Regimes Matrimoniais na Historia do Diteito Portugués» en I Jornadas del Seminario de "Estudios sobre la tradiciin”. La Castumbre, } Derecho consuetudinario y las tradicones populares en Extremadura y Alentejo. Facultad de Derecho de la Universidad de Extremadura, diciembre de 1998, en prensa: «Enconira funda raizes na tradijao, enbona lnge de mere- «er um cuclimento ineantrovert, 6 ponte de sta de que o Eero del Bayo foi outeggade por D. Anse Tile, gerd 4 D. Sancho 1, vila de Alourguerque, numa altura em que esta vila ainda pertenecia a Portagal, Diseutin-o, com snvulgar bribe, 0 ditinte ¢ sandoso Mestre conimisiease Paulo Morks, 0 qual, prudentemente, acibou par admitir 2 20 ¢ impossvel estar a oigem da comunisao om Alenrguergue gaa oi peated de Afonso Tele. Acree que regiaa de Espana onde o menconado Fuero se implantom de mado perastenteconfna, om fronteriza centiguidade, 20m «provincia lsitana do Alentjon. 19. En este sentide puede verse Rui Manuel de FIGUEIREDO MARCOS, »p. ait, cuando transcribe una disposicion sin datae del primero de los mencionados que dice de la siguiente fotma: «..[? bomo qui babwert malier ad benedetiones parent per medium quantamgue habuerint sive in morte sive in vita» Sin embargo, yen lo relat a dichos textos forales y cw contenido, pueden consultarsejgualrmente Portugalia Menumenta Historia, {axes 583, donde puede lerse en el Puero de Sabadithe: cmulier gui wiruns babuerit ad beneicions et fugiuent ‘mn aio stl suns maritns curr toto suo halsere un salue. Et de mediclte muons acipiat maritus medietatem, t senior sredetatem ... Ft ome gui fcert hemicidinns ef fagirt, ste sua mulier cum sua meditate in salvo: Et abam medie- faterr ani ttanti:acipiat comiium, et recent iam in iptos L modios. Etim quali bora uenent ipsa gui bom ainm fecerit es pectare nolueri, den ei totam suamm medictatem, et conppleat suum bumicidium. Es de rauso similitor. cft. MERPA, op. cit. vol. If p. 108, nota a pie 3. 20 En este sentido se manifestaba GOMEZ VILLAFRANCA, en el prdlogo a la obra de Teofilo BORRALLO SALGADO, F/ Fiera del Bayle, Estudio bistro junio, Badajoz, 1915 , p. XX. 33 ALERT) MURG Casing gida en la carta portuguesa de Metade, pueden tener su origen en cl siglo XII, como asi parece atestiguar el Fuero de Ferreira das Aves, mas arriba mencionado. Por otra parte, ¢s necesario hacer referencia a aquellos aurores que hahiéndose acer- cado al estudio del Fuero del Baylio, han Ilegado a la conclusi6n, siquiera aproximada o intuitiva, de que procede de Portugal, compartiendo 0 no origen con la Carta de Metade, y €s que aqui nos encontramos con nombres tan autorizados en la historiogratia como el de Rafael de Urefia”, de civilistas tales como Royo Martinez®, y estudiosos del Fuero obje- to del presente estudio como Borrallo Salgado” y Garcia Gregorio”. IL. 1. d. Origen Franco Borgoiiés. El padre de dicha teorfa es Manuel Madrid del Cacho", quien intuye el sello fran- co borgofiés con influencias cluniacenses y cistercienses que habrian sido traidas ala raya por los francos y flamencos que emigraron a la zona entre los siglos XI y XIII bajo la dinastia borgofiona instaurada en Portugal a partir de 1139 con Alfonso Enrique. Dicha expansion del derecho franco borgofiés se veria ayudada por la estrecha colaboracién que Jos Caballeros del ‘Temple prestaron al monarca portugués en la reconquista, lo que expli- caria que dicho derecho se trajera al bayliato por los miembros de dicha orden. Esta tesis, como todas digna de tener en cuenta, puede considerarse una genial elaboracién doctrinal en la que entran en juego varios de los pretendidos origenes del fuero®, el elemento germinico, toda vez que los francos lo son, el origen portugués, 21. Refael de URENA Y SMENJAUD en la voz «Derecho foral» de ia Enciclopedia Juridica Hspafiola, Seix, 1* Rd. Tomo XVI. Si bien ya vimos que en otra obra anterior se decantaba por cl origen cel- tibérico o cantabro, vid. Notas al pie nimeros 9, 13 y 14 del presente trabajo, Sin embargo, y en cuan- to a lo que en este apartado respecta, se manifestaba que el fuero del Baylio es una esenalla apheacion dela ly de rriatade, que ba canstnwide la base del antigua derecho matrimonial de la vecina repiiblica y que ba pasa- do de las Ordenazoes aifonsinas y manetinas al artioulo 1108 det Cédigo stil de 1867. 1: nombre castellano pro- tiene de haber side otorgada la insttucisn a diche pucble por el bayli, 0 de ser su aplicacién de costursbre innsemarial on el bayliato del temple, constitwido de antiguo en la cindad de Jerez de fas Caballeros» 22 ROYO MARTINEZ, en Derecho de Familia, Sevilla, 1949, pp. 154 y ss. 23. Tedfilo BORRALLO SALGADO en Fuera del Bayt, Hstudi Histércoyuridico, Badajoz 1915. 24 Rugeniv GARCIA GREGORIO en «El Fucro del Bayliow en F:/ Karo Nacional, aio U1, n° 130,23 de septiembre de 1852. 25. EU Fuero del Bazlio: un enclave oral en ef Derecho de Castilla, Cordoba 1963. Especialmente las pp. 55 y ss. Si bien parece beber de la fuente de Ureata para periilar su teoria, sobre todo en lo que @ la elabora- cia de historia del Pornugal y Ceuta en relacién con el Temple se refiere, vid., niota al pie nimero 15 del presente estudio. 26 Para una sintesis de dicha tesis vid., José Antonio BOBADILLA, op. cit, pp. 17 y 18, quien mani- fiesta que eha de reraltarce Lt importancia de un personage came Hugo, el abad de Cluny, franco borgoné, que sembri de monasterios el norte de la Peninsula, que como sefaia Madrid de Cacho, consigaié que sw pariente, el conde Enrique Origen bistirco del Fuera del Baylio pues en definitiva de alli vendria la costumbre, la solucién al conocido como problema ceuti y®, por supucsto ¢l componente templario, Pero al mismo tiempo, y como a todas, les falta la ratificacion documental apartada de la conjetura. Il. 1. e. Origen Templario. Es obvio que a favor de esta tesis juegan tanto el nombre del Fuero, coincidente con el bayliato de la orden templaria asentada en Jerez de los Caballeros -si bien no se sabe con certeza si uno procede del otro o viceversa”™-, asi como en gran medida el ambito de aplicacién del mismo, que coincide en casi su totalidad con el territorio del citado bayliato; no obstante, existen algunos aspectos que deberian ser aclarados, tales como la aplicaciéa en Ceuta y la relaci6n con la Carta de Metade, aunque existen auto- res que parece apuntan una solucién a dichos interrogantes, como Antonio Garcia Galin®. No obstante, uno de los primeros que apuntaron esta teoria en el tempo fue el magnifico historiador del Derecho, ¢] Profesor Salvador Minguijén Adrian™. se casara con Tereta, bija natural de Affonso WT, quien concedié a su hija el condade de Galicia y su bijo, Alfonso Enrique en ef aio 1139 se independiza de Castilla instaurando en Portugal la dinastia borgoriona. Alfonso Enrique iniciaria la lucha contra los mroros como guerra Santa, conguistando Lisboa en el atio 1143 con la ayuda de los caba eros templarios, quienes se asientan en Thomar coma cabecera de la Orden, la ewal se expandié por e! Alentejo. por- ‘gues, conquistando luego Olivenga, Alconchel, Jerez, Burguillos, Fregenaly Valencia del Ventose, hasta que te cons- ituyd en 1253 el Bayliato de Jerex de Badajoz, por eso llamado "de los caballeros"y. Resumen de la tesis de Madrid de Cacho, que pot otra parte se cortesponde casi ad pedeor literae con los aportados por Antonio GARCIA GALAN en «Antecedentes ..» @. a pp. 131 y 132, y en «i] fuero del Baylio como Derecho...» gp. a pp. 2 3., en los que el mencionado autor realiza una defensa apasionada de la tesis de Madrid de Cacho, a la que califica de original, sugerente ¢ intuitiva, sin tener en cuenta, que desde un punto de vista estrictamente cientifico, fo que una tcoria pueda tener de original, sugerente © intuitiva si no va acompafada de documentos de demuestren la veracidad de lo expuesto y que ava- Jen dichas teorfas, en historia no pasan de ser conjeturas. Lo que por otra parte le ha supuesto el ser una de las tesis més aceptadas en los ditimos tiempos por parte de la historiografia, 28 A este respecto puede consultarse Antonio GARCIA GALAN en «Antecedentes .o» op. cit pp. 133 y 135, quien, a mi juicio, realiza la mejor sintesis de dicha teoria, haciendo un recorrido mas o menos exhaustive por las distintas posiciones rclativas a dicha procedencia, si bien termina justificando la procedencia del Fuero def Baylio en Alburquerque por formar ésta parte del fonsado de Alonso Téllez, cuando ya vimos que dicha tesis ented en crisis hace ya tiempo. 29 Antonio GARCIA GALAN, «Antecedentes histéricos..» op. at, y en su monografia E/ Fuero del Baylio cn el terrtorio de Olivenza. Institacién Cultural Pedro de Valencia, Badajo2, 1979. 30. Salvador MINGUIJON ADRIAN, vor «Fuero del Baylion en Enciclopedia Juridica Stix, Tomo X. pp. 301-303, dice que «Fis probable que en la primera mitad del siglo XTI ur baylo de Jerez, de les Cabellers, oato- ‘idad puesta allt por los templaros, autorig la custumbre de casarse bajo el régimen de comunidad universal, ex dear compartiendo a mudias todo el caudal de arabus cinyuges, pero el diploma, prvilegia o documento lamade Fuero del bali, que debit excistr, no se ba encontrada, 1a instibuién se aplicé también a Olvenza, Frgenal de la Sierra, 35 To Mero Carnie II. 4. f. Origen germanico. Son muchos los autores y argumentos que apoyan el origen germénico del Fuero del Baylio, aunque lo que hay que sefialar antes es qué se entiende por origen germénico en el Fuero del Baylio, pues no cabe duda de que muchas de las teorias hasta ahora expuestas pueden encontrar cabida en la que ahora analizaremos. Y es que no interesa en dicha clarificacién el cierto origen germédnico tanto de francos, vandalos, suevos, alanos y visigodos, por citar tan sdlo a algunos de los involucrados en las dis- tintas teorias, mas al tratar de delimitar el origen germanico, de lo que, a mi juicio, se trata es de poder delimitar si la institucién que recoge el Fuero del Baylio, esto es la comunidad universal como régimen econdmico matrimonial, es de origen germanico © no, y todo parece apuntar que asi es". Es tras dicha delimitacién del origen de la institucion recogida en el Fuero, cuan- do podemos plantearnos el por qué de su localizacién en el territorio y espacio tem- poral concreto del mismo. Asi surgen voces que manifiestan y defienden que el mismo procede de los visigodos, como Juan Boza Vargas”, acudiendo a la letra de la Ley 24 del Titulo II de la Partida cuarta", sin embargo hay autores que defienden, sin mayor argumentacién, que dicho texto se refiere en exclusiva al conocido como Fuero de Eviceo, de la época de Alfonso VILL, y por tanto anterior al Fuero del Baylio, olvidan- do que los fuetos portugueses en que se recogen disposiciones similares son de la misma época aproximadamente, incluso anteriores al monarca castellano, como es el caso del de Ferreira das Aves. Ciertamente, la declaracién del personero de Albuquerque, para sostener dicha teoriaY, es poco sostenible desde un punto de vista del minimo rigor. Dentro del entronque germénico del Fuero del Baylio, se sitia la tesis de Eduardo Cerro Sanchez-Herrera®, quien intuye un origen germédnico pero diferente Alburquerque y otros puchlose. Por otra parte, el autor citado se muestra igualmente partidario de ta cita- dda tesis en Historia de! Derecto F:sparik, Editorial Labor, Barcelona, 1927, Edicion mancjada la segun- da de 1933, pp. 142 y 143. 31 A este respecto, puede verse Manuel PAULO MEREA, of. a. pp. 3 2 13 en la que realiza un recorsi- do por dichos origenes acudiendo a la doctrina europea del momento y a las investipaciones penin- sulares que pudictan aportar datos sobre ¢! particular. 32. Juan BOZ.A VARGAS en Fuero del Baylio, Pregenal 1898, 33. Ley 24 del Ticulo I de la Partida IV «Hay serras en que hay costumbre de distribuir entre los casa: os, Ja dote y las arras que llevaron o las ganancias que obravierono. 34. «He oido decir de mis mayores y més ancianos que viene en costumbre tan anticuada, que trae ori- gen desde tiempos de los godos» Expediente conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid, y con- ducente a la obtencidn de la Real Cédula de Carlos [1 de 20 de diciembre de 1778. 35. Eduardo CERRO SANCHEZ-HERRERA, Intestigacin... cit. p. 66. 36 Origen histérico del Fuero del Bayko del visigado, centrando sus sospechas sobre los alanos, sosteniendo que «naciendo — cl Fuero- en ana zona de la geografia peninsular que comprendia la hoy Extremadura espatiola y Portugal en su zona suroeste, en la que se establecié un grupo éinico germanico poco romanixado; des- (pwés toda esa zona territorial quedé sumergida, durante siglos, bajo la inppetuosa y extensa marea ‘musulmana, cuya menialidad y costumbres ejercieron indudablemente presiin, con distintos efectos, sobre las pueblos que la ocxpaban», Ciertamente lo complejo de que dicha teoria pudiese ser veridica nos inclina a pensar en que no hubiese sido asi, sin embargo no parece que scamos los Gnicos que no compartamos dicha tesis, pues hay autores que lo hacen con mayor energia que el que esto escribe y alos que me remito™. D. Luis Garcia de Valdeavellano” fue uno de los grandes defensores de la tesis que sina el origen del Fuero del Baylio en la influencia permanica, quien parte de la premisa de que la comunidad patrimonial de Ja familia en el Derecho espanol medie- val esta ligada a un Derecho consuetudinario todavia vivo en algunas comarcas espanio- las, poniendo varios ejemplos entre los que destaca el de las comunidades domésticas del Alto Aragon, al tiempo que defiende que a partir del siglo IX se establece la cos- tumbre de que toda enajenacién de bienes inmuebles necesitaba del consentimiento formal de todos los herederos presuntos, lo que supone un antecedente del retracto familiar o gentilicio; por otra parte, es en el Derecho germanico donde nace la distin- cin entre bienes propios y adquitides, desconocida en el Derecho romano, régimen que se funda en el sistema de gananciales y, por tanto, ajeno a la costumbre de copar- ticipacién universal que, segtin Garcia de Valdeavellano, tendria una raigambre germa- nica con caracter general. Comparten dicha procedencia diversos autores, de entre los cuales cabe destacar a Roman Garcia®, Puig Pefia® y, al parecer, Antonio Garcia Galan’ En resumidas cuentas, consideramos que el Fuero del Baylio, a pesar de ser una institucidn largamente usada y guardada en el territorio de su aplicacién, es uno de los 36 Asi Antonio GARCIA GALAN, en «Antecedentes ..» op. af. pp. 130-131. 37 Luis GARCIA DE VALDEAVELLANO, [a commnidad patrimonial de la farmilia em el Derecho medicval esparcl. Universidad de Salamanca, 1956. 38 Antonio ROMAN GARCIA «Fl Régimen econémico matrimonial del Fuero det Bayliv, (Aproximacién al estudio de la normativa del Fuero del Baylio)» en Anwario de la Facultad de Derecho de la Uex. N° B, Caceres 1992. 39 Quien en Trutade de Derecho Givi! Esparil, Tomo Il, V1, Madrid 1947, p, 268, defiende que tal y como se observa en la legislaciones de! note de Buropa, fa comunidad universal en el matimonio tiene oi- ‘gen germanico 40. Asial menos se manifiesta en «EI fuero del Baylio como...» op. at p. 1. Cuando menifiesta que “Tal costumbre no es por tanta ae origen romano sino germénican, 37 Alberto Muro Casniso grandes desconocidos de la historiografia juridica espafiola, apareciendo opiniones tan diversas como autores nos hemos ocupado del mismo. Se desconoce con cetteza si el Fuero del Baylio se concedié como fuero local en algtin momento", si asi fue, donde y €n qué momento; la incertidumbre en cuanto a su procedencia, como vienen a demos- tar las paginas anteriores, es absoluta; cn cuanto a la aplicacion de dicha institucién en diversas localidades que aparentemente no tienen un nexo que pudiera justificar dicho entronque comin, complica la investigacién, que a su vez se ve entorpecida por tratarse de aportaciones aisladas y siempre bien intencionadas, pero faltas del apoyo y igor imprescindibles para acometerlas. Todas estas circunstancias, motivan la siguiente pro- puesta, como parte segunda, pero no menos importante de mi exposicién.. IL- Propuesta. Todas las teorias expuestas, sin excepcién, merecen la atencién del historiador del Derecho, y jams me atreveria a calificar a ninguna de ellas de attevida o peregrina, pues atrevidas lo son todas, desde e] momento en que ninguna parte de la certeza abso- luta, sino de datos tangenciales, y peregrinas lo son todas las que se esbozan sin docu- mentos que corroboren los datos que se dan por ciertos, mas la historia no es sino un peregrinar, aunque por los documentos y diplomas, no por el vacio. Por ello, personal- mente las calificaria de valientes, y, en muchos casos, de geniales. Pero a pesar de esa valentia y genialidad que encierran muchas de ellas, ninguna offece lo que, mis que necesario, es imprescindible para el historiador y el jurista, y por ende doblemente esencial para el iushistoriador: la certeza. Es por ello por lo que considero pertinente hacer una llamada de atencion, creo que capital, en torno al Fuero del Baylio. Y es precisamente cl desconocimiento impe- rante en multitud de aspectos del mismo, reflejado por alguno de los ponentes en las Presentes jornadas, tanto en sus esctitos, como en sus intervenciones; ignorancia que no afecta tanto al origen del mismo, como a su aplicacién en determinados supuestos, y sobre todo a los aforados. 41 En contra puede verse a Maria José MUNOZ GARCIA, quien manifiesta cn «voz Fuero dei Baylion en Gran EEneichpedia de Fsctremaduro, Tore 5, pp. 68-70, especialmente la 69, que «Fs indudable que ef Hamad Fura del Bayli no a existe jams cone fuera ca, pero como obsereancia de tempo inmemrial, amo prietca usada on exa zona, adgniris wna extension extracrdinana; te cual se confirma por documentesreatimonials ds la min, por smanifetacones de autores renicolas y por las eciturasparticionaks que 2 concerran», No puedo por menos que ‘no estar de acuerdo con la profesora de la Universidad de Cédiz, pues el que no exista diploma no es suficiente para negar la existencia iadudabée del mismo a lo largo de los siglos, ademis de no aportar los datos a que hace referencia en la tltima parte del texto transcrito. Si bien es cierto que en contra de dicha tesis se encuentra la que entiende todo lo contrario, entre cuyos representantes se encuentra Antonio GARCIA GALAN quien «Ei fuero del Baylio como..» op. af p. 1, manifiesta que «a nueitro entender es una carta pucbla faciltando el asemtamiento en la terras_y lugares conguistados a las moras...» 38 Onigen historico del Fuero del Baylio Creo interpretar 0 vistumbrar de distintas manifestaciones, tanto piblicas como privadas de los ultimos tiempos, y en muy diferentes foros, este uno de ellos, la inten- cién de regular, clarificar 0 modificar (cntre otros muchos verbos escuchados y leidos) el Fuero del Baylio con urgencia, Y es en torno a esa urgencia, a esa perentoriedad, a Ja que quiero referirme en este breve espacio del que dispongo. Efectivamente el Fuero del Baylio necesita de un desarrollo, de una clarificacién ¢ incluso de una homogeneizacién tanto en la practica como en cuanto a la doctrina se refiere. Pero esa necesidad, desde mi particular punto de vista, no es tan urgente como se plantea desde algunos ambitos, la confusion que reina en torno a la aplicacién del Fuero lo hace desde mucho tiempo, mas tiempo incluso del que la doc:rina leva con- fundida, si no basta con leer e] expediente de 1777, y para eso es necesario un periodo de reflexién, no excesivamente largo, que permita clatificar, en la medida de lo posible y de las disponibilidades, todos aquellos aspectos que circundan al Fuero del Baylio. Para ello propongo la creacién de un Libro Blanco del Fuero ¢el Baylio. Fste proyecto, que llevo meditando durante algdn tiempo, como muchos de los presentes conocen, ¢s a mi juicio indispensable para afrontar la reforma, modificacién o simple clarificacién del mismo sin cometer disparates juridicos, histéricos y sociales, pues no olvidemos que el Fuero de! Baylio se reduce a la esfera del Derecho privado, lo que afecta exclusivamente a las personas aforadas. Pero el Fuero del Baylio es al mismo tiempo uno de los pocos residuos de la Historia del Derecho Extremeii, y sin duda el mas importante, que alin conserva vigencia. Se trata por tanto de una de las sefias de identidad de la Comunidad, pero no por ello puede ser extendido a toda Extremadura. Ese Libro Blanco que propongo se realice, y cuyo proyecto esti a disposicién de quien lo desee, requeriria de una financiacién adecuada, y probablemente ahi radique el principal problema, pero un problema en definitiva menor, si consideramos 2 importancia y trascendencia del mismo, demostrada en el interés que Fan despertado estas jornadas., El Libro Blanco del Fuero de! Baylio, y permitanme que presente en sociedad a un nasciturus que lleva en gestacién dos afios y del que no sabemos si Negara a nacer, consistiria en la constitucién de varios equipos de trabajo debidamente coordinados, equipos que previamente han de contar con una obra fundamental, cual seria la de la publicacién conjunta de todo el material documental y bibliogrifico conocido hasta ¢l momento sobre el Fuero det Baylio o que permitan el conocimiento y comprensién de! mismo. Los grupos 0 equipos investigadores a que me tefiero debieran ser al menos cuatro; uno de historiadores de todas las épocas; otro de iushistoriadores; un tercero de antropdlogos y etndlogos y un cuarto y tiltimo de juristas. La importancia de cada uno de dichos equipos es pareja, pues, a mi juicio, sera imposible comprender la auténtica realidad que supuso el Fuero del Baylio sin acudir 39 ALBERTO Muro Casto previamente a un estudio riguroso sobre la ctnografia y antropologia de la zona, que conjuntamente con Ia labor llevada @ cabo por los historiadores, de cualquiera de las ramas propuestas, serin lo que puedan fijar las bases, mas o menos ciertas, del origen del Fuero; para poder realizar un estudio juridico lo suficientemente serio del mismo, pues de nada vale afrontar la reforma o modificacién o clarificacién de una institucion de Ia que no se conoce su origen, pues para ello lo mejor que se puede hacer es creat ex now, si fuera posible y aconsejable, un derecho privado extremefio, pero sin degra- dar 0 envilecer el tinico derecho historico extremerio vigente a finales del siglo XX. La dificultad de evar a cabo el proyecto que propongo es evidente, pero serfa una ocasién de oro para no slo aprovechar los recursos humanos y materiales de la Comunidad extremefia (representados tanto en la Universidad, a la que pertenezco, y concretamente a sus Departamentos de Derecho Privado e Historia; como en la Academia de Extremadura; los Colegios tanto de registradores, notarios, abogados y procuradores; las propias instituciones organizadoras de las presentes Jornadas, como son la Asamblea de Extremadura, el ‘Tribunal Superior de Justicia y los Ayuntamientos afectados), sino para conocer nuestra historia ¢ instituciones, dar luz 2 muchos de los interrogantes sobre nuestros origenes, y por qué no, para descubrit mucho de lo que encierran los archivos extremefios. Y es que, perdonen mi candida esperanza, pero yo no renuncio a la idea de que en algiin archivo, en algiin badl perdido en la sacristia de alguna ermita o iglesia, apa- rezca un ejemplar del Fuero del Baylio, asi sucedié en infinidad de ocasiones con otros documentos de no menor importancia, esos milagros existen y no debemos renunciar a la esperanza de cncontrar en el transcurso de la elaboracién del Libro Blanco esa luz que ilumine nuestro camino, Pero esa iniciativa, si bien muchos particulares la quisié- ramos llevar a cabo, no es posible sin el apoyo institucional y econémico. Es por ello por lo que solicito en primer lugar a los representantes de los extre- mefios en la Asamblea de Extremadura un poco de paciencia y serenidad, y a todas las instituciones publicas y privadas, un esfuerzo tanto econémico como humano para poner en marcha un proyecto que considero de capital importancia, pues afrontar la reforma, modificacién, 0 ldmesele como se quiera, del Fuero del Baylio en las cir- cunstancias actuales, en las que reina el desconocimiento y desconcierto mas absolutos sobre el mismo, scria, como algiin autor aventuraba sobre cierta teoria sobre el origen del Fueto, atrevido y peregtino, cuando menos.

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