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Capftulo 15 Los persas en Asia Menor: de la conquista a la Revuelta Jonia Como ya vimos en su momento, las costas occidentales de Asia Menor parecen haber reci- bido poblamiento griego a partir de los afios finales del segundo milenio; allf se desarro- laron importantes ciudades griegas, algunas de las cuales alcanzaron durante el perfodo ‘Arcaico importantes logros. En un capitulo previo hemos visto también cémo alguna de~/ ellas, como Mileto, desarrollé una importante actividad colonizadora en el Mar Negro, | ‘mientras que otras, como Samos o Focea, buscaron nuevos recursos en el Mediterréneo Occidental, incluyendo la Peninsula Ibérica, Sin embargo, el siglo VIL habia sido una épo- ~ ca conflictiva para toda la Grecia del Este y, en especial, para Jonia; primero, las incur- siones de los cimerios-y, mAs adelante, el dominio lidio, llevado a cabo por la dinastfa de Tos Mérmnadas. A partir del primero de sus reyes, Giges (687-652), los li a dejar sentir su fuerza sobre las ciudades griegas, atacando algunias (Colof6n, Esmima), ‘estableciendo alianzas con otras (Efeso, Mileto) y sometiendo al pago de tributos al res- ‘10, Esta dindmica proseguirfa con sus sucesores hasta el tltimo de los reyes de la dinas- 46); las ciudades de la Grecia del Este a lo largo de Jos mas de-cien afios los lidios habfan llegado a un modus-vivendi-con ellos. Es cierto que los “eyes lidios velaban por sus intereses, lo que implicaba en ocasiones actuaciones violen- tas, pero no lo es menos que los lidios habfan Ilegado a conocer bien la cultura griega e, incluso, los propios reyes emparentaban env ocasiones con las familias aristocraticas de las ciudades griegas. Ast, por ejemplo, el trano de Efeso, ciudad a la que atacé Creso, era sobrino del propio rey lidio (Ael., VH, 3.26) y uno de sus hermanastros era hijo de su mis mo padre y de una mujer griega (Hal., 1.92). Segtin Herédoto, la politica de Creso pare- eter sido bastante dra par as cindaes SEE ia del Este (Hl, 1.26), tal vez en un ntento de incrementar sus ingresos.mediante.cl.cobro. de tributos asf como la aporta- ign de riegas a su ejército, al tiempo que reforzaba su papel de gran soberano. ‘No obstante, y como sugerfamos antes, las relaciones entre los griegos y-los lidios- conocieron altibajos pero sin que aquéllos se planteasen cotno algo posible el zafarse del control lidio, Esto lo sugiere el comportamiento de la mayorfa de las ciudades de la Gre- cia del Este cuando aparece un nuevo poder en el horizonte, los persas. Hacia el afio 559 Ciro II hereda de su padre el trono de Anshan, al este de la Susia- na, en el coraz6n del Iran; pocos afios después, hacia 550 o algo antes, encabeza una rebe-_ Los persas en Asia Menor: de la conquista a la Revuelta Jonia 95 J rey de los medos, Astiages, que cy trib tra el medos, £ Jién de numerosas tribus iranias.cont te eecroch dueho de Asia (eta. pig con complicidades entre éstos; ¢80 CON 0 i am Une delat pa ee vee cimientos del nuevo rey es digit a su efecto hacia Lidia,» toque Creso haba sido un firme aliado de ASRS del gue ademés era cufay Tidio le sale al paso acompatiado de tropas gricBas Yea oan parce, for laa? i a 5 Cre a el Hal milesio Tales que realiza labores de ingemier li enfrenta air en Capadocia, aungue sit Un resultado concluyente. Los persas Tabi iimtentado-anteS que los griegos abandonasen los lidios, aunque sin éxito. Ante lg i ciso de la campafia, Creso opta por regresar a $v. capital Sardes para reunir a sys 4, dos y volver a la guerra al afio Siguiente; Ciro, Stn cmnbargo, aprovecha 8a retirad; en_una campafia relampago presentarse ante. 16 la sorpresa lidisy ‘ * paris Dade ejército lidio ante la propia Sardes, Ciro iniciard un breve ase als la cial caer y sed saguends elo que queda mune. ‘Fosos testimonios arqueol6gicos. El destino de Creso no es 1 todo seguro, pues ay thas wadiciones dicen que fue mandado quemar vivo por Ciro, mientras que otras asegury {que el rey persa le perdoné la vida. : La fulminante conquista de Sardes y la captura dk a 546) cayeron comp un jarro de agua fria sobre los jonios, que fan servido a las 6rd Creso Fechazado el acuerdo previo con Ciro, slo Tos milesios, que quiz4 estaban mas descoy, tentos con Creso o que habjan preferido arriesgarse, habfan firmado un acuerdo pref. rente con los persas que los mantendrfa al margen de lo que iba a suceder a continuacién ‘Los jonios sabfan que su decisi implicaba la guerra contra los nuevos duefos de Asia ¥ para hacer frente a esa situacién tomaron varias medidas, que iban a revelarse inefics Zee Reunidos para tomar posturas conjuntas en un santuario comtin, el Panjonio, enel {que rendian culto a Posidén Heliconio y que era la sede de una laxa confederacién de oce ciudades, los jonios s6lo se ponen de acuerdo en solicitar ayuda a Esparta, la cul rechazard apoyarlos aunque se permitiré amenazar a Ciro en caso de que ataque a las cit dades griegas. Mas allé de esta medida, las ciudades griegas no parecen haber plantexdo ninguna defensa comin y decidieron que cada cual se defendiera por sus propios medias, «a pesar de que las reuniones en el Panjonio fueron abundantes y en ellas se hablaba mis de huir que de resistr. I ‘Asi, hacia 540 el general persa Harpago pone sitio a las ciudades griegas, empezando Focea, y realizando grandes terraplenes las va conquistando una tras otra; andi? Feeiaterrcsisicron, no pudieron oponerse a la maquinaria de guerra persa, pot® ‘que acabaron cayendo, En algunos casos como en Focea 0 en Teos parte de sus hab tantes abandonaron la ciudad para no caer en manos persas y es posible que 10 ‘mismo hhaya ocurrido en otras ciudades; ante el temor persa, por fin, las ciudades de !8s is) = rotor: a ns pers Ademés del tributo y de guamiciones, éstos imp" 4 as 70270 mila y poco después. dela conquista vemos a ops oie combatiendo del ree _ lentro de la politica expansionista del imperio. Gres” Este.queds integrada cn cl sistema de gobierno persa, que dividia la zona en 8° _Aearitorios, [amad pia 0 "7 eras Uamado aap que aleancaron su madurez durante el reinado 0 aoa SP dg nucado cardcter impositivo. Los griegos quedaron englobs con capital en Sardes, yen la satrapia de Frigia Heles?o™ 96 Allas hist6rico del mundo griego antiguo Los persas en Asia Menor: de la conquista a la Revuelta Jonia 97 y siguid su politica de conguisas na, con capital et erdeeste rey es que dard uns aye, Bai 0s ites de Asia para pasar g poo sspasando los limi Euro a sus predecesoes te xpediciones es la que le lleva a los emi ‘Ua de sus mis ine andamental lo desempefia la ota que, en sy Toragag escitas, yen la que un PaPF TE] Danubio se convertird en el limite de jy cig a compuesta de naves sr ravecha para hacerse con el Control de fa TP paisa en esa region; ‘sas intentaban controlar las do wa Macedonia, Todo ello indicaba que los persas intental rOlar las dos or de Macedoni n Dascilio, El rey Darfo pro Tesj ad fediterrineo oriental; los griegos a EE ‘itrolaban ya casi todo el Medi i ; ape opuesto ee euiy gobe mado. Co tiranos ImPuestos por Jos Pere m i io estaban’ par ranos impact = ariencia, de que lo hicieran. tons Rstuoren 8 pormotvesaprnement ars Sci un ana prieno de ine ‘que iba a tener en jaque durante casi Ei afios os peasy {que puede verse, asimismo, como preludio-de Ta primera gran campaia persg conta Grecia europea. Nos referimos a la Revuelta Jonia. ie Enel aio 499 Arstigoras,trano de Mileto y en buenas relaciones con los pes, sigue apoyo militar del sftrapa de Sardes, Artafernes, para conquistar Ia isla de Ney otras islas del Egeo, con vistas al dominio del mar y mirando ya al continent griega fracaso de laexpedicin y la obligacin de rend cuentas alos persas fuerza a Ari 4 modificar la tradicional potica de Mileto a favor de Persia y ainiciar una revuelia, Aha. cms enir de isla en isla, empezando por Naxos, sometienco! = aan ando a sus habitantes, Aldesembarcar en Eubea resisten Caristo y Eretria pet : Son tomas Eretria es despoblada, y los habitantes supervivientes son deportados a una regién cercy “de Babilonia, El siguiente paso de Datis serd Atenas, que no-habfa ayudado a Ta conde. =~ E] aio 490 se concentraron ¢ dda de naves de transporte para las tropas te Dario colocé al frente de la expedicién aD: Thabja combatido a los jonios durante Ia revue no"! fas. A " LaaigieOre ‘en Atenas dista de ser clara en los afios previos al enfrentamiento con Jos persasJBI triunfo de Clistenes y su sistema politico, que ampliaba de forma conside. [rable la ciudadania ateniense y, por consiguiente, su potencialidad militar, habfa provo- ccado temores en Grecia; los propios espartanos, que habfan ayudado a expulsar alos tra- | nos, reconsiderardn su postura hacia 507 y de nuevo al afio siguiente (Hadt., 5.76). Del + mismo modo, Atenas ain no habia definido su posicién con respecto a los persas y hacia | esa misma época (Hadt., 5.73) parece haber ofrecido la tierra y el agua a Artafernes, el sétrapa de Sardes. Los afios siguientes, enfrentada con Calcis, Tebas y Egina, Atenas con- sigue ir consolidando su oposicién; para Esparta, la nica posibilidad que se le brinda en su intento de disminuir el poder ateniensé ¢s tratar de reponer al tirano Hipias, a quien ella misma habia contribuido a derrocar. La oposicién de Corinto hard que el tirano se refugie en Sardes, donde Artafemes exigird su reposiciGn. Es posible que ello haya con- {ribuido al cambio de postura ateniense con respecto a los persas y al envio de ayuda a los jonios poco después. Sin embargo, en Atenas siguié habiendo partidarios del tirano ¥; Por extensién de los persas durante bastante tiempo después, ‘Tras la caida y destruccién de Eretria, los persas desembarcan en la llanura de Mara- ‘6n, guiados por Hipias, por ser la zona mas apta para el empleo de Ia Caballeria (Ht, 6.102); seria con bastante probabilidad en Ta segunda quincena de septiembre de 490. El objetivo parece haber sido forzar, como habfa ocurrido en otras ciudades, incl juida Ere- ‘na las. disensiones civiles y permit una conquista ms facil. Los atenienses envian has- 4 Marat6n, situado a unos cuarenla-kilémetros de Atenas, en la costa nororiental del ica a todo su ejército, compuesto de diez mil 5 el ejército de , oplitas, al que se unid el ejército de Pa —{52-gue contaba con mil osfetivos persas dupicaban otriplicaban los ries. El ee ce Caius seul a Martin era ya el que habia quedado diseiado en lax flo" mas de Clistenes, compuesto de diez batallones, por ‘Cada una de las nuevas tribus atenienses, comandado cada Un0 por un general o estatego eleeale de cates Perea “bros de cada tribu, Ladireecion nominal det ‘jErcito la tenia el arconte polemarco, Feliauia del vei sistema politico: dg Ta Tiprestorde-que ata no estab denidas ‘pepe ascselasjonas ents los estates ¥ l polemaré6~Por su parte, cada est3TE50- _-tiercia por Jo de la totalidad det a eee 0% del conjunt de os estrategos mess fuentes reais ees Jum a Pola 104 Aas histo del mundo gigo amiquo a complejo mecanismo parece haber provocado problemas, que se derivaban también del diferente grado de conviccién, entre los generales, sobre la actuacién que debian seguir frente a los persas puesto que quiz4 hubiese entre ellos todavia partidarios de la tiranfa y del entendimiento con los persas. La consecuencia fue que se produjo.un empate, con “Cinco estrtegos dispuestos a combat y otros cinco no; el éxito de Milcfades fue con- vencer al polemarco para que se sumase-a su posiciGn a favor de la lucha y rompiese el empate. ‘Antes incluso de que el ejército ateniense hubiese partido hacia Marat6n se envi6 ‘una peticién formal de ayuda a los espartanos; éstos pretextaron motivos religiosos para dilatar el envio de esta ayuda y cuando éstalleg6 la batalla ya habfa concluido, No es que sparta fuese favorable a los persas, sino que para ellos era muy arriesgado enviar a sus tropas a mas de doscientos de kilémetros de su ciudad dejindo a la misma indefensa; pre- fesfan esperar en el Peloponeso el ataque persa y defenders€ alli, Sin duda vernos en esta campafia la misma incapacidad de plantear una defensa comin que es lo que habia per- mitido a Ciro, sesenta afios atrés, conquistar una tras otra las ciudades jonias. Por consi- guiente, Atenas tendria que enfrentarse, s6lo apoyada por sus aliados plateos, a los per- sas o someterse a los mismos._ e ‘Segiin parece, Tos persas y los atenienses mantuvieron sus posiciones durante varios ‘fas; los persas, con su flota protegida por una marisma controlaban la parte septentrio- nal de la llanura de Marat6n desde donde realizaban incursiones, apoyados sobre todo. or su caballerfa por la misma. Los atenienses, por su parte, estaban acampados en la — meridional de la Ifanura, cerca de las colinas que rodean la misma y junto a un san- preva dedicado a Heracles, para compensr su avsencia de caballera, Cada bando espe- Taba la decision del contrario porque cada uno esperaba explotar las debilidades del ene- igo; los atenienses presentaban una falange de hoplitas cuyos efectos podrfan ser ~mortiferos si alcanzaban a los infantes persas entre los que predominaban tropas hetero- géneas y con un armamento muy inferior. Los persas, sin embargo, disponfan de gran =hiimero de arqueros, que podrian dificultar la aproximacién ateniense y, sobre todo, de | ‘una numerosa Caballerfa que hostigarfa a la falange en movimiento. Ademés, [os persas | _ sper: 's de Hipias y sus partidarios hicieran su trabajo y forzasen la rendiciGn de Atenas 0, en el peor de los casos, la defeccién o Ia desercién de parte del ejército ateniense. —- Los detalles exactos de lo que ocurti6 esos dias no los conocemos bien; espfas de uno y otro bando (no hay que olvidar que en ehejéscito persdhabfa un, contingentemo- ble pero, importante de griegos del Fste)informaban y desinformaban de. te fe rine fade sere a {que le-correspondia c] mando a Milciades los es- fas informaron dé que la caballerfa persa no estaba yaen Maratén, Las causas son difi- Rab ENNIS, ‘no toda Ja caballerfa estaba ausente. Las opciones son, bisi- ‘camente, dos: 0 que parte del ejército persa, con buena parte de Ia caballerfa, habia partido durante la noche para dirigirse a Falero e intentar entrar en ‘Atenas, apoyado-en-parte de_ se hallaba el dia en cue los atenienses disidentes 0 que la caballerfa pet n ausente n po alizando misiones de control o de otro tipo. “bien por estar Torrajeando o bien por esta re Sea como fuere, parecta el momento oportuno para ofrecer combate “sepufasiendo mucho mis numeroso que el griego, por lo que, para evtar que su linea de, ‘Maraton y la Primera Guerra Médica 105 ll ean ramus OA Ie dey indo el grosor del sada alazt wate pets enya, “popuesne desc efor pas. de peor calidad. see se peo el orden decom al ate, habfa que evitar | dafio ce; la soluci6n adoptada fue quay ete es sepaba de lo esas (osm a a oradas para iniciar Ia CaTga 18 CAFTETS a Unos cien a era Patistancia en la que las flechas persas aa ron a las manos, el centro Bric 16 pero, al tiempo, se vieTon si por Tuerza griega las aes ee TTosque permitiéaTas fas que habia sige sis Hineas, Neuralizado el centro persa y puestos em {vps los superyiy jas alas derrotads, la victoria gra de-los giegos..que-se-decdicaton. gay ticos hasta las naves; aunque en condiciones dificiles Jograron cmb muchos perecieran ahogados en las marismas que protegian la fota, “cin a Atenas, En la batalla dejaron la vida uno 6.40 WP) pereas y 192; Tine porsas se diigieron a Atenas por maf, mientras que lov seg tema ‘que cuando los persas Wegarcon 4 Fa ‘iene les cslaba aguardando, impidiendo su desembarvo.L Priness ~ZaldS en una sola batalla y los persas tuvierOn que retrarye a Asa 9 Sharian resomando ba rata que yai ‘donio y con mayores efectivos y mejor planificacson = sar en la falange en pleno Bibliografia complementaria ——_—_—_—_ $< [BURN AR. (1984) Persia and he Greeks: The dence of the Wie. S+ [BRANT P (1988: Mioore de Emp Perse de Cpr 2 Alene Pa Donsnones MONEDeRO, A.J. y PASCUAL GONTALER J (E885: Eom Mate, GREEN, (1G The ewe Persian Wars, Bests. eA Rance ae ee gn game ae 6 am 7 i ample ented a hangs prion culo ‘combate fucra muy. superiory-se.deci¢ dis, apn yendo el grosor cando.a tes 0 suaiso hoplites-de-fondo, en’ C Teepe wot del ent, colocando en el que seg ak segund POpas sssagidas petas; por el contrat, ks alas gregas rata ee \a fs alas pers, twopas de. peor calidad. “Desi lorenSesantn saren a falange en pleno avance: . habia que evitar el dato que las flechas, a a soluciénadoptada fue que los griegee cuba, | ‘vena prt de la distancia que ls separaba dels persas (unos eit ‘Cuatrocien {aaarchas forzadas para iniciar la carga ala carrera a unos cle ete) nto CINCUENIA 0 dong ‘ears: ae erala distancia en Ta que las fechas persas en ron an elas, Cuan ..1as manos, el centro griego TO, Sempo las Tape son pera ori oa pegs ae ea eden as. Haegtess: Neutalzado el centro persa y estos en fuga los su {as alas derrotadas, ta vie ‘vos hasta las naves; au muchos, 106 Atlas historico del mundo Briego antiguo eee — Capitulo 17 La Segunda Guerra Médica La derrota de Marat6n no disuadié a los persas de su intencién de obtener el control de tuna gran parte de Grecia continental, lo que asegurarfa su dominio en el Mediterréneo oriental. De hecho, Darfo comenzé a preparar una nueva expedicién (Hit, 7.1-2), pero el estallido de revueltas en Egipto (487/6) y Babilonia (486/5) le obligaron a abandonar sus planes. Tras la muerte de Dario (diciembre de 486), su sucesor, Jerjes, logré sofocar estas sublevaciones y, en 484, pudo reemprender los preparativos para una invasién a ‘gran escala, bajo el mando del propio monarca, con el fin de convertir la Grecia que mira al Egeo en una nueva satrapfa del Imperio persa (Hdt., 7.8-11). Terjes empez6, pues, a reclutar tropas, mandé tender dos puentes sobre el Helespon- to, paraguecl¢j era-pasara Europa, dispuso depésitos de viveres y pertrechos ‘a lo largo de toda Ta costa tracia, ponteé el rio Estrimén y ordené excavar un canal en el Kios, Te penal ds S sepienirional de la Caleidica, al objeto de evitar Ia peligrosa ci ~cunnavegacién de este promontorio, batido por violentas tempestades. Al mismo tiem- ‘po, la diplomacia persa logré ganar para su causa a Delfos y a varios estados y facciones. “preg: ‘estos afios de metédica preparacién, én la primavera de 480, Jer- ies concent Ja Menor un gran ejército, compuesto por ciento ochenta mil infan- “es y entre setenta mil y ochenta mil jnetes yuna flota de sescientas naves de guerra con “un nimero similar de buques de transporte. La actitud de los griegos, una vez.que tuvieron conciencia de la nueva invasién per- sa (guiz4 hacia 483), vari6 enormemente: algunos estados se someticron, otros se deta raron hostiles 0 neutrales, y otros se mostraron simplemente indiferentes. Finalmente, “ontra Persia se reunieron en ¢l todos aquellos estados que estaban dispuestos a luchar contra P, el istmo de Corinto, en el otofio de 481, donde constituyeron la templo de Posidén, ¢ nc Liga k Helénica ung alianza militar multilateral, ofensiva y defensiva dirgida conta Tos persas, iertamente la nueva Liga comprendia una parte considerable del mundo griego. puesto que inclufa Atenas, Esparta y los miembros de la Liga del Peloponeso, los alia- «dos de Corinto en-el golfo homénimo, algunos isleitos;, Tos beocios y Otros Pueblos de Grectweéntral pero faltaban también muchos otros: “Argos, todos Tos griegos: Getidentales, la mayor parte de las islas del Egeoy todos los griegos de Asia Menor. Por esto mismo, Tas Guerras MEdicas no pu ha de Oriente con- La Segunda Guerra Médica 107 de Grecia contra Persia, sino que deben entenderse g tra Occidente, ni siquiera cane te como el enfrentamiento de algunos eStados griegos contra el Imperio persa. Los frag bros de la Liga Helénica designaron coma hegemén, por tierra y por mar, para “iow de Todas las operaciones militares, a Esparta (no sin la protesta de Atenas que asp al mando naval) y se dotaron asimismo de unrCnseja.dealiados, en el que tos dos estaban representados de manera igualitaria, cada.uno con.un voto indepen EME Te su Importancia, yen cuyo seno se decidirfa la estrategia bélica y jy \/ general que se debia seguit, Los aliados acordaron, ademés, la suspensién de hoi, tes intethelénicas mientras se prolongara la amenaza persa Y se comprometiron ax \.! | petar'a quienes se declararan nevtrales. Sin embargo, aquellos estados que, formang parte dela alianza, se pasaran'aT0s persas (esto es, medizaran) en el curso de aug “serfan castigados. + En Atenas, tras la victoria de Marat6n, prosiguieron los enfrentamientos entre fdr, y facciones que habfan marcado el perfodo anterior a dicha batalla. Al afio siguiente & “Maratén (489), Milefades, el héroe de Marat6n, fue juzgado y condenado a pagar una gre sa multa, Muri6 al poco tiempo, probablemente en 488 (Hat., 6.136; Nepote, Milciade, 7.1-6). Hiparco, un propersa fue ostraquizado en 487 e igual destino siguieron, en 4865, ‘Megacles, un alemesnida quizé partidario de contemporizar con los persas,y en 4854, Ja tipo, el padre de Pericles, que estaba también emparentado con los aleme6nidas. Al nis ‘mo tiempo continué-el-desarrallo del sist ritico. Asi, desde 487, los arcontes, viejos magistrados aristocrdticos, pasaron a sortearse entre los previamente elegidosr ‘oe demos y prdiron gran pate n parte de sus poderes (Arist., Ath., 22). A partir de entonces,¢_ Arespago, que se nutria de exarcontes, fue siendo ocupado paulatinamente, por persons “de menor relevancia politica y fa estrategia, para la que cabia la reelecci6n sin limites ~ {rti6 en la magistratura més influyente. \)\ [Estos osiracismos confirmaron e triunfo de los sentimientos antipersas en Ateis) dejaron frente a frente a Temistocles, antiguo arconte en 493/2, y a Aristides, uno de ks | Ssttilegos de Marat6n, y a sus facciones respectivas. Temistocles consiguié convent \© | sbguebiasteniense (57) para qu dediara ls beneicos de es minas de plan “| Laurio, en la regiGn del Suresie del Atica, y que debian repartirse entre los ciudadams, | Alaconstruccién de cien nuevos trirremes (Arist., Ath., 22). Después de esto, la flow ‘c_ | _siemse, compuesta por doscientasnaves, se convirtié en la mds poderosa de. \ ‘Ahora bien, el desarrollo de la armada acrecentaba de. manera decisiva el peso politi \ Social de los theres, los atenienses mas pobres, que formaban parte de los remer0s, ee: te a los sectores arisiocrdticos y alos hoplitas. Debido a ello, Aristides se opuso.e medida pero fue osraguizado (48572), aque signi, en la prctca la vetria de ina Cat ee oa So. 10 momento de la invasién, los atenienses cOnee=— = z sar y sumarse a la lucha que st los ea 2 ~~ “En la primavera de 480 el ercito persa cris | a jel Helesponto ). squcado por lot, avanas por las cosas de Traciay Marconia, teritoros ge = ban bajo el dominio persa desde finales del-siglo-V. Por su parte, los griegos es ton al estrecho valle del Tempe en (Hat, 7.173; DS. 11-25; Pi Te -flicz milsoldados, Junto al valle, en la costa, se dispuso también Ta escuudrr aM ‘embargoruna vez en el Tempe, lo clepuso tambier THe ire Tempe, Tos griegos se dieron cuenta de que podian set EE 108 Atlas histérico del mundo griego antiguo —— —— ee I Reino de Macedonia wb Flo psa eee ae =u — suas ‘La Segunda Guerra Médica La Segunda Guerra Médica 109 abandonaron Tesalia Gulio de 480), cuyos habitane, — Se te rodeados por los Pers y= water persas (TOC, TTT). ; SP Re Meee del fracaso de la expedicién en el Tempe. los sricgos S€ APOStarON en « filadero de las Termépilas, Ut angosto paso eT ae “a Ea de Grecia eet : v tingente _riego estaba compuesto POL ios seis mu noo mando del rey coat tasers Cerca de las Termépilas, nel 20 Artemisio, en el norte de la ita gahe doscientas sesenta naves de guerra, Pos ‘én conjunta del ejército y la ota a ‘anclé la flota griega que contaba con fa ocurrido en el Tempe, la posic i : q ‘modo, en opinidn de Tos atenienses» Ja infanterfa conten ia aos persis el temps ciente para que la flota griega. ‘batiéndose en un lugar estrecho que compensara ak Toy la maniobrabilidad de los bareos persas, braver. victoria naval decisva p> «at, para los esparianos, ambos contingentesretrasarian el avance pes ag y que estavieraconstuido el muro del stmo que defendia el Peloponeso, donde los eqs “Y tanos pensab: tala terrestre decisiva que derrotara a los persas. Sepa 2 Mientras el cuerpo expedicionario griego estaba en las Termépilas, las flotas de anin, Fs bandos se enfrentaron en el Artemisio y, aunque él resultado fue indeciso, los persas obj. paron alas naves griega a retrarse através del canal de! Buripo, Sin embargo, alaaiy_ ede Caleis e paso se estrechaba de tal manera, que una galopada de la caballeria pec ‘sa pout facitmente desde tier rada de Ta flota y aniquilarla, Si taPcow { ~Jeontecta aunque no Finalizada, la guerra podia darse por perdida: s6lo la defense ds ‘Termépilas podia evitar la destrucci6n de la flota. Entre tanto el ejército persaliegss L las Termépilas. Tras el segundo dfa de combates, los persas descubrieron el sendero ‘Anopea por el que se podfa flanquear la posicién griega. De esta forma, al amaneceré! é tercer dia los persas atacaron de frente las Termépilas mientras un contingente forts i cl sendero de Anopea. Ante Ia inminencia del final, Leénidas ordené marchar a los pel> q © ponesios y qued6 en el desfiladero con los trescientos espartiatas de la guardia real y cien beocios, Rodeados completamente, Lenidas y la mayor parte de los suyos fuer || aniquilados, pero su sacrificio no fue inditil: su resistencia permitié a la escuadra gree » | atravesar el estrecho de Calcis y salvarse (agosto de 480, Plu., Them., 8-9; Nep.. Tes. 3.2-4). Después de esto, la mayorfa de los pueblos de Grecia central se pasaron a los ps sas (excepto los focidios y entre los beocios, los plateos y tespieos). El grueso del ¢#* cito griego se replegé al Peloponeso y los atenienses hubieron de evacuar Atenas, _ fue tomada y destruida por Jerjes. Mientras el ejécito griego continuaba fortificando el Istmo, la flota, que -contabace scien ochensnaves, 5 exacion ene la isla de Sala a. No sin fet _iscusiones entre Tos generales griegos, Temistoc] tegia y logré aust? “eas al seco de Samia, donde a aves pei apna y desOrEaNTOS PS —gran.ntimero, fueron embestidas y destrozadas-por Tos barcos Brie gos ( ely Esquilo, Los Persas. 353.514). Como POT ERICOS O T t 5 Pensara Temistocles, la victoria de Salamin® casa es -Ja suerte de la guerra, Los restos del suerte la armada persa se repl Samos, en 8 Asia Menor, y Jers, ant el emor de que Tos Hieybr COPLaTe Tos poenizs SOD Fegres6 por tierra a As be Torte ro ia, s bien dej6 en Tesalia un ejército de unos ciento weinls ‘res bajo el mando del persa Mardonio, Durante el invierno; Mardonio ofreci 110 Alas histérico del mundo griego antiguo sigs una allanzaen condiciones ventajoss que fue rechazada -Hoosunimesanet Ares que fue, una vez mds,arasadas nn Mado in 479 los griegos pasaron a la ofensiva, al tiempo qué Mardonio se retiraba hacia _ Beosia, mas apr a para la caballerfa. En Platea, el ejército griego, bajo el mando del regente espartano Pausanias, con unos treinta y nueve mil hoplitas y unos setenta mil nfantes ligeros, s¢ al ine6 frente a las tropas de Mardonio. Tras varios dfas de escaramu- as, tos Persas lograron cortar prdcticamente el abastecimiento griego, 1o que oblig6 a ‘Pausanias a buscar Una nueva posicién algo més al Sur para asegurar su avituallamien- “Jo. Fir medio det desorden con el que se llevé a cabo Ia maniobra de repliegue, los lace- demmonios, secundados por los tegeatas, se impusieron al nicleo selecto del ejrcito ene- migo formado = los persis, medas y sacas (el propio Mardonio cayé en la lucha) y ~ wria Tos griegos; los atenienses a su vez, aniquilaron a los tebanos (agosto “Ye AIH, 9.19-75). Los supervivientes del ejército persa se retiraron aeaaAnSe jarel Noite y-1ograron pasar a Asia, Pars part, la armada griega naveg6 rumbo a las costas de Asia Menor. En Micale, xisifromontorio cercano a Mileto, hacia la misma época-en que tenfa lugar la batalla de Biatéa, los griegos destrozaron la flota y el ejército persas que defendian Asia. Inmedia- tamente después de Micale, las islas del Egeo y los griegos de Asia Menor se sacudieron iin pera dominio persa, La caida de Sesto, en el otofio o invierno de 479/8, mareé el final de la ‘Segunda Guerra Médica, “En conclusion, las Guerras Médicas mostraron, en primer lugar, las profundas debi- es del ejército persa que se componia de un conjunto enormemente heterogéneo de pueblos, cada uno armado segiin su propia tradicién, con tendencia a desbandarse y que se sentfan poco entusiasmados por una posible victoria persa. Los mejores contingentes, persas y medas, constituian Gnicamente una pequefia minoria. Ademds, la mayorfa de los. | sol armados con lanzas més cortas que las griegas, arcos y escudos de mim- ‘re y pocos llevaban coraza, Infantes y jinetes ligeros a los ojos de Jos griegos, acostum ‘prados a luchar desde lejos, no podian resistir a los hoplitas griegos pesadamente arma- “Gos-Ni'su superioridad numérica ni los griegos que figuraron en los ejércitos persas udieron compensar estas carencias. Por si ello fuera poco, confiando excesivamente en ~ DRG presunta superioridad militar, despreciando las posibilidades del enemigo, el alto man- do persa tuvo casi siempre una incorrecta apreciacién del desarrollo de las operaciones y se equivocé en los momentos decisivos. Los griegos tuvieron que hacer frente también a dificultades enormes. Muchos esta- os griegos medizaron y se pasaron a los persas y la contraposicién entre las estrategias espartana y ateniense obstaculi2é gravemente el curso de la guerra, Pese a todo, los hopli griegos posefan un armamento homogéneo y superior a sus enemigos, si la falange sriega mantenfa su formacién era précticamente invulnerable y, si Wegaban al cuerpo a Cuerpo, la victoria se hacia précticamente inevitable. Las disensiones internas fueron tam- bién aprovechadas por los griegos para confundir el mando persa y sembrar la duda sobre los propios griegos que luchaban en el ejército persa. Finalmente, la estrategia atenien- se era acertada y logré imponerse. La dura prueba de las Guerras baros y creé un sentimiento de superior ‘Médicas profundiz6 la separacién entre griegos y bar- dad de los primeros frente a los segundos; en La Segunda Guerra Médica. 111 el Jenismo, entendid reforzaron et Panel 10 com este sentido, las Guetras Medicare pects de cultura, lengua, costumbres cote, lizact in la mediatizaci6n de los persas gin y Gia de unidad de civil or se ahora sin la medial modo de vida, que podian esate, ica y, al mismo tiempo, las Guerras Pero. ficaba unid jego en dos alianzas militares anys tare ei dividieron tar imme nits en el futuro, ‘diet { Peloponeso, vert funestas consecuenci 1 future PO a del Peloponeso, verte raeria i cia principal era Atenas. : complementaria BURN, A.R. (1962): Persian andthe Greeks: The Defence of the West, c. 546-478 B.C. Londres, pantwoue MONEDERO, A.J. y PASCUAL GONZALEZ, J. (1999) Esparta y Atenas en el siglo va.¢ Madrid. Geneve (ed) (1985): The Cambridge History of Iran. Vol. I, The Median ond Achaemeniy Periods. Cambridge. ‘GiuLis, D. (1979): Greek Collaboration wi HIONETT, C. (1963): Xerxes" Invasion of Greece. Oxford. LAZENDY, JF, (1993): The defence of Greece 490-479 B.C. Warminster, VVAA (1988): Cambridge Ancient History. Vol. IV, Cambridge. ith the Persians. Wiesbaden. V2 Atlas hist ist6rico del mundo, Briego antiguo Capttulo 18 La Pentecontecia I. De la constituci6n de la Liga de Delos (478) a la Paz de los Treinta Afios (445) Pentecontecia al perfodo de unos cincuenta afios que se extiende aproxi- alla de Platea (479) y el comienzo de la Guerra del Peloponeso “alenauese carat por ripida transformacién de la Liga délica en imperio ate- “riense, con el consi (€ crecimiento del poder de Atenas, y por la tensi6n progresiva sy espart aliados respectivos, entre atenienses y espartanos y's in Ta primavera de 478, la flota griega, bajo el mando del espartano Pausanias, nave- #6 rier soni Chey ego, aun al Norte, ocupé Bizancio, en el Bésforo. jn embargo, la actitud despética de Paus: ‘su posible relaci6n secreta con los persas_ provocaron una grave tensién enire-los-griegos-y,-finalmente, sirvieron de. pretexto para ~que Tos espartano que Tos espartanos y sus aliados peloponesios se retiraran de la guerra. En realidad el repli “ue de Esparta encuentra la raz6n prin sn su propia estructura politica y social, que la ~ liga a no emprender campafias lejanas por temor a Una revuelta.de hilotas. Ademis, en ty una guerra, que era ya.exclusivamente naval, Esparta carecia de los recursos finan’ 0s una fl >-tal-politica maritima hubiera llevado al protagonismo de los sectores inferiores y dependientes de la sociedad espartana. Puesto que sus aliados. peloponesios de én retirarse, la mej -mantenerlos unidos y de pre- sen jon espartana en el Pel don cha posible incluso que varios movimientos antiespartanos comenzaran a gestarse ahora en el ‘4mbito peloponésico y aconsejaran también tomar esta medida. De hecho, pocos afios des pués, Esparta derrot6 en Tegea a argivos y tegeatas (c. 471) y, més tarde, vencié en Dipea ‘una segun ici jos arcadios excepto los mantineos. ‘Tras la retirada espartana, los atenienses y un buen nlimero de estados egeos que es conn a aera cma Fes ent hacia el invierno de-478/7 en la isla de Delos, sede del santuario de Apolo. Aqui fundaron una nueva alianza militar, Ta Liga stnada iberara todos los estados rigs que ain permanectan_ “bajo dominio persa y a obligar a Persia a tirarse del Egeo, Los nuevos aliados oftect ‘on la hegemonia de la Liga a Jos atenienses, hegemonfa que comportaba-principalme: ‘te el mando de Tas operaciones militares y 1a gestiGn de Jos-reours0s Tifancieros.comli~_ —tes-Ta Liga contaba también con un consejo zenera.(koine synodos) nel que todos 0s, estados miembros estaban representados; quizé Atenas tuviera igualdad de representa La Pentecontecia! 113 Be i oa I oa. igg ign en relacién a sus al to y Atenas se gar Mayoria con oP Cay a poseyera un vor i debfan Tela Bc guns ainda contrite hoah” de los estados peg! » jax mieniras 10s demés abonarian OAs cont uCIOn econgey “{phoros) al te talento equisalea.un0s Xe i 05 2 ales cada talento eal on dela Liga y la Prose) tateaigs de plat median entre ra Gy ios que me i Los En im ransformacién de a Liga 7 Delos, conce det Peloponeso (478-461) Hg brementeconsentida por los alia, ginariamente como comenzé.inmediatamente a uti; reniense. De hecho, ALES mt a no samen ane aos. IMPS calayer gat : Jadanos atenienses fuera del. * amientos de ciudadanos atcn <.-esableis cera sre consttulan una polis independent) ee no perdian su ciudadania a , 1 mando del estratego atenii 476) la flota de la nueva Liga délica, bajo el mé ene Cra Saat Eyén, en Tracia, el bastgn-pesa.més mponan © £n Europa (Ad., 70g Cimén convirtié Eyén en dominio exclusivo de aa Seta ‘nienses. Quizé en 475, en1oda caso entre 477 y 475, Cimon tomé también la isla de By “Fos una guarida de prata molesta para todos os griegos del Egeo, bien situagee “esa rate del trigo pontico que abastecia Atenas y.en.relaciGn con.el comercio tei “Tras la conquista, los anti itantes fueron expulsados y se establecieron clerug “ ire 475 y 471, Caristo-Iainica Ciudad de |, jiados, esto €Ss mn. lap lay 8, EM don —atenienses (Pn Cn 8; Nep., Ci. 25). FA AT vado en la ruta aap 5 ai isla de Evbea que ala alianza, En 471/470 Naxos, posiblemente deo Ponto, fue obligadawincorporatse forme con la evolucién de la Liga y el creciente poder de Atenas, trat6 de ~ alianza; pero los atenienses y sus aliados sitiaron Ta isla, que fue obligada a capinular y ~Yolver a Ja Liga en 468, Pasiblemente‘en 466 (la fecha oscilaentze469 y 466), bajo et ‘mando de Cimén, la flota dela Liga derrot6 a los persas de manera decisiva en la desem bocadura del rio Eurimedonte, en Panfilia. En 465, la isla de Tasos se sublevé a causa de una disputa con los atenienses por la posesién de las minas de oro y plata y los bosques, {que los tasios explotaban en la costa tracia, Cimén asedié la isla que se rindi en 462, tasios fueron forzados a entregar la flota, derrur sus murallas y pagar tributo y pendiewon- sus posesiones continental, que pasaron a manos de Atenas. En 464, los atenienses em on mil colonos propios y aliados a poblar Los Nueve Caminos (Ennea Hodot), un lugar de Tracia préximo a las minas y donde confluian Tas rutas comerciales de la zona. Pero Jos colonos fueron destrozados por los tracios y el asentamiento huibo de ser abandon do. En este mismovafio (464), como consecuencia ‘de_un terremoto que caus6 estragos catre Ti poblacion espartiata, los hilotas mesenios se sublevaron, Pasado Same a grave de la.revuelia, [os espartanos acorralaron a los hilotas en el monte [tome en Mes ~aia- donde: les sometieron a asedio. Como el sitio se profongaba, [os espartanos, en itil de la Liga Helénica, an vigente solicitaron ayuda a Atenas y Cimén logré convencet Pueblo de que enviara un cuerpo expedicionario al Peloponeso (463 0 462) sg atitvestzzeton modera ha con Tom a del Pelopareso pu. Creada en torno a Esparta, una denominacién que resulta en ciert0 ™ éengatiosa ya que, si bien es verdad qUé trmayor parte de sus miembros eran pel0po™ ‘Tmayor parte de sus miembros eran pelopor” 114 Allas histérco del mundo griego antiguo La Pentecontecia! 115 Vsuad ORINI CO-® Tep-sLp) asuoquone out (Argos y la A dos peloponesios ( cava sox a Liga no ini 0 ee er mres sonnet aes. mi nds eS Son ex Frere por el gantraro, varios de sue se denor nacion ofc pee 5 amc Fe ae Tay See en saa Se “ erala de den remot ra mitad de ‘genes de la Liga pued I si Parece que fe = der su influencia en buena pane de Feloponeso Ente wee , coando Espat ogra exten caso, estar mY 2V2N lo hacia el 550g, Ms parece haberse com endo como base una serie de tratados bilaterales que cag, tat La Liga se formé tet Laxamenteorgaizada al principio, seria pi Lady ejemplo, sma o con la actitud espartana. Despye, 9 8% ba en desacverdo con cl desarello de OANA ableci6 un Consejo (9m -aso de una expedicién en el Atica (506), ar los) en = Todos Tos éslados estaban representados, cada uno disor un Voto Y 185 decane s+ £ ‘Como potencia hegeménica, Esparta dirigh __doptaban por mayoria Te Cox, vee asrednle de Tinner imegular (ae saa arocid vo gar evel 308 [Hai 8912). Despuds de esta relorma ug meh ‘mis dificil negarse a participar en una expedicién votada por el Consejo de la Liga, (7 ~Allos ojos de Esparta la Liga no estaba destinada a imponer un imperio en el Pe | poneso, sino a mantener estables las fronteras lacedemonias y a evitar que algin Ey, do peloponesio legara a ser lo suicientemente poderoso para alentar las revuelas ing. nas, de hilotas 0 periecos, independizar Mesenia y amenazar la constitucién poiicay | social de Esparta, Debido a ello, Esparta no impuso guarniciones ni exigié un tribuy | regular en tiempo de paz, Sélo en caso de guerra, y si ésta se prolongaba, los aiado; debian aportar una contribucin econémica que se gastaba Gnicamente en sufragar los gastos militares. \_ Inmediatamente después de la Segunda Guerra Médica, Temistocles dominé la vs politica ateniense. Este gran estadista, s6lo comparable a Pericles, impuls6 la reconsta: “Gin de las murallas de Atenas, que habfan sido destruidas durante la guerra, rechazando la especiosa oposicién de los espartanos (éstos argurientaban que, si los persas voli podria apoyarse en el recintofortificado ateniense). En realidad, la nueva muralla consi -{ufa la condicién indispensable para poder desarrollar una politica independiente sin emt un ataque de los hoplitas peloponesios. Poco después (477), se emprendic la forifcacct ~-GeET Pireo, destinada a proteger Ja flota. Las fortific: s y la Liga de Delos fueroa pues, los dos instrumentos principales en-los que Atenas basd su poder. Temistocles¢® partidario de continuar la guerra contra Persia, su politica Supuso.también un distant ‘miento de Espartay tendié a fortalecer la influencia de los.thezes, Aristides y Cimon "ron a €stos dos dltimos aspectos de la Politica-temistoclea.Ambos eran ciertamen ios de aumentar el poder de Atenas, hasta convertirlo en franco imperiismost uerra contra Persia, pero, a diferencia de Tem ance les abri6 la _plossacismo de-Temistoc Puerta a una década de pre gin sseagoliznatninse (471-461), durante la cual se mantuve lager “Esga.ymse cuit ang seforma én la constitucién democrética. Sin embargo, “pie este peviado otros Keres tamaron el testigo dla politica de Temistaces; ae ‘ialmente Efialtes, en cuya faccién comenz6 su carrera politica el joven Pericles. En 462, -oosehando la ausencia de Cimén, que se encontraba con el cuerpo expedicionario ate. rose en el Peloponeso en apoyo de Esparta, Efialtes logré que los poderes principales Spago, el vitimo reducto del poder aristocratico, cuales eran el control de los “agistrades, a rendiciGn de cuentas y los procesos politics, fueran transferidos a otras juciones como el Consejo de los Quinientos, la Asamblea y los tribunales popula. Poco después, €l contingente ateniense en Mesenia fue despedido por los lacede- onias,dricamente ellos de entre todos los aliados,pretextando que no los necesitaban “emian en realidad que ayudaran a los mesenios). Semejante humillacién supuso un duro a: stigio de Cimén que, a su regreso, intent6 oponerse a las reformas (Plu, Cimon, 15.3 y Per.,2.5) pero fue ostraquizado (461). Efialtes fue asesinado pero nada _pudo detener ya el avance democrtico: hacia 457 el arcontado fue abierto a los zeugi- ss que fomaron par es te desde enionces del Aredpago, reducido ahora a un tribunal com- ‘petente en algunos casos de homicidio y de Derecho religioso. El ostracismodé Cimén llevé al primer plano de la vida politica ateniense aun. gru- pode ideres, Com Mirénides, Tolmides y Pericles, que eran hostiles a Esparta. En con- ~gecverci, partir de ahora la Liga Helénica se considera rota, Atenas firm alianzas con los tesaliosy sobre todo con Argos, el enemigo de Esparta, y se inmiscuy6 en un con- “ico Tronterizo entre Mégara y Corinto, dos miembros de la Liga del Peloponeso, a favor de a primera, Los atenienses ocuparon varios puntos en la Megaride y se enfrentaron a ‘Jos corintios y sus aliados. Tras un primer fracaso en Halieis, los atenienses batieron a la ~excuadra peloponesia (459/8). Al afio siguiente (458/7, la fecha es dudosa) los atenien- “Ges volvieron a derrotar a los corintios.y sus aliados en dos encuentros terrestres; en los “ios 45615 y 455/4 (las fechas son nuevamente inseguras), T6lmides costes el Pelopo= “Fesay poco despues (45473), Pericles llevé a cabo una expedicién en el golfo de Corin- “to. Asimismo, los atenienses emprendieron el asedio de Egina (459/8), que se habfa uni- Wa os corintios y que capituld en 457. Este mismo afio los espartanos intervinieron en Grecia central preyisiblemente para crear una fuerte alianza hostil a Atenas en las mis- nteras del Atica. En Tanagra, hacia junio, los lacedemonios y sus aliados junto ‘con los beocios derrotaron a Tos atenienses. Sin embargo, pocos-dfas después, los ate- nse Vencier = ‘en un nuevo encuentro que tuvo lugar en Enofita y obtu- vieron el control de Grecia central. A finales de este afio se concluyeron los Muros Lar-_ s, que unfan Atenas con El Pireo y que convertian Ta ciudad virtualmente en ~ Repent portions Ea pperiodo conflictivo se denomina Primera Guerra del PelO-~ Desde 459 Atenas habfa desplazado un cuerpo expedicionario cn Expt en apoyo jerjes erjes — 6 La Pentecomtecia! 117

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