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TexTos* {Cuestionamiento de los postulados de la razén pr ieda dicho, aceptar de buen grado ambos postulados de lar la necesidad o ‘menos la utilidad nuestros conceptas acerca de Dios Igo mas firme que ‘que hemos de dudar se deja pensar en una aproximacién i aué e 0 ; -omo dice el sefior Kant, debido 2 que somos seres del mun Ne ble | qu era las distintas parves de una ‘onsiderarnos en el uso prictico r mas comprobado que en el teorético, dado que e ambos casos del mismo fundamen desbordantes de nuestra sensibilidad, y dado que la raz6n pra derecho la exposicién de sus ideas en nuestro a1 ce al mundo sensible, que la es fen cuanto perten jon de las suyas [La religién frente a la metafisica y la moral] Situados en el punto de vista mas clevado de la constataréis que ambas poseen el mismo objeto que la religién, a saber cl Universo y la relacion del hombre con él. Esta hace tiempo la causa de mi la moral hayan penetrado masivamente en la r que pertenece ocultado, bi da, en la met se viene a identificar con una de las otras 0 dice lo vosotros no yno oh ria hay una multitud de aberraciones de cardcter inmoral y repug ‘que atafe a los textos de los Di srmacher Sobre la religion, Teenos, M lente para este tabalo 258 |MACHER: LA AUTONOMIA € INMEDIATEZ DE LA RELIGION » debe, a pesar de la oponérseles de alguna manera. Es preciso que ella abor- de una forma completamente diferente, que exprese 0 0 de relacion del hombre con la misma o que posea otra estido de una naturaleza ‘que, en lo concerniente a Yo os pregunto por tanto: zque comet is saber nada io hist6rico — vuestra filosofia y lo divide en tales y cuales seres, Jnvestiga las causas de lo que existe y deduce la necesidad de lo real, extrae de si misma la realidad del mundo y sus leyes. La religi6n no debe or tanto aventurarse en esta regidn, ella ha de rechazar la tendencia a tstablecer seres y a determinar naturalezas, a perderse en una infinidad de razones y deducciones, a invest imas causas y a formular verdades eternas. Y qué cometido desempefia vuestra moral? Ella desa- a partir de la naturaleza del hombre y de su relacién con el Universo un sistema de deberes, poder ilimitado. Por consigui i6n tampoco ha de intentar ‘sto; no debe servirse del Universo para deducir deberes, digo de leyes. «Y sin embargo, parece que, lo que se solo consta de fragmentos de estos distincos Ambitos». ramente la concepcién comiin. Acabo de manifestaros dudas ahora es el momento de destruirla por completo. (Sobre la ‘eligi, 1799, Segundo discurso,) , para tomar posesién de su propiedad, renun- ‘oda pretensidn sobre todo lo que les pertenezca a aquéllas y devuelve todo lo que le ha sido impuesto por la fuerza. Ella no preten icar y determinar el Universo de acuerdo ella no pretende perfeccionarlo y consumarl ir de la fuerza de la Su esencia no es pe to. Ella quiere intuir el Universo, quiere espic ‘Propias manifestaciones y accione: da, en pasividad infantil, por sus Se opone a ambas en todo lo que constituye su eseneia y en todo lo caracteriza sus cfe ica y la moral no ven en todo el ferso més que al hombre como punto central de todas las relacio- Gn de todo ser y causa de todo devenir; la re ibre, no menos que en todo otro ser particular y fi ipronta, su manifestacién. La mecalisica parte de la ta del hombre y quiere determinar conscientemente, a de su coneepto més simple y del conjunto de sus fuerzas y de su jos inmediatos. De este modo 259 ARSENIO GINZO FERNANDEZ SCHLEIERMACHER: A AUTONOMIA € INMEDIATEZ DE LA RELIGION receptividad lo que puede ser el Universo para él, y como él debe consi derarlo necesariamente. La religion también desarrolla toda su vida en la naturaleza, pero se trata de la naturaleza infinita del conjunto, del Uno y Todo; lo que en el seno de ésta cltima vale todo ser individual, y por consiguiente también el hombre, y en cuyo ambito todo lo existente y también el hombre puede desarrollar su actividad y permanecer en esta eterna fermentacion de formas y seres particulares, lo quiere la religién intuir y barruntar de forma particularizada con tranquila sumision, (Sobre la religion, 1799, Segundo discurso.} 5. {Dios y la religion] val de estas intuiciones del Universo haga suyas un ser humano es algo que depende de su sentido para el Universo; ello constituye la auréntica medida de su religiosidad; que él tenga un dios como intuicién suya, depende de la direccién de su fantasia. En la religion es intuido el Universo, es concebido como actuando originatiamente sobre el hombre. En el caso de que vuestra fantasia vaya unida a la conciencia de vuestra libertad, de forma que lo que ella tiene que pensar como getuando originariamente, no puede pensarlo sino bajo la forma de un ser libre, en dicho caso ella personificara cl espiritu del Universo, ¥ yosotros tendréis un dios; si ella aparece en conexién con el entendi- miento, de modo que siempre fo ante vuestros ojos que la liber- tad s6l0 tiene sentido tomada individualmente y en funcién de los indi- Vidvos, entonces tendréis un mundo, pero no dios alguno Vosotros, ‘per0, no consideraréis como una blasfemia que la fe en Dios depend de la direccion de la fantasia; vosotros sabréis sin duda que la fanta: constituye lo mas elevado y originario en el hombre, y que fuera de ella todo se reduce a la reflexion sobre la misma; vosotros sabréis sin duda aque es vuestra fantasia quien crea para vosotros el mundo, y que no podéis tener dios alguno sin el mundo. Tampoco a consecuencia de ello Dios se le hara mas incierto a nadie ni nadie se liberara mas facilmente de la necesidad judible de aceprarlo, porque sabe de dénde le viene esta necesidad. En la religién no se encuentra, por tanto, |a idea de Dios tan alta como vosotros opindis; tampoco hubo, entre los hombres verdaderamente religiosos, fanaticos, entusiastas o exaltados a favor de la existencia de Dios; con gran calma vieron junto a siel fend- ‘meno llamado ateismo y siempre hubo algo que les parecié mas irrel floso que esto. Tampoco Dios puede aparecer en la religion de otro iodo que actuando, y la vida y accidn del Universo todavia no las ha negado nadie. (Sobre la religidn, 1799, Segundo discurso.) 4. (El realismo superior de la religion] {Por qué la especulacién os ha ofrecido durante tanto tiempo fantas- inagorias en vez de tna vision sistemstica, y palabras en vez de pensa- mientos? gpor qué no era ella otra cosa que un juego vacio con 6rmu- las que siempre reaparecian bajo una forma distinta y a las que nunca correspondia nada? Porque no se tenia religién, porque el sentimiento de lo Infinito no la animaba, porque el anhelo de este Infinito y la vene= racién del mismo no constrefiian sus finos pensamientos exéreos a asumir una consistencia més firme, para mantenerse en pie contra esta presion poderosa. Todo debe partir de la intuicién y quien no ansia intuir lo Infinito, no posee ninguna piedra de toque, y ciertamente ‘tampoco necesita ninguna, para saber si ha pensado algo apropiado acerca de este asunto. 'Y geuil sera el desenlace del triunfo de la especulacién, d mo consumado y redondeado, sila religin no actia frente a él como Contrapeso y no le permite barruntar un realismo superior a aquél que I somete a si mismo de una forma tan audaz y con tan pleno derecho? En realidad, destruira el Universo cuando parece que lo esta formando, lo degradaré a la condici6n de una mera alegoria, de una silueta vania de nuestra propia limitacion. ;Sacrificad conmigo respetuosamente un rizo a los manes de Spinoza, el santo reprobado! El estaba penetrado por el superior espiritu del mundo, lo Infinito era su comienzo y su fing el Universo su tinico y eterno amor; con sant: rofunda humildad se reflejaba en el mundo etemno y vei espejo mas amable; estaba Lleno de religidn y lleno de espiritu santo y por eso también se encuenta alli, solo ¢ inalcanzado, maestro en st arte, pero situado por encima del gremio de los profanos, sin discipulos yssin derecho de ciudadania Tntuir el Universo; os rucgo que 08 familiaricéis con este conceptoj constituye el gozne de todo mi discurso, constituye la férmula mas universal y elevada de la religidn, a partir de la cual podéis localizar ccualquicr lugar de la misma, a partir de la cual se pueden determinar de Ia forma mas precisa su esencia y sus limites, (Sobre la religion, 1799, Segundo discurso.) 6, (Religién natural y religiones positivas] Sino queréis tener de la religin s6lo un concepto general, y seria cict- tamente indigno que os quisierais dar por satisfechos con un conoci- ‘iento tan imperfecto; si queréis tambien comprenderla en su realidad Yen sus manifestaciones; si queréis considerar estas mismas manifesta- ‘iones con espirita religioso como una obra del mundo que se prosigue hasta lo infinito: entonces debéis desechar el deseo vano e initil de que “no haya mas que una religion, entonces debéis rechazar vuestra ce} nancia contra su pluralidad y con un espiritu tan libre de pre como sea posible, abordar todas aquellas formas religiosas que se han ‘desarrollado ya a traves de figuras mudables y durante el curso de la hhumanidad, también en este caso de cardcter progresivo, a partic del ‘eno eternamente rico del Universo. 260 261 ARSENIO GINZO FERNANDEZ SCHLEIERMACHER: (A AUTONOMIA € INMEDIATEZ DE LA RELIGION do con esto. Por el contrario, mi principio es por tanto éste: yo soy con el entendimiento un filésofo; pues ésta es la actividad independiente y originaria del entendis con el sentimiento soy una persona totalmente piadosa y, por cierto, en cuanto tal, un cristiano, y me he despojado totalmente del paganismo 0, més bien, nunca lo he tenido en ini, Pero, como sabemos todos, usted es también con el entendimiento un fildsofo y, a diferencia de todos los que creen que deben hacerse catélicos, esté firmemente decidido a continuar siempre filosofando, y a este respecto estamos ya totalmente de acuerdo; pues yo tampoco quie- to dejarme arrebatar jamds el seguir filosofando. Si usted dice, por tanto, que es a la vez con el entendimiento un pagano, esto no puede ignificar sino que su entendimiento filosofante no puede asumir con su losofia a la vez aquello que él debe traducir a partir de su sentimiento ‘ristiano. Pero ciertamente, si usted tuviera un sentimiento religioso Pagano, él tampoco podria asumir lo que tendria que traducit a partir de éste,y usted llama pagana a esta negativa, porque su entendimiento no quiere ir més alld de la naturaleza- El mio tampoco quiere ir mis allé; s6lo que dado que tampoco quiero en modo alguno sumirme en ninguna contradiecién, he tomado la resolucién de no dejarme mostrar or nadie dénde finaliza la naturaleza. (Carta a Jacobi del 30 de marzo de 1818.) 9, {Religién y dependencia absoluta] Llamais religiones positivas a estas manifestaciones religiosas detet- minadas, existentes, y, bajo esta denominacién, ellas han sido ya, desde hace tiempo, objeto de un odio del todo pat pesar de coda aversion hacia la religiGn en general siempre habéis rado mds ficilmente esta otra ligion natural, hhabcis hablado de ella con estima. Yo no vacilo en permitiros inmedi tamente que echéis una mirada a mis convicciones intimas a este respec- to, en la medida en que por mi parte protesto clamorosamente contra esta preferencia y la declaro, por lo que se refiere a todos aquellos que pretenden en general tener religién y amarla, como la més burda incon- secuencia y como la autorrefutacion mas manifiesta. (Sobre la religior, 1799, Quinto discurso. 7. [Dios, religién y filosofial quel antropomorfismo impera por completo también en las Escrituras, en los sermones de Jestis, en el cristianismo; pero si también aquel concepto metafisico de personalidad ha estado unido desde siempre con el mismo, podria ser una cuestién completamente distinca. El concepto de Dios que se suele compartir actualmente esta compuesto del atributo de la extramundaneidad, del de la personalidad y del de la infinitud, y es destruido tan pronto como falta uno de éstos. 2Habran sido éstos elaborados ya entonces? Y si se ha llamado cristianos a muchos que rechazaron la infinitud de Dios, ano se podria ser tambien cristiano si s¢ rechazara en su filosofia uno de los otros dos? ‘Mi fin iltimo ha sido exponer y fundamentar, en el actual tor no de opiniones filos6ficas, la independencia de {a religién respect toda metafisica. (Carta a F. 5. G. Sack, 1801.) 3.Lapiedad, que constituye la base de todas las comunidades eclesiast- 4s, no es, considerada puramente de por si, ni un saber ni un obrar, sino una determinabilidad del sentimiento o de la autoconciencia inme: data. 4. El elemento comiin de todas las manifestaciones, por diversas que at, de la piedad, mediante el que éstas se diferencian a la vez de todos, los otros sentimientos, la esencia, por tanto, igual a si misma de la edad, es ésta, que seamos conscientes de nosotros mismos como abso- stamente dependientes, o bien, lo que quiere decir lo mismo, como stando en relacién con Dios, 4.4° Pero si en nuestra proposicién se equipara la dependencia soluta y la relacién con Dias, esto se ha de entender de forma que ecisamente este De Donde, coafirmado en esta autoconciencia, de stra existencia receptora y autoactiva, ha de ser manifestado iante la expresin Dios, y esto constituye para nosotros el verdade- significado originario del mismo. Aqui solo se ha de recordar ei mer lugar, de lo dicho anteriormente, que este De Dénde no es el indo en el sentido del conjunto del ser temporal, y todavia menos iquier parte especifica del mismo. Pues el sentimiento de libertad, an cuando sca limitado, que nosotros poseemos en relacién €0 f como partes constitutivas complementarias del mismo, en parte ‘cuanto estamos continuamente en vias de actuar sobre todas sus par~ 8. [Schleiermacher y Jacobi] Usted me aludia en su carta a Reinhold, y en ella encuentro planteada la ueja —que también se halla presente en todos sus escritos— en un par de Simpies fSrmelas, alas que también yo me atengo, com gusto, para hacerle a partir de las mismas una primera exposicién, igualment simple, de lo que me diferencia de usted. Usted es con el enteni un pagano, con el sentimiento un cristiano. Mi dialéctica replica por e : pagano y cristiano se oponen entre si, en cuanto tales, en mismo Ambito, a saber, en el de la religidn. ¢Tienen sobre éste el enter dimiento y el sentimiento pretensiones tan iguales que se puedan escin ir de las formas mas opuestas? La religiosidad es el trasunto del sent miento. Lo que en contraste con ello denominamos religion, peto at ‘en mayor o menor medida es siempre Dogmatica, no es sino la tradue Gin, surgida a través de la reflexin, del entendimiento sobre el sent miento. Si yuestro sentimiento es cristiano, gpuede entonces vuesttO entendimiento hacer una traduccién pagana? No puedo estar de acuer 262 263 [ARSENIO GINZO FERNANDEZ tes, sélo permiten un sentimiento limitado de dependencia, y excluyen el absoluto, De una forma més inmediata se ha de observar que nuestra proposicién quiere oponerse a la opinidn de acuerdo con la cual este sentimiento de dependencia mismo estuviera condicionado por algiin saber previo sobre Dios. Y esto puede resultar tanto mas necesario cuanto que muchos, que se consideran seguros de un concepto origina~ rio de Dios plenamente comprendido, es decir, independiente de todo sentimiento, en esta autoconciencia superior, que puede hallarse bastan~ te proxima a un sentimiento absoluto de libertad, rechazan lejos de si precisamente el sentimiento, que constituye para nosotros la forma fundamental de toda piedad, como algo casi infrahumano. (La fe cris- tiara, segunda edicién.) 264 KIERKEGAARD: LA DIFICULTAD DEL CRISTIANISMO_ José Maria Valverde “Me atrevo a escribir estas paginas sobre Soren Kierkegaard («Severo Camposanto») (1813-1855) porque me dicen que no se le incluye en ‘ta obra precisamente como «fildsofo de la religidn», sino, mas amplia- mente, como «pensador religioso». Sin embargo, no lo hago tranquilo, ante todo, porque tengo presentes los sarcasmos —y aun maldiciones— el gran danés contra sus futuros expositores —que no tuvo hasta mucho después de su mucrte—: Los profesores todavia sacarén algo de provecho de mi te, quizdafadiendo: Lo singular de esto esque nos te (Diario XI, A 136, sin fecha, 1854), Esa prevencién, aparte de su fondo cristiano, al que volveremos, tun aspecto de orden estlistico: el temor a un malentendido como que se produce cuando se expone en prosa lo dicho por un poeta en 60. Kierkegaard dice que sus autores «scudénimos» no desean set sionados, «porque lo abstracto quita el aspecto de mayor impor- ia y transforma falsamente el libro en tratado adoctrinador» ostscriptum...Un esfuerzo contemporiineo). Peto es la propia indole de la fe cristiana la que determina el equi- que se sucle producir al referirse a ella «intelectualmente>, esto es, predicandola y eludiendo el dilema —aut/aut— entre aceptarla de © rechazarla como locura 0 escéndalo, segiin sea uno «griego» 0 lio», intelectual o fariseo. as ota, igo

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