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Yoko Syuegi Chel a 2o2r, Bogets , Roget Pevee, LA CRISIS DE LA VERDAD fecha reciente muestra con toda facilidad Ia arqueo~ logia de nuestro pensamiento. ¥ quiz4 también su | proximo fin [...],entonces podria apostarse a que el hombre se borraria, como en los limites del mar un rostro de arena».¥! Ese mar, cuyas olas borran el rostro en la arena, es ahora un inacabable mar de datos. EL hombre se diluye en él; en un triste regis~ ‘tro de datos. Un nuevo nibilismo se extiende en nuestros dias. No se debe a que las ereencias religiosas o los va~ lores tradicionales estén perdiendo su validez. Ya hemos superado ese nibilismo de los valores que Nietzsche anuncié con expresiones como «Dios ‘ha muerto» o la «transvaloracién de todos los va- ores», El nuevo nihilismo es un fenémeno del si- glo xxi. Es fruto de las distorsiones patolégicas dela sociedad de la informacién, Se alza cuando perde- ‘mos la fe en la propia verdad. En la era de las fake news, 1a desinformacién y Ia teorfa de la conspira~ . No micnte en nom= bre de la verdad. Sus hechos alternativos no se con= densan en un relato, un relato ideologico. Les falta ‘continuidad y coherencia narrativas. La politica de _fake news de Trump solo es posible en un régimen informativo desidealagizado Hannah Arendt estaba todavia conveneida de que los hechos, a pesar de su indole frigil, son cobstinados», de que tienen una «[extrafa] resis- tencian, «resultado de algtin desarrollo necesario «que los hombres no pueden evitar —y por tanto no ‘pueden hacer nada con respecto a ellos—».”” La ‘obstinacién y a resistencia de los hechos son ahora cosa del pasado. Elorden digital suprime generalmente la firme a de lo fictico, inckuso la firmeza del ser, al totali~ ‘ar la productibilidad. En la productibilidad total no hay nada que no pueda evitarse. EI mundo digi~ talizado, es decir, informatizado, es todo menos “obstinado y resistente. Mis bien se deja moldear y manipular a voluntad. La digitalidad es diametral- mente opuesta ala factcidad. a digitalizaci6n debi- Jita la conciencia de los hechos y de la faeticidad, jneluso la conciencia de la propia realidad. La fofal _productiblidad es también a esencia de la fotogra- fia digital. La fotografia anal6gica certifica al es- pectador el ser de lo que realmente existe. Da testi- monio de la facticidad del «Esto ha sido».*? Nos muestra lo que realmente existe. B1 «Esto ha sido» 0 el «Esto es ahora» es la verdad de {a fotografia, La fotografia digital destruye la facticidad como verdad. ‘Produce na nueva realidad que no existe al eliminar ta realidad como referente. La informacién por s{ sola no explica el mundo. ‘A partir de un punto critico, incluso oscurece el ‘mundo, Recibimos la informacién con la sospecha de que su contenido podria ser diferente. La infor- macién se acompafa de una desconfianza basica. (Cuantas mas informaciones distintas recibimos, mayor es la desconfianza. En la sociedad de Ia in~ formacién perdemos esta confianza bisica. Es una sociedad dela desconfianza. La sociedad de la informacién refuerza la expe- riencia de la contingencia. La informacién carece de la firmeza del ser: «Su cosmologia no es una cos- mologia del ser, sino de la contingencia».* La in- formacién es un concepto con dos caras. Una cabe- za de Jano, Como antiguamente lo sagrado, tiene «aun lado benéfico y otro aterrador». Conduce a ‘una «comunicacién paradéjica», porque ereprodu- ce la seguridad y la inseguridad». La informacién crea una ambigiedad estructural basica. Como se~ fala Luhmann, «el patron basico de ambivalencia adopta nuevas formas de un momento a otro, pero Ia ambivalencia sigue siendo la misma. ZEs acaso esto lo que se entiende por “sociedad de la infor- maci6n?”>.5 La informacién es aditiva y acumulativa. La verdad, en cambio, es narratioa y exclusiva. Exis- ten ctimulos de informacién o basura informativa. Laverdad,en cambio,no forma ningtin cémulo. La verdad no es frecuente. En muchos sentidos se opone ala informacién. Elimina la contingencia y Ja ambivalencia. Elevada a la categoria de relato, proporciona sentido y orientacién. La sociedad de 1a informacién, en cambio, esté vacia de sentido. Solo el acto es éransparente. Foy estamos bien in= _formades, pero desorientados. La informacién no tiene capacidad orientativa. Incluso una comproba~ ci6n en toda regla de los hechos no puede estable- cer la verdad, ya que es algo mas que la correccién 6 exactitud de una informacién. La verdad es, en. ‘tia instancia, una promesa, como se expresa en las palabras biblicas: «Yo soy el camino, la verdad ylavidar. Incluso la verdad discursiva en el sentido de Ha- ‘bermas tiene una dimensién teleolégica. Es la «pro- mesa de aleanzar un consenso razonable en lo que se dice>.! Como el «discurrir de la argumenta- cin» que es, el discurso decide sobre el contenido de verdad de las afirmaciones. La idea de la verdad. se funda en que la pretensiGn de validez de las afir- maciones sea discursivamente admisible. Es decir, las afirmaciones deben resistir frente a posibles con- ‘traargumentos y encontrar el asentimiento de todos ‘os posibles participantes en el discurso. La verdad discursiva como entendimiento y consenso garanti~ zalacohesi6n social. Estabiliza la sociedad al elimi- nara contingencia y la ambivalencia. 1La crisis de la verdad es siempre una crisis de la sociedad. Sin la verdad, la sociedad se desintegra internamente:Entonces se mantiene unida solo por relaciones econémicas externas ¢ instrumentales. Las evaluaciones mutuas, por ejemplo, que se prac- ‘ican hoy en todas partes, destruyen las relaciones, humanas al someterlas a una absoluta comercializa- ‘ién, Todos los valores humanos se han vuelto en la actualidad econémicos y comerciales. La sociedad y Ja cultura se estin mercantilizando, La mercancfa sustituye a la verdad. ‘Lainformacién los datos por si solos no ilunsi- nan el mundo, Su esencia es la transparencia. La Juz.y la oscuridad no son propiedades de la informa- cin, Se dan, como ef bien y el mal, ola verdad y la mentira,en el espacio narrative. La verdad en sen ‘ido enfitico tiene un carfcter narrativo. De ahi ‘que,en la sociedad de la informacién desnarrativi- ada, pierda radicalmente su significado. El fin de los grandes relatos, que da paso ala posmodernidad, se consuma en Ia sociedad de la in- formacién. Las narraciones se desintegran y acaban en informaciones. Laiinformacién es lo contrario de Ja narracién. El big data se opone al gran relato. No narra nada. «Digital» significa en francés numéri- que. Lo numérico y lo narrativo, lo contable y lo natrable, pertenecen a dos érdenes del todo dife~ rentes. Las teorias de la conspiracién prosperan espe- cialmente en situaciones de crisis. Hoy no solo existe una crisis econémica y pandémica, sino tam- bién una crisis narvativa. Los relatos crean sentido cidentidad. Por eso, la crisis narrativa conduce aun vacio de sentido, a una crisis de identidad ya una falta de orientacién. Las teorias de la conspiracién como microrrelatos proporcionan aguf un remedio. Se asumen como recursos de identidad y significado, Por eso se extienden sobre todo en el campo de la derecha, donde la necesidad de identidad es muy pronunciada, Las teorias de Ia conspiracién resisten a la veri~ ficacién por los hechos porque son narraciones que, a pesar de su cardcter ficticio, fundamentan Ia percepeién de la realidad. Por tanto, son una narracién de hechos. En ellas, la fiecionalidad se convierte en facticidad. Lo decisivo no es la facti- cidad, la verdad de los hechos, sino la coherencia narrativa que la hace cresble, Dentro de una teorfa de la conspiracién, que es un relato, la contingencia desaparece. Los relatos de la conspiracién suprimen la contingencia y la complejidad, que son especial- mente agobiantes en una situacién de crisis. En la ctisis pandémica, ls meras cifras, como el «niimero de casos» ola cincidencia»,acrecientan la incertidum= bre porque no éxplican nada, Fl mero recuento des- pierta la necesidad de narraciones. De ahi que la ‘crisis pandémica sea un caldo de cultivo para las teo- rias conspirativas. Con su explicacién total 0 su mentira total, suprimen de golpe la agobiante incer~ tidumbre yla inseguridad. La democracia no es compatible con el nuevo nihilismo. Presupone un discurso de la verdad. Sin ‘embargo, la infocracia puede prescindir de la ver- dad, En su tltima conferencia, que pronuncié poco antes de morir, Foucault hablé del acoraje de decir Ja verdad» (parresta) como si previera la préxima crisis de la verdad, en la que perderiamos la volun tad de verdad, La everdadera democracia» se guta (Foucault se refiere al historiador griego Polibio) por dos principios ta isegortay la parresta. La isego- riase funda en el derecho que tiene todo ciudadano stexpresarse libremente. La parresta, decir la verdad, presupone la isegorfa, pero va mis allé del derecho constitucional a tomar la palabra. Permite a algunos individuos «{al dirigirse a los otros,] decitles lo que piensan, lo que consideran cierto, lo que estiman verdaderamente cierto»."? La parresta obliga a las personas que actiian politicamente a decir lo que es verdad, a preocuparse por la comunidad, utilizando cldiscurso racional, el discurso de verdad>.” Quiie- nes se manifiestan con valentia, a pesar de todos los riesgos que ello comporta, esti ejerciendo la parre- sia. La parresta crea comunidad. Es esencial para la democracia. Decir la verdad es un acto genuina- mente politico, La democracia esté viva mientras se cjerce la parresta: «En primer lugar, creo que hay que tener presente que esa parresia [...] est ante todo profundamente ligada a la democracia. Y po- demos decir que hay una especie de circularidad entre democracia y parresia [..]-Para gue haya de~ ‘mocracia,es preciso que haya parresia, Pero a la in- versa, [...] Ia parresia es uno de los rasgoé caracte- risticos de la democracia. Es una de sus dimensiones internas»2! La parres‘a como valor para decir la verdad, la «parresta valerosa» es la accién politica por ‘excelencia. A la verdadera democracia le es inherente algo heraice. Requiere de aquellas personas que se atreven a decir la verdad, a pesar del riesgo que ello supone. La llamada «libertad de expresin»,en cam- bio, solo concierne a la isegorfa. Solo la libertad de decir la verdad crea una verdadera democracia. Sin ella, a democracia se aproxima ala infocracia. La politica es también un juego de poder. La palabra dynasteia designa el ejercicio del poder, el «juego mediante el cual el poder se ejerce efectiva- ‘mente en una democraciay.2? Sin embargo, en Ia democracia la dynasteia no es ciega.No es un fin en si mismo, El juego del poder debe mantenerse en el marco de la parvesta. Esta lo limita y lo abriga. Cuando el juego del poder cobra vida propia, la democracia esté en peligro. Donald Trump, por «ejemplo, encarna el poder politico que ha perdido toda relacién con la parresfa. Como oportunista, esté orientado tnicamente a conseguir el poder. Las fake news se utilizan como un medio para con- seguir poder. Hoy la parresta degenera en una libertad conce- dida a todo el mundo para decir cualquier cosa; de hecho, cualquier cosa que a uno le guste o que le beneficie, Se hacen sin el menor escripulo afirma- ciones que ni siquiera guardan relacién con los he- hos. La critica de Platén a la democracia se dirige precisamente a esta forma de parresta. Segan Pla- t6n, Ia democracia acaba produciendo wna «ciu- dad Ilena de libertad y hablar franco (eleutheria y ‘parresid)», una «ciudad abigarrada y variopinta», ‘una «ciudad sin unidad en la cual cada uno da su. copinidn, sigue sus propias decisiones yse gobierna como quiere».2 La democracia actual se encuen- tra en esta situacién. Todo se puede afirmar sin ‘mis. Ello pone en peligro la unidad de la propia sociedad. Alla parresia entendida como libertad peligrosa de decir cualquier cosa, Platén opone Ia parresta buena yvalerosa. El parresiasta se diferencia de to- dos aquellos oradores y politicos que, como popu- listas, buscan halagar al pueblo, Decir la verdad no, esti exento de peligro. Sécrates, en particular, en- camaba la parresfa valerosa. En su discurso tinica~ mente le preecupaba la verdad. Decis Ia verdad era su misién, dela que nunca se aparté hasta la muer- te. ‘sto concordaba con su existencia como filé- sofo, Asumia el riesgo de morir. Foucault subraya cenfiticamente el papel de Sécrates como parresias- ta: eTenemos aqui un ejemplo que prueba a las cla- ras que, en democracia, uno se arriesga a morir si «quiere decir la verdad en favor de la justicia y la ley. [...] Es cierto que la parresta es peligrosa, pero también es cierto que Sécrates tuvo el coraje de afrontar sus riesgose.2* La filosofia se despide hoy de la verdad, de la preecupacién por la verdad. Cuando Foucault des- cribe Ia filosofia como «una especie de periodismo radicals y se ve a si mismo como «periodista», la compromete,y se compromete él, a decir la verdad. Lafilesofia es una forma de decir la verdad. 0s fil6- sofos, segiin Foucault, se ocupan ineludiblemente del choy. Bjercen la parresta en relacién con lo que oy acontece. Cuiando Hegel considera que Ia tarea dela flosofia es captar su época en conceptos, se ve 4 s{ mismo como un periodista. La preocupacién por el presente como preocupacién por la verdad lo cs, en ltima instancia, por el futuro: «Creo que somos nosotros [los filésofos] los que hacemos el. futuro. El futuro es la forma en que respondemos a Jo que est sucediendo,es la forma en que hacemos ‘un movimiento consistente en convertir a duda en verdads.% La filosofia actual carece por completo de referencias a la verdad. Se aparta de la actuali- dad. Por eso es también una filosofia sin futuro. Platén representa el régimen dela verdad.En su alegoria de Ia caverna, uno de los prisioneros es conducido fuera de esta iltima. El hombre libera~ dove la luz de la verdad en el exterior y vuelve ala cueva para convencer a los demés prisioneros de Javerdadera realidad. Aparece como un parresias- ta,como un filésofo. Los prisioneros,sin embargo, no le creen y tratan de matarlo. La alegoria de la caverna concluye con estas palabras: «{Y si inten- tase desatarlos y conducislos hacia la luz,] zn lo ‘matarfan, si pudieran tenerlo en sus manos y ma- tarlo®»2” Hoy vivimos presos en una caverna digital, aun~ que creamos que estamos en libertad. Nos encon- tramos encadenados a la pantalla digital. Los pri- sioneros de a caverna platénica se hallan intoxicados por imagenes narrativas miticas. La caverna digital, en cambio, nos mantiene atrapados en Ia informa~ ci6n, La luz de la verdad se apaga por completo. No ccxiste un exterior de la caverna de la informacién. Un fiserte ruido de informacién difamina los contor~ nos del ser.La verdad no baceruido, La verdad posee una temporalidad muy dife- rente de la de la informacién, Mientras que esta tiene una actualidad muy exigua, la duracién carac~ teriza ala verdad. Por eso estabiliza la vida. Han- nah Arendt subraya explicitamente el significado existencial de la verdad. La verdad nos proporcio- na un soséén. Es «el espacio en el que estamos y el, ciclo que se extiende sobre nuestras cabezas». La tierra yel cielo pertenecen al orden terreno, que en. In actualidad va siendo sustituido por el orden di- gital. Hannah Arendt habita todavia el orden terreno, Para Arendt, la verdad posee la firmeza del ser. En el orden digital, la verdad deja paso a la _Futgacidad dela informacién. Hoy vamos a tener que conformarnos con Ia informacién. Es evidente que la cpoca de la verdad ha terminado. El régimen de la informacién esta desplazando al régimen de laverdad. En el Estado totalitario consteuido sobre una ‘mentira total, deci la verdad es un acto revoluciona- rio, El coraje de decir la verdad distingue al parresias- ta, Sin embargo, en la sociedad de la informacion posfactual el pathas de la verdad no va a ninguna parte. Se pierde en el raido de la informacién, La verdad se desintegra en polvo informativo arrastra~ do por el viento digital. La verdad habrd sido un episodio breve. NOTAS EL REGIMEN DE LA INFORMACION 1. Michel Foucaul, Uerwachen und Strafen. Die Ge- burt des Gefingnisses, Frankfurt, Suhtkamp, 1977, p-173,[Traduccign extrafda de: Michel Foucault, Vigilar y cstigan. Nacimiento de a prisiin, México, Siglo XI, 2005, p.139, trad. de Aurelio Garesn del Camino}. 2 Wisp. 17Ay s.[Ubid,p. 140], 3. Tbid, p.304, id. 240) 4 Michel Foucault, «196, Die Geburt der Sozial- mediziny, en Scbriften in vier Banden. Dits et Eovts, ol. TIL, 1976-1979, Frankfurt, ubrkamp, 2003, pp. 272-2975 aqui, p. 275. (Traduecién exteafda de: Michel Foucault, «Nacimiento de la rmedicina social», Exrategias de poder. Obras exen= ciales,vol. III, Barcelona, Puid6s, 1999, pp. 363- ‘hucha por 1m futuro bumano frente alas nuevas fronte- ras del poder, Bascelona, Paids, 2020, trad. de Albi- no Santos} 13 Michel Foucault, Die Ordnung der Dinge. Eine Ar- chiologie der Humanwissenschaften, Frankurt, 1974, p- 462. [Traduccién extrafda de: Michel Foucault, Las palabras las cosas. Una argueologia de las cencias Bumanas, Buenos Aires, Siglo XXI, 1968, p. 375, ‘trad. de Elsa Cecilia Frost]. LACRISIS DE LA VERDAD 1 Friedrich Nietzsche, Nachgelasiene Fragmente 1869-1874, Keitische Studienausgabe, Giorgio Colli y Mazzino Montinari, eds., Berlin, Nueva York, DIV-de Gruyter 1980, vol.7,p.492.[Traduc- ‘in extraida de: Friedrich Nietesche: Fragmentos ‘postumes (1869-1874), vol. 1, 19 [230], Madrid, ‘Tecnos, 2010 (2.* ed. corregida y aumentada), p. 394, trad. de Luis Enrique de Santiago Guer~ vos]. 2 Harry G. Frankfurt, Bulsbit, Frankfurt, Subrkamp, 2006, p.70y . [Hay trad. cast: On Bullsbit. Sobre la ‘manipulacin dela verdad, Barcelona, Puid6s, 2006, ‘rad. de Miguel Candel} 3 H.Arendt, «Wahrheit und Politike....p.339. (hid, p.250], 4H, Arendt, Blemente und Urpriinge totaler Herr schapt.,p.909 5. 5 Adolf Hitler, Mein Kampf, Munich, Franz Eher, 1943, p.126. bie p. 296 Did, p. 126 Tid, p.253, George Orwell, 1984, Frankfurt, Fischer, 1984, 1.39. [Trad.extraida de: George Orwell, 2984, Bar- celona, Destino, 1993, p. 1, trad. de Rafael Viequez Zamors también en George Orwell, 194, Barcelons, Debokilo, 2013, trad ce Miguel Temprano Garcia) 10 Ibid, p. 52. [Tbid.,p.49] 1 Tid,p.9. id,p- 11]. 12 H Arendt,

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