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Separados y desiguales Educacién y clases sociales en Colombia Mauricio Garcia Villegas Jose Rafael Espinosa Restrepo Felipe Jiménez Angel Juan David Parra Heredia Coleccion Dejusticia renotraiis SB Dejusticia Garcia Villegas, Mauricio, Jose Rafael Espinosa Restrepo, Felipe Jiménez Angel, Juan David Parra Heredia Separados y desiguales. Educacién y clases sociales en Colom Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad, Dejusticia, 116 p; 15 x 24 em (Coleccién Dejusticia) ISBN 978-958-58228-9-4 versiGn digital 978-958-58309-0-5 versiGn impresa 1. Educacién - Colombia. 2. Desigualdad. 3. Clases sociales. 4. Sogregacién. 5. Discriminacién. 6. Separados y desiguales. 7. Calidad - Colombia. ‘al apoyo del Reino de los Paises Bajos. ia, Bogots: 2013, Este trabajo se desarrollé gracias, ISBN 978-958-56309.0-5 Preparacién editorial ‘Marta Rojas Revision de textos ‘Maria José Diaz Granados Cubierta Alejandro Ospina Impresion Ediciones Antropos Ltda. ~ Primera edicion Bogota, D.C, noviembre de 2013 Primera reimpresion Marzo de 2018 Este texto puede ser descargado gratuitamente en http://www.dejusticia org Dejusticia, 2013 Carrera 24 N? 34-61, Bogota D. C. ‘Teléfono: 608 3605 www.dejusticia.org Agradecimientos La investigacién contenida en este libro se hizo con el apo- yo del Reino de los Paises Bajos, al que expresamos nuestro agradecimiento. También quisiéramos agradecer a la Funda- cién Ford, cuyo apoyo general a Dejusticia hizo posible esta investigacién. De otra parte, tenemos una deuda de gratitud con nuestros amigos y colegas de Dejusticia. En particular con Rodrigo Uprimny Yepes, su director, quien nos procuré un soporte intelectual y logistico invaluable en este proyecto, y con Vivian Newman, Carolina Reyes, Elvia Séenz, Ady Ruiz, Lebis Pacheco, Néstor Benavides, Juan Carlos Torres, Yaneth Vargas, Katherine Castro, William Morales, Lucia Albarracin, Alexander Rojas y Carlos Andrés Gonzalez, quienes nos pres- taron un inmenso apoyo logistico y administrativo, Fueron muchas las personas que participaron en la discu~ sién y el andlisis de los capitulos de este libro. Agradecemos especialmente a nuestros amigos en Dejusticia, César Rodri- gue7, Diana Rodriguez, Sebastién Villamizar, Carlos Baquero, Ana Manuela Gonzélez, Tatiana Andia, Paula Rangel, Natha. lia Sandoval, Celeste Kauffman, Laura Lyons, Laura Gutiérrez y Sebastian Lalinde por sus comentarios, ideas y sugerencias sobre los textos, También agradecemos a Maria Isabel Patino y a Carolina Useche, del Instituto Colombiano para la Evalua- cién de la Educacién (Icfes), quienes no solo discutieron este libro con nosotros sino que nos proporcionaron la informacién estadistica sin la cual esta investigacin no habria sido posi- ble. Jorge Gallego y Nicolés Salamanca nos brindaron valiosos Capitulo 1 El papel social de la educacién Sobre el papel social de la educacion hay dos vi- siones. La primera, de corte liberal, sostiene que la escuela fa- vorece la igualdad de oportunidades y con ella la movilidad social. Todos tenemos en mente algtin caso que encaja bien en esta teoria: el hijo de una persona que trabaja en el servi- cio doméstico que entra a la universidad y monta un negocio préspero o el hijo del campesino que cursa bachillerato en un buen colegio, sigue una carrera técnica y luego abre un taller de mecanica exitoso. Segiin esta visin, que los economistas llaman “enfoque del capital humano”, la educacién forma parte de un conjunto de factores sociales que permiten a las personas ser auténomas y productivas en la sociedad (Becker, 1993; Mincer, 1974). La segunda visién del sistema educativo estima, sin embargo, que estos casos son excepcionales y que la escuela favorece sobre todo el desempefio de los hijos de los ricos y castiga el trabajo de los hijos de las clases menos favo- recidas, lo cual sirve para reforzar y reproducir, con la fuerza simbélica de los diplomas, las jerarquias sociales. Vistas en términos abstractos, cada una de estas teorias tiene su parte de verdad y de mentira. Por eso es necesario hacer andlisis especificos, empiricos. El contexto y el momen- to histérico son determinantes a la hora de saber si el sistema educativo contribuye mas Jo uno que a lo otro, es decir mas a la movilidad que a la reproduccién social 0 viceversa. La situacién varia no solo de pais a pais, sino que en un mismo pais esta puede cambiar de una época a otra. No es lo mismo en los Estados Unidos durante los afios sesenta, cuando habia El papel social dela educaciin Villeges,fse egos, Jose Refael Espinosa R, Felipe mene Ange, Juan David Para Heed Mauricio Gorefa: que en los Estados Unidos hoy en dia. Tampoco es lo mismo en el norte de Italia, en don- de existe un capital social importante, que en el sur de Italia, en donde la desigualdad y la falta de desarrollo son fuertes (Putnam, 1993). Dicho esto, hay que reconocer que hoy en dia casi todos os estudios de sociologia de la educacién muestran una cierta desempefio de los estudiantes en el siste- 2 A los hijos un enorme progreso econémico, correlacién entre el ma educativo y el origen social de los alumnos.’ de familias ricas les va sistemiticamente mejor en los que a los nifios de familias pobres. Como dicen Bourdieu y Passeron en La reproduccién (2001), una caracteristica funcional del sistema educative consiste en la eliminacién diferenciada de los alumnos segtin su origen social. Por lo menos dos razo- colegios nes explican esto. En primer lugar, hay una correlacién muy fuerte entre as- piraciones subjetivas y oportunidades objetivas. La ambicion de los estudiantes en relacién con la educacién esta en buena parte determinada por los padres y por el ambiente familiar. En segundo lugar, el sistema educativo evaliia el desempefio escolar con base en pardmetros para los cuales los hijos de la clase burguesa o alta estén mejor preparados. El sistema mis- mo est disefiado de tal manera que los estudiantes con mayor capital social (posicién social, conexiones sociales, presencia personal, habilidades de lenguaje, etc.) tienen éxito mas fé- cilmente que los de las clases menos favorecidas. La herencia familiar predispone el éxito educativo.? Los hijos de los pro- fesionales reciben de sus padres un capital cultural (lenguaje, actitud, capital cultural, visién del mundo) que los predispone para tener éxito en la escuela. 1 Alvespecto, ver, por ejemplo, Boudon (1978), Goux y Maurin (1997) y Passeron (1982), 2 Hi sistema univeritro francs, explica Bourdieu, privilegia In abstracedn, el formalism, el intelectuaismo Ia moderacion eu. feniatica, que son fodas ella cualidades propias del capital socal Durguée' frente aia cules ls clases menos favoreidas tienen dif cultades para desempefiarse con éxito, {Los valores que la escuela vehicula, que exige de sus profesors yde ‘sus alurnnos, los métodos pedagégicos que la caracterizan, los cri- terios de seleccién y de evaluacién que emplea[...], favorecen a los iis favorecidos y desfavorecen a los mis desfavorecidos. (Bourdieu, 2002, p. 57) El sistema escolar legitima los privilegios culturales de las clases altas. El privilegio de los estudiantes de élite consiste en que su cultura esté muy préxima a la cultura que el siste- ma educativo ensefia, evalita y premia; alli, en ese sistema, se confunden “los valores de éxito social con los de prestigio cul- tural” (Bourdieu y Passeron, 2003, p. 39). En materia de éxito ‘educativo, el privilegio se transforma en mérito. Al desconocer las desigualdades sociales, estas se identifican como naturales (© de origen) y el privilegio cultural como talento individual. Ademés, el peso de la herencia cultural y social se refuerza cuando los menos favorecidos asumen su desventaja como su propio destino. Asi pues, “No basta con constatar que la cul- tura educacional es una cultura de clase, pero actuar como si no lo fuera es hacer todo para que se quede asi” (Bourdieu y Passeron, 2003, p. 110). Asi las cosas, el aprendizaje es para unos una conquista, mientras que para otros es una herencia Todo esto significa que la democracia escolar supone la democracia social. Por eso sociedades relativamente igualita- rias disponen, por lo general, de sistemas educativos capaces de impulsar la movilidad social,’ mientras que, por lo general, 3,5 comparamos los porcentajes de patcipacin del sector pri- vado en el total dela mutrcua educative pare basen pinay ke diferentes paises del mundo, encontrantas que ea ot entry Unesco (2005), er Colombia la proporcion de hatrcula peters de 17%, mienisas que en prises como Finlandia anda © onan era tan slo del 1%. Tambien esin pices come Neng eae on una maticla privada en primaria que solo lege of enna, respectivamente,Incuso Eatados Unidos presenta oar peo de 11%, menor que a de Colombia en 6 puntos, Adama aera oe onocdo que Japon (que para la Unesco here kde 9, durante muchosstoe hate Y calidad acadmien, con tna educa Bor estado Algo sinc sucede oe fet epén ia grantmayori delos ese alas ecuchs pice, reunonds a es asste de forina gratuita Tas clases bjs como la 8 El papel social dela edueacién of r Jiménez Angel, uan David Parra Heredia y legas, Jose Rafal Espinosa R. Fel ‘Mauricio Garcia socie i i dades muy desiguales tienen sistemas educativos que Promueven la reproduccién de las clases sociales. En la misma linea, Giddens (1997) sostiene que la educacién tiende a expresar y reafirmar desigualdades ya existen- tes en mucha mayor medida de lo que contribuye a cambiarlas” (p. 465). En sintonia con esto, Emilio Tenti ha dicho que “la escuela de las sociedades capitalistas enfrenta grandes dificultades para romper los determinismos sociales en materia de distribucién del conocimiento y el saber. (Tenti, 2005, p. 43) Asi pues, incluso en los paises que tienen sociedades rela- tivamente igualitarias (comparadas con las nuestras), los hi- jos de familias de padres de clase alta estén mejor preparados para salir adelante y ello debido a que tienen una herencia cultural que los favorece para obtener los mejores resultados y éxitos académicos. Siesto sucede en paises desarrollados, que tienen una edu- cacin pitblica masiva, pluriclasista y de buena calidad, gqué podremos esperar de la funcién social que cumple el sistema educativo en un pais como Colombia, en donde no solo exis- te una separacién radical de clases sociales sino que, como lo mostramos mas adelante, los pobres reciben una educacién de menor calidad? altas y, ademds, brindando una educacién de alta calidad (Educacién festatal y privada a lo largo del mundo, 1997). Por ultimo, en east todos los paises europeos, al menos el 80% de los fondos destinados a la educacién viene de las arcas del sector piblico; y estos fondos con superiores @ 90% y 95% en paises como Dinamarca, Letonia, Finlan- dia y Noruega. De modo que la financiacién privada de la edueacién es casi imperceptible (Comisién Europea, 2005)

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