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Los inici . CAPITULO III _ Los inicios del “Nuevo Pacto Colonial” y la tendencial conformacién de los Estados oligarquicos Apenas pasada la primera mitad del siglo XIX, en América Latina empezaron a notarse ciertos cambios, los que se hicieron cada vez mis evidentes. Las variables que los condicionaron fueron diversas, pero las mas importantes se situaron en Europa, y en parte, en los Estados Unidos, relacionandose con la economia. Como sabemos, en el viejo continente por entonces venia afian- zandose el capitalismo, el que se hallaba en su fase industrial. Tal de- sarrollo habfa trafdo consigo, desde el punto de vista social, una con- secuencia de la mayor relevancia; a saber, el definitivo desplazamiento de la nobleza por la gran burguesia, Dentro de esta, cada vez mas destacara su sector financiero, cuya influencia crecia al punto que los Estados, siempre escasos de recursos, no podian prescindir de él. El desarrollo de este capitalismo habia venido de la mano de un gigantesco crecimiento de las ciudades y de considerables innova- ciones técnicas. En cuanto a estas ultimas cabe mencionar sobre todo el desarrollo de los ferrocarriles, la navegacion a vapor y el telégrafo, que permitieron aumentar la masa de carga trasladada, dis- minuir drésticamente los tiempos de traslado, y hacer que las comu- 's expeditas. Los efectos que esto tendri ar, partiendo por ble estimulo a la tes se hallaba nicaciones se volvieran ma: en el comercio internacional son faciles de adivin n su cortelativo consideral su gran crecimiento, co desde mucho an' mundializacién de la economia que €n curso, 103 mee eu | Inglaterra llevaba Ia delantera en este proceso, aunque en la me- didn en que avanz6 el siglo le saldrén competidores cada vez mas - 4, Alemania y los EE.UU,, los que tem- eran Franci: exigentes. Tales ser ylos ements se incorporaron a la revolucion industrial. . “Inglaterra, por su parte, intentando mantener su primacia, siguio Hlevando adelante su politica otientada a consolidar y ampliar los mercados de sus productos en todo el planeta, para lo cual conti- nuo utilizando sus instrumentos tradicionales. Esto es, su flota, el control de los mares, y la diplomacia, Como sabemos, la invariable ellos hizo a los mas diversos paises —sobre exigencia que en base a ¢ todo extra europeos— fue que adhirieran al libre comercio, el que dos. No solo de bie- era Ia premisa de la penetracién de sus merca nes, sino también de servicios financieros, entre los que destacan los considerables fondos que invertian los bancos ingleses en bonos de la deuda publica a través de los cuales muchos paises extra europeos se fueron crecientemente endeudando con la City de Londres. Segin viéramos en el capitulo precedente, América Latina, ape- nas independizada, fue abriendo sus mercados a los productos in- gleses. Incluso mas: Londres, de manera sutil, habia reconocido la independencia de sus paises a cambio de la aceptacién que los mismos hicieran del fre trade, Otros paises a los cuales Inglaterra inn nn ee comm co Tari, ap, Chin, ” ny 5 P ak paises africanos indepen- dientes, e incluso con jefes tribales de este continente. Cuando, a tal respecto, no le era posible consegui ssi por medios diplomieos, Inglaterra soli vals de ln eee es caso mis notable fue el de as dos “Guerras del opio” gue le deck. rara a China. La primera se extendi entre 1839 y 1842, vk ce eotre 1856 y 1860. A través de ellas, Inglaterra abrié k : chinosa sus productos, entre los que figuraba el opio, que, ciantes llevaban desde la India —que se encontraba bees. colonial donde lo adquitfan a bajo precio, vendiéndelo precios mucho mas elevados, destruye . la segunda mercados Us Comer- u dominio en Chi indo, de paso, la salud de sa 104 mew | poblacién, El-Tratado de Nanking, que puso termine & la psimers ‘e dichas guerras, estipul6 el libre comercio entre China ¢ Tnglatersay cual debia Ilevarse a cabo a través de cinco puertos. Adicional ente, el tratado establecié la obligacion de los vencidos —China— de pagar alos vencedores 20 millones de ddlares por reparaciones, a lo que se sumaba la enteega a perpetuidad de la ciudad de Hong Kong, Alafio siguiente, las mencionadas ventajas comerciales obtenidas por Ingla- terra en C spliaron significativamente extendiéndose hacia el interior del pais. Entre ambas guerras se produjo la gran rebelion ¢ de Taiping, contra el control britanico (1850-56), ina nacional popul: ¢ tradujo en gigantescos costos humanos. dentro del sefialado marco que se requiere visualizar la si- tuacién que, pasada la mitad del siglo XIX, fue desarrollandose en Latinoamérica. Aqui, como en otras partes del planeta, Inglaterra se esforzaba pot impedir que existieran mercados intetiores protegidos disponibles para la produccién nacional. Pretendia que tales mer- cados“quedaran accesibles al capital comercial inglés, apoyados por su flota y su diplomacia. De esta manera, como hemos sefialado en otra parte, tendria colocacién su gigantesca produccién industrial, asi como también las inversiones de su banca, que daban lugar a la deuda publica latinoamericana. Ih que 1. El fortalecimiento del modelo monoexportador Fue durante la segunda mitad del siglo XIX que termin6é con- solidandose en Latinoamérica el modelo de desarrollo basado en la economia primario exportadora, ¢ importadora de manufacturas ' provenientes de Europa, particularmente de Inglaterra. Se trataba de un modelo de desarrollo que, por tanto, era complementario del capitalismo industrial desarrollado en las metré ry ario del a otra cara del mismo. uaman nen La sefialada consolidacién se tradu; flujos comerciales s si se quiere, JO en que por entonces los ntitativamente mas elevados-en anteriores, tal como lo permitian los hicieron cuantit, comparacion con las décadas Lovaritauy ' s FE.CC. Una de las lativo estancamiento -adujo en que la pro- .s, al menos hasta la i r lo: nuevos medios técnicos: el barco a vapor y j fue la superacion del rel precedentes, lo cual se tr: hicieron creciente: consecuencias de ello econdmico de los afios ducci6n y las exportaciones se crisis mundial de 1873. . , . ; La sefialada alza comercial también se explica en razon del au. erimenté la demanda europea respecto a los produc- | se hizo sentir sobre todo en los paises de la costa de la fie- mento que ex tos latinoamericanos, la cual : del Atlintico, dinamizando sus economias. Los paises pacifica, por su parte, en un comienzo se beneficiaron ; bre del oro desatada durante los cuarenta por el descubrimiento de ese mineral en California, Ello no solo generé una fuerte corriente migratoria en esa direccidn, sino que estimuld también Ja agricul- tura-particularmente triguera— destinada a abastecet la demanda californiana. La economia chilena de la época crecié abasteciendo con trigo a California, e incluso desde Mendoza se hicieron expor- taciones en esa direccién. La navegacion y el comercio del Pacifico entonces se vieron considerablemente vitalizados, estimulando cier- ta prosperidad. Como producto de las tendencias anotadas, se comenzé a veti- ficar un cierto crecimiento de las exportaciones latinoamericanas como lo muestran los siguientes datos: > Evolucion de exportaciones latinoamericanas, 1850-1880! Millones de libras esterlinas "1 * Carmagnani, Marcelo. Estado y sociedad en América lating, Critica (1984). p43 1850-1930. Barcelona: Bditorigy 106 — RRS pros exportados se concentraban en produc- en menor medida, mineros; esto es, en fecs cuyas exportaciones crecieron En todo caso, los ru tos agricolas, ganadetos Ys tipicos bienes primarios. Los P™ chile, Ven) principalmente provenientes de Inglaterra, rela y Pert. mas fueron Argentina, Las importacion también aumentaron, pero MENS que las exportaciones. De alli que 1 se mantuviera con superavit—aun- la balanza comercial de Ia region que decreciente— como, lo muestra el siguiente cuadto: Enolucién de la Balanga comercia? _ eee | Afio Millones de libras | 19850 +45 pod | 1880 +2 Hay que agregar que este desarrollo comercial vino unido a la mejo- tia de la infraestructuta latinoamericana de puertos, FECC,, y telégrafo. El siguiente cuadro proporciona algunos datos sobre estos dos ultimos: Kilémetros de lineas férreas y telégrafos en 1878° | Pais Lineas Férreas | _Telégrafo Argentina 2.200 7.000 Chile 1.500 4,000 Brasil 2.000 7.000 Nueva Granada 100 2.000 Venezuela 100 . México 600 11.000. ee 2 Carmagnani, aa op. cit, p. 43. > Halperin Donghi, Tulio, Historia Comtemponinea de América Lati 1: Alianz Fditorial (1970). p. 223, up ade América Latina, Madrid: Alianza 107 een i a En resumen, entre 1850 y 1880 las economias Iatinoamerica través del modelo monoexportador, se insertaron de mane mente. més s6lida en la economia mundial evolucionando favora ‘as, cuyo Esto, por otra parte, hizo que los ingresos de las CL 10 negocio era precisamente exportar, aumentaran sustanc’ que las estimuld a que favorecieran dicha insercion. 2, La via oligérqnica hacia el capitalismo i i i lelo mono- Como se infiere de lo dicho arriba, el referido mod exportador fue impulsado y gestionado por las oli Carmagnani define a estas como aquel sector social piedad de los recursos productivos, sobre todo la tier que, adicionalmente, asumira el poder del Estado utiliz: favor.‘ Dichas oligarquias hicieron producir sus recursos : de exportar sus frutos y obtener en el mercado externo Jas ganancias pertinentes. Esto trajo consigo consecuencias muy significativas. A saber, su- puso una acentuada sobreexplotacién de los productores directos: campesinos, inquilinos, peones amarrados al trabajo mediante deu- das, braseros asalariados (que pronto iran apareciendo) , esclavos —como en los casos de Brasil y Cuba, que fue donde esta institucion persistiO hasta casi fines de siglo-, y csoles\—como en el Pert, que representaban una forma velada de esclavitud—, Esto significa que has rentas derivadas del crecimiento de las exportaciones no flujan mas in de los estrechos limites de las oligarquias, condicionando el pelidos anaes = eed directos, quienes fueran com- mnizar la produccién y ean 2 vez mas intenso con el fin de maxi- ‘portacion de productos primarios. igarquias locales. que tenia la pro- ‘ra y las minas, y andolo en su con el fin 5 Editorial Grijalbo, 1984, pal J Sociedad en América Latina, 1850-1930. Barcelona; Los coolies ex Fl an , aos sin vem abaiadores chinos llevados al Perd, que debian trabajar durante nueve empleadores, Demeen @ modo de pago del costo del pasaje que le financiaran sus * Después de cumplido ese plazo, quedaban libres. 108 ee ete, A iqueza en manos de las oligarquias ~con- cidn de . ento de la mayorfa— se tradujo en que, La concent trastando con el empobrecimi ; i normalmente, la facrza de trabajo qued6 reducida al nivel de subs situacidn, entonces, dio lugar a la conformacion de grand constituye la prehistoria del capitalismo en mera encia, fortunas, lo que el continente. Hubo otrc la riqueza, siendo uno de las m: to de la concentracién de la propiedad de la tierra, lo cual operd mediante distintos expedientes. Uno de ellos fue la apropiacion de tierras campesinas por patte de los latifundistas, muchas veces con el pretexto de que aquellos carecian de los correspondientes titulos de dominio. Otra modalidad consistié en la exptopiacion de tierras alas comunidades indigenas. En los casos de Argentina y Chile, ello oper mediante sendas guerras que los tespectivos Estados, con sus ejércitos regulares, emprendieran en contra de esos pueblos. Una vez que las comunidades indigenas fueran derrotadas, siendo redu- cidas sus poblaciones a territorios mds pequefios y normalmente de menor fertilidad, el Estado solfa rematar sus tierras, las que por esta via pasaban a los latifundistas. En otros casos los latifundistas compraban, de maneta mas 0 menos fraudulenta, terrenos de las comunidades, fuese a sus poseedores, fuese a sus jefes. Un tercer expediente que dio lugar al refuerzo de la concentra- cién de la propiedad de la tierra fue el remate de aquellas extensio- nes territoriales que, careciendo de moradores, eran consideradas como propiedad fiscal. Tales tierras solfan ser rematadas a muy bajo factores que contribuyeron a la concentracién de importantes el adicional aumen- precio, siendo adjudicadas por los terratenientes, quienes asi vefan aumentada su propiedad. En algunos lugares, como México y Colombia, donde la Iglesia — estrechamente vinculada a los sectores conservadores— era duefia de extensas superficies territoriales, los Estados (en manos de liberales) intentaron que aquella vendiera parte de esas propiedades, las que al procederse asi nuevamente termin aban en manos de unos u otros sectores de terratenientes, 109 mew Ves Asi, a través de distintos procedimientos el latifundio. resulté rrespondiente fortalecimiento de las oligarquias siempre tuvieron en la propiedad de la tierra su jel proceso descrito, la tierra se valorizd ampliado, con el co’ propietarias, las que base mas segura. Dentro d considerablemente. Hay que decir, por ultimo, que el proceso de concentracién de la propiedad de la tierra y de fortalecimiento del latifundio se vio facili- tado por el hecho de que los Estados pronto quedaron en manos de las oligarquias. Dicho con ottas palabras: el latifundio se expandid sin encontrar grandes dificultades debido a que los Estados termi- naron bajo el control de los mismos latifundistas. 3. Aleunos rasgos adicionales del modelo monoexportador El modelo de desarrollo que las oligarqufas implantaran en Amé- rica Latina, y que se viera consolidado pasada la mitad del siglo XIX, evidencié ciertos rasgos adicionales, que contribuyeron a darle su perfil. Entre tales rasgos figuran los siguientes. a) La dependencia externa. A este respecto cabe insistir en que este modelo era parte de la petiferia del capitalismo industrial inglés y norteamericano, Esto significa que quedaba sujeto a la demanda y a los precios que, respecto de sus productos de exportacién, aque- llos paises fijaran, hecho que determinaba sus fases de auge y de recesion. b) La carencia de un desarrollo propiamente industrial. Como hemos visto, este modelo estaba centrado en la produccién y expor. tacién de materias primas, y su logica suponia que los bienes a - triales debfan ser importados desde las metrépolis industrializadye debiendo ser financiados con los recursos que dejaran las expe. taciones, Tal cosa, por cierto, no implicaba la inexistencia de hes industria local. Solo suponia que esta, aparte de ser subordinada 5 sector exportador, serfa marginal. ©) Una debilidad 0 estrechez ado interno, La intensa explotacién que este modelo impusiera a los productotes directos 110 eve ee A “dada In extrema pobreza que suponia para estos, unida a que la retribucién monetaria del trabajo no se hallaba generalizada— im- ‘a demanda interna significativa, lo que era coherente con Ia orientacion de la produccién al mercado externo. lo interno no existiera: el punto es que eta pe- cién de las economfas que, pese a todo se iba iste mercado crecera en la medida en pedia la formacién de un: No era que el meread a monet quefio. produciendo, lo hacia posible. I que dicha monetarizacién avance. d) Un desequilibrio entre el sector externo y el interno de la eco- nomia, lo que implicaba una verdadera deformacién del aparato productivo. El sector externo crecfa constantemente, mientras que el interno se subdesartollaba, precisamente en virtud de que la pro- duccién destinada a él era proporcionalmente bastante menor, en plena coherencia con lo reducido de la demanda interna. e) Dificultad para dar lugar a una burguesia moderna. En efecto, la elite oligarquica, impulsora de este modelo, aun cuando se hallara en vias de convertirse en capitalista, mantendra rasgos propios de una aristocracia terrateniente, incluso en su sector mas moderno. Expresando esta tendencia, no ser4 ptddiga en inversiones, y sus cuantiosas ganancias, en medida importante, las orientara al consu- mo conspicuo con el propdsito de demostrar riqueza y distincion social de corte atistocratico. No es que a la larga esa oligarquia no diversifique sus negocios (hacia la banca o la mineria, por ejemplo); lo har4, solo que siempre mantendra en la tierra su base de ope- raciones, considerando su propiedad como una sefia de identidad aristocratica. Hacia ella, por lo demas, fluiran los nuevos sectores que pudieran enriquecerse: asi, por ejemplo, en el caso chileno, las fortunas mineras del norte forjadas por hombres sin antepasados notables eran usadas por ellos Para comprar tierras y, a partir de alli, integrarse a Ja oligarquia mediante alianzas matrimoniales, £) Dio lugar a una lenta penetracion inglesa. Esto se logté no solo a través del control del comercio externo y de lo principal del interno, sino también mediante las finanzas. A este respecto destaca la tem- prana legada a la region de Bancos ingleses, los que contribuyeron a 111 mvuUUIIUUUY ‘ de la deuda publica. Bjem- des latinoamericana del unto a los bancos financiar a los Estados mediante bonos « plo de ello fue la instalacion en diversas ciuda : i i ue South American Bank, aunque cabe considerar que J exttanjeros apareceran luego los Bancos nacional es en manos de las oligarquias. En todo caso, I tas economias con sus aportes tecnologicos, ayudd a a fae como sefiala Cat- locales en la economia internacional. a iS » ene magnani, dicha penetracion contribuira, junto con la: a de que era portadora, a facilitar la expansion de Jas exportacione: latinoamericanas®, A partir de 1870-1880 haré aportes relevantes re- lacionados con la aparicién, en América Latina, del ferrocartil, los barcos de vapor, el telégrafo, el teléfono, los bancos, las compafiias de seguros y las nuevas técnicas mercantiles’. De este modo, la pe- netracién inglesa en la economia latinoamericana jugé un rol mo- dernizador, aunque en fancidn de un esquema dependiente que, por diversas vias, le permitird la extraccién de un excedente en aumento. g) Dio lugar a una alianza entre la oligarquia y los intereses ingle- ses. En tal uni6n las oligarquias locales, a la larga, ocuparan el lugar subordinado, cimentado en la admiracién que sentian por todo lo britanico y en la comprension de que estos les eran necesarios para una mayor insercién de las economias locales en la mundial. Fue bajo tales supuestos que las oligarquias les abrieron a aquellos las puertas de sus paises intentando muchas veces negocios conjuntos, al tiempo que, por otra parte, pasaban a imitar muchas de sus pautas culturales, es, que quedaran 4. Aspectos sociales y politicos Durant is : a la segunda mitad del siglo XIX a oligarquia latinoame- ees ee Por aumentar significativamente la confianza 2. Ella lleg6 a la conviccién de ser la tinica clase capa- eee Marcelo Carmagnani i, Marcelo Carmagnani, 112 Lvovu1euuy i snistrar los asuntos péblicos al mismo tiempo que : terior aunque no siempre cohe- ctuar como clase dominante, con Citada para adm los propios".Coherente con lo an s partes lego a a de serlo. A través ¢ 0 + Ia modernidad, Ia que a su juicio, se hallaba articularmente en In- sionada— en tod: Je su dominio dijo conducir a sus plena concienc respectivos paises hacia : paradigmaticamente encarnada en [uropa —partic glaterra y I 218,UU,; modernidad hacia la cual nuestros pais ian mediante la instauraci6n del referido esquema pri- mario exportador de materias primas ¢ importador de manufacturas. Lo dicho supuso importantes cambios ideolégicos y politicos, los que se fueron plasmando gradualmente. Los primeros consistieron en una cierta tendencia a la laicizacién de un sector de la oligarquia, lo que se vera reforzado por la penetracion de las concepciones po- sitivistas en muchos de sus intelectuales y politicos. A esto se le sumé, por otra parte, una generalizada imitacidn de la sociabilidad de la burguesfa europea, cosa que era propia de todos sus segmentos. Mientras, los cambios politicos se tradujeron en una creciente incli- nacin de los sectotes oligarquicos hacia el liberalismo. Se trataba, obviamente, de un liberalismo que no postulaba modernizaciones por la via de repartir la propiedad, menos ain en el campo, donde se dist mucho de proponer esquemas tipo farmers, tan opuestos a la centralizacion oligatquica de la propiedad territorial entonces en curso. En el terreno politico, otro cambio importante que se fue pro- duciendo pasada la mitad del siglo fue la tendencial superacion del caudillismo, con la correlativa consolidacién institucional de los Estados. Este hecho constituyé la Premisa politica fundamental de la exitosa implementacién del modelo ptimario exportador y de la correlativa insercién de las economias latinoamericanas en la econo- mia mundial. Cabe subrayar, en todo caso, que la sefialada fue solo nncia— y los 1 avanz: eee ® Marcelo Carmagnani, op. cit, p. 9, 113 — ( ~ II que, al menos por el momento, en la mayoria de los una tendencia, , , no habfa culminado. paises latinoamericanos todavia 5 La tendencial superacion de los candillosy la consolidacion institucional de los Estados radual superacién del caudi- Agreguemos, por otta parte, que lag on del cau ceso de institucionalizacién llismo y la anarquia, y su otra cata, el pro : que fue consolidando a los Estados, constituyé una tendencia en la cual Inglaterra se mostré muy interesada. Precisamente por cuanto generaba las premisas politicas de su expansion comercial por el continente. Tales premisas estaban conformadas por las garantias al orden piblico, a la propiedad y a los derechos individuales otorga- dos por un régimen constitucional y de divisién de poderes: es decir, un régimen acorde con los cinones europeos de corte liberal. Los hechos demostraban que sin una evolucion de este tipo escasamente llegarian suficientes créditos y negocios desde el viejo continente. Qué fue lo que hizo posible un curso politico tal, con la corre- lativa tendencial superacién del caudillismo? Se podrfa decit que ese curso fue posible debido a que las distintas fracciones oligarquicas —mineros, grandes comerciantes, terratenientes y financieros— en al- gin momento, se percataron de que sus intereses comunes consis- tian m la vinculacion de sus negocios a la economia de exportacién ‘sociads . a coal 7 Prospeciie si se mantenia el caos de sin enfrentamientos —normalm: ass £0 Comntin los que, ae tebrando nacionalmente 1 las oigatguing comune cen ee dominante. igarquias, constituyéndolas en clase ——— ake de los conflictos entre los dos y transacciones, no siempre pa gr eal aaa A través de ellos se terming rea xentos de enfrentamientos Previos, vernon nteeaee, sean eeonotiendo Ia legtimidad de los a a los compatibles y de armonizarlos, permitiendo que se expresaran y fueran defendidos —normalmente 114 ee a través de un sistema de partidos— al interior de un régimen insti- tucional de corte liberal, que elegfa sus autotidades mediante elec- ciones (por lo comin manipuladas) basada en sistemas clectorales de tipo censitario. Este sistema institucional debia darles garantias a unos y otros, mientras que el gobierno, controlado por el Parlamen- to —donde todos estarian representados— encarnarfa una especie de Arbitro garante del interés comtin. Tal seria el marco institucional compartido dentro del cual se procesarian las diferencias y ventila- rian los conflictos interoligirquicos. ste modo, mas que de la superacin de las prevalecientes re- laciones de produccién precapitalistas —cosa que distaba mucho de , la tendencia de las oligarquias a articularse nacionalmente provino del desarrollo del modelo monoexportador. Como ya se ha mencionado, fue en este proceso de institucionali- zacién que gran parte de las oligarquias se fueron haciendo liberales. Parece haber un vinculo entre esta definicién, y el caracter moderno del proyecto que ellas decfan impulsar. El correlato de esa definicin politicamente liberal fue muchas veces la asuncién del positivismo, cosa que, no obstante, ocurrira sobre todo durante las ultimas tres décadas del siglo. Inglaterra, por su parte, fue la mas beneficiada por este decurso, por lo cual lo estimuld con decisién, consciente de que respondfa a sus intereses. Sin él, sus inversiones en el continente serfan inseguras y limitadas. En tales condiciones fue que en la ex América espafiola se per- feccioné lo que Tulio Halperin Donghi denominara como el “nuevo pacto colonial”, el que consistié en la realizacion plena del esquema caracterizado por la exportacion de materias primas, por un lado, y la importacién de manufactura, especialmente desde Inglaterra, por el otro. En tales condiciones, el libre cambio se convirtié en atticulo de fe tanto de politicos como de intelectuales; y no por casualidad, sino en raz6n de que constituia la premisa indispensable ° Tulio Halperin Donghi, Historia coutemponinea de América Latina, Alianza Editorial, Madrid, 1970, p214 115 mews lizacién del nuevo pacto colonial, el que, por lo demas, ado por las oligarqufas como su propio proyecto de para la tea fue considel modernizacion. 7 ; En ese marco, los gobiernos oligarquicos, bajo la idea de pro- greso, se empefaron en construir la infraestructura requerida por dicho pacto. Esto es: pucrtos, ferrocartiles, caminos, puentes, etc., caban los centros productivos con los puntos de expor- que communi pe avanzandose asi en la superacion de la anterior tacién ¢ importacion, n desconexidn fisica de los pafses. Para estos efectos los gobiernos no dudaron en endeudarse con los bancos ingleses, particularmente para la construccion de vias férreas. También impulsaron la creacion de sistemas educacionales que debian formar los recursos huma- nos requeridos por su proyecto de modernizacién. Otra faceta de lo mismo fue el empefio de los gobiernos por disolver las comu- nidades indigenas, muchas veces traspasando sus tierras a los lati- fundistas, contribuyendo significativamente asi a la concentraci6n de la propiedad agraria, en los términos ya explicados. La “guerra del desierto”, en la Argentina y la “Pacificacién de Ja Araucanfa” en Chile, fueron al respecto los casos mas paradigmiticos, Los gobiernos de la época ~cuando quedaron en manos de li- berales— también se caracterizaron por intentar limitar la influencia de la os y su ceva a de la propiedad territorial, jue aquella posefa en forma de “1 2 i cnttaban alos cts mercantile). Tales inmaas dee ; os diero agudos conflictos ae Q ome liberal de las oliga: sectores conservadores. En ext lombia, dichos conflictos se tradujeron en Faattge chy entee ¥ Con , en guerras civiles. En otros casos fueron menos agudos, pero en casi todas Partes ello: ron presentes, A todo lo dicho hay que agregar los esfuerzos llevar a cabo la codificacién juridica requetida a lugar a rquias y sus S se hicie~ gubernativos por por una sociedad ode minetia, entre ntonces adquitié Ja mercantil, Esto es, cédigos civiles, de comercio, otros, de donde emergié el gran prestigio que e carrera abogadil. 116 me

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