E L J E S U ITA SERGIO RUBIN
La historia de Francisco, el Papa argentino FRANCESCA AMBROGETTI
EL JESUITA
Conversaciones con el cardenal
Jorge Bergoglio, sj.
SERGIO RUBIN
FRANCESCA AMBROGETTIixpice
Pacnoco —9
Isrraouceaon — 13,
cantri0 1
[asbel eee eapad com cll dere — 25
Chavene gue comione treba! — 33
Cartrei03
neds inno a Jae — 39
Lapamer da — 45
currei9 5
Ela deel confit
35
camo
Cando a jaan de Tard? — 67
Copa?
H seg de dep el mena iio
cartre.09
Hi darwaro dl onconsa —95
Cuno 10
Un pe que no termine de dopear— 103
corto
1a consuuccdn de una cultura del encuento — 109
Commo 12
anbién me usta ol tengo” — 117
Como 1s
1 arduo camino hacia una patra de hermanos — 138,
Como 16
a mache axes gu vii a Argentina — 145
Cenuo ts
Razone para confur en el pore —159
anoo.
‘Una elles a pai del Martha Fro — 167PROLOGO
Hasta donde mis conocimientoe Hagan ol respect, ext
che ace la primers ver que un rabine prologs un texte que
compila los pensamientos de un sacendie calico, en dorm,
safe de historia. Hecho que adquiere mde relevance ain a
do dicho scents cel arabispe de Buenos Aires primade de
1a Argencina ycardenl consgrida por Jaan Pablo I
1a misma frase com que sincin estas eflesiones po ie
‘ercambiande el orden de le nombrcey sue rexpoctwor tos
Ihe manifeado en csi de a presntacién de un bre de
‘mj autora, ene 2006, prologado por el cardenal Besgoglo.
No se ta de uns devolacisn de gentileras. sino de wn
sincere y nace tetimonie de un profande didloge entre dos
smigos pata quienes I biaqueds de Dios y de le dimen
de epirisualdad que sabe yacer en todo humano, fue ye na
prseupacién constane en sux vido.
El didloge intercigioso, materia que adguiri especial
levanciaa parts del Conciio Vaticano I, sce comenzar con,10 Ei pesuem,
una etapa de ty simpati para pasar luego a a del dtlogo
_que be acerca ‘os temas spider’. Con Bergoglio no hubo
‘tapas, El acercamiento comenzé con un intercambio de de-
ddeschanaas acerca de los equipos de fitbol con los que sim-
patizamos, para pasar inmedistamente a la franqueza dl dis
logo que sabe de la sinceridad y el respeto, Cada uno le ex-
presaba al otto su visién particular acerca de los milkples
temas que conforman la existencka. No hubo ciculos ni eufe-
rmismas, sino conceptos lars, directs. Elune abrié su cora-
:26n al oto, tal como define el Midrash ala verdadera amistad
(Gifei Devarim, Piska 305). Podemos disentit, pero siempre el
tino se esuerea por comprender el profundo sentir y pensar