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CONQUISTA DE CERRO DE PASCO

INTRODUCCION:

Siendo una de las ciudades más altas del Perú, Cerro de Pasco, capital del
departamento de Pasco, en la sierra central del país, es también uno de los
lugares más extraordinarios de la región: lo drástico de su clima y la altura,
suponen un plácido contrapunto con las montañas que la rodean.
 
Poco después de la conquista, en el siglo XVI, pequeños grupos de
exploradores y misioneros se establecieron en el lugar conviviendo con los
caciques que extraían oro y plata de los ricos yacimientos de la zona. La noticia
de estas reservas motivó el progresivo arribo de cientos de aventureros y
cazadores de fortuna que no tardaron en asentarse en el lugar denunciando
minas y estableciendo residencias, lo que le dio a la floreciente ciudad esa
característica personalidad de "pueblo minero" que conserva hasta el día de
hoy. Muchos de los edificios, sin embargo, datan de los siglos XVI y XVII y son
por sí mismos valiosos testimonios de la colonia.
 
Por otro lado, a las afueras de la ciudad, se encuentra el Santuario Nacional
Bosque de Piedras de Huayllay, un conjunto de rocas con formas animales y
humanas que parecen en constante mutación según la posición del sol, una
obra maestra de la naturaleza. Otros lugares de interés en el departamento son
Oxapampa, pintoresca ciudad de influencia alemana en su arquitectura y
costumbres y las cataratas de “El Encanto y El Velo Azul”.

En la región es posible disfrutar de una deliciosa y tradicional Pachamanca al


son de la Chonguinada (baile festivo local) o asistir a la ancestral fiesta de Las
Cruces, la más importante celebración religiosa que reúne a los diferentes
barrios de la ciudad y se celebra durante el mes de mayo.

¿Cómo es la Geografía?

El departamento del Pasco se encuentra ubicado en la zona central del país,


abarcando su territorio zonas de sierra y ceja de selva. Limita al norte con
Huánuco, al sur con Junín, al este con Ucayali y al oeste con Lima.

Se encuentra a pocos kilómetros del santuario nacional “Bosque de piedras de


Huayllay “famoso por las misteriosas formas que les han dado el viento y el
agua a los grandes macizos rocosos.

Ríos más importantes: Pozuzo, Pachitea y Mantaro. Abras: Anamaray (a 4.900


msnm) y Jaraopa (a 4.800 msnm) en Daniel Alcides Carrión; San Antonio (a
4.800 msnm) en Pasco.
¿Cómo es el clima?

El clima es frío de montaña, con lluvias moderadas; presenta una oscilación


térmica leve de apenas 3 grados. La temperatura promedio anual es de 5.9 ºC
y la precipitación media ronda los 1180 mm. El verano es lluvioso con
temperaturas que oscilan entre los 13 °C y 1 °C. El invierno es relativamente
seco; las lluvias son escasas y las nevadas esporádicas.

En la estación invernal las temperaturas fluctúan entre los 11 °C y los −15 °C

ESTABLECIMIENTO DE LOS PRIMEROS HABITANTES SIGLO XVI Y XVII

Los primeros habitantes que se instalaron en la región que hoy se conoce


como Pasco fueron miembros de la cultura Huanca, quienes extendieron sus
dominios por toda la sierra central y, por las constantes guerras con otras
culturas, como la Chanca, levantaron pequeñas fortificaciones para la defensa.

Con el sometimiento al Imperio Incaico, Pasco pasó a formar parte del


Chinchaysuyo y servir de refugio para los viajeros con rumbo a otras regiones.

Durante la Colonia, los españoles descubrieron sus fabulosas riquezas


minerales. Cuenta la tradición que estos yacimientos ya se conocían allá por el
año 1630, cuando el pastor Santiago Huaricapcha, al guarecerse de una
tempestad en el cerro Yauricocha, improvisó una fogata para preparar su
merienda y, al poco rato, descubrió que de las piedras de su fogata descendían
hilos de plata. Ignorante, fiel y servidor, comunicó este descubrimiento a sus
patrones, quienes desde aquellos tiempos tomaron posesión de las más
fabulosas minas de plata, zinc, plomo y cobre de esta parte del continente.

Las minas de plata, y oro, que le dieron fama a la región, ya eran conocidas y
trabajadas por los incas cuando llegaron los españoles. La profusión de estas
minas atrajo a numerosos encomenderos, quienes arribaron a la zona
acompañados por religiosos, a mediados del siglo XVI. Fueron estos hombres
los que fundaron los pueblos del departamento de Pasco. La moderna
explotación minera en gran escala empieza a principios del siglo XX. En 1960,
Pasco recibió el título de Capital minera del Perú.
Por otra parte a diferencia de otras ciudades peruanas, esta hermosa
ciudad nació como un asentamiento minero, ya que la ciudad capital, cabeza
de curato y reducción de indios fue la Villa de Pasco que fue fundada el 20 de
octubre del año 1578 ubicada actualmente a 14 km.

La ciudad surgió a finales del siglo XVI gracias a la actividad minera con la cual
inició su crecimiento por inmigración a principios del siglo XVII. Actualmente
tiene una población de más de 70.000 habitantes (Censo 2007), partidos entre
los distritos de Chaupimarca (28.000 hab.), Yanacancha (28.000 hab.)
y Simón Bolívar (14.000 hab.). La ciudad se ubica alrededor de la mina a tajo
abierto más alta del mundo, que se extiende sobre 2 km y casi 400 m de
profundidad, amenazando ahora la ciudad, por lo que se proyecta reubicarla,
también a causa de los problemas de contaminación de la minería sobre la
población. En 1639, durante el Gobierno del virrey Luis Fernández y Cabrera,
se le envió a la Corona Española cinco millones de ducados procedentes
de Cerro de Pasco, por lo que mediante Real Cédula se le otorga el título
de «Ciudad Real de Minas» al asiento minero de San Esteban de
Yauricocha.

A la fama de sus minas acudían muchos españoles interesados y entre ellos


Martín Retuerto, quien trabajó la mina Lauricocha, dando un socavón que fue
el primero en el que hubo mineral. José Maíz y Arcas compró de los herederos
de Retuerto la mina citada en 1740 y dirigió un socavón al mismo paraje,
terminándolo en 1760. A partir de 1760, tras el descubrimiento de las vetas de
plata del «Gran Túnel de Yanacancha», Cerro de Pasco multiplicó su
potencial minero. La abundante riqueza que había en estos yacimientos llegó
en un contexto de extrema importancia para la Corona Española porque Potosí,
otro asentamiento minero que era explotado por la Metrópoli, había entrado en
bancarrota. Potosí, también situado en el Virreinato del Perú, pero en el
territorio que actualmente ocupa Bolivia, había sido hasta entonces la mayor
productora de plata del mundo, pero, tras dos siglos de extenuante explotación,
su abrumadora riqueza había sido exprimida definitivamente. Cerro de Pasco,
la «Ciudad Real de Minas», se convirtió en el sustituto natural de Potosí y
cogió su relevo como principal centro minero de la Corona Española
perteneciendo a la Intendencia de Tarma.

El minero español José Maíz y Arcas fue quien descubrió la mina de plata
del «Gran Túnel de Yanacancha», convirtiéndose en uno de los hombres más
acaudalados de Cerro de Pasco. Tal era su riqueza que en 1764 solicitó el
título de «Marqués» a la Corona Española, previo pago del mismo con barras
de plata que habían salido de las entrañas de Cerro de Pasco. En 1771, el rey
Carlos III otorgó a Don José Maíz y Arcas el título de «Marqués de la Real
Confianza». Sin embargo, éste llegó cuando el minero español ya había
fallecido, lo que provocó una dramática disputa entre sus hijos varones por la
legítima herencia del mismo

Cuando se supo que los terrenos eran ricos y productivos en metales, vinieron
los Salcedos desde Puno a trabajar a Yanacancha y Pariajirca; estas
propiedades pasaron después a la familia Arrieta, de José Casimiro Arrieta,
Minero y Antonio de Arrieta, del Oratorio San Phelipe Nieri, familia vasco
española procedente de Tarma y de las más importantes en toda la Sierra
Central, siendo el primero Licenciado Mathías Fernández de Arrieta casado con
María Escolástica Muníz de Llanos, esta familia tarmeña se estableció en 1619
en Tarma.

El «Gran Túnel de Yanacancha», donde los Japiris (capacheros aborígenes


de las alturas) sacaban la plata, bajo la atenta mirada y el control férreo de los
subordinados del dueño de la mina, supuso el impulso definitivo de Cerro de
Pasco como realidad urbana e industrial. Cerro de Pasco aumentó
vertiginosamente en tamaño y en servicios. En 1771, el virrey Manuel Amat y
Juniet concede a Cerro de Pasco el título de «Distinguida Villa del Cerro de
Pasco», donde se fundó la «Casa de la Moneda» que acuñó en plata fina
los «cuatro reales de Pasco» En busca de sus vetas de plata llegaban tantos
empresarios y aventureros extranjeros que, a principios del siglo XIX, había en
Cerro de Pasco doce viceconsulados de países europeos y americanos.

Sin embargo, esta época de esplendor también conoció dramáticos desastres,


como cuando, después de un devastador terremoto, quedaron sepultados
trescientos hombres al hundirse una mina. El socavón de la tragedia recibió el
nombre «mata gente».

En septiembre de 1999 los capitales privados Volcán S.A.A. compran la unidad


Paragsha a Centromin Perú S.A.C. El cual explota en la actualidad (2007)
plomo y zinc, habiendo heredado el problema social de sus antecesores.

Hace unos 10.000 años, más o menos, llegaron aquí las primeras oleadas
humanas. Mucho después aparecieron grupos humanos
en Ranracancha (Yanahuanca). Entre los años 200 a.C. a los 900, la región
estuvo bajo la influencia del imperio Wari. Tras el ocaso de esta
cultura, Yaramas, Huancas y Yarovilcas invadieron el sur y centro de la
serranía. Las minas de plata, y oro, que le dieron fama a la región, ya eran
conocidas y trabajadas por los incas cuando llegaron los españoles. La
profusión de estas minas atrajo a numerosos encomenderos, quienes arribaron
a la zona acompañados por religiosos, a mediados del siglo XVI. Fueron estos
hombres los que fundaron los pueblos del departamento de Pasco. La
moderna explotación minera en gran escala empieza a principios del siglo XX.
En 1960, Pasco recibió el título de Capital minera del Perú por (Cerro S.A.C).
En sus tierras nació el más grande héroe civil del Perú: el estudiante de
medicina Daniel Alcides Carrión, mártir de la medicina peruana Cerro de Pasco
fue la atracción de los españoles, debido a que en este sitio se encontraba el
yacimiento minero.

La colonización de la selva se convirtió en un tema muy importante para los


políticos, los mismos que intentaron a través de los jóvenes extranjeros invadir
terrenos y establecer asciendas en esta zona. La población resistió los retos
quienes hasta hoy conservan sus tradiciones.

Breve reseña histórica de la conquista de la Provincia de Pasco (Pasco)

De la sociedad primitiva a las comunidades Yarowilcas, Yarusyacanes,


Yarus Yanamates, Pumpus y Chaupihuarangas base histórica de la actual
sociedad Provincial

La presencia del hombre de Provincia de Pasco dado el actual estado de las


investigaciones científicas y arqueológicas, por el momento se desconoce su
origen sin embargo existen muchas cuevas y cavernas a ambas márgenes del
río Huallaga que demuestran su incuestionable presencia cultural y social
desde hace aproximadamente 10,000 años.

Es en razón de ello que podemos asociar su lejano origen dada las


investigaciones científicas en nuestro Departamento de Pasco, remontándonos
a épocas históricas muy tempranas. Es en las cavernas de Lauricocha donde el
ingeniero Augusto Cárdich halló los restos fósiles más antiguos del Perú: once
esqueletos humanos, cenizas y objetos de piedra con una antigüedad de 8,000
años a.C. Nos referimos al hombre de Lauricocha I y Lauricocha II, en sus
inmediaciones en la Provincia de Daniel A. Carrión, que en sus inicios era
dueño y amo absoluto de naturaleza regional como: recolector, cazador y
pescador que reproducía su vivencia social en el arte de la pintura rupestre.

Con el Paso de los años, se produce un gran salto histórico al entrar en la


Revolución del Conocimiento de la Agricultura, Es en Cotosh, como también en
el Chaupihuaranga, Milpo, Atacocha al oeste y nor este de Pasco, se hallan los
primeros vestigios de Arqueología, cavernas y arquitectura histórica:

De los Yarowilcas

El posterior dominio de la Agricultura da origen a su sedentarismo, aparecieron


diversas comunidades particularmente en el valle del Chaupihuaranga, el
Huallaga, Huachon Paucartambo y los Pumpus los nativos de las tierras de
Pasco, agrupamientos humanos más antiguas de estas tierras, luego los Yaros
quienes también se dedicaban al pastoreo y la ganadería. Posteriormente
erigieron sus fortalezas, templos y pueblos, por otro lado, en los lares de
Huánuco pampa, Meseta del Bombom, Huallaga, Chaupihuaranga surgió la
dinastía de los Yarowilcas que integraron una nación tan poderosa que habitó
en los linderos de casi toda la Región Pasco.

Según el Cronista Huaman Poma de Ayala, políticamente fueron gobernados


por un Gran Curaca o Cápac Apo, con sucesión hereditaria de padres a hijos
surgidos según su relato desde el origen de la tierra y al que rendían pleitesía
los curacas locales. En lo que concierne a la religión que profesaban estos
antiguos hombres era la adoración a las fuerzas de la naturaleza; además
rendían culto a los muertos. Practicaban la costumbre de deformarse el cráneo,
como distintivo de grupo.

De los Yaros al Tahuantinsuyo

En la presente era, la región fue habitada por los bravos guerreros Yarowilcas,
quienes establecieron un imperio regional que asentó sus ciudades fortalezas
desde las cumbres más empinadas y escabrosas de los andes y opuso seria
resistencia al avance inca, para ser finalmente incorporados al gran Estado del
Tawantinsuyo. Liderada por la elite cuzqueña construyeron edificios
administrativos, cuarteles, almacenes y templos.

La región fue utilizada desde la época PRE inca como vía de paso obligatoria
de la ruta Cosco- Xauxa-PUMPUS-Chaupihuaranga- Cajamarca, y viceversa,
sin duda con el dominio Inca se consolidó su integración al gran Capac ñan,
Hoy se conoce que todos los asentamiento humanos de estas antiguas
culturas, hoy yacimientos arqueológicos de Pasco, Yarusyacan Yanacachi,
sirvieron como ciudad de abastecimiento, fortaleza y descanso de los ejércitos
del Inca en sus travesías de conquista, sobre estas se erigió la Capital del
Tahuantinsuyo

Las diversas etnias locales constituidas dueños absolutos de ambos márgenes


del río Huallaga y la ceja de selva tras duras batallas fueron sometidas al
gobierno del Inca Túpac Yupanqui siendo anexados sus territorios del
Huallaga, Pasco, Jauja al poderoso Imperio Inca del Tahuantinsuyo

La Conquista Española, la Fundación de Pasco y la Colonia

Las tres cuartas partes de oro y plata que circulaban en el mundo provenían del
Perú, dentro de ella principalmente de las explotaciones mineras de Pasco,
Hpy Capital Minera del Perú.

“El origen urbano de Cerro de Pasco, capital del Departamento de Pasco,


ciudad más alta del mundo (4,368 m.s.n.m) se remonta al descubrimiento de
los ricos yacimientos de minerales argentíferos en 1630. En virtud del gran
ingreso que proporcionaba a la corona española en oro y plata, Cerro de Pasco
recibió el título de “Ciudad Real de Minas” en 1639 y de “Villa Minera de cerro
de Pasco” durante el siglo XVIII. El Congreso Constituyente de 1823, el 4 de
diciembre del mismo año, dictó la ley de creación del departamento de
Huánuco, fusionándose los departamento de Tarma y Huayllas (hoy Ancash),
de esta manera fue Pasco primera provincia de Huánuco, que en diciembre de
1823 cambia su nombre por Junín para perpetuar la memoria y el lugar donde
se libró una de las últimas batallas por la independencia nacional; así como se
dispone que la capital de Cerro de Pasco se denominara “Distinguida Villa de
Cerro de Pasco”
La historia de la creación del Departamento de Pasco se remontó al año 1931,
cuando la Junta Militar de Gobierno presidida por el general Sánchez Cerro,
aduciendo que la altura de la ciudad de Cerro de Pasco afectaba la salud de
los funcionarios públicos, trasladó la capital del departamento a la ciudad de
Huancayo.

La ley 10030 del 27 de noviembre de 1944, dada por el presidente Dr. Manuel
Prado Ugarteche, creo el departamento de Pasco, le devolvió a Cerro de Pasco
su categoría de ciudad capital y estableció que el nuevo departamento tendría
tres provincias: Pasco, Daniel Carrión y Oxapampa.

En 1966 el emplazamiento de la capital de Pasco empezó a cambiar a la nueva


ciudad de San Juan Pampa, en reemplazo de la antigua Chaupimarca que
paulatinamente se va destruyendo ya que se encuentra sobre una importancia
veta minera que está siendo explotada por el sistema de tajo abierto.

Indios y blancos en la ciudad minera: Cerro de Pasco en el siglo XIX


Carlos Contreras

RESUMEN

En este artículo se presenta una descripción de las condiciones de vida,


materiales y culturales en Cerro de Pasco durante el siglo pasado, cuando era
una de las principales ciudades de la sierra peruana, tanto en lo económico
como en lo demográfico.

El autor discute las características de la estructura social de Cerro de Pasco,


recalcando la yuxtaposición de elementos económicos y étnico-culturales y el
tipo de relaciones sociales prevalecientes. Luego describe las características y
condiciones de vida del sector indígena y la élite. El artículo termina señalando
los cambios que se produjeron en la sociedad cerreña después de 1900, como
consecuencia del ingreso de la compañía norteamericana Cerro de Pasco
Mining Co. y el proceso de desnacionalización y concentración de la minería a
que dio lugar.

TEXTO COMPLETO

Este artículo formó parte de un informe sobre “Minería y población en los


Andes. Cerro de Pasco en (...)

El propósito de este artículo es presentar una versión, básicamente descriptiva,


de las condiciones materiales y culturales en que se desenvolvió la población
de Cerro de Pasco en el siglo pasado. A partir de ello proponemos algunas
reflexiones, muy iniciales, sobre la naturaleza de sociedades urbanas, como
aquellas, enquistadas en la soledad de los Andes, pero a la vez profundamente
vinculadas al exterior a través de una economía de producto principal.

Cerro de Pasco era en el siglo pasado una de las principales ciudades de la


sierra peruana. No se trataba sólo de una importancia económica, basada en
este caso en ser el principal asiento productor de plata y, por tanto, uno de los
lugares claves para la evolución de las exportaciones. Su importancia era
también demográfica. Únicamente las ciudades de Arequipa y Cusco
mantuvieron en el siglo XIX un promedio de población superior al de Cerro en
el conjunto de la sierra peruana. “La ciudad del Cerro de Pasco tiene una
población que varía por instantes: ya crece unas veces y ya decrece otras,
conforme a los rumores de bonanza y atraso de la explotación” ...”, anotó el
Prefecto de Junín en su Informe de 18401. Efectivamente, en épocas de auge
de la producción de plata (c.1840) la ciudad llegó a sumar dieciocho mil
habitantes, mientras que, en la depresiva década de 1870, apenas superaba
los seis mil.

Sobre el caso de las ciudades mencionadas no hay una bibliografía precisa


aún; sin embargo, puede haber.

Estos vaivenes demográficos, dependientes del estado de la minería local,


expresaban claramente la naturaleza mono funcional del asentamiento. Tal
como lo expresara el Ingeniero Du Chatenet (1880: 8), traído de Francia como
profesor para la recién creada Escuela de Ingenieros de Minas: “La sola
industria y la sola razón de existir del Cerro de Pasco es el trabajo de las minas
y el beneficio de los metales de plata...”. Esta mono funcionalidad es
ciertamente típica de los centros mineros andinos, ubicados siempre en parajes
yermos y aislados: pero ¿cuán diferente era la estructura social de las plazas
mineras, de las otras ciudades serranas de los Andes? La imagen de las villas
del Cusco, Cajamarca o Ayacucho del siglo XIX, es aquella característica de
las sociedades del “antiguo régimen”: una élite de comerciantes, terratenientes
y selectos burócratas, gobernando una masa multiforme de criados, artesanos,
mercachifles, mendigos y mal entretenidos, a través de relaciones económicas,
claro, pero sobre todo de una cultura de valores y un credo religioso. Se trataba
verdaderamente de sociedades estamentales, en las que no había cabida para
la movilidad social, de donde derivaría su impronta de abulia e inmutabilidad.
a) Las estructuras sociales de tipo “antiguo régimen” son universales para
las sociedades que, disponiendo de estructuras estatales complejas y
conociendo una vida mercantil, y aún monetaria, muy activa, se
mantienen como eminentemente agrarias (Sjoberg, 1960). Un hecho
menos universal es la situación postcolonial, llamada a imprimir huellas
duraderas en una sociedad. Una de ellas, en el caso de las sociedades
andinas, fue el racismo, presente, más que en un orden legal
establecido, en una determinada “cultura” de la población.

b) La estructura social de la ciudad minera combinó, así, claramente, lo


étnico y lo propiamente social. La raza venía, en efecto, a predeterminar
un lugar en la sociedad cerreña, complicando el proceso de movilidad
social de un estrato a otro. No llegaron, sin embargo, a conformarse
castas en el sentido pleno de la palabra; la presencia de un grupo de
mestizos entre las “sociedades” de indios y blancos dotó a las mismas
de un vaso comunicante que permitía una movilidad social pequeña pero
efectiva. Si bien la norma fue que los matrimonios se efectuaran dentro
del mismo grupo racial, ocurrieron enlaces entre miembros de grupos
distintos. De otro lado, la segregación social y étnica en el espacio
urbano no fue absoluta, y en especial en ciertas zonas, blancos e indios,
ricos y pobres, compartieron los mismos barrios.

c) En definitiva, ¿qué encontramos en Cerro de Pasco durante el siglo XX?


¿Castas, estamentos o clases? Tratándose de un centro urbano donde
la primacía económica era tan notoria, podríamos inclinarnos a pensar
que se daba una división en “clases económicas” muy marcada. Así
tendríamos, de un lado, a los propietarios de los medios de producción
(los propiamente llamados “mineros”), y, de otro, a sus trabajadores.

d) Cerro de Pasco era, además, una sociedad donde la posesión de


riqueza no implicaba necesariamente un prestigio social
correspondiente. Cuando Pascual Dall’Orto, próspero arriero, pretendió
atacar a miembros de la élite vinculados a un periódico local y se
presentó a sí mismo como sujeto “reconocido socialmente”, el periódico
respondió: “Suponemos que se refiere a algún gremio de carreteros
donde puede ser conocido, porque en los círculos sociales de este país,
o de otro cualquiera no ha podido tener cabida Dall’Orto”.
e) Por lo demás, la propia legislación consagraba un régimen estamental,
al establecer distintos derechos y obligaciones para los diversos grupos
sociales. Sólo tenían derecho al sufragio, por ejemplo, aquellas
personas que además de ser casadas legalmente y saber leer, fueran
propietarios y constituyentes.

f) A grandes rasgos pueden definirse claramente dos sectores sociales en


la ciudad; en ellos los factores étnico-cultural y económico-social
prácticamente se identificaron. De un lado, una pequeña minoría étnica
blanca que gobernaba la estructura social y que fue el único sector
estrictamente urbano y, de otro, una amplia mayoría indígena
subordinada, cuyos vínculos con el campo eran fuertes y persistentes.
Estos sectores conformaron dos “culturas” que se expresaban por
canales distintos en la ciudad minera. El grupo de mestizos, más
numeroso que los blancos, pero más pequeño que los indios, no llegó en
el siglo xix a conformar una cultura propia y se limitó a combinar así algo
de ambos mundos.

1. El sector indígena

En promedio para toda la centuria los indios compusieron unas tres cuartas
partes de la población, pero esta magnitud varió según la alternancia de ciclos
de bonanza o depresión de la producción de plata8. El censo de 1876,
efectuado en una coyuntura depresiva, señaló, por ejemplo, sólo un 58% para
este sector. Aproximadamente una mitad se constituía de migrantes
estacionales que residían en la ciudad sólo algunos meses del año. Eran
originarios fundamentalmente del valle del Mantaro (la provincia de Jauja, por
entonces) y de la propia provincia de Pasco de la época. Como consecuencia,
se trataba esencialmente de población en edad adulta, entre los 20 y 50 años y
con poca carga familiar anciana. Su tasa de natalidad, si bien disminuyó en la
ciudad con relación a sus patrones agrarios, fue alta en relación a otros grupos
étnicos. La relación entre matrimonios y bautismos a lo largo del siglo fue, para
el conjunto de la población, de 9,9 niños por matrimonio; de modo que las
mujeres indígenas casadas debieron tener como promedio diez o más hijos a lo
largo de su vida fértil. Pero la familia indígena en la ciudad era más pequeña de
lo que esa tasa sugiere, dada la alta mortalidad infantil que afectó a este sector.
Al completar su ciclo de fecundidad, de un promedio de diez hijos nacidos
vivos, una mujer india había perdido ya entre cuatro a cinco .
2. La élite

El sector de la élite en Cerro de Pasco estaba integrado, al igual que el


indígena, por individuos que constituían una “clase económica” muy marcada;
eran los mineros propietarios y los dueños de las grandes casas de comercio
que, sobre todo a partir de la gran boya de 1840, se establecieron en la ciudad.
Pero, además, eran de un grupo étnico distinto, el “blanco”, y esta distinción
físico-cultural dio a la élite y la estructura social que ella gobernaba un carácter
especial. Ellos percibieron que no sólo era una base económica sino también
elementos sociales y culturales los fundamentos de su poder. Más que como
propietarios se cohesionaron como blancos y poseedores de una cultura
distinta (y superior), que no sólo los distinguía nítidamente del sector popular,
sino que los hacía abrigar un temor al mismo.
Fue una élite esencialmente urbana y en muy pocos casos absentistas. Fuera
dé la ciudad y sus órganos de gobierno, su dominio y control sobre los indios
era precario. El campo era percibido como un hinterland salvaje al que no se
podía penetrar sin correr grandes riesgos. Las noticias de asesinatos de
extranjeros a manos de los indios en pueblos aledaños contribuyeron a forjar
este temor a los indios y su mundo rural. Conscientes de su “otredad” y
estimulados por su corto número, el sector social dominante de Cerro formó
una élite con una cohesión, cuyas eventuales rencillas entre diversas facciones
no alcanzó a romper.
El carácter racial de la élite había nacido ya en la época colonial, pero fue
reforzado durante el siglo XIX por la afluencia de migrantes que vinieron desde
Lima, y fundamentalmente, del extranjero.
La élite se compuso, al igual que los indios, principalmente de migrantes, pero
inscritos en un movimiento de tipo permanente y no temporal. En las épocas de
boya su magnitud decrecía al llenarse la ciudad de indígenas, y en las
coyunturas de crisis la misma se incrementaba, al carecer del mismo grado de
movilidad que aquellos para dejar la ciudad. El censo de 1876, por ejemplo,
registra un 15% de blancos (cifra que, sin embargo, parece presentar una
sobreestimación); pero a lo largo del siglo su magnitud no debió exceder del 5
o 6 por ciento. En cifras absolutas esto significa poco más de medio millar de
personas. Algunos mestizos más próximos a la cultura “blanca” pudieron
incrementar algo dicho número; pero los jefes de familia de la élite no debieron
sobrepasar un conjunto de más de dos centenares.
3. La sociedad cerreña después de 1900
La estructura social de la ciudad minera vino a cambiar radicalmente tras el
ingreso de la compañía norteamericana Cerro de Pasco Mining Co. Entre
1901 y 1910 ésta compró virtualmente todos los yacimientos de importancia,
incluyendo minas complementarias de sal y carbón en las inmediaciones. La
tenaz oposición de los arrieros a la modernización del transporte fue vencida
fácilmente al contar la compañía norteamericana con recursos de capital más
que suficientes para construir la línea férrea desde La Oroya hasta el asiento
minero, la que inició su funcionamiento en 1904. Se canceló así, con el
arrieraje, lo que había sido uno de los más eficaces mecanismos de
redistribución de los beneficios mineros.
Los cambios que significaron la concentración y desnacionalización de la
minería cerreña terminaron por dar a Cerro hacia 1920-30 una estructura social
distinta a la del siglo anterior. Los indígenas siguieron siendo migrantes de las
mismas zonas, pero su naturaleza temporal fue cediendo paso a una migración
de tipo permanente (Flores Galindo, 1974:61). Pronto se convirtieron en un
auténtico proletariado minero, desposeído del control de medios de producción
de cualquier clase. Otro cambio importante ocurrió en la élite. La conversión de
la minería de Cerro en un ‘enclave’ provocó la emigración de la élite antigua y
su reemplazo por la gerencia de una transnacional. Aquella élite fue primero
desterrada del control de la minería y obligada a optar, cuando no por la
emigración -llevándose consigo los frutos de una venta que consideraron un
pingüe negocio- (Thorp y Bertram, 1978:85 y ss.), por refugiarse en el comercio
o emplearse como funcionarios de la empresa extranjera. Pero el control del
sindicato norteamericano sobre el transporte a través de la propiedad del
ferrocarril, acabó con el negocio del comercio de importación, ya afectado
seriamente por la descomposición del antiguo patriciado. Finalmente
Fundación de Cerro de Pasco (27 de noviembre de 1578)

El 27 de noviembre se celebra en el Perú el aniversario de Cerro de Pasco,


ciudad situada en el centro del país y la cual es considerada como la capital
minera de Perú. Desde sus inicios Pasco ha sido una región minera, de hecho,
la ciudad nació como parte de un asentamiento minero. Por esta razón Pasco
se convirtió en un llamativo lugar por parte de los españoles quienes veían el
lugar como el sitio del yacimiento minero.  La fundación de Pasco se llevó a
cabo el 27 de noviembre de 1578. Los primeros pobladores de Pasco fueron
indios, estos trabajan en la minería actividad que hizo que se elevara su
crecimiento en el siglo XVII. En 1639 fue enviado a la corona española una
gran cantidad de ducados procedentes de Cerro de Pasco, lo que hizo que
mediante la Real Cédula se le otorga el título de " Ciudad Real de Minas " al
asiento minero de San Esteban de Yauricocha.  La colonización de la selva fue
un tema que acaparo la atención de los políticos debido que estos pretendían
asciendas en las zonas de Pasco. Según lo relatado por las reseñas históricas
llego a existir un pueblo llamado Pumpus, el cual migro hacia Pasco llegándose
a enfrentar por los Incas. Sin embargo, a la final terminaron integrarlos al
Tahuantinsuyo. Pasco se ubica en el Cerro Uliachin junto al pie de la Laguna
Patarcocha, otro punto de ubicación es que se localiza cerca del santuario
nacional “Bosques de piedras de Huayllay”. El clima de Pasco es frío la
presencia de las lluvias son moderadas. Unas de las ciudades que se
encuentran cerca de Pasco son Huánuco, Pucallpa y Lima capital del Perú.
Pasco como es conocida “ciudad Real de Minas” es una ciudad abundante en
recursos como plata, cobre, zin y plomo. Uno de los mayores centros turísticos
de la ciudad es el valle de Oxapampa, Puntacmarca Ruinas entre otros.

En Pasco nació el más grande héroe civil del Perú: el estudiante de medicina
Daniel Alcides Carrión, mártir de la medicina peruana, quien dio una gran
muestra de profesionalismo y martirologio al inocularse el virus de la verruga
para sistematizar sus efectos y encontrar un antídoto para este mal. Un
verdadero ejemplo para la medicina peruana y mundial.

BIBLIOGRAFIAS:

https://www4.congreso.gob.pe/congresista/2001/gsanchezm/
conozca1.htm

https://www.iperu.org/historia-de-pasco-peru

http://esmiperu.blogspot.com/2007/09/breve-resea-histrica-de-la-
provincia-de.html

https://books.openedition.org/ifea/2249?lang=es

https://es.scribd.com/document/425466429/historia-de-cerro-de-pasco

https://books.openedition.org/ifea/2717?lang=es

https://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/
123456789/114466/9413-Texto%20del%20art%C3%ADculo-37269-1-10-
20140716.pdf?sequence=2

https://www.minam.gob.pe/wp-content/uploads/2016/07/Historia-
ambiental-del-Per%C3%BA.-Siglos-XVIII-y-XIX.pdf

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