Está en la página 1de 20

Parágrafos 45,46,47

Flujo de la percepción: El fragmento que has proporcionado del texto de Husserl


aborda el flujo de la percepción y la experiencia sensible desde una perspectiva
fenomenológica. A continuación, analizaré el texto para ofrecerte una explicación
detallada y filosófica del tema.

Según Husserl, el flujo de la percepción se refiere a la experiencia continua e


ininterrumpida de los objetos sensoriales tal como se presentan a la conciencia. Es
un proceso dinámico por el cual el objeto es captado en diferentes aspectos y desde
diferentes perspectivas, lo que implica cambios constantes en la percepción. Este
fenómeno es fundamental para entender la estructura de la conciencia y la relación
entre el sujeto y el objeto percibido. Se puede encontrar en el documento en
páginas 160-162.
El "flujo de la percepción" se refiere a la forma en que los modos subjetivos de
exposición de los objetos de percepción son dados en un ámbito de lo que se
muestra, que se hace cada vez más enmarañado y sorprendente al ser analizado.
Actúa gracias a la síntesis continua de los diferentes modos de presentación de la
cosa, y produce la certeza del ser de esta cosa, de que todos los lados le son propios
al mismo tiempo. Si no existiese, no sería dada ninguna cosa ni ningún mundo de
experiencia. Se puede encontrar información al respecto en las páginas 144 y 145
del documento.

En este pasaje, Husserl comienza señalando la necesidad de completar la


comprensión general del tema en cuestión, que se refiere a la intuición sensible de
lo dado en cuanto tal. Para lograr esto, propone adoptar una mirada ingenua en la
que no se investigue el ser y el ser-así de las cosas, sino más bien lo que siempre ha
valido y sigue valiendo como ser y ser-así desde una perspectiva subjetiva. En otras
palabras, se trata de observar cómo las cosas tienen valor subjetivo y en qué
aspecto.
Husserl utiliza el ejemplo de las cosas singulares de la experiencia para ilustrar su
argumento. Cuando percibimos algo con la mirada, incluso si se percibe sin
cambio, la experiencia de percibir es multifacética: lo vemos, lo palpamos, lo
olemos, lo oímos, y en cada caso tenemos algo diferente. Aunque lo visto es
diferente de lo palpado, Husserl sostiene que se trata de la misma cosa, y las
diferencias radican en los modos en que se presentan sensorialmente. El aspecto
visual puro de una cosa es su superficie, que se ve desde diferentes lados en un
proceso de cambio continuo. Cada lado es conscientemente una forma de
presentación de la cosa.

En esta dinámica perceptiva, Husserl destaca que, mientras la cosa se da


actualmente, la mente "miente" en el sentido de que ofrece más de lo que la cosa
en sí misma ofrece. Hay una certeza del ser de la cosa, y cada lado visto de la cosa
proporciona algo de la experiencia visual. A medida que el flujo de la percepción
cambia constantemente, cada lado visto deja de ser simplemente potencial para ser
efectivamente visto, ya que se retiene y se une con lo retenido anteriormente. Esto
permite "aprender" a "conocer" la cosa, es decir, comprenderla de manera más
completa y precisa a medida que se experimenta en diferentes perspectivas.

Husserl sugiere que un proceso similar de múltiples exposiciones y cambios de


perspectiva ocurre en otras modalidades del percibir sensible, como el tacto o el
oído. En cada modalidad, las exposiciones sensoriales juegan un papel,
apareciendo y desapareciendo, y ofrecen múltiples multiplicidades de exposiciones
y apariciones. Estas exposiciones funcionan en un proceso continuo en el que se
enlazan para enriquecer y configurar progresivamente el sentido de la experiencia.
A medida que avanza el flujo perceptivo, las anticipaciones y expectativas de "lo
que vendrá" se plenifican y se determinan con mayor precisión. Todo esto se asume
en una unidad de validez en una cosa, la cosa misma.

En resumen, el flujo de la percepción según Husserl implica una serie de


exposiciones sensoriales que se suceden continuamente, presentando diferentes
aspectos de una cosa a medida que cambiamos nuestra perspectiva. Estas
exposiciones se enlazan y se enriquecen mutuamente, permitiendo una
comprensión más completa y precisa de la experiencia en curso.
El "flujo de la percepción" se refiere a cómo un objeto se presenta a la conciencia
de forma continua y cambiante, dando lugar a una multiplicidad de modos
subjetivos de exposición. Este proceso se produce mediante la síntesis continua de
datos sensibles, permitiendo una experiencia coherente y contextualizada del
mundo. El objetivo final del flujo de la percepción es la comprensión intuitiva y
directa de la realidad. Si no hubiera flujo de la percepción, la experiencia estaría
fragmentada y desconectada de la realidad circundante. Este proceso se da en el
marco de la fenomenología husserliana y requiere de la intuición sensible para su
realización. (páginas 161-162)

El flujo de la percepción se refiere a la continua vivencia subjetiva de la exposición


de un objeto. Es producido por la correlación de diferentes cursos cinestésicos y las
exposiciones de los objetos. Esta correlación esencial es una parte componente del
apriori universal de la percepción. El objetivo final es comprender las
implicaciones subjetivas de todos los modos de exposición "de" las cosas. Si no
existiera este flujo de percepción, no se podría dar ninguna cosa ni ningún mundo
de la experiencia. Se da en el marco de la reflexión y es necesario para que el sujeto
pueda captar la esencia de lo percibido. (Págs. 133-165)

El "Flujo de la percepción" es el proceso y fenómeno mediante el cual se muestran


los objetos en la experiencia. Husserl describe cómo este flujo se produce a través
de la corriente temporal de la conciencia que, al exponer los objetos, los presenta
como co-pertinentes a través de la síntesis, una actividad que une los diferentes
momentos en una síntesis unitaria. El objetivo final del flujo de la percepción es
alcanzar una comprensión completa y adecuada de los objetos percibidos. Si no
existiera, la percepción perdería su capacidad de darnos acceso a los objetos del
mundo. Este fenómeno se da en el marco de la fenomenología de Husserl y es
necesario para que se dé una reflexión filosófica rigurosa. Puedes encontrar mayor
información en las páginas 198 y siguientes del documento.
Flujo de la percepción
La 'síntesis' (del griego que significa 'colocar juntos'), como el acto de reunir o
combinar partes en una unidad o totalidad, es un concepto clave para Husserl que
articula fundamentalmente la forma en que funciona la conciencia. El concepto de
síntesis tiene una larga historia en la filosofía, desde Aristóteles hasta Kant. Para
Aristóteles, la combinación (síntesis) y la separación (diairesis) son fundamentales
para el juicio. Husserl está particularmente influenciado por el uso del término de
Kant (Husserl incluso lo llama 'el oscuro término kantiano', Hua XXXV 86). En
Ideas II § 9, Husserl afirma que el único tipo de síntesis que Kant tenía en mente
era la

'síntesis estética', entendida como la unión de diferentes conjuntos sensoriales en la


constitución de la cosa percibida. Siguiendo a Kant, Husserl sostiene que la síntesis
es 'un modo de combinación exclusivamente peculiar a la conciencia' (CRV I § 17,
p. 39, Hua I 77) y además es esencial para el funcionamiento de la conciencia (CM
§ 18). En las Meditaciones cartesianas § 18, Husserl afirma que la identificación es
la forma fundamental de síntesis. También habla de la síntesis como siendo
esencialmente una 'posición' (Tesis, Ideas I § 120). A través de la síntesis, las
experiencias conscientes se conectan entre sí en una unidad, y se aprehende un
objeto idéntico en la multiplicidad de apariencias. Husserl ha estado explorando la
noción de síntesis desde la Filosofía de la Aritmética, donde ya reconoce la
importancia del acto mental de síntesis, al que llama 'combinación colectiva', y que
desempeña un papel importante en diversos tipos de procesos mentales, incluidas
nuestras experiencias emocionales (PA, Hua XII 75) y es crucial para la
comprensión de las relaciones en general. La síntesis se discute en detalle en Ideas
I, donde Husserl habla de la 'síntesis continua de armonía' (§ 151) en el flujo de la
experiencia perceptual, así como de 'síntesis de conflicto' que pueden dar lugar a
experiencias de ilusión, decepción, y así sucesivamente. La forma más básica de
síntesis de identificación ocurre en nuestra conciencia interna del tiempo. La forma
fundamental de esta síntesis universal, la forma que hace posible todas las demás
síntesis de la conciencia, es la

conciencia abarcadora del tiempo interno (CM § 18, p. 32; Hua181). Existe una
síntesis

continua implicada en la unidad de los procesos mentales en el único flujo de la


vida

consciente, y también están las síntesis implicadas en la constitución de las


unidades de los objetos aprehendidos en la experiencia. Husserl también distingue
entre la síntesis activa y la síntesis pasiva. También distingue ampliamente,
siguiendo a Kant, entre la síntesis estética y la síntesis categorial (Ideas II § 9). Es a
través de la síntesis que se forma un yo como una unidad en el flujo de las
experiencias, y a través de la síntesis que un objeto permanece igual en la secuencia
de sus apariciones. Husserl llama a esto 'síntesis de identificación' (Ideas I § 41),
pero hay otros tipos de síntesis: síntesis de unidad, de armonía, de discordancia, de
determinación de otro modo, de contradicción (Ideas I § 138), síntesis explicativa,
síntesis de 'superposición' (Überschiebung, EU § 24), y así sucesivamente. Para
Husserl, la síntesis más grande de todas es la constitución del mundo como un
contexto unificado de entidades. Esto también es, para Husserl, el 'mayor enigma'
(Crisis VI 184).

Unidad de validez: La Unidad de Validez en la filosofía de Husserl se refiere a la


relación entre el mundo de la vida y el mundo científico-objetivo. Por un lado, los
juicios científicos tienen una idealidad que determina su verdad en sí misma. Sin
embargo, esta idealidad no cambia el hecho de que son configuraciones humanas
referidas a la realidad. Esto implica que el mundo científico se basa en la evidencia
del mundo de la vida, y aunque es nuevo y diferente, sigue formando parte de la
unidad concreta del mundo de la vida. Páginas: 117-142.
La "unidad de validez" es una estructura ontológica que se refiere a la relación
entre el mundo de la vida y el mundo científico-objetivo. Esta relación implica que
las verdades científicas están basadas en la evidencia del mundo de la vida, y que
todo conocimiento científico se integra al mundo de la vida. La unidad de validez
actúa gracias a la correlación entre la idealidad lógica y la configuración humana,
y produce conocimiento objetivo sobre la realidad. Si no existiera la unidad de
validez, no habría relación entre el mundo de la vida y el mundo científico, y no se
podría alcanzar un conocimiento objetivo y universalmente válido. Se puede
encontrar información sobre la unidad de validez en las páginas 117 a 142 del
documento.
La "Unidad de Validez" es un concepto filosófico husserliano que sostiene que hay
una coherencia universal en la validez de los hechos comprobables. Se produce a
través de la reflexión crítica y la revisión de nuestras creencias y supuestos
implícitos en nuestra comprensión del mundo de la vida. Su función es permitir
una comprensión objetiva y universalmente válida del mundo, y su ausencia
llevaría a una perpetuación de las ideas y prácticas erróneas e injustas. Se
encuentra en las páginas 117 a 142 del documento.

La Unidad de Validez es el fundamento de la objetividad universal de los hechos


establecidos científicamente y del mundo de la vida. Su producción se da a través
de la referencia objetiva a objetos en el mundo, alcanzando la evidencia y
veracidad en la relación entre sujeto y objeto. Su propósito es establecer una
verdad segura para nuestras metas y que sea universalmente válida para todos los
sujetos. Su ausencia llevaría a la imposibilidad de alcanzar un conocimiento
objetivo y universalmente válido. Se puede encontrar información detallada en las
páginas 116 a 142 del documento. Es necesario un método fenomenológico y crítico
para que se dé.

La unidad de validez es la condición que permite la relación entre el mundo de la


vida y el mundo científico, permitiendo la obtención de conocimientos objetivos y
universalmente válidos. Esta unidad se produce gracias a la capacidad de alcanzar
una verdad segura para nuestras metas, estableciendo un horizonte de mundo
como posible experiencia de las cosas. El objetivo final de la unidad de validez es la
obtención de un conocimiento científico objetivo y universalmente válido. Si no
existiese, no habría relación entre ambos mundos y el conocimiento sería relativo y
subjetivo. Esta unidad se da en el marco de la fenomenología, y es necesario
alcanzar una cierta epojé respecto de nuestros intereses y metas para perseguir
una verdad incondicionalmente válida para todos los sujetos. (Páginas 117-142)

Horizonte de percepción: El horizonte de percepción es el ámbito de experiencia de


una persona, es el marco de referencia en el que se encuentran los objetos y las
experiencias percibidas por el sujeto. Este término se utiliza en la fenomenología
para referirse a la dimensión de la conciencia que se extiende más allá de lo que es
actualmente consciente y que incluye lo que aún no se ha percibido pero que es
potencialmente percibible. Se encuentra en páginas como la 26, 38, 104, 120 y 125.
El "horizonte de percepción" es el alcance máximo de la percepción que define los
límites de nuestro campo de atención actual, pero también implica la posibilidad
de trascenderlo y ampliarlo a través de la intencionalidad. Actúa en la realidad
mediante la apertura y expansión de la conciencia, que permite la percepción de
nuevos objetos y la consolidación de objetos previamente percibidos. Este
fenómeno es generado por la actividad de la conciencia, que a través del método
fenomenológico de reducción epojé permite la conciencia pura de los objetos sin
prejuicios o suposiciones previas. Si no existiera el horizonte de percepción,
nuestra comprensión del mundo y nuestra relación con los objetos y el espacio
estarían limitadas y restringidas. Se puede encontrar información detallada al
respecto en las páginas 26, 68 y 125 del documento.
El "Horizonte de percepción" es el alcance máximo de la percepción que define los
límites de nuestro campo de atención actual, pero también implica la posibilidad de
trascenderlo y ampliarlo a través de la intencionalidad. Actúa en la realidad mediante la
apertura y expansión de la conciencia, permitiendo la percepción de nuevos objetos y la
consolidación de objetos previamente percibidos. Su objetivo final es permitirnos
comprender y relacionarnos con el mundo de manera más profunda e integral. Si no
existiera el horizonte de percepción, nuestra comprensión del mundo y nuestra relación
con los objetos y el espacio estarían limitadas y restringidas. Se puede encontrar
información detallada al respecto en las páginas 26, 68 y 125 del documento. Es
necesario el uso del método fenomenológico de reducción epojé para la comprensión
del horizonte de percepción.

cinestesias:

Las cinestesias se refieren a los cursos cinestésicos que tienen el carácter del "yo
hago" y "yo me muevo" en relación con los movimientos del cuerpo vivido y su
exposición corporal. Actúan como un sistema disposicional cinestésico que está en
correlación con el sistema de consecuencias posibles concordantemente
pertinentes, y están detrás de cada simple certeza de ser de la cosa presentada en la
percepción continua. Se discuten en las páginas 202-203 del documento. Las
cinestesias son importantes para nuestra comprensión de la percepción y la
conciencia del cuerpo vivido en la fenomenología.

Cambio de Validez: El cambio de validez se refiere al hecho de que lo que se


da por sentado como válido en un momento dado, puede ser modificado o
cuestionado en otro contexto o momento histórico. Actúa sobre las
asunciones y presupuestos implícitos en nuestra comprensión del mundo de
la vida y se produce como consecuencia de la reflexión crítica y la revisión
de las creencias y convicciones. Su función es permitir una comprensión
más profunda y precisa del mundo, y su ausencia llevaría a la perpetuación
de las ideas y prácticas erróneas e injustas. Se puede encontrar en las
páginas 125 y 164 del documento. Cambio de Validez: El cambio de validez se
refiere a la posibilidad de que lo que se considera válido en un momento dado
pueda ser cuestionado o modificado en otro contexto o momento histórico. Esta
función permite una comprensión más profunda y precisa del mundo y es
producto de la reflexión crítica y la revisión de creencias y convicciones. Su
ausencia llevaría a la perpetuación de ideas y prácticas erróneas e injustas. El
cambio de validez se da dentro del marco del mundo de la vida y es necesario
para lograr un conocimiento objetivo y universalmente válido. Se encuentra en
las páginas 125 y 164 del documento.
Flujo de la percepción
Unidad de validez

Cambio de Validez

cinestesias
Horizonte de percepción

UNIDAD DE VALIDEZ

Estado de los hechos (Sachverhalt) Ver también objetividad, proposición, situación


(Sachlage)

Los estados de los hechos pertenecen a la clase de 'objetividades', son los correlatos
objetivos de actos intencionales sintéticos complejos como los juicios. El juicio 'el gato
está sobre la alfombra' está dirigido hacia un objeto complejo y estructurado, que a su
vez contiene otros objetos y cuya naturaleza puede expresarse lingüísticamente de
varias formas diferentes, por ejemplo, 'el hecho de que el gato esté sobre la alfombra'. El
concepto de 'estados de los hechos' fue discutido en la escuela de Brentano por
Meinong, Marty y Reinach, y más tarde por Husserl y Wittgenstein. Según Husserl, los
estados de los hechos son unidades ideales complejas no lingüísticas, los contrapartes
ontológicos de los contenidos proposicionales o significados. Los estados de los hechos
pueden combinar objetos con otros objetos (el gato, la alfombra) o objetos con
predicados (propiedades, relaciones, etc.). De hecho, es una característica estructural de
los estados de los hechos que cualquier tipo de cosa, incluidos los objetos reales y
existentes en el espacio y el tiempo, pueda formar parte de ellos, por ejemplo, 'el estado
de los hechos de esta araña en Marte'. Los estados de los hechos son lo que son, ya sea
que afirmemos su validez o no (LU I § 11), en otras palabras, el hecho de que la araña
esté en Marte es un estado de los hechos concebible aunque no sea actualmente
verdadero. Según la convención desarrollada por Husserl, Wittgenstein y otros, se dice
que los estados de los hechos 'se sostienen' (bestehen) o no se sostienen en lugar de
existir. Cuando se sostienen, se dice que la proposición que expresa este estado de los
hechos es verdadera. Husserl habla de un estado de los hechos como una 'unidad de
validez' (Geltungseinheit). Cuando creo que está lloviendo, entonces estoy intentando el
estado de los hechos de que está lloviendo. No se deben confundir los estados de los
hechos con los contenidos de significado de los juicios o las oraciones. Los estados de
los hechos son entidades ontológicas. Funcionan para hacer que las oraciones que los
expresan sean verdaderas (Sexta Investigación Lógica § 39). Es parte de la naturaleza de
los estados de los hechos que puedan expresarse como nominalizaciones, por ejemplo,
la rojez de la rosa, el ser roja de la rosa, y ser el sujeto de otras predicaciones (Ver
Husserl, Quinta Investigación Lógica § 36).

Change of validity

En las Meditaciones Cartesianas, Husserl da el ejemplo de buscar la esencia de un acto


de percepción. Partiendo de cualquier percepción actual, por ejemplo, ver una mesa
(incluso una llevada a cabo en la imaginación, es decir, imaginar ver una mesa), uno
busca alterar las partes constituyentes del objeto, mientras se retiene el elemento de
percepción en el acto. Las características esenciales son aquellas que no pueden variarse
en nuestra imaginación, escribe Husserl.

Comenzando desde esta percepción de la mesa como ejemplo, variamos el objeto


perceptual, la mesa, con una total libertad opcional, pero de tal manera que mantenemos
fija la percepción como percepción de algo, sin importar qué. Tal vez comencemos
cambiando ficticiamente la forma o el color del objeto de manera completamente
arbitraria. En otras palabras, absteniéndonos de aceptar su existencia, convertimos el
hecho de esta percepción en una posibilidad pura, una entre otras posibilidades
puramente 'opcionales', pero posibilidades que son percepciones posibles. De alguna
manera, trasladamos la percepción actual al ámbito de las no-actualidades, al ámbito del
como-si (CM § 34, 60; Hua 1104).

La variación imaginativa libre toma aspectos de nuestra intuición original y sustituye


partes de manera que la esencia se revele y cualquier cosa meramente contingente
desaparezca. El objetivo principal de la variación libre es abrir nuevas perspectivas de la
experiencia, especialmente aquellos aspectos invariantes, aspectos que pertenecen a la
esencia de la experiencia. Husserl distingue entre variación y generalización. Los
universales puros se logran mediante la variación libre, mientras que los universales
empíricos se obtienen mediante generalización inductiva. El concepto de variación
como un medio para llegar a lo verdaderamente universal y necesario ya se menciona en
las Investigaciones Lógicas (LU III § 5) y se discute bajo el título de imaginación o
fantasía en Ideas I. Husserl reconoce que no puede haber un entretenimiento infinito de
ejemplos individuales. Es suficiente ver la identidad de la esencia en cuestión y
reconocer que el proceso de examinar ejemplos puede continuar indefinidamente. Hay
una "infinitud abierta" de ejemplos, pero una vez que se tiene la comprensión de que
ninguno de estos ejemplos amenaza la identidad de la esencia y que es inútil seguir
(continuar con "y así sucesivamente"), entonces se ha llegado a la esencia. La variación
se supone completamente arbitraria (sin conservar vínculos con la actualidad), pero hay
problemas para decidir, por ejemplo, qué objeto empezar y cómo aislar las propiedades
a variar. En este sentido, el método de variación eidética ha sido criticado como circular,
ya que se debe saber bajo qué tipo cae la instancia para poder variarla y encontrar la
esencia. En Psicología Fenomenológica, Husserl da el ejemplo de comenzar con un
tono, pero ¿cómo sé si mi ejemplo original es realmente un tono?

Según las Meditaciones Cartesianas, la epoché es una forma de pasar de la subjetividad


psicológica a la subjetividad trascendental. Me descubro a mí mismo como 'sujeto para
el mundo' y descubro el mundo como algo que obtiene su 'significado y validez' (Sinn
und Geltung) solo de mí. Husserl generalmente distingue entre epoché y reducción. La
epoché es una forma de desconectar o poner entre paréntesis o poner fuera de juego la
actitud natural y especialmente su 'tesis general'. La reducción, en contraste, comienza
con la 'reducción filosófica', pero también incluye el paso de lo particular al eidos
(mediante el empleo de la variación imaginativa). A menudo se la denomina reducción
fenomenológica. Luego, siguiendo la reducción eidética, se produce el movimiento de
entender todas las objetividades como logros o producciones de la subjetividad
trascendental. De ahí la 'reducción trascendental'. En obras maduras como Crisis,
Husserl propone que se entienda la epoché como una forma de superar la ingenuidad de
la actitud natural. En la reducción, hay un 'trastorno radical' (Umsturz) de los
compromisos hasta el punto de que incluso 'dejamos de ser humanos', perdiendo toda
conexión con el ego humano empírico y sus estados psicológicos (mi yo humano natural
y mi vida psicológica). En particular, en Crisis, Husserl reconoce que el 'camino
cartesiano' de epoché y reducción que había desarrollado en las Meditaciones
Cartesianas era demasiado abrupto y llevaba al ego a la vista de una vez, por así decirlo,
pero al hacerlo, lo revelaba como 'aparentemente vacío de contenido' y, por lo tanto,
pasaba por alto todo el aparato que constituía el 'mundo de la vida' (Crisis § 43). Husserl
tenía varias razones teóricas diferentes para introducir la noción de reducción. En
primer lugar, le permitía separarse de todas las formas de opinión convencional,
incluyendo nuestra psicología del sentido común, nuestro consenso científico
acumulado sobre cuestiones y toda teorización filosófica y metafísica sobre la
naturaleza de lo intencional. Debemos dejar de lado nuestras creencias sobre nuestras
creencias, por así decirlo. En segundo lugar, le permitía volver a los aislados y aislar las
estructuras centrales de la subjetividad. Al dejar de lado los supuestos psicológicos,
culturales, religiosos y científicos, y al superar o apartarse de la posposición del
significado o de los actos téticos normalmente dominantes en los actos conscientes,
aparecen nuevas características de esos actos. Sobre todo, la reducción tiene como
objetivo evitar que lo que hemos ganado mediante la comprensión se transforme o
deforme en una experiencia de otro tipo, un cambio de un tipo a otro, una 'metabasis in
allo geno' (Ideas I § 61). Existe una tendencia casi inevitable a 'psicologizar lo eidético'.
Husserl pensaba que no sería necesaria la reducción si hubiera una transición suave de
lo fáctico a lo eidético, como ocurre en geometría cuando el geómetra pasa de
contemplar una forma fáctica a su idealización (Ideas I § 61, p. 139). Sin embargo, en
otras áreas, especialmente en la comprensión de la conciencia, es difícil lograr el paso a
lo eidético, de ahí la necesidad de la vigilancia de la epoché. Husserl caracterizó la
práctica de la epoché de muchas maneras diferentes: 'abstención' (Enthaltung),
'desplazamiento' o 'exclusión' (Ausschaltung) de la postulación del mundo y de nuestra
fe normal e incuestionada en la realidad de lo que experimentamos. Habla de 'retener',
'despreciar', 'abandonar', 'poner entre paréntesis' (Einklammerung), 'poner fuera de
acción' (außer Aktion zu setzen) y 'poner fuera de juego' (außer Spiel zu setzen) todos
los juicios que postulan un mundo de alguna manera como real (wirklich) o como 'allí',
'presente' (vorhanden). Pero la característica esencial siempre es efectuar una 'alteración
de actitud' (Einstellungänderung), alejarse de los supuestos naturalistas sobre el mundo,
supuestos que están profundamente arraigados en nuestro comportamiento cotidiano
hacia los objetos y también en nuestra ciencia natural más sofisticada. El cambio de
orientación produce un 'retorno' (Rückgang) a un punto de vista trascendental, para
descubrir un nuevo dominio trascendental de la experiencia. La epoché, entonces, es
parte de la reducción. Por encima de todo, lo trascendental no debe ser pensado
simplemente como una dimensión de mi propia mente, alcanzada a través de la
reflexión psicológica. Husserl siempre consideró que su formulación de las reducciones
era el verdadero descubrimiento de su filosofía y necesario para revelar, de manera no
psicológica, la esencia de la conciencia intencional y de la subjetividad en sí misma.
Experimentar la reducción es experimentar un enriquecimiento de la vida subjetiva, se
abre infinitamente ante uno. Husserl siempre insiste en que la reducción proporciona el
único acceso genuino al infinito dominio subjetivo de la experiencia interna, y que aquel
que malinterpreta la reducción está perdido.

Pero en última instancia, todo depende del momento inicial del método, la reducción
fenomenológica. La reducción es el medio de acceso a este nuevo ámbito, por lo que
cuando se comprende mal el significado de la reducción, todo lo demás también sale
mal. La tentación de malinterpretar aquí es simplemente abrumadora. Por ejemplo,
parece demasiado obvio decirse a uno mismo 'Yo, este ser humano, soy el que practica
el método de una alteración trascendental de la actitud mediante la cual uno se retira
hacia el puro Yo; ¿acaso este Yo puede ser algo más que un mero estrato abstracto de
este ser humano concreto, su ser puramente mental, abstraído del cuerpo? Pero está
claro que aquellos que piensan de esta manera han vuelto a la actitud natural ingenua.
Su pensamiento se basa en el mundo preexistente en lugar de moverse dentro de la
esfera de la epoché. ('Fenomenología y antropología', trad. Phen, p. 493; Hua XXVII
327).

Cinesteasis

Cosa y Espacio (Ding und Raum, 1907) Ver también cinestesia, fantasma, sensación,
espacio

Husserl dio una serie de conferencias sobre la constitución de la cosa material. La cosa
como idea en el sentido kantiano, en el espacio en Gotinga en 1907, ahora
publicado como volumen XVI de Husserliana (Husserl también llamó a este
texto su Dingvorlesung, conferencia sobre la cosa). Estas conferencias ofrecen
los análisis más detallados e intensos de Husserl sobre la constitución del objeto
pretendido en los actos de percepción y cinestesia, así como la constitución de la
presentación del espacio en sí mismo. Husserl parte de los casos más simples de
percepción, como ver un objeto estático con un ojo (visión monocular), y luego
discute la constitución del campo visual primero en dos dimensiones y luego en
tres dimensiones. En estas conferencias, Husserl introduce por primera vez la
noción de 'doble sensación', según la cual el cuerpo vivo (Leib) es capaz de
tocarse a sí mismo. Su objetivo es describir la constitución de la cosa física en la
percepción, una 'comprensión de la dada de la cosa' (DR § 40), centrándose
principalmente en la espacialidad pero abstrayéndose de la consideración de la
causalidad que completa y concretiza nuestra concepción de la materialidad más
allá de lo que Husserl llama el 'esquema de sentido' o 'fantasma'. En la sección
"Cosa y Espacio" § 47, como parte de una discusión general del fenómeno
llamado 'cinestesia' (las sensaciones del movimiento propio de nuestro cuerpo y
sus partes), Husserl analiza qué 'sensaciones' (Empfindungen) contribuyen a la
experiencia de la espacialidad. En cada percepción unilateral o 'unifocal',
Husserl distingue entre 'contenidos presentacionales' (darstellende Inhalten) y
'momento de aprehensión' (Auffassungscharakter; DR Hua XVI 142). Vemos la
misma cosa bajo condiciones cambiantes, el mismo color bajo diferentes perfiles
de color o sombreados. Los contenidos presentacionales no están primeramente
ahí y luego son aprehendidos, sino que la aprehensión misma los 'animiza'
(beseelt) de manera unificada.

Sensaciones cinestésicas (kinästhetische Empfindungen) Ver también sensación,


percepción

Las sensaciones cinestésicas o cinestesias son aquellas sensaciones en las que me


muevo a mí mismo, es decir, 'sensaciones' mediante las cuales soy consciente de
los movimientos en y en mi cuerpo (a veces se llaman 'sensaciones motoras').
Este término fue utilizado con frecuencia por los psicólogos alemanes, británicos
y estadounidenses del siglo XIX (por ejemplo, Müller, Münsterberg, William
James), no solo por Husserl. El término 'sensaciones cinestésicas' es algo
impreciso y Husserl mismo no es consistente en su terminología. No está claro,
por ejemplo, si las sensaciones cinestésicas incluyen todas las experiencias
propioceptivas, incluyendo las sensaciones musculares, las experiencias de
esfuerzo, fuerza, equilibrio, etc., o solo aquellas experiencias que contribuyen a
la percepción y el movimiento. Habla de 'sensaciones', 'complejos',
'circunstancias', 'apariencias', 'procesos', 'cinestesias' (Crisis § 47), 'procesos
cinestéticos', 'sistemas', y así sucesivamente. Siguiendo la psicología alemana,
Husserl, de manera algo engañosa, llama a estas sensaciones 'cinestésicas', lo
cual parece significar que son sensaciones de movimiento (kinesis) que pueden
ser libremente emprendidas (aunque no son plenamente modos de la voluntad,
xv 330). En EU escribe:

Llamamos a estos movimientos, que pertenecen a la esencia de la percepción y sirven


para dar al objeto de la percepción una presentación desde todos los lados en la
medida de lo posible, cinestesias (EU § 19, p. 84; 89). Se ordenan en sistemas.
De esta manera, a partir del sistema ordenado de sensaciones en el movimiento
de los ojos, en el movimiento libre de la cabeza, etc., se despliegan tales y tales
series en la visión. Una aprehensión de una cosa como situada a tal distancia es
impensable, como se puede ver, sin estos tipos de relaciones de motivación
(Ideas II § 18, p. 63, Hua IV 58).

En cuanto a lo 'cinestésico', Husserl no se refiere a los movimientos fisiológicos del


cuerpo (el rango físico de movimientos que el cuerpo es capaz de hacer), sino
más bien a nuestra sensación experiencial en primera persona del movimiento de
nuestros ojos, inclinación y giro de la cabeza, mirar hacia arriba o hacia abajo, y
así sucesivamente, especialmente en la medida en que esos movimientos se
realizan libremente. Husserl utiliza el término para las experiencias de mover la
cabeza, etc. También se refiere a ver, escuchar, así como levantar, llevar,
empujar, y así sucesivamente (Crisis § 28). En este sentido, para Husserl, el
cuerpo vivido es un 'órgano de los sentidos movido libremente' (Ideas II 61, IV
56). Por supuesto, cuando el barbero mueve mi cabeza, todavía hay un elemento
de libertad en el sentido de que elijo cooperar y no tensar los músculos del
cuello, pero su acto de girar e inclinar mi cabeza no es lo mismo que uno que yo
emprendo yo mismo. A veces habla de estas sensaciones como sensaciones
'internas' en contraste con los movimientos reales realizados en el mundo real.
Una sensación cinestésica, para Husserl, debe tener su 'lugar' o 'posición'
(Stellung) en una parte particular del cuerpo, también tiene el carácter de 'puedo'
y puede ser controlada a través de la 'práctica' (Übung). Husserl habla de
'procesos cinestésicos' en Crisis § 47 que tienen el carácter de 'hago' y 'muevo' o
incluso 'mantengo quieto'. Hay procesos cinestésicos internos que corresponden
a los movimientos corporales externos. Husserl habla aquí de un 'carácter de
doble cara' (VI 164). Continuar fijando la vista en algo requiere un acto
consciente de atención o 'concentración'. Al girar la cabeza, tengo una
expectativa de continuidad perceptual de cierto tipo. Hay un carácter de 'si-
entonces' en mi experiencia perceptual, un sistema de conocimiento o
reconocimiento de las capacidades cinestésicas que están detrás de cada certeza
perceptual. Hay una correlación estricta entre la serie de cinestesias y la serie de
apariciones del objeto. Husserl utiliza el término 'cinestesia' para la movilidad
propia del ego (ver Crisis, 106; VI 108). Cubre gran parte de nuestra experiencia
de gobernar o gobernar el cuerpo vivo, 'tener dominio' (walten, Crisis § 28, §
62). Mi relación con mis cinestesias es de inmediatez y familiaridad. Sé cómo se
siente mover mis ojos y mi cabeza, pero también sé moverlos para inspeccionar
el objeto desde un punto de vista particular. Mi dominio es peculiar para cada
tipo de percepción (Crisis § 62), ver con los ojos, tocar con los dedos. Mis
cinestesias no están exactamente en el espacio como los movimientos de mi
cuerpo. Solo están 'colocalizadas' indirectamente en el movimiento (§ 62, p. 217;
VI 221). Mis cinestesias contribuyen a la experiencia del espacio objetivo, por lo
que ellas mismas no pueden ser objetivamente espaciales de la misma manera.
Utilizando el PDF explícame qué es “Cinesteasias”, palabra que también puede
aparecer como “Cinestesis” o “cinesteásica” o, dime cómo se produce, qué
produce, para qué sirve, cuál es su objetivo final, qué sucedería si no existiese,
en qué marco se da, qué es necesario para que se dé. Quiero una respuesta
precisa, específica, usando términos filosóficos husserlianos y que además sea
de lenguaje académico. Usa más que nada desde la página 198 hasta el final

Flujo de la percepción:
El "flujo de la percepción" se refiere a cómo un objeto se presenta a la
conciencia de forma continua y cambiante, dando lugar a una multiplicidad de
modos subjetivos de exposición. Este proceso se produce mediante la síntesis
continua de datos sensibles, permitiendo una experiencia coherente y
contextualizada del mundo. El objetivo final del flujo de la percepción es la
comprensión intuitiva y directa de la realidad. Si no hubiera flujo de la
percepción, la experiencia estaría fragmentada y desconectada de la realidad
circundante. Este proceso se da en el marco de la fenomenología husserliana y
requiere de la intuición sensible para su realización. (páginas 161-162)
El flujo de la percepción se refiere a la continua vivencia subjetiva de la
exposición de un objeto. Es producido por la correlación de diferentes cursos
cinestésicos y las exposiciones de los objetos. Esta correlación esencial es una
parte componente del apriori universal de la percepción. El objetivo final es
comprender las implicaciones subjetivas de todos los modos de exposición "de"
las cosas. Si no existiera este flujo de percepción, no se podría dar ninguna cosa
ni ningún mundo de la experiencia. Se da en el marco de la reflexión y es
necesario para que el sujeto pueda captar la esencia de lo percibido. (Págs. 133-
165)
El "Flujo de la percepción" es el proceso y fenómeno mediante el cual se
muestran los objetos en la experiencia. Husserl describe cómo este flujo se
produce a través de la corriente temporal de la conciencia que, al exponer los
objetos, los presenta como co-pertinentes a través de la síntesis, una actividad
que une los diferentes momentos en una síntesis unitaria. El objetivo final del
flujo de la percepción es alcanzar una comprensión completa y adecuada de los
objetos percibidos. Si no existiera, la percepción perdería su capacidad de darnos
acceso a los objetos del mundo. Este fenómeno se da en el marco de la
fenomenología de Husserl y es necesario para que se dé una reflexión filosófica
rigurosa. Puedes encontrar mayor información en las páginas 198 y siguientes
del documento.

Unidad de validez:
La "Unidad de Validez" es un concepto filosófico husserliano que sostiene que
hay una coherencia universal en la validez de los hechos comprobables. Se
produce a través de la reflexión crítica y la revisión de nuestras creencias y
supuestos implícitos en nuestra comprensión del mundo de la vida. Su función es
permitir una comprensión objetiva y universalmente válida del mundo, y su
ausencia llevaría a una perpetuación de las ideas y prácticas erróneas e injustas.
Se encuentra en las páginas 117 a 142 del documento.
La Unidad de Validez es el fundamento de la objetividad universal de los hechos
establecidos científicamente y del mundo de la vida. Su producción se da a
través de la referencia objetiva a objetos en el mundo, alcanzando la evidencia y
veracidad en la relación entre sujeto y objeto. Su propósito es establecer una
verdad segura para nuestras metas y que sea universalmente válida para todos
los sujetos. Su ausencia llevaría a la imposibilidad de alcanzar un conocimiento
objetivo y universalmente válido. Se puede encontrar información detallada en
las páginas 116 a 142 del documento. Es necesario un método fenomenológico y
crítico para que se dé.
La unidad de validez es la condición que permite la relación entre el mundo de la
vida y el mundo científico, permitiendo la obtención de conocimientos objetivos
y universalmente válidos. Esta unidad se produce gracias a la capacidad de
alcanzar una verdad segura para nuestras metas, estableciendo un horizonte de
mundo como posible experiencia de las cosas. El objetivo final de la unidad de
validez es la obtención de un conocimiento científico objetivo y universalmente
válido. Si no existiese, no habría relación entre ambos mundos y el conocimiento
sería relativo y subjetivo. Esta unidad se da en el marco de la fenomenología, y
es necesario alcanzar una cierta epojé respecto de nuestros intereses y metas para
perseguir una verdad incondicionalmente válida para todos los sujetos. (Páginas
117-142)

Cambio de Validez: El cambio de validez se refiere a la posibilidad de que lo que se


considera válido en un momento dado pueda ser cuestionado o modificado en
otro contexto o momento histórico. Esta función permite una comprensión más
profunda y precisa del mundo y es producto de la reflexión crítica y la revisión
de creencias y convicciones. Su ausencia llevaría a la perpetuación de ideas y
prácticas erróneas e injustas. El cambio de validez se da dentro del marco del
mundo de la vida y es necesario para lograr un conocimiento objetivo y
universalmente válido. Se encuentra en las páginas 125 y 164 del documento.

Cinestesias: Cinestesia se refiere a la sensación del movimiento del cuerpo propio y su


posición en el espacio. Se produce a través de movimientos corporales internos y
externos y está relacionada con la capacidad disposicional cinestésica del cuerpo
vivido. Sirve para establecer la correlación entre las exposiciones sensibles de la
cosa y las cinestesias y movimientos del cuerpo. Su objetivo final es lograr la
concordancia en la percepción y mantener la certeza de la presencia inmediata de
la cosa. Si no existiese, la percepción de la realidad sería imposible de establecer.
Se trata en el capítulo III, páginas 138-139 del documento. La respuesta tiene 81
palabras.
Las cinestesias se refieren a los cursos cinestésicos que tienen el carácter del "yo
hago" y "yo me muevo" en relación con los movimientos del cuerpo vivido y su
exposición corporal. Actúan como un sistema disposicional cinestésico que está
en correlación con el sistema de consecuencias posibles concordantemente
pertinentes, y están detrás de cada simple certeza de ser de la cosa presentada en
la percepción continua. Se discuten en las páginas 202-203 del documento. Las
cinestesias son importantes para nuestra comprensión de la percepción y la
conciencia del cuerpo vivido en la fenomenología.
Cinestesia se refiere a la experiencia subjetiva del movimiento del cuerpo,
especialmente en relación con la percepción y el movimiento de los ojos, la
cabeza y las extremidades. Es un proceso "interno" que corresponde a los
movimientos corporales externos y contribuye a la experiencia del espacio
objetivo. Para Husserl, el cuerpo vivido es un 'órgano de los sentidos movido
libremente'. Las cinestesias tienen el carácter del "yo hago", "yo me muevo" y
son necesarias para estar en correlación con el sistema de consecuencias posibles
concordantemente pertinentes en la percepción. Si no existieran, habría una
ruptura de esa concordancia. Se puede encontrar en las páginas 164-165 del
documento. Las cinestesias se refieren a los cursos cinestésicos que tienen el
carácter del "yo hago" y "yo me muevo" en relación con los movimientos del
cuerpo vivido y su exposición corporal. Actúan como un sistema disposicional
cinestésico que está en correlación con el sistema de consecuencias posibles
concordantemente pertinentes, y están detrás de cada simple certeza de ser de la
cosa presentada en la percepción continua. Se discuten en las páginas 202-203
del documento. Las cinestesias son importantes para nuestra comprensión de la
percepción y la conciencia del cuerpo vivido en la fenomenología.

Horizonte de percepción: El "Horizonte de percepción" es el alcance máximo de la


percepción que define los límites de nuestro campo de atención actual, pero
también implica la posibilidad de trascenderlo y ampliarlo a través de la
intencionalidad. Actúa en la realidad mediante la apertura y expansión de la
conciencia, permitiendo la percepción de nuevos objetos y la consolidación de
objetos previamente percibidos. Su objetivo final es permitirnos comprender y
relacionarnos con el mundo de manera más profunda e integral. Si no existiera el
horizonte de percepción, nuestra comprensión del mundo y nuestra relación con
los objetos y el espacio estarían limitadas y restringidas. Se puede encontrar
información detallada al respecto en las páginas 26, 68 y 125 del documento. Es
necesario el uso del método fenomenológico de reducción epojé para la
comprensión del horizonte de percepción.

También podría gustarte