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Rest de Derecho nvemiad Cie del Nore Sects Emus Moly Ne2 B18 pp 208.238 ‘LA PROBLEMATICA DE LAS PARTES Y EL CONTENIDO DE LA LEGITIMACION ACTIVA EN LA CUESTION DE INAPLICABILIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY" RODRIGO PICA FLORES™ RESUMEN: El presente trabajo aborda la justificacién y el-contenido de Ia legitimacién activa en el proceso de inaplicabilidad por inconsti- tucionalidad de la ley en Chile, en una perspectiva de contexto de un sistema concentrado y conereto, pata llegar posteriormence a la diferen- ciacién entre la iniciativa de parte y la que corresponde a juez. que conoce del proceso’a quo. Se busca justificar la legitimacién del juez de la causa, alternativa con la de las partes, pasando por la identificacién y contenido de la legitimacién pasiva en dicho control de constitucionalidad. PALABRAS CLAVE: Control juridico de la Ley ~ accién de inaplica bilidad — Derecho procesal constitucional ~ legitimacién activa — legit macién pasiva ~ supremacia consticucional ~ doble sumisién del érgano judicial ‘THE SITUATION OF THE PARTIES AND THE CONTENT OF THE STANDING TO SUE IN THE ISSUE OF INAPPLICABILITY DUE TO UNCONSTITUTIONALITY OF THE LAW ABSTRACT: This work deals with the justification and the content of the standing to sue in the process of inapplicability due co tunconstitutionality of the law in Chile, with a perspective of the context of a concentrated and concrete system, to later differentiate between the initiative of the party and that belonging to the judge that knows the process a quo. The work also looks to justify the legitimation of the I presente trabajo ha sido clborao en el mateo del proyecto de investiacién FONDE- ‘CYT regula N® 1090607 tudo “Swers,objery deco em Ut uci de tneplicabilided formation del marca deprincpespocralescomuconales que cuadran el onal eonsreo ‘de constirucionalidad del lrg y a jrspradencia bel el 0 ant es coineestga. Fecha de recepcin 30 de noviembre de 2010. Fecha de acepracén: 22 de dilembre de 2010. Magister en Derecho, Profesor de Derecho Consitucional en el Programa de Magister en Derecho Penal de a Universidad Central (Ct y Profesor de Derecho Politico des Uni- verdad Andrés Bell (Cr). Coren electonico peaiayzheo.cs eves at Dassato Uneeaninns Carguca aes Noms Aso 17 N+2 (2010) 205 Rodeige Pics lovee judge to the cause, altemative to that of the parties, going through the identificacion and content of the standing to be sued in said control of consticutionality. control of the Law ~ inapplicability action — Constitutional procedural Law ~ Standing of sue ~ Standing co be sued — constitutional supremacy ~ double submission to the court. 1) PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA, Fl presente trabajo se circunscribe a una de las cuestiones procesa- les propias del control de inaplicabilidad por inconstitucionalidad de la ley: la legitimacién y su contenido. Sin pretender agorar una temética de tal envergadura, se busca reconocer las razones y los elementos de la legitimacién en sentido genético, para llegar a su contenido ¢ identificar su relevancia en Ia configuracién del sistema de jurisdiccién constitucio- ral. En especifico, a partir de dichas nociones, cabe preguntarse cudles serfan las razones que justifican la legitimacin activa resttingida que es- tablece la Constitucién al acotar a las partes -y no habilitar a terceros~ la capacidad para requerir de inaplicabilidad por inconsticucionalidad de la ley ante el Tribunal Constitucional, de conformidad al articulo 93, nume- ral 6° inciso undécimo, de la Carta Fundamental. Por otra parte, se busca una explicacién a la introduccién de la atribiucién de los jueces ordinarios para planteat Ia cuestién de inapli- cabilidad, innovacién creada por la Ley N° 20.050 y la enunciacién de las diferencias de esta legitimacién activa y la establecida en favor de las partes. En este sentido se constata que Ia inuroduccién del control concreto implica que la legitimacién activa que, en cuanto a su contenido y ticula- tidad, ¢s distinta con respecto a la que puede conceptualizarse en un siste- ‘ma de control puramente abstracto, Cémo se determina dicha diferencia y cudl es su significado? Explicitada Ja diferencia entre la legitimacién en un sistema abs- tracto y en un sistema de control concreto, se constata que en el sistema chileno debe diferenciarse el rol de las partes y del juez que conoce de la gestidn invocada en el proceso de inaplicabilidad, constatindose que no son iguales sus cometidos en la formulacién de la cuestién, para final- mente diferenciar, a partir de dichos elementos, el rol del juez ordinatio y el rol de las partes en el planteamiento del conflicto de constituciona- lidad. 206 Revista ot Dpntcno Unvrataoan Crrduck net Noart «AS 17 No2 2010) els einen i In cthn de napeabid, 2) INTRODUCCION Cabe sefialar que “le problemética de las partes en el proceso de inaplicabilidad”, forma en que denominaremos la justificacién para res- tringir el acceso al proceso de control concreto de normas, puede abor- darse no solo desde una estricta visién procesal, sino también desde una perspectiva procesal constitucional, En este sentido, debe analizarse no solo el concepto tedrico de legitimacién, sino también, una vez que se lle- gue al contenido de la misma, es necesatio tener presente su relacién con principios de cardcter estrictamente consticucional, como la dimensién subjetiva de los derechos y la supremacfa de la Carta Fundamental, los cuales petmitirén dilucidar el significado de la legitimacién activa restrin- sida a las partes y al juez de la causa, y las diferencias que cxisten entre ambas. Es preciso sefialar que no es ficil constarar a convivencia simultdnea de las partes y del juez para acceder a la judicatura constitucional con- centrada, como ocurre en el sistema chileno. En efecto, en un texto de reciente publicacién y partiendo de la base alternativa de dichas opcio- nes de legitimacién activa, Groppi clasifica a los sistemas de jurisdiccién cconstitucional segin si el acceso al juez de consticucionalidad de la norma es directo 0 inditecto, partiendo de la base que ambas son opciones exclu- yentes. En este sentido, el acceso seri directo “cuando al sujeto legitimado pucde acudir directamente al juez de la constitucionalidad, sea un juez pecializado (un tribunal constitucional), sea un juez ordinario”, en térm nos tales que el “juicio sobre Ia constitucionalidad de un acto que pueda ser estimado o desestimado por el juez mismo, sin acudir a una instancia superior”, Por otro lado, el acceso seré indirecto “cuando el problema de constitucionalidad surge frente a un jutez que no puede, por si mismo, to- mar una decisién sobre la inconstitucionalidad que le ha sido presentada, sino que tiene que remitir la cuesti6n al eribunal especializado”. Cabe seftalar que, desde esta perspectiva, en Chile la inaplicabilidad obedece a una configuracién hibrida: es directo el acceso en la medida ue las partes pueden diectamente acudir ante el Tribunal Constitucional no como en los sistemas italiano o espaiiol, donde el filtro es el juez or- dinario— y es indirecto en la medida que la cuestién de constitucionalidad. surge en el marco de un juicio de legalidad ordinaria, en el cual el tribu- Grove, Tania (2009). “Titulaida y leprimacin ance Ia jussiceidn consitucional. Una perspective comparada, en Ferrer Mac-Cregr, Eduardo f Zalvar Leo de Laces, Auto {coordinadores) La lect de! Desho proc conituconal. Eu; em homenaje « Hector Fie-Zamndlio en sus cncuenna aes cone Inontigedr del Devil somo Ml, Masico D.F UNAM: pp. 227-255, p. 234, 2 Grover 2009) 236 Rovstabe Denscwo UnivensionD Carica oe Nowe - Asa 17 Ne 2 (2010) 207 Rodeo Pie Fores nal a quo no puede declarar por si la inconstitucionalidad de la norma sin que lo haga el Tribunal Constitucional, 3) CONCEPTO DE LEGITIMACION Y SU CONEXION CON EL INTERES DE LAS PARTES. En primer término, la idea de legitimaci6n alude « la capacidad, a la tivularidad de la accién y al ¢jercicio del derecho de acceso a la jurisdic- cin. En segundo término, la | én siempre se ha clasificado en las perspectivas activa y pasiva, identificando al demandante con el demanda- do, fo que tiende a confundir la legitimacién con las partes. En realidad, la idea de legitimacién pareciera identificarse, por un lado, con el derecho a comparecer y, por el otro, con Ia titularidad del in- terés reclamado en el proceso, lo cual conduce hacia la identificacién de la parte y la capacidad para obrar. Las anteriores notas connotativas permiten una primera aproxima- cién conceptual, en términos que “lo que cominmente entendemos por legitimacién constituye un presupuesto procesal o de validet del proceso y no una cuestién de fondo”? Hecha la precisién anterior, se puede sefialar que la legitimacién, conceptualmente hablando y lato sensu, es “el reconocimiento que el or- denamiento juridico hace en favor de un sujeto, en cuya virtud le confiere Ja posibilidad de ejercitar efieazmente su poder de accién, en base a la relacién existente entre el sujeto y los derechos e intereses legitimos cuya cutela jurisdiccional pretende”*. Parcciera scr entonces quc, cn primer término, se esté frente a una verdadera ecuacién, de forma que: legitimacién = sujeto + interés. Puede sefialarse que son partes, Jato sensu, los titulares de la legitima- cién, en tanto son las personas que sostienen las pretensiones en conflicto dentro de un proceso, es decir, parte es sindnimo de litigante y, al mismo tiempo, de interlocutor de una relacién juridico-procesal, Para la doctrina tradicional, la parte puede definirse como “aquel que en nombre propio o en cuyo nombre se pretende la actuacién de una norma legal y aquel respecto del cual se formula esa pretensién”®. Funda- mentalmente son: ef demandente que es la persona que ejercita la accién en proteccién de su derecho material y por otro lado el demandado, que es 3 Saas Canecetute, Antonio (2006). "La legiimacién”, en el mismo (coordinador) La par ‘ex preblematcs procsal, Madtid: Consejo General del Poder Judea. pp. 61-85, p. 56 4 Siiguano, Joaquin (1995). Lt Tule Jutdletonal de le Ieee Colton a Tre de la Legiinocin de or Grapes, Madet: Fatal Dykinson p. 156 5 Alsina, Hugo (0950): Derecho procaal cil) comerctal Tomo 1, Buenos Aites: Ear, ea73 208 avis ox Dansemo Univnainan Carica ott Nonre- ASO 17 Ne 2 (2010), Le pba de as artsy conten dea feinacin tise a cuesin de apleaba. aquel en contra de quien se dirige esa accidn, en tanto seria el sujeto obli- gado a cumplir lo que la sentencia definiciva resuelva, También se consi- dera partes a los terceros admitidos al jucio. Respecto de asuntos no contenciosos habri que entender como “par- te” al solicitante y también debe hacerse presente que en materia penal cl Cédigo Procesal Penal no contiene el concepto de “partes”, sino que ha- bila indistintamence de “interviniences" y “sujetos procesales’ Es posible afirmar que la nocién de parte aparece ligada indisoluble- mente a la de pretensién, y esta obedece necesariamente al ejercicio de una accién, ‘A partir de ahi se debe necesariamente arribar a la legitimacién, que puede ser activa o pasiva segiin quign sea el demandante y el demandado Y que siempre surgird, en materia de inaplicabilided, de algin derecho o algin interés de fuente constitucional, fo que, en la praxis, hace que el ‘motivo en este proceso constitucional de inaplicabilidad sea siempre un derecho fundamental 3.1) :QUE SE ENTENDERA POR LEGITIMACION ACTIVA? Puede sefialarse que la primera nocién de legitimacién activa es lo que usualmente podria llamarse “legitimacién ordinaria’, entendien- do por tal la que “corresponde al tivular de la relacién juridica u objeto litigioso”6, a la que se debe agregar -en un sentido dialéctico~ lo que de- nominaremos “legitimacién extraordinaria’, conferida de manera expresa por el ordenamiento juridico-procesal, sin conexién con la titularidad de los intereses en conflicto, pues los mismos son considerados como rele- vantes y dignos de proteccién por el sistema juridico sin considerar su disponibilidad, asunto que, en algunos casos, puede encontrar su fanda- mento en valores jurfdicos de orden o interés pitblica’, que se consideran independientemente de la dimensién subjetiva que puedan tener. Por otta parte, la legitimacién pasiva puede ser entendida como un atributo juridico, “que permite al demandado acudir a an érgano j diccional a defender, mediante el ejercicio de excepciones, una posicién juridica contraria a las pretensiones que la actora huibiere planteado en su contra a través de la demanda, la cual le permite la realizacién de deter- minado tipo de facultades dentro de un proceso”®. Por otra parte, un concepto util y préctico de legitimacién a puede encontrarse en el Derecho procesal constitucional de México, que © Sains Canceseex (2006) 70 7 Moncteno Asoc, Juan (1994), La leuimacin en ef proceso Cl, Macrids Ediza Ci sat pp. 49 ys 8 Cossto Bitz, José Rambn (2007) “Lax putes en las controversaeconsitcionle”, Cute fone Constzucionles, NV, enetejunle, pp. 89-138, p92 Revista oe Dantexo Unweasino Carouce ott Noxtz~ ASO [7 Ne 2(210) 209 odio Pia Foes ha entendido como “la potestad conferida (al actor) por el orden juridico para acudir 2 un érgano jurisdiccional a solicitat, mediante el ejercicio de una accién, la tramiacién de un proceso”. En tanto capacidad para comparecer, es necesario recoger la divisién ‘entre la denominada legitimacién activa ad processum y la llamada legiti- macién activa ad causam. La legitimacién ad processum se identifica con el concepro de “capa- idad procesal”, en cérminos genéricos, en tanto capacidad general para ocurrit ante un tribunal. La legitimacién ad causam encierra mayores complejidades, y se refiere a “la especial naturaleza que emerge de la rela- i6n jurfdica, dererminando el tipo o grado de interés que cada postulan- te tiene en la étbita de los derechos sustanciales (interés para obrar)”"®, lo que obliga a analizar las especificidades y peculiaridades de Ja accién que se ejerce y de la relacién juridico procesal de que se trate. Es decin, la legitimacién ad causam exige un interés actual y compro- metido en el conflicto juridico, sin el cual no podré hablarse de una ‘par- te” en sentido estricto, al no haber ticularidad del interés que se invoca. En términos procesales, la misma se traduce en el objeto de una accién y de una pretensién: la ticularidad y el ejercicio de un derecho subjetivo © dun interés cuyo reconocimiente y amparo se slicita declrar al wibu- Para comprender el concepto de legitimacién ad causam, 0 fundada cen un interés, es necesario diferenciar ambos institutos, por lo que debe tenerse presente que “los concepcos de legitimacién ¢ interés, aun cuando estin en esttecha relacién, deben ser separados para facilitar su compren- sién. Si‘ mediante el primero se entiende la posicién procesal que corres- ponds a determinado “sujeto”, mediante el segundo se a el crite tio que debe ser satisfecho a efecto de que ese sujeto esté en posibilidad de participar en un decerminado proceso. Mientras que con el concepto de legitimacién suele identificarse al “quién’, mediante el de interés se identifica al “qué” del proceso”!!, En realidad la legitimacién ad causem puede ser identificada como tuna consecuencia del interés si es que este es reconocido por el sistema juridico, ya que estaré amparado por el Derecho solo si se le reconoce el caricter de justiciable. En el caso que nos convoca, el interés amparado es tun derecho fundamental, cuestién que ahorra el estudio de su contenido ysal mismo ticmpo, escapa al objeto del presente estudio al ser propio de la teoria general de los derechos fundamentales y no del Derecho procesal constitucional, 5 Coss Diaz (2007) 92 "© Gozan, Osvaldo (1996). “Legtimacién y proces", en Augusto M. Morello (coord): Le Legitinacin, Vsenos Aires: Abeledo Perez, pp. 39-63. p. 3. " Cosso Diaz (2007) 94 210 Revers ox Denton Usteasonn Crnduca oes Nowre- Aso 17 N°2 2010), La pobleniice de pater yl contenido de 3.2) 3A QUIEN CORRESPONDE LA LEGITIMACION ACTIVA EN PROCESOS DE CONTROL DE NORMAS? UNA CUESTION DE CONFIGURACION DEL SISTEMA En materia de procesos constitucionales, la legitimacién activa pue- de set entendida como “la capacidad de activar, o poner en marcha, un proceso constitucional concreto”!?, cuestién que puede plancearse como “un derecho a accedet a la jurisdiccién constitucional que otorga la po- sibilidad de iniciar un proceso”!3. Esta nocién tiene como ¢je laid tificacién de la legitimacién con le titularidad del derecho a la accién constitucional, entendida como manifestacién de la tutela judicial efec- tiva demandada por una parte, en tanto derecho fundamental, concep- twalizado como “aquel que tiene toda persona a obtener tutela efectiva de sus derechos ¢ intereses legitimos ante el juez ordinario predeterminado por la ley ya través de un proceso con codas las garantias, sin dilaciones indebidas y en el que no se produzca indefensién"', que incluye el li- bre acceso a la jurisdiccién, la obtencién de una resolucidn acerca de la pretensién deducida, la ejecucién de las resoluciones judiciales, la ineer- dicciGn de la indefensién, y el derecho al debido proceso, con rodos los elementos del mismo. De esta forma, Ia legitimaci6n activa es nada menos que la llave de acceso a la apertura del proceso como medio de tutela de derechos y ‘como forma de tesolucién de conflictos. Consecuencialmente, es también la via de acceso al sistema de jurisdiccién constitucional. A través de su estudio se determina quién y cudndo puede plantear una pretensién obtener una sentencia fundada en Derecho a partir de la norma constitu: ional. ‘Aun cuando desde un prisme puramente procesal parezca desconecta- da de la problemitica de la legitimaci6n, resulta de gran relevancia aquella clasificacién de sistemas de control que distingue entre los que estén cen- trados en el control abstracto y aquellos centrados en el control concreto, ‘en la medida que “la contraposicién que hoy se presenta como de mayor importancia no es més entre sistema americano y sistema europeo, sino ‘entre sistemas concretos y abstractos de control de constitucionalidad de las leyes", tematica dentro de la cual en el sistema chileno conviven am- bos tipos de control "8 Toxmas Muso, Ignacio (2008). ‘Problema de legkimacién en los proceso consttuclons- less Revue de Derecho Politica LINED. N° 71-72 pp. 608-640, 610 8 Gakosa Use, Rail (1992). letinacin autonimice enol proces comtituional, Mac iid Ed. Tavium, p. 66, M4 Buuacutn CantesOn, Franclico er alt (2005). Derecho Comtzasional, tomo Il, Madeld ‘Teenos, p.215. 1 Pizzoauso, Alessandro (2007) Jaca, Comlwisny Parana, Lima: Pals, p. 125, Rovira ne Dencsto Unevensons Carbuica ott Nose «Aso 17 N°2 2010) 2 Rodigo Pea ret Partiendo de la base aceptada del carécter conereto del control de inaplicabilidad"®, cabe reconocer que este tipo de tematica tend no rele- vancia a partir de la configuracién del sistema de jurisdiceién constitucional del cual se trate, ya que, por ejemplo, si se estructura a partir del control incidental, concreto y difuso, propio de la judicial review norteamericana, el tema de la legitimacién de las partes del proceso constitucional de control de normas se reduciré a decerminar quignes son las partes del proceso y a partic de ello cudles son las partes habilitadas para formular Ia cuestién, lo que se puede responder a partir de los caracteres bésicos de la revisién judi- cial a partir de 1803, en funcién de lo cual se exige: “que exista una parte procesal, ala cual la norma legal le produaca un agravio suficiente y actual, ‘que por la via jurisdiccional ordinaria pueda obtener reparacién en defensa de sus derechos (...) debe existic un hecho especifice concreto que demues- tre la existencia de un datio 0 agravio (injury) directo e inmediato que suf‘e la persona del demandante, producido por el demandado (relacidn de cau- salidad: cansarion), que puede ser superado © remediado (redres!) por una decisién favorable del tribunal”, es decir, se requiere: (@)__Existencia de un proceso (b)_ Ser parte del mismo (©) Dafio a bienes juridico-constitucionales (@) Posibilidad de enmienda de dicho datio a partir de una resolucién fandada en la Constitucién, Asi, en el sistema norteamericano, origen y caracterizacién primaria del sistema concreto, la legitimacién activa le corresponderé, por regla general, a quien al mismo tiempo es parte del proceso y titular de los intereses constitucionales en cuestién dentro del mismo, es decir, solo a Jas partes del juicio y no al tribunal; cuestién que puede perfectamente extrapolarse a nuestro sistema y remitirlo a las partes de la gestidn judicial en la cual incide el requerimiento de inaplicabilidad, tal como aparece re- conocido hoy en el articulo 93 de la Constitucién. “Ver por gempo, Rios Atvnss, Lut (2009). “Tescendencia de a elorms consti ional ena onan yl sebchones Trina Constant Landa Conn tle, Ato 3. Ne .Edtones Univer de Tle, Gonz rans, Gon (2005) “Ls ‘ea constuclna a a aniican consists tn Zui Una, Panes (oe Siadon. Reforma coutenonel antag” LecNer; Zésaen Gunna, Frances Veen Minors, Ponce 2006, “El mic ec de inplagad yor ications feed Tuna Constnuonl toa y pus’ Evade Consacont, Ato 82 Frans V, Aro (2008). “iaphcbiiday cont con del ibuat Cons lon expand la rb apc de nl, Amalie Jari S17 \? Nouiiua A.cas, Humbe (009, “Fopics sabre arctn eonstconly edb tals constitconaes” Ret de Deve de lOmin dual Chile Vos p. #3 2556 Dagon en hplfminguntine tach psp ney S07 1809 Sezvezono\ oboe seingstenm-no [Fein devise 3 denote de 202) Revises oe Directo Unvneioun Carsca oat None ASD 17 N2 2010) [aptly el conten de epkimacin ate ue Sin embargo, puede observarse que a partir de dichos presupuestos de la judicial review, la titularidad de la accién de control constitucional pareciera ser de las partes del proceso ordinario y el rol del juez solo se itcunscribe a recibir la solicitud y resolverla segin el mérito del caso, la norma impugnada y la preceptiva constitucional. Por otto lado, en un sistema concentrado, que reconozea como cje cl control principal y abstracto, el interés presente en la declaracién de in- consticucionalidad serd el cardcter general y abstracto de la ley, la vigencia erga omnes de la supremacia de la Constitucién y a partir de ello la legici- ‘macién se traduciri en una accién piblica o en un requerimiento de un 6rgano dorado de legitimidad democratica directa y de una legitimacién extraordinaria reconocida por el sistema juridico a través de una norma expresa, cuestién que en nuestro sistema aparece a propésito del control de constitucionalidad de decretos supremos, pot ejemplo, Por otro lado, debe tenerse presente que con posterioridad a la Se- gunda Guerra Mundial la evolucién de la justicia constitucional admite ‘otra categorizacién, de caricter mas bien funcional, que permite distin- guir entre los sistemas de ju -cidn constitucional centrados en el con- trol de normas que reconocen la cuestién de constitucionalidad como eje- y los sistemas centrados en la proteccién de derechos, que reconocen. al amparo como ¢je. En este sentido, cabe aludir, en el primer caso, por ejemplo, lo que hoy es el sistema francés de control de normas, 0 més pu- ramente los casos italiano y portugués, que disponen de Tribunales Cons- titucionales, pero sin amparo exteaordinario. Por otro lado, a pesar de re~ conocerse la existencia e importancia del proceso de inconstitucionalidad, el sistema mexicano nace y se desarrolla centrado en cl amparo. En este sentido, es menester reiterar que, funcionalmente, el control abstracto de normas, en principio obedece a intereses generales, la supre- macia de la Constituci6n como norma superior, como piedra roseta del sistema de fuentes, entendida como la norma que establece los elementos de orden piiblico del sistema juridico y el reparto de potestades, cuya fuerza juridica consticuye un valor de carécter objetivo y de vigencia erga omnes, en tanto norma de cardecer general y abstracto, Es por ello que ‘este tipo de controles suelen tener eficacia general y ademas, como ya se Aijo, se inician por via de accién publica o bien por medio de un requeri- miento de algiin érgano politico o minoria parlamentaria. Asi, en sistemas centrados en el control de normas y de cardcter abs- cracto la legitimacién de las acciones constitucionales no es una cuestién de dificil tratamiento y puede resumirse ~aunque por cierto no agotarse~ cen los planteamientos antes expuestos. En cambio, las cuestiones de constitucionalidad de carécter concre- to, que pueden construirse a partir del control de normas ~el caso de la inaplicabilidad~ o directamente en sede de amparo, aparecen fundadas en la invocacién de derechos subjetivos 0 de! interés legitimo de una per- Rewsra oe Danio Univatsinan Carica ne Nonmn- Ai 17 Ne 2 (2010), 213 Rodeigo Pie Foes sona, ajena al ejercicio de potestades piblicas, que es parte en un proceso jurisdiccional cualquiera Este tipo de cuestiones caben mas bien en la esfera de lo individual, eventualmente dentro de lo disponible y sin duda corresponden a temas propios de bienes juridicos de ritularidad de la persona, no obstante ser ~al ‘mismo tiempo- Derecho objetivo las normas constitucionales en que se funda. En este sentido, se esta en presencia del elemento ad causam de la legitimaciSn ordinaria, que es el sustenco de la tutela constitucional que se reelamaré, Es asf que es el titular de los intereses individuales en conflicto, le timado ad causam ordinario, quien debe decidir si ejerce o no las acciones respectivas en caso de conflictos de constitucionalidad de tipo concreto, sin que se pueda prescindir de su condicién de interesado y titular de los derechos que serén ventilados en el proceso, En efecto, en los procesos de control concreto es posible observar un desplazamiento de los intereses en cuestién, pues si en los concroles abstractos son generales y de carécter publica, en el control concreto el elemento subjetivo del derecho de rango constitucional en cuestién hace emerger una clara connotacién de interés individual, en la medida que el proceso puede ser entre particulares © bien entre un particular y un érga- no estatal, se referira gencralmente a situaciones juridicas disponibles y sin eficacia general. ‘A partir de lo antes sefialado, es posible afirmar que, al menos en sus origenes, “el modelo centrado en la ley encuentra su aspecto caracteristico en el control abstracto, mientras que el modelo centrado en la defensa de los derechos lo encuentra en el control concreto y en el recurso directo in- dividual: la tendencia de los sistemas concentrados seria la de un despla- zamiento del primero al segundo modelo, esto es, hacia una jurisdiccién constitucional Fundada en la defensa de los derechos”, cuestidn que ha dado pie a que hoy convivan ambas tendencias funcionales en un sistema de jurisdiccién constitucional, pero con una de ellas como eje predom nante, como ya se viera Esta evolucién del sistema concentrado hacia los derechos funda- mencales como eje del sistema tiene un origen muy temprano, en el afio 1929, con la introduccién del control incidental de constitucionalidad, en el marco de la actividad jurisdiccional ordinaria, en la Austria del 20 1929, lo que significé que, a lo menos indirectamente, el acceso a la justi- cia constitucional de control de normas se acercé 2 ciudadano, en la me- dida que se encontrara en situacién de ser parte en un proceso jurisdiccio- nal, cuestién que con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial llegar 2 ser una nora configurativa de algunos sistemas europeos, como los de "8 Groves (2009) 232, 24 Ravina oe oan Corbice et Nowre Ako 17 2.0010) {a probed at pate yl co ido del einai sei Italia y Espatia, en los cuales el contro! incidental es una de las principales atribuciones del Tribunal Constitucional. La evolucién teseftada constituye parte importante del marco con- ceptual dentro del Tribunal Constitucional chileno, en cuanto a su or- ganizacién y atribuciones ha evolucionado desde un eje constitaido por un control de cardcter concentrado, abstracto y preventivo, prerreforma 2005, hacia otro eje de control ex post y de caricter concreto, fundado en afectacién de derechos por acto de aplicacién de normas en un proceso ordinario, que es el conttol de inaplicabilidad. Resulta relevante destacar que, en los hechos, los pracesos de inapli- cabilidad se han fundado hasta la fecha, sin excepci6n, en infraccién a de- rechos fundamentales, en tanto los mismos son siempre las normas cons- titucionales que se invocan como infringidas en los requerimiento que se interponen, lo que indica que la legitimacién activa pareciera estar ligada a la titularidad y el ejercicio de los derechos fundamentales invocados, Ccuestién que justifica y da coherencia a un sistema basado en la iniciativa de las partes para acudir al Tribunal Consticucional 3.3) A QUIEN CORRESPONDE LA LEGITIMACION PASIVA EN UN PROCE- ‘$0 DE CONTROL CONCRETO DE NORMAS CON RANGO DE LEY? Partiendo del concepco de legitimacién pasiva ya enunciado, cabe te- ner presente que se detecta la siguiente configuracién conceptual: El control concreto recae en la actividad de aplicacién de normas, es decir, una especie de examen de actividad j nal. En el marco de un sistema concentrado seri el juez ordinatio, por tanto, el destinatario y obligado al cumplimiento de la sentencia de con- trol concteto, por lo cual pareciera que él es el legitimado pasivo, pero en realidad no es asi, ya que el interesado en la aplicaci6n de Ia norma im- pugnada es la contraparte del requirente en la gestién judicial invocada, pues a él beneficia o concierne fa aplicacin del precepto, al referrse a sus derechos e intereses, lo cual no ocurte respecto del juez. Sin embargo, el interesado en la aplicecién de la norma cuya aplicacién est4 cuestionada es la contraparte del requirente, no el juez. Por ello es dicha contraparte del juicio a quo al real legitimado pasivo y por eso es él, y no el juce, el titular del derecho a formular observaciones y solicitar el rechazo del re- querimiento de inaplicabilidad. Rasa ne Denson Unavensionn Carica pes None -ASO 17 N° 2 (2010) 25 Rodrgp Pe Flares 4) LA LEGITIMACION EN EL PROCESO DE INAPLICABILIDAD POR IN- CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY EN CHILE 4,1) LA NORMATIVA VIGENTE ACERCA DE LAS PARTES Y SU LEGITIMA- (CION EN MATERIA DE INAPLICABILIDAD En este sentido, el articulo 93 inciso undécimo, de la Constitucién dispone que en materia de inaplicabilidad “la cuestién podré ser plan- teada por cualquiera de las partes o por el juez que conoce” de la gestién pendiente ante tribunal ordinario o especial. Por otra parte, el articulo 79 de la Ley N* 17.997 dispone que “es drgano legitimado el juez que conoce de una gestién pendiente en que deba aplicarse el precepto legal jimpugnado, y son personas legitimadas las partes en dicha gestion’ En cuanto a las partes de la gestién en que incide la cuestién de inaplicabilidad, debe remitirse a la ley adjetiva correspondiente, ya que al set la inaplicabilidad un control de tipo concreto, debe acreditarse la ex tencia de un interés especifico en la aplicacién de la norma en cuestién, en el marco de le gesti6n invocada, razén por la cual la Constitucién en- tregé legitimacién activa de inaplicabilidad a las partes de la gestién. ‘También, cabe sefialar que sin perjuicio de lo establecido en el ar- ticulo 3 de la Ley N° 17.997, en orden a que “El Tribunal solo podré ejercer su jurisdiccién a requerimiento de las personas y los érganos cons- titucionales legitimados de conformidad con el articulo 93 de la Cons- titucién Politica de la Repablica o de oficio, en los casos seftalados en la Constitucién Politica de la Repiiblica y en esta ley”, el concepto de partes en estos procesos constitucionales no se encuentra definido en Ia normati- va especial. Del mismo modo, cabe indicar que, a pesar de las anteriores enun- claciones conceptuales y sin hacer mayores definiciones, el articulo 79 de la Ley Organica del Tribunal Consticucional, hacen sinénimo a la parte demandante de inaplicabilidad con el “egitimado” para interponer la accién, al establecer como tales al juez.y a las partes, en una terminologia distinta de la establecida en la Constitucién, que no utiliza el concepto de “legitimacidn”, sino que solo alude a Ia “capacidad” para plantear la cues- tién, en acto que, entendido a partir de la buena fe del legislative, busca lograr una aparence conexién de la legitimaci6n a la calidad de parte més que al interés espectfico. Cabe recordar que desde 1925, fecha de creacién del control de inaplicabilidad, su iniciativa siempre estuvo entregada a las partes del pro- ceeso en el cual incidfa la accién constitucional. Por lo expuesto, es nece- sario recordar las nociones generales del Derecho procesal civil, en el cual puede existir una parte, o pluralidad de partes, activas o pasivas, y a ellas se les pueden sumar los que actian como terceros, coadyuvantes, exelu- yentes 0 independientes, que son las Hamadas partes tardias. 216 Rayista ot Deatcw Usasnoun Carduscs net Nowe Ao 17 N¢2 (2010) La probleme de part yl emtenid dl epic atv em le actin de inp En el antiguo Cédigo de Procedimiento Penal, eran partes el 0 los querellantes y el o los procesados, como igualmente en cuanto a las pre- tensiones civiles pueden serlo ef actor civil y los terceros civilmente res- ponsables, a situacidn se complica a raiz de la terminologia del Cédigo Pro- cesal Penal, que habla de “sujetos procesales” y de “intervinientes’, y por lo tanto deben asimilarse a la exigencia de “ser parte” sefalada en la Consticucién. Este tema deberd ser resuelto caso a caso por el Tribunal Constitucional, especialmente si el requerimicnto es planteado por algiin reptesentante del Ministerio Pablico 0 decidir si el imputado 0 solo el formalizado se asimilan a la figura prescrita por la Consticucién Cabe entonces preguntarse ;cusl es el contenido que la jurispruden- ia del Tribunal Constitucional le ha asignado a la legitimacién de parte? En este sentido, revisada la jurisprudencia del Tribunal Constitucio- nal, de fondo y de inadmisibilidad, es poco el material que se encuentra respecto de este tema, siendo las resoluciones més explicitos aquellas refe- ridas a la inaplicabilided del denominado "Turno del Abogado” (sentencia Rol Ne 755, que se citard mas adelante) y la del denominado “Caso Pin- gueral” (Rol Ne 1215). Por ejemplo, el denominado “Caso Pingueral”, relativo a acceso a playas, se planced una excepcién de falta de legitimacién activa, al soste- nerse que los requirentes no eran duefos de ningtin predio comprometido cen el litigio. Recordando que la sentencia en cuestién es anterior 2 la Ley Ne 20.381, el Tribunal Constitucional se atuvo al mérito del cectificado emitido por el cribunal de la gestidn pendiente, que hacia fe de la calidad de parte, razonando que “El inciso décimo primero del articulo 93 de la ‘Constitucién dispone que podrin solicitar la inaplicabilidad de un precep- to legal cualquiera de las partes en la gestién pendiente o el juez que cono- ce del asunto. En la especie, los actores que han requerido a este Tribunal han acreditado, con el documento que rola a f. 32, ser parte reclamante cen la gestion pendiente. Ello es suficiente para tener legitimacién activa para requerir la inaplicabilidad del precepto legal y, por tanto, para recha- zar la excepcién asi entendida. La entidad y cuantfa del interés compro- metido por la actora en la gesti6n pendiente es una cuesti6n que debe dis- ccutirse en ella, Mientras los requirentes permanezcan como parte en una gestion, no le compete a este Tribunal juzgar la legicimidad de ser parte en ella", para sefialar posteriormente que “La entidad y cuantfa del in- © Trupuxae Consmructowat os Ciute, seatencia de 30 de abril de 2009, Rol Ne 1215, Requerimfento de inaplicabilidad por Inconsdcucionalidad de “Iaversiones Pinguer Lida", "Inmobiliaria Pingueral S.A.” “Iamobiliea¢ Invesones Costa Finguerl Leda Y doa Gustavo Yinguer Mery respec del aniculo 13 del Decieto Ley Ne 1.939, de 1977, fn al ulco sumario sobre reclame deducklo contra resluckon adiminisaiva, Rol N® (C/4193/2008, cratalado“InversionesPingueal Ltda y ots con Fuentes Puenteaba, Ma Revs os Dsascno Univansoan Candice oot Nowrs - Ase 17 N62 (2010) 27 Rodrigo Hea terés comprometido por Ia actora en la gestién pendiente es una cuesti6n aque debe discutirse en ella. Mientras los requirentes permanezcan como parte en una gestién, no fe compere a esce Tribunal juzgat la legitimidad de ser parte en ella” En [a resolucién citada no se examina el interés constitucional com- prometido que se invoca, tampoco su contenido, sino que se da por hecho que la norma constitucional zanja la cuestién, en la medida que siendo parte en el juicio en que incide el requerimiento se estaria habilita- do para requerit; en funcién de dicha regla, si el tribunal a quo consideré parte al compareciente, tiene la calidad de legitimado activa para plantear la solicitud de inaplicabilidad. Un rezonamiento de légica pura dificil de desvirtuar, pero que admite observaciones: en primer término, desplaza cl eje de la legitimaci6n activa el interés constitucional— a la cuestién de fondo y extrae su examen de la érbita del Tribunal Constitucional, lo cual ‘ utible, ya que le vedarfa el examen del contenido de la legi macién, No obstante, en segundo término es posible afirmar que por esta via se reconoce que el interés comprometido es un derecho reconocido por la Carta Fundamental. Esta linea, consistente en constatar la calidad de parte en el proceso 4 quo sin examinar el contenido del interés constitucional involucrado, nto ¢s aislada, pucs el mismo razonamiento puede verse también en otras sentencias, en tanto también el Tribunal Constitucional, al examinar si el libelo fue formulado o no por los titulares de la accién. En efecto, a propésito de requerimientos formulados en el marco de procesos de pro- teccién, sostuvo que “la inaplicabilidad es formulada precisamente por los recurrentes en la accién de proteccién, actualmente en apelacién, por lo que tiene la calidad de parte en la gestién referida en el considerando anterior”® Por otto lado, debe reiterarse que, ademAs de concretizar el proceso de inaplicabilidad, la reforma constitucional del aio 2005 exten legitimacién activa al juez que conoce de la causa, en una innovacién que parece seguir los moldes del Derecho europeo, por todo lo cual se ha su- perado el paradigma del control concentrado-abstracto. En este sentido, tin Angélic", del Texcer Jungado de Leia de Concepeidn, considerando 5°, Disponible en pif. ibunaleonsiucionalcVndex php/senencisiiew!1130 (Fecha de visita: 15 de octubre de 2010), ® Twisoxat Consrrucionan pe Cin, seacncia de 31 de marzo de 2008, Rol N° 755, “Requesimiento de iaplicailidad prvearado por el sbogado Sergi Tolona Rodigut y Presidente del Colegio de Abogades de Chile A.G., don Sergio Urrjola Monckeberg, eh su represenacib, respecto del ariculo 595 del Cédigo Orginico de Tibunales, en causa Rol N®'6626-2006 caratalada "Sergio Tolora Rodrigues con Juer de Familla de Quorn, la Corte Suprema". Disponible en hello tibansleonetitucional cindex phpPvnncacs! vicw/906 (Fecha de visita 23 de sepdembre de 2010). Fl rismo tazonamiont ae sige €0 las semtencas roles Nos 1140 y 1448, 28 aera oe Danecto Urvsesouo Caron et Nowe - ARO 17 N22 (2010) La poblemiin de parry el anti de legis acta en sus de api se constata la convivencia de la legitimacién activa por parte del ciudada- no con Ia de iniciativa judicial, lo que a su vex hace necesario abordar el contenido de esta dltima. En esta materia, lo primero consiste en recordar que el control con- creo de constitucionalidad es control de actividad jurisdiccional y no un control de actividad legislaiva directo y puro. En el caso espectfico del Tribunal Constitucional de Chile, en mate- ria de inaplicabilidad por inconstitucionalidad, se tasladé la preeminen- cia del juicio de constitucionalidad, desde la formulacién de la ley hacia el escrutinio de los efectos que produce su aplicacién, al sustituirse del antiguo articulo 80 la frase “precepto legal contrario a la Constitucién” proveniente de la Constitucién de 1925, por la férmula “precepto legal ‘aya aplicacién en cualquier gestién que se siga ante un tribunal ordinatio especial, resulte contraria a la Constitucién”, contenida en el numeral 6° del actual articulo 93, ‘Asien controles de constitucionalidad de normas de cardcter abs- tracto, el sujeto pasivo de Ia accién —legitimado pasivo~ es el legislador y ef objeto de control es el acto normative denominado ley. En cambio, en sede de control concreto el objeto de control es diferente, ya que se evalia la conformidad consticucional del acco de aplicacién y sus efectos, cues- tidn que es parte del ejercicio de la actividad jurisdiccional y no de la sola produccién legislativa en un sentido aislado. Cabe recordar, en este sentido, que ya antes de la reforma consti- tucional del aito 2005, podia encontrarse doctrina a partir de la cual el objeco de control del proceso de inaplicabilidad puede conceptualizarse desde la actividad jurisdiccional y no desde la actividad normativa, en tanto se sefialaba que “la sentencia que acoge el recurso de inaplicabi- lidad no afecta la walidea, sino la aplicabilidad para el caso del precepto legal en cuestién. La validez de la ley permanece inalterada. Siendo la ley valida, ella es aplicable a todos los casos que son cubiertos por ella, con la excepcién de aquel para el cual la ley fue declarada inaplicable por inconstitucionalidad”?!. Tras las reformas introducidas el afio 2005, esté claro que la preten- sién planceada por el requirente consiste en que se “inaplique un precepto legal” por causar resultados contrarios a fa Constitucién su aplicacién a 2 araua Lena, Fernando (2001). "Inaplicbiad y cohereaca: contra idologi dl le sallsmo’. Resi de Derecho dela Univenidad Aural de Chile. NOL12, N° 1, pp. 119156, ps7 Revuoa ot Dessewo Unversoan Carduca oft Nowe - ASO 17 N°2 (2010) 219 odeige Pl Flores 4.2) EL JUEZ. DE LA CAUSA: DE AUTOR DEL ACTO A CONTROLAR ¥ AP/ RENTE LEGITIMADO PASIVO A UN LEGITIMADO ACTIVO RECONO- IDO POR LA CONSTITUCION Para desentrafar el rol del juez.ordinario en el proceso de inaplica- bilidad no basta la actividad de reconocer potestad mediante la lectura y acatamiento ciego de lo dispuesto por el constituyente y el legislador o:- ginico, sino que como cuestién previa cabe preguntarse: zquién realiza el acto de aplicacién de ley que se cuestiona? En funcién de lo ya sefialado cen tétminos generales, la respuesta es una sola: la aplicacién de normas la realiza el tribunal del fondo dictando resoluciones y ejecutando actos pr cesales, todo lo cual produce el resultado que se tacha de inconstitucional, de forma tal que el juez pareciera ser un legitimado pasivo de la accién de inaplicabilidad, o a lo menos el destinatario de la sentencia dictada por el Tribunal Consticucional, en canto es el sujeto obligado a su acatamiento y ejecucién, pues su deber de utilizar la norma de Derecho objetivo a la hora de adjudicar el derecho subjetivo de cada parte del proceso que esté llamado a resolver, se verd interferido por la sentencia del Tribunal Cons- titucional, que lo inhibird de aplicar la ley y lo obligaré a dar ejecucién de ‘manera inmediata y directa a la norma fundamental. En efecto, es el juez ordinario el primer sujeto pasivo de la sentencia de inaplicabilidad, pues es él quien se verd impedido de utilizar el pre- cepto declarado inaplicable; es él quien debera aplicar la Consticucion de manera inmediata y directa en el sentido y alcance que la sentencia de inaplicabilidad establezcan y es él quien debe hacer aplicacién del precep- to que se interpreta de conformidad a la Consticucién en la resolucién del conflicto juridico-constitucional de inaplicabilidad™. Ademés, de acuerdo ala pretensidn formulada por el requitente, para acoger 0 rechazar una accién de inaplicabilidad debe ser evaluado el resultado eventual de la labor jurisdiccional del tribunal que conoce del asunto, lo que debe en- tenderse por aptitud decisiva de la aplicacién del precepto impugnado, en la medida que un ejercicio de control concreto de inaplicabilidad exige el examen de los siguientes puntos: (a) Bl juicio de relevancia, en tanto se evaltia la aptitud relevante del objeto controlado acto de aplicacién de precepto legal-, para generar un resultado especifico susceptible de escrutinio constitucional, En cérminos cientifcos puede definirse como el examen de “la “aplicacién dizecta” que 2 Ver, por ejemplo, Tateunat Consrsruconat ne Cares, Sentencia de 13 de mayo de 2008 Rol N° 993407 “Requerimienta de inapliablidad presentado por Paul Morison Crise, tespeeto del artenio 4° de lx Ley N- 20.000", Disponible en rele ib raleorstituclonal cindex php/sentenclas/view/934 [Fecha de vss 23 de nowembre de 2008). 20 Revtss os Danscna Usivansoan Caréca et Nomra- Aso 17 Ne 2 (2010) La problema de patsy conto de In eimai activa en lca de efectie cualquier juez de una disposicién 0 norma constitucional en el marco de la actividad de brisqueda de la norma 2 aplicar al caso del que esti conociendo, cuando el juez. deduzea de ahi la derogacién (0, de cual- quier forma, ln no aplicabilidad) de una disposicién © norma legislativa ordinaria® por pugnar con la Constitueién® (b) Ponderar la doble funcién del objeto de control, en canto el pro- ceso a quo y al acto de aplicacién a evaluar es el marco factual dentro det cual la decisién de inaplicabilidad ha de tener efecto y, al mismo tiempo, pasa a ser parte misma del parimetto de control, pues para ponderar los ‘efectos de la aplicacién en el “juicio de relevancia", et conilicto y los ca- racteres de hecho y Derecho del juicio a quo deben ser examinados por el de control, pues en dicha etapa el juez ordinario escucha a las partes, se plantea la duda de constitucio- nalidad, determina si fa norma serd 0 no aplicable al caso y finalmente si es 0 no interpretable y aplicable de conformidad a la Constitucién, en lo que se ha denominado un “monopolio de rechazo”. En esta misma etapa, el juet ordinario es quien realiza, en el caso italiano, el juicio de relevan- cia y finalmente decide si acudird 0 no a la Corte Consticucional En el sistema chileno, en cambio, siempre fueron las partes del juicio xdinario ~y nunca dicho érgano jurisdiccional-, quienes dad activa para formular directamente el conflicto de d ante la Corte Suprema etigida como érgano de con- 2% Vex, em exe sentido, el iustatvo tahajo de Rowsout, Roberto (1995). “El comtal de consttacionalidad de as leyes en Italia", en Teo yRelidad Consitucioal, UNED, N° 4, pp 179-205 2m Revise Detect Unveninan Caracs aes Nowe ~Aio 17 82 (2010), Le probleme des pares yo omen de trol, sin que el juez del tribunal a quo tuviera ningin rol en el plantea- miento ni en el desarrollo de la cuestién. De la noche ala mafiana, y sin que los jueces ordinarios hubieran tenido participacién alguna en el control de normas, la reforma consti- tucional del afio 2005 los hizo pasar de aparentes legicimados pasivos a reales titulares de legitimacién activa para cl planteamiento de la cuestién, pero sin dejar claro en fancién de qué motivos o de qué intereses juridi- cos involucrados plantearian el conllicro de constitucionalidad, cuestién que no tiene respuesta ni en la Constitucidn ni en la Ley Orgénica Cons- titucional. ‘Asi, en tanto el “legitimado activo” es la parte demandante de inapli- cabilidad y en tanto “legitimado activo” es en primer término el ritular de la “legitimidad ad causam ordinacia", por ser, al mismo tiempo, quien invoca la citularidad de los derechos constitucionales infringidos; de ahi que se estima que, como condicién primaria, debe reconocerse que la legitimacién activa de las partes del juicio en el que incide la peticién de inaplicabilidad tiene por contenido la titularidad del derecho fundamen- tal que se invoca como vulnerado y al mismo tiempo como norma consti- tucional infringida en el requerimiento de inaplicabilidad. Si dicho rol le corresponde a las partes y el juez no puede incursionar en él, subiste la interrogante de la razén para legitimatlo activamente, en tanto es un tercero ajeno al interés de las partes, 4.3) CUAL ES ENTONCES EL ROL DEL JUEZ COMO PARTE REQUIRENTE DEL PROCESO DE INAPLICABILIDAD? En este sentido, cabe preguntarse si el juez y la parte son equipara- bles en ranco legitimados activos y demandantes de inaplicabilidad, mis alld de la pretendida equiparacién fictica que hacen la Constitucién y la Ley Ne 17.997. Para abordar esta cuestién, se debe constatar una serie de hechos: (a) La parte de un juicio requiere de inaplicabilidad invocando un resul- tado inconstitucional consistente en afectacién de derechos funda- mentales, de los cuales sefala ser titular, el cual se produce amparado cen un acto de aplicacién de la norma legal {b) La norma constitucional, al concebir la inaplicabilidad como control de aplicacién, hace destinatario de los efectos de la sentencia al juez llamado a aplicar la norma, alterando ef resuleado del proceso en que esta incide y desplazando la legitimacién pasiva desde cl legislador hacia el juez, en tanto es el autor del acto de aplicacién cuestionado por sus efectos constitucionalmente ilicitos. (©) Fl acto de requerir por una parce de un juicio persigue disponer de sus derechos fundamentales, de carécter subjetivo, que se verdn, Revisoa ot Danteata Univestonn Cases oct Nowra - Ata 17 Ne 22010) 223 Rode Pie owes eventualmente, amagados por una sentencia u otra resolucién judi- cial fundada en una norma especifica, situacién a la cual el requiren- te se opone. (A) El juez, a pesar de ser el destinacario de la sentencia de inaplicabi dad, puede, paradojalmente, ser también un sujeto requizente segin Ja Carta Fundamental Asumiendo que el rol procesal de las partes del juicio, titulares de los intereses litigiosos, es totalmente diferente del que corresponde al jucz de la causa, tercero imparcial y ajeno que adjudica, zcudl es el contenido de la legitimidad “ad causam” del juex que requiere de inaplicabilidad? La respuesta no es sencilla, pero parece obvio, en primer término, que el juez de la causa no fundara el requerimiento de inaplicabilidad en Ia afectacién de derechos propios, pues el no es “parte” del contfico, sino tun tercero externo al mismo, que ademis debe resolverlo conforme a De- recho y en nombre del poder estatal, Ast, la legitimactén ad cawsam del juez requirente no debiera estar en Ja afectaci6n de derechos fundamentales de las partes, pues parecicra que en esta materia es necesario recordar el carécrer subjetivo de los mismas y lo que eso significa en cuanto a su titularidad estrictamente individual y su cardcter disponible. Asimismo, el juez debe igualdad de trato a las partes, como contrapartida de la exigencia de imparcialidad del eribunal, por lo cual, a menos que se acepte un activismo judicial y paternalista respecto de los intereses de una de las partes, por el cual se erea que el jez sabe mejor que la persona titular del derecho lo que quiere hacer con 410 lo que le resulre mds conveniente, pareciera que el fundamento de la legitimidad ad causam del juez no se encuentra en los derechos funda- mentales de las partes, pues en el sistema chileno ellas pueden invocarlos directamente ante el Ttibunal Constitucional para plantear la cuestién de inaplicabilidad, prescindiendo asi de la labor de prejudicialidad que siste- mas como el espafol o el italiano asignan al juez ordinario en el plantea- miento de la cuestién®®, en tanto legitimado activo exclusive para compa- recer e invocar la norma constitucional ante el Tribunal Constitucional en sede de control de normas, ante el cual —en dichos sistemas~ la parte esté impedida de comparecer. En pocas palabras, el rol y los intereses del juez comiin y de las partes en un proceso de control de constitucionalidad de normas es, conceptual y materialmente, diferente, sin que la normativa constitucional ni [a ley del Tribunal se hagan cargo del asunto para poder determinar el contenido y los limites de dicha diferenciacién. 26 Ver en ete sentido, Przzonusso (2007) 118 ys 204 asst ot Danscve Usiaannun Caréica nts Nowe ASo 17 2 (2010), La poblmics de i pote y el conten dels eget acta ea a cui de inp Al mismo tiempo, pretender fundar el requerimiento del juez.en un deber de proteccionismo sobre una parte frente a fa otra, vendria a justifi- car una manifestacién de paternalismo activista, permitiendo que un 6r- gano del Estado, un tribunal, entre a disponer de derechos fundamentales ajenas, eventualmente contra la voluntad de su propio titular, en un coro vyedado al poder estatal. ‘Cabe hacer presente que lo razonado precedentemente puede encon- tar su excepcién, por ejemplo, en el caso de la judicacura penal, érea en Ja que el legislador, obedeciendo al pensamiento garantista como inspira- cid, asume la evidente desigualdad de las partes: el imputado versus el ius puniendi estacal dotado de todas sus hecramientas, frente a lo cual se han establecido una serie de resguardos legales, entre los cuales aparecen las funciones del Juez de Garantia en tanto jurisdictor de cautela, dispo- niendo el articulo 10 del Cédigo Procesal Penal que “En cualquiera ecapa del procedimiento en que el juez de garantia estimare que el imputado no esté en condiciones de ejercer los derechos que le ocorgan las garantias judiciales consagradas en la Constitucién Politica, en las leyes 0 en los ratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigen- tes, adoptard, de oficio o a peticién de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio”, en una verdadera norma de conexién del ejerci- cio de derechos fundamentales con la labor de “jurisdiccién de cautela’, que, en primer término, permiciria plantear inaplicabilidades al juez, en funcién de los derechos del impurado que pudieren verse afectados en el proceso penal, pero con la misma bandera que a los otros jueces se lo im- pide: el resguardo de la igualdad de las partes frente al 6rgano jurisdictor. Por otro lado, en materia de acciones constitucionales, cuando se ha permitido la comparecencia de cualquier persona a nombre del titular de fos derechos fundamentales amagados, se ha establecido de manera ex- presa lo que lamaremos una “norma de conexién” entre el titular del de- recho invocado y la persona que acciona en el tribunal, como ocurre con los preceptos de los articulos 20 y 21 de la Carta Fundamental en materia de proteccién y amparo. Pero, ;qué ocurre a falta de normas de conexién como la antes enun- cinda respecto del juez de garantfa? En primer lugar hay que constatar que no existen preceptos conectivos generales de esta tipologia en materia de inaplicabilidad por inconstitucionalidad, ni en la Ley Orgénica ni en la propia Constitucién, Si se asume la legitimacién activa del juez como norma de conexién cen si misma, apareceri la problematica del adelantamiento de opinién y el quiebre de la igualdad de las partes, por lo que habrs que asumir que no puede el tribunal ocurrir de inaplicabilidad actuando en sepresentacién, “0 activismo— de los derechos de las partes. En efecto, en funcién de los articulos 79, 80 y 84 de la Ley Orgdnica del Tribunal Constitucional, el juez debe plantear entre otros requisitos~ las normas inftingidas, e6mo Rowers ne Desceno Unveainan Caxica net None - Aa 17 N2 (2010) 25 Redeigo Pics Fores se produce la infraccién, y de qué manera resulta decisiva la aplicacic de las mismas, lo que forzosamente significaré interpretar, anticipar j cio y sefialar como se puede resolver antes de dicrar la resolucién que aplica el precepto, cuestién que se ve acentuada en favor de una parte si se invocan sus derechos fundamentales. Asi, exigit al jucz y a las partes el mismo grado de concrecién argumencativa en el requerimiento conduce a consecuencias no deseables, y resulta dificil suponer que el constituyen- te derivado de 2005 quisiera que el juez de la causa realizara activismo, patemnalismo y adelantamiento de juicio, més si ello se establecié en la misma norma, la Constitucién, que garantiza el acceso al racional y justo procedimienco. De esta forma, pareciera ser el fundamento constitucional de la le- gitimacién del juer de la causa forzosamente diferente del contenido ad causam de la capacidad para comparecer que se reconoce a les partes del juicio, a menos que se conciba el control de inaplicabilidad como carente de contenido concreto por parte del juez en tanto legitimado activo, lo que lleva a concebir su requerimiento como puramente abscracto. Si se asume que nos encontramos frente aun modelo concteto, pareciera que se debe recurrir a una suerte de legitimaciéi excraordinaria de tipo imper- fecta o incompleta, que habilitaria al juez a formular un requerimiento de inaplicabilidad -desde esta perspectiva, al menos- incausado, al no necesi- tar interés en él. De esta forma, asumiendo que el juez no ve afectados intereses ni derechos propios y que su trato hacia los incereses de las partes debe ser igualitario, pareciera que en lugar de buscar una “legitimacién ad cau- sam”, se debiera recurrir a una conceptualizacién que reconozca un fun- damento de legitimacién extraordinaria para cl juez que conoce del asun- to, consagrada expresamente por el inciso undécimo del articulo 93 de la propia Carta Fundamental. La legitimacién del jucz puede ser calificada de extraordinatia en la lida que no se la subordina a incereses propios y seria indebido ligarla al perjuicio constitucional de la parte, cuestién que ~como se viera~ pue- de tener graves consecuencias si se entiende de manera icrestricta. La diferenciacién del contenido y del fundamento del requerimiento del juez que conoce de la causa era un interrogante que antes de la dicta- cién de la Ley N* 20.381 admitfa un campo amplio de reflexién, y, por cierto, un mayor margen de maniobra para las salas del Tribunal Cons- titucional a la hora de determinar Ia admisibilidad de requerimientos de jueces, usualmente mds breves y sucintos que los de partes. Hoy dicho margen de apreciacién en el papel no existe, por lo que esta no es una ccuestién simple La citada Ley Ne 20.381 regulé cl actual procedimienco de inapli- cabilidad, dencro del cual estén los requisitos materiales o de contenido del requerimiento ya sefalados, de admisin a trimite y de admisibilidad, 226 Ravers ne Denso Uriveantoam Cardica nts None Ako 17 N#2 (210) en una normativa que impide responder la pregunta de cudles son las di- ferencias entre el juez y las partes, el rol del juez en el planteamiento de la cuestién de inaplicabilidad, pues tanco al juez como 2 las partes de la gestibn el articulo 79 de la Ley Organica del Tribunal Constitucional les exigié los mismos requisitos de admisién a trémice para poder dar curso a su requerimiento, a saber: (@) Contener una exposicién clara de los hechos y fundamentos en que se apoya; (b) Explicicar cémo ellos producen como resultado la infracci6n consti- tucional que se invoques y (©) Expresar el 0 los vicios de inconstitucionalidad que se aducen, con indicacidn precisa de las normas constitucionales que se estiman transgredidas. Asumido lo anterior, es un hecho que el juex debe expresar funda- mentos especificos y desarrollados, de hecho y de Derecho y explicicar cémo se produciré el resultado contrario a la Constitucién, lo que no deja de ser paradgjico en la medida que se representan futuras resoluciones que él mismo dictaré, las adelanta de manera hipotética y las tacha de in- consticucionales, para pader cuestionar su normativa habilirance. 4.4) LA DIFERENCIACION DE LA NATURALEZA DEL REQUERIMIENTO. DEL JUEZ DE LA CAUSA EN RELACION AL FORMULADO POR LA PARTE EN LA JURISPRUDENCIA”” Reconociendo las diferencias entre el requerimiento de parte y del tribunal, se ha razonado, incluso antes de la dictacién de la Ley N* 20.381, que “si es el jucz el que se encuentra enfrentado a una duda de consticucionalidad acerca de un precepto legal que pueda aplicar como norma decisoria litis en el proceso que sustancia, ¢s él quien debe directa- mente requerir ante este Tribunal Constitucional manifestando en forma expresa su voluntad de obtener una sentencia que se pronuncie sobre la materia, constituyéndose, de esta forma, en sujeto activo de la accién de inaplicabilidad. Asimismo, tal decisién debe traducirse en un requeri- miento formal de inaplicabilidad por inconstitucionalidad que cumpla con los requisitos exigidos por las normas constitucionales y legales”’, 7 Revnada la abundance jrsprudencis det Tibunal Constuuclonal, sole fueron encontadas aes sentences, defnitivaso de inadmisibiidad, que 4 vefieran 2 exe tema, ls cuales sa dias en el presente tabs. 2 Trmunat Consrirucioxar oe Crate, semencla de 12 de febrero de 2009, Rol N° 1324, Requetimfenco de la Core de Apelaciones de Tquigue para que el Tribunal Constcuconal s pronuncie respecte de la solicinud de Masia Molina Faves y atom, contenida en el Rovtoa ne Desscn Unvessiono Carica neu Noars- Ato 17 N62 (2010) 27 Rodego Pia Foes por lo que “resulta necesario sefalar que si lo promueve el juez que cono- ce de la respectiva gestidn pendiente, el requerimiento de inaplicabilidad por inconstitucionalidad de un precepto de jerarquia legal debe satisfacer los requisitos de sustentacién, claridad y precisién mencionadas en la normativa constitucional y legal ya aludida” (Rol 1324-09, considerando ”. A la luz, de los pasajes jurisprudenciales transcritos, daré por seatado ‘que el juez debe aludir un resultado de aplicacién y tacharlo de inconsti- tucional para requerir, y también que, salvo en maceria penal, no resulea idéneo hacerlo invocando la titularidad de derechos subjetivos que en realidad corresponden a las partes. Superado el paradigma del jucz de “El espiritu de ls leyes” planseado por el bardn de Montesquieu, Ia pregunta que surge de la relacién entre Constivucién y juez ordinario seria: zeudl es el rol que tiene a judicatura ordinaria respecto de la Constitucién y su supremacia? 4.5) LA DOBLE SUMISION DEL JUEZ A LA LEY Y A LA CONSTITUCION COMO PUNDAMENTO DE LA LEGITIMACION ACTIVA DEL ORGANO. JURISDICCIONAL, Cabe sefialar que el paso del viejo Estado Legal al Estado Consti- tucional hace que el principio de omnipotencia del legislador se vea de- bilicado, de manera tal que el juez deja de ser un mero esclavo de la ley y deja de tener la sumisién coral y exclusiva a ella como hosizonte dinico de obediencia, al punto que “la vinculaci6n del juez a la ley se debilita, porque una norma més alta le autoriza a cuestionar su validez o incluso a negarla y a extraer consecuencias necesarias de esta negacién, inaplican- do la ley que estima invélida o, en el sistema curopeo, expulsindola del ordenamiento”®, en el paso del juez esclavo de la ley al juez obligado por ella, pero -al mismo tiempo promotor de la supremacia constitucional. Hoy, el rol del juer visto desde la Constitucién ha cambiado y cabe preguntarse enconces zqué interés puede tener el juez, encargado de aplicar Ja ley, en el proceso de inaplicabilidad por inconstivucionalidad de la mis- ma? Cuestién que debe abordarse en el marco de Ia articulacidn sistémica ‘entre le judicatura ordinaria y la judicacura consticucional, propio de todo sistema de control estructurado en la mattiz concentrada europea, recurso de proecciin Rol 66-2009, que conoce esa Cort, para que se declare a inapliabl lidad de divetsos preceptos del Esarato Administavo, Ley N° 18.834, consderando 2 ‘Dispanibie en hetp:Twnee bunalconstiicionseVindex phplsentenciaview!1 104, (Re cha de vista 15 de oeubre de 2010] > Rumto Luonenre, Francisco (1997). “La interpretaciin consctuconal” en @ misma: Le Forma del Pade, cudies sobre la Cnsinci”, Madvid: Cetea de Estudios Conetivcions: les. 282. 228 avira ne Dateeno Unvernoa Cerda nts Nowe = Ago 17 N°2 (2010), yl comenide de a leptinacn activa en cid de naps En estc sentido, en cl sistema constitucional espafiol, de iniciativa exclusivamente judicial, es posible sostener que existe un “monopolio (auxiliado) del control de constitucionalidad de las normas con fuerza de ley”, que se traduce en que “la actuacién de Ia jurisdiccién consti- tucional implica la resolucién por esta de un problema constitucional suscitado, precisamente, por los érganos judiciales a través de la cuestién de inconstitucionalidad”?!, de manera tal que puede perfectamente plan- tearse que en este aspecto el juez comin cumple la misma funcién cola- borativa de la labor depuratiya de] Tribunal Constitucional, en lo que el mismo autor ha denominado como “monopolio (auxiliado) del control de constitucionalidad de las normas con fuerza de ley”, por cl cual “la actua- cin de la jurisdiccién constitucional implica la resolucién por esta de un problema constitucional suscitado, precisamente, por los érganos judicia- les a través de la cuestin de inconstitucionalidad”™*, Estamos en presencia, entonces, de un monopolio auxiliade porque el modelo concentrado cxige que sca solo cl Tribunal Constitucional el ue tenga competencia en el asunto, pero en un contexto normativo en R cual ‘a juez "ordinario también estd sometido a la norma fundamen- tal, motivo por el cual colabora al ejercicio de la potestad de depuracién de normas planteando requetimientos, recordando que es el juez quien formula fa cuestién en Espafia. En el caso chileno, este monopolio pro- pio del sistema concentrado es extrapolable por la via del articulo 7 de Ia Consticucién, en relacién alos numerales 6 y 7 del articulo 93 de la misma, pues si bien cl proceso de inconstitucionalidad absttacta y erga omnes puede ser iniciado de oficio © por accién piiblica, tiene como pre- supuesto una sentencia estimatoria de inay lidad, que presupone un requerimiento, por lo cual el monopolio de control de normas en Chile se encuentra auxiliado no solo por los jueces ordinarios, sino también por las partes de los procesos seguidos ante cualquier tribunal. ‘Al mismo tiempo, el tribunal ordinario en Chile, en tanto érgano del Estado, se encuentra obligado por el arc. 6 de la Constitucién, que le exi- ge “someter su accidn a la Constitucién y a las normas dictadas conforme alla” y, por otra parte, debe ademas “garantizar el orden institucional de la Repiblica’, por lo que el fundamento de fa legitimacin extraordinaria del juez puede perfectamente estar en dicha norma, de interés piiblico y de orden abstracto, Por otra parte, debe tenerse presente que a partir del texto del articu- lo 6 de la Carta Fundamental se puede conceptualizar en nuestro sistema lo que Manuel Aragén ha denominado ‘la doble sumisién” por parte 50 Pane Tusses, Pablo (2010) Stem de cca Constaclonal, Maid: Cas, p. 135 3 Pensa Tasaes (2010) 155. 9° Pemex Tass (2010) 155, Revers oe Daazeto Unieasion Catbuca vet Noars- AKO 17 NP2 (2910) 29 Rodsigo Pisa ores de los jueces ordinatios, consistente en que el juez est sometido “a la Constitucién, que han de cumplis y, por lo misma, no pueden ignorar 0 inaplicar, ya la ley, ala que estan sometidos y de la que no pueden dispo- nes, lo que significa que no pueden inaplicarla por razén de invalidez. La solucién de esta aparente contradiccién estard en la cuesti6n de inconsti- tucionalidad, que permite a los jueces, no pudiendo disponer de la ley, no estén obligados tampoco a aplicarla cuando la consideren inconsticucio- nal, Por medio de esta cuestin se hace posible la supremacia juridica de a Constitucién en todos los émbitos del ordenamiento sin que se rompa el principio de la sumisién de los jueces ala ley", A partir del deber de doble sumisién, el Tribunal Constitucional es- panol, en una época tan temprana como 1981, sostuvo que la sumisién a la Consticucién, superior a la sumisién al legislador, no podia ser una ex- ccusa para eludir esta dleima y dar pie al control difuso; en efecto, sostuvo que el constitayente “ha preferido, para evitarlo, sustraer al ez ordinario la posibilidad de inaplicar la ley que emana del legislador constituido, aunque no la de cuestionar su constitucionalidad”, segin razoné en la sentencia 17/81%, de 1 de junio de 1981. Tras la reforma constitucional del aio 2005, lo que planteé hace casi 30 afios el joven tribunal espafiol parece plenamente extrapolable al caso chileno, al introducirse el plantea- miento de la cuesti6n de inaplicabilidad a iniciativa judicial Es por ello que en el sistema constitucional espafol, es posible sos- tener que el planteamiento de la cuestién de consticucionalidad “es un auténtico deber para el juez, fundado en un interés puiblico”?>, que no es otra que la supremacta constitucional. Haciendo aplicacién de dichos principios, si el constituyente deriva do del afio 2005 confirié al Tribunal Constitucional la facultad de con- urolar la consticucionalidad de la ley de forma expresa, y no lo hizo con otros drganos, hemos de entender que el juez. comtin no esté habilitado, para ello, lo que es acorde con el principio de competencia del articulo 7° de la Constitucién, que establece que los érganos del Estado, judica- tura inclusive, no tiene més facultades que las expresamente conferidas por la Consticucién y las leyes, y en este caso fa reforma lo que ha hecho 55 -Asac6w Reves, Manuel (2004). “El juz ouinavo ent legalida y constiiconaidad” en Carbonell, M. / Fix Fiero, H. / Vaxguer,R.(coordinaderes): Jute y Derecho. Problees contemporinee, México D.#: Editorial UNANCPornia, p. 183, Tamura, Consrrrucionat pe Esra, senteaia de Ide junio de 1981, Rol N° 17/1981 cuesion de inconsitacionaidad promovida por el Magistrado Juce de Primera Instancie ‘nim, 7 de Barcelona, sobre el sr 252.2y 3 de fs Complacia del Derecho Civil Especial de Catala, de 21 de julio de 1960, ea felaciba con el at. 39.2 de le Constvulén®- Dis- porible en hpilfewerboeealacboe/consltasfoner_datouldoc phpicolecionere&AMeSEN, "TENCIA-1981-0017 [Fecha devsta 23 de septiembre de 2010} 88 Dénzz Traurs, Pablo (1985). Titbanal Conaitucienal y Poder Judicial, Madid- CEC, paz. 230 Raver ox Dees Usversionn Carica rit Nowe AO 17 Ne (200), ¢s transformar derechamente al juez ordinario en sujeto legitimado para plantear la cuestién por la via de reconocer el planteamiento de la cues- tién como una atribucién. En virtud de ello, pareciera que ef Tribunal Consticucional es el ‘ini- co érgano con potestades para declarar contraria ala Constituciéa una norma legislativa, lo que, ni aun a pretexto de circunstancias extraordina- rias el juez ordinario puede obviar. Lo anterior, 2 mi juicio, dejaria cerra- da la discusién planteada hace ya tiempo por el profesor Lautaro Rios* en orden a que el antiguo texto del arciculo 6° dejaba abierta la puerta al control difuso, por la simple via de que al estar el juez obligado a respetar la Constiucién y las leyes dictadas conforme a ella, no podia aplicar una ley que considerare contraria ala Carta Fundamental. Hoy, desde la perspectiva de la doble sumisién y al plancearse ex- presamente que el juez es titular de la accién de inaplicabilidad, en lugar de haberse dictado una norma que lo facultara de manera expresa para inaplicar de forma directa, en la prictica se le reconocié la competencia privativa para declarar Ia inaplicabilidad por inconstitucionalidad al Tei- bunal Constitucional de forma expresa, y por tanto excluyente, en la me- dida que tanto el jucz ordinario como el Tribunal Constitucional, de con- formidad al articulo 7, no tienen més atribuciones que las expresamence reconocidas por el Derecho. ‘Asi, la Constitucién, respecto del juez ordinario, no le confirié po- restades de inaplicar y si le confirié la porestad de plantear la cuestién ante el Tribunal constitucional, actuando como requirente, titular o legi- timado activo de una accién, que ¢jercerd como actor en un nuevo pro- ceso de inaplicabilidad, ance un tribunal distinto, que actita investide de jurisdiccién para resolver dicho conficto constitucional. ‘Atendido lo anterior, el sostener que un tribunal ordinario o especial puede inaplicar la ley sin plantear la cuestién de inaplicabilidad ante el ‘Tribunal Constitucional implicarfa una vulneracién a los articulos 7 y 93 de la Consticucién y una autoatribucién de potestades inexistentes por parte del tribunal ordinario. Por otra parte, se estarfa en presencia de un acto de verdadera auto- tutcla constitucional, pues el juez es parte del conflicto constitucional, es- taria haciendo justicia por su propia mano en dicho litigio, resolviéndolo por sus propios medios e imponiendo su decisién al amparo de su poder, sin el proceso de inaplicabilidad previo y legalmente tramitado ante el tri bunal predeterminado por la ley, de la forma que exige el numeral 3° del articulo 19 de la Carta fundamental. 36 Ver, en ente sentido, Rlos Auvanez, Lautro (2002). "El contl difuso del contitucons: Tada dele ey en Chile y ots pase de Artin". Anuaris Toveumericane de Justicia Cos siucional, Ne 6, Centro de Estadios Politics y Consivacionalesp. 417 8. Revers ot Dantcito Univeasiono Candice of Nosre Ako 17 Ne (2010) 21 Rodrigo Pca lores, No debe olvidarse, como ya se ha dicho, que el tribunal ordinario s parte del conflicto, sea como requirente 0 como destinatario de la sentencia de inaplicabilidad, en tanto es el aplicador de la norma que se cuestiona. De ahi que se estime que ya no se puede leer posibilidad alguna de control difuso, mas aun si los tribunales ordinarios, en canto ‘rganos del Estado y al tenor del nuevo arciculo 6, son garances del orden insticucional, lo que implica respeto irrestricto a los poderes de los otros

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