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Las politicas pUblicas son, fundamentalmente, un campo de disputa Cela aM Some IU lca (elle A104) organizado. Esta disputa surge cuando el pueblo organizado comprende que las acciones gubernamentales no pueden ser solo planteadas, pensadas y delineadas por los gobiernos, y menos impuestas dictatorialmente o en su defecto concebidas de forma paternalista. El pueblo reacciona, se apropia, decide y ejecuta. Eso es para el feminismo comunitario el desafio de la despatriarcalizacion. Julieta Paredes CR CET 2016 el desafio\de toy Mec seniutaccolrsslie ME cies Ei) Vs tae Ss ECW NED Ale FECAY) - Bolivi [ese dlls Ue X EI desafio de la despatriarcalizacion Entramado para la liberacion de los pueblos Feministas Comunitarias de Abya Yala (FeCAY) - Bolivia Creaciér Feministas Comunitarias de Abya Yala (FeCAY)- Bolivia Depésito Legal: 4-1-4620-16 La Paz - Bolivia 2016 mujerescreando@gmail.com mujerescreandocomunidad.blogspot.com asambleafeminista@ gmail.com www.feminismocomunitario.com Foto de portada: Enzo De Luca Impreso en Moreno Artes Graficas morenogrfica@yahoo.com + 2484697 La Agencia Sueca de Cooperacién Internacional para el Desarrollo (ASDI) a través del apoyo técnico de la Asociacién Suece para ta Educacién ‘Sexual (RFSU) financié la publicacién de este materal. ASDI y RFSU no necesariamente comparten los puntos de vista Presentados en esta publicacién. La responsabilidad de su contenido Fecae exclusivamente en la autora. | 5 Ree El desafio de la despatriarcalizacion. indice INTRODUCCION . ‘CAPITULO I LAS POLITICAS PUBLICAS PARA LAS MUJERES EN BOLIVIA .. 1. ENFOQUE ASISTENCIALISTA . . ~ 2. LAS POLITICAS DEL M.E.D. (Mujeres en El Desarrollo) .........8 3. LA EMANCIPACION DE LA MUJERES .....0se00+ 4, ENFOQUE DE GENERO EN EL DESARROLLO (GED)... 5. EL ENFOQUE GED ...... 6. CONCEPTOS IMPORTANTES PARA LAS POLITICAS PUBLICAS... CAPITULO II QUE ES LA DESPATRIARCALIZACION.. 1. LA DESPATRIARCALIZACION ROMPE CON EL MED Y GED. 2. LAS MUJERES SOMOS LA MITAD DE CADA PUEBLO 3. LA RECONCEPTUALIZACION DE PATRIARCADO DEL FEMINISMO COMUNITARIO... 4. DIFERENCIAS ENTRE PATRIARCADO COLONIAL Y PATRIARCADO ANCESTRAL .. 5, LA RELACION ENTRE DESPATRIARCALIZACION Y DESCOLONIZACION.. CAPITULO III EL ENTRONQUE PATRIARCAL Y LA PENETRACION COLONIAL... 2 45 1, ENTRONQUE PATRIARCAL .. on 6 2. PARTIR DE LA DESCOLONIZACION DEL TIEMPO.....-.sssssss10e 47 3. EL SISTEMA PLANETARIO DE DOMINACION PATRIARCAL.....49 4. LA PENETRACION COLONIAL ... 58 5, PONER EL CUERPO EN LA LUCHA ........02+0 rE 6. LA COLONIZACION DE LOS CUERPOS DE LAS MUJERES......63 CAPITULO IV UNA SOCIEDAD CON ESTADO Y EN ESTADO DESPATRIARCALIZADOR .. 1, ESTADO DEL PODER Y ESTADO DE LA SOCIEDAD.. nimivee BF 69 2. PARA LAS POLITICAS PUBLICAS HACIA LAS MUJERES, NO HAY METODOLOGIAS NEUTRALES . ei60 3. LA PLANIFICACION DEL DESARROLLO Y LA PLANIFICACION DEL VIVIR BIEN . 75 4, DESPATRIARCALIZACION DEL ESTADO PLURINACIONAL. m 78 5. DESPATRIARCALIZACION DEL PUEBLO Y LA SOCIEDAD . seneeeeeniansumenenenean 85 6. TAREAS DE LA DESPATRIARCALIZACION DESDE NUESTROS PUEBLOS ..... 87 CONCLUSIONES..... ve 9. Bibliografia.... savnceevnee AOR Presentaci6én Cuando los jévenes de la generacién revolu los afios setenta comenzébamos nuestra vida politica, lo hacia- mos en medio de los breves periodos de apertura democratica que sobrevinieron tras la caida de la dictadura de Banzer. Fueron cortos: veranos truncados por sangrientos golpes de Estado como el de Natush Busch y luego el advenimiento de otra dictadura, la de Garcia Meza. Por entonces ya se debatian, y mucho, las ideas de Ernesto Che Guevara que veiamos plenamente corroboradas por el triunfo en 1979 de la insurgencia sandinista en Nicaragua. El Che habia sistematizado las ensefianzas de otra revolucién, la cubana, que a su vez salvé el ideario socialista devolviéndole la dimensién hu- mana a los procesos de transformacién revalucionaria. Por déca- das esos procesos habian sido reducidos, en los grises manuales del estalinismo soviético, a la mecanicista materializacién de las “leyes de la historia”, que establecfan la inevitable superacién de las relaciones capitalistas de produccién por el avance incesante de las fuerzas productivas. EI socialismo humanista del Che se convirtié en un referente ideolégico y ético que devolvié la esperanza y la ilusién ~fuerzas vitales de la revolucién- a la juventud latinoamericana Pero faltaba algo, que solo se pondria en evidencia décadas mas tarde, cuando la lucha de las naciones originarias en Bolivia que resistian al neoliberalismo, puso en debate, desde el comunita- rismo, la necesidad de restablecer la complementariedad entre el ser humano con la naturaleza de la que forma parte. La enajena- cién del humano organizado en sociedad con la madre tierra fue resultado del advenimiento del industrialismo capitalista, cuyos efectos depredadores y contaminantes han llegado al punto de Poner en peligro la existencia de toda forma de vida en el planeta. El socialismo comunitario sumaba entonces la nueva cosmovi- sién, profundamente ética, que se plasmaba en el vivir bien -su- maq qamafia- que nos ensefiaron aymaras y quechuas. Asi tam- bign el nuevo concepto de la descolonizacién comenzé a formar parte de nuestro bagaje revolucionario. Pero seguia faltando algo, que saldria a la luz conforme la movili- zacién de las mujeres tomaba fuerza y se apoderaba del espacio de lo publico. Esta nueva revelacién puso en crisis a la izquierda convencional y a las organizaciones sindicales muy radicales en su discurso, pero conservadoras y machistas en su practica. Cambia totalmente la perspectiva revolucionaria cuando en “Ca- liban y la bruja” ~un libro esencial para quien quiera llamarse re- volucionario hoy- se encuentran afirmaciones como la siguiente: »... la explotacién de las mujeres habia tenido una funcién central en el proceso de acumulacién capitalista, en la medida en que las mujeres han sido las productoras y reproductoras de la mercan- cla capitalista mas esencial: la fuerza de trabajo". La lucha contra el patriarcado comienza a tener un profundo sen- ido para quienes seguimos aprendiendo. Pero para aprender se necesitan gentes que ensefien, se requieren colectivos de perso- nas que hagan practica desde sus convicciones. Uno de esos colectivos es el Feminismo Comunitario, conformado por warmis a las que tuve la suerte de conocer hace algunos afios y que considera son una de las vertientes mas coherentes y con secuentes con la lucha anticapitalista y antipatriarcal en Bolivia. No me corresponde hacer un anilisis de fondo del texte que us- ted, amiga y amigo lector, est a punto de leer. No me correspon- de porque no soy experto en la tematica; sélo soy alguien que con mente abierta quiere seguir descubriendo. Pero si diré que este tipo de libros nos obligan a pensar y actuar. Gracias al Feminismo Comunitario por creer, seguir creyendo y hacernos creer. Alfredo Rada Vélez ff ——~__ Et desafio de ta despatriarcalizacion. INTRODUCCION Las politicas piblicas son el resultado de las luchas y dis- putas de poder en un territorio, y se entienden como li- neamientos, directrices de acciones u omisiones que lanza un gobierno y autoridades al momento de plantear ejercer su poder que sin embargo pueden ser criticadas y resisti- das por la poblacién. Las politicas ptiblicas no son neutras, siempre responden a intereses, econdmicos, politicos, re- ligiosos, culturales de grupos determinados. Una politica publica, si bien puede ser enunciada y expresada por los gobiernos como un grupo de proposiciones e intenciones de “solucionar o atender problemas’, también puede callar u omitir y no tomar en cuenta los problemas y sus posibles soluciones estructurales. Las politicas piiblicas son, fundamentalmente, un campo de disputa entre las autoridades y el pueblo organizado. Esta disputa surge cuando el pueblo organizado comprende que las acciones gubernamentales no pueden ser solo plan- teadas, pensadas y delineadas por los gobiernos, y menos impuestas dictatorialmente 0 en su defecto concebidas de forma paternalista. | pueblo reacciona, se apropia, decide y ejecuta. gesafio de ta Eisai ie deetriaralizacion Aquellos puntos de vista, de menosprecio de la opinién o decision del pueblo, del cual la mitad somos las mujeres, son puntos de vista que evidencian una concepcién de que las politicas publicas y el poder son atribucién de un grupo, que va a tomar decisiones y solucionar los problemas de forma ajena a los intereses y propuestas de quienes son las y los interesados, que por consecuencie seran tratados como objeto de esa politica publica. Por esta condicién de supuesto servicio ptiblico o al pueblo, las politicas publicas son criticadas, resistidas 0 aceptadas y a la vez replanteadas por las organizaciones sociales y movimientos sociales, que van a ser objeto-sujeto de esa intervencién. Lo que si se puede afirmar es que tanto los recursos como la legalidad para ejercer e implementar las politicas publicas en democracia, estén en manos de gobiernos y autorida- des elegidas, abvio siempre con la posibilicad de resisten- cia. Solo en dictadura los gobernantes o tiranos imponen sus politicas pUblicas sin ningtn espacio para la critica o la resistencia. Las politicas publicas en Bolivia Hasta antes del proceso de cambio, Bolivia ha sido consu- midora y repetidora de politicas publicas disefladas por los centros de poder, unas veces impuestas colonialmente y otras internacionalmente por el imperialismo yanqui. Sin duda, los complejos de las clases y castas dominantes y su visién subjetiva, sus actitudes coloniales y de mediocridad, han tenido que ver en esta repeticién. Los gobernantes de -2- Et desaio de ta desptriarealizacion. turno se han sentido incapaces de crear e innovar politicas de acuerdo a las necesidades y realidades del pueblo boli- viano. Bolivia, desde la creacién del Estado, ha sido un Es- tado dependiente, Esta dependencia puede verse ya en la misma concepeién de Estado Nacién y de Reptiblica, copia de Europa y EE,UU. Acabada la segunda guerra “mundial”, Europa vivid la pos guerra en un panorama de territorios destruidos. €l replan- teamienta de las relaciones econémicas se concentré en impulsar el capitalismo industrializado en un contexto de dominio bipolar, EE.UU. y la URSS., promoviendo la depen- dencia imperialista del mundo. En este contexto de impulso capitalista se vio la necesidad de aumentar la fuerza de trabajo en Europa, que se ve dificil, porque se debe considerar que el nimero de wicti- mas, segiin se estima, llegé a 50 millones, cifra a la que es necesario sumar todos los trastornos psicolégicos, secuela de la guerra, la desnutricién y el hambre de la poblacién europea. Entonces después de la segunda guerra mundial, Europa y EE.UU. necesitan incorporar a las mujeres a la produccién y a tareas que antes la hacian exclusivamente los hombres, como por ejemplo ser obreros y para esto ne- cesitan modificar cultura imaginarios, leyes y normas, usos y costumbres de las y los europeos y estadounidenses. Con estos antecedentes, podemos comprender mejor las lineas internacionales de las politicas publicas, impuestas hacia nuestros pueblos, como monoproductores y exporta- dores de materias primas, para que Europa y EE.UU. pue- -3- esac de 3 12 despetriarealizacion = dan producir y desarrollarse, causando también que noso- tros como Bolivia nos subdesarrollemos. Y si las mujeres somos la mitad del pueblo boliviano, también habia con- cepciones y politicas ptiblicas de intervencién del gobierno y el Estado hacia las mujeres. £1 dosafio de ta despstriarcalizacios. CAPITULO I LAS POLITICAS PUBLICAS PARA LAS MUJERES EN BOLIVIA Las politicas publicas para las mujeres se desarrollaron bajo esta concepcién de las politicas como un espacio de inte- reses que se imponen o pretenden imponer. Por supuesto, también se los disputa. Las politicas publicas para las mujeres no fueron plantea- das histéricamente en Bolivia por las organizaciones y mo- vimientos de mujeres, sino mas bien son conceptualizadas dentro de la dependencia politica econémica del pais. A esto, se suman las concepciones politicas de hombres ma- chistas con intereses econémicos, politicos, culturales y re- ligiosos determinados que influyen en la generacién de las politicas. En Bolivia las mujeres no han tenido autonomia politica. En cambio, los gobernantes machistas contribuyeron a forta- lecer un sistema patriarcal nacional subsidiario del Sistema Planetario de Dominacién Patriarcal, concepto de sistema, que explicaremos en el Capitulo III. Es fundamental analizar las causas para que dentro de =e. £1 desatio de le desnatriarcalizacion on — una historia de sublevaciones y luchas permanentes contra un sistema, las mujeres no tengamos la fuerza por ejem- plo que tiene el proletariado. Sector de clase social donde también estamos las mujeres, por supuesto invisibilizadas dentro del concepto de “proletario” o trabajador. Tampoco logramos la fuerza de los pueblos originarios donde las mu- jeres, siendo la mitad, no evidenciamos ni explicitamos la fuerza y las propuestas del pueblo originario mujer. Por eso nos parece importantisimo analizar las causas por las cuales, la mitad revolucionaria, que somos las muje- res, no tengamos fuerza organizativa y propositiva propia. Una parte fundamental de esta explicacién, es el machismo de nuestros compafieros, familias, amigos amigas, que al tiempo de ejercer el control patriarcal con la violencia co- tidiana, usos y costumbres, el femicidio y la violacién, nos culpabiliza de nuestras condiciones y culpabiliza al mismo tiempo, de organizarnos y pensar desde nosotras los proce- Sos politicos. El machismo busca el control de los cuerpos y la sexualidad en las familias, en las parejas; y también, por supuesto, en las organizaciones y movimientos sociales. Otra causa para esta invisibilizacién es la superexplotacién del trabajo de nosotras las mujeres. El trabajo nos come, se traga nuestras vidas y nuestro tiempo. Este es uno de los mecanismos patriarcales y machistas ejercidos desde el Estado, el gobierno, las empresas capitalistas, los partidos, las organizaciones sociales, iglesias, familias etc. Nues- tro tiempo se escurre en las tareas exigidas y asignadas a nuestros cuerpos; en muchos casos se trata de obligacio- Nes autoimpuestas por el aleccionamiento y adiestramiento “Go um ~———____El desaffio de ta de riarcalizacion machista y patriarcal que recibimos desde nifias. Nuestros hermanos de lucha, al no estar adiestrados y obligados so- cialmente a ser serviles a la familia y a la comunidad, dis- ponen de tiempo y pueden participar con mayor fuerza. Pero otra de las causas radica en que las mujeres, en Boli- via y en los pueblos, no se consideran a si mismas sujetas revolucionarias. No se consideran protagonistas de cambios sociales, aunque toda la historia dice lo contrario. Sin ir le- jos, las mal llamadas “Guerra del agua" y “Guerra del gas” fueron hechas fundamentalmente por mujeres en Cocha- bamba y en El Alto de La Paz; lo dicen algunas de los docu- mentales, lo dice la memoria, pero no es la historia que se cuenta; y las mujeres repiten la versién oficial machista y patriarcal. Excelentes mujeres dirigentes y luchadoras so- ciales no se consideran a si mismas validas ni protagonistas de la historia, como en una especie de desvaloracién, ver- giienza y culpa de ser mujeres y ser luchadoras. Los enfoques de politicas pUblicas impuestos que crearon condiciones imaginarias desde el imperialismo, los orga- nismos internacionales, las Iglesias y ONGs, sostienen un marco conceptual que no nos sirven a los pueblos y mucho menos en esta posibilidad histérica de un proceso de cam- bio histérico en Bolivia. Por todo lo expuesto, queremos analizar el devenir de estas concepciones sobre y hacia las mujeres y las politicas publi- cas derivadas de ellas. fio de ba Buses Rese ledererienaiacon 1. ENFOQUE ASISTENCIALISTA Este enfoque es una herencia de la colonia y la repiblica, donde las mujeres eran consideradas como objeto de la be- neficencia social, las “pobrecitas”, las mujeres como carga para el Estado, para el gobierno y para los hombres. Enton- ces podemos deducir que las mujeres indigenas, viviendo en rea rural, simplemente no existian o no debian existir para las politicas publicas, por “el gasto y el peso” que representan las mujeres indigenas para esta forma de pensar. La mujer interesaba en tanto y cuanto madre, reproductora de la especie 0, podriamos decir, faébrica de wawas (nifios y nifias) para la explotacién de la mano de obra. Si alguien le importaba al Estado eran los hombres, “tanto los servicios ptiblicos como la proteccién social se admiristran conforme al principio de que el hombre es el proveedor y el propietario directo de los derechos ciudadanos, mientras que las muje- res pueden acceder a ellos sdlo como sus dependientes”” 2. LAS POLITICAS DELW.E.D. (Mujeres en El Desarrollo) Los nacionalismos en Latinoamérica tuvieron diversos ni- veles de resistencia al imperialismo. EI boliviano tuvo poco aguante, si en 1952 tuvo un contexto muy interesan- te, por la energia de! pueblo y no por los dirigentes del MIR (Movimiento Nacionalista Revolucionario), se desinflé répidamente por los dirigentes acomplejados y colonizados que no pudieron lograr tareas de potenciamiento econémico y constitucién de una burguesja nacional diversificada y con 1 Heyzer, Noeleens DrectoraEjecutiva de UNIFEM. Discurso en Santiago de Chile. 9 ~ 12 de abril 2001 on Kine: woe: anifem/undporg -B- —_—— #1 desatto do ta dosptriarealizaon identidad, por lo menos nacional. Hicieron muy poco; y no estamos hablando de tareas histéricas, como las de luchar contra la conformacién racista y colonialista de nuestro pais © industrializar y repartir la riqueza entre sectores exclui- dos. No, nos referimos a simples cosas, como tener digni- dad, creer en nosotras y nosotros mismos y, por supuesto, atreverse a sofiar. Las mujeres en esta etapa (post Segunda Guerra Mundial y en Bolivia post Guerra del Chaco entre Bolivia y Para- guay) son consideradas como una fuerza productiva que puede aprovecharse para las necesidades del capitalismo que planteaba patrones de acumulacién territorial maciona- lista y no de dependencia internacional. Como dijimos, las presiones internacionales y los complejos ya antes mencio- nados hicieron que esta posibilidad durara poco. Las politicas desarrolladas a partir de los afios 50 hasta mediados de los afios 80, se inscriben en lo que se denomi- na politicas ptiblicas de Mujeres en el Desarrollo (MED) en sus tres momentos. Enfoque de la Igualdad, donde se considera que las mujeres pueden hacer todo lo que hacen los hombres. Se entiende esto pues estamos en una sociedad de post guerra; y la necesidad productiva de que las mujeres hagan actividades que antes hacian los hombres estaba en la base de esta concepcién. Se concentraron principalmente en igualdades legales y de normativa. Enfoque antipobreza, Se explicaba que las desigualdades de las mujeres se debian a la pobreza, asi que habia que Sojenbisep Souepejal ap Uojpewuossued) ‘seppaionessap seuosiad A saue(nus se] 3p ,oquvaIweipoduis,, Jeinzon.yse aysnfe 9p 0590010 [2 ue sosafnww se| ap uo‘esBaquT ‘se1a{nu Se} ap ugipedioiued eusid ej A oueqjen6i ojjousesep un ueuass anb (sauafnw A saiquioy ‘ezaigod 4 ezenbi1) 1apod ap sajendisep seuopejay “se1ofnw A Saiquioy anua sauopejay se21jqnd seanyjod sey ap oyafng G39 -OT10¥uvSAd 73 NJ OWIN3D 30 3NOOINA sajeunjonnsa SALSMC¥ A NOID -VZ11¥9019 ouewnH aiquuaysos jlowiesag sepengp esa sauy BISeY OG SOUY ul “eouanwuadns NONSIDIAS - G3W (2 -esaudwua ‘upity A o31p939 1uIW :es032NPO/d ap Sajoy “seD1S2q sapepisadau e UoDUAIe UO? SOANONpO.daY SaoYy sasqod SPU Sel e UO!DJEIY !VZSUGOdLLNY - Gal (4 (owsiuoisejgod ‘ousstuewen6i) e9]WOUOI® OOS UedDIUed “iain e| ap seUIDYO ‘e>IpLiN! peprenbr : G3W (C saua{nw se] Uos seotiand seanylod se} ap oxafns 13 G3W - ONOWWYSIG_Na S3Y3NW aNDOIN ap se|Gayen3s3 “aIq\siAu! aysnfy “aquaoye Jin; S3YaCNW VuVd SVIIISNd SVIILIIOd 3G eo y a (seoiseq sepepisazau) “sa}epos so1> -yauag ap ugiong SIP UOD ODIWOU -038 OyUsIWI985) vwandsa sajeuopen sopersg JesBaqur ojjosuesaq rep oquarwesqueld HOW/SIa|WOUODe |e A ee soye sopeipan, r Et desafio de ta despatriarcalizacion. 4, ENFOQUE DE GENERO EN EL DESARROLLO (GED) Destruir la fuerza acumulada Como dijimos, a finales de los afios 80 se produjeron cam- bios muy importantes por las necesidades del neoliberalis- mo y los nuevos patrones de acumulacién transnacional, pero a la vez también se abrieron periodos democraticos por la lucha de los pueblos. Vertientes feministas muy im- portantes contribuyeron a la explicacién de la situacién de las mujeres, incorporando en el analisis las relaciones entre hombres y mujeres. El énfasis de los anélisis y las propuestas dejé de estar centrado como sujeto en la mujer y comenzé a enfocar- se sobre el género; es decir en las relaciones desiguales entre hombres y mujeres, denomindndolas desigualdades de poder entre los géneros. Esto dio lugar a la estrategia denominada Género en el Desarrollo (GED). En el planteamiento politico de base estaba el propésito de fundamentar las aspiraciones y demandas de igualdad, negadas en los pensamientos que naturalizan la opresin de las mujeres, basados en las diferencias biolégicas y no como resultado de las relaciones de poder y de las conduc- tas entre hombres y mujeres. Durante las 90, la terminologia del género ha tenido dife- rentes significados. Al principio era rescatable, pero ter- mina siendo despolitizado. A este propésito, revisaremos algunos de estos significados. Género en algunos casos es utilizado como un sinénimo de mujeres; en otros, el género abe i en i safe ta te es una excusa que permitié dejar de hacer politicas para las mujeres, so pretexto de que género también era un término para los hombres. Para los movimientos de mujeres y las feministas, sin embargo, el género constituyé un espacio de discusin politica e ideolégica entre mujeres, pero que se perdié al institucionalizarse el feminismo. 5. EL ENFOQUE GED Servil aliado del neoliberalismo Los afios 80 afirman el cambio de los patrones de acumu- lacién en Latinoamérica, y en Bolivia especificamente este cambio se da en 1985 con el decreto 21060. Se pasa de una posibilidad abierta en 1952 a la realidad de la més cruda dependencia a partir de este decreto y de la complicidad de una clase dominante, colonizada, mediocre, acomplejada e incapaz. Se pasa luego a la etapa de la cepredacién trans~ nacional de nuestro pais, de sus riquezas naturales, por su- puesto y como no, a la depredacién también del trabajo del pueblo, especialmente de las mujeres. La llamada globalizacién, la modernidad, el neoliberalismo, entraron en nuestros pueblos con bombes y piatillos. Anun- ciaban por los medios de comunicacién paraisos de bienes- tar, desarrollo de la produccién y la Ilegada de la sociedad del futuro. Prometian incorporar a cada persona a la ciudadania del mundo, civilizarnos. Para las mujeres, las excluidas de las sociedades y los Esta- dos, se trataba sin duda de una ilusién por la cual apostar, después de tantos afios de resistir las dictaduras y decepcio- Narse con las democracias de izquierda ib = #1 dasa de ta desatriaraatizasios Asi, las mujeres fueron incorporadas al mercado laboral de una manera masiva como solucién a las crisis econémicas. Las estrategias fueron -y siguen siendo- de lo mas varia- das, unas mediante politicas piblicas de ajuste estructural, ajuste que tiene como mecanismo los despidos masivos (que en el fondo se trata de una reduccién de personal) y la disminuci6n del gasto publico del Estado en dreas como la salud, la educacién y la vivienda. Las politicas de ajuste estructural fueron sostenidas y ocupadas por las mujeres en condiciones de superexplotacién. La otra estrategia es la de inversién social en proyectos de género resultantes de la cooperacién internacional, gene- rando una red de ONGs que se especializan en esta incor- poraci6n de las mujeres al desarrollo transnacional para la soluci6n de las crisis econémicas; y también en Ia funciona- lidad de los roles tradicionales de las mujeres, ahora roles explotados de una manera transnacional, como el servicio 0 trabajo doméstico. évalié la pena este aporte de las mujeres? Qué ha cam- biado en realidad en estos afios? La pregunta va més alld. Se suponia, seguin el marketing del neoliberalismo, que se iban a repartir mejor los beneficios de la modernidad y del desarrollo, sin corrupciones. Pero no fue ni es asi; al con- trario, generé mayores diferencias como se puede ver en algunos elementos que nos proporciona Martin Hopenhayn (1999, 19): Un reciente informe de las Naciones Unidas sobre con- centracién de la riqueza en el mundo sefiala que ac- ~i7- memes temrienawacdn ‘tualmente la fortuna sumada de las 225 familias mas adineradas del planeta es equivalente a lo que posee el 47 % mas pobre de la poblacién total del mundo, que suma alrededor de 2.500 millones de habitantes, y las 3 personas més ricas poseen més dinero que el PIB sumado de los 48 paises mas pobres. En contraste con ello, el nmero de aparatos de televisién por cada mil habitantes ha aumentado exponencialmente du- rante las tiltimas cuatro décadas, y crece la reificacién de la TV por cable a una velocidad atin mayor. Con ello se agiganta la brecha entre quienes poseen el dinero y quienes consumen las imagenes. En los afios 90, en pleno auge de las politicas neoliberales econémicas y sociales impuestas a nuestros pueblos, las activistas ferninistas fuimos desafiadas en nuestras formas de organizacién, en nuestros argumentos tedricos antipa- triarcales y en las propuestas de una sodedad que era ur- gente cambiar. La institucionalizacién del movimiento feminista es el ca- ballito de Troya Dijimos que las politicas publicas son un campo de disputa; pero para que se dé esta disputa es imprescindible que la poblacién, hacia quienes va dirigida la politica publica, se organice y tenga claridad de lo que quieren, lo que nece- sitan y para qué lo necesitan, es decir sus objetivos his- téricos, La cooperacién para el desarrollo puso como una premisa necesaria para cualquier proyecto a llamada equi- dad de género, dotada de una estrategia que haga parecer -18- 7 ~ + _£! Wesafio de ta despatriarcalizacion. fundamental: “el empoderamiento de las mujeres”; pero solo era una estrategia comunicacional. Ese imaginario ha sido montado por las politicas publicas del GED, como ya hablamos. Afirmamos que la Cooperacién Internacional para el De- sarrollo en los 90 propicié Ia institucionalizacién del mo- vimiento de mujeres y del movimiento feminista, le quité autonomia y los convirtis en beneficiarios de sus financia- mientos y cumplidores de sus concepciones politicas sobre las politicas hacia las mujeres. Asi, se creé en Latinoamérica y el Caribe un equipo de mu- jeres técnicas, las que nosotras llamamos “las tecnécratas de género”; mujeres de partidos politicos y duefias de ONG que se organizaban en lo que llamaban redes. Estas redes asumian y asumen hoy todavia el rol de representantes y planificadoras, sin que las nombraran las mismas mujeres. Asumen el rol de representantes de las mujeres ante los organismos puiblicos come los Estados, los ministerios, etc. y ante los organismos internacionales. El Feminismo Latinoamericano y del Caribe reacciona Una mezcla de exmilitantes guerrilleras con activistas poli- ticas, cansadas de los machismos de la izquierda, de sefio- ritas burguesas becadas en Europa, otras exiliadas de las dictaduras y de las politicas capitalistas, duefias de ONG, etc; toda una mezcla de mujeres con un potencial organiza tivo muy interesante, que sin embargo fue cooptada por el neoliberalismo, via los financiamientos condicionados de la cooperacién internacional, logrando paralizar esta energia -19- gosafio de ta Se Seeetriarcalizacion = movilizadora con la institucionalizacién con la complicidad de las lideresas feministas latinoamericanas y caribefias. Fue asi como en el emblematico VIE Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe, en 1996 en Cartagena, Chile, desde distintos colectivos enfrentamos y denunciamos esta traicién por parte del feminismo institucionalizado a las lu- chas de nuestros pueblos, y reivindicamos la autonomia del movimiento feminista frente al neoliberalismo. Las consecuencias de politicas y de procesos econémicos a los que se subsumieron estos sectores feministas institu- cionalizados, dieron como resultado una mayor explotacién de las mujeres y la negacién de nuestros derechos minimos en el continente. Un ejemplo de la institucionalizacién de un sector del fe- minismo latinoamericano se encuentra en lo sucedido con el planteo feminista de la necesidad de luchar contra la violencia hacia las mujeres en el continente. Las ONG de feministas institucionales, las parlamentarias, tomaron el producto de este activismo feminista y lo negociaron en los llamados lobbys con los politicos de sus partidos. El resul- tado fue la Ley de Violencia Intrafamiliar (VIF), diluyendo y confundiendo asi, el objetivo de ta lucha que era por una ley que buscaba proteger especificamente a las mujeres de la violencia, en algo llamado intrafamiliar, que por supuesto no garantizaba a las mujeres proteccién legal ante la vio- lencia a sus cuerpos. -20- "—_Elitesa io de la despatriareatizacioe. 6. CONCEPTOS IMPORTANTES PARA LAS POLITICAS PUBLICAS Gobernabilidad Creemos necesario analizar otro de los conceptos claves que es asumido como presupuesto de las politicas ptiblicas, el de la gobernabilidad. Guell y Lechner (2008: 2) nos ex- plican que la gobernabilidad es “la construccién y articula- cidn de los diversos actores sociales en un orden colectivo que sea sustentable socialmente, y en el tiempo’. Se nos plantea entonces la gobernabilidad como un imaginario a construir, donde el sistema impone sus intereses, mani- pulando los imaginarios sociales de manera que las y los excluidos se sientan incluidos 0 busquen auto incluirse, con la ilusién de pertenencia y proteccién de un Estado y su go- bierno, cuando en realidad la gobernabilidad es un campo de disputa del poder y la capacidad de convertir los imagi- narios impuestos, en la conciencia y la denuncia de los in- tereses y privilegios de un grupo en contra de los intereses del pueblo todo. Asi, podemos encontrar en la “gobernabilidad” una clave importante para tener controladas las revoluciones, las in- surrecciones, las sublevaciones. La gobernabilidad tiene di ferentes instrumentos, desde el fascismo dictatorial hasta las democracias llamadas protegidas o representativas y participativas. La gobernabilidad viene a convencernos de que el sistema esté bien y que puedes esperar beneficios si tienes paciencia y haces lo que sutil o burdamente, se te ordena; una gobernabilidad que es posible por la autoinclu- -21- sesafio de 3) 12 despetriarealizacion — sién o inclusidn ficticia. Como el uso frecuente del concepto de clase media, para nombrar a los y las trabajadoras que mejoraron sus condiciones de vida gracias al proceso de cambio en Bolivia y que no se denominan pueblo trabajador con mejores condiciones de vida, sino que es desclasado politicamente y convertido en clase media, 0 aspirante a burgués. Esa es la mejor manera de sostener al patriarcado a través de una perdida de la identidad politica y Ia creacion de un imaginario social de ficticia inclusién en la clase bur- guesa “civilizada y culta” La gobernabilidad debe cumplir necesariamente con la premisa de la sustentabilidad en el tiempo y no solo debe funcionar para resolver momentos de crisis. éCudl es ese orden milenario que cambia de rostros, por ejemplo asu- miendo la forma de esclavismo, feudalismo, capitalismo, neoliberalismo, reciclando asi la opresién del pueblo y la opresién de las mujeres en primer lugar? Ese no es otro que el patriarcado. La globalizacién permitié al Patriarcado incorporar a las mujeres a una superexplotacién admitida, la transformé en la multimujer (Pautassi, 2007) bajo el rostro de Ia llama- da equidad de género y el empoderamiento de las muje- res, a través de politicas impuestas por el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a los Esta- dos latinoamericanos, financiadas por la Cooperacién In- ternacional para el Desarrollo por medio de muchas ONGs latinoamericanas. El patriarcado ha globalizado patrones de equidad de gé tae ~——El.desarfio de ta dosptriarealizacion, nero a nivel del planeta, sacando todas las ventajas que este sisterna le proporciona; y no hablamos solo de la mi- gracién de mujeres usadas y malpagadas para los trabajos que mujeres y varones del primer mundo no quieren hacer, sino también de la trata de mujeres manejada por ma- fias de proxenetas, del narcotrafico y de las policias locales involucradas con jueces y fiscales. También nos referimos a la violencia y crimenes contra las mujeres en vivo para consumo de espectéculos de video y cine de grupos de ma- niaticos patriarcas burgueses; y ni que decir de la pedofilia, la explotacién y venta de los cuerpecitos principalmente de nifias en el llamado turismo sexual y en el trafico de érganos. La gobernabilidad patriarcal necesita diversificar las ma- neras de sustentar la rentabilidad capitalista para seguir sosteniendo su sistema de muerte, donde las mujeres y sus wawas (nifias y nifios), son las primeras en morir a causa de Ia violencia estructural. Desmo' izar para trang ilos gobernar La institucionalizacién del feminismo latinoamericano y del Caribe inmovilizé el movimiento de mujeres, se perdié la profundidad de las discusiones, su capacidad critica y su accionar creativo. La historiadora feminista norteamerica- na J. Scott (en Hernandez M.Teresa, 2006), al analizar la historia del feminismo en su pais, toma en cuenta que las activistas de los 70 luego se convierten en académicas y habla de este hecho planteando la ambigiiedad de que se convirtieron de revolucionarias en propietarias. Su triunfo =23 = Sietote te Smt rorcalaciin = es parcial, dice ella -ademés de traicién- y es también el abandono de la critica, la denuncia y las propuestas para destruir al sistema patriarcal. Y agregamos: si corrientes del feminismo se institucionalizaron dentro de un sistema que no se transformé y contintia siendo patriarcal y capita- lista, entonces se incluyeron en él. Ese es el feminismo de la inctusién. El feminismo auténomo latinoamericano y del Caribe Las feministas auténomas fuimos de lo més variadas, no hay fundadoras y menos “jefas’. No hay fundadoras, por- que han sido procesos paralelos y contempordneos de di- versos colectivos y de mujeres libres que, desde distintos colectivos de Latinoamérica y el Caribe, resistiamos en todo el continente. Aqui se ubica la comunidad Mujeres Creando Comunidad de Bolivia. La falsa contradiccién de técnicas versus grupitos de ami- Gas, que S. Alvarez (1997, p1) sugiere en su articulo sobre la oenegizacién del feminismo, es una explicacién aventu- rada, no tiene una evaluacién critica de los resultados de la experticia técnica de las feministas institucionales. Ya en 1997, cuando fue escrito el articulo citado, se mostra- ban las escandalosas debilidades de esta forma de actuar en politicas puiblicas serviles. Salta mucho més a la vista hoy, en 2016, cuando el neoliberalismo muestra los cada- veres de las crisis. Ya en 1997 nos preguntdbamos: épor qué planteaban la participacién politica dz las mujeres en solo el 30 al 35 %, no habia acaso que partir minimo de un 50%, en términos de la democracia formal y representati- “28 ~~ dosa fio de ta despatriarcalizacien. va?... éPor qué una “Ley de Violencia Intrafamiliar” (VIF), acaso no se buscaba una ley contra la violencia hacia las mujeres?...

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