Está en la página 1de 8

El secreto del crecimiento

3ABN Latino
08 ECP Evangelizando con poder
Campaña: Un nuevo comienzo
Sermón: El secreto del crecimiento -
Basado en El Camino a Cristo Capítulo 8 - El secreto del crecimiento
Version de la Biblia: Reina Valera Gómez

El secreto del crecimiento

Juan 3:1-6 1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de
los judíos.
2 Éste vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios por
maestro; pues nadie puede hacer los milagros que tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo: El que no naciere otra vez, no
puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar por
segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Al leer este relato entendemos entonces que, “En la Biblia se llama nacimiento al
cambio de corazón por el cual somos hechos hijos de Dios. También se lo compara con
la germinación de la buena semilla sembrada por el labrador. De igual modo se habla
de los recién convertidos a Cristo como de “niños recién nacidos,” que deben ir
“creciendo” hasta llegar a la estatura de hombres en Cristo Jesús. 1 Pedro 2:2; Efesios
4:15. {CC 67.1} adaptado

Vamos a ver un versículo que ilustra esta verdad:

Efesios 4:15  Antes hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas, en


Aquél que es la cabeza, en Cristo;

Como la buena simiente en el campo, tienen que crecer y dar fruto. Isaías nos habla
acerca de esto vamos a leer Isaias 61:3 y vamos a notar esto en la última parte del ver-
sículo:

Isaias 61:3  para ordenar a los que hacen duelo en Sión, para darles gloria en lugar de
ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar del espíritu angusti-
ado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para que Él sea
glorificado.

Así que vemos que, “Se sacan así ilustraciones del mundo natural para ayudarnos a
entender mejor las verdades misteriosas de la vida espiritual. {CC 67.1} Adaptado.

1 de 8
El secreto del crecimiento

Toda la sabiduría e inteligencia de los hombres no puede dar vida al objeto más
diminuto de la naturaleza. Solamente por la vida que Dios mismo les ha dado pueden
vivir las plantas y los animales. Asimismo es sólo mediante la vida de Dios como se
engendra la vida espiritual en el corazón de los hombres. Si el hombre no “naciere de
nuevo” no puede ser hecho participante de la vida que Cristo vino a dar. {CC 67.2}

Por esa razón hemos enfatizado el bautismo durante este semana. Vamos a leer nue-
vamente Juan 3:5 porque esto es sumamente importante:

Juan 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua
y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Asi que querido amigo si usted no se bautiza usted está en gran peligro. Por favor re-
cuerde:

Romanos 6:23  Porque la paga del pecado es muerte; mas el don de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Vamos a seguir con nuestro tema:

Lo que sucede con la vida, sucede con el crecimiento. Dios es el que hace florecer el
capullo y fructificar las flores. Su poder es el que hace a la simiente desarrollar:

Marcos 4:28  Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después
grano lleno en la espiga.

El profeta Oseas dice que Dios es para sus hijos usando al pueblo de Israel como un
ejemplo:

Oseas 14:5-7  5 Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus
raíces como el Líbano.
6 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y su fragancia como el
Líbano.
7 Volverán, y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán
como la vid(…)

Y el Señor Jesús dice:

Lucas 12:27  Considerad los lirios, cómo crecen; no labran, ni hilan; y os digo que ni
aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

Las plantas y las flores no crecen por su propio cuidado, solicitud o esfuerzo, sino
porque reciben lo que Dios proporcionó para favorecer su vida. El niño no puede por su
solicitud o poder propio añadir algo a su estatura. Ni vosotros podréis por vuestra
solicitud o esfuerzo conseguir el crecimiento espiritual. La planta y el niño crecen al
recibir de la atmósfera circundante aquello que sostiene su vida: el aire, el sol y el

2 de 8
El secreto del crecimiento

alimento. Lo que estos dones de la naturaleza son para los animales y las plantas, llega
a serlo Cristo para los que en El confían. El es su “luz eterna,” “escudo y sol.”7 Será
“como el rocío a Israel.” “Descenderá como la lluvia sobre el césped cortado.”8 El es el
agua viva, “el pan de Dios... que descendió del cielo, y da vida al mundo.”9 {CC 67.3}

Podemos ver evidencia de eso en los siguientes versículos que vamos a leer:

Salmos 84:11  Porque sol y escudo es Jehová Dios: Gracia y gloria dará Jehová; no
quitará el bien a los que en integridad andan.

Oseas 14:5  Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces
como el Líbano.

Jesús dijo:

Juan 6:33-35  Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al
mundo.
34 Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
35 Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el
que en mí cree, no tendrá sed jamás.

En el libro El Camino a Cristo, escrito por Elena G. White, tenemos un impactante pen-
samiento:

En el don incomparable de su Hijo, Dios rodeó al mundo entero con una atmósfera de
gracia tan real como el aire que circula en derredor del globo. Todos los que decidan
respirar esta atmósfera vivificante vivirán y crecerán hasta alcanzar la estatura de
hombres y mujeres en Cristo Jesús. {CC 68.1}

Como la flor se vuelve hacia el sol para que los brillantes rayos le ayuden a
perfeccionar su belleza y simetría, así debemos volvernos hacia, Cristo, Jesús, el Sol
de justicia, a fin de que la luz celestial brille sobre nosotros y nuestro carácter se
transforme a la imagen de Cristo. {CC 68.2}

El Señor Jesús enseña la misma cosa cuando dice:

Juan 15:4-5 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar


fruto de sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis
en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva
mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.

Como la rama depende del tronco principal para su crecimiento y fructificación, así
también nosotros necesitamos el auxilio de Cristo para poder vivir una vida santa.
Fuera de El no tenemos vida. No hay poder en nosotros para resistir la tentación o para
crecer en la gracia o en la santidad. Morando en El, podemos florecer. Recibiendo

3 de 8
El secreto del crecimiento

nuestra vida de El, no nos marchitaremos ni vamos a ser estéril, o sea, infructuosos.
Seremos como el árbol plantado junto a arroyos de aguas. {CC 68.3} (Adaptado)

Muchos tienen la idea de que deben hacer alguna parte de la obra solos. Confiaron en
Cristo para obtener el perdón de sus pecados, pero ahora procuran vivir rectamente por
sus propios esfuerzos. Mas todo esfuerzo tal fracasará. El Señor Jesús dice:

Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él,
éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.

Esa es una realidad que tenemos que entender, sin Jesús nada podemos hacer. El
apóstol Pablo cuando llegó a entender eso dijo:

Filipenses 4:13  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

En la Biblia encontramos muchas maravillosas promesas, y esto es lo que Dios te dice


en este momento:

Isaías 41:10  No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Nuestro crecimiento en la gracia, nuestro gozo, nuestra utilidad, todo depende de


nuestra unión con Cristo. Sólo estando en comunión con El diariamente y
permaneciendo en El cada hora es como hemos de crecer en la gracia. El no es
solamente el autor de nuestra fe sino también su consumador.

Hebreos 12:1-2 1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan
grande nube de testigos, despojémonos de todo peso, y del pecado que nos asedia, y
corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual, por el gozo puesto
delante de Él sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del
trono de Dios.

Jesús, debe ocupar el primer lugar, el último y todo otro lugar. Estará con nosotros, no
sólo al principio y al fin de nuestra carrera, sino en cada paso del camino. David dice
{CC 69.1} (Adaptado):

Salmos 16:8  A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no
seré conmovido.

Pregunta: ¿Cómo permaneceremos en Cristo?”

Pues, del mismo modo en que le recibisteis al principio.

Colosenses 2:6-7 6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo,


andad en Él;

4 de 8
El secreto del crecimiento

7 arraigados y sobreedificados en Él, y confirmados en la fe, así como habéis sido


enseñados, abundando en ella con acciones de gracias.

Hay un corito que presenta esto esto muy bien:

“Fija tus ojos en Cristo tan lleno de gracias y amor, y lo terrenal sin valor sera a la luz
del glorioso Seńor.”

Hebreos 10:38  Mas el justo vivirá por fe (…).

Mi querido amigo por favor entiende:

Te entregaste a Dios para ser completamente de El, para servirle y obedecerle, y


aceptaste a Cristo como tu Salvador. No puedes por ti mismo expiar tus pecados o
cambiar tu corazón; pero habiéndote entregado a Dios, creíste que por causa de Cristo
el Señor hizo todo aquello por ti. Por la fe llegaste a ser de Cristo, y por la fe tienes que
crecer en El, dando y recibiendo. Tienes que darle todo: el corazón, la voluntad, la vida,
darte a El para obedecerle en todo lo que te pida; y debes recibirlo todo: a Cristo, la
plenitud de toda bendición, para que more en tu corazón, sea tu fuerza, tu justicia, tu
eterno Auxiliador, y te dé poder para obedecer. {CC 69.2} (Adaptado).

Pregunta: ¿Qué debo hacer para mantener una fe viva?

Lucas 9:23  Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
y tome su cruz cada día, y sígame.

Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración:
“Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies.
Usame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra hecha en ti.” Este es un
asunto diario. Cada mañana, conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a
El, para ponerlos en práctica o abandonarlos, según te lo indicare su providencia.
Podrás así poner cada día tu vida en las manos de Dios, y ella será cada vez más
semejante a la de Cristo. {CC 70.1}

La vida en Cristo es una vida de reposo. Tal vez no haya éxtasis de los sentimientos,
pero debe haber una confianza continua y apacible. Tu esperanza no se cifra en ti
mismo, sino en Cristo. Tu debilidad está unida a su fuerza, tu ignorancia a su sabiduría,
tu fragilidad a su eterno poder. Así que no has de mirar a ti mismo ni depender de ti,
sino mirar a Cristo. Piensa en su amor, en la belleza y perfección de su carácter. Cristo
en su abnegación, Cristo en su humillación, Cristo en su pureza y santidad, Cristo en
su incomparable amor: tal es el tema que debe contemplar el alma. Amándole,
imitándole, dependiendo enteramente de El, es como serás transformado a su
semejanza. {CC 70.2}

Vamos a leer nuevamente a Juan 15:4:

5 de 8
El secreto del crecimiento

Juan 15:4 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar


fruto de sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis
en mí.

Aquí vemos que el Señor dice: “Permaneced en mí.” Estas palabras expresan una idea
de descanso, estabilidad, confianza. También nos invita:

Mateo 11:28  Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré


descansar.

Las palabras del salmista hacen resaltar el mismo pensamiento:

Salmos 37:7  Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él: No te alteres con motivo
del que prospera en su camino, por causa del hombre que hace maldades.

El profeta Isaías asegura que:

Isaías 30:15  Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en


reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza (…)

Este descanso no se obtiene en la inactividad; porque en la invitación del Salvador la


promesa de descanso va unida con un llamamiento a trabajar:

Mateo 11:29  Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

El corazón que más plenamente descansa en Cristo es el más ardiente y activo en el


trabajo para El. {CC 71.1} (Adaptado)

Cuando pensamos mucho en nosotros mismos, nos alejamos de Cristo, la fuente de la


fortaleza y la vida. Por esto Satanás se esfuerza constantemente por mantener la
atención apartada del Salvador, a fin de impedir la unión y comunión del alma con
Cristo. Valiéndose de los placeres del mundo, los cuidados, perplejidades y tristezas de
la vida, así como de nuestras propias faltas e imperfecciones, o de las ajenas, procura
desviar nuestra atención hacia todas estas cosas, o hacia algunas de ellas. No nos
dejemos engañar por sus maquinaciones. Con demasiada frecuencia logra que
muchos, realmente concienzudos y deseosos de vivir para Dios, se detengan en sus
propios defectos y debilidades, y separándolos así de Cristo, espera obtener la victoria.
No debemos hacer de nuestro yo el centro de nuestros pensamientos, ni alimentar
ansiedad ni temor acerca de si seremos salvos o no. Todo esto desvía el alma de la
Fuente de nuestra fortaleza. Encomendemos a Dios la custodia de nuestra alma, y
confiemos en El. Hablemos del Señor Jesús y pensemos en El. Piérdase en El nuestra
personalidad. Desterremos toda duda; disipemos nuestros temores. Digamos con el
apóstol Pablo:

6 de 8
El secreto del crecimiento

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que
Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios,
el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Reposemos en Dios. El puede guardar lo que le hemos confiado. Si nos ponemos en


sus manos, ocurrirá lo que encontramos en Romanos 8:37

Romanos 8:37  Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
Aquél que nos amó.

Cuando Cristo se humanó, vinculó a la humanidad consigo mediante un lazo que


ningún poder es capaz de romper, salvo la decisión del hombre mismo. Satanás nos
presentará de continuo incentivos para inducirnos a romper ese lazo, a decidir que nos
separemos de Cristo. Necesitamos velar, luchar y orar, para que nada pueda
inducirnos a elegir otro maestro; pues estamos siempre libres para hacer esto.
Mantengamos por lo tanto los ojos fijos en Cristo, y El nos preservará. Confiando en
Jesús, estamos seguros. Nada puede arrebatarnos de su mano. Si le contemplamos
constantemente, seremos transformados. {CC 72.1} (Adaptado)

2 Corintios 3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en
gloria, como por el Espíritu del Señor.

El Llamado
Mi querido amigo, Dios te quiere transformar. Dios te quiere hacer mas que vencedor.
Esto es posible solamente con Cristo Jesús. Yo te invito a entregarle todo a El. La vic-
toria y paz de Cristo Jesús esta a tu alcance. Acepta el sacrificio que Cristo hizo en la
cruz, acepta su perdón y salvación. Varios se han bautizado y tu puedes unirte a ese
grupo y comenzar una nueva vida en Cristo Jesús. Tu puedes salir de este lugar con el
gozo de salvación. Yo te invito a colocarte de pie y pasar al frente. En este momento
Dios te está llamado a dejar una vida manchada de pecado atrás y comenzar de nuevo.

En el libro de Juan tenemos esta promesa:

Juan 1:12  Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios.

Si tu recibes a Jesús, si tue crees en Su nombre El te dará potestad para ser hecho un
hijo, una hija de Dios.

No deja que te pase esta oportunidad. Pasa al frente y entrégate a Jesús. Este es el
momento de salvación pasa al frente para dejarle saber a Dios que tu quieres ser Su
hijo. La Biblia dice que cuando un pecador se arrepiente y busca a Dios hay gozo en el
cielo. Es Dios que te está llamando en este momento. Es necesario nacer de nuevo por
medio del bautismo para entrar en el reino de Dios. Aprovéchate de esta oportunidad

7 de 8
El secreto del crecimiento

que Dios te está ofreciendo. ¿Hay alguien mas que desea comenzar de nuevo y ser
una nueva criatura en Cristo Jesús?

Dios te ofrece misericordia y perdón en ese momento, no lo rechaces, acepta esta


oportunidad que Dios te ofrece para que tu nombre sea escrito en el Libro de Vida. Hay
un lugar para ti en el cielo. Cristo pagó el precio por tus pecados y te ofrece salvación y
vida eterna. Pero, es tu decisión. Yo te invito a aceptar el gozo de la salvación que se
encuentra solamente en Cristo Jesús.

8 de 8

También podría gustarte