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CARL SCHMITT El Nomos de la Tierra en el Derecho de Gentes del «Jus publicum europacum» CENTRO DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES MADRID-1979 96 EL NOMOS DE LA TIERRA del hemisferio occidental para el Derecho de Gentes. Es la linea a raiz de la cual se consiguié derribar la ordenacién del espacio del mundo europeo e introducir un nuevo concepto _ de guerra en Ja historia mundial. 2. LA JUSTIFICACION DE LA TOMA DE LA TIERRA EN UN Nuevo Munpo (FRANCISCO DE VITORIA} Durante cuatrocientos afios, del siglo xvt al siglo xx, ha sido determinada la estructura del Derecho de Gentes euro- peo por un proceso fundamental: Ja conquista de un mundo nuevo. Naturalmente, en aquel entonces, lo mismo que en tiempos posteriores, se produjeron numerosas discusiones so- bre cuestiones juridicas y morales relacionadas con ello (45). Asimismo, existen numerosas tomas de posicién individuales acerca de la justicia o injusticia de la Conquista. No obstante, puede afirmarse que el propio’ problema fundamental, es de- cir, la cuestién de la justificacién de la toma europea de la tie- rra en general, ha sido elegida, con poca frecuencia, ex profeso como objeto de una discusién moral o juridica sistematica. En realidad, no existe mds que un solo estudio, sistematico en este sentido y al propio tiempo monografico, que enfoca abiertamente el problema del Derecho de Gentes y formula directamente la pregunta fundamental acerca de los titulos juridicos de la gran toma de la tierra que entran en considera- (45) Una relacién de la literatura del siglo XVI esta incluida en el Cuerpo de documentos del siglo XVI sobre los Derechos de Espatia en las Indias y Filipinas, de Lewis Hanke, edit. por Agustin Millares Carlo, Méjico, 1942, pags. 315-336; ademas, en la obra de Lewis Hanke, The Spanish Struggle for Justice, Filadelfia (University of Pennsyl- vania Press), 1949. Véase una exposicién de las distintas argumenta- ciones en 1a obra de Joserd Horener Christentum und Menschenwiirde, das Anliegen der spanischen Kolonialethik im goldenen Zeitalter, Trier, 1947, LA TOMA DE LA TIERRA EN UN NUEVO MUNDO 97 cién, contestandola segtin todas las reglas del método esco- lastico. Esta exposicién data de los primeros tiempos de la Conquista: son las famosas Relecciones de Indis et de iure belli (1538-39), de FRANCISCO DE ViToRIA. Por el valor espiri- tual de su autor para la formulacién del interrogante y por la perfeccién de su método escolastico, ejercieron influencia en todas las discusiones ulteriores y las sometieron a su po- der. Sin embargo, también han sido interpretadas de modo erréneo en muchos casos y utilizadas de maneras distintas. Las tesis de Virorta esidn relacionadas con una discusién teolégico-escolastica y pertenecen a la época de la escoldstica espafiola tardia. Hasta ahora, la literatura carece de una ex- posicién general acerca de este gran fruto del pensamiento europeo que abarca las épocas de Carlos V y Felipe H. Segin ha sefialado el tedlogo alemén KarL ESCHWEILER, gran cono- cedor de la escoldstica tardia, tal exposicién general «sdélo podia haber sido escrita en Espafia y por espafioles» (46). Me propongo analizar en este lugar, desde cl angulo de vista de la ciencia actual del Derecho de Gentes, la posicidn:his- torico-juridica de ViTorIA y la utilizacién, para la ciencia del Derecho, de sus Relecciones tan frecuentemente citadas, cuya interpretacién tiene su propia historia. La primera impresién que las Relecciones causan al lector de hoy es la de una extraordinaria imparcialidad, objetividad y neutralidad, de tal modo que la argumentacién ya no mues- tra un cardcter medieval, sino «moderno». Siete «tituli “on idonei nec legitimi» y otros tantos «tituli legitimi» son anali- zados con minuciosidad distinta, pero con la misma objeti- (46) Kari Escuweiter, Die Philosophie der Spitscholastik, en «Spa- nische Forschungen der Gérresgesellschaft», tomo 1, pag. 264. 98 EL NOMOS DE LA TIERRA vidad (47). Todos los titulos juridicos del Papa y del Empe- rador que se derivan de una reclamaci6n del dominio uni- versal son rechazados, con toda naturalidad, como impropios y no legitimos. En el curso de la argumentacién acerca de los deinas temas, se confirma esta impresién de una completa objetividad y neutralidad. En especial, es subrayado en todo momento que los indigenas de Ainérica, aun siendo barba- ros, son no obstante seres humanos al igual que los europeos que efectiian tomas de Ja tierra. Son personas y no animales. Con ello, es rechazado, aunque sin una expresa referencia, un determinado tipo de argumentacién que ya era expuesto con frecuencia en aquel entonces, sobre todo en las diferentes jus- tificaciones de la Conquista por parte del historiégrafo de Carlos V y preceptor de Felipe II, el humanista Juan Ginés de Sepilveda (1490-1573), para quien Las Casas era un «hom- bre enemigo» y un «sembrador de discordias». Sepulveda ca- racterizaba a los indigenas como salvajes y barbaros, para calificarlos con esta argumentacidén, apoyandose en Aristé- teles, de seres sin derecho y-convertir su suelo en objeto de un toma libre de la tierra. Ya en aquel entonces, al comienzo de la Conquista, se pretendia que los indios eran fetichistas, que practicaban el sacrificio humano, que eran canibales y crimi- nales de toda indole. La frase del Primer Libre de la Poli- tica (I, c. IL, 13) de Aristételes de que pueblos barbaros son «esclavos por naturaleza» era citada con frecuencia, y a Se- pulveda se le reprocha incluso de haber formulado Ia frase «Los espafoles estan por encima de los barbaros como el (47) Los «7 tituli non idonei nec legitimi» son: dominio mundial imperial, dominio mundial papal, «ius inventionis» (descubrimiento), rechazo del cristianismo, crimenes de los barbaros, supuesta libre apro- bacién por parte de los indios y concesion divina especial. Los «7 ti- tuli idonei ac legitimi» para una guerra justa son: «ius commercii, ius propagandae fidei, ius protectionis (scil. de los indios convertidos al cristianismo), ius mandati (encargo papal), ius interventionis (con- tra tyrannos), ius liberae electionis y ius protectionis sociorum». LA TOMA DE LA TIERRA EN UN NUEVO MUNDO 99 hombre esta por encima del mono» (48). El hecho de privar a los indios, por tales razones, de la condicién de seres hu- manos tenia, pues, el sentido practico de conseguir un titulo juridico para la gran toma de la tierra y el avasallamiento de los indios, que, por cierto, también SEPULVEDA considera como servidumbre y como esclavitud. Este argumento aristotélico es, en su resultado, inhumano, pero esta derivado de un determinado concepto de humani- dad, o sea, el de la humanidad mds elevada de los conquista- dores. Tiene una interesante historia propia que merece por un momento nuestra atencién especial. Su formulacién cla- sica se debe al filésofo inglés FRaNcis Bacon, cuyas frases in- cluyé BARBEYRAC en su comentario acerca de! Derecho na- tural de PUFENDORF. BACON sefiala que los indios, como cani- bales, «estén proscritos por la propia naturaleza». Se encuen- tran fuera de la humanidad, «hors l’humanité», y fuera de la ley. No es en modo alguno paraddjico que precisamente hu- (48) En el trabajo Democrates alter (o secundus), que fue escrito en 1547, pero cuya impresién no fue autorizada (sobre todo debido a Ja oposicién por parte de Las Casas); no fue impresa hasta 1892, sien- do publicada por MENENIEZ PELAvO, bajo el titulo de Democrates alter, sive Dialogus de justis belli causis adversus Indos, en el «Boletin de Ja Real Academia de la Historia» (tomo XXI). El primer didlogo «

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