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96 Georges Duby — — Siuirenos que realizd al servicio de los guerreros fueron ome pe dew aioe as Cae ee sees tase ln tondencan ageless irr 9 re ee we er ee bars rae” Jef Sees ena ilo dal ccimiote ecm nice Je Bate, Te eee" genva tvieron otra conseziecia 10 ee SSeS contac mej nv aS ne aes oreo los gos sy 8H 8 E’tonguista de provincas cuye relat prosperidad, y sss oem ea Sade: Hsasempreste fston ot SESE Teeny musts sora ete Seer inet tacos a sae a pobre: ico de an reiones sandy cayon depose, Heveds epee ere ng oe foe de adoro improduivo do on ies, de Tos fees Se ch mictn.Poro algunos conguistaone fearon Hoes Freel acaburon candle COP GEC Ror drt ees fas prot a ere Se empresa milines provecaon eae ee Genccion de ns ence tals, Sense dee posto economia de ln atsoc epee en er Se mee te eeetboables le ecmuladn de cape Sere erro ene detes reson, el a orem de incre. Beste OS, ee a CSehESe pss sedans ee sou a SES capac ge cosespnden al doxseentares ples Ymiltares snds importantes: la de los carolingos y la de ete 1. LA BTAPA CAROLINGIA En Austrasia, en ls provincia mas salvaje del reino fran- 0, alrededor de una gran familia, Ia de los antepasados de Carlomagno, y de los hombres que se habian unido a clla por lazos de amistad vasalltica, se afirmé prosresive ‘mente durante el primer tercio del siglo vill una fuerza de ‘agresién que se lan26 con éxito contra otros clanes aris: tocrdticos, y més tarde contra otras etnias, Las bandas asi formadas extendieron sus depredaciones en cireulo, en todas, las direcciones, hasta las profundidades de Germania, como, respuesta 2 as incursiones enemigas, en expediciones de castigo levadas cada ver més lejos: hacia Neustria, Bor gofia, las comarcas mas romanizadas del sur de la Gal ala biisqueda de riquezas; mis tarde, hacia la Italia fom. barda. El ejemplo de Aquitania muestra que durante Tar ‘gos decentos estas ataques s6lo Hlevaron consigo ruinay destruccién; pero, finalmente, sobre estas devastaciones se edifioé el nuevo Imperio, un inmenso Estado que fue sélidamente mantenido bajo control durante medio siglo A los ojos del historiador, una de las principales conse: cuencias de esta reconstruccién politica fue la restauracion del uso de Is escritura en la administracién, Consciente de ser el heredero de los eésares, Carlomagno quiso, tambien en este punto, enlazar con la tradicién romana; ordend poner por escrito sus propias decisiones, establecer la des- cripeién euidadosa de sus dominios y de los de las iglesias de las que se sentia responsable. Pstas érdenes, muy imper- fectamente aplicadas, lo fueron solamente en los viejos te- sritorios francos situados entre el Loira y et Ri ‘viera_y en Lombardia, Al menos se conservan los textos, ¥ este brusco y fugitive renacimiento de la decumentacion fscrita en los alrededores del afio 800, el Interés completa mente nuevo por Ja precisién cuantitativa que de él se desprende, sacan de la oscuridad diversos aspectos de la 98 Georges Duby vida econémica, Este es el mayor interés de la etapa caro- Tingia: la claridad relativa de la imagen que nos propor clona. TAS TENDENCIAS DEMOGRAPICAS En el mall de rina que astaos de se. tar, se atrbuye un higar primordia al movimiento: demo rio: era prevsble, pero para el siglo 1x Y en algunas Efmarcas deo Europa carlinga se puede ver ins ear ments su ovientacion Cuando te tellzaron pesgulas Dare Fodactar Io que se llama un polipico, ex dct el invent Fo. preciso Ge un gran conjunto tersitodal, fos hombres Inntlados en los seanios fueron contados, yen alunos tasos con an cldado, De hecho, vallan mucho mis que {a'tieray formaban cl elemento prinlpal dol pasimo lo. Evideuttmente, ls recteston nea nos dan tls que {ing vision parcial el poblanento rural, noe geiren Ge aide, sno a tn dominio eujos contornos,fecuente ment, cates eon fos dno on eaves ie en la ever sera yalimentados ena casa Rete dgucen, en principio so Te coniersba Dies ‘bi los eampesins que bean aepiado el pacino {Elgran propictario sin recbir la conesion dun manso, ¥ yas obligeioncs, gor este hecho, eran solo de Uo por Sonal, fueron contador, pero indivdualmente, y el docu frento no ce nada de st frallia: Por el contraro, ale Ferme tos masvers beso 9, aparece enna en I Sayora de lon casos el confunto del evapo familar et. Tunlio del manous, base de las percepcones seforiles. En Sie caso Tow datos son muy vallosos, permitenveriflcar Ia pots de un suumento do la poblaién, propicindo por IEPrecuperaion de seguridad, pore alolamiento de tas Frontarse ostles al lease marcas defensivas para hacer frente‘ los peligos de lnvasién, y mds directamente sin tindn por el progresio espacamienio de Jos brotes de peste, SSlcomo por ns transformaciones do a eslaitu. 1s primers impresion que se obtene de estos documen- tos ca la de un poblamlento may denso. El mis flere de La etapa carolingia ” las polipticos, el que hizo redactar en 806-829 el abad Iemi- nnén para los’ dominios de Saint Germain-desPrés, permite taleular sin excesivos errores el niimero de habitantes por Kilémetro cuadrado en un determinado nimero de lugares el dren parisina; la densidad es de 26 en Palaiseau, de 35 en Verriéres, es decir, Ja misma que en las zonas rurales de Polonia ¥ de Hungria en visperas de Ia segunda guerra ‘mundial. Las tierras de Ja abadia de SaintBertin, en los ‘confines de Picardia y Flandes, parecen haber estado mas pobladas todavis: semtin los datos del poliptico (844-848), In densidad oscila entre 12 y 21 adultos, es decir, entre 25 y 40 habitantes por kilémetto cuadrado, Nos encontramos ante cifras considerablemente mas altas que las que per- ‘miten suponer para comienzos del siglo Vil las observacio. nes de fos arquedlogos. Aunque se considere gue estos datos sélo son validos para enudos de poblamiento», para islotes cen los que los hombres se agrupaban, separados por in- rmensos espacios vacios, y, por consiguiente, a densidad elobal de una provincia era mucho més débil, aun asi es evidente que en Galia, en Germania —donde, desde que se peneraliza el uso de la escritura, las actas de venta o de ddonacién estin Ilenas de alusiones las roturaciones— el nnipero de hombres ha sumentado entre la época de Gre- gorio de Tours y la de Carlomagno. (Otros indicios confirman esta hipdtesis. Los recuentos del siglo 1x se inseriben en el marco del gran dominio, 0 mds exactamente de las células agricolas cewpadas por las ‘parejas de campesinos dependientes, es decir, en el marco e los mansos. Lo que se ve muy claramente, tanto en el ppoliptica de Irminén como en los demés, es que estas celu- las, consideradas en abstracto como «las terrae de una familias, no coinciden ya con las parejas, can los equipos de trabajo reunidos por lazos de parentesco, El sistema s0- ‘brevive porque los administradores del dominio se obstinan en conservar la base, la unidad de la reparticion de censos y servicios; pero, en’dos 0 tres generaciones, el movimien. io demogréfico ha hecho caducar el sistema. Se observa que muchos mansos estin ocupados por varias parejas; fe decir, que estén aparentements superpoblados. Fn Par Taiseau, frente a cuarenta y tres mansos ocupados por una 100 Georges Duby sole familia, ocho estén habitados por dos parejas y cuatro por tres, de forma que el 38 por 100 de la poblacién cen: Seda ocipa solamente e) 20 por 100 de los mansos: en el Conjunto de este dominio el inventario sefala la presencia Ge 193 grupos familiares en 114 mansos. Por ultimo, los nombres de los masoveros hacen pensar que Jos mansos Superpoblados estin frecuentemente ocupados por un padre de familia y por sus yernos, 0 por varios hermanos cast dos, La impresién que se obtiene de estas observaciones 8, por tanto, Ia de una presién ejercida desde el interior por el crecimiento demogréfico en el antiguo marco de la economia sefiorial, Pero esta impresién parece igualmente ‘contenida: una parte de la poblacién no encuentra lugar para desarrollarse cémodamente y se ve obligada al hacina- fiento, La concentracién parece determinada en parte por {El peso de las estructuras familiares. Ea efecto, en un mismo Gominio, en un mismo término, algunos mansos estén {nsuficientemente poblades junto a otros que lo estén en cexceso, Onurre, pies, que la desigual fertilidad de las pa elas y, por otro lado, el rigor de las normas de sucesién impiden le redistribucién armoniosa de la poblacién activa en las tierras ‘itles. May chocante es, en especial, la pro- porcién de masoveros solteros: constituyen el 30 por 100 Be Ta poblacion en Ia villa de Verritres, cerca de Paris, ims del 16 por 100 en Palaiseau. Mas extrafia todavia es Ta proporcida entre hombres y mujeres, lo que plantea pro blemas mas complejos, La tasa de masculinidad parece en ‘algunos casos. anormaimente alta: 1,30 en Palaiseau, 1.52 ten Verrigres. Sin duda, los riesgos del parto aumentaban Ta mottalidad femenina, pero no en proporcién suficien te como para dar lugar 2 un distanciamiento tan conside- rable. Para explicar estas diferencias hay que suponer una fuerte inmigraciéa masculina destinada a llenar los vacios ereados por la Infecundidad de algunos hogares, lo que equivale @ admitir une fuerte movilidad de 1a poblacion ural, cuyas huellas aparecen frecuentemente: en los dife- Fentes dominios descritos por el poliptico de Saint-Remi, de Reims, son mencionades forenses, forestici, foranci, &% franjeros cuyo mimero no es inferior, en ningin centro de explotacién, al 16 por 100 de la poblacion censada. Esta La etapa carotngia ia situacién ces earacteristica de los dominios eclesiésticos, mds acogedores, mis seguros, o, por el contrario, no este ban los setiores laicos mejor armades para asegurar una proteccion eficac? Es licto penser que el fenomeno ers ‘eneral Ta movilidad tenfa lugar dese un claro, desde una zona de poblamiento a ota, Aparentemente no Tlevaba 2 los hombres a Ia conquista del yermo. Salso en Germania, ¥ quizés en las zonas boscosas de Champefa, las mencio. hes de rozas son muy raras en las provincias de las que habla la documentacion carolingia, En el capitulo XXXVI, cl capitular De villis contiene sobre el particular la siguien. te recomendacién hecha a los administradores de los do- ‘minios reales: «Si hay espacios que roturar, que los hagan Forar, pero que no permitan que los campos se acrecienten a expensas de los bosques», lo que indica claramente Ios limites de la operacidn de roza que se desea: vienen fjados ppor le organizacion regular de la rotacién periédics de los ultivos en el seno del territorio cultivade. La exhortacién 4 los administradores tiene un eco en el pérrafo LXVUL 4S faltan masoveros para los mansos desocupados, o lugar para los esclavos recientemente adquiridas, que nos con- sullen.» Un consejo de esta naturalera prucha que las mi graciones de los trabajadores rurales tenfan lugar de un dominio 2 otro, y no hacia centros de roturacléa. Si hubo expansién agraria, parece haberse limltado a Ia explota cidn més metédica e intonsiva del espacio cultivado. La intensificaciin del cultivo, impuesta por la presién demo- igfiea sin que fuera acompafiada de un perfeccionamiento Ge las téenicas, explica quizas los débiles rendimientos que sugieren los datos de los documentos catolingios. A este nivel, en todo caso, se sitia el segundo bloquco, el mas determinante. Los varones de familias demasiado ‘mero: sas se establecen, cusndo pueden, en mansos abandonados eno desu dominio de origen o en otro: no es posible permanecen en la explotacién paterna que sobrecargan ¥ que resulta demasiado estrechs. para allimentar convenient temente a sus ocupantes. May cerca de las tlerras cultiva: das existian zonas sin roturar, pero parece que fueron muy ppocos los que se lanzzron a ia aventura de ocuparlas. Te: 102 Georges Duby ‘noramos las ravones de esta inhlbicién, Verosimilmente hhay que buscar las causas més influyentes en las insuft ciencias téenieas que hacian posible la ocupacion de te- tras virgenes, As{ se explican los sintomas de superpobla- Iiento y, también, Is existencia, continuamente denunei=- dda por Jos capitulares, de una poblacion flotante y peligro- sa de mendigos y merodeadores. Esta hez social, 1a ingule- tante presencia de desarraigadas famélicos los que la legislacién moralizante de los soberanos carolingios intenta inutiimente reabsorber, es uno de los indicios mas claros , es decir, por trabajadores considera dos libres. Por ultimo, come hemos sefalado ya, junto a mansos ocupados por tna sola familia hay otros en los que hhabitan dos, tres, a veces cuatro matrimonios. Sin embar- 0, el duefio hace caso omiso de todo este desorden, en apariencia miso menos profundo, segin que Ia organiza cin del gran dominio sea mis o menos antigua. Impone Cergas equivalentes todos los mansos de una misma ca teporia Juridica, cuslesquiera que sean la dimensién y el numero de tabajadores que explotan Jas parcelas, es de- ir, cualesquiera que seat [as capacidades ‘de produccién, Este indiferencia contrasta curiosamente con’ el sentido de la precision mumérica de que han hecho gala numerosos, Dpesquisidores, atentos a evaluar las superficies y a contar 1a etapa carolingia 107 ———— pepe donee ac Saruie Sees canoes fae fons in ee aon cee eee Reece ee Shrine Saket Seman Ggncete Cr oe ee sect cer eae hikes tote ate race enmenr ese So fume wea oe are SuGoea yma curs ree eee ee ee ner ean fev eree atone seme iraat Sirs dame ree | gaan © pooner ura Siete cea aioe aaa iirc Tia rae, ater shh pe age ae Semeilaias cere aes Lele aca eae pee aee eenecar ee Grae ioe mae ie Sit Mirines fire chi eee tne cen econ Sal ibe Some ena a cnt pane i ona oie orien gus bet eee State cece ees ieee gee eet ae oe ae eee ec ee 108, Georges Duby tse sue, deni an scr ets sd te orcs ecm: Cet feo an Se tom a mn ip cer, oe tn Pe Sinemet ap 3 ke ae ee Hee de ert gs cay Sari mi ee She ns shen ae 2 a set Gps i a at econ et oes cs fais Woe ia Sets “ot Scan an cnn en ere te hn a oe ee a ay ey met ike a Le ee en en eae ane ‘ae Genie ee ah sung ei SO on a at cree reese iit 5 cess Eom ete a a ae Pe oe et ne Fe a nape ae rors coat ec 3 ams in wp hie Bo Soni ee lone Scores a el rk iste woman hes a edge Soy ars en te, Soe ree oe ae Seen cas See cay sme ee eine cate lin} es a a es ‘eee of aoe om Sule Ene el tha empleo ts 9 Fay ds cian eyo A nn eco seen et fae eo i Saleh al dee Le are GEDDY ye i ao La etapa carotingia oe np lores eo mansos. A medida que auimenta Ia importancia A los ezrealesy del vio i exlaitud se adapta mala as hecesidades de la producclin de una gran eiplotcion, Las trabajos de Tos campos de corel y del vinedo estan muy Atesilmenterepartdos s lo Targa dst Bo, caste, et clones de excase actividad, y otras en ol momento de ls Inbores o de ln recolecion-—en fas que e calendar i pone la presencia en el trabajo de una mano de obra su Perabundante. Habria sido ranoso para cl euler, man fener durante tode el ale al personal necesario en las es taeiones de mayor actividad; no conseruba permanente: ‘mente eds que tm equipo limited, a pesar de que la ne. tesidad de teforznio periédeamente re tos imperana Sue en épocas anteriores Este refer procedia @ veces de los asalariados. Bra facil ‘sn dda teclutar meroenrios entre os masoverus smal provstos de terra, o entre las bandas errantes do dee arraigos siempre presetes en las poovimidadss del to finio. Estos jomnaleros eran alimentades. Recibian tam. bh leans moneda una sua de esenta dros exe estinads, por ejemplo, « ls contratacion temporal de hortelanos auxtlares en el presapuesto anual Ge la abedia de Corbie, Pero estlavos y tomporeros no eran suficlentes, y¥la principal aportacién de mano de obra praceia de fos fansos, due ia suministrban de meliples maneros, Ee Panella os cllivadores de mansos series debian coer lisa parte mayor de su tempo, Si se les concedian menos Uicras era poraic, retenidor durante mis tempo al serv Gio del sor, no podion consagrarse tanto como los ma Soros libres al caltivo de sus propas parcelay. Mas dk. Fectamente obligadas al abajo domestice, Ins nnujetes de la casa debian trabajar en low tlleres de ia sorter o confee cionar en s_domicilio.picras de teldo; en camnto a los hombres, estaban obligados a presentase tres dias bor se mana, al amanecer en el centro sefioral ya ejecta todss las ordenes. Del eardcter do sus obligaconcy se dervabe ue los trabajadores Fucran parialmentealimentados por €'sefor, otra azn para stribuirles un ianso menor. En {odo caso, sus servicios eran, on general, manales, 7 de cardeterindefinide, Mas cxtensos, mejor equiados. de las aa Georges Duby trumentos aratorios y de ganado de tiro, los mansos la hades libres debian, en principio, realizar’trabajos mas es: {rictemente limitados. Se les imponia cercar los campos, fos prados, Ia ecortes seforial en una determinada long tad; cultivar enteramente, en beneficio del sefor, un lote previamente fijado en las tierras de Tabor de la reserva; Tlevar sos yuntas en clertas épocas ¥ durante un, ntimero deteriminado de dias 9 la terra seflorial; realizar el acarreo hasta el lugar sefialado; Hovar mensajes. La puncién sobre Tas fuerzas prodactivas de la casa eran menos pesadas que fen el caso de los mansos servile, pero sin embargo su valor fra mas considerable a los ojos del sefior, puesto que las requisiciones —las ecorveas» en el sentido estricto de la palabra, que significa poticiés— ponian a su disposicion ho solamente los hombres, sino también los animales de tire y los aperos més eficaces. ‘Cuando se suman todos los servicios en trabajo exigidos ‘al confunto de los mansos se obtienen cifras sorprenden- fee. Ast, las ochocientas familias del monasterio de Santa Ghilia de Breseia tenian que prestar su trabajo, a comien- fos del siglo » durante cerea de sesenta mil dias. Todo in- ‘Guce creer que los grandes dominios no utilizaban com- pletamente las fuerzas de que podian disponer; eran una Poserva que se utilizaria a medida de las necesidades, vs ables semtin las estaciones y los afios. No olvidemos, sin ‘Embargo, que la tierra era hostil_y necesitaba una gran fano de obra muchos campos, incluso en Picardia, que tra una de les regiones menos atrasadas, eran labrados con Ganda, El erépimen sefiorials estaba organizado en funcién. Go una agricultura muy extensiva cuya productividad no Sontribufa a mejorar, sina « empeorar el modo de explote- Clon, por les punciones enormes que Hevaba a cabo sobre tin campesinada famélico, desprovisto de lo més elemental J desigualmente repartido sobre el terreno alimenticio. Sut Zapacidad de requisar sin medida una mano de obra gra falta hacia a los grandes propletarios territoriales indife rentes a las mejoras técnicas. Este es, sin duda, el defecto Inds grave del sistema: podemos sospechar que el gran Gominio ha frenado sensiblemente las tendencias al cre- eimiento. aa La etapa carolingia a Inluso en Jos ples sudor entree Loi eR sea de elt de oe ge olin a esien Iisa scliscoro agate names on ager aay plcided que supone 2h breve eaguema, Gus Seabammos de Urry hip, porque tle dea our oe uma ce ovinintor LB dione sucectian cusndoed ses ora un ine fgsdonscloce as congas: cote ee ee lr pes ger mae are om sta 9 eee etc Mlnionlo derejlibrie confntunts ef sie ante Sentscahe fue uate pee cane ‘tro cuando sara dela gra egplotcnalgines a wos) mang de cm gue popocenctan end Ira tual Gomio nites ealeecore eae 1Srsidn nora necntin Los enon etodgeay ana wr tales une peabensrnee hia a unui ue ce te ft seine eae fea abirones ine sets er depos ter del espinular De vl, realizar ios ravases de mano Ee chin y'de tari, semgre ane faces epacc de ie fer abo, En said Sages ae See adc der Too fnvenaros es kde un depres ne geese Est nagnf mone, teva con bastante Catded aso 0 = 1. Las estructuras que hemos deserito paren coath nuat propagindose en el siglo x. Se itroducen, en par Hiclar en fas provinclas menos evolusionadas de Ia Gis tiandad latina, Em esta época be ven nar 9 organiarse poco a poco grandes dominios en los palses Hamencon. Bl Sistema domintal se difunde entonces, por German, pro fresivamente colonizada por la arntocraca fronca por Lorgrandenevalecininton de cstiniomo, Eo igs nna Se forma conjuntostevitaralen organizados de modo seineante desde el siglo vt! en el interior de esa prospen Gad. agrasia que tentaria primero a los vbiogo® ymls tarde Tos normandss. De'esta forma se prolongs ia ev. Heién secular, que, por im lado, molten Inseniblemente, sacias a mulipicacon de asentamlentos de eselavos I papel de Ta ervidumbre en lor mecanismos eeondricos, 42 Georges Duby 41, por ot, no def de reforzar Ig autordad de ta ata 2aflocrscla sobre el campesinado Indspendiente 3 Sin embargo, pare suc el gram Sominio ‘est muy Iejos de eabrir ef conjunto de los campos. de, Gccidente [es tenos pricticamente slo n0e bablan de €. La osc dad’ ex toah si excepsuatnos as grandes fortunes. Solo Eemenciona lo que les pertenee y en ingin momento es pie conecer fn extention de lo que correspond ore, Ro obstate, la exlstencia de patimonios menes extensos © cndente Entre los documentos escrito. concernientes sts Picardia de esta Spocs,y que no se efieren ms que {hs powesiones de ow grandes establecimintosveligiosos, fine. de cada res rei la exstncin de propicdades de Inediana extensgo,To-que baoe pensar que este tipo de Propedades ocupeba ugar prepondeante. Lo smo Rear son las eoplotaionss capesinas sstGnomes. Les ipitulares carongio gue reparen las oblgactones sil fares entre los poseedores de uno, dos o tres mansos su fonen‘Istenee Supersvencia de los pequchos propletaros Fires cay eisenea se advinn iguaimente por ls ior nav de pega cunnia que Tecogen las insitacones elt floss, Incluso Tos poipacos seriben poresiones faa {ES modenas que sesbam de Intepratae em el patrmonio de tna iglesia, pero que poco antes eran independlentes y que snag sncepeon, Finalmente en In prowimided de fos onatterios tue han cnservado mejor mus areives —en Ten'gue se excventan dovumentor concerieney a bsnes Go Sthar importania secientementeincorporades al do ‘Sing, que euutionce contatosconclidos entre alos cou Ereldad’s le sagiisin pr ies monster Ge ScintGall, por ejemplo, enol siglo 1 0 en ls proxime dades de Cluny, ra X, se manifiesta Ia vitalidad de mil ples logon, de bets eatermente soparados de goo bmn seer, cuya extension correspond as nece Sidndesy a las posibllidadss de tebajo de una paela cast Posing fos cules se ve-a veses que han sido letaecate ‘los pot el horse pclene dese propetris. Spot fame, pues el tuntenimieno, en fa sombre, eu ih Soran sccor de a economia rural, mantenido por un PAocracia de tipo medio 0 por el campesinado, ¥ que No La etapa oavolingia 13 entra, o muy ligeramente, en el marca del régimen seforial sclasicon 2. Por lo que se refiere al gran dominio, sus rasgos se deforman en cuanto so abandona Neustria, Austrasia 0 Borgofa. Aparecen profundas disparidades regionales. Asi en las provincias germanicas, la estructura del gran domi. tio parece mucho mds relajads: un pequefio nimero de mansos, poblados casi exclusivamente por exclavos, se fagrupan alrededor de la «cortes; los demas se hallan’ div ppersos, tan lejos a veces que los campesinos que los ocu pan no pueden proporcionar al sefior més que los censos y prdcticamente no cooperan en la explotacién de la. re serva. En Lombardia, numerosos equipos de esclavos do- mésticos se hallan establecidos en el centro del dominio, ayudados por los servicios ilimitados de algunos campe: nos, también de condicién servil, aposentados en los man sos vecinos. Pero la mayor parte de los masoveros son hombres Hbres que poseen, ademés, alodios; algunos de- ben prestaciones personales, pero muy ligeras, y Ia mayor parte son simples medianeros, que entregan al sefior una parte determisada de la cosecha. Semejante diferenclaciéa ‘entre la reserva, cuya explotacion recae cast exclusivamen- te sobre campesinos no libres, y los mantos, que no pro- porcionan sino rentas y, en el mejor de los casos, algunos Servicios ocasionales, se observa igualmente en Flandes, ea la Galia del oeste, ent Ia del centro y em ia del sur. Hasta el punto de que se puede preguntar si el sistema euya imagen fos proporciona el poliptico de Irminén no es de hecho tuna excepein, 4. Este sistema, ya viejo cuando los pesaulsidores vi siteron a comienzos del siglo 1x las posesiones de Saint Germain-desPrés, se ve transformado en el curso del siglo por una evolucién que perturba sensiblemente su funcio- hamiento. A decir verdad, esta evolucién se defa entrever on dificultad. Los polipticos tenfan la finalidad de definir el estado presente de un patrimonio; y su objetivo era es tabilizar las estructuras. La descripcién que dan es, por tanto, estitica, Para enirever las tendencias evolutivas en el seno del organismo seftorial es preciso interpretar las feseasas correcciones que han sido introducidas en el texto us Georges Duby de fos Invenasios en los decenlos posterines a su redas: clon, o confrontar ls pesquisa de diferentes epocas (ain: ue fas concemnen geoeralmente a dominios dltiotay, Jo dle quita mucho olor ala comperecién) Sin embargo, ex Boule entrever algunas tndenclas. La miu clara ex I Pro- resva dewaparicin de las diferenciar ire mantos sem Sil y mansos libres. Los movisentor de In pobaci, Joe matrimonios elats, ln herencas, los trasvates de po ‘esioneshablan roto, 98 ex pocasapieriores, I identidad ste cl estato del campesino y el de su Uetz Hombres libres dean servir como cilavoe porque su mans o era libre, y eran més dicimente explotados gue sus vers, de organ seri, pro en poresion de una tera Ure. La Cestumbre hacia dill admitirextas dacordancss,y poco ® poco fueron impuestas Tat minas cargat a todot lot ines, Este unilormacion ae reli en la linea de una Sgrovecidn general de im obligaciones campesinas, segdn Se observa en particular cm los pases germénlcas:'y #0 fxlica en parte por los progresos de la econo egraria, por una Testa conversién del sistema de produccin hala EPagecultra cerealist, mis elgente,y por una melora del equipamiento campesino, Silos mangos seviles de Ger ‘ania fueron obligados, nel siglo tx, a realizar Presa Clones relacionadas con ln labranea, fue porque lo hoo bres que los tenlan disponian ahora de animales de tro Sin embargo, In agtavacion de Ins condiciones fect sabre todo lou campesinos Mores, y la dilancin entre estos y low eacnvos se sedujo ingentiblemente; ern paso ke {de un evolusisa que condujo poco a poco de ia esclavitud ‘in servidumbre, por la inluslon do Ta poblactn. depen- sien coum mio grupo homen de exo. ‘Stent primera tcndencia ex mts visible et a parte bax bara de Burops, la segunda se ve inde caramente en lat Droviicias mde evohicionadas, en aguellas en lat que sub: ‘en low vesigiow de Rema, en las provincias del sur. Se trata’de ube incisiOn cada ver ms profinda dl numers- fio, cayo uso habia reamado la rextauraion de ae ex fractures estatales, entre las prestaciones debldas por los ‘ansoe Un ejerplor en un dominio borgodén cuyo inven: {atio fue vealiado eo el 937 cada uno de los mansos estaba La etapa caratingia us obligado a entregar cada ato, en varios plazos, sesenta rmonedas de plata; algunos de estos censos en dinero eran cl eguivalente de antiguas entregas de ganado 0 de lets; ‘otros reemplazaban eventualmente una serna: «Realiza dos ‘quincenas de trabajo, o las compra a mediados de marzo or once dineros.» Estas conversiones revelan a su vez la eneralizacién del instrumento monetarlo y su progresiva penetracidn en [a economia campesina. Sefiores y campe- sinos coincidian en utilizar més ampliamente la. moneds. No es extrafio que estas conmutaciones hayan sido. més frecuentes en Italia del norte, cuyos campos fueron pre cozmente animados por la circulacién monetaris. A fines {del siglo x los masoveros del cabildo episcopal de Luca es. taban cast enteramente exentos de prestaciones personales de censos en productos; se liberaban de la mayor parte ‘de sus obligaciones mediante la entrega de monedas de plata. Estas disposiciones tuvieron como consecuencia di ferenciar atin mds la gran explotacién de las pequefias que Ja rodeaban; el masovero pagaba el derecho de disponer Hbremente de sus fuerzas, y especialmente el de aplicarlas f su propia tierra para acrecentar su rendimiento, y 10 pa gaba con lo que abora podia ganar vendiendo su trabajo © los excedenies de su production doméstica; por lo que se refiere al sefior, éte aspiraba, con el dinero que le era entregado, a sustituir a los campesinos de los mansos por asalariades, cuyo trabajo, voluntario y pagado, y ya no forzoso y gratuito, le parecfa también més productive. En defnitiva, la gran innovaci6n que se manifiesta aqul se sitia en el nivel de las actitudes mentales: a medida que Jos hombres se acostumbran a utilizar menos excepcional- mente lz moneda descubren que el trabajo es un valor susceptible de ser medido e intercambiado. Este descubri- miento cambia de manera fundamental las relaciones en- fre el efor y Jos campesinos del dominio, y en adelante tuno otros estarén unidos, al introducirse la moneda en el sistema de explotacién, ‘por lazos econémicas nuevos. Y como todo esto se inscribe en una sensibilidad nueva sobre el valor de todas Jas cosas, Ia libertad que se insinia fen los engranajes de la economia seforial conduce nati Falmente a una elevacién de la productividad. 16 Georges Duby Tan diverso en sus estructuras, tan dictil y de una ex- tension sin duda menor de lo que normalmenie se cree, el gran dominio ocupa el centvo de toda le economia de In época, por la funcién que realiza y por le influencia que ejerve sobre los campos de los alsededores. Su papel com Siste en mantener el nivel de vida de las grandes casas arls- twerdticas. Este drgano de produccién esté al servicio de tuna economia de consumo, La primera preocupacién de Jos. sefores, cuando se interesan en una administraciéa mis rigurosa de su fortuna, es calcular por adelantado, y de Ia forma més exacta posible, las exigencias de su casa Esto es lo que han querido hacer en el siglo 1x algunos ‘grandes administradores de monasteries, y especialmente fl ahad Adalardo de Corbie, quien, en el 822, se dedicd a ‘definir minuciosamente la calidad y Ta eantidad de los pro- ‘ductas exigides por los diferentes servicios de la economia doméstica, Cuando existe una planificacién econémica se sitda siempre al nivel de las necesidades que hay que sae fisfacer. Por consiguiente, lo que se espera de la produc: cién sefiorial es que baste para atender una demanda pre visible, y los sefores estan satisfechos de sus administra. dores si éstos les. procuran, inmediatamente que les sea reclamado, cuanto necesitan ‘en cada momento. La corres pondencia'de Eginardo, amigo de Carlomagno, con los In- fendentes de sus diversos dominios ilustra bien esta ac. titud, No se trata de estimular al maximo la productividad del patrimonio territorial, sino de mantenerlo en un nivel tel gue pueda en cualquier momento satisfacer todas las peticiones. De esta disposicin derivan dos consecuencias. En pr. mer lugar, y dado que a irregularidad del clima hace post Dies enormes diferencias de una a otra cosecha, la produc ion, para ser suficiente, debe situarse a un nivel elevado. Normalmente es sobreabundante, lo que explica, por ejem- plo, que los pesquisidores, inspeccionando los graneros del dominio real de Annappes, hayan encontrado, pese @ los ‘Gafios causados por los animales pardsitos y 2 pesar de hhaberse consurmido una parte para Ia alimentacién del per sonal doméstico, més grano de la cosecha del afio anterior aque de la del afto de la visita, Puesto que el volumen de las Ta etapa carolingia uy ccosechas es extremadamente variable, mientras que las ne cesidades no son eldsticns, Ia economia del gran dominio conduce al despilfarro. Despilfarro de tierra, despilfarro ‘de mano de obra. Tanto como la insuficiencia de las té- nicas, las Irregularidades de la produccién obligan am pliar'desmesuradamente, sobre el espacio agrario y sobre fos campesinos, Ja influencia de la gran explotacién seio- ial, Se ha podido calcular que la subsistencia de uno solo fe os sesenta monjes de la abadia de Saint-Bertin cons mia las prestaclones de una treintena de hogares dependien- ‘tes, Y puesto que el régimen sefiorial es de una producti vided irrisori, las bases del edificio econdmico y social que Sine de soporte a la aristocracia son extraordinariamente amplias, Esto incita a los grandes a defender celosamente sus derechos sobre la tierra, y més a(n sobre los hombres, ¥ 8 esforzarse por ampliarlos si es posible. En segundo lugar, y dado que el consumo orienta en realidad Ia producciéa del dominio, el verdadero motor del ‘crecimiento hay que buscarlo en las necesidades de la alta laistocracia, que tiende irresistiblemente a utilizar su po- der sobre la tierra y sobre los hombres para gastar més, En si, el reforzamiento gradual de una élite social en cier- tas regiones de Ia Europa carolingie aparece como uno de Jos estimulantes mas efieaces del desarrollo. Todos los gran- des desean dar la mayor amplitud posible a su «mesnada», porque su prestigio se mide en funcién del mimero de hom bbres que les rodean; ¥ todos aspiran a tratar a estos co- mensales mejor que los demas, porque su generosidad y el Tujo de su acogida son la ilustraciéa de su poder. Estos de- seos [es incitan a obfener mayores rendimientos de la tierra, no tanto aumentando la productividad de los cam- pos y vifias que poseen como ampliando el nimero de unos Y otras. El deseo de ostentacién desarrolla la rapacidad y fl espiritu de agresién mucho antes de que Hleve a una ‘mejora de los procedimientos de explotacién de la fortuna 31, Los sefiores no piensan en esta forma de aumen- tar sus ingresos més que cuando les faltan las demés ma- rneras de enriguecerse, es decir, cuando disminuyen las posibilidades de apoderarse sin excesivos problemas de los Dienes ajenos, De esta manera, la reconstrucciém del Es- 18 Georges Duby ado y el aflanzamiento de la par publica en ef siglo hhan podido estimular el dessrrollo orientando la avidez de Jos sefiores hacia la busqueda de un acrecentamiento e los beneficios del dominio. De hecho, el organismo sefloris!, por su propio peso, tendia a ampliarse continuamente. No sin razén las actas promulgadas por los soberanos carolingios llaman «pode. foros a los poscedores de los grandes dominios, y se e= fuerzan por sustraer a los *, El edicto de Carlos el Calvo enunciando el fenémeno en el afio 864 intenta tomar me- didas para paliarlo, que sin duda no tuvieron ningin efec to. Dado que carecian de rigor, los limites del gran dominio se borraron, minados por las resistencias, conscientes 0 10, de estos hombres muy «pobrese, muy

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