neurocientífico de la Universidad de Pensilvania. Este profesor
llevó a cabo un interesante estudio con 792 asesinos con trastorno antisocial de la personalidad, descubriendo que su corteza prefrontal cerebral era significativamente de menor tamaño en relación con otro grupo que no tenía trastorno antisocial. Por si este hallazgo fuera poco, se descubrió también que estos individuos tienden a presentar daños en estructuras cerebrales vinculadas con la capacidad de hacer juicios morales. Estas regiones fueron la amígdala y el gyrus angular. A pesar de todo esto no se puede afirmar que un daño neurobiológico es la causa determinante para que una persona cometa un delito, faltarían otros factores como la interacción con el entorno social, trastornos, cultura, educación, entre otros. Neurotransmisores y hormonas son señales que se transfieren entre las neuronas y el sistema nervioso central (SNC). La serotonina es un neurotransmisor común estudiado para su asociación con el comportamiento delictivo. Los estudios han demostrado que los cambios en los niveles de serotonina pueden afectar a las personas Existen varias teorías sobre la naturaleza biológica de la criminalidad donde se incluyen la genética, las anormalidades del cerebro y los desequilibrios neuroquímicos, las evaluaciones neuropsicológicas demuestran que los niños y adolescentes con trastornos de la conducta parecen tener afectado el lóbulo frontal del cerebro, lo cual interfiere con su capacidad para planificar, evitar los riesgos y aprender de sus experiencias negativas, ya que como se sabe una persona no nace siendo delincuente pero existen factores que pueden contribuir a desarrollar un comportamiento delictivo, como se ha estudiado en los temas anteriores uno de ellos es el elemento Genética, que junto con la criminología centran sus estudios en los factores hereditarios que pueda presentar el delincuente, según los estudios diversos para comprobar la existencia de alteraciones cromosómicas en los delincuentes o personas que eran reincidentes. Se llegó a la conclusión de que existían más alteraciones cromosómicas en aquellas personas que estaban recluidas en centros penitenciarios que en la población normal.
2. Factores cognitivos
La cognición implica muchos factores como el pensamiento, el lenguaje, la
percepción, la memoria, el razonamiento, la atención, la resolución de problemas, la toma de decisiones, etc., que forman parte del desarrollo intelectual y de la experiencia. En base a lo anterior existen tres tipos de categorías Existencia de trastornos psicopatológicos: aquí estudiamos a las personas las cuales les es imposible sentir o manifestar empatía hacia los demás, así también las personas con ansiedad o trastornos que se pueden manifestar en trastornos de la conducta y las personas que mezclan la fantasía o el juego con la realidad que se sumergen en un mundo irreal. 3. Factores familiares
es importante tener en cuenta la influencia de la familia en el comportamiento
delictivo o desviado como uno de los primeros factores que puedan explicar determinadas conductas en los individuos. Refiere a la baja calidad de las relaciones entre el hijo/hija con sus padres, o entre la pareja (sean estas relaciones matrimoniales o no) y también contempla la promoción de posturas pro-criminales por parte de la familia o pareja, o la permisividad ante conductas antisociales. 4. Factores socio-educativos
Los objetivos de la educación social son posibilitar la incorporación de los
sujetos a través de la acción educativa a redes cada vez mas amplias de lo social, a partir de la intervención de todos los sujetos en el patrimonio cultural común de la sociedad, la educación exige participar activamente en las propuestas educativas que se proponen por lo que el primer paso es motivar, despertar el interés para que voluntariamente participen, este interés esta estrechamente ligado a que los adolescentes vean un valor social en la propuesta que se realiza, no en un sentido pragmático o utilitario, sino con relación a sus aspiraciones a sus necesidades y proyectos de vida para que no se hallen en el fracaso escolar y en el vandalismo que son entre uno de los factores de riesgo para que un adolescente se convierta en un delincuente.