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Hicsos 2
Hicsos 2
HICSOS
Invasión
Una de las hipótesis actuales, sobre el método que utilizaron los Hicsos para establecerse en
Egipto, sostiene que hubo un primer campamento para más de 40.000 hombres en El Cairo, en
Tell el-Yehudiyé (Leontópolis). El campamento estaba atrincherado y rodeado de una
explanada de arena cubierta de ladrillos y cemento. Una larga rampa de más de 60 metros,
protegida por dos torres, facilitaba el acceso a los carros de combate.
Este era un sistema de fortificaciones típico de Canaán. En ocasiones se añadía unas puertas
fortificadas con dos o tres portones, como las que encontramos en Jasor, Siquén o Betsemés.
Sin duda, la ciudadela más importante de los Hicsos fue Laquis (Tell ed-Duweir).
Si desechamos la invasión a sangre y fuego que relata Manetón, esta hipótesis es infundada y
carece de veracidad histórica.
Situación anterior
Se conoce como Edad Oscura a la situación que se vivía en los territorios sirio-palestinos
anteriores a los gobiernos hicsos (2300-2000 a.e.c.), periodo de colapso de la vida urbana que
1
Los hicsos y su conquista de Egipto; p33
motivó una dispersión de la población a entornos rurales, donde se dedicaban al pastoreo y la
agricultura2.
Una estela de un general llamado Nesumontu en el que se cita un castigo contra los
beduinos.
Una estela funeraria de Mentuhotep que contiene una expresión sobre el terror que
provoca el rey de los beduinos, y una estela en la que indica cómo él había
neutralizado y destruido a los enemigos del norte.
La obra literaria de Sinuhé en territorios asiáticos:
o Beduinos descritos como gente dedicada al pastoreo.
Papiro de Turín3.
En algunos Textos de Execración4 aparecen nombres de enemigos asiáticos.
A finales de la dinastía XII, existía una gran presencia de grupos foráneos procedentes de Asia.
Se ve atestiguado por los hallazgos de numerosa cerámica, y de tumbas con la posición
contraída del cadáver y el sacrificio de asnos, particularidad de estos grupos. También se han
localizado numerosas armas y puñales, así como estructuras de casas de tradición cananeo.
2
Los hicsos y su conquista de Egipto; p25
3
Texto fechado en la época de Ramses II que menciona los nombres de los faraones que reinaron en
Egipto
4
Textos egipcios donde se listaban los enemigos del Faraón con la idea de romperlos en trozos y
enterrarlos. Se trataba de magia negra para neutralizar al enemigo.
Una nueva teoría, habla de una secesión en el sur y la consiguiente conquista del pueblo hicso.
Esta teoría se sostiene sobre el documento conocido como Estela Jurídica de El Cairo, de
donde se extrae que durante la dinastía XIII se habría producido una escisión en el sur de
Egipto, lo que debilitaría aún más las estructuras políticas.
A mediados del S.XVII a.e.c. aparece ya documentada la poderosa monarquía egipcia que en
pocos años pasó a controlas los territorios que habrían pertenecido a los soberanos de la
dinastía XIV. Mediante el vasallaje, aumentaron su influencia hacia el sur, lo que provocó el fin
de la dinastía XIII tras la pérdida de la capitalidad de Ity-tauy5.
Las aportaciones del yacimiento de Tell el-Dab’a7 nos hacen buscar el origen de los hicsos en
comunidades asiáticas asentadas en el delta oriental desde la dinastía XII. En base a los objetos
encontrados, se plantean dos posibles orígenes territoriales:
Levante meridional
o La teoría se sustenta en los materiales hallados, no así en las cerámicas.
Levante septentrional/Siria
o Teoría basada en las estructuras de casa y palacios, similares a los que se
encontraban en el norte de Mesopotamia. También es común el culto al dios
Baal/Zefón/Hadad y el enterramiento de asnos y el de los guerreros con sus
sirvientes, típicos de ámbitos culturales mesopotámicos y sirios.
Parece pues, cada vez más evidente, que los hicsos procedían de Canaán y que tenían raíces
semíticas occidentales, por lo que no serían invasores brutales y sí dirigentes ya asentados en
el delta oriental del Nilo.
5
Capital de Egipto durante el periodo medio.
6
Pueblo que habitó en el norte de Mesopotamia.
7
Posible ubicación de la antigua capital hicsa de Avaris.
Una de las fuentes más fiables proviene de la contundente obra Contra Apión8:
Tutimeos. Durante su reinado, por alguna causa que desconozco, nos golpeó Dios,
y, repentinamente, unos hombres de estirpe desconocida, procedentes de Oriente,
con osadía invadieron nuestro país, al que sometieron por la fuerza, sin dificultad
ni combate. Tras haberse impuesto a los gobernantes de la tierra, destruyeron las
ciudades, saquearon los templos de los dioses y trataron con gran crueldad a los
habitantes del país, matando a unos y esclavizando a los hijos y mujeres de otros.
Por último proclamaron rey a uno de los suyos, cuyo nombre era Salitis. Este se
estableció en Menfis, exigió tributo al Alto y Bajo Egipto y estableció guarniciones
en lugares estratégicos. Se dedicó especialmente a fortificar las regiones
orientales, previniendo así la invasión de su reino por los asirios (sic) que podía
ocurrir si aquellos llegaban a ser fuertes. Habiendo hallado en la provincia saíta
una ciudad estratégicamente situada al este del rio Bubastites que se llamaba,
según una antigua tradición religiosa, Avaris, la reedificó, la reforzó con espesas
murallas y, con el objetivo de proteger la frontera, situó en ella un ejército de
infantería pesada compuesto por 240.000 soldados. Hasta allí iba en verano, tanto
para dar provisiones y salarios a sus huestes como para adiestrarlas con esmero
para provocar el pánico en las tierras extranjera. Después de gobernar diecinueve
años, Salitis murió9
En otro pasaje de la obra, se leen estas palabras sobre el origen de los hicsos:
Dos errores en los textos de Flavio Josefo los encontramos en que la palabra hicsos
probablemente provenía de las antiguas palabras egipcias jekau khasut11 y en la duración del
sometimiento hicso, que no fueron 511 y sí, probablemente, los 108 que se pueden extraer de
la cronología monárquica del Papiro de Turín.
De cualquier manera, la arqueología rechaza lo que indican los textos sobre una invasión
salvaje y confirma los asentamientos de comunidades asiáticas en distintos puntos del delta
oriental.
8
Flavio Josefo, 93 d.e.c.
9
Los hicsos y su conquista de Egipto; p79
10
Los hicsos y su conquista de Egipto; p81
11
Gobernantes extranjeros.
Tampoco la teoría de la conquista de Egipto por parte de los hicsos debido a su superioridad
armamentística se sostiene. El uso de carros tirados por caballos, el arco compuesto12, la
espada curva o la superioridad en la fundición del bronce en la elaboración de armas, no
explicaría una derrota del pueblo egipcio, ya que la arqueología nos ha enseñado que ya
existían guerreros que montaban a caballo en Egipto y que los arcos compuestos, en la primera
fase de la dinastía XVIII, eran escasos debido, seguramente, a su elevado coste.
No fue tanto que los hicsos contaran con grandes ejércitos, sino que supieron aprovechar las
circunstancias favorables para conquistar Egipto.
Reyes hicsos
Mientras que con el maltrecho Papiro de Turín se contabilizan 108 años de periodo hicso en
Egipto, otras fuentes producen un baile de cifras en el recuento de reyes de esta dinastía:
Flavio Josefo
o Salitis – 19 años de gobierno
o Bnón – 44 años de gobierno
o Apacnán – 36 años y 7 meses de gobierno
o Apofis – 61 años de gobierno
o Iannás – 50 años y 1 mes de gobierno
o Assis – 49 años y 2 meses de gobierno
Africano
o Salitis – 19 años de gobierno
o Bnón – 44 años de gobierno
o Pacnán – 61 años de gobierno
o Staán – 50 años de gobierno
o Arcles – 49 años de gobierno
o Apofis – 61 años de gobierno
Eusebio
o Salitis – 19 años de gobierno
o Bnón – 40 años de gobierno
o Arcles – 30 años de gobierno
o Apofis – 19 años de gobierno
Actualmente existen tres teorías representativas sobre los posibles nombres originales de los
reyes hicsos y el orden en que gobernaron:
J. von Beckerath13
o Sejienra
o Sheshi
o Jaqob-her
12
Formado por maderas de distintos arboles, tiras de astas y tendones de distintos animales.
13
Egiptólogo germano
o Jyan
o Ipepi
o Jamudi
W. A. Ward14
o Jyan
o Jaqob-her
o Sheshi
o Amu
o Yquebmu
o Yamu
o Ipepi
o Jamudi
K. Ryholt15
o Samuquenu
o Aper-anati
o Saquir-har
o Jyan
o Ipepi
o Jamudi
Lo cierto es que la primera etapa de gobierno hicso queda sumida en un manto de oscuridad
informativa.
Avaris
Las excavaciones llevadas a cabo, permiten distinguir cuatro grandes fases delimitadas en
tiempo, a través de los extractos encontrados en recintos sagrados, templos, casas y tumbas:
14
Egiptólogo
15
Profesor de egiptología en la Universidad de Copenhague
16
Los hicsos y su conquista de Egipto; p97
enterramientos en cámaras abiertas, seguramente para facilitar la ofrenda de comida y el
contacto espiritual.
La cerámica de origen hicso nos relata que, si bien no tenían extensos reinos, sí que gozaban
de relaciones con otros monarcas. Como dato, cabe destacar las excelentes relaciones que
tenían con la ciudad de Sharuhen17, en la zona meridional de Palestina, con la que se apoyaban
ante hipotéticos ataques provenientes del sur. También, debido a su magnífico puerto, existían
buenas relaciones con Chipre y Creta.
Ipepi es conocido como el gran enemigo de los tebanos. Su nombre de Horus es El que
satisface las dos tierras y sufre variaciones en los nombres de entronización: Grande es el
dominio de Ra, Grande es el valor de Ra y Grande es la fuerza de Ra. Existe una obra literaria
incompleta conocida como La Querella entre Ipepi y Sequenenra, en el que se le representa
como un rey despótico y caprichoso que provoca al tebano Sequenenra con diferentes
pretetos. Es un tópico literario del bueno y el malo.
Jamudi es el último y gran desconocido monarca de la dinastía XV, pese a ser el único que
figura en el Papiro de Turín. Se desconoce cómo se produjo su desaparición, que llevo a la
desaparición de la presencia hicsa en Egipto.
17
Antigua ciudad estado en el desierto del Néguev.
18
Jefe de los territorios extranjeros.
19
Ca. 1158-1554 a.e.c.
Sequenenra amplió sus dominios desde Abydos hasta las inmediaciones de Hermópolis, pero
cayó en combate, por lo que no pudo disfrutar de la gloria de la victoria. De las cinco heridas
mortales que presenta el cráneo, cuatro pertenecen a armas de origen asiático y una a arma
de procedencia egipcia, lo que demostraría que ciertas familias nobiliarias egipcias rendían
pleitesía a los reyes hicsos.
Kamose20, hermano de Sequenenra fue quien ocupó el trono, ya que el hijo de este, Ahmose,
era muy joven. Desde el punto de vista histórico-militar, Ahmose hijo una campaña muy fuerte
en la que desprestigió el trabajo de Sequenenra, suprimiendo en las crónicas sus logros. En los
textos, con fuerte carácter de auto exaltación, Ahmose relata cómo consiguió vencer a Teti,
hijo de Ipepi, gracias a los rápidos ataques que llevaron a cabo la flota fluvial tebana hacia el
norte. El uso de tamborileros denota que existía una organización y movilización de tropas pos
parte de los tebanos. Algo que no queda muy esclarecido en el texto, es la escasa resistencia
que ofrecieron los enemigos de Kamose, aunque seguramente se trate más de propaganda
creada ad hoc para enaltecer sus logros. Ipepi buscó ayuda entre sus aliados kasitas, pero el
mensajero también es apresado por Kamose.
En el conocido como texto de la Segunda Estelada, se emplean unas duras palabras contra
Ipepi
Una miserable noticia está dentro de tu ciudad. Has sido rechazado junto con tu
ejército. Y tu autoridad, considerándome (únicamente) como un jefe (mientras) tú
eres el rey, es tan miserable como para reclamar para ti el tajo en el que has de
caer. Se ve tu vil espada mientras mi ejército está detrás de ti. Las mujeres de
Avaris no parirán; sus corazones no se abrirán dentro de sus cuerpos cuando se
escuche el grito de guerra de mi ejército21.
-¡Miradme, he venido! ¡Soy el agraciado! ¡Lo que queda está en mi poder! ¡Así
como permanece el poderoso Amón, que yo no seré misericordioso contigo ni
permitiré que recorras los campos sin que yo esté sobre ti! ¡Sufrirá tu corazón,
miserable asiático! Mira, beberé el vino de tus viñedos cuando (lo) elaboran para
mí los asiáticos que capturo…22
La muerte de Kamose se produjo tras 3 años de gobierno y tras completar una expansión
territorial exitosa por el norte y por el sur. El nuevo faraón de Egipto fue Ahmose, un crío que
tuvo que gobernar en un clima complicado. La regencia recayó en la reina madre, Ahhotep, y
no se tiene constancia de si Ahmose era hijo o sobrino de Kamose. Aunque carezcamos de
fuentes hicsas sobre este periodo, y las tebanas son escasas, la arqueología nos demuestra que
el avance tebano prosiguió lentamente con la idea de sitiar y conquistar Avaris. Se desconoce
en qué año Ahmose y sus hombres conquistaron finalmente Avaris y expulsaron a los hicsos,
20
Ca. 1554-1551 a.e.c.
21
Los hicsos y su conquista de Egipto; p156
22
Los hicsos y su conquista de Egipto; p157
pero en base a los datos que nos aportan las fuentes de Kamose y el papiro Rhind, podemos
estipular que el sitio y lucha duró unos 11 años.
Con la caída de Avaris, se consiguió la reunificación de Egipto tras casi 2 siglos de fracturas
territoriales. La ciudad fue saqueada y transformada en guarnición de soldados al servicio de
Tebas
Conclusiones
El periodo hicso es uno de los menos conocidos dentro de la historiografía egipcia. Ha quedado
demostrado que no fueron unos invasores salvajes que entraron en Egipto a fuego y sangre.
Existen vestigios arqueológicos que demuestran que los asiáticos ya estaban establecidos en
pequeñas comunidades durante la dinastía XII, y que durante la dinastía XIII existía en algunas
zonas un equilibrio entre los aspectos culturales y religiosos egipcios y asiáticos. Fue durante la
dinastía XIV cuando se formo el verdadero germen de la dinastía XV, conocida como la saga de
los grandes reyes hicsos.
Durante la segunda fase del periodo intermedio, los hicsos pasaron a controlar el delta oriental
y a estipular relaciones de vasallaje con familias nobiliarias del delta y del Egipto central.
Mantuvieron fuertes relaciones exteriores con Sharuhen, en el sur de Palestina, y numerosos
lazos económicos comerciales con Chipre.
Con la dificultad histórica de conocer el reino tebano del sur, se mantienen dos posibles teorías
sobre la victoria hicsa sobre los tebanos. La primera hablaría del final de la dinastía egipcia por
la conquista hicsa, con una posible destrucción de la necrópolis enemiga. La segunda teoría se
decanta por creer que existió un pacto entre hicsos y tebanos, en el que estos últimos rendían
pleitesía a los primeros.