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Tipos de enrutamiento dinámico

Cuando hablamos de compartir información y de realizar la comunicación entre distintos sistemas


tecnológicos, el enrutamiento dinámico es uno de los primeros conceptos que nos vienen a la
cabeza. Bajo este proceso una serie de máquinas que se encuentren dentro de una misma red
tendrán capacidad para llevar a cabo una comunicación entre ellas de forma permanente. Su
comunicación se ocupará de que las tablas de enrutamiento estén siempre en una actualización
adecuada, se controlará el estado vinculado a los enlaces y además se podrán comprobar cuáles
son las rutas más convenientes en base al estado del análisis de la red.

Otros de los objetivos de este tipo de enrutamiento incluyen que los routers puedan llevar a cabo
procesos para compartir información dinámicamente, realizar el descubrimiento de redes remotas
y optimizar el rendimiento para utilizar siempre la mejor ruta. Para profundizar en la aplicación del
enrutamiento dinámico es conveniente conocer los tres tipos que existen: vector de distancia,
estado de enlace y sistema híbrido.

Vector de distancia
Este protocolo se beneficia del uso de vectores para poder saber cuál es la distancia que hay en
una ruta. Implica un proceso pausado que dependerá del tamaño de la red y del sistema. No
requiere grandes conocimientos para realizar su configuración, siendo uno de los protocolos más
utilizados debido a la sencillez que implica su optimización. Cuando ya está funcionando el
protocolo se dedica al envío de la tabla del enrutamiento, ocupándose de ello a través de sistemas
multicast o broadcast dependiendo del caso.

Uno de los problemas que hay que saber resolver es el posible bucle que se creará en momentos
en los que las tablas sean demasiado grandes. En este sentido hay que decir que la actualización se
realiza cada medio minuto y lo hace partiendo de la información al completo, por lo que hay
ocasiones en las que los bucles son inevitables.

Sus aspectos negativos se convierten, visto de otra forma, en ventajas. Por ejemplo, como es un
protocolo poco exigente, no se carga demasiado el procesador de los routers y no existe el riesgo
de bloquear el sistema. La facilidad de la configuración es otro de sus aspectos positivos, pero al
mismo tiempo hay que añadir que se trata de un tipo de protocolo que no es escalable. Dentro de
esta categoría se incluyen tanto RIP como IGRP.

Estado de enlace
Este es otro de los protocolos principales de los que tenemos que hablar y saber cuando nos
referimos al enrutamiento dinámico. Incluye los correspondientes a OSPF e IS-IS, destacando por
ser más rápidos y por mantenerse actualizados de una manera distinta, mucho más dinámica y
funcional. Son protocolos más eficientes y aprovechan la red con una mayor capacidad, pero esto
también significa que es más complicado trabajar con ellos. Debemos tener una formación
adecuada a la hora de conseguir configurarlos y exprimir sus posibilidades.
Entre sus rasgos más destacados hay que mencionar que utilizan el protocolo hello, con el cual
tienen capacidad para saber si los routers cercanos se encuentran activos. Esto se consigue gracias
a que todos los routers que disponen de este mismo protocolo están conectados en una simbiosis
por la cual funcionan de forma más conveniente.

Por otro lado, las actualizaciones no se mandan cada 30 segundos como ocurre con el protocolo
de vector a distancia, sino que solo se realizan en aquellos momentos en los que son requeridas.

Como aspectos positivos añadidos destaca la ausencia de bucles como los que hemos detallado en
el punto anterior, una mayor velocidad en la convergencia, el uso único de multicast y la
posibilidad de que puedan ser utilizados en redes más grandes.

Sistema híbrido
El último caso es el protocolo híbrido, que mezcla los aspectos más positivos del protocolo de
vector de distancia y del estado de enlace. Mantiene una gran parte de las ventajas del segundo
protocolo que hemos mencionado, pero lo hace con un sistema más fácil de configurar, adaptado
del protocolo más básico.

Se trata de una buena opción para aquellos profesionales y empresas que quieren utilizar lo mejor
de ambos tipos de protocolo a través de la utilización de entornos EIGRP. Cada vez hay más
empresas que para solventar distintos obstáculos con los que se encuentran en el enrutamiento
dinámico optan por el uso de este modelo híbrido.

El OSPF es un protocolo de enrutamiento de estado de enlace que se adopta masivamente en las


grandes redes empresariales. Este protocolo recoge la información del estado de los enlaces de los
routers de la red y determina la información de la tabla de enrutamiento para reenviar los
paquetes.

EIGRP es un protocolo de routing vector distancia avanzado que incluye características que no se
encuentran en otros protocolos de routing vector distancia, como RIP e IGRP. El algoritmo de
actualización por difusión (DUAL), que es el motor de cómputo detrás del EIGRP, constituye el
centro del protocolo de routing.

IGRP es un protocolo de enrutamiento basado en la tecnología vector-distancia, aunque también


tiene en cuenta el estado del enlace. Utiliza una métrica compuesta para determinar la mejor ruta
basándose en el ancho de banda, el retardo, la confiabilidad y la carga del enlace.

Entendemos por BGP (Border Gateway Protocol) como un protocolo de enrutamiento dinámico
usado mayormente entre operadoras pero que, poco a poco ha ido ganando terreno incluso para
ser usado entre operadora y cliente en un entorno controlado. No obstante, se considera que en
su mayor medida se usa en los enlaces WAN.

IS-IS es un protocolo de enrutamiento interior desarrollado en los años 80 por Digital Equipment
Corporation (DEC) y llamado originalmente DECnet Phase V.
RIP (Routing Information Protocol) es un protocolo de enrutamiento de puerta de enlace interna.

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