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LO SAGRADO Y LO

PROFANO
Mircea Eliade

18 DE MAYO DE 2023
PLAN 2023
Epistemología de la Historia y su Enseñanza
Prof. Rodrigo Zegarra
Franco Díaz
Tabla de contenido
EL ESPACIO SAGRADO Y LA SACRALIZACION DEL MUNDO...........................................................2
Homogeneidad espacial e hierofanía.......................................................................................2
Teofanía y Signos......................................................................................................................3
Caos y Cosmos..........................................................................................................................4
Consagración de un lugar: repetición de la cosmogonía..........................................................4
El “centro del mundo”..............................................................................................................5
Nuestro mundo se sitúa siempre en el centro.........................................................................5
Ciudad-Cosmos.........................................................................................................................6
Asumir la creación del mundo..................................................................................................6
Cosmogonía y sacrificio de construcción..................................................................................6
Templo, basílica, catedral.........................................................................................................7
Conclusiones............................................................................................................................7

1
EL ESPACIO SAGRADO Y LA SACRALIZACION DEL
MUNDO
Homogeneidad espacial e hierofanía
En este primer subtitulo nos encontramos con dos temas, el primero es
sobre el espacio, el cual para el individuo religioso no es un espacio
uniforme, sino que, en él se encuentran ciertas fracturas o divisiones. Es
decir, ciertos espacios que se diferencian con otros sobre todo en
importancia, Mircea da el ejemplo de una conversación entre Dios y
Moisés, “No te acerques aquí —dice el Señor a Moisés—, quítate el
calzado de tus pies; pues el lugar donde te encuentras es una tierra
santa”1; entonces aquí se puede ver un espacio divino e importante, de
relevancia; pero hay otros espacios no sacralizados que pasan a ser
espacios imperfectos. Este espacio para el individuo religioso es como si
no existiera, y le da la importancia de que es lo único que realmente
existe al espacio sagrado.

Cuando lo divino se presenta en una hierofanía se dan dos


acontecimientos, primero se produce una separación de la uniformidad
del espacio; y también se produce una manifestación de una realidad
única, realidad que va a contraponerse a la no-realidad; por lo tanto, se
puede decir que la exteriorización de lo divino establece la naturaleza del
individuo en el mundo.

Se deja ver entonces que la manifestación del espacio sagrado conlleva


una gran importancia para el individuo religioso, en el sentido en que
todo debe tener una guía anticipada, y la obtención de un punto fijo
(espacio sagrado). Es por esto por lo que el individuo religioso se
interesa en instaurarse en el “Centro del Mundo”, para residir en el
Mundo, este debe de ser creado ya que ninguno puede surgir dentro del
“caos” de lo uniforme y la limitación del espacio profano. Por su parte,
para la costumbre profana, este espacio pasa a ser uniforme y neutro.

1
Éxodo, III, 5

2
La experiencia del espacio en el que vive el hombre no-religioso, ese
individuo que rechaza la sacralidad del Mundo, tomando una existencia
“profana”, alejada de todo presupuesto religioso. Esta existencia es
imposible de darse por completo; cualquier individuo que transite la
senda de lo profano no podrá eliminar del todo el comportamiento
religioso.

Teofanía y Signos
Se percibe a la Teofanía como la aparición o manifestación de algo
religioso como un Dios en la vida humana. En el interior de los recintos
religiosos se posibilita la comunicación con los dioses, por medio de una
“puerta” por la cual los dioses descienden a la Tierra y los individuos
subir de forma simbólica al Cielo. Es así como, el Templo pasa a ser una
“puerta” al Cielo y por este medio se consolida la comunicación con este.
La puerta pasa a ser un símbolo importante ya que, divide lo sagrado de
lo profano y a la misma vez, da lugar a un vínculo de conexión entre la
tierra y el cielo.

Es así como todo aquel espacio supone una hierofanía; que es una
incursión de algo sagrado que conlleva como fruto acentuar un territorio
del entorno cósmico próximo y a su vez realizarlo adjetivamente
discordante. Mientras la teofanía diviniza un sitio con el objetivo de que
este quede “abierto” a lo alto, una conexión comunicativa con el Cielo,
siendo un sitio paradójico de un viaje para pasar de una forma de ser a
otra. Aunque en ciertas ocasiones no es necesario que se de una
teofanía o una hierofanía, ya que cualquier signo alcanza para
exteriorizar lo divino del sitio.

En estos casos, todas las hierofanías inhabilitan la uniformidad del


espacio y descubren un “punto fijo”. Pero al hecho de que el individuo
religioso no logra vivir si no es en un ambiente regado de lo divino,
entonces se crean numerosas técnicas santificar el espacio.

3
Caos y Cosmos
Las sociedades tradicionales se diferencian por la obstrucción que
instauran entre su zona ocupada y el área desconocida e indefinido que
los envuelve, en primer lugar, es el “Mundo”, el Cosmos; pero el
excedente no es un Cosmos, sino que, una variedad de “otro mundo”, un
área singular, confusa, etc.

Esta discordia en este espacio se puede percibir como correspondiente


a un antagonismo entre un suelo poblado y estructurado, es decir,
cosmizado; y un espacio extraño que se esparce del lado de sus
confines, por un lado, existe un Cosmos y del otro un Caos.

Entonces si todo espacio poblado es un cosmos, será por haber sido


consagrado anteriormente, también por ser producto de los dioses, o por
transmitir una comunicación con el espacio de estos dioses.

Para que la comunicación con los dioses se consolide o asegure, se


establece la edificación del altar de fuego, entonces se transforma en un
espacio sagrado. Este altar da autenticidad a la ocupación de un
territorio=cosmogonía. Al habitarlo el individuo lo altera simbólicamente
en un cosmos.

Consagración de un lugar: repetición de la cosmogonía


La cosmizacion de territorios inexplorados es invariablemente una
consagración. Cuando se constituye un espacio, se reproduce la obra de
los dioses. Existe una relación intrínseca entre cosmizacion y
consagración, la cual se encuentra legitimada dentro de los niveles
elementales de cultura. La existencia se conserva gracias a la constante
comunicación con el cielo.

Establecerse en un territorio es consagrarlo, un ejemplo es la diferencia


entre los nómadas y los sedentarios, los últimos se que se establecieron
permanentemente, lo que conlleva una determinación vital que involucra
la completa existencia de la comunidad. Asentarse en un espacio o

4
universo es asumir una disposición a “crearlo”; esta creación se asemeja
a la santidad de la obra de los dioses.

El “centro del mundo”


En donde se da una ruptura de niveles por una hierofanía, se da al
mismo tiempo una “abertura”, ya sea del mundo divino o las regiones
infernales. Aquí los tres niveles cósmicos (Tierra, Cielo, Regiones
Infernales) entran en contacto.

Se da una comunicación expresada muchas veces con la figuración de


una columna universal (Axis Mundi), que a la misma vez sostiene y
fusiona al Cielo con la Tierra, y la base se encuentra sumergido en el
mundo de abajo, denominado Infierno. Esta columna cósmica solo
puede estar situada en el centro del universo, por el hecho que la
totalidad del mundo habitable se dispersa alrededor suyo.

Se encuentra entonces un encadenamiento de creencias religiosas y de


imágenes cosmológicas que se estructuran en un “sistema”, el cual se
puede denominar como “sistema del mundo” de las sociedades
tradicionales. De este “sistema del Mundo” derivan muchas creencias,
mitos y ritos.

Este simbolismo del Centro da explicación a imágenes cosmológicas y


creencias religiosas, por ejemplo, las ciudades santas y santuarios se
localizan en el Centro del Mundo, los templos son una manifestación de
la Montaña Cósmica y componen, por lo tanto, un “vinculo” entre la
Tierra y el Cielo, o los cimentos de los templos se entierran
profundamente en las regiones inferiores.

Nuestro mundo se sitúa siempre en el centro


Para Eliade el “verdadero mundo” se sitúa siempre en el “medio”, en el
“centro”; ya que es donde se da la ruptura de nivel, un espacio de
comunicación entre ambas zonas cósmicas.

5
El universo forja su origen de su centro, y se dispersa desde un punto
central que se ejemplifica como el “ombligo”. Este universo se despliega
hacia los 4 puntos cardinales. El hombre de las sociedades premodernas
desea vivir lo más próximo al Centro del Mundo.

Ciudad-Cosmos
Al ser nuestro mundo un Cosmos, cualquier ataque exterior sería una
clara amenaza para alterarlo en Caos. Cuando se dice que existe una
nueva amenaza que pone en peligro a la civilización se hace referencia
al caos, al desorden, en las cuales puede caer nuestro mundo. Todo
esto hace referencia a la desintegración de un orden, o del mismo
cosmos, y la entrada a algo caótico.

Asumir la creación del mundo


Establecerse en un territorio y asentarse en una casa es una decisión
vital para la comunidad y para el individuo. Ya que también es el hecho
de asumir la creación del mundo que se eligió para habitar. La casa se
consagra por la razón de realizar la construcción de una “imago mundo”
y por el hecho de ser el mismo mundo una creación divina. Lo
interesante es que existen distintas formas de igualar la morada del
cosmos, por la razón de que existen distintos tipos de cosmogonías.

Cosmogonía y sacrificio de construcción


En cuanto a la edificación, es el astrologo quien señala el punto elegido,
tallando una estaca y clavándola en el suelo en este punto. Entonces la
piedra se va a encontrar precisamente en el centro del mundo. La casa
en donde reside el individuo no se cambia, así como así, se le hace
dificultoso abandonar este mundo, este universo que el hombre
construye emulando la creación de dios.

6
Templo, basílica, catedral
El Templo ha recibido distintas valoraciones, es una imago mundo, pero
a la misma vez es la reproducción terrestre de un ejemplar importante.
Gracias a éste, el mundo se santifica totalmente, sin importar el nivel de
impureza que contenga, el mundo se encuentra en un estado constante
de purificación por la santidad de los santuarios. La santidad del templo
se encuentra al refugio de toda la corrupción terrenal, por la simple razón
de que su estructura arquitectónica es la misma obra de los dioses, por
lo tanto, se ubica cerca de los dioses (el Cielo).

Conclusiones
Se puede decir que el hábito del espacio sagrado da lugar a la
“fundación del mundo”, donde lo sagrado se presenta en el espacio, todo
lo real se desvela y el mundo pasa a la existencia. Lo sagrado manifiesta
un punto fijo dentro del espacio profano, un centro en el caos, pero
también se da una ruptura de nivel, mantiene una abertura de
comunicación entre los niveles cósmicos (Tierra y Cielo), y hace posible
pasar de un modo de ser a otro. La expresión de lo sagrado en el
espacio presenta un valor cosmológico, por el hecho de que toda
hierofanía espacial o consagración de un espacio es igual a una
cosmogonía. El individuo religioso solo puede vivir en un mundo
sagrado, por el hecho de que solo ese mundo participa en si de ser.

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