Está en la página 1de 12

DIÁLOGO DE SABERES Nº 3 septiembre-diciembre / 2009 Caracas/pp.

118-129

PERSPECTIVAS

LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS Y LAS


CORRIENTES INNOVADORAS DEL PENSAMIENTO
LATINOAMERICANO–UNA APROXIMACIÓN
HISTÓRICA

OSCAR JARA HOLLIDAY*

¿POR QUÉ HABLAMOS son vividas por personas concretas.


DE SISTEMATIZAR No son simplemente hechos o acon-
“EXPERIENCIAS”? tecimientos puntuales, ni meramente
datos. Las experiencias, son esencial-
La palabra sistematización en deter- mente procesos vitales que están en
minadas disciplinas se refiere, prin- permanente movimiento y combinan
cipalmente, a clasificar, catalogar, un conjunto de dimensiones objetivas
ordenar datos e informaciones, a “po- y subjetivas de la realidad histórico-
nerlos en sistema”. Ese es el sentido social. Por ejemplo:
más común, más utilizado y totalmen-
te válido de la noción o del concepto a) condiciones del contexto: toda ex-
“sistematización”: sistematizar datos o periencia se hace siempre en deter-
informaciones. minadas condiciones de un contexto
económico, social y político a nivel lo-
Nosotros, desde la Educación Popu- cal, regional, nacional o mundial. El
lar y los proyectos sociales, utilizamos momento histórico es la condición de
el mismo término, pero lo aplicamos posibilidad de cada experiencia, fue-
no sólo a datos e informaciones, sino ra del cual no es factible entenderla,
a experiencias; por eso no hablamos pues es parte integrante de su reali-
sólo de “sistematización”, a secas, sino zación. En este sentido, el “contexto”
de “sistematización de experiencias”. no es algo totalmente exterior a la ex-
periencia, sino una dimensión de la
Pero, ¿qué queremos decir por “expe- misma, ya que ella no sería, no esta-
riencias”?. Las experiencias son proce- ría siendo o no habría sido, si no es en
sos socio-históricos dinámicos y com- ese contexto y por ese contexto.
plejos, individuales y colectivos que

118
OSCAR JARA HOLLIDAY

b) situaciones particulares: ninguna tivos que constituye lo que llamamos


experiencia se puede llevar a cabo “experiencia”, no hay simplemente he-
fuera de una determinada conjunción chos y cosas que suceden; hay perso-
de situaciones específicas, que pue- nas que pensamos, que sentimos, que
den ser institucionales, organizacio- vivimos; personas que hacemos que
nales, grupales o personales; es decir, esos hechos acontezcan en contextos
unas circunstancias, un espacio y un y situaciones determinadas y que al
lugar, en los cuales se vive una ex- hacerlo construyen nuevos contextos,
periencia y que le dan características situaciones y relaciones.
propias e irrepetibles.
Una experiencia está marcada funda-
c) Por otro lado, una experiencia siempre mentalmente por las características,
está constituida por acciones; es decir, sensibilidades, pensamientos y emo-
por cosas que hacemos (o dejamos de ciones de los sujetos, los hombres
hacer) las personas. De forma intencio- y las mujeres que las viven. Así, las
nada o no intencionada; planificada o personas vivimos las experiencias con
imprevista; dándonos cuenta de su rea- expectativas, sueños, temores, espe-
lización o sin reconocerla mientras las ranzas, ilusiones, ideas e intuiciones.
realizamos. Las personas somos las que hacemos
que ocurran esos procesos complejos
d) Pero también en toda experiencia se y dinámicos; esos procesos, a su vez,
manifiestan las percepciones, sensa- nos marcan, nos impactan, nos con-
ciones, emociones e interpretaciones de dicionan, nos exigen, nos hacen ser.
cada una de las personas que viven esas Las experiencias, son individuales y
experiencias, es decir de los hombres y colectivas a la vez; las vivimos y nos
mujeres protagonistas de las mismas. hacen vivir; en definitiva, somos seres
e) Además, las experiencias incluyen, al humanos en cuanto vivimos cotidiana
realizarse, determinados resultados o y socialmente experiencias.
efectos que modifican en todo o en parte
los elementos o factores existentes ante- Por todo ello, cuando hablamos de la
riormente. sistematización de experiencias, esta-
mos hablando de procesos históricos
f) La interrelación de todos estos fac- en los que se van concatenando todos
tores generan reacciones en las per- esos diferentes elementos, en un mo-
sonas que intervienen, las cuales vimiento e interrelación permanentes,
construyen relaciones entre ellas. produciendo continuamente cambios
Estas relaciones personales y socia- y transformaciones en la medida que
les –por una parte-han sido mediadas cada aspecto se constituye respecto al
por todos los elementos anteriores y todo y el todo se redefine en su vin-
–por otra-son factores desencadena- culación con cada aspecto. Por eso,
dos por lo que aconteció durante la como recalca Paulo Freire:
experiencia.
El mundo no es. El mundo está
Entonces, en este entramado vivo, siendo. Como subjetividad curiosa,
complejo, multidimensional y pluridi- inteligente, interviniente en la objeti-
reccional de factores objetivos y subje- vidad con la que dialécticamente me

119
LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS Y LAS CORRIENTES INNOVADORAS DEL PENSAMIENTO
LATINOAMERICANO–UNA APROXIMACIÓN HISTÓRICA

relaciono, mi papel en el mundo no va histórica, pero ahora queremos re-


es sólo de quien constata lo que ocu- sumirla en un marco de análisis más
rre, sino también de quien interviene general, con la intención de resaltar
como sujeto de lo que va a ocurrir. el carácter profundamente vinculado
No soy un mero objeto de la historia a la práctica que tiene esta temática.
sino, igualmente, su sujeto.1
Tomemos como punto de referencia el
La historia, pues, no está predetermina- hecho de que en 1959, la Revolución
da; la historia está siendo y nosotros es- Cubana abre un nuevo período histó-
tamos siendo en la medida que hacemos rico en nuestra América, demostrando
la historia; pero en la medida que nos que era posible romper el esquema de
asumimos, hombres y mujeres, como dominación colonial que caracterizó
sujetos creadores y transformadores de a nuestros países desde la conquista
la historia y no como objetos pasivos y española y, además, que era posible
resignados ante ella, que nos dejamos pensar -desde la realidad específica
arrastrar por los acontecimientos. de América Latina y el Caribe- un pro-
yecto distinto de sociedad basado en
En síntesis, las experiencias son siem- la búsqueda de la justicia social.
pre experiencias vitales, cargadas de
una enorme riqueza por explorar; cada Este acontecimiento cuestionó radi-
experiencia constituye un proceso inédi- calmente los esquemas populistas y
to e irrepetible y por eso en cada una paternalistas con que los gobiernos
de ellas tenemos una fuente de aprendi- habían intentando paliar durante los
zajes que debemos aprovechar precisa- años 40 y 50 las crecientes contradic-
mente por su originalidad; por eso nece- ciones sociales creadas por el modelo
sitamos comprender esas experiencias; dominante. Así, los programas de “de-
por eso es fundamental extraer sus en- sarrollo de la comunidad” recibieron
señanzas y, por eso, también es impor- un gran empuje con el apoyo finan-
tante comunicarlas, compartirlas. Siste- ciero del gobierno estadounidense a
matizar experiencias es, esencialmente, través de la llamada “Alianza para el
un instrumento privilegiado para que Progreso” creada para evitar que se
podamos realizar todo eso. repitiera en otros países el ejemplo
de Cuba. Por ello, temas como el del
SISTEMATIZACIÓN DE “desarrollo” y de la “modernización”
EXPERIENCIAS: UN se pusieron de moda. Ellos venían
CONCEPTO ENRAIZADO acompañados de modelos de inter-
EN LA REALIDAD vención social y comunitaria dirigidos
LATINOAMERICANA a incorporar a la población en estos
proyectos pensados y dirigidos desde
El sentido con que nosotros asumi- afuera.
mos el concepto de sistematización
de experiencias, ha sido creado histó- Dichos modelos de intervención pron-
ricamente en América Latina. Varios to pasaron a ser cuestionados y con-
trabajos han abordado esta perspecti- frontados desde una perspectiva de
transformación social, generándose a
1 Freire, Paulo (1999). Pedagogía da autonomia.
Saberes necesarios a prática educativa. Sao Paulo: Paz
partir de allí una serie de procesos de
e Terra. crítica, replanteamiento y redefinición
120
OSCAR JARA HOLLIDAY

tanto de los paradigmas de interpre- dad latinoamericana y en confronta-


tación como de los métodos de acción ción con el antedicho metodologicis-
social. El nuevo contexto histórico- mo aséptico. De esta manera, según
social de nuestra América promueve, las autoras mencionadas “se atribuye
entonces, el surgimiento de un nuevo a la sistematización la misión de re-
“contexto teórico” en el que el trabajo cuperar y reflexionar sobre las expe-
social, el trabajo educativo y el traba- riencias como fuente de conocimiento
jo investigativo son atravesados por de lo social para la transformación
una intensa confrontación. de la realidad, objetivo inherente a la
naturaleza del trabajo social tal como
En este marco y vinculadas a estas di- era definido en ese período”.3
námicas de cuestionamiento y propo-
sición alternativa, surgen las prime- En esta segunda corriente podríamos
ras referencias a la “sistematización”. ubicar los importantes aportes de
Veamos brevemente cómo se da esto Diego Palma, los cuales ya aparecen
en los distintos campos menciona- con claridad en 1971 en su trabajo:
dos: La praxis científica en el Trabajo So-
cial.4 Siguiendo nuevamente a Ayllón
Leticia Cáceres y Maria Rosario Ay- (2002), este nuevo abordaje de la sis-
llón2 ubican los antecedentes de la tematización:
sistematización en el campo del Tra-
bajo Social entre los años 50 y 60, re- se vincula a la preocupación por
lacionados con la profesionalización una intervención más rigurosa,
del Servicio Social bajo influencia es decir, sustentada, controlada,
norteamericana, la cual pregonaba verificable y sobre todo, también
el “metodologicismo aséptico”. Así, el a la posibilidad de extraer cono-
sentido inicial con el que se usaba el cimiento de las experiencias. En
término sistematización, se centraría este momento, la sistematización
en: “recuperar, ordenar, precisar y cla- intenta demostrar que los proble-
sificar el saber del Servicio Social para mas y las necesidades de este
darle un carácter científico-técnico a la lado del mundo tienen caracte-
profesión y elevar su status ante otras rísticas particulares propias de
especialidades”. contextos subdesarrollados y por
tanto ameritan dar al servicio so-
Sin embargo, posteriormente, respon- cial un contenido y un sentido au-
diendo a la corriente contraria, el tema ténticamente latinoamericano.
se vinculará, en la primera mitad de
la década de 1970, a la llamada Re- Tenemos así que –desde el campo del
conceptualización del Trabajo Social,
desde un enfoque anclado en la reali- 3 Ayllón Viaña, Maria Rosario: texto citado, p. 20.a

2 Cáceres, Leticia (1991). “Memoria del taller sobre la 4 En: Revista Trabajo Social, N° 3. 1971. Santiago: Uni-
enseñanza de la sistematización de Trabajo Social. Se- versidad Católica de Chile. Se menciona como referente
minario Latinoamericano de Trabajo Social” (ALAETS- también a trabajos de la Escuela de Trabajo Social de
CELATS), Lima, noviembre de 1991, pp. 1-3, en: Ay- Belo Horizonte, Brasil, los cuales fueron presentados
llón Viaña, Maria Rosario (2002). Aprendiendo desde en un “Seminario de Escuelas de Trabajo Social” rea-
la práctica, una propuesta operativa para sistematizar. lizado en 1971 en Ambato, Ecuador. El tema de este
Lima: Asociación Kallpa, pp. 17-27. seminario es muy indicativo: El trabajo de campo como
fuente de teoría.

121
LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS Y LAS CORRIENTES INNOVADORAS DEL PENSAMIENTO
LATINOAMERICANO–UNA APROXIMACIÓN HISTÓRICA

Trabajo Social- los primeros abor- incremento de los niveles educativos


dajes que surgen en América Latina determinaría mayor nivel de desarro-
sobre la temática de sistematización, llo económico, la mayoría de los go-
durante los años sesenta y setenta, se biernos impulsan campañas masivas
sustentan en cuatro pilares: de alfabetización. El ideal de extender
el alcance del sistema de instrucción
a) la referencia a la particularidad del pública a toda la nación se convierte
contexto latinoamericano y por tanto, en meta fundamental, por lo que esas
a las perspectivas de transformación visiones, que tenían al pueblo como
social predominantes en el contexto destinatario de la educación, se con-
teórico de ese período; b) la negación solidan fuertemente.5
de una metodología neutra influen-
ciada por las corrientes norteamerica- En el mismo marco, la UNESCO fo-
nas dominantes; c) la centralidad de menta y difunde un nuevo concepto,
la práctica cotidiana y del trabajo de la “Educación Fundamental” y crea en
campo profesional como fuente de co- varios países del llamado Tercer Mun-
nocimiento; y, d) el interés por cons- do centros dedicados a promoverla.6
truir un pensamiento y una acción Pero es en los años sesenta y seten-
orientados con rigurosidad científica. ta donde la Educación no Formal de
Adultos tiene su desarrollo más im-
Durante las décadas siguientes, el portante y significativo a partir, como
tema de la sistematización recorrerá mencionábamos arriba, del impacto
otros dos caminos paralelos a la ruta causado por la Revolución Cubana, la
abierta por el Trabajo Social: cual puso en evidencia las profundas
contradicciones de las sociedades la-
- el de la Educación de Adultos (prin- tinoamericanas y abrió las puertas a
cipalmente la investigación sobre las los esfuerzos por lograr cambios ra-
prácticas de Educación de Adultos) dicales en el continente. En esas dé-
y, cadas se da, por un lado, un extraor-
- el de la Educación Popular (princi- dinario impulso a una Educación de
palmente las reflexiones teóricas de Adultos marcada con la perspectiva
educadores y educadoras populares). del Desarrollo de la Comunidad;7 por
otro lado, en ese mismo período asis-
La Educación de Adultos ya tenía timos al surgimiento de la Educación
muchos años de haberse puesto en Popular, que con el nombre inicial de
práctica en América Latina. Luego de
5 Ver al respecto: La Belle, Thomas (1980). Educación
la II Guerra Mundial, en el marco del no Formal y cambio social en América Latina. México:
modelo de “sustitución de importacio- Nueva Visión, y también: Puiggrós, Adriana (1984). La
nes” y de expansión de la influencia Educación Popular en América Latina: orígenes, polémi-
cas y perspectivas. México: Nueva Imagen.
de Estados Unidos en nuestro conti-
nente, se promueven un conjunto de 6 En nuestro caso, el CREFAL, Centro Regional para la
programas de extensión agrícola, que Educación Fundamental en América Latina, en Pátz-
cuaro, Michoacán, México, el cual existe hasta hoy,
implicaban la realización de progra- pero con otra orientación.
mas de Educación no Formal de Adul-
tos, con el fin de contribuir a acelerar 7 8 Ver al respecto: Barquera, Humberto (1982): Inves-
tigación y evaluación de experiencias de innovación en
el desarrollo económico capitalista. Educación de Adultos. México: CEE.
Asimismo, con la idea de que el
122
OSCAR JARA HOLLIDAY

“Pedagogía de la Liberación” marcaría latinoamericanos de los años seten-


en adelante una nueva manera de en- ta, Freire pasó a ser una referencia
tender lo educativo. Como señalare- fundamental. La articulación de su
mos más adelante, los “caminos cru- propuesta desde la educación, con la
zados” (parentescos y diferencias) en- Teoría de la Dependencia en el campo
tre ambas corrientes se prolongarán a de las ciencias sociales y con la Teo-
lo largo de las décadas que siguen8. El logía de la Liberación en el campo de
término “sistematización” acompaña- la renovación de las formas de vivir
rá ese recorrido, hasta nuestros días. y pensar la fe, contribuyó, definitiva-
mente a conformar un contexto teó-
Los orígenes de una nueva noción rico coherente y afirmativo para un
de Educación Popular9, se gestan en sector creciente de activistas sociales
Brasil en la década de 1960, en las y políticos.11 Un trabajo clave para
experiencias del Movimiento de Edu- entender este momento, que critica
cación de Base y los Centros Popula- la visión dominante de Educación de
res de Cultura, desde cuya práctica y Adultos y le contrapone claramente la
propuesta Paulo Freire formula una categoría “Educación Popular” (gene-
filosofía educativa que plantea una re- ralizando en adelante el uso de este
novadora forma de establecer las rela- concepto) es el texto de Julio Barreiro:
ciones ser humano-sociedad-cultura Educación Popular y proceso de con-
y educación; con el concepto de “con- cientización.12 Así, la reaparición en
cientización” como símbolo principal y los años setentas del término “Educa-
en contra de una “educación bancaria ción Popular”, permite identificar una
y domesticadora”, surge así la noción posición dentro del debate en el cam-
de una “pedagogía liberadora”10 po de la Educación de Adultos, referi-
da a una educación que tiene una “di-
En la acción y en la reflexión de los mensión política” y una “perspectiva
educadores y educadoras populares liberadora”.13
8 Ver al respecto el trabajo clarificador de Carlos Ro-
dríguez Brandão (1981). “Los caminos cruzados: forma
de pensar y realizar educación en América Latina”, en 11 En particular el pensamiento de autores como Ruy
Revista de Educación de Adultos, Vol. 2, N° 2. México: Mauro Marini, Agustín Cueva, Cardoso y Falleto en las
INEA, pp. 28-41) el cual recorre esta temática intro- Ciencias Sociales. Gustavo Gutiérrez, Frei Betto, Clo-
duciendo la relación entre “Educación Permanente”, dovis y Leonardo Boff en la Teología de la Liberación.
“Educación de Adultos” y “Educación Popular”. Uno de los pocos autores que trabajó explícitamente
los vínculos entre Educación Popular y Teología de la
9 A fines del S. XIX se extendió el uso del término “Edu- Liberación, es Giulio Girardi. Dos trabajos que abor-
cación Popular” para referirse a lo que hoy conocemos dan con más detalle cómo se produjo esta relación
como “instrucción pública”; a comienzos del S. XX se son: Preiswerk, Matthias (1994). Educación Popular
llamó “Educación Popular” a algunos programas de for- y Teología de la Liberación. San José de Costa Rica:
mación política y cultural dirigidos a las clases trabaja- DEI; y, Boufleur, José Pedro (1991). Pedagogía Latino-
doras. americana, Freire e Dussel, Ijuí (Rio Grande do Sul):
Editoria Unijuí.

10 Las principales obras de Freire en este período fun-


dacional son: La educación como práctica de la libertad, 12 Siglo XXI Editores, Buenos Aires, publicado en 1974.
Montevideo: Tierra Nueva, publicada en 1969; Acción
Cultural para la Libertad, Santiago: ICIRA, publicada 13 En este sentido es sugerente la interpretación de
en 1968; ¿Extensión o Comunicación? La concientiza- Rodríguez Brandão, de la Educación Popular como un
ción en el medio rural, Montevideo y Buenos Aires: Tie- concepto que busca rescatar una propuesta específi-
rra Nueva y Siglo XXI, publicada en 1971; y, su obra ca del campo de la Educación de Adultos “haciéndo-
más completa: Pedagogía del Oprimido, publicada en la retornar a su condición de movimiento pedagógico,
1970. con sus consecuencias, teóricas, prácticas y políticas”
Brandão, Carlos (1981), texto citado.

123
LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS Y LAS CORRIENTES INNOVADORAS DEL PENSAMIENTO
LATINOAMERICANO–UNA APROXIMACIÓN HISTÓRICA

Durante los años ochenta, se produce mos hablar de un sentir común,


una multiplicación impresionante de de una aproximación compartida
experiencias de Educación Popular a al problema de la educación del
lo largo y ancho de América Latina. pueblo (...) estas experiencias y
Junto con ella, comienza a surgir el programas educativos buscan
interés por conocer, analizar, carac- partir de la realidad de los par-
terizar y debatir en torno a este fenó- ticipantes, de su situación his-
meno social y su concepción educati- tórica concreta, propiciando una
va. Estas investigaciones, reflexiones, toma de conciencia con relación
análisis y polémicas se realizan en a su ubicación económica y social
dos ámbitos: el de la investigación en (...) se tiende hacia una relación
Educación de Adultos y el de la prác- pedagógica horizontal entre edu-
tica y reflexión de los mismos educa- cador y educando (…) se habla
dores y educadoras populares. de autoaprendizaje, autodiscipli-
na, auto evaluación, autogestión
En el primer ámbito, trabajan el tema (...) La educación está estrecha-
varios autores y autoras importantes, mente ligada a la acción; en este
quienes divulgan sus investigaciones sentido, el enfoque es inevitable-
ampliamente.14 En este panorama, mente político o tiene implicacio-
resaltamos la siguiente anotación nes políticas en el sentido general
de Juan Eduardo García Huidobro, del término (...) Finalmente cabe
quien basándose en el análisis sobre hacer notar que la naturaleza
Educación y Participación de Patricio participativa de los programas,
Cariola15 y buscando hacer una “sis- objetivos que persiguen y los
tematización de experiencias” indica, planteamientos teóricos en que
refiriéndose a la Educación Popular, se sustentan están conduciendo
que: a un cuestionamiento de los mé-
todos ortodoxos de investigación,
...se hace ver la realidad de un planificación y evaluación de la
nuevo paradigma en la educación educación.16
en la región, emergente a través
de una multiplicidad de experien- Precisamente, la sistematización de ex-
cias entre las cuales, sin duda, periencias desde la Educación Popular,
las experiencias no formales en va a significar uno de los instrumentos
el medio rural ocupan un lugar privilegiados de cuestionamiento y de
destacado (...) es claro que pode- búsqueda alternativa a esos “métodos
ortodoxos”, en general positivistas, que
14 Picón, César: Educación de Adultos en América Lati-
na, una visión situacional y estratégica, CREFAL, Pátz- dominaban el campo de la investiga-
cuaro, México, 1983; Paiva, Vanilda: Educação Popular ción y evaluación educativa.
e Educação de Adultos, Loyola, São Paulo, 1973; Ga-
jardo, Marcela: Educación de Adultos en América Lati-
na. Problemas y Tendencias, UNESCO, Santiago, 1983; 16 Aportes para el análisis y la sistematización de ex-
Wanderley, Luiz E: Apontamientos sobre a Educação periencias no formales de Educación de Adultos,
Popular, Cultura do Povo, Cortez, São Paulo, 1979; UNESCO¬OREALC, Santiago, 1980 (negrita mía). El
Pinto, Joao B: Siete visiones sobre Educación de Adul- mismo autor profundiza estos temas en otras publi-
tos, CREFAL, Pátzcuaro, México, 1982. caciones realizadas con Sergio Martinic (1980). Educa-
ción Popular en Chile, algunas proposiciones básicas.
15 Cariola, Patricio (1980: Educación y participación en Santiago de Chile: PIIE; y en: CELADEC (1980). Funda-
América Latina. Santiago de Chile: CEPAL. mentos teóricos y peculiaridades de la Educación Popu-
lar en América Latina. Lima: Autor.

124
OSCAR JARA HOLLIDAY

En el segundo ámbito, el de la prác- Por último, además de vincularse con


tica y la reflexión de educadores y todas estas nuevas iniciativas que
educadoras populares, se destacan se producen en estos años, la siste-
las afirmaciones que sustentan una matización se va a emparentar con
postura teórica sobre lo que se con- una búsqueda que viene del ámbito
cibe como Educación Popular; sobre de las Ciencias Sociales en pos de un
su rol de cara a los desafíos políticos, “nuevo paradigma epistemológico”
éticos y organizativos; sobre el senti- para la producción del conocimiento
do y carácter de su metodología y de científico de la realidad. El colombia-
las técnicas y procedimientos que uti- no Orlando Fals Borda, es el pionero
liza, entre otros temas. La gran mayo- de esta nueva búsqueda, cuando con
ría de dichas afirmaciones surgieron su texto fundacional: Causa popular,
de alguna manera, de sistematiza- ciencia popular-una metodología del
ciones de experiencias, producto de conocimiento científico a través de la
reflexiones colectivas e individuales acción y otros documentos sucesivos18
realizadas en eventos de encuentro dio base desde la realidad latinoame-
entre educadores y educadoras popu- ricana al surgimiento de una nueva
lares, sea en sus ámbitos nacionales corriente en la investigación social:
o a escala continental.17 Entraba en la Investigación-Acción-Participativa,
la escena del debate educativo latino- entendida como un enfoque investi-
americano una nueva modalidad de gativo que busca la plena participa-
producción de conocimiento: las re- ción de las personas de los sectores
flexiones provenientes no de teorías populares en el análisis de su propia
o parámetros predefinidos, sino sur- realidad, con el objeto de promover la
gidas del encuentro y mirada crítica transformación social a favor de éstas
a las experiencias vivas, reales y en personas: oprimidas, marginadas y
construcción. Se ponía de manifiesto explotadas. Con la IAP, se trata, como
una nueva vinculación entre la teoría dice Emma Rubín, de afirmar otra
y la práctica: en lugar de aplicar en forma de hacer investigación cientí-
la práctica lo que se había formulado fica “cuya característica principal es
previamente en la teoría, se constru- que el pueblo se autoinvestiga y cuyo
yen aproximaciones teóricas teniendo objetivo central es el cambio social a
como punto de partida la sistematiza- partir de la organización de las clases
ción de las prácticas educativas. dominadas”19
17 En esta época se constituye el primer espacio de 18 Tales como Ciencia propia y colonialismo intelectual,
encuentro y articulación de prácticas y practicantes publicado originalmente en Bogotá en 1976; y su me-
de Educación Popular de alcance latinoamericano: La morable presentación en el Simposio Mundial de Car-
ecuménica Comisión Educativa Latinoamericana de tagena titulada: Por la praxis: el problema de cómo
Educación Cristiana, CELADEC. Su revista Cultura investigar la realidad para transformarla, (ver la obra
Popular fue el primer medio de difusión continental de Simposio Mundial Crítica y política en Ciencias socia-
artículos, reflexiones, experiencias y temas de debate les-el debate Teoría y Práctica, Tomos I y II, publicada
vinculados con la Educación Popular. Se realizan en- en Bogotá en 1978; así como La Ciencia y el Pueblo,
cuentros nacionales de Educación Popular en la ma- ponencia presentada en la Conferencia Internacional
yoría de países latinoamericanos y surgen redes sub- realizada en Ljubljana, en 1980.
regionales como la Red Centroamericana-Mexicana de
Educación Popular ALFORJA y, posteriormente, una 19 Rubín de Celis, Emma (1981): “Investigación cientí-
instancia que logrará aglutinar a la mayoría de ex- fica vs investigación Participativa, reflexiones en torno
presiones de Educación Popular del continente hasta a una falsa disyuntiva”, en Francisco Vio Grossi, Vera
nuestros días, el Consejo de Educación de Adultos de Gianotten y Ton de Wit (eds): Investigación participativa
América Latina, CEAAL. y praxis rural: Nuevos conceptos en educación y desa-
rrollo comunal. Lima: Mosca Azul Editores.

125
LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS Y LAS CORRIENTES INNOVADORAS DEL PENSAMIENTO
LATINOAMERICANO–UNA APROXIMACIÓN HISTÓRICA

Esta nueva corriente circularía rápi- surge y se alimenta de seis corrien-


damente al interior de varias discipli- tes renovadoras de empeños teórico-
nas, entre ellas la investigación edu- prácticos que buscan redefinir desde
cativa y se entrecruzaría con esfuerzos la particularidad de la realidad lati-
similares en varias partes del mundo, noamericana, los marcos de interpre-
todos interesados por superar la se- tación y los modelos de intervención
paración entre sujeto y objeto en la en la práctica social que habían pri-
investigación, por recuperar el saber mado hasta entonces: El Trabajo So-
de los sectores populares, por vincu- cial reconceptualizado; la Educación
lar la teoría con la acción, por con- de Adultos; la Educación Popular; La
vertir la búsqueda de conocimiento Teología de la Liberación; la Teoría de
en un proceso creador vinculado con la Dependencia y la Investigación Ac-
una perspectiva de transformación ción Participativa. A su vez, estas seis
social y personal.20 Y en este propó- corrientes se estimulan, retroalimen-
sito, la IAP confluye con los intereses tan y convergen entre sí, al punto que
renovadores de las otras corrientes muchas veces algunas se entrecruzan
mencionadas y se hace parte de ellas y hasta confunden. Por ello, siendo la
al punto que es considerada “una ac- sistematización de experiencias, un
tividad educativa, de investigación y concepto y una propuesta tan pro-
de acción social”.21 En esa confluen- fundamente enraizada en nuestra
cia, durante los ochenta algunas per- historia, no podemos entenderla ni
sonas identifican a la sistematización asumirla sino dentro de este marco y
como una modalidad de IAP o, inclu- sus desafíos.
so, como un método o hasta un ins-
trumento particular de la misma. El Estas corrientes renovadoras que
debate sobre este aspecto será reto- surgen en nuestro continente, no
mado más adelante, en los 90. aparecen ni se desarrollan por gene-
En síntesis, durante los años setenta ración espontánea o por su propio
y ochenta, en América Latina, el inte- dinamismo. Surgen porque los proce-
rés por el tema de la sistematización, sos sociales, políticos y culturales de
nuestra América Latina pusieron en
20 Por ejemplo, el Consejo Internacional de Educación de cuestión toda la lógica de interpreta-
Adultos (ICAE) con sede en Canadá, con la animación
de Budd Hall promueve activamente la discusión en
ción colonial y subordinada que ha-
torno a la investigación participativa, organizando una bía sido predominante hasta los años
reunión clave que dinamizó este proceso en Toronto en cincuenta en el pensamiento latino-
julio de 1977, el cual daría lugar a nuevas iniciativas
y propuestas que llevaron a constituir, por un lado, el americano. La ruptura de esos para-
CEAAL y, por otro, promovería una reflexión crítica que digmas fue posible gracias a las rup-
llegaría a un punto de maduración en nuestro conti-
nente cuando se realiza el I Seminario Latinoamericano turas producidas por los movimientos
sobre Investigación Participativa, en Ayacucho, Perú, sociales y políticos revolucionarios
1980. (ver Vio Grossi y otros: “Investigación participati-
va y praxis rural” ya citado, que contiene las principa-
que abrieron los cauces a la imagina-
les presentaciones de dicho seminario). Autores como ción y a la conquista de lo nuevo. La
Anton de Schutter, Paul Oquist, Guy Le Boterf, Gerrit Revolución Cubana en los años se-
Huizer, Joao Bosco Pinto, Marc Lammerink, Carlos Ro-
dríguez Brandao y otros, marcaron durante los años senta y el gobierno de la Unidad Po-
ochenta rutas fundamentales por donde esta corriente pular en Chile a comienzos de los se-
ganó perspectiva y proyección en América Latina.
tenta, fueron acontecimientos claves
21 ICAE (1977). Resumen de la reunión internacional so-
para incentivar en todos los rincones
bre investigación participativa. Toronto: Autor. de nuestro continente al desarrollo de
126
OSCAR JARA HOLLIDAY

nuevas prácticas y búsquedas en el Ante la constatación de la gran di-


campo de la Educación de Adultos y versidad de experiencias, desde el
de la Educación Popular, las cuales CEAAL se impulsan dos “consultas”
muy pronto se enfrentaron a las os- para sistematizar y para investigar de
curas fuerzas de la censura y la re- forma participativa la visión de los y
presión. las practicantes de la Educación Po-
pular23. Ya para ese tiempo, se ha-
Por ello, el contexto producido por la blaba tanto de la sistematización de
Revolución Sandinista a partir del 19 experiencias como algo importante
de julio de 1979, jugó un rol convoca- y presente en la vida y el trabajo de
dor y dinamizador de las perspectivas la Educación Popular, que el CEAAL
políticas y pedagógicas que animaron constituye un Programa de Sistema-
múltiples prácticas en todo el conti- tización24.
nente y ello explica, en parte, el inten-
so intercambio, desarrollo y búsqueda Posteriormente encarga a Diego Pal-
común de los años ochenta.22 ma un estudio que diera cuenta de
lo que ocurría en este campo, gracias
En la segunda mitad de la década se al cual hemos podido contar con un
consolida la constitución del Consejo claro panorama de cómo se aborda-
de Educación de Adultos de América ba esta temática a inicios de los años
Latina, CEAAL. Nunca antes se ha- noventa. Dicho trabajo titulado La
bía generado tal nivel de intercambio, sistematización como estrategia de
reflexión y búsqueda de aprendizajes conocimiento en la Educación Popular
conjuntos como en este período en el - El estado de la cuestión en América
que se suceden importantes e inolvi- Latina, es –desde entonces- una refe-
dables encuentros latinoamericanos rencia obligada25.
que dan lugar a la constitución de re-
des como la Red Latinoamericana de Sus principales conclusiones son:
Educación en Derechos Humanos; de
Educación Popular entre Mujeres; de a) Que efectivamente existe una prác-
Comunicación Popular; de Educación tica específica que merece el nombre
Popular y Poder Local; de Alfabetiza- propio de “sistematización” y que, por
ción y Educación Básica, entre otras. tanto, se puede distinguir de otros es-
Estos encuentros y redes son una fuerzos referidos al conocimiento de
muestra palpable de la vitalidad y di- los hechos sociales, tales como la in-
versidad de las prácticas de Educación vestigación o la evaluación.
Popular en ese período, que el CEAAL
logra acoger, animar y proyectar. 23 Sus conclusiones fueron publicadas en: Desde Aden-
tro – la Educación Popular vista por sus practicantes,
CEAAL, Santiago, 1989 y Nuestras prácticas... perfil y
22 La Cruzada Nacional de Alfabetización fue el acon- perspectiva de la formación de educadores populares
tecimiento simbólico más convocador de la época. en Latinoamérica, CEAAL, México, 1993.
Mostrar que era posible a través de una “insurrección
cultural” con participación de un pueblo entero, hacer
realidad los sueños de una nueva Nicaragua, atrajo la 24 Cuyo primer coordinador es el mexicano Félix Ca-
solidaridad de miles de personas de todo el mundo y dena.
proyectó una resignificación, un nuevo sentido de es-
peranza a los esfuerzos de transformación educativa y 25 Palma, Diego (1992). La sistematización como estrate-
organizativa que se realizaban con grupos campesinos, gia de conocimiento en la Educación Popular - El estado
urbanos e indígenas en todos nuestros países. de la cuestión en América Latina. Papeles del CEAAL, N°
3, Santiago de Chile: CEAAL.

127
LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS Y LAS CORRIENTES INNOVADORAS DEL PENSAMIENTO
LATINOAMERICANO–UNA APROXIMACIÓN HISTÓRICA

b) Que el término “sistematización” encontrar un panorama de la siste-


es utilizado de manera ambigua por matización mucho más enriquecido
educadores/as y promotores/as y que teórica, práctica y metodológicamen-
entre los autores y autoras no existe- te. Definitivamente ha habido más
nacuerdos plenos con respecto a los encuentros que desencuentros y a es-
contenidos que se le adjudican. tas alturas podemos decir que las ex-
c) Que, entre las distintas propuestas, periencias, los debates y las propues-
aun con distintos enfoques y énfasis tas son muchos más y también más
particulares (de concepción y de mé- consistentes.
todo) existen influencias mutuas y fi- Por ejemplo, desde nuestra experien-
liaciones mestizas. cia particular, en los últimos 10 años
nos ha tocado compartir una gran ri-
d) Que la fuente de unidad fundamen- queza de procesos de sistematización
tal, manifestada en la coincidencia de y de reflexiones teórico-metodológicas
los objetivos generales, se encuentra sobre ella: primero, en la Red Alfor-
en un marco epistemológico común: ja, donde construimos las bases de
nuestra propuesta a través del inter-
… todas las propuestas de siste- cambio, el diálogo y la confrontación
matización expresan una oposi- de los aprendizajes que teníamos en
ción flagrante con la orientación las prácticas de cada centro de la red.
positivista que ha guiado y guía Luego, en contacto estrecho con el Ta-
a las corrientes más poderosas ller Permanente de Sistematización de
en ciencias sociales (…). Todo Perú, con quienes llevamos a cabo un
esfuerzo por sistematizar, cual- intercambio fecundo, así como a tra-
quiera que sea su traducción más vés del Programa Latinoamericano de
operacional, se incluye en esa Apoyo a la Sistematización del CEAAL
alternativa que reacciona contra que en ese tiempo las compañeras del
las metodologías formales (…) La TPS coordinaban.28
sistematización se incluye en esa Posteriormente, dicho Programa or-
corriente ancha que busca com- ganiza una página en Internet29 en la
prender y tratar con lo cualitativo
como punto de partida para el análisis y la propuesta
de la realidad y que se encuentra que presentábamos, recogida de la experiencia llevada
en cada situación particular (…) a cabo en la Red Alforja. El capítulo se titulaba “En-
Unos la explicitan y otros no, pero cuentros y desencuentros de las propuestas de siste-
matización”, el cual concluía en una invitación a “se-
la oposición a la reducción positi- guirnos encontrando”.
vista de toda sistematización, se
funda en una epistemología dia- 28 Un testimonio interesante de las búsquedas renova-
doras producidas en el Programa, lo constituye el do-
léctica.26 cumento que recoge los debates del encuentro realiza-
do en Santiago de Chile en 1996 con participación de
Maria Mercedes Barnechea, Mariluz Morgan y Estela
Hoy, más de una década después de González de Perú, Alfonso Torres de Colombia, Elza
este trabajo de Palma que nos sirvió Falkembach de Brasil, Jorge Osorio de Chile, Alfredo
en dicho momento de orientación y Ghiso de Colombia, Roberto Antillón de México, Nico-
lás Durán de República Dominicana y Oscar Jara de
referencia fundamental27, podemos Costa Rica, el cual se publica en el N° 23 de la revista
La Piragua [Disponible en: http://ceaal.org/images/
26 Palma, Diego (1992: 13) documentos/lapiragua23-1.pdf y en http://ceaal.org/
images/documentos/lapiragua23-2.pdf].
27 En nuestro texto de 1994 Para Sistematizar Expe-
riencias. San José de Costa Rica: ALFORJA, lo usamos 29 Disponible en: http://www.alforja.or.cr/sistem.

128
OSCAR JARA HOLLIDAY

que se creó una lista de correos elec- vas abiertas a la creatividad de las mi-
trónicos donde hoy hay inscritas cerca les de personas que trabajamos desde
de 400 personas de más de 25 países múltiples empeños teórico-prácticos
y en la que se “cuelgan” de tiempo en en proyectos y procesos de transfor-
tiempo documentos completos sobre mación social y personal. El camino
el tema en una biblioteca virtual.30 se sigue haciendo al andar…
Estos espacios nos muestran la di-
versidad y riqueza de los aportes de
muchas personas e instituciones que
llevan a cabo procesos y proyectos in-
teresantísimos de sistematización de
experiencias en áreas rurales y urba-
nas, en muy distintos campos como la
educación y la salud, la protección del
medio ambiente, la innovación agríco-
la, la participación de las mujeres, la
organización popular, la economía so-
lidaria, la gestión del riesgo y recons-
trucción post-desastres, la participa-
ción juvenil, la formación ciudadana,
la renovación de las formas de pensar
y hacer política, etc. Así, nuevas te-
máticas y modalidades se continúan
incorporando constantemente a esta
búsqueda.

Finalizaremos, pues, este artículo,


enfatizando que este breve recorrido
nos muestra, por un lado, el profundo
enraizamiento que tiene la sistema-
tización de experiencias en nuestra
historia latinoamericana – en particu-
lar en su vinculación con corrientes
de innovación y renovación teórica y
práctica-y, por otro, su gran actuali-
dad y empuje, en un escenario de cre-
ciente diversificación y de perspecti-

30 Gracias a esta página hemos podido recoger y divul-


gar en estos años importantes aportes conceptuales y
prácticos de muchas personas aparte de las menciona-
das, como Lola Cendales, Alfonso Torres, José Hleap y
Gloria Naranjo de Colombia; Sergio Martinic de Chile;
Joao Francisco de Souza de Brasil; Benito Fernández
y Carmen Zabalaga de Bolivia; Ana Bickel de El Sal- * Educador Popular y Sociólogo. Director General del
vador; Ana Felicia Torres y Cecilia Díaz de Costa Rica. Centro de Estudios y Publicaciones Alforja de San José
El debate continúa abierto y enriqueciéndose día a día de Costa Rica y coordinador del Programa Latinoameri-
con nuevos aportes, como los que están recogidos en el cano de Apoyo a la Sistematización del CEAAL.
N° 23 de la revista La Piragua.

129

También podría gustarte