Está en la página 1de 2

5 ENEMIGOS DE TU PAZ CUANDO HAY PROBLEMAS.

La paz que Cristo nos da es diferente a la que el mundo ofrece. La paz de Dios no
significa fingir una tranquilidad mientras atravesamos por dificultades, sino es una
paz que sobrepasa todo entendimiento. Sin embargo, hay cosas que nos pueden
robar la paz y distraernos de la verdad que Dios estableció a través de su Palabra.

La paz no significa la ausencia de problemas, sino que en medio de esos problemas


hay un Dios Poderoso que va delante de nosotros. Descubre 5 enemigos que te
roban la paz y que debes alejar de tu vida:

1.- La preocupación:  

La preocupación es un enemigo que puede robarnos la paz y abrumar nuestras


vidas. La preocupación divide los sentimientos, socava nuestra capacidad para poder
comprender las cosas de forma correcta. Nos preocupa el día a día y nos
esforzamos por tenerlo todo bajo control; sin embargo, no nos estamos dando cuenta
que solo nos estamos afanando por un futuro que no podemos saber que pasará y
que nos impide disfrutar del presente.

La preocupación es un indicador que nuestra fe es inestable y poca confianza. Por


eso, la Palabra de Dios nos enseña que el final de la preocupación y el principio de
la confianza están fundamentados en dos creencias principales: creer que somos
valiosos para Dios y que él tiene cuidado de nosotros. Elige creer en él hoy, buscarlo
y vivir en su sabiduría.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Filipenses 4:6

2.- La culpa:

A menudo los cristianos luchamos con sentimientos de culpa debido a nuestra


naturaleza pecaminosa, esto puede quitar la paz. Pero debes recordar lo que la
Palabra de Dios dice: cuando confesamos nuestros pecados, él nos perdona porque
es leal y justo. Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, no hay
nada que pueda condenarte porque tienes un abogado que intercede por ti.

“Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos estar seguros de que
él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad”.  1 Juan 1:9

3.- La ansiedad:

El atravesar por diferentes problemas y tratar de resolverlos puede generar en


algunas personas mucha ansiedad; una persona con ansiedad puede entrar en
desesperación por querer tomar el control de la situación que le agobia. La ansiedad
es una reacción normal ante la incertidumbre que enfrentamos en las situaciones
que vivimos cada día.
No es el deseo de nuestro Padre celestial que suframos un incesante ataque de
ansiedad. Lo que sí quiere es que confiemos en Él mientras enfrentamos nuestras
preocupaciones y temores en cada aspecto de la vida.

“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”  1
Pedro 5:7

4.- El miedo:

El miedo es una emoción que podemos manejarla correctamente, pero cuando se


sale fuera de control, puede apoderarse de nuestra vida y sucumbirnos a un estado
de completo desorden y robarnos la paz.

Debemos creer día a día que Dios no se ha olvidado de nosotros y que en esos
momentos de miedo no podemos caer en el error de refugiarnos en la incredulidad,
producto de la angustia que sentimos. Sino recordar una vez más que no debemos
temer porque Él siempre cuida de nosotros.

“En el día que temo, yo en ti confío.” Salmos 56:3

5.- La incredulidad:

La falta de fe nos quita la paz, por eso en medio de cualquier situación nunca puede
faltar tu fe. Nuestra fe en el Señor es lo único que nos garantiza la paz que tanto
necesitamos, porque reafirma que nuestra seguridad y confianza está en Dios, pase
lo que pase.

“En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; líbrame en tu


justicia”. Salmos 31:1

También podría gustarte