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URM

USO RACIONAL DE MEDICAMENTO:


AUTOMEDICACION:
La automedicación: se dice que una persona se auto medicaciòn cuando toma un medicamento por
decisión propia, sin la intervención de un profesional sanitario, con el fin de aliviar un síntoma o
curar una enfermedad (se excluyen las toxicomanías y farmacodependencias).Esta es una práctica
común en nuestra sociedad: los grupos de población que más consumen medicamentos
habitualmente por cuenta propia son las mujeres, jóvenes y personas que viven solas, de nivel
educativo y socioeconómico elevado y residencia urbana.
MEDICAMENTO CORRECTO:
el uso adecuado de los medicamentos implica que el paciente reciba cada medicamento
para la indicación específica, en la dosis correcta, durante el tiempo establecido y al menor
coste posible para él y para la sociedad.
Es decir, usar correctamente un medicamento para lograr su fin: curar y reparar la salud
de las personas. No obstante, también debemos hacer un uso racional de los fármacos
para evitar consecuencias negativas, como efectos secundarios, interacciones no
deseadas o pérdida de eficacia (resistencias a la enfermedad), además de para frenar un
coste personal, social y sanitario innecesario.
Según datos de la propia OMS, alrededor de un tercio de la población mundial carece de
acceso a medicamentos esenciales y el 50% de los pacientes los toman de forma incorrecta
ERRORES EN EL USO DE MEDICAMENTO:
• No seguir el horario en el que hay que tomar cada dosis. Esto es importantísimo,
porque se establece para garantizar una eficacia.
• Olvidar alguna dosis. Esto puede significar una pérdida de eficacia total, por
ejemplo en la reaparición de un dolor.
• No completar la duración de un tratamiento porque creemos que nos sentimos
mejor. Por ejemplo, cuando tomamos un antibiótico, la mejoría aparece a los pocos
días pero la infección no ha sido eliminada de nuestro organismo.
• Olvidarnos de los medicamentos cuando vamos de viaje. Esto ocurre sobre todo
en enfermedades crónicas porque asociamos un viaje a estar vacaciones y
descansar de la medicación, lo cual es un grave error.
• Dejar de tomar una medicación crónica para que nuestro organismo ‘descanse’.
• No seguir las recomendaciones de la ingesta del fármaco en relación a las
comidas. Por ejemplo, las pastillas para bajar el azúcar es necesario tomárselas
media hora antes de la comida para que cuando empecemos a comer, nuestros
niveles de azúcar en la sangre no suban.
• No dar al médico una información correcta sobre los síntomas o los
medicamentos que tomamos, o dejar de proporcionarle datos. Esto es muy habitual
entre las personas mayores que llegan a tomar dos o tres medicamentos con
nombres diferentes para el mismo problema. Esto puede llevar a graves
intoxicaciones o interacciones medicamentosas.
• Recomendar fármacos a otras personas porque a nosotros nos ha ido bien para
unos síntomas similares. No existen enfermedades sino enfermos, es decir, el
medico adapta a cada paciente la terapia que necesita según sus características.
• Algunos factores que favorecen el incumplimiento son: la falta de educación
sanitaria sobre la enfermedad padecida; la complejidad del tratamiento prescrito;
la mala relación profesional sanitario-paciente; las reacciones adversas; y la falta de
apoyo familiar, social y sanitario. Los pacientes ancianos son los mayores
consumidores de medicamentos dispensados con prescripción y constituyen un
grupo especialmente susceptible a una peor adherencia terapéutica.

DOSIS CORRECTA
El desarrollo del protocolo de dispensación activa en la oficina de farmacia tiene un apartado especial ante
la dosificación de un medicamento. El paciente al que le han prescrito un tratamiento determinado necesita
conocer todos los aspectos relacionados con la dosis que debe tomar. Estos factores son de especial
importancia, sobre todo si se tiene en cuenta que de ellos depende la eficacia del medicamento y la
seguridad del paciente.
Durante el servicio de dispensación activa, el farmacéutico verifica la información que tiene el paciente
sobre el medicamento que va a tomar para, en caso de que sea errónea, corregirla. El primer paso consiste
en averiguar si el paciente conoce o no para qué le han indicado un medicamento. Acto seguido, el
farmacéutico centra su atención en la información que contiene la prescripción médica donde constan el
nombre del principio activo, la forma farmacéutica, la dosis, la pauta terapéutica y la duración del
tratamiento establecido. En el caso de que se trate de un medicamento de indicación farmacéutica debe,
además, individualizar la dosificación.
La dosis es la cantidad de medicamento que contiene la medida exacta de principio activo para que éste sea
eficaz, efectivo y seguro para el paciente y le resuelva el problema de salud para el que ha estado indicado.
El farmacéutico, durante la breve entrevista clínica a través de las preguntas protocolarias de dispensación
activa, debe comprobar que la dosis indicada es correcta y adecuada para la persona que debe tomar aquel
medicamento
Dosis habituales. Márgenes terapéuticos
El médico realiza la prescripción de un régimen posológico en relación al paciente y las dosis habituales.
Estas dosis de referencia son las que se contemplan, de manera teórica para cada principio activo, según las
consideraciones que se observan en los ensayos fármacocinéticos y farmacodinámicos de cada molécula
experimentada. En éstos se establece la correlación entre la eficacia y la toxicidad de las diferentes
concentraciones en plasma y se determinan las dosis, teniendo en cuenta factores como la absorción,
distribución y eliminación de los fármacos.
Los parámetros que se deben considerar son los siguientes:
* Biodisponibilidad.
* Excreción por la orina.
* Unión a proteínas plasmáticas.
* Depuración.
* Volumen de distribución.
* Vida media.
* Concentraciones eficaces.
* Concentraciones tóxicas.
Con estos datos farmacocinéticos se establecen las dosis teóricas recomendadas para cada principio activo
(tabla 2), aunque es importante tener en cuenta las variaciones entre individuos en relación a la
biotransformación de cada medicamento. Los márgenes terapéuticos establecen los límites de efectividad
en la dosis mínima y los de seguridad con la dosis máxima permitida. Si ésta se excede se llega a valores de
toxicidad que pueden perjudicar seriamente al paciente.
Dosis habituales. Márgenes terapéuticos
El médico realiza la prescripción de un régimen posológico en relación al paciente y las dosis habituales.
Estas dosis de referencia son las que se contemplan, de manera teórica para cada principio activo, según las
consideraciones que se observan en los ensayos fármacocinéticos y farmacodinámicos de cada molécula
experimentada. En éstos se establece la correlación entre la eficacia y la toxicidad de las diferentes
concentraciones en plasma y se determinan las dosis, teniendo en cuenta factores como la absorción,
distribución y eliminación de los fármacos.
Los parámetros que se deben considerar son los siguientes:
* Biodisponibilidad.
* Excreción por la orina.
* Unión a proteínas plasmáticas.
* Depuración.
* Volumen de distribución.
* Vida media.
* Concentraciones eficaces.
* Concentraciones tóxicas.
Con estos datos farmacocinéticos se establecen las dosis teóricas recomendadas para cada principio activo
(tabla 2), aunque es importante tener en cuenta las variaciones entre individuos en relación a la
biotransformación de cada medicamento. Los márgenes terapéuticos establecen los límites de efectividad
en la dosis mínima y los de seguridad con la dosis máxima permitida. Si ésta se excede se llega a valores de
toxicidad que pueden perjudicar seriamente al paciente.
TIEMPO CORRECTO

Debemos recordar que cada fármaco al administrarse posee un tiempo de


determinado antes de ser absorbido y eliminado del organismo por eso debemos
tener en cuenta las curvas de efectividad, que es eso ? Es que tanto va durar la
dosis que se administró en el cuerpo.

EJEMPLO:
si la dosis del medicamento administrado dura 8 horas, al culminar ese tiempo se
tiene que administrar nuevamente la dosis ya que la anterior dejara de hacer
efecto.

Ya sea cada 6, 8, o 12 horas dependiendo la prescripción del médico

Esa es la razón por la cual es prescrito con una determinada frecuencia, ahí la
importancia de cumplir el horario establecido para su administración

AL MENOR COSTO
El Ministerio de Salud, dictó la Resolución Ministerial N° 158-98-SA/DM, por la cual ha derogado las normas
del sector que obligaban a efectuar el proceso de canje de los medicamentos vencidos por parte de los
Laboratorios Farmacéuticos.
La citada resolución ha establecido un cronograma de extinción de la obligación de canje de los mismos, el
cual se extendió hasta octubre de 1998 como fecha máxima.
La citada norma ha tenido por motivación promover el acceso racional de los productos farmacéuticos a la
población, al menor costo posible, motivo por el cual, se juzgó necesario suprimir toda medida que incida
sobre el aumento en los costos de los medicamentos y con ello, evitar la presión sobre los precios de venta
de los mismos, lo que en la práctica no ha ocurrido.
RAM
Una reacción adversa a un medicamento (RAM) es toda aquella respuesta nociva, no deseada y no
intencionada que se produce tras la administración de un fármaco, a dosis utilizadas habitualmente en la
especie humana para prevenir, diagnosticar o tratar una enfermedad y las derivadas de la dependencia,
abuso y uso incorrecto de los medicamentos (utilización fuera de los términos de la autorización de
comercialización y errores de medicación).

Conviene diferenciar RAM de evento adverso, ya que no en todos los casos son lo mismo. En el caso de la
RAM existe la sospecha de que el evento indeseable que ha tenido lugar ha sido causado por el
medicamento (hipoglucemia tras la administración de insulina) mientras que en el evento adverso no es
necesario que haya una relación causal con los medicamentos administrados (por ejemplo, traumatismo por
caída brusca de una persona que estaba tomando antihipertensivos).

Las RAM pueden ser leves, graves o incluso mortales, así como estar relacionadas o no con la dosis del
medicamento. Además, según la frecuencia de aparición, pueden ser muy frecuentes (≥ 1/10), frecuentes (≥
1/100 a < 1/10), poco frecuentes (≥ 1/1.000 a <1/100), raras ((≥1/10.000 a <1/1.000)), muy raras (<1/10.000)
y de frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos conocidos). En la actualidad existen 6
tipos de RAM:

Tipo A (Augmented): son aquellas reacciones cuyos efectos están relacionados con el mecanismo de acción
del fármaco y por lo tanto son predecibles. Son el resultado de una respuesta aumentada a la dosis
administrada debida a alteraciones farmacéuticas, farmacocinéticas o farmacodinámicas. Normalmente son
dosis – dependientes y suelen desaparecer tras la reducción de la dosis. Producen baja mortalidad y alta
morbilidad y son las reacciones adversas más frecuentes. Algunos ejemplos de RAM tipo A son las
hemorragias producidas por anticoagulantes como la heparina, hipotensión por los antihipertensivos (IECA)
y leucopenia y disminución en la resistencia a las infecciones con antineoplásicos e inmunosupresores como
el metotrexato.
Tipo B (Bizarre): son aquellas RAM no relacionadas con los efectos farmacológicos del fármaco y por lo tanto
impredecibles. Raramente son dosis – dependientes y se producen con menos frecuencia que las de tipo A.
Producen baja morbilidad y alta mortalidad y remiten tras la retirada del medicamento. El mecanismo que
produce la RAM suele ser inmunológico (anafilaxia por sulfamidas y penicilinas) o las propias variaciones
genéticas del paciente (hemólisis tras la administración de antipalúdicos en pacientes con déficit de la
enzima eritrocitaria glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa).
Tipo C (Chronic): son aquellas que se producen como consecuencia de la administración de tratamientos
largos y continuos. Son conocidas y predecibles y se producen por mecanismos adaptativos celulares.
Algunos ejemplos son la farmacodependencia a benzodiazepinas (lorazepam), la nefrotoxicidad crónica por
analgésicos y la discinesia tardía por neurolépticos (sulpirida).
Tipo D (Delayed): son aquellas RAM que aparecen tiempo después de haber suspendido la medicación (días,
meses o incluso años) en los pacientes e incluso en sus hijos. Algunas de ellas son la carcinogénesis por
inmunosupresores (azatioprina) y la teratogénesis por antineoplásicos, talidomida y tetraciclinas.
Tipo E (End of treatment): corresponden a aquellas RAM que aparecen tras la supresión brusca del
medicamento. Por ejemplo, las convulsiones por retirada brusca de anticonvulsivantes (fenobarbital) y el
insomnio como consecuencia de la suspensión abrupta de las benzodiazepinas (lorazepam).
Tipo F (Foreign): son aquellas reacciones originadas por agentes ajenos al principio activo del medicamento
(excipientes, impurezas o contaminantes). 2. Importancia de las RAM

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