Está en la página 1de 8

1. ¿Qué tipo de APOYO PSICOLÓGICO pueden recibir estas personas?

¿Realmente el paciente tiene acceso a este apoyo?

La ayuda psicológica es esencial para que una persona afectada por el VIH/sida y
su familia pueda afrontar la enfermedad. La consulta y las sesiones con un
terapeuta profesional se revelan como
una herramienta fundamental en el
tratamiento de la enfermedad.
Estadísticas de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) calculan
que en el año 2010 se dieron 2,7
millones de casos nuevos de infección
por VIH y, según estimaciones para
finales de ese mismo año, 34 millones
de personas vivían con el virus.
Durante la enfermedad, estas personas presentan alteraciones emocionales y
padecen aislamiento, discriminación y rechazo social.

El cuidar al ser humano desde su integralidad se constituye en un reto y en un


propósito, es decir, que desde el acompañamiento a la persona enferma se alcance
un equilibrio a pesar de su malestar, que comprenda y acepte que como paciente
puede recibir o rechazar el cuidado, a pesar de su condición física. La infección por
el VIH, aunque se considera de carácter crónico, implica para el paciente que la
vivencia, unos niveles altos de incertidumbre dada la alta estigmatización que rodea
al sida y la noticia del diagnóstico les lleva a preocuparse por las posibles
reacciones en su entorno social.

Este apoyo debe mantenerse durante el diagnóstico, pues es muy común que se
presente una cascada de emociones y pensamientos de toda índole.

Según Villa y Vinaccia (2006), las principales alteraciones a nivel psicológico


implican pérdida de autoestima, sentimientos de aislamiento, culpabilidad, cambios
en la imagen corporal, frustración y percepción de pérdida del control de la vida.Por
lo tanto, el psicólogo ayuda a procesar la información presentada y la adaptación del
estilo de vida. Y, esto permite disminuir el impacto psicológico del VIH.

Ahora, entre otras consecuencias, muchos pacientes rechazan al diagnóstico.


Además, al ser una crisis difícil de sobrellevar, pueden producirse otras situaciones
de conflicto como la pérdida de trabajo o de pareja, incluso de amigos y familia.Todo
esto conlleva que la persona con VIH enfrente un proceso de adaptación
psicológica. Lo que quiere decir, llegar a un punto de aceptación de su nueva
condición, desarrollo de herramientas para enfrentar las dificultades del diagnóstico
y cambios duraderos en su vida para poder manejarlo.
Diagnóstico de la enfermedad. Caracterización psicosocial

A partir del diagnóstico de esta enfermedad, la persona y su familia comienzan un


proceso de asimilación y afrontamiento psicológico que, dependiendo de los
recursos personales y sociales, pueden derivar en problemas y/o trastornos más o
menos agudos y graves: trastornos depresivos o de ansiedad, con ideas o no de
suicidio, trastornos adaptativos, trastornos de identidad, síntomas de auto rechazo,
culpabilidad, disminución de la autoestima, alteraciones en las relaciones
sexo-afectivas, etc. También se pueden producir dificultades socio-laborales, debido
a los problemas de salud, tales como: discriminación en el ámbito del trabajo,
tendencia al aislamiento social (reduciendo así los contactos con la red social y
familiar).

El VIH despoja al enfermo su autonomía psicológica, el control de sus disposiciones;


debilita su vida mental, su identidad y su autoestima. El VIH sobresalta al sistema
nervioso en diversas formas y desde el inicio, manifestándose en alteraciones de
atención, memoria, función ejecutiva y en casos de fases avanzadas de sida,
cuadros complejos de demencia.

Los momentos de más importancia en apoyo psicológico son:

• Momento del diagnóstico en la vida de la persona: no sólo el momento del ciclo


vital del individuo – como se describió en el apartado anterior – sino también, implica
comprender si el diagnóstico fue inesperado – en un momento en que la personas
se encontraba saludable o no creía haber tenido una situación de riesgo - o si se dio
durante el curso de alguna enfermedad oportunista.

• Momento en el curso de la infección durante el cual consulta. Muchos pacientes


en una fase inicial de la infección se alejan de sus otros significativos por miedo a
infectarlos y por el sentimiento de culpa y fracaso en sus conductas. Este
auto-aislamiento puede estar acompañado por la necesidad de realizar cambios
importantes en su salud, ritmo de vida y sexualidad. Durante un estadio intermedio,
la motivación para la consulta puede deberse a un deterioro en la salud; cuadros de
ansiedad y depresión; una situación de rechazo o discriminación en lo laboral o
afectivo; temores en relación al futuro; fallas en la adherencia; desborde emocional y
miedo a la muerte.

• Impacto emocional del diagnóstico: es necesario evaluar si el diagnóstico le


preocupa dentro de los niveles esperados para atender una enfermedad, o si le
asusta y/o desborda emocionalmente. Es decir, si presenta síntomas depresivos
como anhedonia, abulia, tristeza, desesperanza; ideas de muerte o ideación suicida
o síntomas de ansiedad y/o estrés.
2. ¿Qué tipo de PRUEBAS DE CONTROL se les tiene que practicar?, ¿Cada
cuánto tiempo?

Las pruebas de control son:

Recuento de células T CD4.

Un conteo de CD4 es una prueba mide la


cantidad de linfocitos CD4 en la sangre. Los
linfocitos CD4, también conocidos como
linfocitos T4, son glóbulos blancos que combaten
infecciones y desempeñan un papel importante
en el sistema inmunitario. El conteo de CD4 se
usa para vigilar la salud del sistema inmunitario
en personas infectadas con el VIH (virus de la
inmunodeficiencia humana).

El VIH ataca y destruye los linfocitos CD4. Cuando se pierden demasiados linfocitos
CD4, el sistema inmunitario tiene dificultad para combatir las infecciones. El conteo
de CD4 ayuda al médico o profesional de la salud a determinar si usted está en
riesgo de tener complicaciones graves por el VIH. La prueba también sirve para ver
qué tan bien están funcionando los medicamentos contra el VIH.

Otros nombres: Recuento de linfocitos CD4, recuento de CD4+, recuento de T4,


recuento de linfocitos T cooperadores, porcentaje de CD4, conteo de células T.

El conteo de CD4 se puede usar para:

● Ver cómo el VIH está afectando al sistema inmunitario. Esto ayuda al médico
o profesional de la salud a averiguar si usted está en riesgo de tener
complicaciones por la infección.
● Decidir si debe comenzar a tomar medicación contra el VIH o si hay que
cambiar la medicación que ya toma
● Diagnosticar sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida)
● VIH y sida son términos que se suelen usar para referirse a la misma
enfermedad. Pero la mayoría de las personas con VIH no tienen sida. El
diagnóstico del síndrome se hace cuando el conteo de CD4 está
extremadamente bajo

Los resultados de CD4 se dan como un número de células por milímetro cúbico de
sangre. Esta es una lista de los resultados más comunes. Sus resultados podrían
variar dependiendo de su salud e incluso del laboratorio donde se hacen los
análisis. Si tiene preguntas sobre sus resultados, consulte con su médico o
profesional de la salud.
● Normal: De 500 a 1200 células por milímetro cúbico
● Anormal: De 250 a 500 células por milímetro cúbico. Significa que usted tiene
un sistema inmunitario debilitado y que podría haberse infectado con el VIH
● Anormal: 200 células por milímetro cúbico o menos. Indica sida y un alto
riesgo de infecciones oportunistas potencialmente mortales

Carga viral (ARN del VIH). Esta prueba mide la cantidad de virus en la sangre.
Después de comenzar el tratamiento para el VIH, el objetivo es tener una carga viral
indetectable. Esto reduce significativamente las posibilidades de infecciones
oportunistas y otras complicaciones relacionadas con el VIH.

Un resultado normal significa que no se detectó VIH en la sangre y que usted no se


ha infectado

Una carga viral baja significa que el virus no está demasiado activo y que su
tratamiento parece estar dando resultado

Una carga viral alta significa que el virus está


más activo y que su tratamiento no está dando
resultado. Cuanta más alta es la carga viral,
mayor es el riesgo de tener problemas y
enfermedades relacionados con un sistema
inmunitario debilitado. También significa que
usted corre un riesgo mayor de tener sida. Si sus
resultados muestran una carga viral alta, su
médico o profesional de la salud probablemente
haga cambios en su plan de tratamiento

Resistencia a los medicamentos. Algunas


cepas de VIH son resistentes a los
medicamentos. Esta prueba ayuda a que tu médico determine si tu tipo de virus
específico tiene resistencia y guía las decisiones de tratamiento.

La prueba de resistencia a los medicamentos identifica cuáles medicamentos, si los


hay, no serán eficaces para combatir el VIH de una persona. La prueba de
resistencia a los medicamentos se hace por medio de una muestra de sangre.

Las personas seropositivas deben comenzar a tomar medicamentos contra el VIH lo


más pronto posible después de recibir el diagnóstico de esa infección. Sin embargo,
antes de comenzar a tomarlos, se realiza una prueba de resistencia a los
medicamentos. Los resultados de esa prueba ayudan a determinar qué productos
se deben incluir en el primer régimen de medicamentos contra el VIH.
Una vez que comienza el tratamiento de la infección por el VIH, se hace una prueba
de la carga viral para determinar si los medicamentos empleados para combatirla la
controlan. Si la prueba de la carga viral indica que el régimen de tratamiento de la
infección por el VIH no la controla, se repite la prueba de resistencia a los
medicamentos. Los resultados de la prueba pueden mostrar si el problema está en
la resistencia a esos productos y, de ser así, se pueden emplear para seleccionar un
nuevo régimen.

Se realiza cuando se diagnostica la infección por VIH o inmediatamente antes de


iniciar el tratamiento antirretroviral, o cuando la carga viral aumenta a pesar de estar
recibiendo tratamiento antirretroviral.
3)¿Qué CUIDADOS DE ENFERMERÍA SON NECESARIOS PARA TRATAR ESTAS
INFECCIONES?

5) Trabajad la TÉCNICA NECESARIA para recuperar a la paciente TRAS EL PARO


RESPIRATORIO.

Cuando un profesional de la salud identifica el paro cardíaco, es fundamental que:


El EQUIPO DE REANIMACIÓN sea reactivado de inmediato

Que sea realizada una RCP TEMPRANA Y DE ALTA CALIDAD. Esto significa que
las compresiones deben ser iniciadas dentro de un período de 10 segundos tras la
identificación del paro cardíaco.

Comprimir fuerte y rápido: - Comprimir a una frecuencia de 100 a 120


compresiones por minuto (cpm)

- Con una profundidad de al menos 5 cm (2 pulgadas) en adultos.

Permitir una Expansión Torácica Completa después de cada compresión.

- Minimizar las interrupciones de las compresiones a menos de 10 segundos.


- Reconocer que el paciente presenta un paro cardíaco, comprobando que no
responde, no respira (o no lo hace con normalidad; o solo jadea o bloquea) y no
tiene pulso.

- Luego de confirmar que el paciente sufre un paro cardíaco, active el sistema de


respuestas a emergencias intrahospitalario o pida que otra persona que lo haga
mientras brinda la asistencia.

Una dinámica de equipo efectiva es fundamental durante la reanimación en el que


participen varios reanimadores .

Los eslabones de la cadena de sobrevivencia

La cadena de sobrevivencia de la AHA describe los pasos fundamentales que son


necesarios para tratar una emergencia en la cual peligra la vida de la víctima, por
ejemplo, un ataque cardíaco, paro cardíaco, accidente cerebrovascular y
obstrucción de las vías respiratorias por un objeto extraño. Los eslabones de esta
cadena de sobrevivencia son los siguientes:

Acceso temprano al sistema de respuesta de emergencia.

RCP temprana para ayudar a la circulación al corazón y al cerebro hasta que se


restablezca la actividad cardíaca normal.

Desfibrilación temprana para tratar el paro cardíaco causado por fibrilación


ventricular.

Atención avanzada temprana por parte del SME y del personal hospitalario.

El primer eslabón, el acceso temprano al sistema de respuesta de emergencia,


implica reconocer de manera temprana la emergencia cardíaca y notificar
inmediatamente al personal de rescate a través del sistema telefónico universal 911
(u otro número de emergencia), así como por medio de un sistema interno de alerta
dentro de establecimientos específicos para que den origen a una respuesta por
parte del personal capacitado y equipado.

El segundo eslabón, la RCP temprana, constituye un conjunto de medidas que el


rescatista lleva a cabo en secuencia para evaluar y sostener las vías respiratorias, la
respiración y la circulación.

El tercer eslabón, la desfibrilación temprana, es la aplicación de una descarga al


corazón para revertir el ritmo cardíaco de la fibrilación ventricular al ritmo cardíaco
normal.
El cuarto eslabón, la atención avanzada temprana, se relaciona con la respuesta del
personal del SME prehospitalario (paramédicos), altamente capacitado y equipado,
que pueda atender al paciente y administrarle medicamentos, practicarle
procedimientos avanzados en las vías respiratorias, además de llevar a cabo otras
intervenciones y protocolos, antes de que el paciente llegue a una institución de
atención avanzada.

Sin embargo, para que el paciente tenga la mayor probabilidad de sobrevivir a un


paro cardíaco fuera del hospital, la RCP y la desfibrilación temprana se le deben
aplicar antes de los primeros 4 minutos de sucedido el paro cardíaco [la Asociación
Estadounidense del Corazón (AHA) recomienda 3 minutos], seguidas de soporte
vital avanzado dentro de los primeros 8 minutos después del paro.

También podría gustarte