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ACCIONES EXTRACAMBIARIAS 81 vse mueven en la misma direccién y tienden a prodycir el mismo resultado econdémico o sustancial: La satisfaccion al | acreedor de una suma de dinero (relacién de concurrencia). \Pero el sentido comtin reclama y el ordenamiento juridico exige que tnicamente se realice una de las relaciones ju- idicas concurrentes, esto es, que la satisfaccién al acteedor e efecttie sdlo una vez (relacion de alternancia). Si ambas udieran realizarse cumulativamente, el deudor tendria que agar dos veces, y en ese caso la segunda atribucién pa- rimonial careceria de causa que lo sustente. : Lo expuesto hace necesario, como paso previo al e3- udio de la accién causal con base en su texto positivo (art. 61, L.C.), el analizar brevemente las manifestaciones de in- fluencia reciproca entre ambas relaciones juridicas. 14.2. Manifestaciones de influencia reciproca entre la relacién causal y la cambiaria. Sin duda, y segtin las consideraciones expuestas en el punto anterior, podemos afirmar que la independencia entre ambas relaciones es relativa. ‘linea ET imperativo de su realizacién alternativa marca la mas importante manifestacion de su interrelacién, al impedir al acreedgy,satisfecho en virtud de cualquiera de las relaciones juridicas, la posibilidad de cobro por la otra via’. En lo que respecta a la influencia de la relacion causal sobretacambiaria, ella se manitiesta-crr Tos SipMicntes as- pectos: > Recordemos que estamos por hipdtesis en el tramo duer partes, por 10% ue no existe Limite alguno a la oponibilidad dle excepeiones. Sin embargo, habri que tener presentes en el punto las consideraciones efectuadas en ta primera parte de la obra, a a para ta oponibilidad de lt rea de las condiciones de procedct excepcién de pago y demas excepciones extintivas en el juicio ¢jecutive. A lo alli expuesto, y al capitulo 19, brevisatiy causa, nos remitimos (ver LT, ps. 455 Y 885 y 477 y s5,). ARIAS 82 ACCIONES ¥ EXCEPCIONES CAM oponibilidad de las excepciones ca ya To sefalamos, inter partes la obligacién cambiaria se comporta causalmente, ya que ninguna proteccién adicional corresponde al vinculado directo dentro de una disciplina cuyo norte se orienta a favorecer la circulacién ternaria; confirmacién de un negocio anulable: expresan Les- siempre que el Por otra parte, y en cuanto a la influencia de la re- : dnfluencia de lap lacion_cartular_sobre la , corresponde men- le vencimiento de la obligacién acide de la relaci On subyacente: si el vencimiento de la figacién nacida de la relacién subyacente, s¢_en- jende que Ta acepiacion de Ta entrega de la cambial por parte del acreedor implica su voluntad de postergar cl cobro ausal. En consecuencra, ef acreedor no puede amar el importe de su crédito causal en tanto la obli cién cambiaria no resultare exigible (arg. art. 61, L.C.)*. En Droit voluntaria, total © pate 6 La doctrina es pacilica sobre el punt vet, po oo PS 1225 y soa Pavone, Cambale, p. 601; Huceh-Canars, Derecho.» p.230. un fen aquellos paises que ~como Espana- no han incorporado a sus leyes cambiarias ACCIONES EXTRACAMBIARIAS 83 1 caso inverso, si el vencimiento de la cambial resultare nterior al de la obligacién causal, el acreedor puede exigir u cumplimiento, produciéndose la consecuencia de que la ntrega de la cambial importé para el deudor el adelanta- de 1a exigibilidad de su deuda’. CU )%Un punto particularmente controvertido es el de la interrupcidn 0 suspension cién causal, como consecuencia de la emision o trasmisién “de ta 1 cambial. a la cambial de un cardcter_de_reconocimiento de _deuda igacion causal y el consecuente efecto interruptivo iv). En nuestra opinion, y acorde ya Tas exigencias del art. 722 del C.Civil, constituye un re- quisito esencial del reconocimiento de deuda expreso, la men- cién de la “causa de la obligacién original”*. Por ello, y para que la trasmisién —lato sensu- de una cambial importe el reconocimiento expreso de la obligacién anterior, es ne- 1 a nuestro art. 61, L.C., la solucién es idém luego de sentar la tradicional re de novacién, sefiali que en tanto la ‘encuentra un expreso respaldo norm: is suspended pro tanto unt las condiciones de proceder nas apreciaciones adicions .cién del texto no puede set entendida como con- de la inexistencia de novacién Recordemos que estipulaciones y altera- ETO PrAMApal, o a su causa, como consecuencia de ta emi ba segunda ps 1 punto. Colmo 1 sentido y metodologia de los , C.Civ. Un pa anaoni (dit), Cédigo 1 pS. 227 y ss. ps. 377 y 8.) ctitica se) ina intenpretacivn restr ONES -AM as ‘Acctones ¥ ENCES cesatio que resulte ex titulo Ia obligaeisn que se quiere re- ssnover, fo que generalmente no sucede’. Lo dicho, sin embargo, no puede ser considerado definitivo, ya que el | reconocimiento de deuda en general, y el interruptivo de) la prscripcidn en particular, puede ser expreso 0 técito (arts.| 721 y 3989, C.Civ.). Cabe preguntaros, entonces, si la emisin 0 trasmision| del titulo de crédito puede ser considerado un reconocimien. to tdcito de la obligacién causal. Sobre el concepto de reconocimiento, expresa Colmo" que en él se incluye cualquier manifestacién de voluntad, ‘expresa 0 ticita, escrita 0 verbal (arts. 915 y sus cones. 719 a 721 y 974, C.Civ.), en cuya virtud el deudor se con- fiese tal; ya directa, ya indirectamente, con relacién espe cifica a la obligacién en juego, pues con ello queda acre- ditado que no cuenta con la prescripcién y que subordina, su dad al pago de su obligacién. Por otra parte, y a pesar del tenor aparentemente res trictivo derivado de la redaccién del art. 721, C.Civ., doc: trina y jurisprudencia son contestes en la existencia de otras hipotesis de reconocimiento tacito de la obligacién, lo que | surge claramente de la nota del art. 3989 del C.Civ., donde Vélez expresa que “el reconocimiento técito resulta de todo hecho que implica la confesién de la existencia del derecho. del acreedor”". Angeloni, basindose en el art. 2944 del C.Civ. italiano, ‘que admite ef reconocimiento técito como interruptivo de la prescripcién, nos dice que no se pucde imaginar un acto t * Destuca Pérez Fontana (Titulos ..., I. p.89) que la chiusula de valor ‘convcimient 386 y 387, NES EXTRACAMBIAR 85 f de reconocimiento més idéneo ¢ inequivoco de una deuda propia, que el de una persona que para satisfacerla asume otra obligacién y otorga al acreedor un titulo mas eficaz para exigir el cumplimiento”™ La interrupcién de la prescripcién de la obligacién cau- sal va acompaftada, ademés, por la suspensién de ella, atento a su imposibilidad sobreviniente de ejercicio (arg. art. 3980, C.Civ.)”. Por tanto, la interrupcién de la prescripcién opera el dia de la entrega de la cambial"’, y el plazo comienza a ser computado nuevamente en el momento en que cl ejer- cicio de la accién causal resultare procedente (arg. art. 61, L.C) incorporacién de la accién causal a nuestra legislacion. 14.3. Como hemos visto, existen en el C.Civil dos disposi- ciones (arts. 812 y 813) que sientan el principio de inde- pendencia entre la obligacién cambiaria y la causal, aunque dichas normas no se ocupaban de la regulacién y coordi- nacién necesaria entre ambas acciones. En la discusién de la que lucgo seria la L.U.G., no se logré obtener un criterio unitario en torno de la incor- poracién de la accién causal, ya que se considerd a tal ma- teria como ajena al dmbito estrictamente cambiario. Por ello, y atento a los conocidos limites de la uni- ficacién, se dejé librada la cuestién de la accién en estudio | al anexo II de las Reservas, cuyo art. 46 establecié que “la joni, Cambiale ..., p- 481. aramente des! igacién cambiaria inter partes.

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