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01 Estructura de La Formacion Profesional
01 Estructura de La Formacion Profesional
PROGRAMACIÓN DIDÁCTIVA
DE ACCIONES FORMATIVAS PARA EL EMPLEO
Estructura de la
Formación Profesional
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En realidad, las Cualificaciones Profesionales se establecieron, por una parte, para dar respuesta a la
exigencia europea, y por otra parte, para unificar en España los tres subsistemas de Formación Profesional,
de tal forma que los nuevos Certificados de Profesionalidad y los Títulos de Formación Profesional tengan
como contenidos comunes los que figuran en estas Cualificaciones Profesionales.
NIVEL 2
Comercio y marketing Capacidad de utilizar instrumentos y técnicas
Edificación y obra civil propias.
Electricidad y electrónica Conocimientos de fundamentos técnicos y
Energía y agua científicos de la actividad del proceso.
Fabricación mecánica Competencia en actividades que requieren
Hostelería y turismo dominio de técnicas y se ejecutan con autonomía.
NIVEL 3
Imagen personal Responsabilidad de supervisión de trabajo técnico
Imagen y sonido y especializado.
Industrias alimentarias Comprensión de los fundamentos técnicos y
Industrias extractivas científicos de las actividades y del proceso.
Informática y Competencia en un amplio conjunto de
comunicaciones actividades complejas.
Instalación y mantenimiento Diversidad de contextos con variables técnicas
Madera, mueble y corcho científicas, económicas u organizativas.
NIVEL 4
Se entiende que una persona está cualificada cuando en su desempeño laboral obtiene los
resultados esperados, con los recursos y el nivel de calidad debido.
Desde un punto de vista formal, la cualificación es el conjunto de competencias profesionales
(conocimientos y capacidades) que permiten dar respuesta a ocupaciones y puestos de trabajo
con valor en mercado laboral, y que pueden adquirirse a través de formación o por experiencia
laboral.
El CNCP incorpora:
Las competencias clave son aquellas que permiten a los individuos adaptarse a un entorno
laboral cambiante; permiten obtener buenos resultados durante la actividad profesional en
diferentes dominios o contextos sociales. Constituyen pues la clave para la flexibilidad
profesional o funcional de los trabajadores al posibilitar su movilidad, ya sea dentro de un mismo
campo ocupacional o de un campo a otro.
El SNCFP persigue identificar cuáles son las competencias requeridas para el empleo, por lo que
tiene en cuenta tanto las competencias profesionales técnicas como las competencias clave, no
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Ley 5/2002 de las Cualificaciones y de la Formación Profesional.
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Ley 5/2002 de las Cualificaciones y de la Formación Profesional.
NIVEL COMPETENCIA
C) La Unidad de Competencia
Esta estructura permitirá evaluar y acreditar al trabajador cada una de sus unidades de
competencia, obtenidas mediante la formación o la práctica laboral, de tal forma que puede
acumularlas y podrá conseguir la acreditación de la cualificación completa mediante un Título de
Formación Profesional o un Certificado de Profesionalidad
Los criterios de realización (CR) expresan el nivel aceptable de la realización profesional para
satisfacer los objetivos de las organizaciones productivas y, por tanto, constituyen una guía para
la evaluación de la competencia profesional.
E) El Módulo Formativo
La elaboración del Catálogo responde a unas bases metodológicas aprobadas por el Consejo
General de Formación Profesional, en el que participan y colaboran:4
– La Administración General,
– Las comunidades autónomas
– Las organizaciones empresariales y sindicales.
Para definir las cualificaciones se han creado 26 grupos de trabajo, uno por cada familia
profesional del Catálogo, que integran expertos formativos y productivos seleccionados por las
organizaciones del Consejo General de Formación Profesional. La dirección de los grupos
corresponde al Instituto Nacional de las Cualificaciones (INCUAL), organismo responsable
de definir, elaborar y mantener actualizado el CNCP. El trabajo para determinar y elaborar el
Catálogo se organiza en cinco etapas sucesivas:
Etapa Procedimiento
Preparación datos y
A Preparación de datos y formación del Grupo de Trabajo
conformación GT
Definición de la
C Diseño de los Módulos Formativos asociados a las Cualificaciones
formación asociada
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Esta metodología es similar a la que se utilizó para elaborar el Catálogo de Títulos de Formación
Profesional y los Certificados de Profesionalidad.
Otra novedad significativa es que la simulación del trabajo práctico y teórico se complementa
con la formación en las empresas que, por lo general, disponen de medios y tecnologías más
Industrias alimentarias
Actividades físicas y deportivas
Informática y comunicaciones
Administración y gestión
Instalación y mantenimiento
Agraria
Madera, mueble y corcho
Artes fráficas
Marítimo pesquera
Comercio y marketing
Química
Edificación y obra civil
Sanidad
Electricidad y electrónica
Seguridad y medio ambiente
Energía y agua
Servicios socioculturales y a la
Fabricación mecánica
comunidad
Hostelería y turismo
Textil, confección y piel
Imagen personal
Transporte y mantenimiento de
Imagen y sonido
vehículos
Los Títulos de Formación Profesional deben tomar como referencia las necesidades de
cualificación del sistema socio-productivo y, en consecuencia, enfocarse desde la perspectiva de
la adquisición de la Competencia Profesional, es decir, el conjunto de capacidades necesarias
para desempeñar "roles" en situaciones de trabajo a los niveles requeridos en el empleo.
Esta demanda del sistema productivo de Formación Profesional viene determinada por los
cambios sociales producidos en los últimos años, tales como la crisis del pleno empleo y la
reestructuración del mercado de trabajo, el incremento y la creciente variedad de los servicios
sociales, la aparición de nuevos campos profesionales, la implantación y generalización de
nuevas tecnologías, la rápida obsolescencia de los equipamientos y de las técnicas, la
automatización creciente de los procesos productivos y las nuevas formas de organización y
gestión administrativa.
La Ley de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990 pretendía responder a las
necesidades reales del mundo productivo, ser un puente eficaz que condujera al empleo y a
facilitar el progreso profesional de las personas. Dividió el sistema español de formación
profesional en tres grandes subsistemas:
En contraste, la Formación Ocupacional está orientada a los trabajadores activos y tiene un perfil
más estrecho y ligado al mercado de trabajo, buscando la reinserción laboral de los
participantes.
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Real Decreto 1538/2006, de 15 de diciembre
Cada módulo está formado por un determinado número de horas y se detallan los contenidos y
capacidades que se desarrollarán y los criterios de evaluación, así como las características que
habrán de reunir los centros en los que se impartan.
Para la determinación de las cualificaciones de cada familia profesional se han constituido grupos
de trabajo compuestos por expertos propuestos por el Consejo General de la Formación
Profesional, y el Instituto Nacional de las Cualificaciones es quien coordina todo el trabajo de
estos grupos, en base a los siguientes pasos:
– Análisis del sector productivo para llevar a cabo la identificación de las cualificaciones
profesionales que se demandan.
Así la formación profesional queda diferenciada en: Formación Profesional de Base (FPB) y
Formación Profesional Específica (FPE).
Estos ciclos son exclusivamente profesionalizadores, de engarce entre la formación de base del
tronco general y la formación en el puesto de trabajo. Son, en suma, el puente entre la escuela
y la empresa.
Tanto los Ciclos Formativos de Grado Medio, como los de Grado Superior, se organizan
internamente mediante módulos profesionales.6 Para obtener el título en un Ciclo
Formativo, es necesario haber superado todos los módulos del mismo.
6
Término equivalente a lo que generalmente se entiende por asignatura.
– Bachillerato.
Grado Medio Técnico – Ciclo Formativo de Grado Superior (mediante
prueba de acceso y con 18 años).
Consiste en una descripción detallada de la cualificación obtenida por el titular del Título
de Formación Profesional o un Certificado de Profesionalidad. En él se informa básicamente
sobre:
– Las capacidades y competencias obtenidas
– Los empleos que puede desempeñar
– Los organismos de titulación y acreditación
– El nivel del título o certificado
– La base legal o normativa aplicable
– Las distintas vías de formación para obtener el certificado
– El tipo de formación recibida
– Los requisitos para el ingreso y las oportunidades para acceder a una formación en el
siguiente nivel educativo
Por tanto, estas normativas rompen definitivamente la barrera que existía entre población
ocupada y población desempleada, integrándolos en una única realidad como formación y
empleo para poder conseguir el pleno empleo, objetivo preferente fijado en la Estrategia del
Consejo Europeo celebrado en Lisboa en el año 2002 y en donde se afirmaba la pretensión de
desarrollar una educación y formación profesional de alta calidad como parte integrante y crucial
de dicha estrategia a través del fomento de la inserción laboral, la cohesión, la movilidad, la
empleabilidad y la competitividad. El Ministerio de Trabajo e Inmigración apuesta por que la
integración de ambas formas en un solo subsistema:
En términos de financiación, las empresas, para formar a sus trabajadores, disponen anualmente
de un crédito que cubre total o parcialmente los costes derivados de la formación para sus
trabajadores, con lo que se consigue con ello:
Esta financiación de los distintos programas de formación que las empresas pongan en marcha
se realizará a través de un “sistema de bonificaciones” en las cuotas a la Seguridad Social.
Igualmente importante es que esta norma ha tenido muy en cuenta las necesidades de las
pequeñas y medianas empresas (pymes) en materia de formación, de tal forma que pueden
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Cf. Real Decreto 395/2007, de 23 de marzo, por el que se regula el Subsistema de Formación Profesional
para el Empleo (BOE 87, de 11 de abril de 2007)
En julio del año 2004, el gobierno, la CEOE, CEPYME, CC OO y UGT firman la “Declaración del
diálogo social y competitividad, empleo estable y cohesión social” por la cual se estableció la
participación conjunta de todos los firmantes en el análisis del modelo de formación de los
trabajadores y así poder establecer las adaptaciones necesarias. El gobierno y las organizaciones
empresariales y sindicales suscribieron entonces el “Acuerdo de Formación Profesional para el
Empleo”, con unos fines, principios y ejes que, decididamente, se han tenido en cuenta en la
elaboración final del Real Decreto 395/2007. Los principales principios generales del Acuerdo
suscrito entonces eran:
Por otro lado, la formación puede impartirse tanto en forma presencial, a distancia convencional,
teleformación o mixta.
Sin embargo, las Administraciones competentes podrán establecer en sus respectivos ámbitos de
gestión, un número de participantes menor a los mencionados en función de las características o
del contenido de la formación, o bien según el colectivo a los que va dirigido. Para que quede
garantizado el acceso de todas las personas tienen prioridad como participantes en las acciones
formativas:
– Las mujeres
– Los jóvenes
– Los discapacitados
– Las víctimas del terrorismo
– Las víctimas de la violencia de género
– Fundación Tripartita: Creada en junio del año 2002 por parte de la Administración a
través del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, las organizaciones sindicales CC OO,
UGT y CIG, y las organizaciones empresariales CEOE y CEPYME, como Fundación de
carácter laboral, con personalidad jurídica propia y bajo el protectorado del Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales, con dos finalidades básicas:
A) La formación de demanda
Abarca todas aquellas acciones formativas de las empresas y los permisos individuales de
formación financiados total o parcialmente con fondos públicos para responder a las necesidades
específicas de formación planteadas por las empresas y sus trabajadores. Por tanto, las
empresas son las encargadas de planificar y gestionar la formación de sus trabajadores, aunque
también se reconoce a los trabajadores el derecho a solicitar permisos de formación.8
Las empresas pueden contratar la organización de las acciones formativas a centros o entidades
especializadas, que sumen la coordinación de las acciones formativas y las empresas la
responsabilidad de la ejecución de las acciones formativas bonificadas ante la Administración. Es
decir, la empresa se limita a escoger el curso o cursos de formación que le interesa, o propone
un programa a medida, y la entidad mediadora realiza todos los trámites administrativos
relativos a la bonificación de los costes por la empresa.9
La formación que se imparta debe guardar relación con la actividad empresarial y puede ser
general o específica, y pueden participar los trabajadores asalariados que prestan sus servicios
en empresas o entidades públicas, incluidos los trabajadores fijos discontinuos en los periodos
de no ocupación, así como los trabajadores acogidos a regulación de empleo por expediente
autorizado. También pueden participar en las mismas acciones formativas los trabajadores que
cuando se encuentren en periodo formativo, pierdan su trabajo.
8
Corresponde a la representación legal de los trabajadores el ejercicio de los derechos de participación e
información.
9
La CEOE creó el Centro de Información para la Formación para el Empleo (CEIFOR) con la finalidad de
orientar al trabajador y a las empresas (especialmente pymes) respecto de las iniciativas, bonificaciones,
servicios, centros, acciones formativas, trámites, normativa y cualquier actividad del entorno de la
formación continua.
Para apoyar a las pequeñas y medianas empresas (pymes), el Sistema Nacional de Empleo
promoverá iniciativas para facilitar y generalizar el acceso de sus trabajadores a la formación, a
cuyo efecto, el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) y los órganos o entidades
correspondientes de las Comunidades Autónomas,
B) Formación de oferta:
Este tipo de formación comprende los planes de formación subvencionados y las acciones
formativas dirigidas a trabajadores ocupados y desempleados para ofrecerles una formación que
les capacite para el desempeño cualificado de las profesiones y el acceso al empleo. En este
contexto se incluyen los programas específicos para la formación:
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Una opción para reducir los gastos es que las empresas se agrupen voluntariamente para organizar la
formación de sus trabajadores.
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El permiso individual de formación es la concesión a un trabajador por parte de la empresa de unas horas
de su jornada laboral para seguir, de forma presencial, estudios de titulaciones oficiales relacionados con
la mejora de la capacitación profesional o personal.
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A pesar de los beneficios de esta opción, la realidad es que pocas empresas están dispuestas a conceder
un determinado número de horas de jornada laboral para que un empleado reciba formación. Y en otras
ocasiones los trámites burocráticos necesarios ya desmotivan la predisposición de la empresa a formar a
sus trabajadores.
La ejecución de los planes de formación se llevará a cabo mediante convenios suscritos entre el
Servicio Público de Empleo estatal o, en su defecto, de los órganos competentes de las
Comunidades Autónomas y las organizaciones empresariales y sindicales más representativas.
En aquellas acciones formativas dirigidas preferentemente a trabajadores desempleados, se
potenciará:
A cambio las empresas pueden recibir una compensación económica por alumno de práctica.
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El Ministerio será el encargado de realizar una planificación plurianual en la que se determinen las
prioridades, objetivos generales y recomendaciones a tener en cuenta en la oferta formativa del conjunto
del subsistema de formación profesional para el empleo.
A todo ello se une la intención educativa y cuál será el “para qué” de la acción educativa, y así
nos encontraremos con tres tipos de programas formativos según las circunstancias de que se
trate:
Los programas formativos son instrumentos, documentos, a través de los cuales se pretende
obtener determinados resultados de aprendizaje y cualificación, y se definen como un proceso
ordenado y explícito de valoración de la realidad-contexto, fundamentado pedagógica y
metodológicamente, con una previsión de secuencia de las acciones formativas y una valoración,
adaptación y cambio en función de los resultados obtenidos, todo ello con la finalidad de
conseguir un determinado aprendizaje.
Es un proceso integrado e integral que trabaja con materiales que se adaptan y precisan a lo
largo de todo el proceso de aprendizaje, construyendo un itinerario formativo. El programa
formativo no es sólo un trabajo previo al comienzo de la acción formativa sino que cobra su
sentido y se desarrolla a lo largo de todo el proceso de formación y se valida finalmente a su
finalización.
Todo el proceso de construcción del programa formativo debe responder a una lógica interna
que fundamente el proyecto, aunque eso no supone que cada paso de su elaboración deba
hacerse de forma sucesiva, sino de forma integral, de tal forma que a posteriori se pueda ir
ajustando en su desarrollo real sin perder la coherencia con los objetivos y competencias que se
pretenden.
Del ajuste del formato de programa formativo diseñado dependerá, en gran parte, que los
resultados que se obtengan estén realmente adecuados o no a las necesidades que se habían
detectado previamente.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que además de que la programación formativa
tenga sentido y coherencia, importan también los aspectos formales que den claridad a la hora
de expresar las intenciones formativas. El diseño del programa formativo suele generar distintos
documentos y distintas formas de presentar una misma información en función de a quien se
dirija, ya que no es lo mismo presentar un proyecto para solicitar, por ejemplo, una financiación,
que para discutirlo con un grupo de participantes. En cualquiera de esos documentos que se
generan hay que tener en cuenta siempre:
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La planificación de la formación puede ser desarrollada por la entidad formativa que organiza la formación,
por el coordinador, por un equipo docente o por el propio grupo de participantes, y como en el resto de las
decisiones al respecto, se trata en última instancia de una decisión ideológica y técnica que establecerá una
forma de trabajar u otra.
La planificación o diseño del programa formativo no es algo ajeno al proceso formativo, sino que
es el eje que comprende lo que ocurre realmente en el espacio formativo y por qué y para qué
tiene que ocurrir así. Tampoco es estática la planificación del programa formativo ya que se debe
configurar en continuo diálogo con la realidad, adaptándose continuamente a las circunstancias.
No se trata de elaborar solo un documento programa o una memoria formativa, sino que
comprende el conjunto de reflexiones y decisiones que abarcan la concepción y el desarrollo de
un proceso formativo y que se explicitan en los documentos necesarios. Se trata de clarificar y
comunicar para garantizar la consecución de los aprendizajes que se pretenden y así, poder
evaluar y mejorar las estrategias de actuación.
Finalmente, es necesario tener claro que una programación formativa puede ser errónea, pero
jamás debe ser falsa.
El artículo 11 del Real Decreto 34/2008, de 18 de enero, por el que se regulan los certificados de
profesionalidad, establece que en los programas de formación en alternancia con el empleo, los
contenidos de la formación serán los correspondientes a los módulos formativos
asociados a las unidades de competencia de los certificados de profesionalidad cuando
se corresponda con la ocupación relacionada con el oficio o puesto de trabajo previsto en el
contrato laboral.
Tendrán dicha consideración las acciones formativas de los contratos para la formación y los
programas públicos de formación y empleo, es decir:
– Escuelas Taller
– Casas de Oficios
– Talleres de Empleo
Los alumnos de los programas de formación en alternancia con el empleo estarán exentos del
módulo de formación práctica en centro de trabajo.
Los alumnos que superen los módulos de aquellos programas de formación en alternancia que
den respuesta a módulos formativos referidos a unidades de competencia correspondientes a
cualificaciones de nivel uno del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, obtendrán el
certificado de profesionalidad o la acreditación parcial correspondiente expedidos por el órgano
Este tipo de formación la componen las acciones formativas de los contratos para la formación y
por los programas públicos de empleo-formación, que permite al trabajador compatibilizar la
formación con la práctica profesional en el puesto de trabajo. En todo caso, la formación siempre
debe estar relacionada con el puesto de trabajo que se desempeña. Los trabajadores
contratados para la formación y los trabajadores desempleados son los destinatarios de este tipo
de formación.
El tiempo dedicado a la formación teórica, que se imparte siempre fuera de puesto de trabajo, se
fija en el contrato en función:
Las empresas pueden financiar el coste de la formación teórica también mediante bonificaciones
en las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, y los programas públicos de empleo-
formación se financian mediante subvenciones otorgadas a las entidades promotoras de los
mismos.
Se trata de aquellas acciones que permiten mejorar la eficacia del subsistema de Formación
Profesional para el Empleo.
El subsistema de formación profesional para el empleo se financia con los fondos procedentes
de:
Una vez que se hayan establecido las propuestas formativas más beneficiosas en base a las
necesidades y prioridades de la empresa, se pasa a estimar la cuantía que otorgará la
Administración a la empresa en cuestión en forma de bonificaciones. Esta cuantía se puede
conocer de antemano a partir del uno de enero de cada año y es lo que se conoce como “cálculo
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En ningún caso el tiempo de formación puede ser inferior al 15% de la jornada máxima prevista en el
convenio colectivo o, en su defecto, de la jornada máxima legal.
Por tanto, para el ejercicio presupuestario de un año concreto, el crédito del que dispondrán las
empresas para desarrollar la “formación de demanda”, se establecerá al aplicar a la cuantía
ingresada por la empresa en concepto de formación profesional durante el año anterior y el
porcentaje de bonificación. Las empresas de uno a cinco trabajadores disponen de un crédito de
bonificación por empresa. Para las empresas de uno y dos trabajadores, el crédito se asigna para
un periodo de tres y dos años respectivamente. Para las empresas de tres a cinco trabajadores,
el crédito se asigna con carácter anual.