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Teoría de drogas y alcohol

La adicción se describe como una enfermedad que dura toda la vida, que se caracteriza por
conductas de búsqueda de la sustancia adictiva y su consumo compulsivo.

Se ha comprobado que el consumo de drogas tiene un efecto en el funcionamiento y estructura


del sistema nervioso. Estas alteraciones pueden ser duraderas e inducir comportamientos que
pueden llegar a poner en riesgo la vida de la persona que sufre la adicción.

El abuso de drogas supone el incremento de la tolerancia a ciertas sustancias, la sensibilización a


otras, y la aparición de un estado de dependencia que mantiene en el individuo un fuerte deseo de
volver a consumir.

Además, cabe destacar que, si la persona pasa cierto tiempo sin consumir, pueden aparecen
molestos síntomas de abstinencia, que son opuestos a las sensaciones que puede simular una
droga.

La adicción está vinculada con un aumento de la probabilidad de recaída, que suele comenzar
cuando la persona se expone a ciertos estímulos que asocia con las drogas. También conlleva que
la conducta de consumo se mantenga, aunque ésta dé lugar a consecuencias negativas para la
persona, creándose incluso un círculo vicioso: el individuo consume una sustancia, esto provoca
directa e indirectamente efectos negativos biopsicosociales, por lo que, su vía de escape es volver
a consumirla para evadirse de los problemas.

Efectos de las drogas al sistema nervioso


Alteración del ADN

Parece que, en el desarrollo de una adicción, se alteran factores de transcripción,


genes tempranos inmediatos y rutas de mensajeros intracelulares en el sistema de
recompensa del cerebro. Se ha observado también que afectan a los circuitos
cerebrales involucrados en la motivación, la memoria y la toma de decisiones.

Sin embargo, cómo es la relación directa de estos sistemas con el abuso de


sustancias adictivas aún no se conoce con absoluta certeza.

Alteración de las conexiones sinápticas

Se ha comprobado que la adicción cambia la fuerza de las conexiones sinápticas


de las neuronas, sobre todo aquellas que liberan y reciben glutamato, un
neurotransmisor excitatorio.

Se han encontrado en numerosas investigaciones inmunohistoquímicas,


histológicas y morfométricas variaciones morfológicas en el cerebro de
consumidores habituales de varias drogas diferentes.
Los principales hallazgos incluyen pérdida neuronal, daño axonal generalizado,
problemas neurodegenerativos, disminución de proteínas ácidas fibrilares gliales,
así como alteraciones en la microvasculatura cerebral.

Cambios neuroquímicos y funcionales en el cerebro

También se han observado cambios neuroquímicos y funcionales en el cerebro de


los adictos gracias a estudios de neuroimagen.

Cuando la persona está bajo los efectos de las drogas o en el craving (fuerte
deseo de volver a consumirla) se activa mecanismos cerebrales complejos. Estos
involucran las vías de recompensa (núcleo de accumbens), circuitos asociados
con la motivación (corteza orbitofrontal), memoria (amígdala e hipocampo) y
control cognitivo (giro cingulado y corteza prefrontal).

Disminución los niveles de dopamina

La dopamina es una sustancia que aumenta bruscamente y de forma muy rápida


cuando se está bajo los efectos reforzantes de las drogas.

El mecanismo principal que mantiene la adicción es la liberación de dopamina


en núcleo de accumbens cuando la droga se consume. Esto despierta placer en el
sujeto y funciona como falsa señal, indicándonos que esa conducta facilita la
supervivencia o la reproducción. Este sistema se conoce como la vía de
recompensa, y facilita al cerebro el registro de esa experiencia para procurar
volver a repetirla en el futuro.

De forma natural, las recompensas se consiguen con esfuerzo y suelen


demorarse. Sin embargo, con las drogas ocurre todo lo contrario: el acceso al
placer es directo.

Cuando se interrupe el consumo, el nivel de dopamina cae provocando


disfunciones en el área prefrontal del cerebro. Esto da lugar a impulsividad y
problemas para el control inhibitorio así como una reducción en la capacidad de
gratificación de estímulos reforzantes naturales, como la comida o el sexo.

Cuando se abusa de una sustancia por un largo periodo de tiempo, se produce


una disminución de los niveles de dopamina en un intento del cerebro por
regularlas. Los adictos poco a poco van a necesitar dosis más altas y con más
frecuencia para conseguir los efectos que la droga producía al principio.

Aumento del umbral del placer: pérdida de control

La sustancia adictiva y los estímulos que se relacionan con la pérdida de control


adquieren un gran poder de recompensa que prevalece por encima de cualquier
otro estímulo agradable.
Esto se produce por condicionamiento y por desajustes en el umbral del placer, de
forma que la persona se acostumbra a niveles de placer muy altos producidos por
la droga y otro estímulo no es capaz de provocarlo.

Además, cuando el sujeto se expone a la droga o elementos asociados a ella,


parece que el simple recuerdo de la gratificación que proporciona esa sustancia
produce la sobreactivación del circuito de recompensa a la vez que disminuye el
control cognitivo.

Por eso resulta muy complicado para los adictos inhibir su comportamiento de
búsqueda de la droga y abandonar el consumo.

A pesar de años de abstinencia, los recuerdos permanecen fijos en la mente del


adicto. De esta forma, ante eventos, lugares o experiencias que se relacionan con
la droga se reactiva este deseo de consumirla, independientemente del tiempo
que haya pasado.

Este fenómeno se denomina aprendizaje condicionado, que establece


asociaciones muy persistentes entre dos estímulos, principalmente cuando
involucran vías del placer. Esto se produce porque el núcleo accumbens manda
señales a la amígdala y al hipocampo, y éstos se dedican a almacenar y
consolidar recuerdos que provocan sentimientos intensos.

Por ese motivo, un alcohólico que lleva años sin beber puede sentir el impulso de
beber de nuevo cuando vuelve al bar que antes frecuentaba.

Por eso se aconseja para evitar recaídas que se cambie el entorno y los hábitos
de la persona.

Efectos según el tipo de drogas


 

Los efectos que las drogas provocan en el organismo no son los mismos en
función de cuál se consuma. La OMS clasifica estas sustancias en tres tipos:
estimulantes, depresoras y perturbadoras.

1. Drogas estimulantes
Este tipo de sustancias aceleran el funcionamiento normal del cerebro provocando
un estado de activación del mismo. Los efectos de las drogas estimulantes son:

 Desinhibición
 Euforia
 Disminución de la fatiga y el sueño
 Poco control emocional
 Irritabilidad y agresividad
 Inquietud
 Excitación motora
Son tres los tipos de drogas estimulantes que producen estos efectos. Por un lado,
tenemos a la cocaína que desactiva las sensaciones de cansancio, sueño y
hambre y potencia la lucidez y la fuerza. Después están las anfetaminas que
provocan sensaciones de alerta, euforia o aumento de la actividad además de
pérdida del sueño y del hambre. Finalmente, encontramos al tabaco y su principio
activo, la nicotina cuyos efectos son una combinación de los efectos excitantes y
los depresores.

2. Drogas depresoras
Estas sustancias se caracterizan porque deprimen y enlentecen el sistema
nervioso central. Esto provoca un adormecimiento general y progresivo del
cerebro. Los efectos de las drogas depresoras son:

 Tranquilidad y relajación
 Bienestar y paz interior
 Apatía
 Sedación
 Disminución de la tensión
 Harmonía con uno mismo
Las drogas depresoras se clasifican en tres tipos. En primer lugar, tenemos el opio
y sus derivados como la heroína o la metadona. Producen, entre otras cosas,
relajación, indiferencia e incapacidad para concentrarse. En segundo lugar, están
el alcohol y sus derivados. En dosis bajas, los efectos son euforia y desinhibición.
Con dosis más altas, aumenta el efecto depresor que puede producir sueño, coma
y parada cardiorrespiratoria. Finalmente, encontramos los hipnóticos y sedantes
cuyos efectos son relajación y somnolencia.

3. Drogas alucinógenas
También llamadas perturbadoras, estas drogas se caracterizan porque alteran la
percepción y las sensaciones. Sus efectos son:

 Cambios en el estado de ánimo


 Modificación del pensamiento
 Alteración del estado de consciencia
Este tipo de drogas se clasifican en dos tipos. Por un lado, está el cannabis que
provoca relajación, disminución de la memoria y de la capacidad de atención,
hilaridad y, hasta cierto punto, confusión y somnolencia. Y, por otro lado, tenemos
los alucinógenos que interrumpen la interacción entre las células nerviosas y la
serotonina. En este sentido,  producen alucinaciones y delirios, alteran el estado
de ánimo y la conducta y causan hiperactividad y confusión mental.

El consumo de drogas afecta a la salud en general. Además, provocan otras


patologías en el organismo:
 El alcohol por ejemplo puede afectar al hígado, al estómago, a los
pulmones… O el tabaco puede dar problemas cardiovasculares,
pulmonares, de piel, puede provocar cáncer en diferentes partes del
cuerpo, o el cánnabis con posibles repercusiones en el sistema
inmunológico, en el reproductor, a nivel pulmonar.
 En cuanto a las drogas emergentes o nuevas drogas psicoactivas, la
falta de conocimiento e información clara sobre estas sustancias no
permiten saber los parámetros de seguridad hacia los consumidores. No se
tienen conocimientos sobre sus efectos.

Las drogas son substancias nocivas que actúan sobre el sistema nervioso central.
A nivel cerebral, las drogas perturban el correcto funcionamiento al actuar sobre
los neurotransmisores. Las drogas que afectan al sistema nervioso, provocan
alteraciones de conducta, cambios en el estado de ánimo y generar dependencia.

¿AFECTAN LAS DROGAS DE IGUAL MODO AL


CEREBRO?
No, dentro de las drogas que afectan al sistema nervioso hay diferentes tipos de
drogas que deprimen, estimulan o perturban el sistema nervioso central.

Del total de la población que consume drogas que afectan al sistema nervioso, en
torno a un 10% sufre la enfermedad de la adicción. Un adicto no es capaz de
controlar su consumo, de la misma forma que una persona alérgica no es capaz
de controlar su alergia, pero en ambos casos, existe la posibilidad de controlar la
enfermedad y llevar una vida plena a pesar de ella.

PROBLEMAS ASOCIADOS:

Situaciones de riesgo: el consumo de drogas puede llevar a provocar o a padecer


experiencias personales negativas. El poco o nulo control de las cosas que están
pasando a su alrededor, la percepción equivocada de los acontecimientos, la
inconsciencia de un entorno de peligro…son situaciones en las que se puede
encontrar la persona que ha realizado un abuso en el consumo de drogas. Una
persona sin control de sus actos ni control de las situaciones.

La dependencia física es cuando el cuerpo se acostumbra al consumo de la droga.


Estado de adaptación que se manifiesta por la aparición de intensos trastornos
físicos, como el conocido síndrome de abstinencia, que aparece cuando se
interrumpe la administración de la droga.

La dependencia psicológica es la sensación o sentimiento de satisfacción y un


impulso psíquico que exige el consumo regular o continuo de la droga para
producir placer o evitar malestar.
Policonsumo: patrón de consumo cada vez más extendido entre los estudiantes:
combinar dos o más drogas. Este tipo de consumo aumenta considerablemente
los riesgos para las personas, llegando a situaciones muy críticas.

Las drogas pueden modificar el pensamiento, la conducta y a la larga, la forma de


ser de la persona. El cerebro es una de las partes más complejas y delicadas del
cuerpo y de él dependen los sentimientos, la forma de pensar y la capacidad de
cómo relacionarnos con otras personas.

Las drogas son sustancias que actúan sobre nuestro sistema nervioso central. A
nivel cerebral, las drogas actúan sobre los neurotransmisores alterando y
perturbando el correcto funcionamiento afectando a la conducta, estado de ánimo
o percepción. Además, son susceptibles de crear dependencia física y/o
psicológica.

Afectación  de la salud en general: El consumo de drogas no sólo afecta a las


funciones del cerebro sino que puede alterar y provocar patologías a todo el
organismo.
 El alcohol por ejemplo puede afectar al hígado, al estómago, a los
pulmones,…o el tabaco puede dar problemas cardiovasculares,
pulmonares, de piel, puede provocar cáncer en diferentes partes del
cuerpo,… o el cánnabis con posibles repercusiones en el sistema
inmunológico, en el reproductor, a nivel pulmonar,…
 En cuanto a las drogas emergentes o nuevas drogas psicoactivas, la
falta de conocimiento e información clara sobre estas sustancias no
permiten saber los parámetros de seguridad hacia los consumidores.
No se tienen conocimientos sobre sus efectos. 

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