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Los Pehuenches
Los Pehuenches
del pueblo mapuche1 y habita a ambos lados de la cordillera de los Andes en el centro-
sur de Chile y el sudoeste de la Argentina. Habitualmente se caracteriza por basar su
alimentación en la recolección de piñones, las semillas del pehuén o araucaria, que
crece principalmente a más de 1000 metros sobre el nivel del mar. Los actuales
pehuenches se identifican como aquella población de cultura mapuche que habita
exclusivamente a las orillas del alto río Biobío en la zona cordillerana de la VIII Región
del Biobío y en el área de Lonquimay en la IX Región de la Araucanía de Chile. En la
Argentina existen grupos pequeños de pehuenches en el departamento Malargüe (de la
provincia de Mendoza) y en forma aislada en Arroyo Los Berros, departamento
Valcheta (de la provincia de Río Negro). El Consejo Zonal Pehuenche agrupa al
principal grupo argentino en Aluminé (en la provincia del Neuquén).
Su territorio ancestral abarcaba en Chile desde los nevados de Chillán al norte hasta el
volcán Llaima al sur, encontrándoselos esporádicamente por el norte hasta el río Maule.
En Argentina se extendieron desde el río Diamante al norte hasta el lago Aluminé al sur.
Se trasladaban a los valles en invierno y subían a lugares más altos en verano, donde en
general realizaban la recolección de los piñones entre marzo y mayo.
Con el piñón elaboraban harina y una bebida fermentada. Los piñones eran conservados
en bodegas bajo tierra. Los frutos de otros árboles, como el molle y el algarrobo,
también entraban en su dieta. Utilizaban arco y flecha, y boleadoras de dos bolas para
cazar ñandúes, guanacos y venados, confeccionadas de tripas y cuero. Utilizaban los
cueros de estos dos últimos animales para hacer los toldos en los que vivían varias
familias, apuntalados con palos y ramas, a la manera de los tehuelches, aunque de
manera más sólida y permanente. Utilizaban también los cueros para hacer prendas de
vestir y las plumas de ñandú como adornos. Las vasijas eran de madera y de cuero. Con
la llegada de los españoles adoptaron el caballo que obtenían mediante el trueque con
tribus vecinas. Incorporaron la lanza larga para cazar al entrar en contacto con los
araucanos. Para navegar en algunos lagos construían canoas de juncos a la manera de
sus vecinos huarpes. Conocían la plata y el cobre y los utilizaban para hacer aros de
adorno a la manera de los araucanos. En determinadas circunstancias se pintaban la
cara, los brazos y las piernas.4 Aunque en su territorio se han hallado cerámicas de barro
negro cocido casi sin adornos, no se conoce que supieran técnicas de alfarería. De los
huarpes aprendieron la cestería. Los hombres más ricos practicaban la poligamia y las
tribus estaban constituidas por grupos pequeños que elegían un cacique. Sepultaban a
sus muertos en cuevas o los enterraban en terrenos blandos.
Un grupo afín a los pehuenches originales, que también pertenecía al grupo huárpido,
fue el de los puelches algarroberos o puelches de Cuyo. Este pueblo se encontraba al
norte de la zona pehuenche en la actual provincia de Mendoza, en el pedemonte
cordillerano. Su alimento principal fue la algarroba y como diferencia sustancial con los
pehuenches, que eran básicamente recolectores, estuvo su acentuado carácter cazador.
La primera referencia de los «puelches algarroberos» la hizo en sus informes de 1594 el
cronista y maestre de campo Miguel de Olavarría.
Historia
En 1550 Jerónimo de Bibar escribió sobre los pehuenches:
Estos bajan a los llanos a contratar con la gente de ellos en cierto tiempo del año, porque
señalado este tiempo, que es por febrero hasta fin de marzo que están derretidas las
nieves y pueden salir (...) cada parcialidad sale al valle que cae donde tiene sus
conocidos y amigos y huélganse este tiempo con ellos. Y traen de aquellas mantas que
llaman llunques y también traen plumas de avestruces. Y de que se vuelven llevan maíz
y comida de los tratos que tienen.
Son indios de diferentes talles y aspectos de los demás indios de Chile, porque todos sin
excepción son delgados y sueltos, aunque no menos dispuestos y hermosos, por tener
los ojos grandes y rasgados, y los cuerpos muy bien hechos y altos. El mantenimiento
de esta gente casi de ordinario es: piñones sacados de unas piñas de diferentes hechuras
y calidad así ellas como sus árboles.
Su pelo es negro, pero las puntas tiran á rubio, la cara redonda, los ojos confusos, la
nariz por lo regular chata, la boca mejor hecha y más chica que la de los peruanos, los
dientes blancos y durables, las piernas musculosas y bien formadas, y los pies y manos
pequeños.
En 1641 el padre Rosales viajó por los pasos de Paimún y Epulafquén, señalando que al
norte de ellos se habían ubicado algunos pehuenches. En 1653 los encontró también en
torno al lago Nahuel Huapi.8
Entre 1655 y 1660 los pehuenches participaron en las campañas comandadas por el
mestizo Alejo en el área de Concepción. En 1659 el gobernador de Chile intentó la
captura del mestizo Alejo sin lograr su objetivo, pues se había refugiado en la alta
cordillera con los pehuenches al mando del cacique Inaqueupu.
Al norte del río Agrio en Neuquén se hallaban otros grupos pehuenches: los del
Reñileuvú y Curi Leuvú, y los de Varvarco.
En 1774 se realizó otro parlamento en Tapihue del que se retiró Lebián, pero
parlamentó otro grupo pehuenche. En septiembre de 1776 fue asesinado Lebián, cacique
gobernador de los pehuenches, por un grupo de españoles cuando regresaba de
entrevistarse con Ambrosio O'Higgins en Los Ángeles.
En 1778 el virrey del Río de la Plata Pedro de Ceballos nombró a José Francisco de
Amigorena como maestre de campo de milicias de Mendoza y San Juan, agregándole el
virrey Juan José de Vértiz y Salcedo el mando de las milicias de San Luis y el título de
comandante de armas y de frontera de Mendoza. Amigorena llevó adelante una guerra
ofensiva contra los indígenas, expedicionando 15 veces, 6 de ellas a La Pampa. En 1779
expedicionó hasta el río Atuel. Ofreció la paz, que algunos pehuenches aceptaron luego
de la campaña del Campanario de febrero a marzo de 1780 contra el anciano cacique
pehuenche Guentenao (muerto durante la misma, junto con un hermano de Ancán
Amún llamado Lliguenquén y el capitanejo Longopay). El 14 de diciembre de 1780 se
firmó en la ciudad de Mendoza la paz con el cacique principal Marcos Roco (o Troco,
yerno y sucesor de Guentenao o Guantanao e hijo del puelche Juan Goico), representado
por su esposa Ignacia Guantanao, María Yanquipi (representando a otro cacique), y los
caciques Raigán, Raigapán, Antepán y Peñalife. Como garantía quedaron de rehenes
familiares de los caciques pehuenches, debiendo instalarse los derrotados a pocas leguas
al sur del Fuerte de San Carlos.
Cuando el cacique principal pehuenche de Malargüe, Ancán Amún (en el cargo desde
1780), invadió llegando hasta el Carrizal, Amigorena atacó las tolderías de la zona entre
los ríos Diamante y Atuel, matando a 140 y llevando prisioneros a 120 indígenas.12
Luego la paz fue ampliada, también en Mendoza, el 20 de abril y el 16 de agosto de
1781 a los caciques Piempán, Puñalef, Loncopán, Lincopí, Malgamain, Peileguén y
otros. Algunos indígenas quedaron como rehenes para garantizar el cumplimiento de los
pactos y otros fueron asentados en las cercanías del Fuerte de San Carlos
(permanecieron allí hasta 1806).
El 24 de octubre de 1783, Ancán Mellipi (o Anca Namún) firmó la paz con Amigorena
en la ciudad de Mendoza, siendo reconocido como «gobernador de la Nación
pehuenche». También firmó su subordinado Loncopán, quien ya había acordado la paz
en diciembre de 1780 y se hallaba instalado con su tribu a pocas leguas al sur del Fuerte
de San Carlos. El documento firmado expresa que «se les trataría como a fieles y leales
vasallos de su Magestad» siempre que «se declarasen por enemigos de las otras
naciones enemigas y no sujetas a obediencia y por amigos de los españoles».
En 1784 también viajó a Mendoza Pichintur, hermano de Ancán Amún, para firmar la
paz en los mismos términos que su hermano.
Artículo 3.º: Que los de las fronteras de la ciudad de Mendoza, Malalhue, Mamey
Mapu, Pwelche, Wijiches Serranos y demás habitantes de las Pampas de Buenos Aires
habían de formar una parcialidad con los Pewenches de Maule, Chillán, Antuco y
Villucura.
Estos pehuenches aliados de los españoles continuaron en guerra contra los huiliches del
sur del río Agrio y contra los ranqueles hasta 1794. En diciembre de 1784 el cacique
pampa ranquel Ignacio Creyo (yerno del Huiliche Ranquel Paillatur), que estaba
refugiado entre los pehuenches de Ancán Amún, fue asesinado por este y a fines de
enero de 1785 su tribu fue masacrada.
Hacia el siglo XVIII, parte de los pehuenches ―ya casi totalmente aculturados por los
mapuches― avanzaron desde la región andina hacia el centro de la región pampeana,
especialmente hacia el territorio boscoso poblado de caldenes y algarrobos llamado
Mamüll Mapu (‘tierra de los leños’), territorio que corresponde al actual suroeste de la
provincia de Córdoba, sureste de la provincia de San Luis y el centro noroccidental de la
provincia de La Pampa, allí constituyeron uno de los linajes principales de la etnia
ranquel.
Debido a que los pehuenches estaban en paz con el gobierno, eran hostilizados por los
huiliches, por lo que Pichintur viajó a la ciudad de Mendoza a solicitar auxilio para
hacer una expedición. A fines de enero de 1788 el comandante del Fuerte de San Carlos,
Francisco Esquivel y Aldao, salió con 50 milicianos y las fuerzas de Pichintur,
realizando la primera campaña sobre el territorio del Neuquén. Recorrieron 2000 km
llegando hasta Peña Haichel (Las Lajas) y Picún Leufú.13 Atacaron 7 tolderías huiliches
(entre ellas las de Llanquitur, Pablo Levenopán y Arceabel), derrotándolos
completamente y matando a un centenar, entre ellos 10 caciques y capitanejos. Tomaron
350 prisioneros, rescataron 7 cautivos y se apoderaron de 20.000 cabezas de ganado.
En 1792 los huiliches habían conseguido reponerse como para volver a amenazar a los
pehuenches, por lo que éstos solicitaron nuevos auxilios a Mendoza. Amigorena envió a
Aldao con una división que contó con el apoyo de Pichintur y otros 7 caciques
pehuenches, que avanzó hasta cerca de la confluencia de los ríos Limay y Neuquén. El 3
de junio de 1792 atacaron a 6 tribus huiliches en el paraje Nuyegalei, matando a 5
caciques con unas 50 familias y tomando 160 prisioneros, 1500 caballos y ganado.14
Para poner fin a las guerras ancestrales entre huiliches y ranqueles, por un lado, y
pehuenches por el otro, en marzo de 1794 los caciques principales de los primeros,
Canapayún y Carripilún pidieron la paz a los pehuenches de Roco. Entre el 19 y el 21
de mayo de 1794 se reunieron en el Fuerte de San Carlos los caciques: Carilef (de los
pehuenches que vivían en San Carlos desde 1781), Pichintur, Caniguán, Buenocal,
Roco, Antepán, Nancutripai, Guayquinao, Antipán, Carenao y Bartolo Güelecal, para
tratar sobre la paz, que aprobaron. En 1796 la aprobó también Vértiz, comunicándoselo
a Carripilún para que se presentase a firmarla.
Entre fines de 1795 y mediados de 1798 se produjo una guerra entre los pehuenches de
Malargüe y los de Varvarco, situados a ambos lados de la cordillera de los Andes,
resultando en la muerte de Pichintur a manos de Rayguán. El 16 de mayo Amigorena
los reunió firmando la paz, pero poco después fue asesinado el cacique principal
Rayguán de los pehuenches de Varvarco por Millanguir y la paz se rompió. Millanguir,
hijo de Ancán Amún, fue elegido cacique gobernador de los pehuenches. El 12 de
agosto de 1796 Amigorena reunió a los pehuenches en parlamento en San Carlos,
participando: Millanguir, Antipán, Pichicolemilla, Raquillant, Guaiquilao, Leviant,
Guanimaín, Carilef, Pañichiñe, Millatur y otros, junto con el puelche Bartolo Güelecal.
A pedido del capitán general de Chile se hizo una reunión general de paz en Chillán el 3
de marzo de 1798. Como Millanguir y Roco (cacique más anciano y respetado de los
pehuenches) faltaron a la reunión, Amigorena los reunió en San Carlos junto con otros
pehuenches entre el 31 de mayo y el 1 de junio de 1798 para leerles lo acordado y
destituyó a Millanguir nombrando nuevo gobernador de los pehuenches de Malargüe y
dependencias a Pichicolemilla y como su teniente al cacique Paiñichiñé.15
Un documento de 1796 señala que el butalmapu pehuenche estaba conformado por diez
ayllarehues totalizando 10.188 habitantes.16
En los valles y faldeos de la cordillera al sur del río Biobio, había 5.097 personas
en los ayllarehues de Degmo, Chanco, Cura y Guanbalí.
En los alrededores de Santa Bárbara había 1.667 pehuenches en los ayllarehues
de Villucura y Rucalgüe.
Al oriente de los Andes había 3.424 habitantes en los ayllarehues de
Caibuyaunal, Neuquén, Dagüegue y Pino. Mientras que otros 1000 se hallaban
reducidos en Cuyo.
El 6 de julio de 1799 fue firmado por Amigorena en el Fuerte de San Carlos el tratado
de paz de los ranqueles con Mendoza, con la presencia de los pehuenches del cacique
gobernador Pichicolemilla, que también firmaron la paz con los ranqueles. La cacica
María Josefa Goico y José Goico, en representación de los oscoyanes (facción de los
puelches algarroberos), numerosos caciques y capitanejos y 344 indios de lanza. Se
reconoció como cacique gobernador de los ranqueles a Carripilún. Los huiliches
continuaron en guerra con los españoles y Carripilún se comprometió a informar sobre
sus movimientos hostiles.1718
En 1806 el coronel Luis de la Cruz con 20 soldados recorrió en 47 días desde el Fortín
Ballenar hasta Melincué para levantar un mapa, sin ser molestado por los pehuenches ni
los ranqueles, con quienes confraternizó.19 Cruzó la cordillera de los Andes por el Paso
de Antuco.20
Durante las Invasiones Inglesas el enviado indígena Felipe viajó a Buenos Aires el 17
de agosto de 1806 para ofrecer en nombre de 16 caciques pampas, tehuelches y
pehuenches los auxilios que se necesitasen para expulsar a los británicos.
(...) que estaban prontos a franquear gente, cavallos y quantos auxilios dependiesen de
su arbitrio para que ese Ilustre Cabildo echase mano dellos contra los colorados, cuio
nombre dio a los ingleses (...) que tendrían mucho gusto que se les ocupase contra
hombres tan malos como los colorados (...)
Desde 1822 parte de los pehuenches entraron en alianza con los bandoleros realistas
hermanos Pincheira. Los caciques Neculmán, El Mulato, Canumilla y Martín Toriano
fueron aliados de los Pincheira, mientras que Luis Melipán y Venancio Coñoepán
fueron sus enemigos.
En 1825 se produjo un conflicto interno entre los pehuenches de Malargüe que resultó
en la muerte del cacique gobernador Ñeicún, siendo suplantado por Antical, uno de los
vencedores. Los derrotados solicitaron el auxilio de caciques de Chile, quienes enviaron
al cacique huiliche Anteñir junto con 200 soldados realistas al mando del oficial
pincheirino Julián Hermosilla, logrando derrotar a Antical. Los pehuenches de Malargüe
fueron masacrados, quedando virtualmente exterminados.21
A fines de 1828 grupos pehuenches acompañados por hombres de Pincheira atacaron las
estancias de San Carlos, Tunuyán y Tupungato. Entre los años 1828 y 1832 se
realizaron cuatro campañas militares contra los grupos de bandoleros realistas de los
hermanos Pincheira que se refugiaban en zonas inaccesibles de Chile y en el sur de
Mendoza y norte del Neuquén, quienes actuaban en alianza con caciques pehuenches a
ambos lados de la cordillera de los Andes manteniendo la causa del rey de España
después de finalizada la guerra de independencia. En 1829 José Antonio Pincheira firmó
el Tratado de San Juan (o del Carrizal) con el gobernador de Mendoza Juan Reje
Corvalán, por medio del cual a cambio de la paz debía recibir ropa, pertrechos, dinero y
el grado de coronel y de "Comandante General de la Frontera del Sur". Pincheira debía
abandonar la provincia de Mendoza, custodiar la frontera y cumplir órdenes del
gobernador informando además su paradero.22 Debido a que la Liga Unitaria se había
hecho fuerte en Córdoba en 1829, al año siguiente José Antonio Pincheira se inmiscuyó
en las luchas internas de Mendoza tomando partido por el gobernador Juan Reje
Corvalán (federal) que se había refugiado en su territorio. Rompiendo el tratado de San
Juan, los indígenas aliados de Pincheira al mando de los caciques Coleto y Mulato,
realizaron la matanza de El Chacay (conocida como Tragedia de El Chacay) el 11 de
junio de 1830 asesinando a Juan Reje Corvalán y a su comitiva de 30 miembros, entre
los que estaba Juan Agustín Maza y acercáronse a sólo 8 leguas de la ciudad de
Mendoza.
En 1828 se realizó la primera campaña del comandante de la frontera coronel José Félix
Aldao. La división estaba compuesta por 2 compañías de infanterías de un batallón de
Guardias Nacionales, 2 escuadrones de caballería de línea, 2 escuadrones de caballería
de milicias del Valle de Uco y 2 piezas de artillería del Fuerte de San Carlos. El 20 de
octubre de 1828 Aldao obtuvo la victoria en el combate de las Aucas (paso del río
Diamante) contra fuerzas pehuenches y pincheirinas que los triplicaban en número,
muriendo el cacique Goyco. En la misma campaña Aldao venció en Las Aguaditas.23 En
1830 se realizó la campaña del teniente coronel Manuel Virto, en 1831 la campaña del
general José Albino Gutiérrez y en 1832 la segunda campaña del general José Félix
Aldao. Estas cuatro campañas lograron el objetivo de desarticular a las bandas de
forajidos y derrotar a sus aliados pehuenches.
La expedición en 1832 del general chileno Manuel Bulnes, quien ingresó en el territorio
neuquino y el 14 de enero de 1832 obtuvo la victoria en la Batalla de las lagunas de
Epulafquen en donde se hallaba el campamento de los hermanos Pincheira,
derrotándolos definitivamente, siendo considerada esta como la última batalla contra los
realistas españoles en América del Sur. Entre las fuerzas de Bulnes se hallaban 80
pehuenches de Antuco al mando del capitán graduado Domingo Salvo. El campamento
del Alamito, de José Antonio Pincheira, se hallaba en el punto denominado Coyamuelo
al oriente de las lagunas, en donde había unos 150 pehuenches armados con lanzas. Los
granaderos de caballo cargaron a los pehuenches que intentaron resistir a orillas del río
que nace en las lagunas, pero fueron desbaratados y emprendieron la fuga. Quedaron en
un tramo de 3 leguas gran cantidad de indígenas muertos, entre ellos los caciques
Neculmán, Coleto y Trenquemán (o Triquemán), principales líderes pehuenches aliados
de los Pincheira. Todavía hoy se ven restos de la empalizada pehuenche. Un grupo de
pincheiristas e indígenas se refugió en un cerro en el cual se hallaban algunas de sus
familias, desde el cual dejaban caer rodando rocas sobre las fuerzas del Batallón
Carampangue, rindiéndose finalmente. Las fuerzas chilenas no tuvieron muertos ni
heridos en la batalla y tomaron 196 prisioneros realistas y pehuenches. Luego Bulnes
regresó a Chile con 20.000 cabezas de ganado y todos los prisioneros por el boquete de
Copulhue, con la idea de batir a los pehuenches que pudieran aún resistir y dirigirse
luego a Antuco, pero los pehuenches que halló se sometieron al gobierno de Chile y
entregaron cautivos sin ofrecer resistencia.
En 1851 fue firmado un tratado de paz entre los pehuenches y Mendoza. Otro tratado
fue firmado en 1862. Los pehuenches de Mendoza firmaron un tratado de paz con Chile
en 1870 y otro en 1872. En 1873 el gobierno nacional argentino y los pehuenches
también firmaron un tratado de paz.
En 1880 el cacique pehuenche Purrán fue capturado durante la Campaña del Desierto,
pero en 1888 fugó hacia Chile.24 El avance del Ejército Argentino hizo que muchos
indígenas, entre ellos pehuenches, se refugiaran en la cordillera y los valles del Alto
Biobío, Antuco y Quinquen. Parte de esos refugiados quedaron bajo control chileno,
pero los que se refugiaron en el Alto Biobío mantuvieron la hostilidad contra argentinos
y chilenos. En 1881 300 pehuenches participaron del ataque al Fuerte Antuco sobre el
río Cautín. Durante la Campaña de los Andes del Ejército Argentino en Neuquén, de
noviembre de 1882 y marzo de 1883, un grupo de pehuenches se refugió en los valles
chilenos de Trapa Trapa, Queuco, Guayaly y Lonquimay.