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Los pehuenches (gente del pehuén) son un grupo indígena montañés que forma parte

del pueblo mapuche1 y habita a ambos lados de la cordillera de los Andes en el centro-
sur de Chile y el sudoeste de la Argentina. Habitualmente se caracteriza por basar su
alimentación en la recolección de piñones, las semillas del pehuén o araucaria, que
crece principalmente a más de 1000 metros sobre el nivel del mar. Los actuales
pehuenches se identifican como aquella población de cultura mapuche que habita
exclusivamente a las orillas del alto río Biobío en la zona cordillerana de la VIII Región
del Biobío y en el área de Lonquimay en la IX Región de la Araucanía de Chile. En la
Argentina existen grupos pequeños de pehuenches en el departamento Malargüe (de la
provincia de Mendoza) y en forma aislada en Arroyo Los Berros, departamento
Valcheta (de la provincia de Río Negro). El Consejo Zonal Pehuenche agrupa al
principal grupo argentino en Aluminé (en la provincia del Neuquén).

Su territorio ancestral abarcaba en Chile desde los nevados de Chillán al norte hasta el
volcán Llaima al sur, encontrándoselos esporádicamente por el norte hasta el río Maule.
En Argentina se extendieron desde el río Diamante al norte hasta el lago Aluminé al sur.
Se trasladaban a los valles en invierno y subían a lugares más altos en verano, donde en
general realizaban la recolección de los piñones entre marzo y mayo.

Su autodenominación y su idioma original no se han conservado,2 aunque sí se sabe que


formaban parte del conjunto de los huarpes antes de su completa araucanización, y
como ellos eran altos, delgados y de tez oscura. Para mediados del siglo XVIII todos los
pehuenches hablaban el idioma mapudungún, aunque su aculturación por los araucanos
no fue completa hasta mediados del siglo XIX. Hacia el siglo XVI los araucanos los
denominaron pehuenches.3

Con el piñón elaboraban harina y una bebida fermentada. Los piñones eran conservados
en bodegas bajo tierra. Los frutos de otros árboles, como el molle y el algarrobo,
también entraban en su dieta. Utilizaban arco y flecha, y boleadoras de dos bolas para
cazar ñandúes, guanacos y venados, confeccionadas de tripas y cuero. Utilizaban los
cueros de estos dos últimos animales para hacer los toldos en los que vivían varias
familias, apuntalados con palos y ramas, a la manera de los tehuelches, aunque de
manera más sólida y permanente. Utilizaban también los cueros para hacer prendas de
vestir y las plumas de ñandú como adornos. Las vasijas eran de madera y de cuero. Con
la llegada de los españoles adoptaron el caballo que obtenían mediante el trueque con
tribus vecinas. Incorporaron la lanza larga para cazar al entrar en contacto con los
araucanos. Para navegar en algunos lagos construían canoas de juncos a la manera de
sus vecinos huarpes. Conocían la plata y el cobre y los utilizaban para hacer aros de
adorno a la manera de los araucanos. En determinadas circunstancias se pintaban la
cara, los brazos y las piernas.4 Aunque en su territorio se han hallado cerámicas de barro
negro cocido casi sin adornos, no se conoce que supieran técnicas de alfarería. De los
huarpes aprendieron la cestería. Los hombres más ricos practicaban la poligamia y las
tribus estaban constituidas por grupos pequeños que elegían un cacique. Sepultaban a
sus muertos en cuevas o los enterraban en terrenos blandos.

Un grupo afín a los pehuenches originales, que también pertenecía al grupo huárpido,
fue el de los puelches algarroberos o puelches de Cuyo. Este pueblo se encontraba al
norte de la zona pehuenche en la actual provincia de Mendoza, en el pedemonte
cordillerano. Su alimento principal fue la algarroba y como diferencia sustancial con los
pehuenches, que eran básicamente recolectores, estuvo su acentuado carácter cazador.
La primera referencia de los «puelches algarroberos» la hizo en sus informes de 1594 el
cronista y maestre de campo Miguel de Olavarría.

Historia
En 1550 Jerónimo de Bibar escribió sobre los pehuenches:

Estos bajan a los llanos a contratar con la gente de ellos en cierto tiempo del año, porque
señalado este tiempo, que es por febrero hasta fin de marzo que están derretidas las
nieves y pueden salir (...) cada parcialidad sale al valle que cae donde tiene sus
conocidos y amigos y huélganse este tiempo con ellos. Y traen de aquellas mantas que
llaman llunques y también traen plumas de avestruces. Y de que se vuelven llevan maíz
y comida de los tratos que tienen.

Pedro Mariño de Lobeira describió a los pehuenches hacia 1563:

Son indios de diferentes talles y aspectos de los demás indios de Chile, porque todos sin
excepción son delgados y sueltos, aunque no menos dispuestos y hermosos, por tener
los ojos grandes y rasgados, y los cuerpos muy bien hechos y altos. El mantenimiento
de esta gente casi de ordinario es: piñones sacados de unas piñas de diferentes hechuras
y calidad así ellas como sus árboles.

Pedro de Angelis opinó de ellos en 1836:5

Su pelo es negro, pero las puntas tiran á rubio, la cara redonda, los ojos confusos, la
nariz por lo regular chata, la boca mejor hecha y más chica que la de los peruanos, los
dientes blancos y durables, las piernas musculosas y bien formadas, y los pies y manos
pequeños.

Guerra contra los españoles

Los primeros enfrentamientos entre pehuenches y españoles ocurrieron en 1575 al sur


del río Toltén.6 Posteriormente los pehuenches se replegaron más al sur.

En el primer parlamento celebrado por el gobernador de Chile Martín García Oñez de


Loyola en 1593 tomaron parte los pehuenches.

La ciudad Chillán fue atacada el 10 de abril, el 13 de septiembre y el 9 de octubre de


1599 por 2000 guerreros pehuenches del jefe Quilacán, la ciudad fue defendida por
Diego Serrano quién había cometido varias crueldades y encarceló al cacique
Millachinge en Coihueco resultando muertos 5 soldados y 3 civiles, llevándose los
indígenas 33 sacerdotes, mujeres y niños. En enero de 1600 los pehuenches intentaron
nuevamente atacar Chillán con 3000 guerreros, pero fueron rechazados por Luis de
Jofré y sus tropas. Sin embargo ese mismo año los pehuenches lanzaron nuevos ataques
al mando del cacique Paillamaki.7
A fines de 1627 y comienzos de 1628 el gobernador de Chile atacó con 200 españoles a
los pehueches y puelches aliados del ex yanacona Lientur, derrotándolos.

En 1641 el padre Rosales viajó por los pasos de Paimún y Epulafquén, señalando que al
norte de ellos se habían ubicado algunos pehuenches. En 1653 los encontró también en
torno al lago Nahuel Huapi.8

En 1647 se realizó el Parlamento de Quillin, entre españoles y pehuenches.

Entre 1655 y 1660 los pehuenches participaron en las campañas comandadas por el
mestizo Alejo en el área de Concepción. En 1659 el gobernador de Chile intentó la
captura del mestizo Alejo sin lograr su objetivo, pues se había refugiado en la alta
cordillera con los pehuenches al mando del cacique Inaqueupu.

En 1657 grupos pehuenches atacaron estancias en Maule y Cuyo, descubriendo que


podían atravesar la cordillera de los Andes por el paso Pehuenche, el cual le permitía
acceder al sur de Mendoza sin pasar por Concepción.9

Ya hacia el siglo XVII se evidenció una progresiva araucanización de este pueblo, de


modo que en el siglo XIX ya son un grupo de cultura mapuche que vivía en las zonas
cordilleranas de la VIII y IX regiones de Chile y en las provincias argentinas de
Mendoza y Neuquén.

En 1712 pehuenches y huiliches saquearon la ciudad de San Luis.

En 1738 los pehuenches no concurrieron al Parlamento de Tapihue, expresándose en el


acta «que están poblados en las cabeceras de esta Ysla de la Laxa y Biobio».

En noviembre de 1740 grupos pehuenches participaron de la confederación organizada


por el cacique pampa Cangapol, formada por pampas, huilliches, aucas, pehuenches y
tehuelches, que con unos 4.000 guerreros atacaron Fontezuelas, el río Luján arriba y el
Pago de la Matanza. El 26 de noviembre de 1740 esta confederación indígena realizó un
malón sobre Magdalena que llegó hasta la Ensenada de Barragán. El conflicto no
finalizó con el tratado de paz firmado con Cangapol en 1742,10 pues el 28 de julio de
1744 200 pehuenches chilenos atacaron Cañada de la Cruz y Luján. El maestre de
campo Cristóbal Cabral, nombrado por el Cabildo de Buenos Aires, salió a perseguirlos,
matando a 70 indígenas. En 1750 Cangapol había roto el tratado de paz, pero volvió al
entendimiento con los españoles al avisar que el cacique pehuenche chileno Huelquín
había llegado a la zona del Tordillo en julio de 1753, quien atacó Arrecifes a principios
de noviembre. En noviembre de 1754 los pehuenches atacaron Salto y Arrecifes.

En diciembre de 1756 se realizó el Parlamento de La Laja entre pehuenches y el


gobierno de Chile, acordándose mutua cooperación. En 1760 los pehuenches
participaron del Parlamento de Santiago, pero parlamentaron por separado de los demás
butalmapus. En 1766 los caciques pehuenches Colignir, Lebián y Peiqueipil prestaron
apoyo a los españoles sitiados en Angol por los mapuches, siendo atacadas sus tolderías
por los huiliches.

En 1769 los caciques Lebián y Pilmigerenantu lideraron un alzamiento general


pehuenche contra los españoles, la rebelión pehuenche de 1769. Como parte de esa
rebelión, pehuenches y ranqueles efectuaron un malón sobre la ciudad de Mendoza y en
febrero de 1770 los pehuenches realizaron otro. Parte de los pehuenches que no
participaron en la rebelión, o que depusieron las armas, fueron relocalizados en
territorio controlado por los españoles, algunos fueron enviados prisioneros a Lima y
luego restituidos por el virrey, otros asesinados y otros fueron expulsados de sus tierras.
En 1770 un grupo de estos últimos cruzó la cordillera de los Andes y se estableció en la
zona del río Malargüe (Malalhue), constituyéndose en los «pehuenches de Malargüe».11
De nuevo enemistados con los españoles, estos pehuenches atacaron en diciembre el
Fuerte de San Carlos, erigido ese año para consolidar la frontera sur de Mendoza.

Al norte del río Agrio en Neuquén se hallaban otros grupos pehuenches: los del
Reñileuvú y Curi Leuvú, y los de Varvarco.

El nuevo gobernador de Chile, el brigadier Francisco de Morales y Castejón, pactó la


paz con los pehuenches en el Parlamento de Negrete (1771). Este parlamento se
desarrolló entre el 24 y el 28 de febrero de 1771 en las márgenes del río Biobío, en las
vecindades del vado fronterizo de Negrete, contando con representación de los 4
butalmapus. El cacique gobernador de los pehuenches era Juan Lebián (o Lebiant).

En 1774 se realizó otro parlamento en Tapihue del que se retiró Lebián, pero
parlamentó otro grupo pehuenche. En septiembre de 1776 fue asesinado Lebián, cacique
gobernador de los pehuenches, por un grupo de españoles cuando regresaba de
entrevistarse con Ambrosio O'Higgins en Los Ángeles.

En 1777 se produjo un malón sobre Saladillo protagonizado por pehuenches, pampas y


aucas, al mando del cacique gobernador Pinalefi, junto con los caciques Curruibilu y
Guenocal, y el apoyo del cacique Yanquelemus.

En 1778 el virrey del Río de la Plata Pedro de Ceballos nombró a José Francisco de
Amigorena como maestre de campo de milicias de Mendoza y San Juan, agregándole el
virrey Juan José de Vértiz y Salcedo el mando de las milicias de San Luis y el título de
comandante de armas y de frontera de Mendoza. Amigorena llevó adelante una guerra
ofensiva contra los indígenas, expedicionando 15 veces, 6 de ellas a La Pampa. En 1779
expedicionó hasta el río Atuel. Ofreció la paz, que algunos pehuenches aceptaron luego
de la campaña del Campanario de febrero a marzo de 1780 contra el anciano cacique
pehuenche Guentenao (muerto durante la misma, junto con un hermano de Ancán
Amún llamado Lliguenquén y el capitanejo Longopay). El 14 de diciembre de 1780 se
firmó en la ciudad de Mendoza la paz con el cacique principal Marcos Roco (o Troco,
yerno y sucesor de Guentenao o Guantanao e hijo del puelche Juan Goico), representado
por su esposa Ignacia Guantanao, María Yanquipi (representando a otro cacique), y los
caciques Raigán, Raigapán, Antepán y Peñalife. Como garantía quedaron de rehenes
familiares de los caciques pehuenches, debiendo instalarse los derrotados a pocas leguas
al sur del Fuerte de San Carlos.

Cuando el cacique principal pehuenche de Malargüe, Ancán Amún (en el cargo desde
1780), invadió llegando hasta el Carrizal, Amigorena atacó las tolderías de la zona entre
los ríos Diamante y Atuel, matando a 140 y llevando prisioneros a 120 indígenas.12
Luego la paz fue ampliada, también en Mendoza, el 20 de abril y el 16 de agosto de
1781 a los caciques Piempán, Puñalef, Loncopán, Lincopí, Malgamain, Peileguén y
otros. Algunos indígenas quedaron como rehenes para garantizar el cumplimiento de los
pactos y otros fueron asentados en las cercanías del Fuerte de San Carlos
(permanecieron allí hasta 1806).

Alianza con los españoles

El 24 de octubre de 1783, Ancán Mellipi (o Anca Namún) firmó la paz con Amigorena
en la ciudad de Mendoza, siendo reconocido como «gobernador de la Nación
pehuenche». También firmó su subordinado Loncopán, quien ya había acordado la paz
en diciembre de 1780 y se hallaba instalado con su tribu a pocas leguas al sur del Fuerte
de San Carlos. El documento firmado expresa que «se les trataría como a fieles y leales
vasallos de su Magestad» siempre que «se declarasen por enemigos de las otras
naciones enemigas y no sujetas a obediencia y por amigos de los españoles».

En 1784 también viajó a Mendoza Pichintur, hermano de Ancán Amún, para firmar la
paz en los mismos términos que su hermano.

El Parlamento de Lonquilmo de 1784 en Chile acordó incorporar al Butalmapu


pehuenche el Puel Mapu, frenando los ataques de los aucas:

Artículo 3.º: Que los de las fronteras de la ciudad de Mendoza, Malalhue, Mamey
Mapu, Pwelche, Wijiches Serranos y demás habitantes de las Pampas de Buenos Aires
habían de formar una parcialidad con los Pewenches de Maule, Chillán, Antuco y
Villucura.

Estos pehuenches aliados de los españoles continuaron en guerra contra los huiliches del
sur del río Agrio y contra los ranqueles hasta 1794. En diciembre de 1784 el cacique
pampa ranquel Ignacio Creyo (yerno del Huiliche Ranquel Paillatur), que estaba
refugiado entre los pehuenches de Ancán Amún, fue asesinado por este y a fines de
enero de 1785 su tribu fue masacrada.

Hacia el siglo XVIII, parte de los pehuenches ―ya casi totalmente aculturados por los
mapuches― avanzaron desde la región andina hacia el centro de la región pampeana,
especialmente hacia el territorio boscoso poblado de caldenes y algarrobos llamado
Mamüll Mapu (‘tierra de los leños’), territorio que corresponde al actual suroeste de la
provincia de Córdoba, sureste de la provincia de San Luis y el centro noroccidental de la
provincia de La Pampa, allí constituyeron uno de los linajes principales de la etnia
ranquel.

En septiembre de 1787 los pehuenches de Malargüe y de Varvarco marcharon hacia las


tolderías de Llanquitur, quien ya había despedido a sus aliados chilenos, y lo derrotaron
matando a su hermano Ñancucheo y a los caciques Antemain, Carripil y Ancain.
Después de regresar de la expedición contra los huilliches, que el invierno anterior
habían devastado sus territorios, los pehuenches de Varvarco y de Malargüe pidieron
realizar un parlamento, el cual se realizó el 17 de octubre de 1787 cerca del río Salado,
no lejos de las tolderías de los pehuenches de Malargüe, hasta donde Amigorena había
avanzado con 100 soldados. Participaron los caciques pehuenches Pichintur
(Pinchintur), Cañihuán (ambos hermanos de Ancán Amún, muerto de viruela ese mismo
año), y otros 9 de Malargüe; y Currilipi (cacique de Varvarco o de los ‘piñones’ y primo
de Pichintur) y otros 13 más. Pichintur fue elegido en el parlamento como «gobernador
de la Nación Pehuenche». Amigorena se comprometió a enviar al Neuquén a dos
soldados bien armados para proteger durante un mes las tolderías de Currilipi. El
cacique huiliche ranquel Lanquetur (Llanquetur, Yanquetur o Yanquetruz, el «rebelde»
hermano de Paillatur) continuó en guerra atacando los toldos de Currilipi, pero fue
rechazado por los fusileros mendocinos allí asentados y luego pidió la paz. La guerra
entre los pehuenches de Malargüe y los huiliches instalados en La Pampa se había
desatado por el control de los pasos cordilleranos de Villacura, Antuco, Alico, Anegado,
Cerro Colorado y Curicó, que estaban en poder pehuenche.

Debido a que los pehuenches estaban en paz con el gobierno, eran hostilizados por los
huiliches, por lo que Pichintur viajó a la ciudad de Mendoza a solicitar auxilio para
hacer una expedición. A fines de enero de 1788 el comandante del Fuerte de San Carlos,
Francisco Esquivel y Aldao, salió con 50 milicianos y las fuerzas de Pichintur,
realizando la primera campaña sobre el territorio del Neuquén. Recorrieron 2000 km
llegando hasta Peña Haichel (Las Lajas) y Picún Leufú.13 Atacaron 7 tolderías huiliches
(entre ellas las de Llanquitur, Pablo Levenopán y Arceabel), derrotándolos
completamente y matando a un centenar, entre ellos 10 caciques y capitanejos. Tomaron
350 prisioneros, rescataron 7 cautivos y se apoderaron de 20.000 cabezas de ganado.

En marzo Levenopán y el pehuenche rebelde Calbuyllán se presentaron en San Carlos,


separándose de Llanquitur. Este volvió a la guerra a fines del invierno intentando atacar
a los pehuenches de Varvarco, pero fueron auxiliados por 40 milicianos chilenos al
mando del sargento Francisco Vivanco y el 16 de diciembre de 1788 fue muerto por el
pehuenche Currilipy (Currilipi). Siendo luego asesinado Currilipy con su tribu, en pleno
invierno, en venganza por los huiliches de Comepayu (Caneu Payun), sucesor de
Llanquitur.

En 1792 los huiliches habían conseguido reponerse como para volver a amenazar a los
pehuenches, por lo que éstos solicitaron nuevos auxilios a Mendoza. Amigorena envió a
Aldao con una división que contó con el apoyo de Pichintur y otros 7 caciques
pehuenches, que avanzó hasta cerca de la confluencia de los ríos Limay y Neuquén. El 3
de junio de 1792 atacaron a 6 tribus huiliches en el paraje Nuyegalei, matando a 5
caciques con unas 50 familias y tomando 160 prisioneros, 1500 caballos y ganado.14

Para poner fin a las guerras ancestrales entre huiliches y ranqueles, por un lado, y
pehuenches por el otro, en marzo de 1794 los caciques principales de los primeros,
Canapayún y Carripilún pidieron la paz a los pehuenches de Roco. Entre el 19 y el 21
de mayo de 1794 se reunieron en el Fuerte de San Carlos los caciques: Carilef (de los
pehuenches que vivían en San Carlos desde 1781), Pichintur, Caniguán, Buenocal,
Roco, Antepán, Nancutripai, Guayquinao, Antipán, Carenao y Bartolo Güelecal, para
tratar sobre la paz, que aprobaron. En 1796 la aprobó también Vértiz, comunicándoselo
a Carripilún para que se presentase a firmarla.

Entre fines de 1795 y mediados de 1798 se produjo una guerra entre los pehuenches de
Malargüe y los de Varvarco, situados a ambos lados de la cordillera de los Andes,
resultando en la muerte de Pichintur a manos de Rayguán. El 16 de mayo Amigorena
los reunió firmando la paz, pero poco después fue asesinado el cacique principal
Rayguán de los pehuenches de Varvarco por Millanguir y la paz se rompió. Millanguir,
hijo de Ancán Amún, fue elegido cacique gobernador de los pehuenches. El 12 de
agosto de 1796 Amigorena reunió a los pehuenches en parlamento en San Carlos,
participando: Millanguir, Antipán, Pichicolemilla, Raquillant, Guaiquilao, Leviant,
Guanimaín, Carilef, Pañichiñe, Millatur y otros, junto con el puelche Bartolo Güelecal.
A pedido del capitán general de Chile se hizo una reunión general de paz en Chillán el 3
de marzo de 1798. Como Millanguir y Roco (cacique más anciano y respetado de los
pehuenches) faltaron a la reunión, Amigorena los reunió en San Carlos junto con otros
pehuenches entre el 31 de mayo y el 1 de junio de 1798 para leerles lo acordado y
destituyó a Millanguir nombrando nuevo gobernador de los pehuenches de Malargüe y
dependencias a Pichicolemilla y como su teniente al cacique Paiñichiñé.15

Un documento de 1796 señala que el butalmapu pehuenche estaba conformado por diez
ayllarehues totalizando 10.188 habitantes.16

 En los valles y faldeos de la cordillera al sur del río Biobio, había 5.097 personas
en los ayllarehues de Degmo, Chanco, Cura y Guanbalí.
 En los alrededores de Santa Bárbara había 1.667 pehuenches en los ayllarehues
de Villucura y Rucalgüe.
 Al oriente de los Andes había 3.424 habitantes en los ayllarehues de
Caibuyaunal, Neuquén, Dagüegue y Pino. Mientras que otros 1000 se hallaban
reducidos en Cuyo.

En 1798 el explorador chileno Justo Molina, junto al cacique Butacolimilla, reconoció


el camino que conducía a Mendoza desde los pasos cordilleranos neuquinos. En 1799
exploró el río Neuquén en compañía de 105 indígenas durante 17 días. En 1804 partió
de Chillán, acompañado entre otros por dos de sus hijos y el capitán Jara, cruzando por
el Paso de Alico (actual Paso de lagunas de Epulafquen) en compañía de un grupo de
pehuenches, con rumbo a Buenos Aires a través del Mamüll Mapu. Su viaje se frustró
ante la crecida del río Chadileuvú y se dirigió a Mendoza y de allí a Buenos Aires.

El 6 de julio de 1799 fue firmado por Amigorena en el Fuerte de San Carlos el tratado
de paz de los ranqueles con Mendoza, con la presencia de los pehuenches del cacique
gobernador Pichicolemilla, que también firmaron la paz con los ranqueles. La cacica
María Josefa Goico y José Goico, en representación de los oscoyanes (facción de los
puelches algarroberos), numerosos caciques y capitanejos y 344 indios de lanza. Se
reconoció como cacique gobernador de los ranqueles a Carripilún. Los huiliches
continuaron en guerra con los españoles y Carripilún se comprometió a informar sobre
sus movimientos hostiles.1718

En abril de 1805 se reunió un parlamento en el río Diamante, del que participaron 23


caciques y 11 capitanejos, acordándose el 2 de abril la fundación del Fuerte de San
Rafael.

En 1806 el coronel Luis de la Cruz con 20 soldados recorrió en 47 días desde el Fortín
Ballenar hasta Melincué para levantar un mapa, sin ser molestado por los pehuenches ni
los ranqueles, con quienes confraternizó.19 Cruzó la cordillera de los Andes por el Paso
de Antuco.20

Durante las Invasiones Inglesas el enviado indígena Felipe viajó a Buenos Aires el 17
de agosto de 1806 para ofrecer en nombre de 16 caciques pampas, tehuelches y
pehuenches los auxilios que se necesitasen para expulsar a los británicos.
(...) que estaban prontos a franquear gente, cavallos y quantos auxilios dependiesen de
su arbitrio para que ese Ilustre Cabildo echase mano dellos contra los colorados, cuio
nombre dio a los ingleses (...) que tendrían mucho gusto que se les ocupase contra
hombres tan malos como los colorados (...)

Guerra contra Argentina y Chile

Después de la Revolución de Mayo el gobierno de Buenos Aires invitó en 1812 a los


pehuenches a realizar un parlamento en el Fuerte de San Carlos. En el parlamento se
invitó a los pehuenches a participar en la guerra contra los realistas. En 1814 se realizó
otro parlamento con los pehuenches, debido a la derrota de Rancagua, se prohibieron las
relaciones comerciales con Chile.

El brigadier realista Gabino Gaínza celebró el Parlamento de Quilín el 3 de febrero de


1814 con los mapuches, incluyendo a los pehuenches, renovando la alianza española
con ellos y presentándose como gobernador nombrado por el virrey del Perú.

El 15 de septiembre de 1815 José de San Martín se entrevistó con los caciques


pehuenches, comandados por el cacique Ñacuñán (Neyku'ñan, Neycuñar o Ñeicún) en
el Fuerte de San Carlos (hecho conocido como La Consulta) solicitándoles permiso para
que fuerzas del Ejército de los Andes cruzaran la cordillera por su territorio (pasos de El
Potrillo y el Planchón), excepto tres caciques, los demás concedieron el permiso. Los
pehuenches quedaron como proveedores de ganado y caballada del ejército.

Desde 1822 parte de los pehuenches entraron en alianza con los bandoleros realistas
hermanos Pincheira. Los caciques Neculmán, El Mulato, Canumilla y Martín Toriano
fueron aliados de los Pincheira, mientras que Luis Melipán y Venancio Coñoepán
fueron sus enemigos.

En 1825 se produjo un conflicto interno entre los pehuenches de Malargüe que resultó
en la muerte del cacique gobernador Ñeicún, siendo suplantado por Antical, uno de los
vencedores. Los derrotados solicitaron el auxilio de caciques de Chile, quienes enviaron
al cacique huiliche Anteñir junto con 200 soldados realistas al mando del oficial
pincheirino Julián Hermosilla, logrando derrotar a Antical. Los pehuenches de Malargüe
fueron masacrados, quedando virtualmente exterminados.21

En 1825 el Gobierno chileno comisionó al capitán Barnechea para intentar convencer a


los Pincheira de que se integraran al Ejército de Chile, además de ofrecer un tratado de
paz a los caciques pehuenches. Estos caciques se reunieron en Cayanta y decidieron
aceptar la propuesta, pero solo la cumplieron los caciques Manquel (del Reñi Leuvú) y
Lancamilla (de Malargüe), Caripil (del Nahueve) se mantuvo neutral y Neculmán siguió
aliado a los Pincheira. Poco después asaltaron Parral, comenzando la llamada guerra a
muerte. En febrero de 1826 el capitán Barnechea intentó atacar con dos columnas al
comandante pincheirista Senosian ubicado al norte de Neuquén, pero debió retroceder;
luego en noviembre inició otra expedición que atravesó el paso de Epulafquen
derrotando a tropas de Pablo Pincheira en Malal Caballo, logrando luego apresar al
cacique Neculmán.

A fines de 1828 grupos pehuenches acompañados por hombres de Pincheira atacaron las
estancias de San Carlos, Tunuyán y Tupungato. Entre los años 1828 y 1832 se
realizaron cuatro campañas militares contra los grupos de bandoleros realistas de los
hermanos Pincheira que se refugiaban en zonas inaccesibles de Chile y en el sur de
Mendoza y norte del Neuquén, quienes actuaban en alianza con caciques pehuenches a
ambos lados de la cordillera de los Andes manteniendo la causa del rey de España
después de finalizada la guerra de independencia. En 1829 José Antonio Pincheira firmó
el Tratado de San Juan (o del Carrizal) con el gobernador de Mendoza Juan Reje
Corvalán, por medio del cual a cambio de la paz debía recibir ropa, pertrechos, dinero y
el grado de coronel y de "Comandante General de la Frontera del Sur". Pincheira debía
abandonar la provincia de Mendoza, custodiar la frontera y cumplir órdenes del
gobernador informando además su paradero.22 Debido a que la Liga Unitaria se había
hecho fuerte en Córdoba en 1829, al año siguiente José Antonio Pincheira se inmiscuyó
en las luchas internas de Mendoza tomando partido por el gobernador Juan Reje
Corvalán (federal) que se había refugiado en su territorio. Rompiendo el tratado de San
Juan, los indígenas aliados de Pincheira al mando de los caciques Coleto y Mulato,
realizaron la matanza de El Chacay (conocida como Tragedia de El Chacay) el 11 de
junio de 1830 asesinando a Juan Reje Corvalán y a su comitiva de 30 miembros, entre
los que estaba Juan Agustín Maza y acercáronse a sólo 8 leguas de la ciudad de
Mendoza.

En 1828 se realizó la primera campaña del comandante de la frontera coronel José Félix
Aldao. La división estaba compuesta por 2 compañías de infanterías de un batallón de
Guardias Nacionales, 2 escuadrones de caballería de línea, 2 escuadrones de caballería
de milicias del Valle de Uco y 2 piezas de artillería del Fuerte de San Carlos. El 20 de
octubre de 1828 Aldao obtuvo la victoria en el combate de las Aucas (paso del río
Diamante) contra fuerzas pehuenches y pincheirinas que los triplicaban en número,
muriendo el cacique Goyco. En la misma campaña Aldao venció en Las Aguaditas.23 En
1830 se realizó la campaña del teniente coronel Manuel Virto, en 1831 la campaña del
general José Albino Gutiérrez y en 1832 la segunda campaña del general José Félix
Aldao. Estas cuatro campañas lograron el objetivo de desarticular a las bandas de
forajidos y derrotar a sus aliados pehuenches.

Durante el gobierno de Juan José Viamonte en la provincia de Buenos Aires, Juan


Manuel de Rosas fue el comandante general de la campaña y a mediados de 1829 envió
emisarios a los borogas con el fin de separarlos de la alianza con los Pincheira, mientras
que también enviaba al cacique pehuenche Martín Toriano (ex aliado de los Pincheira) a
formar una fuerza araucana que atacara a los boroanos desde Chile, fuerza que comenzó
a actuar en septiembre de 1830. Sin embargo ese mismo mes una delegación boroana
viajó a Buenos Aires y firmó la paz con Rosas y luego enfrentó al grupo de Toriano (en
el que participaban los huiliches Calfucurá y Antonio Namuncurá) que desconocía los
acuerdos de los boroanos con Rosas, derrotándolo. Rosas envió en 1832 de la
guarnición de la Fortaleza Protectora Argentina a 164 hombres al mando de Martiniano
Rodríguez, quienes marcharon 30 leguas con sólo 11 caballos y derrotaron y capturaron
a Toriano, quien fue fusilado en Tandil.

La expedición en 1832 del general chileno Manuel Bulnes, quien ingresó en el territorio
neuquino y el 14 de enero de 1832 obtuvo la victoria en la Batalla de las lagunas de
Epulafquen en donde se hallaba el campamento de los hermanos Pincheira,
derrotándolos definitivamente, siendo considerada esta como la última batalla contra los
realistas españoles en América del Sur. Entre las fuerzas de Bulnes se hallaban 80
pehuenches de Antuco al mando del capitán graduado Domingo Salvo. El campamento
del Alamito, de José Antonio Pincheira, se hallaba en el punto denominado Coyamuelo
al oriente de las lagunas, en donde había unos 150 pehuenches armados con lanzas. Los
granaderos de caballo cargaron a los pehuenches que intentaron resistir a orillas del río
que nace en las lagunas, pero fueron desbaratados y emprendieron la fuga. Quedaron en
un tramo de 3 leguas gran cantidad de indígenas muertos, entre ellos los caciques
Neculmán, Coleto y Trenquemán (o Triquemán), principales líderes pehuenches aliados
de los Pincheira. Todavía hoy se ven restos de la empalizada pehuenche. Un grupo de
pincheiristas e indígenas se refugió en un cerro en el cual se hallaban algunas de sus
familias, desde el cual dejaban caer rodando rocas sobre las fuerzas del Batallón
Carampangue, rindiéndose finalmente. Las fuerzas chilenas no tuvieron muertos ni
heridos en la batalla y tomaron 196 prisioneros realistas y pehuenches. Luego Bulnes
regresó a Chile con 20.000 cabezas de ganado y todos los prisioneros por el boquete de
Copulhue, con la idea de batir a los pehuenches que pudieran aún resistir y dirigirse
luego a Antuco, pero los pehuenches que halló se sometieron al gobierno de Chile y
entregaron cautivos sin ofrecer resistencia.

Durante la Campaña de Rosas al Desierto la división de caballería del mayor general


Ángel Pacheco remontó por ambas márgenes el río Negro. El 26 de mayo de 1833 la
vanguardia al mando de Francisco Sosa y Cayetano Ferrat atacó la toldería del cacique
pehuenche aliado de Chocorí denominado Payllerén (o Pillarén), quien fue muerto con
24 indígenas. Un sargento y varios soldados murieron ahogados durante el ataque.

En 1851 fue firmado un tratado de paz entre los pehuenches y Mendoza. Otro tratado
fue firmado en 1862. Los pehuenches de Mendoza firmaron un tratado de paz con Chile
en 1870 y otro en 1872. En 1873 el gobierno nacional argentino y los pehuenches
también firmaron un tratado de paz.

En 1880 el cacique pehuenche Purrán fue capturado durante la Campaña del Desierto,
pero en 1888 fugó hacia Chile.24 El avance del Ejército Argentino hizo que muchos
indígenas, entre ellos pehuenches, se refugiaran en la cordillera y los valles del Alto
Biobío, Antuco y Quinquen. Parte de esos refugiados quedaron bajo control chileno,
pero los que se refugiaron en el Alto Biobío mantuvieron la hostilidad contra argentinos
y chilenos. En 1881 300 pehuenches participaron del ataque al Fuerte Antuco sobre el
río Cautín. Durante la Campaña de los Andes del Ejército Argentino en Neuquén, de
noviembre de 1882 y marzo de 1883, un grupo de pehuenches se refugió en los valles
chilenos de Trapa Trapa, Queuco, Guayaly y Lonquimay.

A fines de 1882, el Ejército de Chile realizó la expedición a la Cordillera, avanzando


sobre los valles de Queuco y Callaqui con el objeto de dominar a los pehuenches,
estableciendo los fuertes de Nitrito, Lonquimay, Liucura, Llaima y Maitchú. En 1883 se
realizó una nueva incursión chilena en el Alto Biobío, que significó el definitivo
dominio chileno sobre los pehuenches del área. El comandante Pascual Cid asignó
tierras a los inmigrantes pehuenches que huyeron del Neuquén, reconociéndolos como
chilenos.

Pasos cordilleranos pehuenches


El ganado obtenido en los malones de la Pampa era trocado en Chile, generalmente por
armas y bebidas alcohólicas, por los pehuenches que dominaban los pasos cordilleranos
neuquinos. El Boquete de Antuco (paso cordillerano de Antuco) o «sendero de los
pehuenches» fue el principal camino que atravesaba la cordillera de los Andes que
vinculaba el Puel Mapu con la Araucanía. Las rastrilladas del camino de los Chilenos
llegaban por el valle del río Neuquén hasta alcanzar el Paso Pichachén en los Andes,
desde donde llegaban al lago de la Laja y bajaban al río Trubunleo atravesando un
portezuelo que separa volcán Antuco y la Sierra Velluda. Seguía luego el camino por el
valle del río de la Laja, pasando la isla de la Laja por el punto en donde en 1770
Ambrosio O'Higgins hizo construir el Fortín Ballenar o Antuco, para cerrar el paso.

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