Está en la página 1de 6

Universidad de Atacama

Facultad de Humanidades y Educación


Departamento de Educación Parvularia

Seis tipos de liderazgo

Daniel Goleman
Liderazgo: El poder de la Inteligencia Emocional

El término liderazgo se utiliza frecuentemente en la actualidad, sobre todo para hacer


referencia a las debilidades o carencias que puede tener una organización o movimiento.
Es común escuchar expresiones como “el problema ocurre porque falta un buen
liderazgo”. Lo que también sucede en el ámbito educativo.

El liderazgo educativo se refiere a la toma de responsabilidades en un ámbito escolar o


institucional. Su mayor objetivo radica en formar a las personas en aras de lograr un
objetivo en común, a la vez que se adquiere el conocimiento necesario con el que
podrán hacerse cargo de sus deseos personales, así como de su realización profesional.
Puede comenzar desde los niveles más básicos y continuar a lo largo de la formación de
una persona. Es por ello que abarca un gran número de grados, sin importar la edad de
quien sigue preparándose.

Sin embargo, se debe considerar que no existe una sola forma de liderar, los tipos de
liderazgo son diversos y su clasificación puede variar de acuerdo con los autores que se
consulten. Además es importante tener en cuenta que una misma persona puede mostrar
diferentes estilos de liderazgo, dependiendo de las características de la situación que se
aborde. En el siguiente artículo compartimos 6 tipos de liderazgo que se observan de
manera frecuente en educación.

El mejor líder es aquel que la gente apenas sabe que existe. Esta cita sobre liderazgo del
filósofo chino Lao Tzu ilustra magníficamente la concepción que se tiene acerca del
liderazgo tanto dentro como fuera del aula. Se habla poco o nada de liderazgo en los
centros educativos, tal vez porque se asocia al mundo empresarial o deportivo. Pero
hablar de liderazgo en el ámbito educativo es algo beneficioso para toda la comunidad
educativa.

En el artículo de hoy se explican 6 tipos de liderazgos basados en el célebre libro de


Daniel Goleman titulado Liderazgo.

Tipos de liderazgo para docentes. ¿Cuál es el mejor?

1. Liderazgo visionario:

Posee visión de futuro.


Motiva constantemente a sus alumnos.
Hace que sus alumnos perciban que lo que hacen es importante para ti y para ellos.
Da tareas individuales, pero siempre pensando que dichas ideas tienen un valor global.
El alumno sabe en todo momento cuál es su objetivo y cuál es su recompensa.
El objetivo marcado es claro, pero a la vez tiene una cierta flexibilidad.
Permite la innovación.
Permite la experimentación.
Acepta los riesgos.

No funciona cuando: Docente y alumnos tienen unos conocimientos iguales o muy


parecidos, ya que estos lo conciben como un docente presuntuoso o poco informado. Se
abusa del despotismo y la intransigencia.

2. Liderazgo coach.

Ayuda a los alumnos a tomar conciencia de sus puntos fuertes y sus puntos débiles.
Es capaz de definir cuáles son las aspiraciones personales, académicas y profesionales de
sus alumnos.
Ofrece una gran cantidad de instrucciones porque pauta las tareas.
Ofrece mucho feedback a sus alumnos.
Delega tareas con frecuencia, incluso las que se consideran complejas.
Defiende el error como una forma más de aprendizaje.
Defiende el valor del diálogo como herramienta para aumentar la responsabilidad entre
sus alumnos.
Verbaliza el compromiso ante sus alumnos.

No funciona cuando: Los alumnos manifiestan muy pocas ganas de aprender. Los
alumnos manifiestan una falta considerable de motivación.

3. Liderazgo conciliador.

Valora a sus alumnos y sus emociones por encima de las tareas y los objetivos de las
mismas.
Busca en todo momento un buen clima de trabajo.
Concede mucha importancia a la lealtad.
Defiende cierto grado de autonomía en el aprendizaje.
Practica el refuerzo positivo incondicional, es decir, trabaja para aumentar el
autoconcepto y la autoestima de sus alumnos verbalizando sus logros y aciertos.
Promueve la armonía dentro del grupo, así como la moral de sus alumnos.

No funciona cuando: El docente abusa del elogio. El docente no ofrece soluciones a


corto o medio plazo que puedan satisfacer al alumno.

4. Liderazgo democrático.

Invierte mucho tiempo en recopilar ideas.


Trabaja con la intención de tener el respaldo de sus alumnos.
Busca constantemente en el grupo conseguir confianza, respeto y compromiso.
Fomenta la flexibilidad y la responsabilidad a la hora de trabajar porque tiene muy en
cuenta las opiniones y decisiones de sus alumnos.
Es muy realista en cuanto a la consecución de objetivos.

Inconvenientes: Se ralentiza con consecución de objetivos, dada la pluralidad de


opiniones. Favorece poco la cohesión de grupo al fomentar tanto la participación.

5. Liderazgo ejemplarizante.

El docente tiene un alto rendimiento en su trabajo y lo demuestra constantemente.


Se obsesiona por hacer las tareas mejor y más rápidas y lo exige también a sus alumnos.
Busca el mismo nivel y exigencia en todos sus alumnos.
Tiene las ideas claras, pero no siempre es capaz de transmitirlas con claridad al grupo.
Fomenta la desmoralización y el abandono debido a la alta tasa de exigencia.
El alumno se preocupa más por adivinar lo que quiere el docente que por su trabajo en
el aula.
No hay flexibilidad.
Desaparece la responsabilidad.
Las tareas son, por lo general, repetitivas, mecanizadas y aburridas.
El alumno ve poca recompensa en su esfuerzo.
Manifiesta poca sensibilidad por la atención a la diversidad.

Puede funcionar cuando: Los alumnos son homogéneos, están muy motivados, son muy
competentes en sus tareas y requieren de poca atención o seguimiento individualizado.
Hay que realizar alguna actividad o proyecto en un plazo determinado.

6. Liderazgo coercitivo o dominante.

Sólo el docente toma decisiones y es inflexible.


No favorece el espíritu crítico o la generación de nuevas ideas o sugerencias.
No fomenta la implicación del alumno en el grupo.
Desaparece el sentido de la responsabilidad.
No fomenta el sistema de recompensas.
Es poco motivador para los alumnos.

Puede funcionar cuando: Se necesita dar un cambio radical al rumbo de un grupo.


Ocurre una situación traumática o de emergencia tanto en el grupo como en el centro
escolar.

Liderazgo. ¿Cuál es la mejor opción?

Muy probablemente si has leído hasta aquí te habrás sentido identificado en mayor o
menor grado con alguno de los 6 tipos de liderazgo que Daniel Goleman defiende en su
libro Liderazgo. Sin embargo, lo importante es hacer el esfuerzo por ampliar al máximo
otros tipos de liderazgo que sabes bien que no posees, incluso los dos últimos que, como
habrás leído, tienden a ser bastante negativos en la mayoría de las ocasiones, pero que
tal vez en algún momento precisarás.

Un líder no destaca por un sólo tipo de liderazgo. El gran líder es aquel que tiene la
capacidad de flexibilizar su liderazgo en función de las necesidades de cada grupo. Esa
es la verdadera esencia de un buen líder. De ahí la importancia de aumentar en la
medida de lo posible tu repertorio. Sin duda, se trata de un reto apasionante. El camino
no será fácil, pero la recompensa será, cuanto menos, extraordinaria.

Seis consejos para convertirte en un maestro transformacional

Hoy en día todos los actores vinculados a la educación reconocen que el liderazgo
pedagógico del docente de aula es fundamental en función de mejorar la calidad de los
aprendizajes que desarrollan los estudiantes, y en consecuencia, mejorar la calidad del
sistema en su conjunto.

Cuando se habla de liderazgo es habitual relacionar el concepto a los cargos directivos


de una institución educativa, especialmente al director o directora. Sin embargo, hablar
de liderazgo es referirse a una dimensión mucho más amplia que solo el liderazgo
directivo. Se trata de desarrollar la capacidad para influir, guiar y dirigir a los miembros
de un grupo, quienes siguen al líder de forma voluntaria para lograr la consecución de
objetivos. Por lo tanto, el rol del líder pedagógico, en este caso los docentes, implica
que sean competentes es determinar un norte claro a conseguir, declarado en los
objetivos de aprendizaje, y mostrar la hoja de ruta por donde deben transitar para
alcanzarlo, acompañando el proceso de manera permanente e integral.

Entre los diferentes modelos de liderazgo que existen, el que hoy en día tiene más
renombre y relevancia es el liderazgo transformacional, el que puede también aplicarse
al ámbito del liderazgo pedagógico, puesto que refiere a aquel liderazgo capaz de crear
un cambio positivo en los seguidores, que en este caso son los estudiantes.

Es evidente que modificar el estilo de liderazgo pedagógico que un docente implementa


no es tarea fácil, puesto que requiere de una voluntad y compromiso por desempeñar la
labor lo mejor posible, tomando en consideración que todo cambia y es perfectible. El
siguiente artículo compartido por universia.com entrega algunos consejos básicos para
comenzar a mejorar nuestras prácticas de liderazgo pedagógico hacia un modelo
transformacional.

Conoce qué es el liderazgo transformacional y cómo puedes convertirte en un maestro


capaz de crear cambios positivo en tus alumnos.

Una buena enseñanza no consiste solo en la transmisión de contenidos y habilidades,


sino que lo importante es que los alumnos se vuelvan independientes, tengan sus propios
pensamientos y sean capaces de realizar su trabajo. Para poder lograr estos objetivos, a
continuación te ofrecemos una serie de recomendaciones para convertirte en un líder
transformacional que te ayudarán a perfeccionar tus técnicas de enseñanza y lograr un
mejor rendimiento por parte de tus alumnos.

¿Qué es el liderazgo transformacional?

El liderazgo se define como el proceso de influir, guiar y dirigir a los miembros de un


grupo, quienes siguen al líder de forma voluntaria para lograr la consecución de
objetivos. El liderazgo transformacional es aquel liderazgo capaz de crear un cambio
positivo en los seguidores, que en este caso son los alumnos. En este tipo de mandato, el
profesor aumenta la motivación, la moral y el rendimiento del grupo de estudiantes.
¿Cómo uno puede convertirse en un maestro transformacional?

A continuación, te presentamos 6 consejos para poder desarrollar el liderazgo


transformacional y así ser o seguir siendo un maestro de transformación:

1. Compartir las mejores prácticas

Si bien la experiencia es importante, para compartir las mejores prácticas de enseñanza


no importa cuánto tiempo o cuántos años has estado en el aula. Solo es necesario que el
maestro se comprometa en el desarrollo profesional continuo para así llegar a ser un
maestro de transformación. Si algo funciona en tus clases, no dudes en compartir tu
experiencia y los métodos que más resultados te dieron. Además, el simple hecho de
compartir te ayudará a establecer una relación de colaboración fluida con otros
docentes que enriquecerá la labor de ambas partes.

2. Encontrar un mentor de confianza

En este caso lo importante es encontrar a una persona de confianza y no tanto la


cantidad de experiencia que tenga. Como maestro siempre será positivo pedir un
consejo o conversar con colegas sobre las mejores prácticas de enseñanza. Esto te será
de gran utilidad para conocerte a ti mismo, para perfeccionarte y para conocer otras
perspectivas.

3. Observar otras clases

Será beneficioso comprometerse con la profesión y observar a otros maestros dar clase.
De esta manera, uno podrá analizar las diferentes técnicas que utiliza cada profesor
para crear un ambiente de aprendizaje relajado y eficaz e intentar luego incorporarlas a
sus clases.

4. Cambiar las cosas

Siguiendo con el punto anterior, también será bueno observar a otros maestros para ver
qué cambian, sobre todo si sientes que estas demasiado cómodo en una rutina. Si bien
es más fácil enseñar siempre en base a los mismos libros y contenidos cada año, también
resulta aburrido y puede conducir al desgaste como maestro. Es recomendable estar
renovándose continuamente y realizar cambios de acuerdo a lo que se está dictando en
otras clases por ejemplo, para acompasar el aprendizaje.

5. Modelar la utilidad de lo que enseña

Es favorable que el maestro siempre busque nuevas formas de modelar la utilidad de lo


que enseña, dado que, cada vez más los estudiantes quieren saber cómo pueden aplicar
en el mundo real lo que aprenden en el aula. Con los grandes avances tecnológicos que
se han dado y el fácil acceso que tienen los estudiantes a Google, parece menos
importante evaluar cuánto saben los estudiantes y más importante transmitirles el
sentido y el beneficio que tiene poder tener a disposición toda esa información.

6. Cuidar a los estudiantes más allá de lo que se enseña

Una manera de motivar a los alumnos será demostrarles que uno, como maestro, se
interesa por ellos más allá del salón de clase. Será positivo, por ejemplo, acompañarlos
a los paseos de grupo, ir a ver los eventos deportivos, asistir a las obras y demás
actividades realizadas por los estudiantes. Los grandes docentes transformacionales
saben que su rol va más allá de cualquier tema que se da en clase.

Los maestros transformacionales son aquellos que logran tener un impacto positivo y
duradero en los estudiantes, incluso años después de la graduación, teniendo un papel
trascendente mucho más allá de los temas que enseña en el salón de clases.

También podría gustarte