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CAPITULO X ANORMALIDADES DE LA ATENCION 1. CONCEPTO Y CLASIFICACION La atencién es una de las funciones psicolégicas més discutidas, al ex- tremo que hay’ autores que la consideran s6lo concepto superfluo. En efecto, esté tan intimamente vinculada con la actividad de la concien- cia, que apenas puede separarse de clla. Pero, por el hecho de constituir factor decisivo en la estructura dindmica de la intencionalidad, la aten- cién adquiere significacién propia. En la practica tiene importancia ca- pital para la elaboracién de la experiencia. En teorfa el andlisis de sus actos ofrece grandes dificultades; de ahi que esté por profundizar el es- tudio de sus fendmenos y su dindmica. A esta incipiencia contribuye tal vez que en los tltimos tiempos se prefiera estudiar lo subconsciente, con desmedro de la determinacién de lo consciente. En lo que respecta a la psicopatologia de la atenci6n, apenas se ha avanzado respecto a la vieja distincién de la aprosexia, hipoprosexia y disprosexia; conceptos, por lo demds equivocos, pues pueden aplicarse - oraa la intensidad, ora a la amplitud o la continuidad. 4 Consideramos indispensable ampliar el conocimiento de los desérdenes de la atencién en lo que respecta a la calidad. Por eso dis- tinguimos anormalidades cuantitativas y cualitativas. Después de es- tudiarlas, sefialaremos el efecto de la atencién sobre los sintomas men- tales y somaticos. Al fin indicaremos uno de los procedimientos més convenientes para apreciar el rendimiento de la atencién en los enfermos. 3 [163] 164 PSICOPATOLOGIA 2. ANORMALIDADES CUANTITATIVAS La atencién se desvia de la normalidad por defecto y por exceso. En uno y otro caso es menester distinguir si lo afectado es el momento inicial, la constitucién del acto intencional, o la continuidad del mismo. Si se trata de anormalidades por defecto debe determinarse qué es lo comprometido, y en qué medida: la amplitud, la claridad 0 la rapidez de aprehender. 1. La elevacién del umbral consiste en el hecho de que la aten- cién no se despierta sino con estimulos intensos. Esta deficiencia rara vez se presenta aislada; se acompafia generalmente de una incapacidad global, debida sea a insuficiencia intelectual, sea a perturbacién de la conciencia. Aislada, se observa en los sujetos moderadamente deprimi- dos, asi como en los ligeramente agitados. 2°. Hay una indiferencia normal, debida a la momentanea liber- tad del devenir interior respecto de lo significativo de las cosas y los hechos, sin que implique estar abstraido. La’ indiferencia anormal se ca- racteriza por una falta considerable de disposicién para interesarse por los acontecimientos, de suerte que son ineficaces los estimulos que despiertan interés al hombre normal. Los estados de dnimo ~sobre todo la angustia~ y las ideas prevalentes de diversas psicosis y neurosis predisponen de manera indirecta y comprensible a esta clase de indiferencia. Pero hay condiciones morbosas, especialmente propias de ciertas encefalopatias, de la pardlisis general y la esquizofrenia, en las que suele ser sintoma importante, incluso orientador del diagnéstico. 3°. La inestabilidad de la atencién es la impotencia para concentrar y mantener la mente en un objeto: se dirige superficialmente a los esti- mulos de cada momento sin lograr completar actos intelectuales que ‘impliquen esfuerzo productivo. Como ya hemos visto, es uno de los sintomas caracteristicos de la agitacién, llamado distraibilidad, insepa- table de la fuga de ideas. Se manifiesta también en otras condiciones, mayormente en ciertos estados histéricos. 4°. La facil fatiga de la atencién se manifiesta como mortificacién causada por el esfuerzo de concentrar la mente en la conversacién 0 en las cosas y los acontecimientos, 0 como escaso rendimiento y abundancia deerrores en el mismo proceso. Lo primero es frecuente en las mds variadas Condiciones patoldgicas, orgénicas 0 psiquicas. Lo segundo es sintoma de deficiencia intelectual, de agotamiento o de astenia. ANORMALIDADES DE LA ATENCION 165 5°, Wernickeha llamado hipermetamorfosis y Kraepelin hiperprosexia a la propensién forzada a tomar conocimiento y prestar atencién a las sensaciones, a veces de uno solo de los érganos de los sentidos. Se acom- pafia a menudo de cierto desasosiego motor, y se debe probablemente a excitacién sensorial. Es manifestacién de psicosis sintomdticas, favo- recida por perturbacién de la conciencia; se observa ocasionalmente en la embriaguez alcohdlica y en la esquizofrenia. 3. ANORMALIDADES CUALITATIVAS La atencién no es s6lo la continuidad de un movimiento interior encaminado al objeto, comparable con un haz de luz més 0 menos concentrado, mas 0 menos vivo, més 0 menos estable; es también una virtualidad psiquica que persigue fines u objetivos, que sintetiza los da- tos patentes al entendimiento, reconociéndoles su concreta significacién y sus relaciones; es, asimismo, una estructura mental que pone en consonancia el aspecto patico con el: aspecto gnéstico del contenido al cual se endereza. Algo de esto ha entrevisto Bergson al proclamar que todo acto de atencién entrafia el desenvolvimento de un esquema dindmico. «El esfuerzo intelectual para interpretar, comprender, prestar atencién es, pues, un movimiento del “esquema dindmico” en la direccién de la imagen que lo desarrolla, Es una transformacién continua de las relaciones abstractas, sugeridas por los objetos percibidos, en imagenes concretas, capaces de recubrir estos objetos.» Ribot ha dicho que la aten- cin es un monoidefsmo. «Pero la tnidad hacia la cual marcha el es- piritu no es una unidad abstracta, seca y vacia. Es la unidad de una “idea directriz” comin a un gran nimero de elementos organizados. Es la uni- dad misma de la vida.» En la mente alterada por la enfermedad los aspectos cualitati- vos de la atericién se descomponen, dando los desérdenes que pasamos a describir. Se trata de anormalidades que afectan a otras funciones psiquicas, anormalidades que los tratadistas incluyen entre las propias de esas otras funciones. Pero la atencién, aunque no se la considerara como un género aut6nomo de actividad psicolégica, a nuestro entender tiene parte principal en la manifestacién de tales desérdénes, por lo menos desde cl punto de vista fenomenolégico y del anélisis funcional. 19. La frustracién del objetivo es una falla del conato de aprehen- der el contenido intencional, de suerte que en vez de que la mente logre el contacto con el dato externo (de la realidad) o interno (del mundo interior) y alimente la tendencia determinante del acto, aborta en el vacio 16 PSICOPATOLOGIA © se descamina hacia otro objetivo accidental. Semejante pérdida de la virtualidad eficaz de la atencién se verifica en infinidad de sintomas de Ta esquizofrenia y la entendemos como un aspecto de lo que llamamos atelesis, caracteristica funcional de esta psicosis. Se puede comprobar experimentalmente con las pruebas concebidas por Zucker, pero cual- quier tarea intelectual propuesta a los enfermos la pone de manifiesto, como problemas de conocimientos corrientes, interpretacién de senten- cias o refranes. Un esquizofrénico reconoce que a menudo Ie ocurre que no sabe de qué est4 hablando, y cuando se le pregunta algo abstracto confiesa que no logra comprenderlo. Le hacemos una pregunta y divaga. En resumen -le decimos- jha comprendido 0 no mi pregunta? -«Como no he pensado bien, me parece ambigua, es decir, no le entiendo; no he podido concretarla... Es como si a uno Ie torcieran la unién de la propia voluntad de su pensamiento, hasta cuando uno sabe una cosa y la recuerda; pero no en el debido momento en que le preguntan y aunque tenga voluntad de recordarla no la recuerda y aun cuando sabe que la sabe, no puede decir.» -En otros casos, con esta dificultad o sin ella, se pro- ducen stibitos vacios. Un paciente comienza una frase y se interrumpe. No se trata de bloqueo del pensamiento, pues sigue pensando en otras cosas y expresa: «Pues nada. Le iba a decir algo interesante pero se me ha cortado, se me ha escapado... Esto me ha pasado ya antes, algo debo tener en algtin hemisferio» Isefialindose la cabeza]. 28. Cuando la mente no logra la sintesis del contenido de la aten- cién reconociendo a los fenémenos sui concreta significacién y sus efec- tivas relaciones, de suerte que el sujeto no acierta a comprender Ia falta de justeza y de regularidad de sus actos de conocimiento, entonces tene- mos la perplejidad anormal. Mientras que la perplejidad normal es duda 0 indecisién frente a un estado de cosas objetivamente determinado, en Ja anormal no se trata s6lo de la dificultad subjetiva sino de la concien- cia de incapacidad de determinar cudll es el problema objetivo, a causa de que las asociaciones de ideas fortuitas y adventicias impiden la identificaci6n de los datos de la experiencia. Esta distincién nos parece esencial; con ella se produndiza la particularidad psicolégica de este fenémeno, por lo demés cuidadosamente estudiado por Storring. La perplejidad se presenta con frecuencia ¢ intensidad en la esquizofrenia, en relacién con los sintomas mds variados de esta en- fermedad; se observa también en la_psicosis manfaco-depresiva, sobre todo en los momentos agudos de la melancolia y en las formas mixtas de melancolfa y manta; no es raraen otros desdrdenes men- tales con perturbacién de la conciencia, mayormente en las psicosis sintomaticas. ANORMALIDADES DE LA ATENCION 167 He aqui algunas manifestaciones dela perplejidad anormal en un caso de melancolfa atipica. Refiere el paciente que se agolpan en su mente recuerdos penosos y productos de la-fantasfa de contenido sombrio, también autorrepro- ches, y por momentos su desconcierto es tan grande que duda hasta de los més elementales testimonios de sus sentidos. P. e,, al dia siguiente de haber recibido la visita de un hermano preguntaba que si la persona que lo visit6 fue realmente su hermano o «una imitacién perfectan. Se le observa a menudo con la tipica expresi6n del perplojo: los pérpados ampliamente abiertos, la frente con pliegues horizontales, la boca entreabierta. En este estado pregunta ansioso si las personas y mismo no pueden transformarse en cosas, si las voces que escucha son de us parientes, etc, Declara que todo lo que piensa le parece realidad, queel presente y el pasado se intrincan en su espfritu, En su mundo todo es posible: mutaciones de personas, transformaciones de éstas en animales, plantas u objetos, en polvo 0 en la nada, y vicoversa, Su discurso con frecuencia es incoherente, fragmentado; Jos pensamientos quedan inconclusos, pues unas ideas suceden a otras y no dan tiempo al enfermo para concluirlas, la conexién con las cosas es inestable y pobre el poder de concentracién. Por momentos todo lo ve a través de un velo y se preocupa intensamente por la dificultad que experimenta para localizar los he- chos en el espacio y en el tiempo y para reconocer por la memoria incluso a sus parientes més cercanos. La realidad y la fantasia se mezclan en un conjunto caético y sin sentido, que aumenta sus dudas y alimenta sus ideas catastréficas. En ocasiones sus pensamientos se suceden tan velozmente que le hacen perder el sentido de la realidad y entonces se halla muy angustiado; se desorienta fagazmente al extremo que no sabe ni quién es ni en qué lugar se encuentra. 3°. El sentimiento de extrafieza lo hemos considerado ya a propé- sito de la percepcién. Se produce igualmente frente a los objetos o los estados mentales y respecto del propio yo. En cl fendmeno normal de la atencién hay armonia entre el aspecto intelectual y el afectivo del acto objetivante. En la anormalidad que estudiamos aqui se produce una des- conexi6n entre ambos aspectos, con predominio y desajuste del afectivo, que hace perder fuerza y seguridad a la aprehensiOn de las cosas exte- riores ¢ interiores: lo patico desborda y desvalora lo gnéstico, sin poder integrarse con él. EI sentimiento de extrafieza se produce en los mismos desarre- glos mentales que la perplejidad. Se asocia frecuentemente a ésta, lo mis- mo que a la despersonalizacién. En la esquizofrenia se muestra sobre todo en la fase aguda y casi invariablemente se combina con otros desérdenes psiquicos. Seguin Zucker, cuando hay substraccién del pensamiento, cuanto més acentuada es ésta, tanto mayor resulta el sentimiento de extrafieza. Un esquizofrénico presenta el sentimiento de extrafieza acerca de las personas y las cosas y acerca de s{ mismo y de su estado: «Cuando entré el doctor fulano me quedé suspenso, no pude concluir, en mi mente se produjo una 168 PSICOPATOLOGIA transformaci6n, era como una ruleta que daba vueltas; mis hemisferios y mis circunvoluciones daban rodeos y cambiaban... yo mismo no me explico... gUsted eseldoctor mengano? :Existeel doctor mengano? No, noexiste. Usted meengafi Ese juego de que entra un psiquiatra y lo deja a uno en suspenso, pensanc hace trabajar més al cerebro; entra una desesperacién.» «Yo me encontraba sano y veta diferentes a los dems. Les decfa zpor qué me han cambiado, si antes era de otra manera? Mi novia me parecia diferente, aunque su voz era la misma... Vefa a las cosas extraordinarias, cambiadas, con nuevas particularidades. Mien- tras tanto, por tanto cambio yo me hallaba receloso, saltén, desconfiado... A veces me sentfa muy extrafio porque mis personas... Cosas raras me suceden cuando pienso... No, yo més bien sentfa a las demés personas extrafias.» Este enfermo, desesperado, exclamaba repetidas veces: «La rareza me mata.» 4, EFECTO DE LA ATENCION SOBRE LOS SINTOMAS MENTALES Y CORPORALES La atenci6n tiene el poder de avivar las propiedades sensibles y sig- nificativas del objeto al cual se dirige, sea del campo de la percepcién exterior, sea del contenido de la vida interior; tiene asimismo influjo para despertar y asociar recuerdos y tendencias relacionados en alguna forma con la experiencia actual. A causa de esta doble virtualidad es capaz de conferir relieve y entidad a las posibilidades mas remotas susceptibles de reforzar o justificar la creencia 0 la disposicién del momento, a veces desmesuradamente, con desmedro de la sana despreocupacién y del dominio de si mismo. Por eso influye sobre los sintomas psiquicos y corporales, mayormente en sujetos inseguros, asténicos y predispuestos a la autosugesti6n. El efecto puede ser desfavorable en tna y otra clase de dolencias. 1. En materia de sintomas psiquicos el efecto adverso a la salud se produce facilmente con relacién a las pseudopercepciones, las ideas anormales, las fallas de la memoria, de la voluntad y de ciertas tenden- cias instintivas. Las pseudopercepciones, en especial las alucinaciones, y los desérdenes del pensamiento, sefialadamente las ideas sobrevalo- Tadas, las obsesiones y el pensamiento delusional, son fomentados, reforzados y complicados por injerencia de la atencién, que obra, por decirlo asi, como un catalizador. Las fallas conscientes de la memoria se agravan aparentemente tanto por el esfuerzo voluntario de evocar cuanto por la expectacién negativa, a veces ansiosa, que perturban la espontaneidad del recuerdo. Asi, el sujeto cree ver confirmada la defi- ciencia mneménica, que puede ser minima y hasta puramente ilusoria. Algo semejante sucede con las fallas de las tendencias instintivas. P. e,, el sujeto propenso al insomnio y a quien cada noche se le ocurre ANORMALIDADES DELA ATENCION 169 que no va a dormir, presta atencién a-su vigilia, y con eso la aviva; 0 elindividuo poco seguro de su virilidad, que temeun fiasco por impotencia sexual, perturba con la auto-observacién la espontaneidad del instinto, inhibiendo asi cl automatismo de la ereccién. Otro tanto ocurre en Jos actos voluntarios: el sujeto que por falta de dominio de si mismo ha presentado antes algun desorden en la conducta, la palabra o la expresin, corre el riesgo de que se repita en cada nueva situacién semejante, por producirse el consabido circulo vicioso. Esto se observa con frecuencia, p-e.,enlo querespecta a actuar en piiblico;segiin los casos, unosindividuos sienten invencible inhibicién, otros tartamudean, se ruborizan o sudan. En esta esfera las cosas pueden complicarse con la formacién de habitos viciosos y acoplamientos hipobiilicos. La influencia semiogénica de la atencién puede legar al extremo de contribuir no sélo a la produccién de sintomas aislados, sino, con el concurso de otros factores, a la configuracién de reacciones y desarrollos psiquicos anormales. El hecho es que en ciertas situaciones la atencin de sujetos fragiles adquiere un poder desmesurado para avivar y deformar impresiones, recuerdos y propensiones por falta del freno rectificativo del sentido de la realidad. En lugar de que ~como es normal en el ejercicio de la atencién- la mente limite con critica el alcance de las impresiones, los temores y las fantasias, se entrega indefensa al primer movimiento del énimo, constituyendo asf una estructura morbosa capaz de desadap- tar por completo al individu. Esta manera de comprender tal género de repercusiones de la atencién nos parece més legitima que las inter- pretaciones fisiolégicas que proponen los Mackenzie para esclarecer el origen de los desérdenes reflejos y de la disociacién de la personalidad en los casos estudiados por ellos. 22. En lo que atafie a las enfermedades sométicas, se comprende que tanto sus sintomas cuanto su curso puedan ser influidos por la aten- cidn. Incluso pequefios dolores o un malestar insignificante sirven a veces para que el sujeto se sienta enfermo o agrave el mal fisico efectivo con una superestructura psicolégica nociva. La entidad de ésta depende de la constitucién psicofisica de cada individuo; la del asténico ofrece a este respecto el terreno més vulnerable. Pero en cualquier persona en quien los estados afectivos sensoriales y vitales despiertan preocupacién es comprensible que la mente se ocupe en cavilar acerca de las causas y consecuencias posibles de la alteracién que padece. En estas condicio- nes, una suposicién pesimista propia o una palabra imprudente ajena hallan facil pretexto para confirmarse en la perturbacién que, segiin los casos, produce 0 parece producir la atencién cuando se concentra en un 6rgano o una funcién del propio cuerpo. La aprensién se transforma asi = PSICOPATOLOGIA ‘en certidumbre avasalladora, mayormente si a ello contribuye -con la consiguiente depresién del tono vital y del énimo— la actividad de la fan- tasia y las nociones extravagantes de la patologia del profano o los conocimientos del entendido. Tal es la manera como toman cuerpo las dolencias de aprensién y como se complican las enfermedades reales. De lo dicho fluye que el médico general debe tener siempre presente elinflujo de la atencién, que el conde Keyserling precisa admirablemente: «El hombre esta organizado de tal modo que la atencién vitaliza y hace crecer aquello sobre lo cual recae.» 3°, Dijimos que el efecto de la funcién psiquica que nos ocupa puede ser desfavorable o favorable. El tiltimo rara vez es directo, como en el caso de ciertas ilusiones; en cambio, el indirecto puede buscarse siempre. Este consiste en desviar la atencién de los sintomas y del autoexamen. En el campo psiquidtrico se consiguen grandes resultados en tal sentido con los recursos de la asistencia activa, a la cual nos he- mos referido anteriormente; en la practica médica general, y también en la psiquidtrica, una de las formas psicoterdpicas fundamentales consis- te en orientar sistematicamente la intencionalidad del paciente hacia lo sano y saludable. 5. PRUEBA EXPERIMENTAL DE LA ATENCION Con frecuencia es titil en el estudio de los enfermos mentales apreciar To que rinde la atenci6n, Esto ilustra no sélo acerca del estado en esta funci6n, sino respecto del estado psiquico en su conjunto. En psicologia experimental hay varios procedimientos con tal fin. Nosotros recomen- damos la prueba de Valdizén. Requiere una hoja de papel de 50 x 20 emeen Ia cual estan impresos ceros agrupados de diez en diez, separados por pequefios espacios. Se instruye al paciente que debe tarjar con un lapiz un cerg sf y uno no, sin interrumpir Ia tarea por ningiin motivo y sin prestar atenci6n a la mano del experimentador, que sefala con lapiz. rojo el tiltimo cero tarjado en cada minuto. Terminada la opéracién, se cuentan los ceros borrados y los errores cometidos en cada minuto. Estos datos se consignan en un sistema de coordenadas, correspondiendo el eje de las abscisas a los minutos y el de las ordenadas al mimero de ceros tarjados y de errores cometidos en cada minuto. Para la calificacién sintética de la prucba hemos propuesto un cociente de eficiencia, cuya formula es la siguiente: A = + que expresa que la celeridad (C) de ANORMALIDADES DELA ATENCION im la operacién, apreciada por el promedio de ceros tarjados por minuto, dividida por el promedio de errores (E) cometidos por minuto, es igual a la eficacia de la atencién. Sal y Rosas ha reducido el ntimero de ceros a 1.500. Susinvestigaciones revelan que el individuo normal y joven realiza la prueba abreviada en poco més de diez minutos, tarjando de 65 a 70 ceros por minuto y cometiendo de 5 a 10 errores en toda la prueba; en os sujetos de edad avanzada es normal 50 ceros por minuto y 15 errores en total. , BIBLIOGRAFIA Henri Bergson: «L'effort intellectuel», énergie sprituelle, Parfs, 1922. ~ Trigant Burrow & William Galt: «Hlectroencephalographic recordings of varying aspects of attention in relation with behavior», Journal of General Psychology, 1945, 1. 32.~ Enoch Callaway & Donald Dembo: «Narrowed attention. A Psychological phenomenon that accompanies a certain physiological change», A. N. P., 1958, t. 79, N81. ~ Oskar Dicthelm é& Marshall R. Jones: «Influence of anxlely on attention, learning, retention and thinking», A. N. P., 1947, t.58, N°3.~ Armando Fernéndez Quintana: «Estudio experimental de Ia atencién en enfermos mentales trata~ dos con Cardiazole, A. F. 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