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Qué es el animismo?

El animismo (del latín anima, “alma”) es un conjunto heterogéneo


de creencias religiosas que tienen en común la idea de que todas las cosas del mundo
real, desde animales, plantas y seres humanos, hasta objetos inanimados y paisajes,
poseen una vida anímica. Es decir, sostiene que la naturaleza está poblada por
espíritus inteligentes o por conciencias místicas despiertas.

El animismo es un rasgo fundamental de las culturas ancestrales o los pueblos


primitivos, que refleja su estrecho vínculo imaginario con el mundo: se trata de una
mirada que reconoce alrededor la presencia reconocible de voces, inteligencias y
deseos, que establecen con la humanidad un diálogo de algún tipo. Por eso se considera
el germen fundacional de las religiones.

Sin embargo, el animismo no consiste en un cuerpo unificado de creencias, sino que


varía inmensamente dependiendo de cada pueblo y cada cultura. Por eso no puede
considerarse totalmente como una religión, al menos en el mismo sentido en que lo
hacen las religiones modernas.

Los pueblos aborígenes ni siquiera tienen un nombre para el animismo, ya que este
concepto es una construcción posterior, fruto de la antropología del siglo XIX, y
atribuido a Edward Burnett Tylor (1832-1917).

Principales creencias del animismo


Como hemos dicho, el animismo no presenta un cuerpo uniforme y homogéneo de
creencias, ni se trata de una religión unificada. Por el contrario, hablamos de formas
religiosas o místicas cuyo único punto en común es la atribución de rasgos animados
o de conciencia tanto a los seres vivos no humanos, como a los objetos inanimados:
los animistas “dialogan” tanto con las plantas y los animales, como con ríos, piedras,
montañas o la luna.

Es decir, la mirada del animismo encuentra, allí adonde mire, un espíritu o un alma del
mundo natural. Por eso propone ritos y rituales a través de los cuales pedir permiso,
pedir perdón o cumplir con el deseo de las ánimas.

La muerte en el animismo
Para la mayoría de los sistemas animistas de creencias, la muerte representa el
tránsito hacia una existencia duradera del espíritu, ya sea en la propia tierra o en un
más allá de abundancia.

En algunos casos, lo primero implica la reencarnación en un animal específico o una


planta, en los que el alma humana puede perdurar y estar en contacto con sus seres
queridos. En otros casos se requiere de ritos fúnebres específicos, por parte de un
chamán o sacerdote, para guiar al espíritu hacia el buen paradero.
Animismo en filosofía
En la historia de la filosofía se ha usado el término “animismo” para referirse a sistemas
de pensamiento muy distintos, que nada tienen que ver con el animismo místico o
religioso que aquí hemos descrito. Por ejemplo, se empleó para referirse a la visión
aristotélica sobre el alma y el cuerpo humanos, defendida por las escuelas filosóficas
de los estoicos y los escolásticos.

También se ha propuesto, junto al término vitalismo, como nombre de la doctrina


médica en el siglo XVIII por el alemán Georg Ernst Stahl (1659-1734), según la cual el
alma era el fundamento y la raíz de cualquier estado de salud o de enfermedad que se
manifestara en el cuerpo.

Orígenes y ubicación geográfica[editar]

Lugar sagrado en una aldea Santhal en el distrito de Dinajpur, Bangladés.

Se encuentran trazas de animismo en África al sur del Sáhara, Australia, Oceanía, sudeste


y centro de Asia y en toda América. La arqueología y la antropología estudian el animismo
actualmente presente en las culturas indígenas. Algunos conceptos antiguos acerca
del alma se pueden analizar a partir de los términos con que ésta era denominada. Por
ejemplo, los lectores de Dante conocen la idea de que los muertos no tienen
sombra (ombra). Esto no fue una invención del poeta sino una noción que proviene
del folclore anterior al cristianismo.
En las Islas Canarias, los aborígenes canarios profesaban una religión animista (mitología
guanche).
En Sudamérica, el pueblo Mapuche profesa el animismo a través de la creencia en
los Ngen, espíritus de la naturaleza; los cuales mantienen el equilibrio y orden entre la
naturaleza (Ñuke Mapu) y los seres humanos. Siendo los Ngen una de las principales
creencias junto al culto a los antepasados (llamados espíritus pillanes).
En África, los basutos sostienen que una persona que camina por la orilla de un río puede
perder la vida si su sombra toca el agua, ya que un cocodrilo podría engullirla y arrastrar a
la persona dentro del agua.
En oriente destaca la tradición Bön y el Sintoísmo.
En algunas tribus de Norte y Suramérica, Tasmania y en la Europa clásica, se encuentra el
concepto de que el alma —σκιά, skiá, umbra— se identifica con la sombra de una persona.
En cambio en la cultura occidental hay conexión entre el alma y la respiración. Esta
identificación se encuentra tanto en los idiomas indoeuropeos como en las lenguas
semíticas. Aire en latín se dice spíritus; en griego, pneuma y en hebreo, ruach. Esta idea
se encuentra también en Australia, varios puntos de la América precolombina y Asia.
Para algunas culturas indígenas de América y en las primeras religiones romanas, la
costumbre de recibir el último aliento de un moribundo no era sólo un deber piadoso sino el
medio de asegurarse de que su alma se reencarnaría en el vientre de una nueva madre, y
no quedaría como un fantasma errante. Otros conceptos conocidos identifican el alma con
el hígado, con el corazón, con la figura que se ve reflejada en la pupila del ojo y con
la sangre.
Aunque a veces se distingue el alma o principio vital del cuerpo (que también poseerían
los animales) como algo diferente del espíritu humano, hay casos en que un estado de
inconsciencia se explica como debido a la ausencia de este. Los indígenas del sur de
Australia le dicen wilyamarraba (sin alma) a una persona desmayada.
También el trance autohipnótico de un chamán o de un profeta se cree que se debe a su
visita al más allá, de donde trae profecías y noticias de personas muertas. La telepatía o
la clarividencia, con o sin trance, se puede operar para producir la convicción de la
naturaleza dual (material-espiritual) del ser humano, ya que hacía parecer posible que
hechos desconocidos para el médium se pudieran descubrir por medio de una bola de
cristal.
La enfermedad a menudo se explica como la ausencia del alma y a veces se toman
determinadas medidas para atraer el alma errante de vuelta. En la tradición china, cuando
una persona está al borde de la muerte y se cree que el alma ha dejado su cuerpo, el
abrigo del paciente es sostenido en un largo poste de bambú mientras un sacerdote se
esfuerza por devolver el espíritu al abrigo por medio de conjuros. Si el bambú comienza a
girar en las manos del pariente que se ha dispuesto para sostenerlo, esto se considera
como signo de que el alma del moribundo ha vuelto.

Teorías[editar]
Las antiguas perspectivas de animismo, que desde entonces se han denominado el
"antiguo animismo", tenían que ver con el conocimiento de lo que está vivo y qué factores
hacen que algo viva.8El "viejo animismo "asumió que los animistas eran individuos que no
podían entender la diferencia entre personas y cosas.9Los críticos del "viejo animismo" lo
han acusado de preservar la "retórica y cosmovisión colonialista y dualista". 10

Definición de Edward Tylor[editar]


Edward Tylor El animismo desarrollado como teoría antropológica.

La idea del animismo fue desarrollada por el antropólogo Edward Tylor en su libro de 1871
"Cultura primitiva",(EB , 1878) en el que lo definió como "la doctrina general de las almas y
otros seres espirituales en general". Según Tylor, el animismo a menudo incluye "una idea
de penetrar la vida y la voluntad en la naturaleza"; 11 una creencia de que los objetos
naturales que no sean humanos tienen alma. Esa formulación fue un poco diferente de la
propuesta por Auguste Comte como "fetichismo",12 pero los términos ahora tienen
significados distintos.
Para Tylor, el animismo representaba la primera forma de religión, al estar situado dentro
de un marco evolutivo de la religión que se ha desarrollado en etapas y que finalmente
llevará a la humanidad a rechazar la religión por completo a favor de la racionalidad
científica.13Por lo tanto, para Tylor, el animismo fue visto fundamentalmente como un error,
un error básico del que surgió toda religión. 13 No creía que el animismo fuera
inherentemente ilógico, pero sugirió que surgió de los sueños y visiones de los primeros
humanos y, por lo tanto, era un sistema racional. Sin embargo, se basó en observaciones
erróneas y no científicas sobre la naturaleza de la realidad. 14 Stringer señala que su lectura
de "Cultura primitiva" lo llevó a creer que Tylor simpatizaba mucho más con las
poblaciones "primitivas" que muchos de sus contemporáneos y que Tylor no expresó
ninguna creencia de que hubiera alguna diferencia entre las capacidades intelectuales de
las personas "salvajes" y los occidentales. 5
Tylor inicialmente había querido describir el fenómeno como "espiritualismo", pero se dio
cuenta de que eso causaría confusión con la corriente moderna del espiritualismo, que
entonces prevalecía en las naciones occidentales. 15 Adoptó el término "animismo" de los
escritos del científico alemán Georg Ernst Stahl,16 quien, en 1708, había desarrollado el
término animismus como teoría biológica de que las almas formaban el principio vital y que
los fenómenos normales de la vida y los fenómenos anormales de la enfermedad podrían
remontarse a causas espirituales.17 El primer uso conocido en inglés apareció en 1819. 18
El arqueólogo Timothy Insoll ha descartado la idea de que alguna vez hubo "una forma
universal de religión primitiva" (ya sea etiquetada como "animismo", "totemismo" o
"chamanismo") como "poco sofisticada" y "errónea". ], quien afirmó que "elimina la
complejidad, una condición previa de la religión ahora, en todas sus variantes".19

Concepciones evolucionistas sociales[editar]


La definición de animismo de Tylor fue parte de un creciente debate internacional sobre la
naturaleza de la "sociedad primitiva" por abogados, teólogos y filólogos. El debate definió
el campo de investigación de una nueva ciencia: la antropología. A fines del siglo XIX,
surgió una ortodoxia sobre la "sociedad primitiva", pero pocos antropólogos aún aceptarían
esa definición. Los "antropólogos de sillón del siglo XIX" argumentaron que la "sociedad
primitiva" (una categoría evolutiva) fue ordenada por parentesco y se dividió en grupos de
ascendencia exógamo relacionados por una serie de intercambios matrimoniales. Su
religión era el animismo, la creencia de que las especies y objetos naturales tenían almas.
Con el desarrollo de la propiedad privada, los grupos de descendencia fueron desplazados
por la aparición del estado territorial. Estos rituales y creencias eventualmente
evolucionaron con el tiempo en la gran variedad de religiones "desarrolladas". Según Tylor,
cuanto más avanzada científicamente se convertía una sociedad, menos miembros de esa
sociedad creían en el animismo. Sin embargo, cualquier ideología remanente de almas o
espíritus, para Tylor, representaba "supervivencias" del animismo original de la humanidad
primitiva.20
En 1869 (tres años después de que Tylor propusiera su definición de animismo), el
abogado de Edimburgo, John Ferguson McLennan, argumentó que el pensamiento
animista evidente en fetichismo dio lugar a una religión que llamó Totemismo. Argumentó
que las personas primitivas creían que descendían de la misma especie que su animal
totémico.12 Los debates posteriores entre los 'antropólogos del sillón' (incluido J. J.
Bachofen, Émile Durkheim y Sigmund Freud) permanecieron centrados en totemismo en
lugar de animismo, con pocos desafiando directamente la definición de Tylor. De hecho,
los antropólogos "han evitado habitualmente el tema del animismo e incluso el término en
sí mismo en lugar de revisar esta noción prevaleciente a la luz de sus nuevas y
ricas etnografías".21
Según el antropólogo Tim Ingold, el animismo comparte similitudes con el totemismo, pero
difiere en su enfoque en los seres espirituales individuales que ayudan a perpetuar la vida,
mientras que el totemismo más típicamente sostiene que hay una fuente primaria, como la
tierra misma o el antepasados, que proporcionan la base de la vida. Ciertos grupos
religiosos indígenas como los aborígenes australianos son más típicamente totémicos,
mientras que otros como los inuit son más típicamente animistas en su visión del mundo.22
A partir de sus estudios sobre el desarrollo infantil, Jean Piaget sugirió que los niños
nacieron con una cosmovisión animista innata en la que antropomorfizaron objetos
inanimados, y que fue más tarde cuando crecieron de esta creencia. 23 Por el contrario, a
partir de su investigación etnográfica, Margaret Mead argumentó lo contrario, creyendo
que los niños no nacieron con una cosmovisión animista, sino que se volvieron aculturados
a esas creencias según fueron educados por su sociedad. 23Stewart Guthrie vio el
animismo, o "atribución" como lo prefería, como una estrategia evolutiva para ayudar a la
supervivencia. Argumentó que tanto los humanos como otras especies animales ven los
objetos inanimados como potencialmente vivos como un medio de estar constantemente
en guardia contra posibles amenazas.24 Su explicación sugerida, sin embargo, no trató con
la pregunta de por qué tal creencia se convirtió en central para la religión. 25
En 2000, Guthrie sugirió que el concepto "más extendido" del animismo era que era la
"atribución de espíritus a los fenómenos naturales como piedras y árboles ". 26

El animismo en la actualidad[editar]
Muchos antropólogos dejaron de usar el término "animismo", por considerarlo demasiado
cercano a la teoría antropológica temprana y la polémica religiosa. 10 Sin embargo, el
término también había sido reclamado por grupos religiosos, a saber comunidades
indígenas y era adoración de la naturaleza - quienes sintieron que describía
adecuadamente sus propias creencias, y que en algunos casos se identificaron
activamente como "animistas".27 Fue adoptados de esta manera por varios estudiosos, sin
embargo, comenzaron a usar el término de una manera diferente, 10 poniendo el foco en
saber cómo comportarse con otras personas, algunas de las cuales no son humanas. 8
Como afirmó el estudioso de estudios religiosos Graham Harvey, aunque la definición de
"antiguo animista" había sido problemática, el término "animismo" era, sin embargo, "de
considerable valor como término académico crítico". para un estilo religioso y cultural
relacionado con el mundo ".28
El animismo goza de una gran popularidad en la actualidad, en diversas regiones del
mundo ya que creencia en la existencia del alma es algo que se presenta en las más
disímiles culturas a lo largo de la historia y del mundo.
El animismo es un tema bastante extenso e indudablemente con un grado de
personalización cultural alta. Desde siempre se ha relacionado el animismo para tratar de
explicar lo que hay más allá de la muerte, lo intangible existente o sencillamente las cosas
que son para la mayoría inexplicables, es decir una forma de pensamiento que vincula al
ser humano con las cosas que lo rodean.

Cinco jefes ojibwe en el siglo XIX; fueron los estudios antropológicos de la religión ojibwe que dieron
lugar al desarrollo del "nuevo animismo".

El "nuevo animismo" surgió en gran medida de las publicaciones del antropólogo Irving


Hallowell que se produjeron sobre la base de su investigación etnográfica entre las
comunidades Ojibwe de Canadá a mediados del siglo XX.29 Para el Ojibwe encontrado por
Hallowell, persona no requería semejanza humana, sino que se percibía a los humanos
como a otras personas, que por ejemplo incluidas personas de roca y personas de oso. 30
Para los Ojibwe, estas personas eran seres voluntarios que adquirieron significado y poder
a través de sus interacciones con los demás; al interactuar respetuosamente con otras
personas, ellos mismos aprendieron a "actuar como una persona". 30 El enfoque de
Hallowell para comprender la personalidad de Ojibwe difería mucho de los conceptos
antropológicos anteriores del animismo.31 Hizo hincapié en la necesidad de desafiar las
perspectivas modernistas y occidentales de lo que es una persona entrando en un diálogo
con diferentes puntos de vista mundiales.30
El enfoque de Hallowell influyó en el trabajo de la antropóloga Nurit Bird-David, quien
produjo un artículo académico revaluando la idea del animismo en 1999.32 Siete
comentarios de otros académicos fueron proporcionados en la revista, debatiendo las
ideas de Bird-David.33
Más recientemente, los antropólogos posmodernos están cada vez más comprometidos
con el concepto de animismo. El modernismo se caracteriza por un dualismo cartesiano
sujeto-objeto que divide lo subjetivo de lo objetivo y la cultura de la naturaleza; Desde este
punto de vista, el animismo es el inverso de cientificismo y, por lo tanto, es inherentemente
inválido. Basándose en el trabajo de Bruno Latour, estos antropólogos cuestionan estas
suposiciones modernistas y teorizan que todas las sociedades continúan "animando" el
mundo que los rodea, y no solo como una supervivencia de Tylorian del pensamiento
primitivo. Más bien, la razón instrumental característica de la modernidad se limita a
nuestras "subculturas profesionales", lo que nos permite tratar al mundo como un objeto
mecánico separado en una esfera de actividad delimitada. Nosotros, como animistas,
también continuamos creando relaciones personales con elementos del llamado mundo
objetivo, ya sean mascotas, autos o ositos de peluche, a quienes reconocemos como
sujetos. Como tal, estas entidades son "abordadas como sujetos comunicativos más que
como objetos inertes percibidos por los modernistas". 34 Estos enfoques son cuidadosos
para evitar los supuestos modernistas que el entorno consiste dicotómicamente en un
mundo físico distinto de los humanos, y de concepciones modernistas de la persona
compuesta dualistamente como cuerpo y alma. 21
Nurit Bird-David argumenta que "las ideas positivistas sobre el significado de 'naturaleza',
'vida' y 'personalidad' dirigieron erróneamente estos intentos previos de comprender los
conceptos locales. Los teóricos clásicos (se argumenta) atribuyeron sus propias ideas
modernistas de sí mismos a ' "pueblos primitivos" mientras afirman que los "pueblos
primitivos" leen su idea de sí mismos a los demás "21 Ella argumenta que el animismo es
una" epistemología relacional ", y no un fracaso de Tylor razonamiento primitivo Es decir,
la identidad propia entre los animistas se basa en sus relaciones con los demás, más que
en alguna característica distintiva del yo. En lugar de centrarse en el ser modernista
esencializado (el "individuo"), las personas son vistas como paquetes de relaciones
sociales ("divididas"), algunas de las cuales están con "superpersonas" (es decir, no
humanos).

Altar animista, del pueblo bozo, Mopti, Bandiagara, Mali en 1972

Guthrie expresó críticas por la actitud de Bird-David hacia el animismo, creyendo que
promulgaba la opinión de que "el mundo es en gran medida lo que sea que lo haga
nuestra imaginación local". Esto, pensó, daría como resultado que la antropología
abandonara "el proyecto científico". 35

Creencias del animismo[editar]


El principio general del animismo es la creencia en la existencia de una fuerza vital
sustancial presente en todos los seres animados, y sostiene la interrelación entre el mundo
de los vivos y el de los muertos, reconociendo la existencia de múltiples dioses con los que
se puede interactuar, o de un Dios único aunque inaccesible en una adaptación moderna.
Sus orígenes no son precisables al contrario que las religiones proféticas, siendo junto
al chamanismo una de las más antiguas creencias de la Humanidad. La religión
del Antiguo Egipto estaba fundada sobre bases animistas.

Características generales[editar]
 La vida continúa después de la muerte.
 Se puede interactuar directamente con los espíritus y la naturaleza.
 Se reconoce la existencia de una gran variedad de espíritus, dioses y
entidades.
 El alma puede abandonar el cuerpo durante meditación, trances, sueños o
sustancias naturales.
 Se cree en la mediación de personas sagradas: chamanes, hechiceros, brujos,
médiums, etcétera.
 Hay seres espirituales que viven en el alma o espíritu del ser humano, o de
cualquier otro ser.
 Se fusionan conceptos: individuo-comunidad, pasado-presente-futuro, objeto-
símbolo, tiempo-tiempos, entre otros conceptos.
 Se realizan ofrendas o sacrificios expiatorios y a discreción.
 Todo está vivo, existencia de una conciencia universal y conexión universal.
 Se es partes de un todo siendo solo uno en conjunto de todos.
 Las cosas se cargan de energía y afectan según el creyente.
 Lo bueno y positivo siempre prevalece ante todo.
 Las sustancias naturales o plantas se utilizan como medios de aprendizaje,
sanación, o reveladoras.
 Siempre se está abierto a cualquier nueva idea o pensamiento.
 Todo influye, pero tú decides.
 Respeto, humildad, conocimiento, comprensión y compartir.
Vida después de la muerte[editar]
La mayoría de los sistemas de creencias animistas sostienen que existe un alma que
sobrevive a la muerte del cuerpo. Creen que el alma pasa a un mundo más cómodo, de
abundantes juegos y cultivos agrícolas continuos. Otros sistemas, como el de
los navajo de América del Norte, aseguran que el alma permanece en la Tierra
como fantasma, a veces malvado.
Otras culturas combinan estas dos creencias, y afirman que el alma debe escapar de este
plano y no perderse en el camino, de lo contrario se volvería fantasma y vagaría durante
mucho tiempo. Para el éxito en esta tarea los supervivientes del muerto consideran
necesario realizar funerales de duelo y adoración a los ancestros. En las culturas animistas
a veces los rituales no son realizados por los particulares sino
por sacerdotes o chamanes que se supone poseen poderes espirituales más grandes o
diferentes a la experiencia humana normal.
La práctica de reducción de cabezas que realizaban algunas culturas de América del
Sur deriva de la creencia animista en que el alma del enemigo puede escapar si no se
atrapa dentro de su cráneo. El enemigo entonces transmigraría al útero de una hembra de
animal depredador, de donde nacería para vengarse del asesino. [cita  requerida]
El animismo y la muerte[editar]
En muchas partes del mundo se sostiene que el cuerpo humano es el asiento de más de
un alma. En la isla de Nías son distinguidas cuatro: la sombra y la inteligencia que se
mueren con el cuerpo, un espíritu tutelar, y un segundo espíritu que se lleva en la cabeza.
Se encuentran ideas similares entre los euahlayi del sudeste de Australia, los dakotas y
muchas otras tribus. Así como en Europa el fantasma de una persona muerta suele
frecuentar el cementerio o el lugar de muerte, otras culturas asignan moradas diferentes a
las almas múltiples que ellos atribuyen al hombre. De las cuatro almas de una dakota, una
se quedar con el cadáver, otra en el pueblo, una tercera se mezcla con el aire, mientras la
cuarta va a la tierra de almas donde la parte que ocupa puede depender de su trayectoria
en esta vida, su género, manera de morir o sepultura, en la observancia debida del ritual
del entierro, o de muchos otros factores.
De la creencia en la supervivencia del muerto proviene la práctica de ofrecer comida,
mientras se encienden fuegos, etc., en la tumba; al principio, quizá, como un acto de
amistad o de piedad filial, después como un acto de culto hacia el antepasado. La simple
ofrenda de comida o el derramamiento de sangre en la tumba evoluciona después en un
sistema detallado de sacrificio. Incluso donde el culto a los ancestros no existe, el deseo
de proporcionar consuelo al muerto en la vida futura puede llevar al sacrificio de esposas,
esclavos, animales, etc. Así, sucesivamente, hasta llegar a la ruptura o quema de objetos
en la tumba, o a la provisión del peaje del barquero: una moneda puesta sobre la boca o
los ojos del cadáver para pagar los gastos del viaje del alma. Pero todo no acaba con el
pago del pasaje del alma a la tierra de los muertos. El alma puede volver para vengar su
muerte ayudando a descubrir al asesino, o para descargar la venganza sobre este. Hay
una creencia extendida que aquellos que sufren una muerte violenta se convierten en
espirítus malignos y ponen en peligro las vidas de aquellos que vienen la mancha
frecuentada casi. La mujer que se muere en el parto se vuelve un pontianak, y amenaza la
vida de seres humanos. Las personas acuden a medios mágicos o religiosos para
rechazar sus peligros espirituales.

Alma en los objetos inanimados[editar]


Algunas culturas no hacen distinción entre los objetos animados e inanimados. Los
fenómenos naturales, las características geográficas, los objetos cotidianos y los artículos
manufacturados pueden estar también provistos de almas y/o energía
espiritual (prana, pneuma, qi, etc) que le otorgaría una existencia espiritual.
En el norte de Europa, en la antigua Grecia y en China, el espíritu del agua o del río es el
caballo o una figura con forma de toro. El monstruo del agua que tiene forma de serpiente
es más habitual, pero no se trata estrictamente del espíritu del agua.
En Japón destaca la creencia en los Tsukumogami, artículos ordinarios de una casa que
han cobrado vida en su cumpleaños número cien.
El sincretismo se manifiesta también en esta sección del animismo, cambiando el espíritu
inmanente por el dios local de los últimos tiempos o aquel que esté vigente. [cita  requerida]

El animismo y el sueño[editar]
Los sueños son a veces narrados en pueblos como viajes astrales realizados por el
durmiente, o por animales u objetos de su entorno. Las alucinaciones, o sueños
lúcidos posiblemente deben haber contribuido a fortificar esta interpretación, así como la
teoría animística en general. Más importante aún que todos estos fenómenos, ya que es
más regular y normal, era el período diario de sueño con sus ideas e imágenes
frecuentemente irregulares e incoherentes. La mera inmovilidad del cuerpo era suficiente
para mostrar que su estado no era idéntico al de la vigilia. Cuando, además, el durmiente
despertaba para dar razón de una serie de visitas a lugares lejanos, de los cuales, tal
como sugieren las investigaciones psíquicas modernas, podía incluso arrojar o traer
detalles verídicos, la conclusión irresistible debe haber sido que, en el sueño, algo que no
era el cuerpo viajaba al más allá.
Si el fenómeno de los sueños fue de gran importancia en el desarrollo prehistórico del
animismo, esta creencia debe haberse expandido rápidamente hasta convertirse en
una filosofía de la naturaleza de la realidad. De la reaparición en sueños de personas
muertas, el hombre primitivo fue inevitablemente llevado a la creencia de que existió una
parte incorpórea del hombre, un cuerpo sutil que sobrevivió a la disolución del cuerpo. El
alma fue concebida para ser un facsímil, una especie de doble del cuerpo, a veces no
menos material, a veces más sutil, a veces totalmente impalpable e intangible.
Como en los sueños no solo se ven seres humanos sino también animales y objetos
inanimados, la conclusión debe de haber sido que ellos también tenían espíritu, aunque las
primeras religiones pueden haber llegado a esta conclusión mediante otra línea de
argumentación.

Evolución del animismo al monoteísmo[editar]


La humanidad, en sus 150 000 años de haber evolucionado a Homo sapiens vio las
creencias en dioses hasta hace unos 30 000 años; siendo estos politeístas. Según muchos
eruditos, el monoteísmo evolucionó del politeísmo apenas cerca de unos 5000 años.
Augusto Comte mostraba que la creencia del monoteísmo tuvo su evolución del politeísmo
y este a su vez evolucionó del fetichismo.

Religión y animismo[editar]
Generalmente el animismo se describe como una religión. Según lo interpretan religiones
modernas para intentar marcar una diferencia, muchos sistemas animistas de creencias no
son en absoluto una religión, ya que ésta implica alguna forma de emoción. Pero en
realidad, el animismo es una filosofía que permea múltiples religiones, que propone una
explicación de fenómenos, que implica una actitud (y por tanto un conjunto de emociones)
hacia la causa de tales fenómenos.
Sin embargo, el término se suele utilizar para describir una etapa primigenia de la religión,
en la que las personas tratan de establecer una relación con poderes invisibles,
concebidos como espíritus, y que pueden llegar a formar diversas jerarquías, como en los
múltiples dioses del politeísmo.

Un cuadro que presenta figuras de varias culturas que desempeñan funciones de mediador, a
menudo denominadas como "chaman" en la literatura

Existe un desacuerdo continuo (y no hay consenso general) sobre si el animismo es


simplemente una creencia religiosa singular, que abarca ampliamente 42 o una visión del
mundo en sí misma, que comprende muchas mitologías diversas que se encuentran en
todo el mundo en muchas culturas diversas.4344 Esto también genera una controversia con
respecto a las afirmaciones éticas que el animismo puede o no hacer: si el animismo
ignora las preguntas de ética en conjunto45 o, dotando de espiritualidad o personalidad a
varios elementos no humanos de la naturaleza, 46 de hecho promueve una compleja ética
ecológica.47Se conocen dos teorías que suponen que el animismo fue el origen de las
religiones actuales. La primera, llamada teoría de los fantasmas, relaciona los comienzos
de la religiones humanas con el culto a los muertos. Se la asocia principalmente con el
nombre de Herbert Spencer, aunque también fue mantenida por Grant Allen.
La otra teoría, presentada por Edward Burnett Tylor, sostiene que la base de toda religión
es animista, pero reconoce el carácter no humano de los dioses del politeísmo. Aunque la
adoración a los antepasados o, más ampliamente hablando, el culto a los muertos, en
algunos casos se superpuso a otros cultos o incluso los hizo desaparecer, no se puede
asegurar su importancia, sino más bien lo contrario (otros cultos terminaron
superponiéndose al culto a los antepasados). En la mayoría de los casos, el panteón de
dioses está formado por una multitud de espíritus con forma a veces humana, a veces
animal, que no tienen signos de haberse encarnado alguna vez. Los dioses del Sol y de la
Luna, los dioses del fuego, del viento y del agua, los dioses oceánicos, y por encima de
todos los dioses del cielo, no muestran signos de haber sido fantasmas en ningún período
de su historia. Es verdad que algunos se pueden asociar con dioses fantasmas. Por
ejemplo, algunos indígenas de Australia no dicen en ningún momento que los dioses son
espíritus, y mucho menos espíritus de muertos; sus dioses son simplemente magos
magnificados, super-hombres que nunca murieron. Se puede decir en general que en
Australia nunca existió la adoración a los antepasados ni el culto a los muertos

El animismo en la filosofía[editar]
El término "animismo" ha sido aplicado a muchos sistemas filosóficos diferentes. Por
ejemplo para describir la visión de Aristóteles de la relación entre el alma y el cuerpo,
sostenida también por los estoicos y escolásticos. También la monadología de Leibniz ha
sido designada como animista. El término ha sido aplicado más comúnmente al vitalismo,
una postura principalmente asociada con Georg Ernst Stahl y revivida por F.
Bouillier (1813-1899), que sostiene que la vida y la mente son los principios directrices de
la evolución y el crecimiento, y que estos no se originaron en procesos químicos o
mecánicos, sino que hay una fuerza directriz que parece guiar a la energía sin alterar su
cantidad. Otra clase completamente diferente de ideas, también denominadas animistas,
es la creencia en el alma del mundo, sostenida por el griego Platón, el alemán Schelling y
los partidarios de Gaia (el alma de la Tierra).

El animismo en la antropología[editar]
La visión de Edward Burnett Tylor[editar]
Edward Burnett Tylor sostenía que las sociedades no occidentales usaban el animismo
para explicar por qué sucedían las cosas. El animismo sería así la forma más antigua de
religión, lo que explicaría porqué los seres humanos desarrollaron las religiones para
explicar la realidad. En la época en que Tylor presentó sus teorías (Primitive Culture,
1871), éstas resultaron políticamente revolucionarias.
Sin embargo, desde la publicación de Primitive Culture, las teorías de Tylor fueron
cuestionadas desde varios ángulos:

 Las creencias de distintos pueblos que viven en lugares diferentes del globo y
sin comunicación entre ellos no pueden ser aglutinadas como un solo tipo de
religión.
 La función básica de la religión podría no ser la "explicación" del universo.
Críticos como Marrett y Émile Durkheim argumentaron que las creencias
religiosas tienen funciones emocionales y sociales más que intelectuales.
 Actualmente se ven las teorías de Tylor como etnocéntricas (centradas en su
propia raza europea).
 Su visión de la religión (como aquello que explica lo inexplicable) era
tanto contemporánea como occidental; y él la estaba imponiendo sobre
culturas no occidentales.
 Presenta de manera arbitraria una progresión que va desde la religión (cuyas
explicaciones acerca de la realidad son subjetivas) hasta llegar a
la ciencia (que provee explicaciones que satisfacen a ciertos grupos)
(Ver evolución cultural.)
Fenómenos que se cree llevaron al animismo[editar]
Diversos investigadores —como Edward Burnett Tylor, Herbert Spencer, Andrew Lang y
otros— creían que el "salvaje" comenzó a creer en el animismo debido a la contemplación
de ciertos fenómenos. Se formó una animada controversia entre los dos primeros acerca
del orden de sus respectivas listas de fenómenos. Entre estos se encuentran el trance,
la inconsciencia, la enfermedad, la muerte, la clarividencia, los sueños, las apariciones de
muertos, los espectros, las alucinaciones, los ecos, las sombras y los reflejos.

¿Qué es el politeísmo?
El politeísmo (palabra que viene del griego polys: “muchos”, y théos: “dios”) es
la creencia religiosa en varios dioses o seres divinos diferentes, agrupados en
panteones o directamente en la naturaleza. Es lo contrario del monoteísmo, doctrina que
propone la existencia de un único dios, y no debe confundirse con el panteísmo, que
entiende a los dioses como las fuerzas mismas de la naturaleza.
El politeísmo es una doctrina religiosa compleja, en la que no todas las deidades tienen
el mismo rango, ni son veneradas de la misma manera ni con la misma intensidad o
importancia. De hecho, las religiones politeístas suelen contar con una mitología más
o menos vasta en la que se explica a menudo el origen del mundo o de la humanidad a
través de las interacciones de sus dioses.

De hecho, las religiones politeístas suelen ser más heterodoxas y menos uniformes que
las monoteístas, y presentan mayor margen de tolerancia para con las prácticas místicas
o religiosas ajenas.

Su flexibilidad puede observarse en numerosos casos de la historia de las religiones


antiguas, en los que un panteón religioso absorbía deidades de otras naciones con las
que tenía mucho contacto; o fusionaba un dios específico con otro, resultando en una
deidad nueva a la que varios pueblos podían adorar.

Origen del politeísmo


El origen del politeísmo es incierto, ya que existe mucho debate respecto de qué fue
primero: el politeísmo o el monoteísmo. De ello dependería si primero se creyó en
varios dioses y luego se optó por uno solo, o si por el contrario distintos cultos
individuales fueron sumándose en una religión colectiva.

Según la posición tradicional de los estudiosos y teólogos, sin embargo, el politeísmo es


el paso siguiente al panteísmo o al animismo, esto es, a formas rituales y religiosas
que rendían culto a la naturaleza misma y veían en cada fenómeno natural la expresión
de un dios. Dichos dioses naturales habrían sido antropomorfizados para dar origen al
politeísmo.

Ejemplos de politeísmo
La mitología griega jugó un papel clave en la composición de la cultura occidental.

Muchas de las religiones de la Antigüedad fueron politeístas, especialmente en las


sociedades fuertemente jerarquizadas, como la egipcia, la mesopotámica, la Hindu o
la Grecia clásica.

En la cultura griega, sobre todo, el panteón de los dioses olímpicos y su


compleja mitología jugó un papel clave en la composición de la cultura Occidental, al
ser adoptada por sus conquistadores romanos y luego transmitida a los distintos
rincones del Imperio.

En la actualidad, similarmente, el politeísmo sobrevive en religiones


como el hinduismo, cuyas raíces datan también de la Antigüedad, o en los cultos que
integran el llamado neopaganismo occidental: la Wicca, el Ásatrú, el neodruidismo,
entre otros.

Politeísmo y monoteísmo
A diferencia del politeísmo, que cree en numerosos dioses, el monoteísmo es una
doctrina de un único Dios. A esa única fuerza divina atribuye la creación de todo lo
que existe, así como la posibilidad de estar en todos lados, saberlo todo y poderlo todo,
por lo que se trata del único Dios “verdadero”.

Por eso los monoteísmos tienden a excluir otros credos y a considerar como “falsos” o
“paganos” cualquier otra forma de religiosidad, especialmente la politeísta.
Las principales religiones del mundo actual son monoteístas: el cristianismo,
el islam, el judaísmo, el sijismo, entre otras.

Qué es el politeísmo y ejemplos de


religiones politeístas
Politeísmo es la creencia en varios dioses. No existe solo un tipo de
relación entre los dioses en las religiones politeístas. Algunos ejemplos de
estas relaciones son:
 la creencia de un dios creador símbolo de devoción por sobre todos
los otros dioses y deidades como una fase de la propia religión
(Hinduísmo).
 la creencia de varios dioses, en la cual cada dios es un aspecto del
dios supremo, deidad suprema y/o ser supremo.
 la creencia de que algunos objetivos, estados de conciencia y/o
fuentes de salvación elevados son superiores a dioses.
 la creencia de que algunos dioses dominan sobre otros pero no
existe una supremacía total, como Zeus para los griegos.
 generalmente, se cree también, en fuerzas demoniacas,
fantasmagóricas y seres sobrenaturales malévolos.
El politeísmo, en cambio, es la creencia en la existencia de varios
dioses y es representado por casi todas las religiones pasadas y presentes,
exceptuando las tres religiones monoteístas ya mencionadas. Algunas de
las religiones politeístas más conocidas con sus dioses más importantes
son:
 Egipcia con Ra y Nut
 Greco-Romana con Zeus o Júpiter
 Escandinava con Odin, Thor y Freyr
 Celta con Cernunnos y deidades del agua
 Sumeria con Enki y Enlil
 Asiria con Ashtur e Ishtar
 Hindú con Shiva y Vishnu
 China con Guanyin y los bodhisattvas
 Japonesa con Kannon y Amaterasu
 Inca con Inti y Viracocha

Estas son 3 religiones politeístas

1. Hinduismo

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Se les llama 'Vedas' a las escrituras sagradas de esta creencia.

Foto: 
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Es la tradición religiosa predominante del subcontinente indio, principalmente


en países como India y Nepal.

Cuenta con más de mil millones de seguidores fieles y es la tercera religión


más extendida en el mundo, tras el cristianismo y el islamismo.

Es una religión naturista, donde se divinizan los fenómenos y las fuerzas


de la naturaleza.
El origen espiritual del hinduismo se encuentra en las Vedas, colección de
escrituras antiguas escritas por sabios anónimos.

Sus principales dioses son: Brahma, Shiva, Vishnu, Hanuman y Ganesha.

2. Budismo

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La palabra 'buda', literalmente significa 'el que está despierto o iluminado'.

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Explica la naturaleza de los fenómenos del mundo percibido, los cuales poseen
tres características universales. Anitya, impermanencia; Añatman, inexistencia
de un ego permanente y Duhkha que significa sufrimiento, descontento o
insatisfacción.
El budismo es una religión y filosofía que trata de dar solución espiritual
al sufrimiento humano.

Buda no es un dios, es un representante, un camino. No se considera una


religión teísta, aunque mencione a los ángeles y no habla de un alma eterna.

Entre los dioses del budismo destacan: Buda Shakyamuni, Buda Maitreya,


Manjushri Manjushri, Palden Lhamo y Mahakala.
(De interés: Orígenes del cristianismo: Datos históricos que debe conocer).

3. La santería

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Los secretos de esta creencia son revelados al creyente a medida que las ceremonias se van realizando.

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Es una creencia que nace del cruce de elementos africanos y europeos, y de la


fusión de la religión yoruba con la católica.
Entre sus dioses principales destacan: Babalu Aye, Obatala, Elegua, Shango
y Ogun.
Es una religión del mundo moderno, al igual que el hinduismo y el
budismo. Tiene una jerarquía sacerdotal bien definida en donde los
sacerdotes se conocen como santeros.

Los ritos que realizan los fieles de esta religión pueden ser usados para el bien
o el mal, según sus creencias.

Esta religión es de origen nigeriano, pero es muy seguida en países como


Colombia, México, Brasil, Cuba, Puerto Rico, Estados Unidos, República
Dominicana y Venezuela.

¿Qué es el henoteísmo?
El henoteísmo es la creencia de que hay un solo Dios sin
negar la existencia de otras deidades. El ejemplo más
grande de henoteísmo entre las religiones del mundo de
hoy se encuentra en el hinduismo. En este sistema, la
práctica de bhakti es común en el que una persona adora
o reverencia a una deidad al tiempo que reconoce
muchas otras. En la tradición hindú, existen más de 300
millones de dioses y diosas.

La antigua religión griega también proporciona un


ejemplo de henoteísmo. Por ejemplo, Zeus fue una
deidad importante que gobernó sobre otros once dioses.
Se creía que todas estas deidades eran divinas, sin
embargo, una era considerada más fuerte que las otras.

Algunos han sugerido que los antiguos israelitas eran


henoteístas. Esto se basa en los versículos de las
Escrituras que hablan de que el Señor es más poderoso
que los otros dioses. Además, se mencionaron muchas
ocasiones cuando los israelitas desobedecieron a Dios y
sirvieron a ídolos u otros dioses. Sin embargo, el hecho
de que otros dioses hayan sido mencionados o incluso
adorados por algunas personas en el Antiguo
Testamento no indica que la Biblia enseñe el
henoteísmo. En cambio, Deuteronomio 6: 4 enseña
claramente que el Señor es uno. Génesis 1: 1 enseña
que Dios creó los cielos y la tierra. En Isaías 45: 5, Dios
enseñó: "Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no
hay ningún Dios."

En el Nuevo Testamento, Jesús se revela como Dios en


forma humana (Juan 1: 1). Él no pretendía ser otro dios,
sino uno con el Padre. Él enseñó que Él era el camino, la
verdad y la vida. Nadie puede venir al Padre excepto a
través de Jesús (Juan 14: 6). En lugar de enseñar la
adoración a múltiples dioses, Jesús exigió la adoración a
un solo Dios: una visión de Dios que lo aceptaba como
único y divino.

En 1 Corintios 8: 4-6, el apóstol Pablo también hizo una


declaración importante acerca de Dios que se relaciona
con la idea de henoteísmo: "De modo que, en cuanto a
comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo
no es absolutamente nada, y que hay un solo Dios. Pues,
aunque haya los así llamados dioses, ya sea en el cielo o
en la tierra (y por cierto que hay muchos «dioses» y
muchos «señores»), para nosotros no hay más que un
solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual
vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir,
Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual
vivimos."

La Escritura es explícitamente clara de que hay un solo


Dios. El henoteísmo es, por lo tanto, una creencia que
está en conflicto con las claras enseñanzas de la Biblia.
No hay un Dios por encima de otros dioses. Hay un solo
Dios y ningún otro dios. Este Dios ha sido revelado a
través del Hijo, Jesucristo, quien dio su vida por nosotros
y desea tener una relación con nosotros hoy, ofreciendo
vida eterna a todos los que creen (Juan 3:16; Efesios 2:
8-9)
El henoteísmo está relacionado con la
evolución histórica del fenómeno religioso
Quienes han estudiado las creencias religiosas desde un punto de vista
antropológico sostienen que el ser humano empezó a venerar las fuerzas de la
naturaleza. Así, la lluvia, los temblores de Tierra o los rayos de Sol tenían un
carácter divino. En una siguiente etapa se consolidó una visión politeísta en la que
diferentes deidades servían para explicar el orden del universo.

La pluralidad de dioses en el mundo antiguo fue evolucionando y en las distintas


creencias mitológicas aparecía un dios con un mayor poder sobre los demás. Así, en
el Olimpo de los griegos habitaban doce deidades y una de ellas, Zeus, tenía una
supremacía sobre las otras.

En la civilización romana el panteón de los dioses mantuvo un esquema muy similar,


ya que los dioses griegos fueron sustituidos por otros con un simple cambio de
nombre (Zeus se convirtió en Neptuno, Atenea en Minerva, Afrodita en Venus, etc.).
Es en el contexto histórico griego y romano donde se afianza el henoteísmo
como planteamiento religioso.

Con los primeros profetas del judaísmo se afianzó un nuevo paradigma, el


monoteísmo. En el pueblo hebreo se produjo una transformación gradual de las
creencias religiosas: originariamente fueron politeístas, luego apareció Abraham y se
afianzó una combinación de henoteísmo y monoteísmo y finalmente se impuso una
visión exclusivamente monoteísta.

A partir de la expansión del cristianismo la


visión henoteísta comenzó a debilitarse
Para los primeros cristianos aquellos que creían en varios dioses eran paganos. El
cristianismo combatió enérgicamente el paganismo en sus distintas versiones, pues
se entendía que adorar a distintas divinidades expresaba un rechazo de las
sagradas escrituras.

En el siglo lV d. C el emperador romano Constantino l convirtió al Cristianismo en


la religión oficial del Imperio. A partir de ese momento se inició el declive paulatino
de cualquier visión henoteísta

Características
Históricamente el henoteísmo asume a todos los dioses como entidades iguales, y
la elevación de uno de ellos se debe a factores sociopolíticos, no a matices
teológicos. Citando la concluyente obra sobre el tema de Max Müller, M. Yusa
subraya que el henoteísmo es una expresión técnica acuñada “para designar una
forma particular de politeísmo (… en que) cada dios es, ‘a la vez una divinidad
real, suprema y absoluta’ no limitada por los poderes de otros dioses”.[1] Müller
llama a esta idea “creencia en dioses individuales (… y) el culto de un dios por
sobre otro”.[2]

Henoteísmo en la antigüedad
El término henoteísmo fue utilizado primero por Friedrich Wilhelm Joseph von
Schelling (1775-1854) para describir los estadios primitivos del monoteísmo,
aunque completamente acuñado su uso por el filólogo y orientalista alemán Max
Müller (1823-1900), y aplicado al Egipto antiguo por Erik Hornung, Jan Assmann, y
otros egiptólogos y estudiantes de religión. Estos últimos desarrollaron una especie
de "monolatría incluyente" que definieron como una forma diferente
de politeísmo en la que se adora a varias deidades, entendiéndolas como parte de
una única fuente divina.

Antiguo Egipto
Las prácticas religiosas de los antiguos egipcios no eran estrictamente politeístas
como se creía hasta hace poco. Existe gran cantidad de evidencia en la literatura
tanto religiosa como profana que avala esta hipótesis. Es bien conocida la
influencia sobre el carácter de la civilización egipcia de la unión entre política y
poder religioso. La existencia de una divinidad suprema y otras secundarias
formando un panteón es una idea tan antigua como la propia unificación durante
las primeras dinastías históricas y la elaboración de la teología heliopolitana.

Otra de las fuentes más antiguas resulta la teología menfita, que en la IV dinastía
representa un esfuerzo original para reducir a la unidad la pluralidad divina,
sustituyendo a Atum-Ra de Heliópolis por Ptah de Menfis, creando un sistema
panteísta más depurado claramente henoteísta.

Otro ejemplo, pero de la literatura profana, ocurre más adelante durante la dinastía
XXIII, es la sabiduría de Amenemope, en la que el fiel se refiere a la divinidad
únicamente utilizando el término nṯr (necher), que en el egipcio antiguo significa
"poder divino", sin mencionar directamente el nombre específico de la misma. Aquí
se introduce un término que los académicos llaman emanación, y se refiere al
nombre o identidad particular de la única divinidad, Necher, que se manifiesta de
forma independiente con atributos independientes, por
ejemplo: Amón, Thot, Isis, Osiris, etc.

Este sistema incluye la asimilación de un nombre por otro, como es el conocido


caso en el Reino Medio de la unión del antiguo dios Ra con el nuevo dios de la
realeza, Amón, para formar Amón-Ra. Otros ejemplos pueden ser Ptah-Seker-
Osiris, Horus-Ra, etc., en todos los casos la unión supone la suma de los atributos
de cada nombre particular en el de la nueva divinidad con renovados poderes.

Muchos otros estudiosos han dado su aporte a la comprensión de la religiosidad


en el antiguo Egipto. Así Hornung (1982) expuso la idea de que la unidad puede
ser entendida como “singularidad”, aplicable a todas las divinidades como tales, e
inherentes al concepto de Necher, “Dios”. El mundo divino, que constituía la
expresión espiritual de la realidad, era concebida como una multiplicidad. De
acuerdo a Hornung, fuera de la creación y la existencia, el único lugar en el que los
egipcios encontraron la absoluta unidad de la divinidad, fue durante la transición
entre la no-existencia y la existencia, es decir, el zp-tpj (zep-tepi) o “el primer
instante”.

Para Assman (1995), y con razón, Hornung fue demasiado lejos, puesto que
existen muchos ejemplos textuales dedicados a la “soledad” del dios supremo,
especialmente en la teología de Atón y en la posterior teología ramésida de Amón-
Ra. Efectivamente, los más prominentes teólogos y académicos idearon un
concepto henoteísta de Amón-Ra, que abarcaba tanto el lado no dicho como el
simbólico de la bipolaridad fundamental de la divinidad.

Solamente podrían realizarse conjeturas de los trabajos de una minoría de


especialistas acerca de que los “misterios” o “secretos” de Amón-Ra tenían un
concepto abstracto (descontextualizado) del dios único, solitario y supremo. Esta
idea creció al pasar de mano en mano al interpretar el panteón, comprendido como
teofanía en los varios aspectos, formas, imágenes, manifestaciones y
transformaciones del Gran Dios / Dios Único (henoteísmo racional o maduro en
vez de puro monoteísmo). Por otra parte, esta teología expresaba sus puntos de
vista en un lenguaje icónico, pictórico y contextual en el que Dios permanecía
accesible al hombre común (piedad personal) y a las prácticas politeístas
populares. Permitía “imágenes” y “divinidades” junto a Dios para explicar Su
Voluntad. La adoración de la voluntad divina era la ley.

Período clásico greco-romano


Si bien las religiones griega y romana comenzaron como politeísmo, durante la
época clásica, bajo la influencia de la filosofía, surgieron diferentes concepciones
acerca de la divinidad. Generalmente Zeus (o Júpiter) era considerado como el
supremo, omnipotente y omnisciente, rey y padre de los dioses olímpicos. Según
Maijastina Kahlo "El monoteísmo fue generalizado en los círculos cultos en la
antigüedad tardía" y "todas las divinidades eran interpretadas como aspectos,
partículas o epítetos de un Dios supremo". [3] El filósofo neoplatónico Plotino
enseñaba que por encima de los dioses de la creencia popular estaba "el Uno", y
el gramático politeísta Máximo de Madauros incluso declaró que sólo un loco
negaría la existencia del Dios supremo.

PANTEÍSMO

El panteísmo es el sistema de creencia de quienes sostienen


que la totalidad del universo es el único Dios.
Esta cosmovisión y doctrina filosófica afirma que el universo
entero, la naturaleza y Dios son lo mismo. En otras palabras,
la existencia (todo lo que fue, es y será) puede ser representada
a través de la noción teológica de Dios.
Cada criatura existente, según el panteísmo, es una
manifestación de Dios, que adopta forma humana, animal,
vegetal, etc. Para muchos expertos, el panteísmo es el nexo que
une a las religiones no creacionistas, además de aparecer en la
esencia de los politeísmos.

El panteísmo, de todas formas, no suele ser considerado como


una religión, sino más bien como una concepción del mundo o
una filosofía. Por su amplitud, puede entenderse de distintas
maneras.

El panteísmo es una filosofía o cosmovisión.


El universo como manifestación divina

El panteísmo, en un sentido, puede considerar que la realidad


divina es la única realidad existente. El universo entero, por lo
tanto, es una manifestación o una emanación de Dios. En otro
sentido, el panteísmo puede entender que el mundo es la única
realidad verdadera: Dios, en este caso, queda reducido al mundo
y se convierte en la autoconciencia del universo o en el principio
orgánico de lo natural.

Varios de los principales pensadores de la historia de la


humanidad son considerados como panteístas. Heráclito, por
ejemplo, sostenía que lo divino se encuentra presente en la
totalidad de las cosas. Para Plotino, Dios es el principio del todo,
aunque no el todo. Giordano Bruno, por su parte, sostenía la
existencia del alma del mundo, que es la forma general del
universo. Para Baruch de Spinoza, por último, nada puede ser ni
concebirse fuera de Dios.
Para el panteísmo, el universo entero y Dios son lo mismo.

Tipos de panteísmo

Es posible distinguir entre los dos siguientes tipos de panteísmo:

Acosmista: según sus principios, Dios es la única realidad y el


mundo (el cual se concibe como desarrollo, manifestación o
emanación) se reduce a ella. Por su parte, el término
«acosmista» deriva del «acosmismo», que se define como una
tesis filosófica que no acepta la existencia del mundo sensible, o
bien lo hace pero solamente de forma hipotética;

Ateo: también llamado ateísta, se trata de una visión que


considera como única realidad verdadera al mundo mismo, al
cual es reducido Dios. En otras palabras, la divinidad se concibe
como la unidad del mundo, como principio y fin de la Naturaleza
si se entiende como la consciencia que el mundo tiene de sí
mismo.

Camino de salvación

Existen organizaciones que promueven el panteísmo,


generalmente proponiendo un camino para salvar al planeta, para
enfocarse en la Tierra y en el Cosmos en lugar de aprender
acerca de un supuesto más allá y de preocuparse porque nuestra
alma alcance la eternidad.

Con claras referencias despectivas a las principales religiones,


buscan reivindicar la belleza que podemos percibir, que podemos
tocar, que nos genera admiración cuando nos acercamos a
la naturaleza, en detrimento de la perfección de dioses
sobrenaturales.

Panteísmo en la ficción
El panteísmo tiene una fuerte presencia en la ficción, dado que
aparece de forma implícita o explícita en diversas obras de
variada importancia a nivel internacional. Uno de los ejemplos
más sobresalientes es la saga de películas Star Wars, que habla
de La Fuerza, entendida como la energía que reside en todos los
seres vivos del universo y que los conecta entre sí.

Por otro lado se encuentra Avatar, una de las películas más


exitosas de los últimos tiempos, en la cual los extraterrestres tan
característicos de esta obra maestra de James Cameron poseen
una forma de entender la vida absolutamente panteísta. Earth
Girl Arjuna, por su parte, es una serie japonesa de anime que
también tiene una visión que gira en torno al panteísmo, dado
que aborda la conexión que hay entre todos los elementos que
forman parte del Planeta.

Etimología[editar]
Panteísmo deriva de la palabra Griego πᾶν pan (que significa "todo, de todo") y
θεός theos (que significa "dios, divino"). La primera combinación conocida de estas raíces
aparece en latín, en el libro de Joseph Raphson de 1697 De Spatio Reali seu Ente Infinito,4
donde se refiere al "panteísmo" de Spinoza y otros. 5Posteriormente se tradujo al inglés
como "pantheism" en 1702.

Definiciones[editar]
Existen numerosas definiciones de panteísmo. Algunos lo consideran una posición
respecto a Dios teológica y filosófica. 6: p.8 
Doctrina que identifica a Dios con el universo, o que considera al universo como una
manifestación de Dios.
El panteísmo es la opinión de que todo forma parte de un Dios inmanente que lo abarca
todo. Todas las formas de la realidad pueden considerarse modos de ese Ser o idénticas a
él.7 Algunos sostienen que el panteísmo es una posición filosófica no religiosa. Para ellos,
el panteísmo es la opinión de que el Universo (en el sentido de la totalidad de toda la
existencia) y Dios son idénticos.8

Origen[editar]
El origen del panteísmo se le atribuye a la filosofía hindú y griega, se afirma que sus textos
religiosos son los más antiguos con esta clase de ideas. En la Filosofía india, más
específicamente en la Vedanta, Brahman es la realidad superior en el universo
(considerando sin embargo que su concepto incluso abarca más allá del Universo y lo
relacionado con este). Esta realidad es considerada como la verdad infinita, impersonal,
omnipresente, omnipotente, abstracta, inmanente y trascendente en el universo. Si bien,
Brahman es el único fundamento del universo, a su vez, es la suma total de lo que fue, es
y será en el universo.
Posteriormente, en los Balcanes también se estaría desarrollando un pensamiento similar,
en el que pensadores como Thales, Heráclito y Parménides que junto con sus seguidores,
planteaban nociones del panteísmo y la naturaleza divina de la materia, mas nunca
hablaron explícitamente de un "panteísmo". Se puede afirmar que el origen en concreto del
panteísmo es desconocido, pues ha sido una evolución de ideas muy antiguas y de
diferentes lugares, pero el término "panteísmo" se le atribuye al matemático Joseph
Raphson en su obra De Spatio Reali seu Ente Infinito escrita en 1697. Dicho lo anterior, a
lo largo de la historia, personas, como el irlandés, John Toland, han hecho referencia a
este tema y se ha diversificado tanto que han sido creadas diferentes variaciones de la
corriente filosófica.

Clases[editar]
Muy generalmente se puede dividir el panteísmo en dos pensamientos. El
panteísmo trascendente, el cual cree que Dios está más allá de los límites del universo
(superioridad) y está presente en todos lados. Por otro lado, está el panteísmo inmanente,
el cual concibe a Dios como el universo mismo, por lo que al identificarlo como el cosmos,
a su vez se identifica inherente a la naturaleza. Es necesario aclarar que, aunque suene a
una contradicción, el panteísmo trascendente inmanente existe y se ven reflejado en
Brahman, dios hindú explicado anteriormente.
Según la formación se han creado tres tipos de panteísmo, el preteológico, teológico y el
posteológico. El primero fue formado en aquellas culturas donde no se había establecido el
concepto de sagrado y la unidad del mundo. El segundo es el resultado del
amalgamamiento de culturas politeístas. El tercero es la síntesis de las diferentes
instancias religiosas, por lo que panteísmo puede ser concebido como un panteísmo
moderno, pues ha surgido.
Según la concepción del dios, el panteísmo puede dividirse en el acosmista, el cual
concibe a su dios como la realidad última del mundo y omnicomprensiva de todo lo
existente. El realista-naturalista o ateo describe a dios como una unidad de todo el
universo, pues es visto como la derivación de la unificación de todos los fenómenos
naturales comprendidos por la ciencia. Y, el idealista ve a dios, el Uno-Todo, como un
espíritu o idea absoluta del universo.

Heráclito[editar]
Presunto busto de Heráclito.

El panteísmo es una doctrina o un componente identificable en las ideas del filósofo


griego Heráclito, en los fragmentos que de él se conservan. Según el
filósofo presocrático del devenir, lo divino se halla presente en la totalidad de las cosas9 y,
al mismo tiempo, es idéntico al mundo y a los entes en su integridad. Esta concepción
arrastra a parangonar lo divino con el Universo, transformándolo en el "fuego generador"
que unifica todos los contrarios.
Ese dios-todo de Heráclito congrega en sí mismo la totalidad de las cosas y es, de igual
manera, una realidad de carácter eterno. Su cosmología parece, también, referirse a la
teoría de un mundo de movimiento cíclico, en virtud de la cual el todo se asemeja a un
conjunto de fases alternadas: una suerte de ciclo destructivo y productivo, que más tarde
ha de ser retomado y desarrollado por los estoicos.

Plotino[editar]
Plotino.

Se ha hablado frecuentemente -y acaso de modo impropio- del panteísmo de Plotino. En


realidad, para él la divinidad conserva para sí los dos caracteres, la inmanencia y
la trascendencia. El dios plotiniano, penetrando todas las realidades, se encuentra por
encima de todas ellas. Así, el filósofo sostiene con claridad que lo Uno, "en cuanto
principio del todo, no es el todo". Una tal afirmación pareciera oponerse a las
apreciaciones o interpretaciones inmanentistas y panteístas, de su pensamiento.

Giordano Bruno[editar]

Giordano Bruno.

La cosmovisión de Giordano Bruno bien puede ser entendida como un "panteísmo ateo",


con ciertos rasgos específicos de "pan -psiquismo".En su obra De la causa, el principio y
el Uno es donde se encuentran sus ideas fundamentales sobre la realidad natural.
Una forma o esquema general del universo es la denominada "alma del mundo", cuya
preponderante facultad es un intelecto completo y universal, que todo lo llena y todo lo
ilumina.
La materia constituye el segundo principio de la naturaleza, por la cual la totalidad de las
cosas se hallan conformadas. Los aspectos de los entes pueden mudar, variar o divergir,
pero es siempre la misma materia la que se sostiene y perdura por debajo de las
exteriores transformaciones.

Baruch de Spinoza[editar]
Artículo principal: Dios de Spinoza

Retrato de Baruch de Spinoza, cerca de 1665.

Ha sido usual en la época moderna considerar la filosofía de Baruch Spinoza como el más


eminente y radical ejemplo de panteísmo, constituyendo de esa forma, el modelo de todos
los panteísmos que le seguirán. Esto se debe principalmente a sus afirmaciones sobre el
monismo de la sustancia y del estatuto modal de los individuos finitos, en especial el
hombre: «Todo cuanto es, es en Dios, y sin Dios nada puede ser ni concebirse» (Ética, I,
XV). El spinozismo, sin embargo, debe ser considerado más bien como un panenteísmo,
porque para el filósofo neerlandés todo está en Dios y el Ser supremo no se confunde ni
con el mundo ni con la totalidad de sus modos, al conservar Spinoza la distinción de orden
escolástico entre natura naturans (Dios como principio de ser y de su vida irreductible a
todo viviente particular) y la natura naturata, conjunto de modos infinitos y finitos. Estando
constituido Dios por una infinidad de atributos de los que solo conocemos dos (el
pensamiento y la extensión), la metafísica spinoziana no puede interpretarse ni como un
panteísmo materialista ni como un panteísmo espiritualista, dado que en ella se dice es
tanto res extensa como res cogitans. El panteísmo de Spinoza ha sido objeto de
numerosas críticas; una de las más destacadas es la de Schelling, quien considera que
Spinoza «anula la libertad y la personalidad de Dios reduciéndolo a un mero objeto
incapaz de relacionarse con el mundo».10

Otros posibles pensadores panteístas[editar]


Lo cierto es que han surgido panteístas en la Historia del pensamiento filosófico y
teológico, tal vez por el atractivo metafísico que lo divino ejerce en el hombre. Entre los
antiguos pensadores con resabios panteístas se pueden citar también al judío Filón de
Alejandría (25 a. C.- 50 d. C.), y a Amonio Sacas (175 d. C.-242 d. C.).
Desde la perspectiva new age se han identificado erróneamente como panteístas a
muchos pensadores de diversas religiones en un esfuerzo por dar validez o renombre a
sus teorías. Entrada la Edad Media, figuras como Escoto Eriúgena (810-877), Bernardo de
Tours (+ 1150) y, sobre todo, Eckhart de Hochheim (1260-1327) vieron la sustancia divina
en los seres del mundo, pero esto no es panteísmo, ya que son ideas que aparecen en el
propio Catecismo. La diferencia es que el cristianismo afirma que todo lo existente, al ser
creado por Dios, tiene cierta sustancia o semilla divina pero no es Dios en sí mismo, en
cambio el panteísmo afirma que todo es Dios, negando que Dios exista como ente
personal con voluntad propia, siendo así una idea contraria. 11 Marcadamente lo fueron
también el místico iluminista Antonio Rosmini (1797-1855) y acaso el antropólogo
jesuita Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955) con sus perspectivas teocósmicas del
hombre y de la vida.

Panteístas científicos[editar]
 Esteban Montoya Marín
 Ludwig Boltzmann
 Albert Hofmann
 Diego José Tijerina Zaragoza
 Robinson Jeffers12
 D. H. Lawrence12
 Frank Lloyd Wright12
 Michio Kaku13
 Albert Einstein14

Ficción[editar]
La serie de anime Earth Girl Arjuna (地球少女アルジュナ Chikyū Shōjo Arjuna) se
desarrolla bajo una visión panteísta, y cuyo tema principal es la conexión que existe entre
todos los elementos que componen la Tierra.
La película Avatar se desarrolla en un entorno cuyos habitantes tienen una visión
totalmente panteísta.
En la saga Star Wars "la Fuerza" es concebida como aquella energía que vive en todos
los seres del universo y los mantiene conectados.

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