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El Salario
El Salario
I. CONCEPTO
El salario es, ante todo, el objeto de la prestación básica debida por el empresario al
trabajador, elemento absolutamente necesario en todo contrato de trabajo —pues
éste es siempre un contrato oneroso— cuya presencia deriva de la ajenidad en la
utilidad del trabajo característica de la relación laboral: el trabajador acepta su
extrañamiento frente a la utilidad patrimonial de su propio trabajo en la medida en
que es compensado con un salario.
El art. 26.1 ET aporta una definición legal de salario, según la cual «se considerará
salario la totalidad de las percepciones económicas de los trabajadores, en dinero o en
especie, por la prestación profesional de los servicios laborales por cuenta ajena, ya
retribuyan el trabajo efectivo, cualquiera que sea la forma de remuneración, o los
períodos de descanso computables como de trabajo».
II. FUNCIÓN
En cuanto a su función, el salario pretende como es obvio la remuneración del trabajo.
Pero el salario, al tiempo que retribuye, tiene otra función muy peculiar: procurar el
mantenimiento o subsistencia del trabajador. A la estricta misión de retribución o
equivalencia en las prestaciones, se suma esta misión político-social, resaltada en la
Constitución al reconocer el derecho (de los trabajadores) «a una remuneración
suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia» (art. 35.1).
Unidad de tiempo
Unidad de obra
Mixto
El salario mixto resulta de la combinación de los sistemas anteriores (por tiempo y por
unidad de obra). Las técnicas más usuales de salarios mixtos el régimen de primas o
incentivos.
Las primas pueden ser colectivas (a grupos, equipos, etc.) e individuales. Estas últimas
experimentan un reciente auge, dentro de las modernas políticas empresariales de
«individualización» de las condiciones de trabajo. Una variedad moderna de incentivo
es la retribución variable por objetivos, sean éstos individuales o colectivos (TS/SOC
7.12.2011 y 6.11.2012).
III.2. SALARIOS EN METÁLICO Y SALARIOS EN ESPECIE
Salario en Metálico
Salario en Especie
Prueba de esta preferencia es la limitación legal que prohíbe que el salario en especie
ascienda, incluso en las relaciones especiales, a más del 30 por 100 del salario (art.
26.1 ET, que añade que el salario en especie no puede reducir la percepción íntegra en
dinero del SMI)
De este modo, es posible que trabajadores de igual grupo o nivel profesional —y, por
tanto, con derecho en principio a idéntico salario— perciban retribuciones distintas, en
consonancia con el diverso grado de valoración que hayan merecido sus respectivos
puestos de trabajo.
Salario base
Expresión que algunos convenios colectivos sustituyen por las de «salario fijo» o
«salario garantizado»— se entiende legalmente la retribución del trabajador fijada por
unidad de tiempo o de obra (art. 26.3 cit.), parte que deberá referirse al salario
mínimo interprofesional o al superior establecido en los convenios colectivos o los
contratos individuales.
Complementos Salariales
El art. 35.1 Const. consagra el derecho de todos los españoles «a una remuneración
suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia», mientras que el art. 27
ET prefiere limitarse a hablar de «salario mínimo», sin aludir expresamente a la noción
de salario suficiente.
Con carácter previo a la fijación del salario mínimo, el Gobierno debe consultar a las
organizaciones sindicales y empresariales más representativas.
Por último, el citado art. 31 ET prevé la posibilidad de que los convenios colectivos
prorrateen a lo largo de los doce meses del año el importe total de las dos pagas
extraordinarias, adicionándose así a cada mensualidad salarial la fracción de paga
«extra» correspondiente.
El art. 29.1 ET exige por su parte que el pago y la previa liquidación del salario se
realicen «documentalmente».
La referida documentación del pago del salario tiene lugar mediante la firma del recibo
por el trabajador al percibir el salario, o a través del comprobante de la transferencia
bancaria (O. de 27.12.1994, cuyo Anexo modifica la Orden ESS/2098/2014).
Lugar
Tal lugar, según el art. 29.1 ET, ha de ser el convenido —parece que tanto colectiva
como individualmente— y, en defecto del pacto, el que marquen los usos y
costumbres.
Tiempo
Impuntualidad en el pago
Tal recargo es de carácter anual; por tanto, no es un recargo que pueda estimarse
«independiente del tiempo de retraso».
El interés del 10 por 100 prevalece, pues, sobre el 3 por 100 del tipo legal de interés
del dinero.
CONSTITUCIÓN Y NATURALEZA
El Fondo de Garantía Salarial —cuya constitución ordenó la LRL en su art. 31, y cuya
normativa básica está hoy contenida en el art. 33 ET— es un peculiar ente asegurador
que, en cuanto tal, se nutre de determinadas cuotas y, en contrapartida, cubre ciertos
riesgos; concretamente, los riesgos de que el trabajador no perciba, por carencia
patrimonial de su empresario, los salarios y determinadas indemnizaciones a que sea
acreedor.
Aunque la naturaleza del Fondo se acerca más a las instituciones de Seguridad Social
que al seguro de créditos, tampoco se identifica sin más con aquélla: ni el Fondo es un
ente gestor de la Seguridad Social ni sus prestaciones se integran en el sistema de ésta
(así, TCT 24.9.1982); es una «institución de garantía», un instrumento de «protección
de los créditos laborales en caso de insolvencia del empresario» (Convenio 173 de la
OIT, ratif. por España el 28.4.1995).
Tales aportaciones vierten en forma de cotización que se ingresa junto con las cuotas
de la Seguridad Social, obteniéndose actualmente la cuota mediante la aplicación de
un tipo (el 0,2 por 100) sobre los salarios que sirven de base para las contingencias de
accidentes de trabajo, enfermedades profesionales y desempleo, esto es, sobre los
salarios reales.
BIBLIOGRAFÍA