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CÁTEDRA DE BIOQUÍMICA GENERAL Y BUCAL-FOUBA

CADENA RESPIRATORIA Y FOSFORILACION OXIDATIVA

Resumen
Las coenzimas reducidas NADH y FADH2 provenientes de diferentes procesos
oxidativos se reoxidan gracias a la cadena respiratoria de transporte de electrones. Esta
consiste en un conjunto de complejos proteínicos, enclavados en la membrana interna
mitocondrial, que funcionan como acarreadores de electrones, pasándolos desde las
coenzimas al aceptor final del metabolismo aerobio, el oxígeno molecular (O2), en un proceso
en cadena según potenciales de reducción creciente. A medida que los electrones se mueven
a través de los complejos proteínicos en una secuencia de óxido-reducciones espontáneas
(ΔG negativa) los protones son transportados a través de la membrana interna hacia el
espacio intermembrana, generando un gradiente de concentración de protones. La matriz
mitocondrial se vuelve más alcalina y con carga negativa respecto al espacio intermembrana.
De esta manera el potencial reductor o potencial de transferencia de electrones de las
coenzimas reducidas se convierte en un potencial electroquímico. La energía de este
gradiente se libera cuando los protones se canalizan de nuevo a través de la membrana
interna gracias al complejo proteico transmembrana: la ATP sintasa. El flujo de protones
dirige, en forma indirecta, la reacción: ADP + P → ATP + H2O

En los organismos quimiotróficos, el metabolismo energético implica una oxidación gradual


de moléculas combustibles orgánicas (glucosa, aminoácidos, ácidos grasos) con la consiguiente
reducción de coenzimas, NAD+ o FAD, que actúan como aceptores de electrones y de H+. Es
decir, la energía de la oxidación se conserva como poder reductor en las coenzimas reducidas
NADH y FADH2.
Como ya hemos visto, en el metabolismo de la glucosa se observan 6 procesos oxidativos
diferentes: uno en la glucólisis, otro en la transformación de piruvato en acetil CoA y el resto en el
ciclo de los ácidos tricarboxíIicos (CAT). Durante estos procesos, los 6 átomos de carbono de la
molécula de glucosa se oxidan completamente a CO2 y 12 pares de electrones se transfieren al
NAD+ y al FAD, generando sus formas reducidas, NADH y FADH2. (Fig. 1).
Para que estos procesos catabólicos no se interrumpan es necesario asegurar la
reoxidación inmediata de las coenzimas reducidas durante la oxidación de los nutrientes. El
aceptor final de los electrones que ellas transportan es el O2. Pero la transferencia de electrones
desde las coenzimas reducidas hasta el O2 no se realiza en forma directa, sino que en este
proceso participan una serie de moléculas que actúan como transportadoras de electrones. El
proceso denominado cadena respiratoria es muy exergónico, por lo que la reoxidación de las
coenzimas provee la energía necesaria para la síntesis de la mayor parte del ATP que se forma
durante el metabolismo (32 de los 36 ATP obtenidos por oxidación aeróbica de la glucosa en
células eucariotas).
La mitocondria es la organela en la que ocurre la etapa final de la oxidación de los
nutrientes. Es el lugar donde se lleva a cabo el ciclo de Krebs, el transporte de electrones, la
fosforilación oxidativa y la oxidación de los ácidos grasos.
Las mitocondrias están limitadas por dos membranas con propiedades muy diferentes (Fig
2). La membrana externa es relativamente pobre en proteínas y posee una proteína
transmembrana, porina, la cual forma canales que permiten la difusión libre de iones y de
metabolitos solubles en agua (con masa molecular < 10000). Por el contrario, la membrana
mitocondrial interna (MMI) es prácticamente impermeable a las sustancias polares y las iónicas
(como los H+) y requieren de proteínas enclavadas en la membrana para su transporte. Entre las
moléculas que deben ser transportadas específicamente a través de la MMI se encuentran ATP,

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ADP y Pi. El agua, el CO2 y el O2 son algunas de las pocas moléculas que pueden atravesar
libremente la MMI.

Fig. 1: Las tres fases del metabolismo oxidativo:


 Fase 1: Producción de Acetil~CoA (a partir de glucosa, ácidos grasos ó aminoácidos).
 Fase 2: Oxidación del Acetil~CoA (ciclo de los ácidos tricarboxílicos).
 Fase 3: Transferencia electrónica (cadena respiratoria) y fosforilación oxidativa.

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La MMI es muy rica en proteínas, con una relación de proteínas:lípidos de alrededor de 4:1
en peso; contiene, por ejemplo, los complejos enzimáticos de la cadena respiratoria y de la
fosforilación oxidativa. Las crestas de esta membrana son más abundantes en mitocondrias de
células con intensa actividad respiratoria
El área entre las membranas interior y exterior de las mitocondrias se denomina espacio
intermembrana. Posee aproximadamente la misma composición de iones y metabolitos que el
citosol debido a que la membrana externa es fácilmente permeable a moléculas de peso
molecular < 10000. La membrana interna delimita un espacio central denominado matriz
mitocondrial y en ella se hallan el complejo piruvato deshidrogenasa, las enzimas del ciclo del
ácido cítrico (excepto para el complejo de la succinato deshidrogenasa, el cual está enclavado en
la membrana interna), y la mayor parte de enzimas que catalizan la oxidación de ácidos grasos.
Fig. 2- Características
bioquímicas de una
mitocondria

Antes de comenzar a describir el mecanismo de reoxidación de las coenzimas en la


cadena respiratoria repasemos brevemente algunos conceptos de las reacciones de óxido-
reducción.

Oxido-reducción. Conceptos básicos.


Si una sustancia se oxida cualquiera sea su naturaleza es porque pierde electrones. A su
vez para que ello ocurra, simultáneamente, otra especie química debe captar los electrones

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liberados reduciéndose. De manera que oxidación y reducción son dos procesos acoplados
y dan lugar a una reacción “redox”, suma de dos hemi-reacciones simultáneas, una de oxidación y
otra de reducción.
En este tipo de reacciones la tendencia de las sustancias reaccionantes a ceder o captar
electrones se expresa numéricamente como potencial redox.
Se dice que la especie que se oxida actúa como agente reductor al ceder electrones, en
tanto que la especie que se reduce actúa como agente oxidante al aceptar electrones.
Consideremos una sustancia que pueda oxidarse y reducirse reversiblemente, por ejemplo
la especie X. Ésta podrá existir en forma oxidada (X) ó en forma reducida (por ejemplo X-), como
se indica en la reacción siguiente:

Para que X- se oxide, (reacción hacia la izquierda), deberá estar en presencia de otra
sustancia que posea mayor afinidad por los electrones, es decir que posea mayor potencial de
reducción y capte los electrones reduciéndose.

Los electrones fluyen desde las especies de menor potencial de reducción hacia las
de mayor potencial de reducción.

Los potenciales de reducción estándar (Eº) medidos a 25ºC corresponden a


concentraciones 1 M de las especies reaccionantes y tomando como referencia el potencial del

que se considera por convención como potencial 0 voltios (presión de H2 de 1 atm y [H+] = 1M)
Por lo tanto si una cupla (X/X-) posee un potencial de reducción positivo quiere decir que
tiene mayor afinidad que el hidrógeno por los electrones y reaccionará con él oxidándolo según:

Pero el potencial de reducción de una cupla (E) depende también de la temperatura, el


número de electrones transferidos y las concentraciones de las especies oxidada y reducida (no
siempre es 1M), de acuerdo a la siguiente ecuación:

donde: E°= Potencial de reducción estandar


R= Constante de los gases
T= Temperatura en°Kelvin
n= Número de electrones transferidos
F= Constante de Faraday
[Aceptor de e- ] = Concentración molar de la forma oxidada [Ox] =X
[Dador de e- ]= Concentración molar de la forma reducida [Red]= X-

Cuando:

Por lo tanto, si se conocen las concentraciones de las formas oxidadas y reducidas de dos
sustancias, los potenciales de reducción estándar (E°) y la temperatura del sistema, se puede
predecir qué reacción ocurrirá.

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Supongamos que al realizar estos cálculos resultan los valores siguientes:

Estos valores indican que espontáneamente X se reduce a X-, en tanto que B- se oxida a B,
dado que la cupla X/X- tiene mayor potencial de reducción que B/B-:

La diferencia de potencial que se produce será igual al potencial de la sustancia que se


reduce menos el de la sustancia que se oxida:

Un valor de ∆E >0 implica que la reacción ocurre espontáneamente en el sentido


planteado, ∆E = 0 que se halla en el equilibrio y ∆E < 0 que va en el sentido opuesto.

¿Por qué decimos que procede espontáneamente? Porque las reacciones espontáneas
se caracterizan por valores de ∆G menores que cero, y como la fórmula que vincula ΔG con ΔE
incluye un signo negativo ∆G = -nF∆E), por lo tanto para las reacciones de óxido reducción
valores de ΔG negativos corresponden a valores de ∆E mayores que cero.

Debe recordarse que ∆E se refiere a potenciales reales los que difieren normalmente de los
potenciales de reducción estándar (E °). Por lo tanto puede suceder que bajo ciertas condiciones
la reacción ocurra en el sentido contrario a lo previsto en situaciones estándar.

Esto permite una adecuada regulación metabólica a fin de mantener dentro de ciertos límites
las concentraciones de ATP y las relaciones entre las formas oxidadas y reducidas de los
cofactores.

CADENA DE TRANSPORTE DE ELECTRONES

La cadena respiratoria o cadena de transporte de electrones tiene como finalidad reoxidar


las coenzimas NADH o FADH2, reducidas en el curso de las reacciones del ciclo de Krebs, la
descarboxilación oxidativa del piruvato, la oxidación de ácidos grasos, etc. La reoxidación de las
mismas implica la pérdida de electrones que son cedidos a determinadas moléculas que integran
la llamada cadena de transporte de electrones, circulando entre los diferentes transportadores
hasta fijarse sobre el oxígeno molecular.
Se han aislado de la membrana interna de la mitocondria, cuatro complejos proteicos que
participan en la transferencia de electrones (complejos I - IV). Los mismos no están asociados en
términos físicos unos con otros. El flujo de electrones se efectúa por medio de la reducción y la
oxidación de una serie de transportadores de electrones desde un fuerte agente reductor (NADH,
FADH2) hasta un agente oxidante fuerte (O2), según gradientes de reducción crecientes. (Fig. 3).

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Fig. 3: Transporte de electrones en las mitocondrias

Cada uno de los cuatro complejos está compuesto por varias subunidades, según se
menciona en la Tabla I.

TABLA I: Complejos proteínicos de la cadena respiratoria y sus grupos prostéticos.

Descripción de los transportadores de electrones:


 Flavoproteinas: El NADH se reoxida cediendo sus electrones al complejo NADH-
Coenzima Q reductasa o NADH dehidrogenasa (NADH DH), constituído 25 cadenas
polipeptídicas una de !as cuales contiene FMN flavinamononucleótido como grupo
prostético: El complejo contiene además proteínas hierro-azufre. Los electrones

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cedidos por el NADH en su etapa de reoxidación son tomados por el grupo FMN, que
se reduce a FMNH2 , según las ecuaciones:

El grupo FMNH2 se reoxida cediendo sus electrones a proteínas hierro-azufre que


integran el complejo.
 Proteinas con Fe y azufre: Participan en el transporte de electrones en diferenetes
complejos. Son proteínas con hierro no hemínico y azufre.
Los átomos de Fe, se unen a los grupos sulfhidrilo de cisteínas de cadenas
polipeptídicas y participan en la transferencia de electrones pasando del estado
férrico al estado ferroso y viceversa:

 Coenzima Q: También llamada ubiquinona, es una quinona con .una larga cadena
isoprenoide. Las características hidrofóbicas de esta molécula determinan su alta
movilidad dentro de la membrana mitocondrial.
Los dos grupos carbonilo que están presentes en la forma oxidada de la molécula en
la quinona se reducen aceptando cada uno de ellos un electrón y un protón, de modo
que cada una de las dos funciones cetona se transforman en función alcohol. De ahí
que la forma reducida de la molécula se denomine ubiquinol.

 Citocromos: Son proteínas conjugadas que tienen el grupo hemo como grupo
prostético. El hierro del grupo hemo puede oxidarse o reducirse reversiblemente, lo
cual le permite a este tipo de moléculas participar en el transporte de electrones. En
la cadena respiratoria se han identificado los citocromos b , c1 , c, a y a3.
El grupo hemo del citocromo b es del tipo que se encuentra en la hemoglobina y en la
mioglobina. El grupo hemo de los diferentes citocromos difieren en las cadenas
laterales.
Como ocurre con las flavoproteínas, el potencial de reducción estándar del Fe en el
hemo de un citocromo depende en gran medida del entorno proteico, esto determina
que si bien la especie que se oxida y reduce reversiblemente en todos los citocromos
es la misma, el potencial de reducción es diferente para cada uno de ellos, aún
cuando contengan el mismo tipo de grupo hemo.
La liberación de energía libre que acompaña al flujo de electrones está acoplado a la
translocación de protones a través de la membrana mitocondrial interna de la matriz hacia el
espacio entre las membranas (Fig. 4).

Tres son los complejos proteicos que transfieren electrones desde el NADH hasta el O2:
NADH deshidrogenasa ó NADH-Coenzima Q reductasa (complejo I), ubiquinol-Citocromo c
reductasa (complejo III) y Citocromo c oxidasa (complejo IV). Dentro de estos complejos hay
varios transportadores de electrones: flavo-proteínas, proteínas hierro-azufre, hemoproteínas
llamadas citocromos e iones Cu2+ (Tabla I). Cada uno de estos complejos puede ser purificado e
insertado en vesículas lipídicas sintéticas, demostrándose así que bombean protones cuando se
transportan electrones a su través. En la membrana nativa, la ubiquinona ó Coenzima Q y el
citocromo c son transportadores móviles de electrones que van y vienen de uno a otro complejo
enzimático, completando la cadena de transporte electrónico.

Por lo tanto la vía del flujo de electrones es (Fig 4):

NADH → complejo I → ubiquinona → complejo III → citocromo c → complejo IV → O2

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Aunque el mecanismo a través del cual se aprovecha la energía liberada en la cadena


respiratoria difiere del de otras reacciones metabólicas el principio es el mismo. Se consigue que
la reacción energéticamente favorable H2 + 1/2O2  H2O se produzca a través de muchos
pequeños pasos, de forma que la mayor parte de la energía de esta reacción pueda ser
transformada en una forma de almacenamiento en vez de ser liberada al medio en forma de calor.
Tal y como ocurre en la formación de ATP y de NADH en la glucólisis o en el ciclo del ácido
cítrico, esto implica que la reacción debe realizarse a través de una vía indirecta.
Los complejos enzimáticos respiratorios acoplan el transporte de electrones,
energéticamente favorable, al bombeo de protones hacia el exterior de la matriz en el espacio
intermembrana. El gradiente electroquímico resultante se utiliza para fabricar ATP mediante otro
complejo proteico transmembrana, la ATP sintasa, a través del cual los protones fluyen de nuevo
hacia la matriz (Fig. 4).

Fig. 4: Esquema de la
cadena respiratoria y
de la teoría
quimiosmótica de la
fosforilación oxidativa

Organización de los transportadores de electrones en la cadena


Todos los componentes de la cadena de transporte de electrones se encuentran en la
membrana mitocondrial interna (MMI). Los tres grandes complejos, NADH deshidrogenasa, CoQ-
citocromo c reductasa y citocromo c oxidasa constituyen proteínas integrales de la MMI. El
citocromo c es una proteína periférica de la MMI, ubicada en la cara externa de la misma. La
coenzima Q, único transportador de la cadena no ligado a proteínas, es una molécula pequeña
que se halla embebida en la capa media de la MIM, dentro de la cual puede desplazarse (Fig 4).
En el esquema de la Fig.5 se indica la transferencia de electrones desde las coenzimas
reducidas hasta el oxígeno:
El transporte de electrones empieza en el momento en que el ión hidruro se libera del
NADH, regenerándose NAD+, y se convierte en un protón y dos electrones (H-  H+ + 2e-). Estos
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dos electrones son transferidos al primero de una serie de más de 15 transportadores diferentes
de electrones que se hallan en la cadena respiratoria (Fig. 5).
Los electrones empiezan con una energía muy alta, que van cediendo a medida que pasan
a lo largo de la cadena. La mayor parte de las veces los electrones pasan de un átomo metálico a
otro, cada uno de los cuales está estrechamente unido a una molécula de proteína que altera la
afinidad electrónica del átomo metálico. Lo más importante es el elevado número de enzimas
implicadas en este proceso que se encuentran agrupadas en tres grandes complejos enzimáticos
respiratorios (I,III y IV), cada uno de los cuales presenta proteínas transmembrana que sostienen
firmemente el complejo en la membrana mitocondrial interna (Fig. 4).

Fig. 5: El NADH generado en la oxidación de diferentes sustratos se reoxida según potenciales de


reducción creciente a expensas del O2 pero este proceso implica una serie de oxido-reducciones
intermedias a lo largo de los distintos componentes que integran los diferentes complejos.

Cada complejo de la cadena tiene mayor afinidad por los electrones que su predecesor de
forma que los electrones pasan secuencialmente de un complejo al otro hasta que finalmente son
transferidos al oxígeno, el cual tiene una afinidad por los electrones mayor que la de cualquier
complejo de la cadena (Fig. 3).
El O2 se reduce formando H2O de acuerdo a la ecuación:

La cadena respiratoria no sólo reoxida al NADH sino también recibe electrones del FADH2.
La succinato deshidrogenasa (complejo II) es una flavoproteína de la MMI. El FADH2
generado en este complejo durante la oxidación de succinato a fumarato cede sus electrones a
proteínas Fe-S y éstas a la coenzima Q. (Fig. 4-5). Existen otras deshidrogenasas ligadas al FAD
que al reoxidarse ceden electrones que ingresan a la cadena de transporte de electrones a través
de la coenzima Q (ver mas adelante lanzadera del glicerol fosfato).
Observando los valores de los potenciales de reducción de los distintos transportadores de
electrones (Tabla II) se deduce que en la cadena respiratoria los electrones fluyen en el mismo
sentido que se incrementa el potencial de reducción de los diferentes transportadores: desde los
componentes de menor potencial de reducción hacia los de mayor potencial de reducción.
Tabla II: Potenciales de oxido-reducción estándar de algunos pares redox conjugados (a pH 7 y
25°C)
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Por lo tanto, la trayectoria que siguen los electrones desde las coenzimas reducidas hasta
llegar al O2 está determinada por los potenciales de reducción de los distintos transportadores
más que por un ordenamiento espacial de los mismos. Obviamente éstos tienen que estar
dispuestos de manera que los electrones puedan ser transferidos en el orden indicado por los
potenciales de reducción.
Al fluir los electrones a través de los transportadores desde el NADH hasta el O2 se
producen descensos bruscos de energía libre (Fig. 3). Estos ocurren a nivel del complejo NADH-
Coenzima Q reductasa, Coenzima Q-citocromo c reductasa y citocromo c oxidasa.
Simultáneamente a la transferencia de electrones a través de estos complejos, se produce
un bombeo de protones desde la matriz mitocondrial hacia el espacio intermembrana, lo cual
genera un gradiente electroquímico (Fig. 4). La generación de un gradiente de protones por el
flujo de electrones a través de los tres sitios de conservación de energía en la cadena respiratoria
requiere que estos complejos enzimáticos atraviesen la membrana de modo que los protones
puedan ser bombeados desde la matriz mitocondrial hacia el espacio intermembrana. Una serie
de experimentos realizados confirman que los tres sitios de conservación de energía atraviesan la
MMI.

La energía que genera la transferencia de electrones hacia el oxígeno es almacenada


en el gradiente de protones que se forma simultáneamente.

El flujo de electrones a través de la cadena se produce con un descenso de energía libre,


que se manifiesta más bruscamente en tres sitios: Complejo NADH-CoQ reductasa (I); Co Q-
citocromo c reductasa (III); Citocromo c oxidasa (IV). En cada uno de los tres sitios la energía es
utilizada para la translocación de protones desde la matriz mitocondrial al espacio intermembrana.
A su vez esta energía libre almacenada en el gradiente servirá para sintetizar ATP, tres en total
(uno por sitio), reacción que es controlada por la enzima ATP sintasa.
La ATP sintasa es un mecanismo acoplador reversible que normalmente transforma el flujo
de protones hacia adentro de la mitocondria en energía de enlace fosfato del ATP, catalizando !a
reacción ADP + P  ATP, pero que, si se reduce el gradiente electroquímico de protones, también
puede hidrolizar ATP y bombear electrones en dirección opuesta.
El complejo enzimático de la ATP sintetasa está constituido por dos fracciones: una porción
soluble en agua, llamada F1 y una porción hidrofóbica llamada F0. El rol fisiológico de F1 formada
por 9 subunidades es catalizar la síntesis de ATP. Sin embargo, en ausencia de un gradiente de
protones F1 aislado exhibe una intensa actividad ATPásica. La porción F0 de la ATP sintasa, parte
integral de la membrana, está compuesta por cuatro subunidades que constituyen un canal iónico
que permite el flujo de protones a través de la MMI (Fig 4)

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Postulados de la hipótesis quimiosmótica


1. La cadena respiratoria mitocondrial de la membrana interna transloca protones; cuando
se transportan electrones a través de la cadena, bombea H+ fuera de la matriz, hacia el espacio
intermembrana.
2. El complejo mitocondrial ATP-sintasa también transloca protones a través de la
membrana interna; si existe un gradiente electroquímico de protones suficiente, los protones
fluyen desde el espacio intermembrana hacia la matriz mitocondrial a través de Fo, lo cual provoca
la disipación del gradiente electroquímico e impulsa la síntesis de ATP.este complejo es reversible
pudiendo utilizar energía de hidrólisis del ATP para bombear H+ hacia el espacio intermembrana.
3. La membrana mitocondrial interna está equipada con una serie de proteínas
transportadoras que median la entrada y la salida de metabolitos esenciales y de determinados
iones inorgánicos.
4. La membrana mitocondrial interna es impermeable a H+, OH- y, en general, a cationes y
aniones

Transporte de iones a través de la membrana mitocondrial interna.

El proceso de fosforilación oxidativa depende del continuo aporte de ADP-3 y PO4H-2 para la
síntesis de ATP-4 que luego debe ser transportado hacia el citosol. Como ya dijimos, la membrana
mitocondrial externa es libremente permeable a la mayoría de los solutos de bajo peso molecular,
pero no así la membrana interna, cuya permeabilidad es altamente selectiva.
El transporte de dichos compuestos a través de la MMI requiere la participación de sistemas
transportadores específicos, translocasas, constituidos por proteínas de membrana embebidas en
la MMI. Las translocasas son simportes o antiportes e implican un transporte activo (transporte
activo secundario) que utiliza parte de la energía del potencial electroquímico generado por la
cadena respiratoria.

Fig. 6: Acoplamiento de la
fosforilación oxidativa con el
transporte mitocondrial.
ATP:ADP translocasa y fosfato
translocasa.

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Uno de los sistemas transportadores es el de la ATP/ADP translocasa. Ubicado en la


membrana mitocondrial interna, este complejo fija ADP en la superficie exterior (cara citosólica) de
la MMI y lo transporta al interior en intercambio con una molécula de ATP transportada
simultáneamente hacia el exterior. Como el ATP-4 transporta cuatro cargas negativas hacia fuera y
el ADP-3 solo tres cargas negativas hacia la matriz, el balance neto de cargas transportadas es de
una carga negativa que sale al espacio intermembrana. Esto determina que la actividad de
transporte esté favorecida por el gradiente eléctrico que acumula cargas positivas en el espacio
intermembrana: la fuerza protomotriz impulsa el intercambio ATP-ADP (Fig. 6).
El sistema de la fosfato translocasa realiza el co-transporte paralelo de un Pi (H2PO4-) y un
+
H al interior de la matriz. En este caso el balance de cargas transportadas es nulo pero la
concentración de protones relativamente baja en la matriz favorece el flujo de protones en esta
dirección. Por lo tanto este transporte es favorecido por el gradiente químico (Fig 6). En ambos
casos se disipa fuerza protomotriz a expensas de la formación de ATP.

REGULACIÓN DE LA VELOCIDAD DEL TRANSPORTE DE ELECTRONES

En condiciones fisiológicas el transporte de electrones está acoplado a la fosforilación de


ADP. Los electrones no fluyen a través de la cadena de transporte de electrones a menos que el
ADP sea simultáneamente fosforilado a ATP. De modo que la magnitud del consumo de oxígeno
mitocondrial está regulado por los niveles de ADP y Pi, sustratos de la fosforilación oxidativa.
Esta regulación de la velocidad de fosforilación oxidativa por los niveles de ADP se
denomina control respiratorio. El mecanismo regulatorio permite que cuando los niveles de ADP
se incrementan, como consecuencia de un gasto de ATP, se incremente paralelamente la
velocidad de fosforilación oxidativa para reponer el ATP consumido. Dado que la fosforilación
oxidativa está acoplada a la cadena de transporte de electrones, el incremento de la velocidad de
fosforilación oxidativa se refleja en un aumento del flujo de electrones a través de la cadena y por
ende, del consumo de oxígeno.
Experimentalmente el control respiratorio puede comprobarse agregando ADP a un
homogenato de tejido lo que provoca un rápido incremento del consumo de oxígeno.

AGENTES DESACOPLANTES E INHIBIDORES DE LA CADENA RESPIRATORIA

 Desacoplantes de la cadena respiratoria


Ciertos compuestos químicos, generalmente ácidos débiles liposolubles actúan disipando el
gradiente electroquímico e impidiendo consecuentemente la fosforilación oxidativa. Estos agentes
producen translocación de protones desde la cara externa de la MMI hacia la matriz mitocondrial,
por lo cual el bombeo de protones en el sentido inverso propulsado por la energía libre asociada al
transporte de electrones en la cadena respiratoria no logra generar el gradiente electroquímico.

La cadena respiratoria funciona pero sin fosforilación simultánea.

El resultado neto es una pérdida del control respiratorio que da lugar a un incremento del
consumo de O2 y de la oxidación de NADH ya que se acelera el transporte de electrones.
Estos compuestos químicos se conocen con el nombre de agentes desacoplantes. Ejemplo
de los mismos es el 2,4 dinitrofenol (Tabla III). Por tratarse de ácidos débiles, la base conjugada,
A-, se halla en equilibrio con la forma ácida, AH, la cual es liposoluble y por lo tanto capaz de
atravesar fácilmente las membranas biológicas. En el espacio intermembrana, donde predominan
los H+, la base conjugada A se combina con los protones, generando más AH que por no ser una
especie iónica como A- atraviesa la MMI. En la matriz mitocondrial AH se disocia (A- + H+) por el
pH ligeramente alcalino (Fig.7). El resultado neto es un flujo de protones a través de la MMI en
sentido inverso al generado por la energía liberada durante el transporte de electrones.

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Fig. 7: Efecto de los agentes desacoplantes sobre MMI

El tejido adiposo y la termogénesis


Los recién nacidos, en la mayoría de los mamíferos, incluidos el hombre, tienen un tejido adiposo
denominado grasa parda o marrón. En los bebés está localizada en la nuca (fig. 8) y se caracteriza por su
gran cantidad de mitocondrias. Estas mitocondrias se diferencian de las de los restantes tejidos en que
contienen una proteína en la MMI, termogenina o proteína desacopladora, que permite el pasaje de
protones desde el espacio intermembrana hacia la matriz sin pasar por F1-Fo, comportándose por lo tanto
como un desacoplante natural.
El resultado de este cortocircuito de protones es que la energía de oxidación no se conserva como
ATP. Consecuentemente la relación ADP/ATP se eleva y se produce un mayor consumo de oxígeno. Dado
que una parte de la energía liberada por el transporte de electrones se disipa como calor, al aumentar la
velocidad de respiración también aumenta la producción de calor contribuyendo al mantenimiento de la
temperatura corporal. Los animales que hibernan dependen de las mitocondrias del tejido adiposo pardo
para generar calor durante los largos períodos de letargo invernal (Fig. 8).

Fig. 8: Esquema del mecanismo de acción de la termogenina en las mitocondrias del tejido adiposo
pardo.

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 Inhibidores de la fosforilación oxidativa:


Los inhibidores de la fosforilación oxidativa actúan inhibiendo la disipación del gradiente
electroquímico, de modo que evitan:
1) la transferencia de la energía necesaria para la síntesis de ATP y por ende impiden la
fosforilación del ADP a ATP y
2) la estimulación del consumo de oxígeno por el ADP.

Al mantenerse elevado el gradiente, el transporte de electrones se detiene y por lo tanto el


consumo de O2, a menos que algún agente externo agregado destruya el gradiente
electroquímico, por ejemplo un desacoplante. Algunos antibióticos, ejemplo: la oligomicina, son
inhibidores de la fosforilación oxidativa (Tabla III).
Cuando a una suspensión mitocondrial respirando activamente se agrega oligomicina, el
consumo de oxígeno se detiene. La oligomicina al unirse a Fo impide la disipación del gradiente
electroquímico y por lo tanto interfiere con la fosforilación oxidativa. Pero si se agrega un
desacoplante, por ejemplo 2,4 dinitofenol (DNF), se restablece el consumo de oxígeno.
La síntesis de ATP, en condiciones fisiológicas está acoplada al consumo de oxígeno. Para
observar el acoplamiento entre ambos procesos es necesario obtener mitocondrias intactas. En
estas condiciones se observa que por cada mol de NADH que se oxida, se transfieran dos
electrones, se consume 1/2 mol de O2 y además se consumen tres moles de Pi.
La relación entre el fósforo consumido (equivalente a la cantidad de ATP sintetizado) y el
oxígeno consumido se conoce como relación P/O y expresa la relación entre el número de moles
de ATP generado por átomo de oxígeno utilizado en la respiración. Cuando se utilizan como
sustrato metabolitos que permiten generar NADH esta relación es aproximadamente 3, en tanto
que cuando se utilizan metabolitos que permiten regenerar FADH2 , como el succinato, la relación
es 2.

Tabla III: Algunos agentes químicos que interfieren en la cadena respiratoria y la


fosforilación oxidativa.

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REOXIDACIÓN DEL NADH CITOSÓLICO

El NADH generado en el citosol durante la glucólisis también debe ser reoxidado para que
dicha vía metabólica no se detenga. Como el NADH no puede atravesar la MMI, sistemas
especiales de lanzadera transportan equivalentes de reducción desde el NADH citosólico a las
mitocondrias mediante una ruta indirecta.
El mecanismo es el siguiente: el NADH cede sus electrones a ciertos compuestos del citosol
que una vez reducidos son transportados por las lanzaderas a la matriz mitocondrial; aquí se
reoxidan liberando los equivalentes de reducción que transportaban para retornar nuevamente al
citosol y reiniciar el ciclo.
Los dos sistemas de lanzaderas que se describirán son:
1- lanzadera del malato-aspartato
2- lanzadera del glicerol fosfato

1- La lanzadera de NADH más activa, que funciona en el hígado y en las mitocondrias de


corazón, es la lanzadera del malato-aspartato. Esta consta de dos enzimas presentes tanto en el
citosol como en la matriz mitocondrial: malato deshidrogenasa y aspartato aminotransferasa y dos
sistemas mitocondriales de transporte antiparalelo: malato/α-cetoglutarato y glutamato/aspartato
(Fig. 9). Los equivalentes de reducción del NADH citosólico se transfieren por acción de la malato
deshidrogenasa citosólica al oxalacetato citosólico obteniéndose malato. El malato pasa a través
de la MMI a la matriz vía el sistema de transporte del malato-α-cetoglutarato. En la matriz los
equivalentes de reducción pasan por acción de la malato deshidrogenasa al NAD+ formando
NADH; este NADH el que los pasa a la cadena respiratoria generando 3 ATP. El oxalacetato
citosólico se regenera, vía reacciones de transaminación y por la actividad de los transportadores
de membrana, para empezar otro ciclo.
De este modo por cada NADH citoplasmático que se reoxida un NAD+ mitocondrial se
reduce a NADH obteniéndose 3 ATP por fosforilación oxidativa.

Fig. 9: Lanzadera mitocondrial del malato–aspartato

2- La lanzadera del glicerol-3-fosfato se encuentra en el músculo esquelético y en el


cerebro. Difiere de la del malato-aspartato en que cede los equivalentes de reducción desde el
NADH a la coenzima Q (no al Complejo I) utilizando una flavoenzima que genera FADH2, (Fig.
10). Por este motivo va a dar lugar a la síntesis de dos moléculas de ATP por par de electrones.

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CÁTEDRA DE BIOQUÍMICA GENERAL Y BUCAL-FOUBA

Los electrones del NADH son cedidos a la mitocondria a través de la reducción de


dihidroxiacetona fosfato (DHA-P) citosólica a glicerol fosfato por la enzima glicerol fosfato
deshidrogenasa citoplasmática. Una isoenzima de ésta, ligada a la membrana y localizada en la
cara externa de la MMI, transfiere dos equivalentes de reducción desde el glicerol-3-fosfato del
espacio intermembrana al FAD. El FADH2, generado liberará energía suficiente para formar sólo 2
ATP. Esta lanzadera es mucho más sencilla ya que no necesita sistema de transporte de
membranas.
El entrenamiento físico intensifica el número de lanzaderas y con ello el rendimiento
energético.

Fig. 10: Lanzadera del glicerol-fosfato

BALANCE DE LA OXIDACIÓN COMPLETA DE UNA MOLÉCULA DE GLUCOSA A CO2

La fosforilación oxidativa sintetiza la mayor parte del ATP que se produce en las células
aeróbicas. La oxidación completa de una molécula de glucosa a CO2 da lugar a la formación de
1) 2 ATP y 2 NADH por la glucólisis en el citosol,
2) 2 NADH de la oxidación de los 2 piruvatos en la matriz mitocondrial y
3) 2 ATP, 6 NADH y 2 FADH2 en las reacciones del ciclo del ácido cítrico en la matriz
(recordar que se forman 2 Acetil~CoA por cada glucosa).

Por cada NADH generado en la matriz se obtienen 3 ATP en la fosforilación oxidativa y por
cada FADH2 se generan 2 ATP.

El NADH citosólico, por el sistema de lanzadera, genera 2 o 3 ATP según sea la lanzadera
utilizada. El rendimiento total de la oxidación de la glucosa es, por tanto, de 36 o 38 ATP por
molécula de glucosa (Tabla IV).

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CÁTEDRA DE BIOQUÍMICA GENERAL Y BUCAL-FOUBA

TABLA IV: Rendimiento de ATP en la oxidación completa de la glucosa

Proceso Producto ATP final


Glucólisis 2 NADH (citosólico) 4ó6*
2 ATP 2
Oxidación del piruvato 2 NADH (matriz mitocondrial) 6
(2 por glucosa)
Oxidación del Acetil- 6 NADH (matriz mitocondrial) 18
CoA 2 FADH2 4
(2 por glucosa) 2 ATO ó GTP 2
Rendimiento total
/molécula de glucosa 36 ó 38

* el número depende del sistema de lanzadera ulilizado para transferir los equivalentes de
reducción a la matriz mitocondria (36 con lanzadera glicerol-fosfato y 38 con lanzadera malato-
aspartato).

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