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HISTORIA DE LOS LIMITES DEL PERU EL PERU INCAICO Y COLONIAL LOS LIMITES DEL PERU PREINCAICO E IN- CAICO. — La historia de los limites del Pertt eo. mienza eon, la unificacién del Imperio Incaico, realizada por Pachakttec. Antes el territorio que oeupa actualmente el Pertti, estuvo dividido en pequefias regiones habiladas por tribus diver. sus. Er. la costa, de Lambayeque hasta Acari. habitaban Jos Yungas. En la altiplanicie del Collao, tenia su asiento la civilizacién de Tia- huanaco, La regién andina estaba dividida en gran numero de eacicazgos o de tribus gue- rroras o rivales, una de las cuales, le de Jos Ineas, logré veneer y sujelar a las dems, Pa- chaktitee. Tipac Inca Yupanqui y Huayna Cea- pace. exiendieron con sus conquistis los li- mites de la confederacién Ineaica, al par que realizaban Ja unificacién nacional, Pachakulec redujo la regién de la costla Tupac, Yupangui Nevé los hitos de su Imperio hasta el rio Maull en el Sur. y mis alla del Marafion en el Norte, hasta los confines del reino de Quito. Huaina -_e Ceapac sometid por ultimo a los Sciris y a los Quitus prolongando sus dominios hasta lds sal- vajes tribus de Pasto. Estas conquistas delimitan el vasto imperio del Tahuantisuyo, que hallaron los espafioles y que bautizaron con el nombre de Pert. Qaroilaso hia sefialado en el lenguaje- pinto- resco de sus “Comentarios Reales” los térmi- nos del Tahuantisuyo: ‘Al norte, Iegaba has- ta el rio Ancasmayu que corre entre los confi- nes de Quitu y Pastu, quiere decir en lengua general del Peru, rio Azul”. Al Mediodia tenia por término al rio llamado Maulli, que corre Leste Hueste, pasado el reino de Chili, antes de llegar a los Araucos; al Levante tenia por lérmino aquella nunca jamas pisada de hom- bres, ni de animales ni de aves, inaccesible cordillera de nieves que corre desde Santa Ma- ria hasta el estrecho de Magallanes, que los in- dios llamiaban Riti Suyu, que es banda de nie- ve; al Poniente confina con el mar del sur que corre por toda su costa de largo a largo.” GOBERNACIONES PRIMITIVAS DEL PERU COLONIAL. — NUEVA CASTILLA Y NUEVA TOLEDO. — Al descubrirse el Pert los monar- cas de Espafia, ignorantes de la geografia y-de la historia del pueblo que conquistaban, lo di- vidieron en lotes con que saciar la codicia de los conquistadores. Sobre Ja lenta obra secular de la unificacién Incaica, trazaron las reales cé- dulas, lineas imaginarias que fraccionaron en parcelas de doscientas leguas la admirable obra del genio pol{tico de los Incas. —3— 1a capitulacién de Toledo. — La primera parcela fué para Pizarro. En Toledo y por au- sencia de Carlos V, entregado a sus hazaiias eu- ropeas, la reina madre Dofia Juana la Loca autorizé @ Pimarro, en 26 de julio de 1529, pa- ra que em nombre de la corona real de Casti- lla, continue la conquista del Pert, “hasta dos- cientas leguas de tierra por la misma costa (la de Tumbes) las cuales dichas dosoientas le- guas comienzan, desde el pueblo que en lengua de indios se dice Zemuquella y después llamas- tes Santiago, hasta llegar al pueblo de Chin= cha” que se presumia era el término de esta distancia. Esta primitiva gobernacidén, a la que los espafioles dieron el nombre de “Nueva Cas- tila” fué aumentada en setenta leguas mis cuando Hernando Pizarro lleyé al Rey su pin- gii2 parte en el rescate de Atahualpa (mayo de 1534). La capitulacién a favor de Almagro. — La segunda parcela fué para Almagro. Su exten- sidn era también de dosclentas leguas, que dc- bian contarse desde donde terminwba la juris- diccién de Pizarro hacia el estrecho de Maga- Nanes( Cédula de 24 de mayo de 1534). A es- ta gobernacidn se le did el nombre de “Nue= va Toledo”. Anteriormente, el 26 de julio de 1529, al mismo tiempo que a Pizarro, se habin conce- dido a Don Simén de Aleazaba, una extensién también de doscientas leguas que debian con- tarse a partir del estrecho de Magallanes, en diveecién a Chincha. Se le dié el nombre de Nueva Ledn. wr ae La ejecucién de estas provisiones vagas y ab- surdas provocé la primera guerra clvil entre los conquistadores. Pizarro y Almagro preten- dian que el Cuzco estaba comprendido dentro de sus respectivas gobernaciones. Almagro se- guro de sus titulos se apoderé violentamente del Cuzco. Sometido a arbitraje el asunto y con- sultadas las escasas autoridades geograficas de entonces las que fallaron que el Cuzco se ha- llaba dentro de las 270 leguas de Pizarro, Al- _ magro se negé a entregar la ciudad. Sobrevi- no la guerra entre los bandos de ambos conquis- tadores siendo derrotado Almagro en las 8a= linas (1538). En la lueha civil entre Alma- gristas y Pizarristas perecen sin descendencia el Marqués Pizarro y Almagro el Mozo, herede- ro de Jos derechos de su padre. Con ellos desa- parecen los antojadizos linderos trazados por los reyes de Espafia sobre la heredad territo- rial peruana. ~ ERECCION DEL VIRREINATO DEL PERU. — Al ordenar la nueva divisién de sus dominios coloniales, Carlos V, crea dos grandes circuns- cripciones territoriales que, con el nombre de Virreynatos, habian de ser los centros, piinci- pales, de la administracién y del gobierno. Por cédula de 20 de Noviembre de 1542, dada en Barcelona se establecen los Virreynatos del Pe= rd y Méjico. Los Virreynatos debian dividirse en Reales Audienclas, las que se subdividjan en gobernaciones, alcaldias mayores, corregimlen= tos y alcaldias menores. Los. virreyes goberna- ban en el territorio de las audiencias y tenian —= AUDEN 2” = =e La Audiencia de Lima, ‘al como se halla en (os ma- pas de la época de su erecci6n. } \cHant oe } eee SBROVINCIAS! Cruz DEL* —5— la presidencia de estas en la capital del Vi- rreynato. Los virreyes eran también capitanes generales de las provincias que gobernaban, pe- ro posteriormente se crearon Capitanias gene- rales yv audiencias presididas por presidentes togados, con independencia del Virrey. El Virrey del Peri gobernaba inmediatamen- te la audienecia de Lima pero tenia el gobierno superior de las audiencias de Panaind, Lima, Bogota, Chareas, Quito, Chile y Buenos Aires el que dcbia ejercer en casos particulares o excepvionales. Los limites de la audiencla de Lima fueron sefialados por Cédula Real expedida en Valla- dolid en 13 de setiembre de 1543, que los fijé del siguiente modo: “Por la costa desde el puerto de Paita hasta el reino de Chile: por la tierra adentro San Miguel de Piura, Cajamar- ea, Chachapoyas, Meyobamba y los Motilones inclusive, hasta el Collao exclusive; por el po- niente cl mar del Sur, y por el levante las pro- vincias no descubiertas”’. El Collao sometido a la audiencia de Char- eas comenzaba; “En el pueblo de Ayaviri por el camino de Ureo-Suyo; en el pueblo de Asi- llo por el camino de Humasuyo, en Atuncana por el eamino de Arequipa y debia comprender las provineias de Sangabin y Carabaya. (Recopi- lucién de Leyes de Indias, titulo XV, Libro IL), Dentro del distrito de la Audiencia de Lima, cuyos limites corresponderian mas tarde a la —6— Republica del Peru, no estuvieron incorporados en la época de su creacién ni Maynas (hoy Lo- reto) ni:el Collao (hoy Puno). Estas circuns- cripciones territoriales se incorporaron mas tarde al Peru. ¢ Oonoetitese: Para el texto en general: ARANDA. — Coleccién de los Tratados del Pert, 14 tomos. ALFREDO BENAVIDES. — Coleccién de actos in- ternacionales en vigor para la Republica del Peri. — 1916. BOLETIN DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES — Nos. 1 a 66. Afios 1904 a 1922. MEMORIAS de los Ministros de RR. EE.—1825-1925, ARTURO GARCIA SALAZAR. — Resimen de His- toria Diplomatica del Pert. (En la revista “Mercurio Pe- ruano”, a partir de Enero de 1924). CARLOS WIESSE. — Historia del Pera colonial e independiente. — Ediciones Rosay. MARIANO FELIPE PAZ SOLDAN. — Diccionario Geografico Estadistico del Peri. — 1876. GERMAN STIGLICH. — Diccionario Geografico del Pera. — 192: Para este capitulo: ARANDA. — Ob. ‘cit. Tomo I. GARCIA SALAZAR. — Ob. cit. WILLIAN PRESCOTT. — Historia de Ia Conquista del Peri. — Madrid, 1848. 2 Tomos. LIMITES DE LAS COLONIAS ESPANOLAS Y PORTUGUESAS LA BULA DE ALEJANDRO VI. — Asi como Nicolas V, habia concedido a los Portugueses el monopolio del comercio con la India, por Bula del afio 1454, quisieron los Reyes Catélicos ob- tener de Ja misma prestigiosa autoridad una eonfirmacién del derecho que tenian a la Amé- rica recién descubierta, E] Pontifice Romano, fundandose en que era el vicario de Jesucristo, “de quién proceden todos los bienes, imperios y sefiorios’”’ concedié y asigné perpetuamente a los reyes de Castilla por Bula de 4 de mayo de 1493, “‘todas las islas y tierras firmes halladas, y que se hallaren, des- cobiertas e que se descubrieren” en el mar océano al Oeste de una linca distante clen le= guas de las Islas Azores 0 de cabo Verde. E in- hibieron y amonestaron todos los principes cristianos, so pena de excomuni6n latae senten- tiae, para que respetaran las posesiones acor- dadas a los Reyes Catélicos. TRATADO DE TORDESILLAS. — E] monar- ca portugués se mostré celoso de las concesio- nes pontificias a Espafia, porque crefa tener el —s— monopolio de los descubrimientos en la regién ocetinica al Sur de las islas Canarias. . De las discusiones diplomaticas entre los dos paises surgid el Tratado de Tordesillas (7 de junio de 1494) suscrito el afio siguiente de la bila de Alejandro VI. Por este tratado se ade- lanté la linea fijada por el Papa dosclentas se- tenta leguas mas al oeste; es decir a trescien- tas setenta leguas de las islas de Cabo Verde. Una comisién de pilotos y astrénomos de ambas partes, debia de salir de la gran Canaria en dos carabelas para fijar la linea de demarcacién. Esta expedicién no se llevé a cabo nunca y sub- sistié por lo tanto la indecisién de los limites Lusitanos-Espafoles, en América. As{ sucedié en 1529, que Portugal y Espafia quisieron apo- derarse de las Molucas alegando ambas que tas islas estaban dentro de sus gobernaciones, dis- cusién que terminé con el tratado de Zaragoza por el que Espafia reconocié los derechos del Portugal a cambio de una remuneracién econd- mica. LA COLONIA DEL SAORAMENTO. — De 1580 a 1640 Portugal y Espafia estuvieron uni- dos bajo un mismo cetro. En 1680 los Portugue- ses avanzaron hasta la margen izquierda del rio de la Plata i fundaron la colonla del Sacramen= to. El gobernador de Buenos Aires reconquisté por la fuerza la colonia, la que al afio siguiente fué devuelta al Portugal por é] tratado de Lis- boa (1681). Durante la guerra de Sucesién de Espafia, esta nacién se apoderé nuevamente del Las Colonies Espanotas y Portuguesas. segin el Tratado de Tordesitlas en 1494, [ATLANTIC

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