NUEVE
Betsabeé
y David,
de La Lujuria
al amor
Hace es mil afos, David estaba en el cenit de su poder
Habla undo alas tribur dl nore y del sur de su pucblo en un slo
tino, y habia establecido aJerusalén como su capital espirital y
politica a perpetuidad. David, l hombre public, ext en pas
pero en Ia intimidad se muestainguiewo. Una tarde de holganza
vea una mujer easada y la codicia.Si bien la crénica biblica mani-
fiesta enojo ante el abuso de poder teal pespetrado por David,
también consigna edmo un momento de lujuria passers lega a
‘uansformarse en una telacibn amorosa duraders.
David, el menor de sete hermanos, ha pasado de ser un sin
ple pastor a constiuirseen un monazcaseguto de f mismo y hasta
Autocomplaciente, acostumbrado a ser obedecido y a que sut
descos sean rdenes La mayor parte de sas matrimonio han sido
areglados para foraleceralianzs politics yengendrarherederos
al ono. Tiene montones de coneubinas para elegr a su antojo,
En su vide matrimonial no hay seal alguna de amor.
‘Una primavera, el veterano guerrero decide —por primera ver
en su vida— no acompaiar asus soldados al campo de batalla Se
deca a dormir la siesta, su humor escambiantey quads aravie-
sz lo que hoy Iamariamos una crisis de madurer. Anda errant €
inguieto de un aporento 2 otto del placio real. No exh acosturi~
brad a dedicar tanto tiempo al aio.
*¥ ocurié que al comenzar laf, la temporada en que sue-
Jen Jos reyes salir de campata (..] David se qued6 en Jerusalén”
187mientras “sus capitanes”« “Irae todo” aviesgaban sus vidas en
combate. La historia comienza a paso cansino. "Entre tao, suce-
{ié que un dia al levantarse David de su cama después de una
‘Sei, se puso a paear por la tervaza del palacio realy desde ll
vio una mujer banndose. La mujer era muy belly el ry envid
a preguntar quién ers. Vl dijeron que era Betsabeé, hija de Elam
Yy mujer de Uris, el heteo”
‘os atqueslogossugieren que desde lo ato del palacio real,
cemplazado en la aders de una montata, David disfrutaba de una
ists panordmica de las casa en los alededores. Basta una sola
rirada a a desnuda Betsabeé para aucivarlo, La desea, anhela
poreersy actéa en consecuencia,
‘En un arrogante desplicgue de poder, envia asus emisaios a
bbusara. Camo su esposo, un soldado profesional, estaba en com
bate, Betabet respondié al Imado de David y “yacé con 6
habiéndose purficado despues de au periodo y luego volvié pre-
Fada asu cata. Y dio aviso + David, dicindale: He concebido”.
‘Si bien no hay en este episodio azomo alguno de coetcin,
muchos comentarists opinan que Betsabeé no tuvo mis alterna-
tiva que acceder al comite de David. Puede una mujer del pue-
bo recat a un op? En aquellaépocs los monarcas tenian poder
absoluroy nose haclanresponsables por lo que ocurraen su vida|
privda, Incluso hoy muchos poderosos —pollicos, alta, etre
las de cine—abusan de su poder y se toman lbereades con mor
tales de menor jerarqula. Las mujeres occidentales tienen una sete