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El Tribunal de Cristo
El Tribunal de Cristo
1. EL TRIBUNAL DE CRISTO
Tú, pues ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano?, porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo
Romanos 14.10
Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para
que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o
sea malo.
2 Corintios 5.10
¿Existe un día de juicio para mí, que soy cristiano? Y sí así es, ¿de qué tengo que dar
cuenta?
La Biblia dice que los caminos de Dios no son nuestros caminos, porque el hombre mira las
cuestiones físicas externas, mientras que Dios mira la actitud del corazón y opera en el
reino espiritual. Si usted quiere servir a Dios en forma eficaz, entonces debe enfocarse en
las cosas espirituales, no en las materiales. Así mismo, su vida sólo tendrá verdadero
sentido, propósito y significado cuando viva y sirva en el reino espiritual, enfocándose en
las cosas eternas.
La palabra griega traducida como tribunal hace referirse a la ceremonia de premiación que
se hacía en la antigüedad en la que todos los competidores estaban de pie ante el tribunal
para recibir sus premios o coronas. La vida cristiana es una carrera y el árbitro divino evalúa
a cada concursante. Después que la Iglesia haya terminado esta carrera juntará a todos los
miembros ante el tribunal para darle el premio apropiado a cada uno.
Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.
Hebreos 9:27
Dios examinará tanto las obras como los motivos que nos llevaron a hacerlas. No es tanto
lo que hicimos sino el por qué y el cómo lo hicimos.
No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de
Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios. Efesios 6:6
Los cristianos nunca debemos temer ir al infierno, pero hay algunas cosas muy importantes
que sí debemos temer en relación con el juicio final:
1. Temor de estar avergonzados por no ser encontrados viviendo para el Señor Jesús
durante su Segunda Venida:
Ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para
que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. Si sabéis que él es justo, sabed
también que todo el que hace justicia es nacido de él. 1 Juan 2:28.
2. Temor de sufrir pérdida de recompensa porque nuestras buenas obras hayan sido
temporales, y no eternas:
Si la obra de alguno se quema, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así
como por fuego. 1 Corintios 3:15
No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso
también segará, porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero
el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:7-8
Los verdaderos siervos de Dios serán puestos de manifiesto en contraste con aquellos que
solamente aparentan ser siervos de Cristo para los hombres. Las apariencias engañan.
Asegúrese de que usted está invirtiendo para obtener recompensas celestiales, en vez de
las terrenales:
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la
tierra, porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando
Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él
en gloria. Colosenses 3:1-4
Las recompensas disponibles en el Tribunal de Cristo pueden verse al estudiar las CINCO
CORONAS de las que habla claramente el Nuevo Testamento:
1. LA CORONA DE JUSTICIA
Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo,
en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2 Timoteo 4:8
2 Timoteo 4 1-8
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos
en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera
de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá
tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad
el oído y se volverán a las fábulas. (Y NOSOTROS PELEANDO POR TONTERIAS) 5 Pero
tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está
guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo
a mí, sino también a todos los que aman su venida.
El penúltimo verso de la Biblia dice de la siguiente manera: sí, ven, Señor Jesús (Apocalipsis
22:20).
El deseo más fuerte en nosotros los cristianos siempre debe ser: estar con nuestro Señor
y Salvador Jesucristo:
Porque para mí el vivir es Cristo y el morir, ganancia. Pero si el vivir en la carne resulta para
mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger: De ambas cosas estoy puesto en
estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor. Filipenses
1:21-23
2. LA CORONA DE VIDA
No temas lo que has de padecer. El diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para
que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. ¡Sé fiel hasta la muerte y yo te daré
la corona de la vida! Apocalipsis 2:10
2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los
malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado
mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor
de mi nombre, y no has desmayado. 4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído (DE LAS MANOS DE DIOS), y arrepiéntete, y
haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si
no te hubieres arrepentido. 6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas,
las cuales yo también aborrezco. 7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida (privilegio que no tuvo Adán),
el cual está en medio del paraíso de Dios. 8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El
primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: 9 Yo conozco tus obras, y tu
tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y
no lo son, sino sinagoga de Satanás. 10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí,
el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis
tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. 11 El que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la
segunda muerte.
3. LA CORONA INCORRUPTIBLE
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se
lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se
abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible. 1 Corintios 9:25
1 Corintios 9 1¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No
sois vosotros mi obra en el Señor? 2 Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente
lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.
3 Contra los que me acusan, esta es mi defensa: 4 ¿Acaso no tenemos derecho de comer
y beber? 5 ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como
también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? 6 ¿O solo yo y Bernabé
no tenemos derecho de no trabajar? 7 ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas?
¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la
leche del rebaño?
8 ¿Digo esto solo como hombre? ¿No dice esto también la ley? 9 Porque en la ley de Moisés
está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 10 o
lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza
debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11 Si nosotros
sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo
material? 12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros?
Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún
obstáculo al evangelio de Cristo. 13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas,
comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14 Así también ordenó
el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
Es la corona del vencedor.
24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se
lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25 Todo aquel que lucha, de todo
se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible. 26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera
peleo, no como quien golpea el aire, 27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en
servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
4. LA CORONA DE REGOCIJO
Pues ¿cuál es nuestra esperanza, gozo o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros,
delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? 1 Tesalonicenses 2:19
13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis
la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino
según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 14 Porque
vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que
están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas
que ellas padecieron de los judíos,
17 Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por un poco de tiempo, de vista pero
no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro; 18 por lo cual
quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó. 19
Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois
vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? 20 Vosotros sois nuestra
gloria y gozo.
Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes
en el Señor, amados. Filipenses 4:1
El fruto del justo es árbol de vida; el que gana almas es sabio. Proverbios 11.30
5. LA CORONA DE GLORIA
1 Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo
de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada:
2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. 4 Y cuando
aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. 5
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos
de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.
La Biblia dice que todos los que ya somos salvos debemos estar activamente enseñando a
alguien la Palabra de Dios, no sólo los pastores y predicadores:
Así ya no seremos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por
estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del
error; sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las
coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe
su crecimiento para ir edificándose en amor. Efesios 4:11-16