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Instrucciones para subir una escalera

Julio Cortázar

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una
parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca
paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en
espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la
mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal
correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de
estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y
adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra
combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar
de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente
incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin
esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños
inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una
escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta
casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón.
Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la
parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con
el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el
segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie.
(Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación
necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación.
Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos
hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe
de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
 
LA PAPA A LA HUANCAÍNA

La papa a la huancaína es un plato típico de la costa y sierra central del Perú que, junto al
ceviche, es uno de los productos gastronómicos más populares y representativos de este
país.

Ingredientes: para 6 personas


1. 1 Kg de papas blancas
2. 400 gr. de queso blanco (puede ser ricotta)
3. Un ají naranja o rojo (puede ser picante si se desea)
4. Media cebolla en trozos grandes
5. Curcuma
6. 1 diente de ajo
7. 1/2 taza de leche
8. 5 huevos duros
9. Un limón
10. Galletas de soda o pan rallado
11. Aceitunas negras

Preparación:
 Se ponen las papas en una olla a sancochar, cuando estén blandas pelarlas y colocar las
cortadas en dos en una bandeja grande, aparte se fríen en aceite caliente la cebolla, el diente
de ajo, el ají, y se le echa un poquito de colorante amarillo (una pizca), se deja enfriar y se
licua con el queso y la leche hasta formar una crema, se agrega la galleta de soda para
espesar aún mas y el jugo de medio limón. La crema debe quedar espesa. Esta crema se
echa encima de las papas y se adorna con huevos duros en rodajas y aceitunas negras.
Instalación de ducha eléctrica en 8 pasos

Ahora, veamos cómo se realiza la instalación de una ducha eléctrica en 8 sencillos pasos.
Herramientas:

 Destornilladores (plano y de estrella).


 Alicates (punta, corte y universal).

Materiales:

 Ducha eléctrica.
 Cable Nº 12 ó 14 (2.5 o 4 mm2 de sección).
 Cinta aislante.
 Cinta de teflón.
 Llave térmica de 20 amperios.

Procedimiento:

1. Antes de conectar la ducha eléctrica, verifica que el voltaje indicado para la ducha
corresponda con el de la vivienda (220 V).
2. Desconecta la llave principal de la red antes de iniciar la instalación eléctrica.
3. La ducha funciona con electricidad, por que debes tender una línea directa desde el
tablero o caja de distribución de la vivienda. Conecta la línea a una llave térmica.
4. Verifica que la presión de agua llegue hasta la ducha. En caso de que el
abastecimiento sea mediante un tanque, éste debe encontrarse a una altura mínima
de 3 metros sobre el suelo del baño. Si el tanque de agua se encuentra en una altura
comprendida entre los 8 y los 40 metros, tendrás que colocar adicionalmente un
reductor de presión en el niple de entrada de agua para evitar dañar la ducha.
5. Cubre la rosca de la tubería con cinta de teflón para sellar la unión y evitar fugas de
agua. Después, enrosca cuidadosamente la ducha eléctrica a mano sin ejercer mucha
presión porque puede romperse.
6. Una vez instalada la ducha conecta los accesorios. Recuerda que las mangueras
deben describir curvas amplias para permitir el flujo ininterrumpido del agua.
7. Deja correr agua por la ducha durante unos minutos para que se llene y evitar que se
queme la resistencia (muy importante) cuando se conecte a la red eléctrica.
Aprovecha este tiempo para revisar cuidadosamente las uniones. Si notas una fuga,
procede a desenroscar la ducha con la mano y vuelva a colocarla.
8. Empalma el cable o alambre de tierra (color verde o amarillo/verde) al sistema de
puesta a tierra. Las duchas eléctricas deben contar con una conexión a tierra, para
darle mayor seguridad a la instalación. Una vez finalizado el proceso de prueba y la
revisión de la instalación, conecta la alimentación eléctrica.

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