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Trabajo Por Turnos
Trabajo Por Turnos
INDICE
I. INTRODUCCIÓN
V. BIBLIOGRAFÍA
I. INTRODUCCIÓN
Desde que surgió la vida en la tierra, los seres vivos han ido adaptando sus
biorritmos a los cambios que experimenta periódicamente la tierra. La mayoría de las
especies animales adquirieron hábitos diurnos, dedicando la noche al reposo. Un
número limitado de animales adquirieron hábitos nocturnos, estando perfectamente
dotados para desarrollar sus actividades en la oscuridad (Esparza, J., Argemi, F., Ibáñez,
J. 1997).
El hombre ha sido cada vez más proclive a alterar sus hábitos diurnos.
La luz eléctrica, ha hecho posible desde hace mucho tiempo la existencia de
trabajos ininterrumpidos, pero las personas no se han visto favorecidas por ello. La
industria en un intento de paliar este inconveniente, ha establecido equipos rotatorios
que cambian de horario cada semana, de modo que las personas no se sometan a estas
condiciones de forma mantenida. (Esparza, J., Argemi, f., Ibáñez, j. 1997).
En las dos últimas décadas del siglo pasado, una economía mundial diferente se
desarrolla aceleradamente y sienta nuevas reglas de funcionamiento para las naciones.
La globalización, los cambios tecnológicos y las transformaciones sociales modifican
los modos de vivir e incrementan las exigencias de ajuste y adaptación de las personas
en todos los ámbitos de la existencia (Tokman, 2004).
Los trabajadores por turnos pueden trabajar por la tarde, en la mitad de la noche,
trabajar horas extras o jornadas más largas, y también pueden trabajar algunas veces,
alternadamente, en horario normal.
Muchos trabajadores por turnos tienen calendarios que rotan, lo que supone
cambios de las horas de trabajo de la mañana a la tarde o del día a la noche. Estos
cambios podrían ocurrir en días diferentes de una semana o de un mes.
Según José Luis Melo (2005), hay varias razones para el trabajo por turnos.
Actualmente, como consecuencia de la tecnología moderna, es posible hacer muchas
actividades en cualquiera hora del día o de la noche; si las actividades funcionan las 24
horas del día y se requiere provisión de servicios todo el tiempo.
Los servicios críticos incluyen la seguridad pública, como la protección de
policía y bomberos; la defensa militar; la asistencia médica; el transporte; y las
empresas de servicios públicos, como la energía eléctrica, el agua, y el teléfono.
Debido a que varias ocupaciones e industrias operan todo el día y toda la noche,
se han ampliado los servicios para trabajadores que laboran en esos turnos y también se
ha aumentado la posibilidad de acceso para personas que simplemente prefieren la
conveniencia de esos horarios ampliados. Algunos ejemplos obvios son las tiendas de
comestibles, las gasolineras y los restaurantes que están abiertos 24 horas al día, siete
días a la semana.
Según los estudios de Isabel Neyra Suárez (2005), si se consideran solamente las
ocupaciones de tiempo completo, los hombres trabajan más turnos nocturnos y
calendarios que rotan, y las mujeres trabajan más turnos de la tarde y hacen más trabajo
de medio tiempo. Sin embargo, el número de mujeres que trabajan por turnos de tiempo
completo está muy cerca del número de hombres que lo hacen. Estas cifras están
cambiando rápidamente debido a que más mujeres están entrando al mercado laboral en
jornada completa.
La autora señala: “Las personas jóvenes trabajan por turnos más que las
personas mayores; los estadounidenses de origen africano trabajan por turnos más que
los estadounidenses de origen caucásico, las personas solteras trabajan por turnos más
que las personas casadas; entre las parejas casadas, en las que cada persona tiene un
trabajo, aproximadamente de un cuarto a un tercio de estas parejas tienen por lo menos
un cónyuge que trabaja por turnos; las madres solteras trabajan por turnos más
frecuentemente que las madres casadas” (Neyra. 2005. p. 50).
Convenio N°1, de 1919, ratificado por Chile el 15/09/1925, establece “la duración del
trabajo no podrá exceder de ocho horas por día y de cuarenta y ocho por semana, salvo
casos excepcionales que serán reglamentados por la legislación de cada país”.
Convenio N° 14, de 1921, ratificado el 15/09/1925, regula el descanso semanal en la
industria, estableciendo que “todo personal empleado en cualquier empresa comprenda
como mínimo 24 hrs. Consecutivas, las cuales en lo posible deberán coincidir con los
días consagrados por la tradición o las costumbres del país.
Convenio N° 90, de 1948, que revisa el Convenio N° 6 de 1919, ratificado por Chile el
15/09/95, regula el trabajo nocturno de los menores de la industrias.
Convenio N° 30, de 1930, ratificado por Chile el 18/10/1935, reglamenta las horas de
trabajo en el comercio y las oficinas, fijando la jornada de trabajo en 48 horas
semanales, con 78 horas por día; no obstante, establece que la duración diaria de la
jornada puede ser de hasta 10 horas, respetando el máximo semanal de 48 horas.
Son muy diversos los horarios laborales que se dan en la actualidad, en función
de las necesidades de organización de la empresa, pero desde un punto de vista
psicosocial, el que más interesa es el trabajo por turnos, ya que lo normal sería que las
horas de trabajo se distribuyeran durante el día, y el resto de las horas las pudiéramos
dedicar a actividades sociales, familiares y de ocio; sin embargo esto no es así, y cada
vez hay un mayor número de trabajadores que por distintas circunstancias tienen
horarios rotativos u horarios nocturnos (Neyra. 2005).
Dado que nuestro reloj biológico está programado para el descanso nocturno y la
actividad durante el día, la actividad realizada en condiciones de turno, trae
consecuencias negativas no sólo al ser humano, sino también al proceso en donde se
desarrolla.
Durante el trabajo en turno, existe una gran disminución del rendimiento y una
propensión a los accidentes, especialmente los de carácter graves. A esto, contribuyen
diversos factores; la alteración de los ritmos biológicos, la privación de sueño y el
cansancio o la fatiga. Estos agentes estresantes, pueden actuar asociados o
individualmente para producir los efectos adversos sobre la salud del trabajador. La
importancia de cada factor variara con el tipo de trabajo. Para el trabajador en horarios
extensos, la fatiga y consiguiente privación del sueño, son los más importantes. En el
trabajo de turnos rotatorios, la alteración de los ritmos circadianos es lo que predomina
(Melo. 1999).
José Luis Melo (2003) define “trabajo por turnos al método de organización del
trabajo en el cual la cuadrilla, grupo, o equipo de colaboradores se sucede en los
mismos puestos de trabajo para realizar la misma labor; trabajando cada cuadrilla, grupo
o equipo, cierto tiempo o "turno," con el fin de que la empresa pueda mantener la
actividad durante mayor tiempo que el fijado por jornada o por cada trabajador”.
Isabel Neyra Suárez (2005) se refiere al trabajo por turno como “aquel que es
desarrollado por distintos grupos sucesivos, cumpliendo cada uno de ellos una jornada
laboral, de manera que se abarca un total entre 16 y 24 horas de trabajo diario”.
1. Sistemas de Turnos
La terminología básica utilizada en los sistemas de trabajos por turnos es la
siguiente:
(Mutual de Seguridad C.Ch.C. 2006).
- Turno fijo: Los trabajadores tienen horario fijo de trabajo, sean diurnos,
vespertinos o nocturnos.
- Turno alternante o rotativo: Los trabajadores modifican sus horarios de
trabajo siguiendo un sistema de turno predeterminada; o sea son organizados
para trabajar en determinado horarios por algunos días, semanas, quincenas o
mes y pasado este periodo pasan a trabajar en otro horario o período.
- Turno regular: Es aquel que puede presentar horarios de inicio y fin de la
jornada variables, múltiples esquemas rotación al interior de un ciclo de
rotación, sin obedecer a un orden predeterminado y/o la escasa coincidencia
con descanso dominical
Las características que pueden adoptar los esquemas de turnos rotativos son las
siguientes (Mutual de Seguridad C.Ch.C. 2006):
De acuerdo a José Luis Melo (2003), las principales formas de trabajo por turno
son aquellas en las que los trabajadores ocupan sucesivamente los mismos puestos de
trabajo, según un cierto ritmo, continuo, discontinuo y semi-continuo, implicando para
el trabajador la necesidad de prestar sus servicios en horas diferentes en un periodo
determinado de días o semanas.
- Extensión del ciclo de rotación: Es decir, el período para que un colaborador regrese al
mismo punto y reanude la secuencia de días de trabajo y descanso a lo largo de varias
semanas depende de la frecuencia de la rotación y el número de equipos.
Sin embargo, existen formas de variar el trabajo por turnos, como es el sistema
de dos turnos; se puede crear un turno nocturno y otro diurno separado entre sí o dos
turnos diurnos, es decir, uno a la mañana seguida de uno a la tarde.
Las horas de comienzo y finalización del turno, y la extensión de las pausas para
las comidas, pueden también variar o tener la alternativa de crear un turno a la tarde de
tiempo reducido, según las necesidades particulares de cada empresa. Los turnos pueden
ser permanentes, o alternarse según diferentes ciclos de rotación, semanal, mensual, etc.
En el sistema semi-continuo, habitualmente hay tres turnos por día, puede haber
diversos turnos por semana según se trabaje los sábados (u otro día equivalente). La
frecuencia de rotación suele ser de una semana y su sentido puede retornar luego al
turno de la mañana o viceversa.
Cuando una persona realiza una tarea en forma continua aparece el cansancio
por falta de recuperación biológica que se va acrecentando al transcurrir el tiempo,
fundamentalmente cuando no hay posibilidades de recuperación, surgiendo de esta
manera la necesidad de descanso.
De acuerdo a José Luis Melo (1999) “las pausas de descanso son todas las
interrupciones en horario de trabajo; dichas interrupciones deben evitar o retardar la
disminución del rendimiento, este es el efecto fisiológico de las pausas, pero también
suelen aumentar la motivación para la siguiente fase del trabajo lo que se llama efecto
psicológico de la pausa”.
El calendario por turnos más común consiste en cinco días de trabajo y después
dos días libres. Si es un calendario que rota, el trabajador empezará un turno nuevo
después de sus días libres. En algunos trabajos, es posible trabajar 7, 10 o 14 días
consecutivos, seguidos por un número igual de días de descanso. Por ejemplo, los
trabajadores de plataformas petroleras submarinas podrían trabajar dos semanas en la
plataforma seguido por dos semanas libres (Articulo Condiciones de Trabajo y Salud.
1986).
La jornada de trabajo en Chile es considerada como una de las más extensas del
mundo. Al respecto, los informes de la OIT (1995), señalan que en el país se trabajan
2.002 horas anuales.
- Jornadas extraordinarias
Se consideran jornadas extraordinarias aquellas que exceden del máximo legal o
de la pactada contractualmente, si fuese menos (Art.22 inciso 1° y Art.28 del Código del
Trabajo. 2002).
Al respecto el Art. 24 del Código del Trabajo señala que “el empleador podrá
extender la jornada ordinaria de los dependientes del comercio hasta en dos horas
diarias en los periodos inmediatamente anteriores a Navidad, Fiestas Patrias u otras
festividades”.
- Jornada de tiempo parcial: Se podrá pactar jornadas a tiempo parcial, pero esta
no podrá ser superior a dos tercios de la jornada ordinaria y deberá ser continua.
Se otorga para faenas y puestos de trabajo específicos: dado que para otorgar la
jornada se analizan las condiciones de higiene y seguridad del lugar donde se aplicará la
jornada, ésta se otorga sólo para faenas y puestos específicos y no en forma genérica.
Otorgar descanso compensatorio por los días festivos trabajador: los días
festivos no se encuentran comprendidos dentro de los días del ciclo de descanso, dado
lo cual cada día festivo trabajado se deberá compensar.
No exceder el máximo de días continuos trabajados: dado el impacto que tiene
en la salud de los trabajadores el laborar ciclos de trabajo largos, el máximo de días
continuos trabajados será de 20 días en aquellas faenas transitorias y de 12 días en
aquellas faenas permanentes.
Las empresas que tengan faenas sobre los 2.00 metros sobre el nivel del mar
(m.s.n.m.) deben contar con programa de prevención y manejo de situaciones de
emergencia; cursos de conducción de montaña para conductores; servicios de atención
medica; sistema de salvataje; programa para enfrentar los riesgos de la altura (hipoxia).
Con respecto a los Descansos, Enrique Pérez Mendoza (2002), señala que el
Código del Trabajo establece:
A la jornada laboral le debe suceder un franco de por lo menos once horas para
poder lograr la recuperación biológica y en este lapso de tiempo también se tiene en
cuenta el tiempo de viaje de ida y retorno a hogar del trabajador como de su tiempo para
comer apropiadamente (Mendoza. 2004).
La OIT (1993) define los factores psicosociales del trabajo como aquellas
“condiciones que se encuentran presenten en una situación laboral y que están
directamente relacionadas con la organización, el contenido del trabajo y la realización
de la tarea y que pueden afectar tanto el bienestar - físico, psíquico y social - del
trabajador como el desarrollo del trabajo”.
Según José Luis Melo (2005), existen suficientes elementos de juicio para poder
indicar que los trabajos por turno – especialmente los nocturnos o rotativos –, tienen
efecto sobre la salud del individuo, “pero no hay hasta el momento una determinación
exacta de la gravedad y extensión”.
Este autor señala que toda variación en el horario de la actividad del hombre trae
sobre él algún tipo de efecto, físico, psíquico o social (en sus relaciones sociales,
familiares o comunitarias) (Melo. 2005).
E. Fernandez (2006) analiza los efectos que tiene el trabajo por turnos en la
salud, seguridad o capacidad de hacer el trabajo, y señala que algunos de estos ocurren
muy pronto después de comenzar el trabajo por turnos, son los “efectos inmediatos”; y
aquellos que aparecen después de mayor tiempo son “Efectos prolongados para la
salud”.
Se han anticipados efectos sobre la salud, tanto a corto como a largo plazo por
cambios de turnos laborales. Sin embargo, el caso de efecto a corto plazo es mucho más
intenso. Un factor que influye en los estudios a largo plazo es el sesgo mediante la auto
selección de personas que toleran los cambios de turnos; ello porque las tendencias de
las personas que experimentan efectos patológicos para suspender los cambios de
turnos, pueden conducir a subestimaciones de consecuencia médica. Entre los
problemas a más corto plazo o inmediato relacionado con los turnos de trabajo, y a la
vez, más preocupantes, son los trastorno del sueño, las enfermedades cardiovasculares,
las alteraciones gastrointestinales y los efectos en problemas médicos subyacentes
(Colligan, 1997).
En los numerosos estudios que se han llevado a cabo sobre este tema, lo que
aparece claramente es que el trabajo por turnos y sobre todo el nocturno, produce
consecuencias suficientes para considerarlas una problemática humana con efectos
sobre la salud y la vida social y familiar del trabajador.
1. Efectos en el individuo
José Luis Melo (2005) destaca que los efectos de las tareas por turno no son
iguales en todas las personas, “habiendo seres humanos en los cuales los efectos son
más graves que en otros; en algunos sólo pueden llegar a ser ligeros” (p. 8).
Los factores que los agravan son muchos: la duración del trabajo, las
condiciones físicas, contenido y organización del trabajo, tensión, relación con sus
compañeros, presión laboral, condiciones de vivienda, transporte, vida familiar y
conyugal.
Para Esparza, J., Argemi, F., Ibáñez, J. (1997), “el cambio periódico en el
horario de las comidas, trabajo y sueño, ocasiona distorsiones en los ritmos biológicos
básales, lo cual se manifiesta en muchos casos por la aparición de trastornos fisiológicos
que constituyen una patología propia y que algunos autores la denominan Patología de
la Turnicidad” (p. 66 ).
Sin embargo, según estos autores, las observaciones realizadas por varios
autores han permitido llegar a la conclusión que “la patología de las tareas realizadas en
turnos rotatorios es funcional, inespecífica y no exclusiva de esta clase de tareas. Se
trataría de un complejo síndrome que puede darse en toda clase de actividades físicas o
psíquicas cuando el trabajo tiene un componente de tensión anímica prolongado. Este se
define como Síndrome de Estrés Permanente” (p. 66)
Alteraciones en la salud
- Los Trastornos del Sueño constituyen una de las principales alteraciones que se
producen en el trabajador a turnos o nocturno; se manifiesta en un déficit de sueño y en
perturbaciones durante el mismo (Esparza, J., Argemi, F., Ibáñez, J. 1997).
Este orden temporal interno surge como consecuencia del hecho que
prácticamente cualquier variable que se monitoree, presenta un curso temporal y una
fase que son fijas para ella y probablemente distintas para otras variables; y como todas
siguen un periodo de 24 hrs., existe una relación o diferencia de fase fija entre variables.
El concepto de orden temporal interno tiene amplias e importantes implicancias
que van desde la etiopatogenia de la depresión endógena hasta las consecuencias de los
regímenes de turnos laborales (Vivaldi, E 2001).
Todos los autores están de acuerdo en manifestar que los trabajos realizados en
equipos rotatorios dan lugar a trastornos del sueño cuya frecuencia es variable según las
estadísticas consultadas y el sistema de turnos empleados (Fernández. 2006).
De acuerdo con los estudios reportados por E. Fernandez (2006), poco después
de empezar con el trabajo de turnos, se notan cambios en el sueño.
Usualmente los trabajadores de noche duermen menos y de día; los que trabajan
por la tarde duermen más y los que trabajan de día duermen un número promedio de
horas.
El sueño de día es usualmente más corto que el sueño de noche, a veces dos o
tres horas más corto. También, el sueño de día es más ligero que el sueño de noche. Los
que duermen durante el día a menudo dicen que no duermen tan profundamente de día
que durante la noche. Como el sueño de día es más ligero, la persona se despierta más
fácilmente por el ruido, así es más difícil dormir.
Los que trabajan permanentemente de noche y los que tienen calendarios que
rotan, no duermen tan bien cuando trabajan de noche. Sin embargo, los que tienen
calendarios que rotan son lo que menos duermen de todos.
Antes de describir las alteraciones del ritmo circadiano, asociadas al trabajo por
turnos, se presenta una breve síntesis de sus características.
Fernández y Urquía (1985) señalan que los ritmos circadianos tienen múltiples
variables: temperatura, pulso, tensión arterial, capacidad vital, consumo de oxígeno,
fuerza muscular, y secreciones hormonales, entre otras; son endógenos y de origen
genético, específicos, autoocilatorios y capaces de aumentarse.
Cuando se trabaja de día, los máximos de estas variables ocurren durante el día -
la temperatura central máxima, su mejor fuerza muscular, y el aumento de su hormona
cortisol en la sangre así como su frecuencia cardiaca y respiratoria - y sus mínimos
durante la noche.
Si bien la luz afecta los ritmos circadianos humanos, son mucho más importantes
los factores sociales. Las personas pueden acostumbrarse a un horario en el cual se
realizan determinadas actividades sociales y ajustar sus ritmos endógenos de acuerdo a
unos condicionamientos sociales; por ejemplo un reloj en una cámara de aislamiento
total permite a este individuo mantener ritmos absolutamente normales.
Hartman (1989) describe que “el ritmo circadiano es un ritmo principal del
cuerpo con altos y bajos regulares durante las 24 horas del día. Muchos sistemas en el
cuerpo están muy activos durante ciertos períodos del día y no están activos durante
otros períodos” (p. 1240).
Asimismo, reporta que se constata que hay diferencias personales en los ritmos
circadianos, algunas personas se sienten más activas y despiertas por la mañana, por lo
que normalmente se acuestan temprano. Otras personas prefieren la noche y se sienten
mejor o más activas por la tarde o por la noche; estas personas tienden a acostarse tarde.
Sin embargo, la mayoría de las personas está entre estos dos extremos.
El ritmo interno circadiano afecta cuán despierta se siente una persona, lo que
impacta en el desempeño: las personas trabajan mejor cuando la sensación de estar
alerta y la actividad interna del cuerpo están altas y peor cuando la sensación de alerta y
la actividad interna del cuerpo están bajas.
Los estudios de errores y accidentes en diferentes períodos del día indican que
hay un riesgo aumentado por la noche cuando el ritmo circadiano está bajo y se ha
perdido sueño (Hartman. 1989).
Según Adorre y Quince (1999), los períodos de vigilia se caracterizan por una
intensa actividad neuromuscular; esto hace posible que durante el día el ser humano esté
en las mejores condiciones para trabajar, ya que cuenta con el pleno uso de sus
facultades mentales y físicas gracias al efecto estimulante de sus hormonas
corticosuprarrenales, principalmente el cortisol.
Esto ha hecho que, a lo largo de la historia, sea durante el día cuando se organice
la realización de las labores productivas. Los cambios derivados de la Revolución
Industrial generaron la introducción de las formas de producción continua, apareciendo
la figura de los turnos rotativos de trabajo, y haciéndose necesaria la realización de
trabajos durante la noche.
Esto condujo al hombre a cambiar sus hábitos de conducta, ya que cada cierto
tiempo debía mantener el estado de vigilia durante la noche, necesitando descansar
durante el día.
Todo esto se explica porque el trabajador no sólo tiene como sincronizadores los
horarios de la ciudad y de la familia. Estos sincronizadores entran en contradicción, en
oposición de fase, en el trabajo nocturno, ya que el sincronizador laboral es nocturno y
el sincronizador sociofamiliar sigue siempre diurno. En consecuencia, la contradicción
de los sincronizadores impide una verdadera inversión de los biorritmos (lo más una
disminución de la amplitud) y el primer día de reposo o descanso semanal hace
desaparecer el conflicto ( C.CH.C. 1987).
Los biorritmos del trabajador de noche reaccionan de la misma forma ante los
sincronizadores en conflicto. Algunos de ellos, como la frecuencia cardiaca, ceden al
enfrentamiento horario; otros como los jugos gástricos, se sincronizan con el horario de
la familia y otros ocupan una posición intermedia. La correlación armoniosa que los
unía desaparece. (C.CH.C. 1987).
Otros autores, han aconsejado las rotaciones cortas de 2 ó 3 días con el objetivo
de evitar las modificaciones de los biorritmos.
Los problemas digestivos de los trabajadores por turnos se consideran uno de los
“efectos prolongados en la salud”.
Según Hartman (1989), algunas investigaciones indican que los trabajadores por
turnos tienen más problemas del estomago, estreñimiento y úlceras estomacales que los
trabajadores de día, pero otras no respaldan estas conclusiones.
Los problemas digestivos pueden ser más comunes entre los trabajadores por
turnos porque la digestión sigue un ritmo circadiano. En general, las personas comen en
horas regulares del día y eliminan excrementos en horas regulares del día, y como las
horas de trabajo y sueño cambian frecuentemente, el trabajo por turnos puede afectar los
hábitos del comer y de la digestión. Así, no es sorprendente que esto pueda causar
náuseas y otros problemas estomacales, sin embargo, la falta de una buena nutrición
podría también ser la causa de problemas digestivos.
- Patología de la Turnicidad
Esparza, Argemi e Ibáñez (1997) señalan que “El cambio periódico en el horario
de las comidas, trabajo y sueño, ocasiona distorsiones en los ritmos biológicos básales,
lo cual se manifiesta en muchos casos por la aparición de trastornos fisiológicos que
constituyen una patología propia y que algunos autores la denominan Patología de la
Turnicidad” (p 66).
En este síndrome, las alteraciones del sueño reportadas por los trabajadores son:
pesadillas - un 3,6% - dificultad de conciliar el sueño - 21,6% - sueño intranquilo
interrumpido - 22,8% - y, pocas horas de sueño – 10 % -.
La astenia reportada no es sólo fatiga o cansancio físico sino una astenia con
componentes psíquicos importantes.
Según Walter Álvarez es una “sensación de fatiga penosa”; que impide realizar
las tareas, o lleva a abandonarlas pronto después de haberlas iniciado. Janzen reporta
que se trata de una disminución del nivel de actividad, secundaria a trastornos variables
de la instrumentación cortical. Según él, se trataría de distonías vegetativas del tipo de la
astenia constitucional (citado en Fernández. 2006).
“Cuando se les pregunta a los trabajadores por turnos sobre problemas con el
calendario de trabajo, dicen normalmente que el problema principal es que extrañan a la
familia y a los amigos. La mayoría de los trabajadores por turnos dicen que el sueño es
un problema, pero prefieren perder un poco de sueño para ver a otras personas,
especialmente a los hijos o a la esposa” (Belloch, A; Sandín, B. 1996. p. 1025).
La cantidad de tiempo que un trabajador por turnos pasa con la familia y los
amigos depende de su calendario de trabajo, del tipo y horario de las actividades
sociales y de qué tan flexibles son estas actividades. El trabajo por turnos no afecta
mucho las actividades que no tienen un calendario estricto, como la jardinería,
carpintería o el arreglo de autos. Pero los trabajadores por turnos faltan a menudo a
actividades con calendarios estrictos, como clubes o la participación en equipos
deportivos. El calendario de trabajo también puede causar problemas con el cuidado de
los niños o las visitas a la escuela de los niños (Belloch, A; Sandín, B. 1996).
Una persona con este tipo de jornada, a menudo tendrá dificultad para mantener
contactos sociales normales y participación comunitaria. La alteración del sueño y de
los programas de recreo puede originar periodos de escasas interacción con hijos y
esposas. “Los trabajadores con cambio de turno laboral tienden tener una puntuación
mayor en los cuestionarios de estrés, comparado con los trabajadores sin cambio de
horarios” (Carpentier- P. Cazamian, 1977).
Para esta investigadora, en esta banda horaria “es más probable que se
produzcan errores por dificultad de mantener la atención y de percibir correctamente la
información” (p. 23).
Además, algunos estudios han demostrado, que las personas que trabajan a
turnos perciben su trabajo como más estresante que el turno de día y piensan además
que su trabajo les ocasiona fatiga física y mental (Colligan. 1997).
- Cansancio
Se considera que el cansancio puede ser riesgoso en varios trabajos. Este riesgo
no es solamente cuestión de dormirse completamente; después de una pérdida de sueño,
es posible tener períodos breves de sueño que duran varios segundos, de los cual
muchas personas no se dan cuenta, de modo que si pasa algo peligroso, el trabajador u
otra persona se puede lesionar (Fernández. 2006).
Según Ramos Gil (1988) "El cansancio laboral comprende todos los cambios de
una actividad que aparece en forma inmediata o retardada y que son atribuibles a la
ejecución continua de esta actividad”.
Los estudios han reportado las siguientes consecuencias del cansancio (Bestratén
B., Manuel, 1994, p. 349):
- Accidentalidad
Según José Luis Melo (1999), algunos de los factores de los accidentes en el
trabajo son el horario de trabajo, el trabajo nocturno y el dormir de manera insuficiente.
La falta de sueño no sólo genera inestabilidad emocional; el sueño insuficiente y
perturbado, la privación crónica del tiempo aconsejado para dormir, y el prolongado
mantenimiento de la situación en estado despierto, resulta acumulativo y puede influir,
aumentándolo, sobre el riesgo de accidentes o errores.
En el caso de que las condiciones de trabajo y las exigencias mentales del mismo
están adaptadas a las personas que los desempeñan, puede surgir la fatiga como
expresión de la necesidad de modificar la situación ajustándola a las características de
las personas. Si esto no se lleva a cabo, puede llegar un momento en el que se siente
fatiga ya desde el comienzo de la jornada (pese a una pauta de descanso adecuada) o
bien tras la ejecución de actividades que en otras ocasiones no la producían y cuando
este estado se mantiene a lo largo de los días, independientemente de lo que se
descanse, se habla entonces de fatiga patológica o síndrome de fatiga crónica, y en estos
casos se precisa realizar un estudio mucho más profundo.
Los calendarios de trabajo por turnos tienen dos características: las horas del
turno y la rotación o permanencia del turno. Sin embargo, para efectuar un análisis de
ellos, también se requiere considerar
1 La duración de un turno
2 Cuántos turnos se trabajan antes de un día libre
3 Cuántos días de descanso hay en el fin de semana
4 Cuántas horas extra de trabajo hay
5 Cuánto tiempo de descanso hay entre los turnos
6 Cuánto tiempo de descanso se toma durante un turno
7 Si el calendario de trabajo es regular y previsible
Todas estas características pueden afectar al nivel de estrés y fatiga que siente
una persona como consecuencia del calendario de trabajo: si una persona sufre
demasiado estrés y fatiga, entonces es posible que no pueda trabajar en forma segura y
eficiente, o es posible que desarrolle problemas de salud.
A partir de los estudios de los efectos del trabajo por turnos, se han presentado
las siguientes consideraciones sobre las diferentes características de los turnos:
- Las horas del turno: Las operaciones de 24 horas se dividen usualmente en dos o
tres turnos. El turno de día (se llama también el primer turno o el turno de la mañana)
empieza entre las 5 y las 8 de la mañana y termina aproximadamente entre las 2 y las 6
de la tarde. El turno de la tarde (se llama también el segundo turno) empieza entre las 2
y las 6 de la tarde y termina aproximadamente entre las 10 de la noche y las 2 de la
madrugada. El turno nocturno (se llama también el tercer turno, el turno de noche o el
turno medio) empieza entre las 10 de la noche y las 2 de la mañana y termina entre las 5
y las 8 de la mañana. (Articulo Condiciones de Trabajo y Salud. 1986).
Las horas en que se realizan los turnos son importantes porque la persona que
trabaja tarde por la noche o por la madrugada a menudo tiene sueño y está fatigada
durante su turno. Esto ocurre porque el ritmo circadiano de su cuerpo le produce la
necesidad de dormir durante estas horas. El trabajador de noche tiene que dormir de día,
cuando su ritmo circadiano le dice que debe estar despierto. En consecuencia, el sueño
de día se acorta y parece "ligero" o no satisfactorio. A menudo, el trabajador de noche
no duerme suficiente durante el día como para combatir la fatiga y el sueño de noche.
También el trabajador de día a veces tiene que despertarse muy temprano para ir a
trabajar. Esta situación puede causar que su sueño esté disminuido, lo que lo hace sentir
cansado durante el día. (Articulo Condiciones de Trabajo y Salud. 1986).
Las horas del turno también determinan las horas en que un trabajador pueda ver
a la familia y a los amigos. Es posible que los trabajadores de tarde o de noche tengan
que faltar a muchos eventos sociales porque a menudo estos tienen lugar durante la
tarde. Los padres que trabajan el turno de la tarde tal vez no ven a sus hijos durante la
semana porque trabajan cuando los niños regresan de la escuela. Esto puede causar
estrés si ocurre frecuentemente. (Articulo Condiciones de Trabajo y Salud. 1986).
- La situación es parecida con los calendarios que rotan. Como las horas de turnos
siempre cambian, un trabajador nunca puede adaptarse completamente a un calendario
establecido de trabajo. Se usan a menudo los calendarios que rotan porque se les
considera más justos para todos los trabajadores. Todos toman un turno en los turnos
populares y los turnos no populares. Estos trabajadores siempre tratan de acostumbrarse
a los cambios de las horas de trabajo. No es fácil y por eso los trabajadores por turnos
con calendarios que rotan se quejan más, que otros trabajadores, sobre la salud física y
el estrés psicológico. Las investigaciones han mostrado que las características especiales
de los turnos con calendarios que rotan podrían afectar a la capacidad de una persona de
acostumbrarse al calendario. Estas características se explican abajo. (Articulo
Condiciones de Trabajo y Salud. 1986).
Aunque no se cuenta con cifras exactas, parece que se usan a menudo los
calendarios de rotación hacia atrás, y no está completamente claro por qué esto es así.
Es probable que sea a causa de la costumbre, y también porque a los trabajadores les
gusta "el cambio largo".
- Las proporciones de trabajo con respecto al descanso (o cuánto trabajo hay antes
de un descanso): cuanto más trabaja una persona, menos tiempo libre tiene. La persona
que trabaja un turno de 8 horas tiene 16 horas más en un día para hacer todo lo demás y
también para descansar. La persona que trabaja un turno de 12 horas tiene solamente 12
horas para hacer todo lo demás y para descansar. Para el trabajador en tal situación, las
horas adicionales de trabajo ocasionan más cansancio y menos tiempo para descansar.
Las responsabilidades de la casa y de la familia de un trabajador no cambian. Si un
trabajador trabaja horas extras o un turno de 12 horas, todavía tiene que cumplir sus
obligaciones en la casa. Como la duración de estas obligaciones es igual cada día, el
trabajador puede sacrificar el descanso y el sueño después de un día largo de trabajo, lo
que aumenta los niveles de estrés y fatiga.
Según los estudios, las secuelas que afectan el rendimiento laboral, al producirse
un sistema circadiano desincronizado, son las siguientes (Corlett. 1989):
Aún en el caso que se trate de una misma tarea, este puede ser diferente de noche
y de día. Muy a menudo ciertas partes de una tarea dada se ahorran durante la noche.
Por ejemplo, en las plantas de operación continua, es habitual hacer coincidir los
procesos de posible complicación, con los horarios diurnos. (Corlett. 1989).
Tomando en cuenta estos factores, ha sido posible verificar una diferencia
altamente significativa entre el turno de noche y diurno. Los estudios revelan que la
velocidad con la que se realiza una tarea disminuye por la noche, y que la probabilidad
de cometer un error es significativamente mayor de noche que de día. Esta disminución
del rendimiento es aun más grave después de la ingesta de alimentos. (Corlett. 1989).
La cantidad de tiempo que un trabajador por turnos pasa con la familia y los
amigos depende de su esquema de turno de trabajo. Depende también de las actividades
sociales y de que tan flexibles son estas actividades. El trabajo por turnos no afecta
mucho las actividades que no tienen un calendario estricto, como la jardinería,
carpintería o el arreglo de autos. Pero los trabajadores por turnos faltan a menudo a
actividades con calendario estritos, como clubes o la participación en equipos
deportivos. El calendario de trabajo también puede causar problemas con el cuidado de
los niños o las visitas a la escuela de los niños. (Corlett. 1989).
El objetivo de disminuir los efectos negativos que tiene el trabajo por turnos para
los trabajadores, obliga a organizar este tipo de jornada laboral atendiendo a lo
siguiente: (Conferencia internacional del trabajo. 1989).
- En primer lugar, elaborar los turnos con la participación de los trabajadores, de
modo de darles la posibilidad de elección en función de sus necesidades individuales.
- En segundo lugar, los turnos deben respetar al máximo el ciclo de sueño. Para
ello, los cambios de turnos pueden fijarse a las 6-7 horas, 14-15 horas y las 22-23
horas.
- En tercer lugar, los turnos de noche deberían ser más cortos que el resto de las
jornadas laborales, aunque algunas empresas ya lo han establecido así, no es lo habitual;
este turno nunca debiese ser más largo que los demás. Al respecto, la Organización
Internacional del Trabajo (O. I. T.) recomienda que a partir de los 50 años, el trabajo
nocturno, sea voluntario.
Algunos estudiosos del trabajo por turnos señalan que cada una de las formas de
organizar este tipo de jornadas laborales, tiene ventajas y desventajas.
“La elección de un sistema de trabajo por turnos en una empresa debe ser el
resultado de una profunda y meticulosa evaluación de los factores y las soluciones
factibles y de las costumbres del personal afectado” (Manual de Prevención de Riesgos
Laborales. 1998, P. 36).
En el caso del sistema de dos turnos, la principal opción está entre turno fijo y
turnos alternos. Los turnos fijos eliminan el problema del ajuste necesario cada vez que
se rota el turno, pero obliga a que haya personas permanentemente asignadas a turno
tarde y a turno noche, de todas maneras siempre hay alguien que prefiere estar
alternativamente.
Ello porque se considera que los períodos largos facilitan el ajuste biológico y
permiten una mayor regularidad en la vida familiar y social. Sin embargo, hay
especialistas que opinan que es más favorable una rotación rápida, porque reduce el
período pasado en el turno nocturno y facilita la adaptación.
- La práctica más común es la rotación semanal, lo que no indica que esta sea la
mejor. La dirección de la rotación (turnos mañana, tarde, noche o tarde, mañana, noche)
es otra variable, no posee importancia en los sistemas semicontinuos, pero muchos
sindicatos y especialistas opinan que el cambio ideal es noche-tarde-mañana.
Como hay cientos de calendarios distintos para el trabajo por turnos y no hay un
registro acabado de todas las posibles formas que adopta, se analizan los más comunes o
habitualmente implementados.
VARIABLES DEFINICION
Tiempo de turno Discontinuo-Semicontinuo-Continuo-Mixto-Flexible
Formato que muestra el esquema cronológico del
Esquema trabajo de un turno, en un mes
Número mínimo de personas con las que es posible
Dotación aplicar un esquema de turno
Número de grupo de trabajo necesarios para aplicar un
Grupo de trabajo esquema de turno
Número de ajuste de reloj biológico del trabajador, las
Cambio de fase rotaciones del turno durante un ciclo de trabajo
Modificación que involucra el cambio de
Adaptación funcionamiento biológico del trabajador
Es el sentido del orden que siguen los turnos respecto
de la hora del día, a favor o en contra de los punteros
Orientación de la Rotación del reloj
Números de horas entre dos turnos, entre la hora salida
Intervalo entre Turnos del primero y la hora de inicio del segundo
Estimación del número de horas efectivamente libre
Tiempo libre aprox. Entre turnos entre jornadas de trabajo
Intervalo entre cambio de fase Número de hora libre disponibles entre cambio de turno
Número de horas efectivamente disponibles para
Tiempo disponible para el sueño dormir entre jornadas consecutivas de trabajo en turno
Número del total de días efectivos trabajo y descanso
Extensión Ciclo de Rotación en una extensión de rotación completa
Extensión de jornada Número de hora de trabajo diarias con el número o tipo
de pausa incluida dentro la misma
Promedio de horas de trabajo semanal Calculo matemático que muestra el promedio de horas
en un ciclo trabajadas por semana en un ciclo completo de trabajo
Indican la hora del día que se da inicio y termina un
Horario de cortes turno o jornada de trabajo
Número de viaje desde su casa a su lugar de trabajo y
Nº de viajes por fase de rotación viceversa en cada fase de rotación del turno
Cuando menos hay dos formas de considerar cómo organizar los programas de
turnos de trabajo con base en el conocimiento de los ritmos circadianos: (Conferencia
internacional del trabajo 76ª. 1989).
Un criterio consiste en asignar turnos con rotación lenta en los que un trabajador
permanezca cuando menos 5 días, y con frecuencia más tiempo en cierto horario; el
supuesto es que los trabajadores tendrían mayor tiempo para adaptarse a este, tanto
fisiológica como socialmente.
El otro punto de vista recomienda rotaciones de corta rotación: de uno a tres días
en cierto horario. Quienes proponen esta variedad argumentan que los trabajadores
nunca se adaptan completamente a los turnos nocturnos y que las rotaciones nocturnas
cortas causan menos problemas en los ritmos circadianos. Sin embargo,
fisiológicamente, la aceptabilidad en un horario de turno dependerá en grado
significativo de factores ambientales, sociales y recreativos. (Conferencia internacional
del trabajo 76ª. 1989).
Los defensores de los ciclos rotatorios prolongados superen que los humanos son
capaces de adaptarse por lo menos de modo parcial a un nuevo horario. El tiempo
recomendado para un cambio de horario es por lo menos de 21 días antes de que se
lleve a cabo la rotación. Los que están a favor de esta propuesta hacen hincapié en
numerosos estudios que demuestran que los trabajadores con cambio de rotación
nocturna, prolongados o permanentes duermen más horas ( 6,72 horas promedio) que
los trabajadores que tienen rotaciones semanales ( 6,30 horas promedio). Los últimos
por tanto duermen más que aquellos que cambian de turno con más rapidez (5,79 horas
promedio).
E. Fernandez (2006) señala que muchas personas piensan que están durmiendo
adecuadamente, cuando realmente no lo están: regularmente dan vueltas y se vuelven a
dormir antes de levantarse, o cabecean durante largas reuniones, o el calor o las comidas
pesadas le producen una necesidad irresistible de dormir, o buscan reponer el sueño
perdido durmiendo horas extras los fines de semana; todas estas conductas muestran que
no duerme adecuadamente o no logra la cantidad de sueño que su cuerpo requiere.
(Fernández. 2006).
Los patrones y la necesidad de sueño son regulados por un reloj biológico que
está localizado en el cerebro. Para muchas personas ese reloj trabaja en ciclos de 24
horas, pero hay que recordar que algunas les gusta madrugar (son alondras) mientras
que otros prefieren las noches (son búhos). No obstante eso, casi todos estamos
programados para dormir de noche, aunque si escuchamos a nuestro cuerpo
descubriremos que este reclama un sueño entre la 1:00 PM y las 4:00 PM. (Fernández.
2006).
2. Medidas para prevenir y afrontar las consecuencias del trabajo por turno
en la salud de los trabajadores
Para estos autores, como es difícil pronunciarse acerca de las aptitudes teóricas
de un candidato, es necesario guiarse por la existencia de contraindicaciones médicas
aparentes. El papel del médico del trabajo en esta materia, es supervisar atentamente a
los empleados y distinguir los síntomas de alteraciones fisiológicas y psíquicas,
evaluando si estos son debidos al estrés del trabajo o a causas extrínsecas.
Mientras que teóricamente podría ser posible predecir que personas son
adecuadas para trabajar en diferentes turnos en base en su ritmo circadiano o en ciclos
de sueño y vigilia, todavía no se cuenta con criterio práctico para dicha selección.
Como resultado, hay una enorme cantidad de auto selección que ocurre al
experimentar el trabajo de turno rotatorio. Una importante participación del especialista
en medicina del trabajo consiste en informar a trabajadores de turnos rotatorios los
posibles problemas de salud y como adaptarse mejor a ellos. Es importante tratar los
intereses sociales y familiares, así como los hábitos de sueño, dieta y consumo de
cafeína y otros estimulantes (Hernández. 2006).
- Los factores personales que influyen sobre el posible aumento de riesgo por
cambios de turno son los siguientes:
Trastorno de sueño
Trastorno gastrointestinales
Enfermedades cardiovascular
Algunas enfermedades crónicas
Problemas psicológicos
Problemas familiares y sociales
Calendarización de turno
Localización y transporte
Exposiciones físicas
Exposición a elementos químicos
Factores de seguridad. Por ejemplo alumbrado
Disponibilidad de alimentos
Ambiente social
Acceso a atención médica
Las técnicas están basadas en entender como manipular “los switch de alerta
para ayudar al trabajador a que se maneje adecuadamente con su turno de noche, y que
su equipamiento le ayude a su vez a realizar su labor en forma más fácil”. (Hernández.
2006).
El alerta es el óptimo estado del cerebro; gracias a ello, los seres humanos
pueden realizar actividades en forma normal.
Folkard (1992) postula nueve switch del alerta, como factores que influyen
directamente en el organismo, aumentando o disminuyendo el alerta, y estos son: el
sentido del peligro, interés u oportunidad; la actividad muscular, el tiempo diario en el
reloj circadiano; el banco del balance del sueño; la ingesta de nutrientes y fármacos; la
luminosidad; la temperatura; el sonido; y el aroma. (Folkard. 1992). A estos nueve,
Fernández y Hernández (1991), agregan otro más, las concentraciones de CO y CO2.
(E. Fernández – C. Hernández. Equipo Cesytt).
1.- “Sentido del peligro, interés u oportunidad. Nada golpea al estado de somnolencias
más rápido que cuando realizamos una labor al borde del peligro. El nervio simpático se
acciona, manteniendo el cerebro en alerta. Para personas que laboran en puestos
seguros y monótonos, un controlado nivel de ansiedad puede optimizar su rendimiento,
pero los estímulos no siempre deben ser extremos. Una interesante tarea, una idea
excitante, o cualquier cosa nueva y diferente, pueden estimular respuesta similar, si el
trabajo es monótono y aburrido, la alerta se desvanece. Algo familiar, una carretera sin
fin a través de un desierto, o el trabajo nocturno en una planta sonde todo se desarrolla
en forma lenta, gatilla el swich del nervio parasimpático y por lo tanto, la somnolencia”
(Folkard. 1992. pp. 1453-1463).
2.- “Actividad muscular. Una suave actividad como caminar o incluso mascar un chicle,
ayuda a mantenerse despierto. Una vigorosa actividad, como correr o levantar pesas,
puede activar la alerta unas horas después de haber desarrollada el ejercicio. Es por eso,
que es difícil dormir después de una sesión de ejercicios. El problema es que muchas de
las más peligrosas tareas en nuestra sociedad, como conducir en automóvil, volar un
avión, dirigir el tráfico aéreo o una planta nuclear, son tareas sedentarias” (Folkard.
1992. pp. 1453-1463).
3.- “Tiempo diario en el reloj circadiano. Los ciclos de la alerta, en forma sistemática y
obviamente durante todo el día, como un reloj biológico, activan el nervio simpático,
para luego activar el sistema parasimpático. Estos mecanismos son perfectamente
atenuados con el modelo tradicional del día de vigilia y el descanso nocturno,
poniéndonos en problemas en este mundo de 24 hrs. El reloj biológico, por lo tanto
coordina los ciclos de los sistemas simpáticos y parasimpáticos, pero los ajusta en forma
lenta para el nuevo tiempo impuesto. Esto puede gatillar la alerta cuando necesitamos
dormir, y producir somnolencia cuando necesitamos mantenernos despiertos” (Folkard.
1992. pp. 1453-1463).
4.- Banco del balance del sueño: aparte de ajuste del reloj biológico, la necesidad de
dormir tiene su propia agenda, conducido por el número de horas que se durmieron por
última vez. El sueño se deposita en el “banco del sueño”; el insomnio produce los
efectos contrarios, se “gastan” lo depositado (Folkard. 1992. pp. 1453-1463).
5.- “Ingesta de Nutrientes y Fármacos. La alerta puede ser alterada por fármacos y
nutrientes. Mientras una fuerte comida induce al parasimpático con la somnolencia
secundaria, una comida liviana puede mantener el alerta. Sin embargo, comer se
considera una manera inadecuada de forzar el alerta en un cerebro fatigado, pero esto es
común en los turnos de noche. Trabajadores nocturnos beben tazones de café y no tazas,
internos en hospitales consumen medicamentos y fármacos, deduciéndose que uno de
los grandes problemas con los fármacos, es que el cerebro se adapta en forma rápida al
consumo de drogas en turnos de noche, lo que lleva con el tiempo, a aumentar la dosis
necesaria para las necesidades del organismo” (Folkard. 1992. pp. 1453-1463).
6.- “Luminosidad. De todos los factores que regulan el estado de alerta en las personas,
la luz se muestra como uno de los factores externos más importantes, debido a que ha
sido el regulador ancestral de nuestro reloj interno circadiano (a través de la luz natural).
Además, los estudios realizados corroboran que la luz, especialmente en altos niveles,
son de una gran ayuda a las personas que laboran en turnos o trabajos prolongados”
(Folkard. 1992. pp. 1453-1463).
“El hombre depende de la luz en forma primordial para realizar sus actividades diarias.
Sabemos que la mayor parte de las actividades, independientemente de si estas son de
día o de noche, deben poseer algún tipo de iluminación artificial. Es necesario entonces,
que la iluminación no sólo sea un elemento satisfactorio para los usuarios de los
entornos, sino también que este sea un factor fundamental en la buena realización de las
labores de trabajo, para cualquier persona que este diariamente expuesta a un sistema de
iluminación” (Folkard. 1992. pp. 1453-1463).
Los casos de trastornos visuales en los lugares de trabajo son muy frecuentes en
las industrias chilenas, y sus causas múltiples. Además, los accidentes producidos en
horas en las que las alertas se encuentran en peligro de ceder, son cada vez de mayor
gravedad. Dichos problemas han de tomarse siempre en serio, y los ingenieros en
iluminación deberían ofrecer ciertos niveles de iluminación óptimos.
8.- “Sonido. El sonido puede mantener despierto, como también producir sueño. El
sonido de las olas en unas rocas pueden relajarnos, por lo que este tipo de sonidos se
puede simular electrónicamente, usándolos en nuestros dormitorios, o en el
requerimiento industrial de una sala de control con sus ruidos monótonos” (Folkard.
1992. pp. 1453-1463).
9.- “Aroma. Aunque menos investigada, la estimulación olfatoria es uno de los factores
que estimulan el alerta. En los reportes han comenzado a aparecer que ciertos aromas
permiten la mantención del alerta en ciertas personas. Se han probado aromas de menta
y pimienta” (Folkard. 1992. pp. 1453-1463).
10.- Concentraciones de CO y CO2. Estas implican un grave riesgo para la salud y la
disminución del alerta del trabajador, cuando al interior de los recintos donde se trabaja
se descuida la adecuada renovación del aire, registrándose alzas en las concentraciones
de monóxido de carbono para 8 horas que sobrepasen los 9 p.p.m y de dióxido de
carbono que sobrepasen los 1000 p.p.m. (E. Fernández – C. Hernández. Equipo Cesytt).
Estos trabajadores, pueden aprender estrategias para dormir mejor de día, como
por ejemplo, usar antifaz para dormir, o buscar mejores maneras de mantener sus
familias más calladas y animando a sus esposas a colaborar en la ausencia de su pareja
en la noche. (Hernández. 2006).
Para este autor, el tratamiento más efectivo para aumentar el alerta mediante el
manejo de las variables ambientales, es el diseño de sistemas de iluminación; a este le
siguen la temperatura, los sonidos y la convección del aire. (Hernández. 2006).
Por ello que medidas como atenuar las luces por la noche en los lugares de
trabajo nocturnos, son totalmente contraproducentes para el rendimiento laboral; lo que
en realidad se debería hacer es aumentar la intensidad lumínica hasta niveles adecuados
para cada caso y tarea, controlando el reflejo en las superficies de trabajo. (Hernández.
2006).
El hecho que la luz afecte al bienestar del hombre, es un estímulo para que los
especialistas en el tema, busquen en conjunto combinaciones óptimas de la luz artificial
para cada lugar y puesto de trabajo; teniendo claro que no es posible sustituir la luz del
día y que el efecto que esta sobre el hombre y su fisiología a niveles adecuados, es un
factor importante en la adaptación de quienes realizan labores de noche o en jornadas
extensas. (Hernández. 2006).
Pero este conjunto de acciones sobre el medio ambiente no bastan por si solas
para mejorar la adaptación y rendimiento de los trabajadores en turnos, es necesaria la
implementación de programas de educación que tengan la finalidad de aumentar el
interés de los mismos trabajadores en sus problemas y de desarrollar en ellos un sentido
de pertenencia, facilitadores de su participación en programas de mejoramiento.
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