Está en la página 1de 4

Personajes

Golo, la golondrina
Caperucita Roja
La mamá de Caperucita
El Lobo feroz
Las mariposas
La Abuelita
El leñador
Espacio Escénico
Exterior de la casa de Caperucita.
El Sendero.
Un claro en el bosque.
La habitación de la abuela.

I Presentación
Un claro en el bosque, un pequeño sendero y lo que parece ser la puerta de una casa semioculta con enredaderas. Una
golondrina revolotea entre los árboles, parece que, buscando a alguien. La golondrina cesa su revoloteo y se detiene en
una rama, parece que, a esperar. Golo es sorprendida por el vuelo de una mariposa que revolotea a su lado.
GOLO: Hola.
MARIPOSA: Hola.
GOLO: Hoy es un día muy especial.
MARIPOSA: ¿Por qué?
GOLO: Porque me han dejado salir a jugar, a mí sola, con Caperucita. Esa es su casa, y este es el árbol….
CAPERUCITA (en off): ¡Golo, Golo!
GOLO (Golo se esconde) No le digas que me has visto.
CAPERUCITA: Golo, ya estoy aquí. (Caperucita busca a Golo y ve a la mariposa que no para de reír.) Hola, ¿has visto a
Golo.? Hemos quedado aquí, en este árbol.
(La mariposa se va sin parar de reir. Caperucita se pone a jugar sola mientras espera. A lo lejos suena una guitarra
flamenca, alguien canta una rumba y la madre tararea desde la casa. Caperucita oye la canción y se pone a bailar.)
GOLO (Apareciendo por detrás y tirando de la caperuza roja) Caperucita, la llevas tú. (Caperucita persigue a Golo,
después de varios intentos fallidos, saltando y dando vueltas alrededor, Caperucita se para y toma aire.)
CAPERUCITA: ¡Ay, no puedo más, me estoy mareando!
GOLO: Jugamos al escondite.
CAPERUCITA: Sí, me encanta.
GOLO Pinto, pinto, Gorgorito dónde vas tu tan bonito. A la casa de mi Abuela. Pim, pom, fu-e-ra. Tú la lle-vas.
(Caperucita cuenta detrás del árbol. Golo se esconde.)
CAPERUCITA Uno… dos…
MAMÁ (en off): Caperucita
CAPERUCITA: Ocho, nueve y diez. Allá voy, la que no se haya escondido, tiempo ha tenido.
II CAPERUCITA Y SU MADRE
MAMÁ: Caperucita, Caperucita, ven aquí.
CAPERUCITA: ¡Jo, estoy jugando!
MAMÁ: ¡¡¡Caperucita!!!
CAPERUCITA: Ya voy.
MAMÁ: Lleva este cesto a tu abuelita, ha estado enferma; mira le he puesto una torta y un tarrito de miel, esto le
ayudará, y le dará fortaleza.
CAPERUCITA: Vale. (Aparte) Golo, Golo.
MAMÁ: Vete ahora temprano, y por el sendero. Yo me voy a trabajar. (Se va estresada)
CAPERUCITA: Que sí mamá. (Aparte) Golo, Golo.
MAMÁ (Vuelve.) Caperucita es muy importante que no te apartes del sendero, es el camino más seguro, ya sabes que si
vas por el bosque te puede salir el lobo feroz, además te puedes caer y romper el tarro de miel y entonces…
CAPERUCITA: Que sí mamá.
MAMA: ¡Ah! Cuando entres no te olvides de darle los «Buenos días,» y no andes curioseando por todos los cajones.
CAPERUCITA: No te preocupes, lo haré todo bien. (La mamá le da la cesta y un beso.) Adiós mami, que tengas un buen
día.
MAMÁ: Y tú también tesoro, ten cuidado.
CAPERUCITA: Mami, ¿te he dicho que te quiero?
MAMÁ: Cariño, te voy a comer. Yo también te quiero mucho.
CAPERUCITA: Mami, yo te quiero de aquí a París.
MAMÁ: Y yo de aquí al infinito.
CAPERUCITA: Mami, y yo al infinito y más.
MAMÁ: Adiós tesoro, ten mucho cuidado.
CAPERUCITA: Mami, adiós. (Caperucita se va tarareando “Quién teme al lobo feroz….”).
GOLO: ¿Qué le pasa a tu abuela?
CAPERUCITA: Está enferma. Me tengo que ir a llevarle este cesto.
GOLO: Vale, nos vemos mañana a la misma hora en el árbol, adiós Caperucita.
CAPERUCITA: Adiós Golo. (Caperucita se va tarareando“Quién teme al lobo feroz”. Se va dando saltos imitando a un lobo,
en uno de los saltos casi se cae y rompe el tarro) ¡Uy! Tarro, ¿estás bien? Pero que tontería si los tarros de miel no
pueden hablar.
CAPERUCITA: Bravo, bravo.
LOBO: El lobo se asusta y se esconde detrás de un árbol. Ve a Caperucita y olfatea. Buenos días, Caperucita Roja.
CAPERUCITA: Buenos días, amable lobo. Que bien baila.
LOBO: Bueno, bueno. ¿Adonde vas tan temprano, Caperucita Roja?
CAPERUCITA:A casa de mi abuelita.
LOBO: Olfatea ¿Y qué llevas en esa cesta?
CAPERUCITA: Llevo una torta y un tarrito de miel que me ha dado mi mamá para mi pobre abuelita, está enferma y así
con esta comida va a tener algo bueno para fortalecerse.
LOBO: ¿Y dónde vive tu abuelita, Caperucita Roja?
CAPERUCITA: Vive al otro lado del bosque. Su casa está junto a los tres grandes robles, al lado del río. Seguramente ya la
habrás visto.
LOBO: Me encantaría conocerla.
CAPERUCITA: Otro día, es que está enferma y tengo un poco de prisa, adiós señor lobo.
LOBO: El lobo dice en un aparte, mientras Caperucita se ata el cordón del zapato. ¡Auuuuuuu! (Aparte) ¡Qué criatura tan
tierna! ¡Qué buen bocadito y será más sabroso que la viejita! Así que debo actuar con delicadeza y sin que nadie me vea,
para comérmelas a las dos fácilmente. (Caperucita se levanta y el lobo, que estaba mirándola, se aparta y disimula.)
Mira, Caperucita Roja, que lindas flores se ven por allá, ¿por qué no te fijas en las cosas bellas que hay a tu alrededor?
Me parece que ni siquiera oyes a los pajaritos que cantan.
Pareces absorta y preocupada, como si te dirigieras a la escuela; en cambio, todo lo que te rodea es hermoso y alegre.
CAPERUCITA: Caperucita Roja levantó la cabeza y vio los rayos del sol iluminando el camino, los árboles, las bellas flores y
el canto de los pájaros. Sin pensarlo dos veces se decidió a disfrutar de lo que le rodeaba.
Supongo que podría llevarle unas de estas flores frescas a mi abuelita.
LOBO: Seguro que le encantarán.
CAPERUCITA: Además, aún es muy temprano y no habrá problema si me atraso un poquito, siempre llegaré a buena
hora.
LOBO: Eso es estupendo, esas flores son preciosas, le van a flipar. Además ese camino es el más corto, seguro que tú
llegas antes que yo. Adiós Caperucita.
CAPERUCITA: Adiós Sr. Lobo. Y muchas gracias.
LOBO: Adiós Caperucita. ¡¡Auuuuuuuuuuuuu!!
IV CAPERUCITA DECIDE EL CAMINO MÁS CORTO
CAPERUCITA: (Caperucita se sale del sendero y mira las flores.) ¡¡¡¡¡Qué flores tan bonitas!!!!!, esta es preciosa.
(La corta se pone de pie y la huele.) ¡Mmmm cómo huele! (Ve otra más bonita, y otra y otra, descubre aparece una
mariposa y le lanza un beso. Caperucita sigue a la mariposa que se posa en una flor.) Esta te gusta, ¿verdad?…. es súper
bonita. (Caperucita ve otra mariposa y juega con ella. De pronto cae en la cuenta y se acuerda de la abuela.)
Anda, mi Abuela. Creo que se me ha hecho un poco tarde, menos mal que este es el camino más corto.
MARIPOSA: ¿El más corto?
CAPERUCITA: Sí, me lo ha dicho el señor lobo. Caperucita sale de escena.
MARIPOSA: ¿El más corto? ¿El más corto?….
NARRADORA: He visto al lobo merodeando alrededor de la casa de la Abuelita.
MARIPOSA: Pues el lobo le ha dicho a Caperucita que este es el camino más corto. El más corto para llegar a casa de la
Abuela.
NARRADORA: Será mejor que vayamos rápido a ver lo que ocurre en la casa de la Abuelita.
MARIPOSA: Sí, yo me voy volando.
NARRADORA: Sí, vamos corriendo a la casa de la Abuelita.
V EL LOBO SE COME A LA ABUELA
(El lobo toca a la puerta. Toc, toc. La Abuela se incorpora y al no oír nada vuelve a dormir. Tocan otra vez. Toc, toc.)
ABUELA: ¿Quién es?
LOBO: Soy su nieta, (carraspea y cambia de voz) Caperucita Roja.
ABUELA: Qué alegría, entra hijita, la puerta está entornada, es que estoy muy débil y no me puedo levantar.
(El lobo abre la puerta, y sin decir una palabra más mira a la abuelita, que está bebiendo y luego al público. Abre su gran
boca y la Abuelita le atiza con la almuhada, el lobo se la quita y de varios bocados se la traga.
Se incorpora con el gorro de la abuela puesto.)
LOBO: Que bien me he quedado. Se nota que la Abuela está bien alimentada. Estaba, jajaja… porque ahora está en mi
barriga. Jajaja. El lobo se pone a bailar antes de meterse en la cama, ponerse el gorro y taparse. Y ahora a esperar al
bocadito más tierno. Ca-pe-ru-ci-ta. ¡¡¡¡Auuuuuuuu!!!! ¡¡Que sabrosura!!
VI EL LOBO SE COME A CAPERUCITA
CAPERUCITA: ¡Buenos días!
(Caperucita, al no obtener respuesta, golpea la puerta. Toc, toc.)
LOBOABUELA: ¿Quién es?
CAPERUCITA: Soy tu nieta, Caperucita Roja.
LOBOABUELA Entra Caperucita, la puerta está abierta.
CAPERUCITA: Hola abuela, buenos días. Te traigo tortas y un tarrito de miel de parte de mi madre. Y este ramo de flores
que he cogido para ti.
LOBOABUELA: Hola hijita, que alegría me da verte. Deja todo en la repisa y ven a hacerme compañía. Tengo mucho frío.
CAPERUCITA: Abuela ¿te gustan las flores que te he traído?
LOBOABUELA: Si, son preciosas. Ji, ji. ji….. (El lobo se mea de la risa mientras Caperucita deja las cosas en la repisa.
Vuelve a entrar Caperucita mirando curiosa toda la habitación.) Siéntate aquí, a mi lado.
CAPERUCITA: ¡Abuela, he sacado un notable en gimnasia!
LOBOABUELA: Qué nieta tan lista tengo.
CAPERUCITA: Gracias ¡Oh, abuelita! qué orejas tan grandes que tienes.
LOBOABUELA: Son para oírte mejor, mi niña.
CAPERUCITA: Pero, pero abuelita, qué ojos tan grandes que tienes.
LOBOABUELA: Son para verte mejor, querida.
(El lobo mira fijamente a Caperucita y esta le toca la nariz.)
CAPERUCITA: Pero abuelita, qué nariz tan, tan…. grande que tienes.
LOBOABUELA: (El lobo la olfatea. Caperucita intenta alejarse.) Es para olerte mejor.
CAPERUCITA: Y qué boca tan grande que tienes. (El lobo tira de Caperucita hacia su boca.)
LOBO: ¡Auuuuuuuu! Es para comerte mejor. (Y casi sin terminar de decirlo, da un salto ,sale de la cama y se traga
también a Caperucita Roja.) Deliciosa, que buen bocadito. ¡¡¡Auuuuuuuu!!! He comido como un señor… lobo. Auuu,
(Bosteza.)
VII LA SALVACIÓN Y EL CASTIGO
(El lobo se vuelve a tirar en la cama a roncar y dormir a pierna suelta. Tanto había comido que tuvo una gran pesadilla.
Un leñador que por casualidad pasaba en ese momento por allí lo escucha y se detiene delante de la casa.)
LOBO: (Soñando.) No, no, deja ese árbol, mi casa….
LEÑADOR (en off): Abuela, ¿está usted bien?
LOBO: No, no…
LEÑADOR: ¿Abuela? (Al no escuchar respuesta entra y ve al lobo.) ¡Así que te encuentro aquí, viejo verde! ¡Hacía tiempo
que te buscaba! Te vas a enterar. (Y cuando se dispone a disparar contra él piensa.) Un momento, el lobo podría haber
devorado a la viejita y aún podría ser salvada.} (Se acerca, saca unas tijeras y empieza a cortar el vientre del lobo
durmiente. Y así rescata a Caperucita.)
CAPERUCITA: ¡Rápido, Ernesto, mi Abuela está ahí dentro, en la barriga del lobo!
LEÑADOR: Abuela.
CAPERUCITA: Abuela, abuela, ya la tengo, dame la mano, tiramos fuerte, a la de una, a la de dos y tres.
(Rescatan a la abuelita.) ¡¡¡Abuela!!!!!
ABUELA: ¡Ay, ay!…. ¿Estás bien Caperucita?
CAPERUCITA: Sí, ¿y tú Abuela?
ABUELA: El brazo me duele un poco. Vaya fuerza que tenéis.
LEÑADOR: Abuela, lo tiene un poco amoratado, voy por un aceite curativo que tengo en la cabaña y a buscar a alguien
que me ayude a sacar al lobo. (Sale y vuelve a entrar.) Por qué no vienen conmigo, el lobo todavía puede ser muy
peligroso.
ABUELA: Gracias, Ernesto, no te preocupes te esperaremos fuera, y cerramos la puerta con llave, ve tranquilo.
CAPERUCITA: Abuela, trae las piedras que tienes en la cocina y aguja e hilo.
ABUELA: Este no es un buen momento para hacer trabajos manuales.
CAPERUCITA: Abuela no discutas porfa. Rápido Abu.
ABUELA: Ya voy, Caperucita, la prisa no es buena consejera.
CAPERUCITA: Abuela, mira, le metemos las piedras en la barriga y se la cosemos, por si se despierta, así pensará que
estamos dentro.
ABUELA: Que buena idea. Toma. (Con las piedras de la Abuela llenan el vientre del lobo.)
CAPERUCITA: Una, dos y tres. Abu, la aguja y el hilo. (Le cosen la barriga.) Abuela, ya está, vámonos antes…………
LOBO: Noooooooo. No, no. (Se quedan paralizadas solo menean la cabeza siguiendo el movimiento del lobo.)
CAPERUCITA: Corre Abuela, correeeee…….
LOBO: (Se despierta) Ay, mi barriga, que pesadez, parece que me haya comido un saco de piedras. (Se incorpora
pesadamente.) Tengo mucho sed, agua, agua…. el río, allí beberé y beberé…… (Quiere levantarse rápido pero las piedras
son tan pesadas que con mucho esfuerzo sale a la calle.) (El leñador fuera de escena le sigue.) Beberé y beberé y el río
secaré, glu, glu, socorro.
LEÑADOR (en off) El lobo se está ahogando.
LOBO
Glu, glu, glu, me ahoglu goglu
LEÑADOR (en off): El lobo se está ahogando. El lobo se ha ahogado. El lobo se ha ahogado.
VIII EL CASTIGO Y LA SALVACIÓN
EL LEÑADOR: El lobo se ha ahogando. Abuela, Caperucita el lobo se ha ahogado. Abuela dónde están.
CAPERUCITA: Abuela, corre, corre….
ABUELA: Hijita, no oyes a Ernesto.
LEÑADOR (en off)El lobo se ha ahogado.
ABUELA: Menos mal que estamos bien.
CAPERUCITA: Si Abuela. (Se abrazan y besan.) Y tu brazo, ¿te duele?.
ABUELA: Me duele el brazo y la cadera y el esternón….
CAPERUCITA: Abuela vamos a casa, que te voy a poner las tortitas con miel que te ha preparado Mamá.
ABUELA: Pero que nieta más encantadora tengo.
CAPERUCITA: Gracias Abuela, tú sí que eres chachi. (Todas cantan una canción.)
FIN

También podría gustarte