Está en la página 1de 23

UNIVERSIDAD AUTONOMA GABRIEL

RENE MORENO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD HUMANA


CARRERA DE MEDICINA

TEMA:
PSICOPATOLOGIA DEL TRANSTORNO DE PERSONALIDAD ANTISOCIAL

AUTOR
JHOSSIANE PEREZ TERRAZAS B4

DOCENTE DE LA MATERIA
DR. SHUSHENBER

Santa Cruz-Bolivia
2023
INDICE

I. Resumen………………………………………………………3

II. Introducción 3

III. Marco teórico 5

3.1 Definición…………………………………………………5

3.2. Características…………………………………………...6

3.3. Etiología…………………………………………………8

3.3.1Factores biológicos y neuropsicológicos………8

3.3.2 Factores Psicosociales…………………………10

3.4. Historia del trastorno antisocial de la personalidad.11

3.5. Epidemiologia…………………………………………13

3.6. Evolución………………………………………………15

3.7. Complicaciones………………………………………16

3.8. Tratamiento……………………………………………17

IV. Conclusiones……………………………………………….18

V. Bibliografía…………………………………………………21
1. RESUMEN

Según el  Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales o MDE (en

el original en inglés, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders o DSM)

el trastorno de la personalidad antisocial "es un trastorno que se caracteriza  por

un patrón general de desprecio por las consecuencias y los derechos de los

demás, que se produce desde los 15 años de edad en forma de trastorno de la

conducta y continúa en la edad adulta" (DSM V). Se ha conocido también bajo el

nombre de psicopatía, sociópata o trastorno disocial de la personalidad. Se ha

identificado, entre otros, un compromiso en los lóbulos frontales que afectan las

funciones ejecutivas y la cognición social. Con la presente revisión, se buscar

brindar herramientas conceptuales básicas que permitan el mejor entendimiento y

comprensión de este trastorno.

2. INTRODUCCION

La Personalidad se define como un patrón complejo de características

psicológicas profundamente arraigadas, que son en su mayor parte inconscientes

y difíciles de cambiar y se expresan automáticamente en casi todas las áreas de

funcionamiento del individuo, se trata por tanto de un conjunto estable de modos

de comportarse, vivenciar y pensar que permanece al largo del tiempo. Hace

referencia, pues, a características mantenidas y definidas por un comportamiento

previsible y adaptado ante una amplia gama de circunstancias. Estos rasgos

intrínsecos y generales surgen de una complicada matriz de determinantes


biológicos y aprendizajes, y en última instancia comprenden el patrón

idiosincrásico de percibir sentir, pensar, afrontar y comportarse de un individuo

En ciertos individuos algunos rasgos pueden ser gravemente disfuncionales, por lo

que presentan alteraciones que son descritas como trastornos de la personalidad.

Uno de esos trastornos es el trastorno de personalidad antisocial, que ha sido

objeto de varios estudios empíricos y consideracio nes teóricas desde hace

aproximadamente doscientos años. Este trastorno de personalidad antisocial se

relaciona con el crimen, la violencia y la delincuencia. Los individuos que lo

presentan tratan a los demás de manera insensible, sin preocupación aparente,

sin sentimiento de culpa, incluso cuando dañan a las personas más cercanas o a

ellos mismos, motivados por las oportunidades de manipular a los otros. Las

personas con este trastorno de personalidad son sumamente rígidas, no pueden

adaptarse a la realidad, lo cual debilita su capacidad operacional. Sus patrones

desadaptados de pensamiento y comportamiento se hacen evidentes al principio

de la edad adulta, frecuentemente antes y, tienden a durar toda la vida.

Por lo mencionado, el trastorno de la personalidad antisocial  (TPA) es uno de los

temas que más interés ha suscitado en el campo de la psicología en los últimos

tiempos, siendo entonces de gran importancia un análisis desde diferentes

perspectivas. Por ello, muchos son los documentos, investigaciones, estudios y

acercamientos que han trabajado el tema en institutos, universidades y centros

especializados en el tratamiento de la personalidad del individuo.


3. MARCO TEORICO
3.1 Definición
Según el  Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales o MDE (en

el original en inglés, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders o DSM)

el trastorno de la personalidad antisocial "es un trastorno que se caracteriza  por

un patrón general de desprecio por las consecuencias y los derechos de los

demás, que se produce desde los 15 años de edad en forma de trastorno de la

conducta y continúa en la edad adulta" (DSM V).

En la designación para este trastorno antes nos referiamos sobre todo a la

delincuencia, la criminalidad y las consecuencias sociales indeseables que se

observaban en estos pacientes. Por supuesto, muchas personas con este

trastorno de personalidad realizan actos ilegales, sin embargo otros individuos se

mueven en los limites de lo permitido socialmente, manifestando sus rasgos de

una forma socialmente aceptable. Muchos se ven elogiados y reforzados en

nuestra sociedad competitiva, en la que el individualismo se considera un atributo

necesario para la supervivencia. La mayoría de estos individuos hallan un hueco

socialmente valorado en el duro mundo de los negocios, la política o el ejército;

llegan a ser poderosos, ministros o generales pisando cabezas, no respetando

derechos ajenos y dándose modos para eludir a la justicia y/o entrar en

complicidad con quienes la manejan.


3.2 Características del trastorno de personalidad antisocial

a) Falta de atención hacia los deberes sociales. Todo ser humano tiene ciertas

obligaciones para la sociedad en que vive. El antisocial muestra una enorme falta

de atención hacia los deberes sociales.

b) Ausencia de sentimientos hacia la sociedad. Todo ser humano crea ligas

afectivas con la sociedad en que vive. El antisocial muestra durante su vida, una

verdadera ausencia de ellos.

c) Carece de aptitud para verse a si mismo, como lo ven los demás. Muestran

algunas caracteristicas narcisistas, aunadas a uncomportamiento antisocial y

agresiones o sadismo dirigidos hacia los demás generalmente, además de una

fuerte susceptibilidad y desconfianza.

d) Actitud violenta, impetuosa, indiferente y fria. Frecuentemente una actitud

de superioridad, imprudencia y ambición excesiva; extremada dependencia de la

admiración; superficialidad emocional

e) Tendencia a transgredir la norma. Comportamiento explotador reflejado en

el abuso, la apropiación de ideas o propiedades de otros y el otorgarse a sí

mismos, derechos especiales

f) Propensión al engaño. Familiares, vecinos, empresarios, instituciones y los

mismos profesionales que estudiamos su comportamiento somos frecuentemente

víctimas de esta personalidad anomala, basada en las promesas incumplidas y el

desprecio a la verdad. El engaño psicopático (antisocial) suele llevarse a cabo de


un modo ingenioso (muestran por ejemplo una notable maestria para dar un

"sablazo" o prestarse dinero que no devolverán.) Los motivos que le llevan al

fraude suelen ser nimios o inexistentes desde el punto de vista del sentido común,

y las consecuencias del mismo pueden llegar a ser muy negativas para el sujeto.

g) A pesar de su normalidad aparente, es incapaz de comprender y utilizar la

experiencia de la vida para modificar su comportamiento, esto quiere decir que

inclusive con el castigo (cárcel) no modifica Su comportamiento. Se ven a sí

mismos como personas solitarias, autónomas y fuertes. Algunos creen que han

sufrido abusos y malos tratos por parte de la sociedad y, por tanto, justifican la

victimización de los demás porque consideran que ellos también han sido victimas

h) Agresivo e irresponsable vive la mayor parte de su vida en conflicto con la

sociedad. Las personas con poca responsabilidad tienden a carecer de objetivos,

no son de fiar y son negligentes. El antisocial también es manipulador y vengativo.

i) Escasa tolerancia a la frustración, en muchas de estas personas se

constata el frecuente abuso de sustancias, una forma de vida parasitaria,

impulsividad y con frecuencia comportamientos ilegales o criminales. Las

caracteristicas de impulsividad adquieren la forma de comportamientos repetitivos

que entran en conflicto con las limitaciones sociales y que siempre se acompañan

de una falta de capacidad para experimentar culpa.

j) Conducta orientada de modo inmediato a la satisfacción de sus impulsos

egoistas, solo busca obtener placer y llenar sus necesidades, sin importarle los

medios, sin consideración a sus semejantes y propiciando de este modo el

sufrimiento de la sociedad
k) Carece de dominio personal, se caracteriza por respuestas básicas de alta

búsqueda de novedades, baja evitación del daño y baja dependencia de la

recompensa, asociados a comportamientos impulsivos, agresivos, oposicionistas y

oportunistas.

l) Carece de sentido ético, no tiene moral, muestra tendencias al

egocentrismo, a la superficialidad, al egoismo y a la falta de remordimiento y de

empatia,

m) Incapacidad de tener lealtad a individuos, grupos o valores sociales,

satisfacen solamente intereses inmediatos, importándoles poco las consecuencias

sociales que para cualquier otra persona son patentes, y se acompaña de signos

externos nulos de ansiedad o culpa. no se arrepienten; no se sienten culpables.

3.3 Etiología
3.3.1Factores biológicos y neuropsicológicos
Se considera que las causas que dan pie a la presencia del trastorno antisocial

son de origen biológico y psicosocial, existen estudios que han

demostrado una significativa relación entre la genética y el contexto, así, cuando

en un sujeto la predisposición genética se combina con una crianza con

aspectos negativos, es decir, violencia, rechazo, maltrato durante la infancia,

generan un incremento en las probabilidades de que la conducta antisocial

ocurra .

Según las investigaciones biopsicológicas existe una relación entre la conducta

antisocial y factores biológicos, por ejemplo, los instintos de supervivencia y

algunos procesos de orden bioquímico como la testosterona, adrenalina y


noradrenalina, además de la serotonina, las disfunciones electroencefal ográficas,

alteraciones cromosómicas, la alta impulsividad, así como la influencia genética.

En un estudio realizado por García & Ostrosky-Solis (20) con reclusos de una

prisión federal mexicana, se encontró que los sujetos que fueron diagnosticados

con psicopatía, presentan alteraciones en las funciones frontales y

ejecutivas por lo que existen deficiencias en las funciones orbifrontales y

dorsolaterales. Siendo la corteza orbital una estructura primaria de regulación de

la inhibición, el razonamiento moral y toma de decisiones, de modo que son

dichas habilidades las más significativas a la hora de manifestar conductas

violentas, por lo que las alteraciones en el funcionamiento orbifrontal se

relacionan con la presencia del trastorno antisocial de la personalidad. Dentro

del modelo neuropsicológico se han realizado algunos exámenes que señalan que

los niños y adolescentes que presentan trastornos de conducta muestran

dificultades en el funcionamiento del lóbulo frontal, lo que interfiere con la

capacidad para evitar riesgos, así como planificar y aprender de las experiencias

negativas. Además el modelo neuropsicológico hace referencia a la relación

existente entre el funcionamiento de las estructuras neurofisiologícas y las

funciones psicológicas, ya que el hipotálamo se relaciona con la motivación y la

emoción, destacando la influencia de las estructuras cerebrales límbicas, la

amígdala y el septum en la presencia de la conducta delictiva.

Sin duda los factores biológicos son determinantes en la presencia del trastorno

antisocial de la personalidad, y deben ser tomados en cuenta por el clínico a la

hora de realizar una evaluación y posterior diagnóstico, ya que de ellos depende


una parte del avance psicoterapéutico del paciente, pues en algunos casos

es necesario complementar el tratamiento psicológico con atención

psiquiátrica

3.3.2 Factores Psicosociales


Para considerar que un sujeto padece un trastorno antisocial de la personalidad se

deben tomar en cuenta factores individuales como el temperamento, el carácter, la

impulsividad y las emociones, por mencionar algunos.

La respuesta emotiva, así como el grado de autorregulación del sujeto pueden

originar la interiorización y/o exteriorización de problemas durante la infancia que

pueden llevar a trastornos de conducta, que continúen hasta la adolescencia

generando la presencia del TAP durante los inicios de la adultez.

En cuanto a las características de personalidad, se considera que responden a un

comportamiento general de desprecio y violación de los derechos de otras

personas, acompañada de indiferencia y falta de remordimiento al infringir daños

a terceros, inexistencia de sentimientos de empatía o respeto, estas se presentan

desde la infancia y continúan en la adolescencia; si permanecen hasta la edad

adulta, puede hablarse de que se trata del trastorno antisocial de la

personalidad, aunque se deben evaluar diversos criterios antes de realizar un

diagnóstico.

También deben considerarse los factores de riesgo de las conductas antisociales,

que hacen alusión a aquellas características individuales y ambientales que

incrementan la probabilidad de ejecución y mantenimiento de dichas conductas.

La criminalidad de los padres combinada con un bajo estatus social, de igual


forma que si la madre o el padre tiene problemas de alcoholismo o adicción a

alguna droga son considerados como factores de riesgo para que los

adolescentes desarrollen el TAP.

Se ha comprobado que existe una relación entre los sucesos traumáticos que vive

un sujeto, sobre todo durante los primeros años de vida, como el abuso físico y/o

emocional y la presencia de trastornos de la personalidad, siendo más significativa

la relación entre el abuso físico y la presencia del trastorno antisocial. Los

menores que han sido criados en un núcleo familiar de riesgo manifiestan mayor

número de comportamientos antisociales además de una falta de adaptación en

todos los niveles, muestran desajustes en habilidades sociales, estrategias de

afrontamiento, autoconcepto, así como en el estado clínico del sujeto.

Desde el punto de vista psicoanalítico se describen algunas causas por las que se

desarrollan las estructuras de personalidad antisociales, entre ellas se encuentran

las fallas del vínculo madre/hijo durante los primeros años de vida.

Singer realizó un estudio con delincuentes de clase media que presentan

conductas antisociales, sin llegar a ser sociópatas graves. Toma cinco rutas de

investigación que representan los puntos de interés de diferentes autores en

momentos distintos: desórdenes pulsionales y formación de fantasía, desórdenes

caracterológicos y del yo, defectos del superyó, desórdenes de interacción

diádica y desórdenes en la interacción familiar.Winnicott realizó varios

estudios desde el psicoanálisis para conocer más respecto a las

personalidades antisociales, sobre todo durante la niñez y la adolescencia;

encontró respecto a la etiología, que un niño que no tiene un sostén


familiar adecuado, refiriéndose con ello a la carencia o ausencia de vínculos y

afectos, fenómeno al que denomina deprivación, y el cual genera ansiedades

y confusiones que sobrepasan al sujeto, pretende anularlas mediante actos

delictivos, por lo que la patología según este autor, tiene su origen en el ambiente

social o cultural y puede presentarse a cualquier edad

4. Historia del trastorno antisocial de la personalidad


Gran parte de la literatura existente emplea los términos de psicópata, sociópata o

locura moral como sinónimos para referirse a las características clínicas y los

criterios diagnósticos que actualmente definen al trastorno antisocial de la

personalidad, esta terminología es utilizada por psicólogos y psiquiatras, quienes

emplean los términos según los métodos o la población a estudiar, por lo que

puede considerarse que en la mayoría de los casos se refieren a lo mismo.

Recientemente el término psicópata se ha dejado de utilizar, sobre todo en las

clasificaciones clínicas de trastornos como el DMS y el CIE10 y se ha optado por

utilizar términos como trastorno antisocial de la personalidad y/o trastorno

disocial.

Es así que a lo largo de la historia ha habido una evaluación sobre los términos

utilizados para denominar a lo que hoy se conoce como trastorno antisocial de

la personalidad por lo que a continuación se presenta un esquema sobre esta

evolución.
Figura 1

En cuanto al DSM V también se han realizado cambios respecto a la

nomenclatura del trastorno antisocial de la personalidad, como se muestra

en el siguiente esquema

Figura 2

3.5 Epidemiologia

La epidemiología ha hecho contribuciones importantes para el conocimiento de la

distribución, frecuencia y factores determinantes de los trastornos mentales en

general, pero en particular ha sido muy relevante para el desarrollo de la


psicopatología clínica. Es en el campo específico de la psicopatología donde la

epidemiología de los trastornos mentales ha hecho las contribuciones más

notorias, señalando al clínico las limitaciones de los casos que atienden en

los servicios especializados, poniéndolos en relación con la población de donde

provienen y completando el cuadro clínico de algunos padecimientos mentales.

Los hallazgos de las Encuestas Mundiales de Salud Mental de diferentes países

muestran que los trastornos psiquiátricos consistentemente inician en las primeras

décadas de la vida. Sin embargo, hay una escasez de datos epidemiológicos

en población adolescente, especialmente en países en vías de desarrollo como

el nuestro para guiar las políticas de salud pública.

Entre los trastornos más frecuentes en la adolescencia se encuentran los

trastornos de conducta y de ansiedad, siendo estos los que tienen las

edades de inicio más tempranas.

Una investigación realizada por Fazel y Danesh en la que se analizaron 62

estudios psiquiátricos de poblaciones reclusas de 14 países de occidente, se

encontró una incidencia en varones del 65% respecto a los trastornos de

personalidad, en el que un 47% corresponde al trastorno antisocial de la

personalidad y un 3.7% hace referencia a estados psicopáticos, mientras que el

10 por ciento tiene que ver con el trastorno depresivo. En cuanto a las

mujeres los trastornos de personalidad como la psicopatía era ligeramente

menor en relación a los varones, mientras que el [TPA] tiene una prevalencia

mucho menor con un 21 por ciento de los casos, sin embargo, la depresión

aumenta presentándose en el 12 por ciento de los casos.


Aunque la mayoría de los estudios internacionales no han encontrado diferencias

consistentes respecto al sexo en la prevalencia general de los trastornos de

personalidad, algunas investigaciones sugieren diferentes proporciones respecto

al sexo para trastornos de personalidad específicos, como en el caso del

trastorno antisocial donde se presenta una menor prevalencia en mujeres,

pero una mayor prevalencia de trastornos por dependencia, de

evitación y el trastorno de personalidad paranoide.

Examen mental

I. ASPECTO GENERAL Y ACTITUD

Paciente de sexo masculino, raza mestiza contextura gruesa, con estatura aproximada de 1.60 mts.

Y peso de 73 kgs. Aparenta edad acorde a su edad cronológica. Rostro redondo, de tez trigueña,

Expresión facial denota preocupación y aflicción, el contacto visual es directo y fijo ya que cada vez

que da a conocer aspectos de su persona no desvía la mirada, con postura corporal ligeramente

encorvada y hombros ligeramente caídos. El lenguaje se caracterizó por tener adecuada

articulación de sus palabras, fluido pues denotaba necesidad de dar a conocer sus preocupaciones,

tono de voz moderado y bajo reflejando su estado emocional decaído. En la entrevista mostro

cierta inseguridad en algunas de sus expresiones, denotando cierta tristeza y estado emocional

depresivo, ansioso, expresando mediante actitudes de inseguridad ira y cólera para con su

comportamiento dependiente hacia el alcohol y su pareja

II. CONCIENCIA ATENCIÓN Y ORIENTACION

Paciente conciente, orientada en espacio tiempo y persona, sin conciencia de enfermedad,

euprosexia
III. CURSO DE LENGUAJE (PENSAMIENTO) El curso de lenguaje adecuado tanto el expresivo como

comprensivo, pues realiza pausas cuando se requiere, y existe coherencia en los pensamientos los

cuales se encuentran acorde a su realidad. De pensamiento rápido y repetitivo, habla de forma

V. CONTENIDO: TEMAS DE PREOCUPACIÓN, TENDENCIAS Y ACTITUDES DOMINANTES

Principales temas de las molestias y

VI. MEMORIA, CAPACIDAD INTELECTUAL

Evidencia una adecuada memoria tanto remota como reciente ya que recuerda eventos sucedidos

con detalle desde la época de su niñez e infancia, y no tiene dificultad para dar a conocer hechos

recientes. Su capacidad intelectual se encuentra dentro del promedio

VII. PERCEPCIÓN

Sus funciones perceptivas no se encuentran alteradas, no evidencia presencia de alucinaciones,

logra identificar y reconocer sin dificulta estímulos presentados; así mismo es capaz de definir y

delimitar la intensidad y calidad del estímulo presentado.

VIII. PENSAMIENTO

El sujeto muestra contenido delirante

IX.AFECTIVIDAD

Hipotimia

X.PSICOMOTRICIDAD
Sin anormalidades

XII. COMPRENSIÓN DE LA CONFORMIDAD O PROSPECCIÓN, GRADO DE INCAPACIDAD

Carencia de conciencia de enfermedad

3.6 Evolución

Las conductas antisociales tienen, a menudo, consecuencias inmediatas serias

tanto para el que las lleva a cabo (expulsión de la escuela, clima familiar alterado,

hospitalización, etc.) como para aquellos con los que interactúa (padres, maestros,

compañeros, etc.). Aparte de estos efectos inmediatos, las consecuencias a largo

plazo son también lamentables, ya que los problemas de estos jóvenes suelen

continuar en la vida adulta aumentando, con ello, el riesgo de una mala adaptación

personal y social.

Hay un conjunto de medidas problemáticas tales como pelearse, desobedecer,

mentir, robar, que los padres y maestros deben afrontar en el curso del desarrollo

normal. De todas formas, lo más significativo de las conductas antisociales en

los niños normales, es que tienden a desaparecer durante el desarrollo y/o en

respuesta a las actuaciones de los padres, maestros y compañeros. Su

persistencia e intensidad extrema es lo que les da carácter de disfunción clínica.

Diversas investigaciones citadas por Azrin (1988) concluyen:

a. Las conductas antisociales tales como pelearse, negativismo,

destructividad, mentir y otras son relativamente frecuentes en distintos

momentos del desarrollo normal. El hecho de que ocurran en


proporciones significativas de niños, a menudo cerca de o

sobrepasando la mayoría, significa que su mera aparición no es

clínicamente significativa ni predictiva del curso futuro.

b. Muchas conductas antisociales declinan en el curso del desarrollo normal.

Así pues, la significación de la conducta antisocial desde el punto de vista

clínico puede proceder de varias consideraciones del desarrollo. El

momento del desarrollo en que aparecen determinadas conductas y

su curso y persistencia a lo largo del tiempo son relevantes para el

pronóstico.

El inicio temprano y la amplitud de la perturbación (afectando diversas áreas de

funcionamiento) así como su intensidad, son indicadores de mal pronóstico. En

este tipo de trastornos hay que temer complicaciones, en forma de problemas con

la ley, traumatismos (peleas, etc.). En personas con estos trastornos, si persisten

en la edad adulta, abunda también el número de muertes violentas.

El curso del trastorno es imprevisible. Son más leves los casos secundarios en los

que el negativismo desafiante es consecuencia de un proceso tratable, como por

ejemplo una depresión.

3.7. Complicaciones

Las complicaciones y los problemas que son resultado del trastorno de

personalidad antisocial pueden incluir:

 Maltrato por parte del cónyuge, maltrato o descuido infantil

 Problemas con el alcohol o las drogas ilícitas


 Estar en la cárcel o en prisión

 Intentar cometer suicidio o tratar de matar a otra persona

 Tener otras enfermedades mentales, como depresión o ansiedad

 Problemas financieros, educativos o sociales

 Muerte precoz, a menudo debido a violencia


3.8 Tratamiento

En ciertos casos, terapia cognitivo-conductual y a veces ciertos fármacos.

No hay evidencia de que algún tratamiento en particular logre una mejora a largo

plazo. Por lo tanto, el tratamiento tiene como objetivo alcanzar alguna otra meta a

corto plazo, como evitar consecuencias legales, en lugar de cambiar al paciente.

Se deben manejar las contingencias (es decir, dar o de denegar lo que quieren los

pacientes en función de su comportamiento).

Los pacientes agresivos con impulsividad prominente y labilidad emocional

pueden beneficiarse con la terapia cognitivo-conductual o medicamentosa (p. ej.,

litio y valproato. Los antipsicóticos atípicos pueden ayudar, pero hay menos

evidencia sobre su uso.

Dentro de los enfoques psicoterapéuticos para el tratamiento de el TAP

se encuentran el cognitivo-conductual como uno de los más utilizados, ya

que se piensa que el sujeto incurre en conductas antisociales y agresivas

debido a que está predispuesto a situaciones hostiles, por lo que la Terapia

Cognitivo Conductual se enfoca en el desarrollo interpersonal y cognoscitivo

de destrezas para solución de problemas, el objetivo es orientar al


paciente a mejorar su conducta social, mediante técnicas que incluyen

juegos, historias así como varios tipos de rol playing y reforzamiento.

4. CONCLUSIONES

Si bien puede ser muy resistente al cambio, la investigación muestra que hay una

serie de tratamientos eficaces para este trastorno. Por ejemplo, los adolescentes

que reciben terapia que les ayuda a cambiar el pensamiento que conduce a su

conducta desadaptada (terapia cognitivo-conductual) se ha encontrado para

reducir significativamente la incidencia de la repetición de conductas antisociales.

Por otra parte, en un intento para tratar el trastorno antisocial de la personalidad

como las demás condiciones a menudo no es eficaz. Por ejemplo, los programas

que han tratado de usar un reflexivo (orientada a la introspección) enfoque

puramente para el tratamiento de la depresión o trastornos de la alimentación en

personas con trastorno de personalidad antisocial con frecuencia empeoran en

lugar de mejorar los resultados en las personas. En esos casos, una combinación

de firme, pero justa de programación que hace hincapié en la enseñanza de la

personalidad antisocial trastorno de las habilidades que los individuos se pueden

utilizar para una vida independiente y productiva dentro de las reglas y los límites

de la sociedad ha sido más eficaz. Si bien los medicamentos no directamente el

tratamiento de las conductas que caracterizan el trastorno de personalidad


antisocial, que puede ser útil para tratar las condiciones que produce esta

enfermedad. En concreto, las personas deprimidas o ansiosas que también tienen

trastorno de personalidad antisocial pueden beneficiarse de los antidepresivos, y

los que presentan la ira impulsiva puede mejorar cuando se administra

estabilizadores del humor.

El de personalidad antisocial se considera uno de los trastornos de la personalidad

más difíciles de tratar. Las personas con esta afección rara vez buscan tratamiento

por su cuenta y pueden iniciar una terapia únicamente cuando los obliga una

corte. Se desconoce la eficacia del tratamiento del trastorno de personalidad

antisocial.

El tratamiento eficaz de la conducta antisocial de la personalidad y

es limitada. La psicoterapia de grupo puede ser útil. Si la persona puede

desarrollar un sentido de confianza, psicoterapia individual o la terapia cognitiva

conductual también puede ser beneficioso. No hay investigación que apoya el uso

de medicamentos para el tratamiento directo del trastorno de personalidad

antisocial, sin embargo.

Tratamiento de psicoterapia eficaz para este trastorno es limitado. Es probable, sin

embargo, que intensiva, los enfoques psicoanalíticos no son adecuados para esta

población. Se acerca al reforzar las conductas apropiadas y tratando de hacer

conexiones entre las acciones de la persona y sus sentimientos pueden ser más

beneficiosos.
Las emociones son por lo general un aspecto clave del tratamiento de este

trastorno. Los pacientes a menudo tienen poca o no-significativos gratificantes

relaciones emocionalmente en sus vidas. La relación terapéutica, por lo tanto,

puede ser uno de los primeros. Esto puede ser muy atemorizante para el cliente,

inicialmente, y puede llegar a ser intolerable. Una relación terapéutica estrecha

sólo puede ocurrir cuando una sólida y una buena relación se ha establecido con

el cliente y él o ella pueden confiar en el terapeuta implícitamente.

Los medicamentos sólo deben ser utilizados para tratar la clara, grave y aguda del

Eje I diagnósticos concurrentes. Ninguna investigación ha sugerido que cualquier

medicamento es eficaz en el tratamiento de este trastorno.

Ayudar a los métodos autónomos para el tratamiento de este trastorno suelen ser

pasadas por alto por la profesión médica ya que son pocos los profesionales están

involucrados en ellos. Los grupos pueden ser especialmente útiles para las

personas con este trastorno, si están adaptados específicamente para el trastorno

de personalidad antisocial. Los individuos con este trastorno por lo general se

sienten más a gusto en hablar de sus sentimientos y comportamientos frente a sus

pares en este tipo de modalidad de apoyo.

No existe una forma segura de prevenir la aparición del trastorno de personalidad

antisocial en las personas en riesgo. Debido a que se cree que la conducta

antisocial tiene sus raíces en la infancia, los padres, maestros y pediatras pueden

ser capaces de detectar señales de advertencia tempranas. Puede ser útil tratar

de identificar a los que están en mayor riesgo, como los niños que muestran

signos de trastorno de conducta, y así ofrecer una intervención temprana


5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. David Schlüsselberg y Maria Alcira Schlüsselberg.Psicosemiologia y


psicopatologia.

2. Asociación Americana de Psiquiatría. Manual Diagnóstico y Estadístico de


los Trastornos Mentales (DSM-5°) Arlington, VA Panamericana Asociación
Americana de Psiquiatría

3. Organización Mundial de la Salud. Prevención de los Trastornos Mentales:


Intervenciones efectivas y opciones de políticas. Informe Compendiado Ed.
OMS Organización Mundial de la Salud. Ginebra. 2004

4. Felipe Ortuño Sanchez Pedreño. Lecciones de Psiquiatria.2010.Editorial


medica panamericana. España.644

5. Borra C, Herrán A, Herrera Castañedo S, Vázquez-Barquero JL.


Esquizofrenia y trastornos relacionados. En: Vázquez-Barquero JL, editor.
Psiquiatría en Atención primaria.

También podría gustarte

  • PED 6 Enf. Renal
    PED 6 Enf. Renal
    Documento3 páginas
    PED 6 Enf. Renal
    Arnaldo Beltran Villarroel
    Aún no hay calificaciones
  • Ped 5 Nutrición
    Ped 5 Nutrición
    Documento4 páginas
    Ped 5 Nutrición
    Arnaldo Beltran Villarroel
    Aún no hay calificaciones
  • ENCUESTA
    ENCUESTA
    Documento1 página
    ENCUESTA
    Arnaldo Beltran Villarroel
    Aún no hay calificaciones
  • Apa Tutorial
    Apa Tutorial
    Documento59 páginas
    Apa Tutorial
    Arnaldo Beltran Villarroel
    Aún no hay calificaciones
  • Prostata
    Prostata
    Documento64 páginas
    Prostata
    Arnaldo Beltran Villarroel
    Aún no hay calificaciones