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El Chasqui 10
El Chasqui 10
Índice2
Presentación3
Editores
Gastón Castillo Gómez, molle.cultura@gmail.com
Julio Cortés Miranda, juliomartin_33@yahoo.com
PRESENTACIÓN
Queridos amigos.
En la feliz coincidencia con el mes en que celebramos nuestro primer quinquenio de vida entregamos
a vuestra consideración El Chasqui N° 10, habiéndonos constituido un 2 de febrero de 2018 en pro de
difundir diversidades históricas de la Región de Coquimbo.
El hecho que el presente número sea dedicado al Valle de Elqui es parte del compromiso por dar a
conocer realidades referidas a cada valle y sectores intermedios de la región, como es el caso de El
Chasqui N° 7 y las vicisitudes referidas al Choapa, manteniéndose en carpeta lo que en su momento
tendrá que ver con historias del Limarí, La Higuera, borde costero, ámbito cordillerano, etc.
La serie de artículos se inicia con la labor de Herman Carvajal respecto al significado de los nombres de
origen indígena distribuidos en el valle, remarcándose que la centralidad del tema es “rescatar los ves-
tigios lingüísticos de culturas y etnias precolombinas que perduren en las denominaciones de nombres
de lugares de esta región (…) en especial, la situación lingüística de los diaguitas chilenos”, no obstante
que, al final, el predominio de los topónimos quechua y mapuche le permite concluir acerca de una
“nula o escasa” distinción de palabras “diaguita (kakana)”.
Enseguida, Gastón Castillo busca entender de qué se tratan las referencias a “valle de Coquimbo” y
“valle de Elque”, dos acepciones hidrológicamente concomitantes sustentando el rol de los asenta-
mientos prehispánicos, la apropiación hispánica en pro de tierras con énfasis viñatero, y la figura de
“Elquemilla”, mítico señor que los relatos enlazan etimológicamente con el “Elque” de las primeras
centurias coloniales.
Por su parte, Frank Vicencio señala los hitos relevantes de “Rivadavia” o “Ribadavia” tanto arqueológi-
cos como históricos. Una combinación de datos cualitativos y cuantitativos apunta con denodado inte-
rés al área conocida como Rivadavia, aunque el autor deja abierta la pregunta donde se habría situado
el temprano asentamiento español donde moraron los Cisternas y los Aguirre.
La minucia de la iglesia centra el interés de Julio Cortés, quien nos viene ilustrando desde hace un ti-
empo en cuanto a hechos de magnitud general ocurridos durante el siglo XIX. Es pues que un extenso
inventario de la parroquia de Elqui-datado en 1855- abre las puertas a todo quien desee sentarse a
tomar notas como si tuviera ante sus ojos el añoso documento original.
En estas historicidades en convergencia, vestigios de la religiosidad popular y folclore religioso se
despliegan en la pluma de Hildo Pinilla, ilustrándonos acerca bailes marianos, antigüedades en el valle
de Elqui, destacando, en suma, la unción de “una comunidad danzante en diálogo con la divinidad
(Dios, La Virgen, Santas y Santos Patrones), donde cada rol es asumido en plenitud”.
Como corolario, el periodista Gabriel Canihuante nos sitúa en 1885, cuando nace “El Elquino”, primer
periódico de Vicuña, que en 1896 cambia a “La Voz de Elqui”, aumentándose el caudal informativo
con la creación de “La Opinión” en 1904. La microhistoria expuesta constata que los temas de interés
público se cruzan con el hecho que los periódicos son estandartes de partidos políticos, no sin antes
destacarse noticias-por ejemplo- sobre la Cofradía de Diaguitas con su baile chino y mayordomo, la
relevancia de personajes importantes para el desarrollo de la prensa elquina, la tardía emergencia de
la radio (1973), hasta llegar a lo más moderno de las comunicaciones, esto es, el despliegue de sitios
web y prensa digital en el valle de Elqui.
El Chasqui | N° 10 4
TOPONIMIA INDIGENA
DEL VALLE DE ELQUI1 2
HERMAN CARVAJAL LAZO3
INTRODUCCIÓN
E
sta comunicación presenta una síntesis de las principales conclusiones de
una investigación sobre topónimos del valle de Elqui, cuya finalidad última
era rescatar los vestigios lingüísticos de culturas y etnias precolombinas que
perduren en las denominaciones de nombres de lugares de esta región. Dentro del
ámbito amerindio nos interesaba, en especial, la situación lingüística de los diaguitas
chilenos, que habitaron otrora esta zona de los valles transversales.
1) Entre los topónimos de etimología amerindia del valle de Elquí deben predominar
los de origen quechua y mapuche.
2) La data lingüística toponomástica cuyo origen sea diaguita (kakana), debe ser
nula o escasa en la actualidad.
De los casi 2.000 topónimos recogidos en el valle, en el área enmarcada por los
paralelos 29° 45’ y 30° 15’, latitud sur, y los meridianos 69° 45’ y 71° 45’, longitud
oeste, sólo una cuarta parte está constituida por voces indígenas, muchas de las
cuales ya han sido incorporadas al Diccionario de la Real Academia Española.
1. Agradezco las inestimables observaciones etimológicas que hizo a este trabajo el Dr. Gilberto Sánchez
Cabezas, de la Universidad de Chile.
2. Este artículo tuvo una primera versión en la Revista “Actas Colombinas”, Facultad de Humanidades,
Depto. de Artes, Letras y Ciencias Sociales. Universidad de La Serena, Chile. Año 1, N° 2, 1990, pp.27-41.
3.Magíster en Lingüística. Profesor e investigador en su especialidad en la Universidad de La Serena.
Ha publicado varios trabajos, entre ellos: “ Algunas referencias sobre la lengua de los Diaguitas chilenos”.
LOGOS, 1, pp. Universidad de La Serena, 1989, Vicuña y la toponimia del valle de Elqui (1993), Ovalle y la
toponimia indígena del Limarí (1998).. Fue profesor asociado de la Universidad de La Serena desde 1970.
Posee el título de Profesor de Estado en Castellano, postítulo de Supervisor General de la Educación y
grado académico de Magíster en Lingüística con mención en Lengua Española. Miembro de la Sociedad
Chilena de Lingüística y ex integrante de la Honorable Junta Directiva de la Universidad de La Serena. Es
socio fundador del Colectivo de Estudios Históricos de la Región de Coquimbo (CEHRC).Correo electróni-
co: herman.carvajal.lazo@gmail.com
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1) Topónimos quechuas:
Del listado anterior, cerca de una treintena ya han sido incorporados al Diccionario
de la Real Academia Española y constituyen palabras comunes del léxico
hispanoamericano: Choro (que origina el derivado Chorera),Cóndor (bajo la
forma Condoriaco), Guanaco, Paco (la alpaca), Vicuña, Vinchuca y Vizcacha,
Todas pertenecientes al ámbito zoológico. Chagual, Chala, Chañar, Chupalla (o
Achupalla), Copao, Mate, Molle, Paico, Papa, Poroto, Quisco, Talay, Totora y
Zapallo, pertenecientes al macrodominio semántico de los fitotopónimos. Cancha,
Caracha, Chacra, Chiche, Chihuilla, Chilpe (Chilposa), Cuyo (Cuyano), Guano
(Guanera), Palcal, Pampa, Pirca, Pisco, Porongo, Pucará, Puna (Punilla), Puquío,
Tambo y Yungay, pertenecientes a variadas esferas semánticas.
En lo que viene, presentamos una selección de topónimos quechuas (los números que
aparecen entre paréntesis a continuación de algunos topónimos indican la frecuencia
con que éstos se repiten en la geografía del valle). (Los asteriscos(*) constituyen
indicación de su inclusión en el Diccionario de la Real Academia Española):
ALCOGUAS (3). (De allqo, ‘perro, mastín’, y wasi, ‘casa, habitación). Casa de
perros o lugar donde hay muchos perros.
ANDACOLLO (9), (De anta, “cobre”, y qollo, ‘cerro’, montón) Cerro o mina de cobre.
CACHIYUYO (3) . (De kachi, ‘sal’, y yuyo, ‘verdura, legumbre’). Yerba de la sal.
Nombre de diversos arbustos que crecen en terrenos salobres: Atriplex atacamensis,
Atripex microphilla. Atriplex retusa.
CONDORIACO: (3). (*) (De kuntur, ‘cóndor’, y yaku, ‘aguada’). Vertiente donde
bebe el cóndor.
COPAO, EL, (De kopao. Una planta cactánea). Podría corresponder a alguna
de las siguientes: Cereus coquimbensis, Tricocereum deserticola, Eulychnia
eburnea, Eulychnia acida o Cereus spec. Nombre vulgar de un “quisco” de los
cerros del norte, aunque también así se designa al fruto grande, verduzco y un tanto
transparente del “quisco”.
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CHALA, LA (*), (De ch’alla, ‘hojas de la mazorca del maíz’) // Chile, Chalala, sandia
de cuero crudo.
CHAÑAR, var. Chañal (11), (*), (De Chañar, ‘algarrobo’. La Gourliea decorticans.
Deriv. Chañaral.). El chañar, un tipo de árbol. El algarrobo.
CHAPILCA (2), (De chiapi, un tipo de planta). El chapi o chape es una planta
rubácea microfila, cuyas raíces son usadas para teñir de rojo. Chapilca significaría
lugar donde hay abundancia de chapi.
CHICHES, LOS, (*) (De chiqchi o cheqchi, ‘granizo menudo’. Objeto de adorno
menudo y primoroso.
CHUPALLA, LA (2). (*). (De achupalla, una planta). Nombre de varias plantas
bromeliáceas: La Bromelia bicolor, de tallos gruesos, escamosos y retorcidos; la
Agave americana y la Bromelia ananas.// Chile, Chupalla: sombrero de paja hecho
con tirillas de las hojas de esta planta.
ELQUI (84), (De erqe, adj. ‘enteco’. Se aplica a los niños de muy corta edad. A su
vez, de yrque, ‘niño flaco y enfermizo’).
INGAGUAS, var. Incahuas, Incahuasi, Ingahuasi, (3), (De inka, ‘lo mismo’, y wasi,
‘casa, habitación’). Casa del Inca.
MARAY (2), (De maran, ‘batan’). Batán. Piedra plana para moler. Especie de molino
o trapiche para la molienda de minerales.
MATAGUICA, (De mata, ‘división’, y wayqu, ‘quebrada’). Dividida por una arroyadura
o torrente.
MATE (2), (*), (De mati, ‘fruto de la calabacera’). Fruto de la calabacera que seco,
variado y adecuadamente cortado y abierto, se emplea para diversos usos domésticos
y principalmente para tomar mate.
MOLINO YACO (2), (De yaku, agua). En quichua, agua se dice también unu. Pero
en toponimia yaku significa ‘aguada’, o ‘represa de agua’, grande o chica, artificial o
natural.
MOLLE (2), (*), (De mulli, árbol de la familia de las anardiáceas’). Puede ser el
Schinus latifolia, el Schinus molle o la Lithraea molle
PACO (3), (De paqo, ‘rubio, de color pajizo’. También “alpaca”, el rumiante Auquenia
paco). De color pardo rojizo // La alpaca. // La llama.
PALCAL, (*) (De pallqa, ‘bifurcación). Cruce de dos ríos o caminos. // Bifurcado
como una horqueta.
PAMPA (85), (*), (De pampa, ‘llanura extensa’), Llanura, extensión de terreno plano,
cubierto de hierba o desnudo.
PAPAS, LAS, (*), (De papa, ‘patata). La papa o patata, Solanum tuberosum.
PIRCA (8), (*), (De pirga o perga, ‘el muro, la pared’). Pared de piedra en seco.
PISCO (3), (*) (De pisqo o pesqo, ‘el pájaro’). Aguardiente fabricado originalmente
en Pisco, lugar peruano.
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PORONGO (2), (*), (De purunku, ‘un cántaro de barro)’). Calabaza grande y alargada
que sirve de depósito. // Nombre de una calabaza silvestre, la Lagenaria vulgaris.
POROTO (814), (*).(De purutu, ‘el frejol’). Especie de alubia de que conocen muchas
variedades en color y tamaño. La Phaseolus vulgaris.
PUCARA (2), (*), (De pukara, ‘fortaleza’). Fortaleza hecha con adobes, ladrillos o
postes y situado en lo alto de los cerros.
YUNGAY, (*), (De yunka, ‘valle cálido). Tierra cálida; valle abrigado.
2) Topónimos mapuches:
Tal como lo hicimos con los con los topónimos quechuas, presentamos una selección
de voces mapuches del valle:
COIPO, EL, (4), (*), (De koipu, ‘un roedor’). Mamífero anfibio semejante al castor;
Myopotamus coypus.
CHACAY (8), (De chakay, ‘el espino negro’). Arbol conocido con tal nombre o el de
espino negro. Discaria serratifolia Miers.
CHAPE (3), (*), (De chape, ‘trenza’). Trenza del cabello de la mujer.
CHEPICA (3), (De chepika, ‘la grama o pasto’). Nombre vulgar de una gramínea:
Paspalum Vaginatum, Distichlis spicata, Paspalum destichum.
CHILLA (2), (*), (De chilla, ‘especie de zorro pequeño’). Nombre vulgar de un zorro
pequeño, Canis azara.
CHINCOLCO, (*), (De Chinkol, ‘un tipo de ave’, y ko, ‘agua’). Estero o vertiente
donde se juntan chincoles. Chincol, pájaro conirrastro de la familia de los pringélidos:
Zanotrichia capensis. Para otros: Zonotrichia pileata o Fringilla matutina.
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DADIN, var. Daín, Radín, Rari, Rarín (12), (De dadiñ, ‘cierta planta’. Baccharis
GUAIRABO, var. Guairavo, Huairabo, Huairavo, (2), (*), (De wadqar, ‘el huairavo, una
garza norturna’). Ave nocturna del orden de las zancudas: Nycticorax obscurus,
Nycticorax nycticorax obscurus, Nycticorax naevius.
GUANTA (4),(*) (De wanta ‘una planta solanácea). Planta solanácea forrajera de la
alta cordillera: la Trechonaetes laciniata.
HUEVIL. EL, (*), (De wevil, una solanácea). Puede ser la Vestia foetida, o Vestia
lycioides, o Solamun valdivianum o valdiviense.
MAITEN (31), (*), (De maiten, ‘un tipo de árbol’). Maitenus boaria, árbol chileno de
la familia de las celatráceas.
MAQUI (31), (*), (De maki, nombre de un arbusto’). Arbusto chileno de la familia
de las liliáceas; Aristotelia maqui.
PANUL (6), (*), (De panul, ‘la hierva apio’). Apium panul, Lingusticum panul, o
Apium gravedens.
PEQUEN (2), (*) (De peken, ‘una especie de mochuelo’). Ave rapaz diurna semejante
a una lechuza, pero más pequeño. Speotyto cunicularia, Noctua cunicularia,
Athene cunicularia o Strix cunicularia.
PIDEN (4), (*). (De pideñ, ‘un ave’). Ave parecida la gallareta o foja española.
Frecuenta las riberas y se alimenta de gusanos y vegetales. Es muy tímido y se
doméstica por su canto, que es melodioso. Rallus rythrynchus.
PIGUIÑO (2), (De pudwiñ, ‘una especie de sanguijuela’). Animal molusco, parecido
a la sanguijuela; la Fasciola hepatica.
TOME, (De trome, ‘la totora’). Ciperácea que en algunas regiones se llama
tahuatagua y vatro. Puede ser la Thypha angustifolia, Scirpus riparius, Scirpus
californicus o Mala Cochaete riparia.
TONGOY (3), (De probablemente tronge, ‘denso tupido’, ‘joy (am), ‘roble’
(Nothofagus obliqua). Robledal tupido (g. Sánchez).
3) Topónimos diaguitas
4) Topónimos aimaras
De muy difícil discriminación con respecto a los topónimos quechuas son los de
supuesto origen aimara, puesto que el parentesco entre ambas lenguas es muy
evidente. No obstante, proponemos como voces aimaras a Balala (‘cosa chata y
llana, aplastada como una tabla’). Chinchilla (un roedor), Cholo (‘mestizo. Quechua
perusano, o mestizo de sangre europea e india’). Churque (una planta espinosa) y
Maritata (‘pozo o estanque. Canal o acequia pequeña’).
5) Topónimos tainos
6) Topónimos Nahuas
Según Lenz, Jote ‘especie de buitre de Chile’, tendría un étimo azteca, significado
‘cojo’ (por los saltitos en una que ejecuta el jote luego de comer).
7) Topónimos Cunzas
Poya puede ser cunza ‘el numeral dos’. También aparece como voz aimara, con
el mismo significado cunza. Puyanta podría ser una contracción de Poya Alta; de
hecho, las coordenadas geográficas son casi las mismas. Variante: Poyanta.
8) Topónimos híbridos
9) Topónimos dudosos.
Los siguientes topónimos son indígenas, sin duda alguna, pero los diccionarios
consultados no precisan con claridad la lengua amerindia a la que pertenecen,
prefiriendo su presentación de una manera opcional entre una lengua u otra.
Añañuca puede ser aimara o quechua. Paiguano, en sus significación de ‘cielo
apacible’ sería mapuche, pero también podría significar ‘aquel guano’, de origen
quechua. Pullay: si quechua, un muñeco, personificación del carnaval; si mapuche,
las barbas o líquenes de los robles. Quilacán, quecha: ‘clavelina de la luna’, nombre
de un cacique peruano del Mapocho en 1541. Si mapuche, podría signigicar ‘tres
cántaros’, o ‘tres plumas’ o ‘rancho de quilas’. Finalmente, ya nos habíamos referido
a Uchumí, al parecer quechua ‘salsa de ají’, aunque Strube lo postula como kakán.
10) Topónimos desconocidos.
Agrupamos bajo este título a todos los nombres para los cuales no encontramos
referencias sobre su significado u origen, o bien nos parecieron sumamente
improbables: Alñtoqui, Amipún, Arquerma, Atimonate, Baracoa, Bayén,
Cachollito, Casuto, Challo, Chanchoquí, Chapar Blanco, Chapina, Charuna,
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Entrada
Lengua % Frecuencia %
Léxica
(1) (2)
A. Geográficos N° %
Quebradas 201 40,12%
Orotopónimos 100 19,96%
Sectores poblados 34 6,79%
Hidrotopónimos 29 5,79%
Minas 20 3,99%
Agrotopónimos 20 3,99%
Otros 97 19,36%
Total 501 100,00%
El Chasqui | N° 10 12
Otros 91 18,16%
Total 501 100,00%
CONCLUSIONES
Respecto a la densidad total de los topónimos del valle de Elqui, sólo una cuarta parte
del corpus lo constituye el léxico amerindio (incluyendo los vocablos desconocidos,
pero que no son de etimología hispana). Es decir, sólo 501 voces de las 2.000 que
integran la toponomástica elquina.
Los topónimos de origen diaguita, aimara, cunza, taino y nahua apenas llegan en
su conjunto a un 6.4%, porcentaje bajísimo e inferior a los vocablos que hemos
denominado desconocidos, que, aunque indígenas a todas luces, son imprecisables
respecto a su étimo aborigen. Puede parecer sorprendente la escasez de nombres
diaguitas, sobre todo en un valle y región que ha sido considerado por los historiadores
y antropológos como el hábitat de los diaguitas chilenos durante casi cinco siglos,
hasta la llegada de los españoles.
racial entre mapuches y diaguitas, con un paulatino predominio de los primeros, que
llevaría, incluso, al desaparecimiento de la lengua diaguita.
Respecto de la relación nombre‑lugar, se refleja una preferencia por bautizar los lugares
con nombres de plantas y árboles (fitotopónimos). Este macrodominio semántico está
representado por la mitad del volumen global de topónimos (50%). Del resto, vale
la pena mencionar el 14% de morfotopónimos, es decir, de aquellos vocablos que
expresan alguna particularidad morfológica o aspectual del terreno. Los nombres de
animales (zootopónimos) empleados como designaciones toponomásticas alcanzan
el 10% del corpus. Las designaciones alusivas a productos o actividades derivadas
de la acción humana en la naturaleza y en las cosas (culturotopónimos) representan
el 6.6% de los términos en cuestión.
ANEXO FOTOGRÁFICO.
Las fotografías adjuntas fueron tomadas por el autor en las décadas de 1970 y 1980
1. Algarrobito
2. Quebrada
de Talca.
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3. Cerro
Cutún.
4. Almendral
El Chasqui | N° 10 16
5. Iglesia de El
Tambo.
6. Vicuña
El Chasqui | N° 10 17
7. Quebrada
de Pullalles.
8. Rivadavia.
9. Pisco Elqui
(R. Claro).
El Chasqui | N° 10 18
10. Quebrada
El Chañar.
11. -Chapilca
(R. Turbio).
El Chasqui | N° 10 19
BIBLIOGRAFÍA
Espinoza Galarza, Max: Topónimos quechuas del Perú, Lima, Talleres Cosesa,
1973.
Middendorf, E.W.: WÖrterbuch des Ruma simi oder der Keshua‑Sprache. Leipzig,
F.A. Brockhaus, 1890.
Moesbach, Ernest Wilhem de: Voz de Arauco, Padre Las Casas, Imprenta San
Francisco, 1959, 3ra. edición.
Morales Pettorino, Félix, Oscar Quiroz Mejías, Juan Peña Alvarez: Diccionario
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Pedagógicas, Editorial Universitaria. Tomos I, II, III y IV (1984‑1987).
Sáez Godoy, Leopoldo: “Johann Jacob von Tschudi, La Lengua cunza”, Signos,
Valparaíso, Vol. V N.1 1971, 15‑20.
‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑: “Topónimos de Valparaíso” (Clasificación), Revista del Pacífico,
(Valparaíso), I., 1, 129‑141.
1908.
Strube, León E.: “Toponimia de Chile Septentrional Norte Chico y Norte Grande”,
Publicaciones del Museo y Sociedad Arqueológica de La Serena. Bol.10, (Julio
1959).
Tschudi, Johann Jacob von: “La lengua cunza”, Signos, Valparaíso, 1 (1971).
(Traducción de las páginas relativas al cunza de su obra Reisen durch Sudamerica,
hecha por Leopoldo Sáez Godoy).
EL VALLE DE ELQUE.
SIGLOS XVI AL XVIII.
GASTÓN CASTILLO GÓMEZ1
INTRODUCCIÓN
L
as informaciones de cronistas y de indios de la cibdad de la Serena”3,,
conquistadores que comenzaron se dispone de datos importante sobre el
a perfilar los aspectos “pueblo de los Diaguitas” y de “Marquesa”,
sociodemográficos de “Coquimbo y sus dos realidades implicadas en el propósito
términos”, esbozaban la existencia de un de fondo del presente artículo, esto es,
territorio de cierta magnitud, implicando en plantear alternativas con el fin de contribuir
ello a una temprana ciudad colonial, a un a la contextualización de la temporalidad
valle madre y a una vastedad comarcana y circunscripción de un vasto tramo de
donde los incas habían señoreado poco tierra que, denotando ser parte de una
antes. ancestralidad perdida en el tiempo, es
situado geográficamente por las fuentes
Son años de genéricas referencias hasta históricas desde Rivadavia por el este
que en 1558 el licenciado Fernando de hasta el deslinde con Quilacán por el oeste
Santillán le puso rostro a lo que, en una bajo el denominativo de “valle de Elque”4
misiva de 1552, luego de la refundación de y sus acepciones de “doctrina de Elque” o
La Serena, Pedro de Valdivia aseguraba “curato de Elque”.
haber hecho “repartimiento entre los
vecinos”2 , quienes fueron detallados Con los siglos, todo el territorio de
por Santillán según la distribución de cordillera a mar pasó a llamarse Elqui,
encomenderos y encomiendas, gente de prevaleciendo, eso sí, el apoyo documental
servicio, pueblos de indios, actividades respecto a que, según se expresa en el
laborales, etc. párrafo precedente, originalmente se trató
de una demarcación acotada en torno a
Gracias a la descripción entrega por el las corrientes de aguas del interior y que,
licenciado respecto a los “repartimientos entre otros ejemplos, así lo dejó en claro
1.. Arqueólogo titulado en la Universidad del Norte, sede Antofagasta. Estudios de doctorado en Ciencias Antro-
pológicas en la Universidad de Buenos Aires. Especialista en prehistoria, periodo hispano-indígena y etnografía
de las regiones de Atacama y Coquimbo. Correo electrónico: molle.cultura@gmail.comura@gmail.com.
2. Carta 12. Al Príncipe Maximiliano. Santiago, 26 de octubre de 1552. En: Cartas de Don Pedro de Valdivia que
tratan del descubrimiento y conquista de la Nueva Extremadura. Edición facsímil realizada en conmemoración
del Quinto Centenario del Encuentro entre Dos Mundos. Presentación de Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Presi-
dente de la Junta de Extremadura. Prólogo e iconografía de Miguel Rojas-Mix. Transcripción y notas de Mario
Ferreccio Podestá. Editorial Andrés Bello-Editorial Lumen. 1991. 291 páginas. Santiago.
3. Cortes Olivares, Hernán, 2004. Relación de las visitas y tasas que el señor Fernando de Santillán Oidor de
su Majestad hizo en la cibdad de Santiago provincias de Chile de los repartimientos de indios de sus términos
y de la cibdad de la Serena. 1558. En: Pueblos originarios del Norte Florido. Huancara Estudio Histórico. Obra
financiada con el aporte del Fondo de Desarrollo de la Cultura y las Artes. FONDART. Región de Coquimbo. Pp.
11-231. La Serena.
4. Haciendo uso del nombre original, luego convertido en “Elqui”.
El Chasqui | N° 10 23
el secretario del obispo Manuel de Alday cuando hallava quien asistiese a los Enfermos, ni aun
en el siglo XVIII este último tuvo dificultades para quien enterrase a los Difuntos, por cuya causa
ingresar a ese lugar: estava la Iglesia Parroquial apestada por los
muertos mal enterrados: por esso no solo por
“El Sr Vicario de Coquimbo tenia prevenido a el peligro de conthraer el accidente, sino mucho
otro arriero de la tierra para ir al valle de Elque, mas porque no se podia convocar el Pueblo
pero falto en la ocasión; y con dificultades se ni para las confirmaciones ni para misión,
pudo coger otro con las pocas bestias que trajo, determino su Iltma no internarse dentro el valle;
cuando ya instava la partida. El otro motivo fue la sino llegar solo hasta Marquesa la Baja, distante
epidemia que avia en el valle de Elque, de suerte ocho leguas, ahorrando tambien la comitiva
que por ser contagioso el accidente, apenas se según prestasen las Bestias…”5
Tocante a las primeras mercedes de tierras en el expone en un mapa de 1810, abarcando por
“valle de Coquimbo”, la historia colonial señala el oeste parajes vinculados al historial colonial
que en el siglo XVI “a ambos lados del río se de los “dieguitas” y por el este a la “asienda del
repartieron las chacras y estancias”; también que, barillal” y “quebrada de paiguano”, tramo donde
a inicios de la siguiente centuria, otorgamientos “las viñas se encuentran dibujadas planta por
en el curso del río Claro (1605), Paihuano planta, entregándoles la identidad de vides”10 .
incluido, eran consideradas concesiones de
“tierras marginales”7. Pero, siete u ocho siglos antes de la
instauración del sistema de encomiendas,
El poder de los terratenientes en detrimento de los previo a la eclosión conquistadora en el
intereses de los naturales es un hecho consignado usufructúo de estas tierras, la arqueología11
en los análisis históricos8. .En la consolidación sitúa la ramificación secuencial de asentamientos
del progreso unilateral, propietarios avecindados Diaguitas12 en su calidad de agricultores y
en el valle multiplicaban testamentos acerca pastores, cuando no de pescadores en sus
de “haciendas de viñas” ligadas a imposición ocupaciones costeras, y de mineros mientras
de capellanías durante el siglo XVIII9. Y es rompían piedras en las quebradas laterales a los
consecuencia de ese largo proceso lo que se valles del norte semiárido, especialmente en la
5. Documento Núm. 252. (Archiv. del Arzdo. Stgo.- Lib. IV, pág. 405). Carta en que el Illmo. D. Manuel de Alday da aviso al rey que
ha visitado la parte septentrional de su diócesis, hasta llegar a Copiapó. A 22 de Febrero de 1758. Retorno al sur desde Copiapó:
Del 12 de agosto de 1757 en adelante.
6. Acepción adaptada de Lacoste, Pablo y Alejandro Salas, 2021. Molinos hidráulicos harineros en Coquimbo (Chile, 1544-1750).
En: Historia Agraria, 85, diciembre 2021, pp. 99-127. Doi 10.26882/histagrar.085e03l © 2021 The Author(s).
7. Villalobos R., Sergio, 1983. Ocupación de tierras marginales en el Norte Chico: un proceso temprano. Cuadernos de Historia
3. Departamento de Ciencias Históricas. Universidad de Chile. Julio 1983. 16 páginas.
8. Carmagnani, Marcelo, 1963. El salariado minero en Chile Colonial. Su desarrollo en una sociedad provincial: El Norte Chico
1690-1800. Universidad de Chile. Centro de Historia Colonial de la Facultad de Filosofía y Educación. Editorial Universitaria, S.
A. 113 páginas. Santiago; Villalobos R., Sergio, 1983. Obra citada; Cavieres F., Eduardo, 1993. La Serena en el S. XVIII. Las di-
mensiones del poder local en una sociedad regional. Ediciones Universitarias de Valparaíso. Universidad Católica de Valparaíso.
210 páginas.
9.Archivo Arzobispado de La Serena. Libro Testamentos 1765-1882.
10. Soto González, Natalia, 2022. La cartografía vitícola de valle de Elqui en 1810. Vol. 9, nº 25, 117-134, enero 2022 | ISSN
0719-499, https://doi.org/10.35588/rivar.v9i25.5419.
11. Con la especial y señera dedicación de parte de Francisco Cornely.
12. Es decir, Animas, Diaguita y Diaguita-Inca.
El Chasqui | N° 10 24
época del mestizaje con los incas13. Los reiterados asentamientos, en especial de
aquellos basados en la presencia de rasgos
A la vez, tales asentamientos descansaron más incaicos, o sea, Coquimbito, Altovalsol o
sobre las raíces dejadas por el pueblo Molle Quilacán, enfatizan el nucleamiento de población
desde los albores de la época agroalfarera, dentro de lo que, en términos comarcanos, se
cuyos remanentes se concentraban ha concebido como “la hoya arqueológica de
mayormente en lo que ahora es Saturno14 Altovalsol”17.
a El Molle-La Fortaleza15, ejercitando siembras
de subsistencia (maíz, porotos), pastoreo Aguas arriba de este nucleamiento, las
(llamas) y cacería (guanacos, especialmente), convivencias Diaguita-Inca figuran menos
aunque todavía denotando fuerte ligazón con aglutinadas que en el anterior ejemplo18, aunque
una más ancestral práctica cazadora-recolectora sus persistencia en lugares como Puclaro, San
(guanacos, frutos silvestres) propia del vasto Carlos y San Isidro anteceden a otras tantas
sistema de quebradas de interfluvios; hábitats ramificaciones que avanzan hasta las puertas
serranos de pobladores mucho más antiguos de la cordillera de los Andes, pareciendo
que poco o nada fijaron residencias en el curso ser que el retirado tambo Las Terneras19
de los estrechos valles. tuvo el papel de campamento base para
excursiones francamente de alturas cordilleranas,
Explayándose en el ancho de terrazas regadas verbo y gracia, el asentamiento Tambo (El
por acequias, según apunta la pluma de Vivar16, Indio) y los cercanos adoratorios en los cerros
la secuencia prehispánica Diaguita plasmó en el Doña Ana y Los Tórtolas. El descubrimiento de
territorio aludido el uso de tierras a la vera del varios cementerios en San Isidro, destruidos
río y sus afluentes principales. Las tierras bajas por particulares o embancados por el río,
del valle concentraron ocupaciones remarcadas notándose allí “mayor influencia incaica”20, viene
por importantes grupos de cementerios, entre a configurar otro centro de población inmediato a
otros, La Serena y alrededores (La Compañía la época de la irrupción hispánica, insinuando un
por el norte, Peñuelas por el sur), más al este parangón con lo acontecido en las occidentales
los vestigios se encuentran en Coquimbito, tierras regidas por Anien.
Altovalsol, Las Animas, Quilacán, Punta de
Piedras, Hacienda La Calera, Titón, hasta llegar De acuerdo a lo ocurrido en los últimos 30 años,
a la desembocadura de Quebrada Marquesa, los estudios de cerámica arqueológica en Elqui
trayecto en que los Incas entronizaron un dominio y Limarí demuestran el dinamismo impulsado
irradiado desde Coquimbito movido por la mano por los incas con movimientos a gran escala
del jerarca Anien. de poblaciones desde otras latitudes hasta los
valles locales21. La variabilidad alfarera tardía
13. Un visión general sobre las poblaciones prehispánicas del valle de Elqui se ha expuesto en el texto de Castillo, Gastón, 2011.
Diaguitas arqueológicos y Diaguitas etnohistóricos, una aproximación a la problemática étnica del valle de Elqui. Pp. 31-102. En:
Culturas surandinas Huarpes y Diaguitas. Actas Congreso Binacional Raíces de Etnicidad; Región de Coquimbo-Provincia de
San Juan, Argentina. Sociedad de Creaciones y Acciones Literarias. 384 páginas.
14. Asentamiento Gabriela Mistral.
15. Próximo a la desembocadura de Quebrada Marquesa.
16. “Capítulo XXII, que trata del valle de Coquimbo, de indios y cosas que ay en él”. En: Gerónimo de Vivar, 1558. Crónica y
relación copiosa y verdadera de los Reinos de Chile. Edición de Leopoldo Sáez-Godoy. Bibliotheca Ibero-Americana. Colloquium
Verlag Berlín. 1979. 347 páginas.
17. Cornely, Francisco,1956. Cultura Diaguita Chilena y Cultura de El Molle. Editorial del Pacífico. S.A. 223 páginas. Santiago.
18. Basándonos en estudios de Cornely que se mantienen vigentes no obstante su antigüedad, dado que la renovación hasta
hoy no es otra cosa que mínimos apuntes. Véase: 1942. Mapa Arqueológico del valle de Elqui y adyacentes. Boletín del Museo
Nacional de Historia Natural. N°20. Pp. 103-106. Santiago; 1956. Obra citada.
19. Margen sur-occidental del río Turbio, inmediato a la Ruta 41 que conduce al Complejo Fronterizo Paso de Agua Negra:
Ampuero Brito, Gonzalo; Ángel Durán Herrera y Doménico Albasini Santander, 2012. Las Terneras. Un Tambo Inka en el Río
Turbio. Estudio Preliminar para su Puesta en Valor. Proyecto Estudio Arqueológico del Tambo Inka Las Terneras. Financiado por
FONDART N°3723/12. La Serena.
20. Cornely, Francisco. 1946, Descripción de algunas piezas cerámicas del Museo de La Serena. Boletín del Museo Arqueoló-
gico de La Serena Nº 2. Pp. 15-16. La Serena; 1949, Algunas cerámicas con influencia incaica encontradas en el valle de Elqui.
Boletín del Museo Arqueológico de La Serena Nº 4. Pp. 2-11. La Serena; 1956. Obra citada.
21. González, Paola, 1994. Cambios estructurales en diseños Diaguita-Inka. Museos N°18. Coordinación Nacional de Museos.
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. Pp. 9-12. Santiago; Cantarutti, Gabriel, 2002. Estadio Fiscal de Ovalle: Redes-
El Chasqui | N° 10 25
retrata de cuerpo entero cuan fuerte fue la ríos y quebradas, surtiendo agua suficiente para
injerencia de mitimaes en el corazón del norte el desarrollo de labores agrícolas basadas en
semiárido chileno y en lo principal, Marquesa, una mayor extensión de tierras llanas y terrazas
Puclaro, San Carlos, San Isidro, Rivadavia, escalonadas disponibles para sembradíos,
Paiguano, conservan las señales fundacionales reflejando, en consecuencia, condiciones que
de población precolombina en lo que se viene han favorecido la eficacia del poblamiento
perfilando como territorialidad del antaño valle humano en espacios como éstos22.. En otras
de Elque. palabras, “los pueblos originarios sentaron las
bases de la construcción del patrimonio. Ellos
Aquello fue el producto de la gravitación de los instalaron en este territorio la cultura del agua,
pueblos originarios en su convivencia con un la cultura del riego y la cultura del agro”23 .
medio ambiente natural provisto de los principales
Los Tambos
Línea Casablanca - Los Tambos
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El Sanjeado
Guanaqueros Diaguita - Inca
30 km
Figura 1. Distribución de asentamientos precolombinos teniendo como base el mapa elaborado por
Francisco Cornely, 1942. Boletín del Museo Nacional de Historia Natural. N°20. Pp. 103-106. Santiago.
Se agrega información posterior al trabajo de Cornely, especialmente en lo que tiene relación con sitios
adscritos al período incaico, entre ellos Coquimbito y adoratorios de altura como Los Puntiudos, Doña
Ana y Las Tórtolas.
cubrimiento de un sitio Diaguita-Inca en el valle de Limarí” (IV Región de Coquimbo, Chile). Memoria para optar al título de Ar-
queólogo. Profesora guía: Fernanda Falabella Gellona. Universidad de Chile. Facultad de Ciencias Sociales. Departamento de
Antropología. 434 páginas. Santiago.
22. Graña Pezoa, Fernando, 2000. Características geohistóricas de la ocupación del espacio en el curso medio del valle de Elqui.
Portal de Antropología en español. EQUIPONAYA.COM.AR. Noticias de Antropología y Arqueología.
23. Lacoste, Pablo, 2021.Vicuña y su patrimonio ancestral. En: Erque, Elqui, Vicuña. Anales de su Historia en el bicentenario de
Vicuña. Pp. 487-492. Tomo III. Herrera Vega, Héctor Hernán. Proyecto financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo. Fondo
de Cultura Tradicional. 2021. 523 páginas.
El Chasqui | N° 10 26
En los albores de la conquista, cuando el En 1550 se menciona a “los indios que servían
territorio que conformaría al Reyno de Chile era a la ciudad de Santiago y los de los valles que
conocido en líneas gruesas, Pedro de Valdivia servían en La Serena”31, materia que en la
escribió en sus misivas la palabra “Coquimbo” relación del licenciado Santillán luego será cosa
como hoy se conoce, aunque el mismo Gerónimo de detalles. Son igualmente apreciados los
de Vivar habló del “valle de Quimbo” en los contenidos de la crónica de Gerónimo de Vivar,
primeros relatos sobre la travesía efectuada por fechada el mismo año que el escrito de Santillán,
dicho conquistador. Previo a ello, entre quienes o sea, 1558, y que, al margen de que en principio
tuvieron la misión de tomar notas del derrotero nos retrotrae al tiempo de los encabezamientos
seguido por Diego de Almagro en la entrada a generalizados, enseguida particularizará, con la
“Chili”, hubo mayores dificultades para entender justeza de un viajero en ruta acelerada, aspectos
una expresión que seguramente escuchaban que se pueden ir enumerando, por ejemplo: “Este
por primera vez en boca de lenguaraces valle de Coquimbo (1) es vistoso e ancho, más
indígenas. Sin faltar en esas crónicas el término que ninguno de los que he dicho. (2) Corre vn rrio
prevaleciente, éste podía ser escrito según como por él (…) (3) Avía muy mucha gente y hera muy
sonara a los oyentes, por ejemplo, “Guaguingo”, poblado (…) (4) Este valle es de costelación e
“Quaquingo”, “Coquinga”, “Coquembo”25. tenple diferentes de los que he dicho, (5) porque
aquí comienza la tierra que llueve, (6) no tanto
Hilando anotaciones desde 1541 hasta 1558, que las comidas se criasen con el agua, sy no
los papeles coloniales redundarán en referirse a
las ayudasen con rregallas con las acequias”32. Fray Diego de Medellín informa que “Francisco
de Aguirre, clérigo presbítero, sirve la doctrina
Ahora bien ¿cuándo y de qué manera la historia del valle de La Serena, su salario es trescientos
va posesionando al valle de Elque como una pesos en oro, y cincuenta en comida”. Medellín
particular variante socio geográfica aguas arriba anota también que dicha doctrina limitaba por el
de La Serena? En tal sentido, una síntesis general oeste con la parroquia de La Serena y que:
dirá que:
“En el pueblo de Coquimbo que se llama La
“Después de un cierto período de ocupación del Serena, sirve de cura García de Velasco, clérigo
valle de Elqui por los colonizadores españoles, presbítero. Tendrá de salario, conforme a la
principalmente en la forma de “encomiendas” erección, doscientos pesos, poco más o menos,
indígenas, se funda en 1585 la parroquia y sus derechos”36.
de Vicuña, como una iglesia parroquial que
probablemente estuvo ubicada en un lugar que Por febrero de 1606 el cura Aguirre poseía
en el siglo XVII recibirá el nombre de “Pueblo una viña en el “valle de Elque”37, pudiendo
delque”. Como la población del valle era concluirse que existía una sinonimia entre “valle
predominantemente indígena, esta parroquia de La Serena” y “valle de Elque”, hasta que en
se funda como “doctrina de indios”, a cargo de noviembre de 1646 Fray Gaspar de Villareal es el
un cura “doctrinero”, y comprendía naturalmente primero en “utilizar la denominación Doctrina de
toda la zona rural de esta cuenca. Por lo tanto, Elque en reemplazo de Doctrina del valle de La
ya durante los siglos XVI y XVII existían dos Serena”38. Y es por razones de adoctrinamiento
curatos: el de La Serena y el de Elqui”33. que Elque recién comienza a tener protagonismo
iniciado el siglo XVII, no obstante que se asume
Entendemos que Vicuña no entra en este una mayor antigüedad para dicho lugar. Esto
razonamiento34 y que el año 1585 corresponde al último, al margen de no haber sido referenciado
inicio de la evangelización en las tierras interiores en los papeles que tratan sobre las vicisitudes
gracias a la presencia de la iglesia del Pueblo de del primer siglo de la conquista, habiendo
Elque, que en lo sucesivo viene a ser sinónimo puntos sobre el particular que se esgrimirán más
de El Tambo. Noticias sobre la “iniciación de la adelante.
primera parroquia en el valle”35 comienzan a ser
conocidas no por iniciativas de encomenderos Mientras tanto, entre las primeras impresiones
o funcionarios administrativos, sino gracias a respecto “valle de Coquinga, que es cabecera
intereses del clero. Efectivamente, se da como de todos tres valles39, donde halló al señor
fecha original el año 1585 y en ese mismo año principal”40, el cronista Mariño de Lobera afirmaba
32. Crónica y relación copiosa y verdadera de los Reinos de Chile. Obra citada.
33. Zúñiga Ide, Jorge, 1980. La consanguinidad en el valle de Elqui. Un estudio de Genética de poblaciones humanas. Ediciones
de la Universidad de Chile, sede La Serena. 180 páginas. La Serena.
34. Como se sabe, la Villa de San Isidro de Vicuña recién entra a tallar en el siglo XIX y la iglesia en Marquesa La Alta, antece-
dente territorial de Vicuña, data del siglo XVIII, igual que en el caso del vecino San Isidro.
35. Caroca Lazo, Mario, s/fecha. Datos para ayudar a la investigación histórica sobre la iglesia católica en el valle de Elqui. Ma-
nuscrito de 33 páginas.
36. Documento Núm. 11. (Archiv. del Arzdo. Stgo.- Lib. XX, pág. 58). “Carta del Illmo Fr. Diego de Medellín, en que da minuciosa
cuenta al rey Felipe II del estado de la diócesis de Santiago”. A 18 de Febrero de 1585. En: Colección de documentos históricos,
recopilados del Archivo del Arzobispado de Santiago. 1919. Tomo I. Págs. 24, 25 y 27. Texto también citado por Caroca Lazo,
Mario, 1979. Panorama de la población de bautizos y sus apellidos en el territorio de la Doctrina de Elqui entre los años 1667
y 1682. Universidad de Chile Sede La Serena. Departamento de Ciencias Sociales. Área de Historia de Chile y de Historia de
América. 35 páginas. La Serena.
37. FJS 59-1, f 130r, 130v y 131r. En: Pizarro, Iván 2005, Las identidades en el Norte Chico durante el siglo XVII. Estudio sobre
los indios churumatas del valle de Elqui. Tesis para optar al título de Antropólogo. Profesora guía Viviana Manríquez. Universidad
Academia de Humanismo Cristiano. Departamento de Antropología. 139 páginas. Santiago.
38. Caroca Lazo, 1979. Obra citada. Fuente original: Documento Núm. 84. (Archiv. del Arzdo. Stgo.- Lib. XXIV, pág. 106). “In-
forme del estado de las doctrinas de la diócesis de Santiago, presentado por el Illmo Fray Gaspar de Villarroel al Gobernador
del reino. - Estipendio de los curas doctrineros.-Censos de indios.-Supresión de algunas parroquias”. Noviembre de 1646.
39. Copiapó, Huasco y Coquimbo, es decir, la “Huamani” o provincia incaica de Coquimbo.
40. Almagro; episodios de su vida. De la Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano por el Ca-
pitán Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, Primer Cronista del Nuevo Mundo. Capítulo IV de esta obra publicada recién en
1855. En: Boletín de la Academia Chilena de la Historia. Año IV. Primero y segundo semestre de 1936. N°7.
El Chasqui | N° 10 28
que el: “…valle que los naturales llamaban Más allá de constataciones arqueológicas que
Coquimbo” (…) “está adelante una legua el también están sesgadas por basarse solo en
río arriba41 y era el asiento donde residían los contextos fúnebres descubiertos por Cornely en
capitanes del rey del Perú y la demás gente predios centenariamente removidos por el arado,
de guerra que con ellos estaban. Y allí tenían y sin que hasta ahora se hayan concretado
casa de fundición, donde fundían mucho oro, y avances significativos, no resulta sencillo conocer
sacaban de allí cerca suma de cristal, y muchas los detalles coloniales más tempranos de Elque.
turquesas que labraban…”42. De hecho, Hernando de Santillán (1558) no
dice un ápice respecto a este sustrato territorial
“Gobernador peruano” llama Lobera a Anien43, cuando se centra en las encomiendas que
el representante del inca en la Huamani de calzan con la extensión del aludido valle. De esta
Coquimbo, aunque este “Totricoc”-según la manera se ha vuelto clásico repasar la situación
terminología quechua- en realidad sería un de las primeras encomiendas concedidas desde
señor de origen mapuche44, lo mismo que Paiguano a Marquesa, según Santillán y algunos
su cogobernante Maracondi45. A la vez, de antecedentes más antiguos que la visita de este
las tantas lecturas que se pueden hacer al Oidor de la corona:
escrito de Lobera, remarcamos dos aspectos
de consideración: 1.- acota un espacio para 1.-Repartimiento de Diaguitas Chile en
el aposento del señor principal que, haciendo Rivadavia bajo la tuición Pedro de Cisternas,
el parangón con los asentamientos diaguita caciques Queopo y Cobipoco (ambos de origen
incaicos, coincide con el sector entre Coquimbito mapuche). Encomienda de 114 personas,
por el oeste hasta Altovalsol/Quilacán por el este, remarcándose la minería del oro en manos de
territorio de grandes hallazgos arqueológicos “mozas” e “indios lavadores” en Andacollo, y la
con impronta incaica, como ha sido develado existencia de un “yndio characamayo”, o bien,
páginas atrás; 2.- Al ser taxativo en la fijación “chacaramayo”, según Guerrero, oficio quechua
territorial donde moraban “los capitanes del Rey de quien estaba “encargado de cultivar la chacra
del Perú” y sus huestes, a corta distancia de La o el campo”46.La ubicación de Rivadavia como
Serena, deja entrever que encauzando los pasos pueblo de indios Diaguitas Chile la consigna
más arriba de este sector de poder y distinción, Hernán Cortés desde las temprana fechas de la
la cuestión Inca respondía a otra situación conquista hispánica 1536-154447, coincidiendo
organizacional, esta vez atinente al curso medio dicho asentamiento con lo que el mismo autor
y medio superior de las tierras beneficiadas por acota en la figura 2 respecto a la relación de
los cuzqueños, esto es, la circunscripción original Pedro de Cisternas con aquella la localidad48.
del valle de Elque.
60. Jara, Álvaro, 1971.Guerra y Sociedad en Chile. Las transformaciones de la guerra de Arauco y la esclavitud de los indios.
Colección Imagen de Chile. Editorial Universitaria. 255 páginas. Santiago.
61. Cortes, Olivares, 2003, ob. cit.
62. Cortés Olivares, Hernán, 2005. El origen, producción y comercio del pisco chileno, 1546-1931. Revista Universum Nº20 Vol.2:
42-81.
63. Guerrero Rojas, Luis, 2006. Obra citada.
64. Historia geográfica e hidrográfica con derrotero general correlativo al Plan de el Reyno de Chile que remite á Nuestro Monarca
el Señor don Carlos IIIº que Dios guarde, Rey de las Españas y de las Indias, su Gobernador y Capitán General don Manuel de
Amat y Juinent, 1760. Revista Chilena de Historia y Geografía, N°53 al 62, Santiago, 1927 a 1929.
65. N°7 en la lista de identificación de lugares. Soto González, Natalia, 2022. Obra citada.
66. Ver Figura 2 elaborada por Hernán Cortés 2003. Obra citada.
67. A este cacique los especialistas también le atribuyen origen mapuche.
68. Cortés, Olivares, 2003, ob. cit.
69. Obra citada.
70. Guardia, Gabriel O.S.B., 1993.Iglesias en Chile. 1541-1826. Repositorio UC. III. Pastoral Rural. 3.1. Encomiendas y doctrinas.
El Chasqui | N° 10 31
“...La doctrina de Elque es un valle que tiene de correspondiente valle con naturales y cristianos,
largo veinte leguas y de un ancho una legua, y esto, en contraposición a la acotada singularidad
dos en parte; y en él se comprenden los pueblos con que distingue al “pueblo de Diaguitas”. La
de Elque y el pueblo de Diaguitas, está el uno original ubicación de estos diaguitas en el flanco
de las otras dos leguas y en ellos los caciques y sur del valle74 incluye extensas tierras aledañas
algunos indios; y en el río abajo y arriba muchas dedicadas por su primer encomendero (Pedro
estancias, pobladas con indios; y los de los de Cisternas) a viñedos para elaboración de
pueblos están los más con sus encomenderos vino y aguardiente75, tramo que más tarde los
en sus estancias, distantes a seis, a ocho, a vecinos comenzaran a apropiárselo como “Valle
doce, a cuatro y a dos leguas…”71. de los Diaguitas”, asociado a las aguas que en
esa parte era percibido bajo el nombre mapuche
Lo esbozado por Humanzoro, sucintamente de río “Amipún”76; denominaciones de lo cual
redondea la impresión de lo que, en términos se da constancia en documentos fechados en
geo demográficos, venía a ser Elque en la
1605 y 161877, mientras regía Francisco Cortés
segunda mitad del siglo XVII. La concordancia
Monroy y “don Juan” era “cacique de los indios
temporal entre la descripción realizada por Diego
diaguita”78, localía situada no muchos kilómetros
de Humanzoro (1662) y el Libro 1 de Bautismo
al este de la iglesia y pueblo de Elque.
de la antigua doctrina de Elqui (1667 y 1682)72,
posibilita ser más explícito en la identificación No obstante, por esos mismos años la
de lugares que conformaban dicha doctrina, distribución de “los indios diaguitas”
distinguiéndose-de oriente a poniente- el Pueblo contaba con otros ribetes. En efecto, siendo
de Diaguitas, La Compañía, Marquesa Alta, “Puclalu (Puclaro) un pedazo de tierra en el
iglesia San Ildefonso de Elque, iglesia de San valle de Elque”, el cinco de abril de 1606
Antonio del Maitén, iglesia de San Francisco de se consigna la existencia de “ciertas tierras
Marquesa Baja y estancia de Marquesa Baja, que están vacas de los diaguitas” 79 . Es
iglesia de San Pedro de Poya y estancia de Poya, decir, allí ya no vivián diaguitas, pero en un
iglesia de San Francisco de Quilacán y estancia momento dado estos se habían extendido
de Quilacán. De un total de 330 personas, el unos buenos kilómetros aguas abajo de su
Libro 1 de bautismos demuestra que la iglesia de habitual residencia, sobrepasando incluso
San Ildefonso de Elque registraba el cincuenta los límites occidentales de la parcialidad
por ciento de la población de bautizados, el 25% de indios churumatas, quienes convivían
correspondía a la iglesia de Marquesa Baja, y el con lo que en 1667 se conocía como Iglesia
restante 25% se repartía entre Quilacán, Poya y Parroquial del pueblo de Elque, Parroquia del
Maitén73. pueblo de Elque o Iglesia de San Ildefonso
de Elque-templo de convocatoria espiritual
Es sintomático como Humanzoro se refería para españoles e indígenas, entre ellos los
a “los pueblos de Elque”, denotando una diaguitas, cuya iglesia recién se erige en
distribución de varios asentamientos copando al
1724 80 -hasta que en 1748 dicha cabecera un ejemplo de Chile central, perfectamente
religiosa aparece en los libros eclesiásticos aplicable al norte semiárido, puede decirse que:
con el nombre de El Tambo 81 .
“Este era un proceso que iba mucho más allá
Prácticamente coetáneo con lo precisado en su de la simple mudanza temporal de los indios de
momento por Humanzoro, entre 1672 y 1678, Juan un asentamiento a otro e involucraba toda una
Amasca cumplía el rol de cacique en Diaguitas bajo estrategia de apropiación de su fuerza de trabajo,
la tutela de Diego de Rojas Carabantes y de 1670 que incluía hacerlos residir permanentemente
hasta 1682 lo hacía Juan Curaca en el “Pueblo de en las propiedades rurales españolas y que
Elque”, al servicio de la familia Pastene y Aguirre82, tenía como implicancia principal su desarraigo,
figurando siempre este pueblo “frente a Marquesa”83. traducido en el abandono de sus pueblos,
Mas tarde viene el aporte de Jorge Iribarren referido cuyas tierras o parte de ellas no tardaban en
a documentos sobre churumatas en Elqui y Limarí84, ser pedidas en merced por los mismos que los
y es en las décadas más recientes cuando el manejo habían trasladado o por los vecinos de dichos
de un novedoso caudal de información acentúa su asentamientos”90.
presencia en el “pueblo de Elque”85.
Un par de palabras más sobre sobre el pueblo
Respecto a las “muchas estancias pobladas con de los churumatas. A la fecha en que el obispo
indios”, un 15 de marzo de 1555 se inscribe en Humanzoro escribe sobre el valle de Elque,
el libro del Cabildo de La Serena la Estancia tres décadas habían transcurrido desde 1606,
Marquesa en favor de Francisco de Aguirre86, y cuando comenzara a figurar el “pueblo de yndios
es que: de Elque de la encomienda del capitán Juan
de Valdovinos de Leyden…”91, y esa misma
“Las estancias y haciendas que, sin duda, encomienda pasara a manos de Jerónimo
aglutinaron una mayor cantidad de indios Pastene y Aguirre.
encomenderos durante la segunda mitad del siglo
XVII y todo el siglo XVIII, fueron las de Marquesa Considerando que un par de siglos atrás los
La Baja y Marquesa La Alta, pertenecientes a churumatas habían visto irrumpir a los incas en
los descendientes de la familia de don Francisco sus originarias tierras de Bolivia, que también
de Aguirre: Fernando, Ignacio, Miguel Riberos y antes Pedro de Valdivia había sacudido la vida
Aguirre y Miguel Aguirre, quienes tuvieron en su de los indígena en su entrada a Chile, incluido
poder en forma sucesiva la encomienda”87. las mercedes de tierras repartidas por su
mandato, es bastante tardío que, al margen de
También estaba “El Mayten, estancia de las distancias y las demoras de traslados fuera
los Aguirre de carácter fundamentalmente de sus reales, recién en el siglo XVII emergieran
ganadera”88. A propósito, la feble condición de en la historia local los churumatas, aun cuando
los indígenas una vez sometidos al régimen de de la misma lectura de papeles coloniales se
las estancias ha sido tratado con detención en vislumbran detalles que sugieren abrirnos a
lo que a Elqui se refiere89. Más aún, siguiendo perspectivas francamente de mayor antigüedad
En conclusión, la antigüedad más real de los “Lo otro. El dicho mi agüelo llamado Consara,
churumatas en el valle de Elque se hunde en el juntamente/ con mi padre don Alonso Ayavire, su
siglo XVI, aproximándose a los tiempos de los hijo, como leales vasallos a Su Majestad fueron
primeros europeos en estas latitudes. Por qué a la Jornada de Chile en servicio de su Majestad
no fueron considerados en el catastro elaborado con los capitanes don Diego de Almagro y
por Santillán es un problema para indagar, Pedro de Valdivia y con los demás capitanes y
sin olvidarnos que en 1606 el cacique don soldados de Su Majestad a la dicha conquista
Alonzo Puri tenía entre sus tributarios a “doña de Chile. Y estuvo dos años en la dicha Jornada
Ysabel”, viuda “de un cacique llamado don Juan en el seruicio de Su Majestad como es público y
Bohón”95, el mismo nombre de quien, en 1544, notorio…”98.
había poblado inicialmente de españoles al valle
Al margen de los apuntes sobre el valle o pueblo de
de Coquimbo por encargo de Valdivia96; materia
los diaguitas, lo mismo en relación a la existencia
difícil de pensar en que se haya tratado de una
de los churumatas, todo lo demás es parte del
simple coincidencia sin que hubiera existido un
aparataje administrativo español, incluido la
acto de consanguineidad de por medio.
inserción y distribución de parcialidades foráneas
Respecto a la causa de tan lejana instalación, la al valle, modelo que desde los albores de la
opción más plausible es haber sido movilizados conquista satisface las expectativas de Valdivia
en calidad de mitmakunas, porque en lo que se al informar que Francisco de Villagra “…andaba
refiere a conexiones con áreas detrás de los en el valle de Coquimbo castigando los naturales
Andes se vislumbra un camino “más despejado” (…) e así están muy pacíficos sirviendo...”99.
para los churumatas debido a su reconocida
historia de traslados forzados dentro del La síntesis de lo que fue el valle de Elque
panorama multiétnico en tiempos de los incas en durante los siglos XVI al XVIII, conlleva también
Bolivia y Argentina. De hecho, se postula como el derrotero de las comunidades indígenas
un acontecer enmarcado en la: sometidas, pueblos que aun siendo denominados
chiles, diaguitas o churumatas-cual si fueran
“conquista que el Inca Tupac Yupanqui realizó en comunidades consanguíneamente homogéneas-
Tarija, aproximadamente en 1472, sacando a los quedaron expuestas al tráfago del sistema de
encomiendas que las convirtió en entidades pueblo del Elque” (Nov. de 1666 o 1667), “I.
variopintas en su tramado social, comenzando parroquial de S. Ildefonso de Elque” (Feb. de
por la imposición de jefaturas (caciques) no 1667), o bien, “I. parroquial del pueblo de S.
concordantes con los sentimientos étnicos de Ildefonso de Elque” (1678) 104. Se distinguen
quienes suponían representar, manteniéndose, indicaciones de pertenencia precisa, tal como
sobre todo, reminiscencias quechuas y mapuche en el siglo XVIII se continuaba enfatizando
al tenor de “una encomienda compuesta de acerca “…de los pueblos Churrumatos de los
grupos diferentes en el inicio del repartimiento, pueblos de Elque”105. Por su parte, en 1787
ligados luego tan sólo por el deber de tributo al se apuntaba: “Elque, Pueblo de la Provincia
encomendero”100. y Corregimiento de Coquimbo en el Reyno de
Chile, á quien están agregados por anexos
La coexistencia entre encomenderos y otros dos Pueblecillos de Indios” 106. Pero un
encomendados, incluyendo el arribo de colonos cambio de nombre estaba latente, ya que en
solicitando tierras en medio de los pueblos noviembre de 1748 bien podía escribirse “I. de
de indios, es la tónica de la “pacificación” en S. Ildefonso del Tambo” o “I. de S. Ildefonso
estas ancestrales latitudes. El dominio de los
de Elque” 107, hasta que queda estampado
Incas había desaparecido más de 100 años
lo siguiente en un documento de 1760: “El
atrás, aunque en 1641 la iglesia daba fe que
Tambo, es Pueblo de Indios que corre de una
en la doctrina de Coquimbo todavía “se habla
y otra parte del Rio…30º 57’ 310º 40’” 108.
la lengua del Inga, que llaman la general del
Cuzco”101. Un par de décadas más adelante En el léxico arqueológico, tambo es un concepto
había paridad entre apellidos de origen quechua, cargado de connotaciones importantes y tal
o sea, la lengua del Cuzco, y aquellos de origen parece que con el cambio de nombre se pasa a
mapuche. De que allí que el pálpito es que “de reconocer cual habría sido el basamento cultural
1641 a 1667 existe tan corto periodo de tiempo de este lugar. Sin más lejos, en los documentos
que la vigencia de la Lengua del Inca debe haber transcritos por Pizarro (2005) se vislumbra
estado presente en el territorio de la Doctrina”102. dicha situación consignándose presencia de
“el tambo y iglesia [de los indios]” O bien que:
Sin embargo, se prevé discordancia en cuanto “Algunos indios de la comunidad participaron en
al tema mapuche, porque Fray Gaspar de la probanza de Rojas, los que declararon a su
Villarroel asumió que la “lengua general de favor y en español; a su pueblo se les llama en
Chille” se hablaría con facilidad en otras ciertas ocasiones como “el tambo de los indios”,
doctrinas menos en Coquimbo, no cuadrando el cual al parecer tenía iglesia”.
lo dicho con la realidad palpitante, porque el
valle y, en general, la provincia de Coquimbo fue No existen estudios arqueológicos que hayan
colmatada de contingentes mapuche por obra de ubicado y puesto a prueba las características
la administración incaica. concretas del nombrado tambo. Quizás se
encuentre bajo la iglesia. Sobre la cima del cerro
Instaurado don Álvaro como “cacique principal Cotox, antiguo nombre de la montaña junto al
de los indios de el valle de Elque” 103, era habitual vecindario, se conoce un campo de petroglifos,
que los sacerdotes de la época escribieran nombrándose también un recinto pircado que
en el libro de turno: “Iglesia parroquial deste en ambos casos podrían ser manifestaciones
100. Palma, Marisol, 1997. Memoria de un tiempo lejano: Indicios de pueblos de indios en el Limarí. En: Valles. Revista de Estu-
dios Regionales. Nº 3. Museo de La Ligua. Pp. 45 – 66. La Ligua.
101. Documento Núm. 81. (Archiv. del Arzdo. Stgo.- Lib. XXII, pág. 273 v). “Carta del Illmo Fray Gaspar de Villarroel, en que
hace una luminosa exposición del estado de las parroquias y pide al gobernador D. Fco. López de Zúñiga su concurso para
mejorar la situación de los Curas, ordenando el servicio en conformidad a lo dispuesto por el Rey. A 2 de Noviembre de 1641”.
102. Caroca, 1979. Texto citado.
103. Ruiz Rodríguez, 2004, obra citada.
104. Caroca, ob. cit.
105. Año 1743. Encomienda de Jerónimo Pastene y Aguirre. Archivo Jorge Iribarren. Museo Arqueológico de La Serena.
106. Alcedo, Antonio de. 1787. Diccionario Geográfico-Histórico de las Indias Occidentales ó América. Tomo II. Imprenta de Ma-
nuel González. 636 páginas. Madrid.
107. Caroca, Mario, sin fecha. Obra citada.
108. Manuel de Amat y Juinent, 1760. Obra citada
El Chasqui | N° 10 35
preincaicas en el lugar, mientras que el topónimo En relación a lo último, desde los registros del Libro
Cotox apoya el hecho que los incas hayan 1 de Bautismo de la antigua doctrina de Elqui se
participado en el historial del señalado pueblo: indicaba que, sobrepasando el hito de Marquesa
Baja como enclave económico de los Aguirre,
“Del quechua qotto, kjoto, k’oto, coto, bulto la jurisdicción eclesiástica de dicha doctrina
en el cuello, bocio, hipertrofia de la glándula se extendía aún más al oeste, calzando con el
tiroides, montón (Lizondo, Márquez). Habría sido lugar donde estaba la iglesia San Francisco de
adaptado por los mapuches como trotro = tumor Quilacán, cuyas anotaciones comienzan a partir
(Grau)”109. de 1667. También estaba la “estancia o chacra del
A propósito de la influencia mapuche en el valle Capitán D. Pedro Cortés de Monroy”112, a saber,
de Elqui, otro topónimo inserto en los papeles “uno de los emprendimientos más prósperos
que hablan de la localía churumata es Memi: y dinámicos de la región de Coquimbo en el
siglo XVII, estrechamente vinculada a las redes
“Tal vez del mapudungún mëñen = bañarse, comerciales locales y regionales”113, sumándose
y de ahí a meni = bañado, limpio (Grau).// en el mismo año referencias tales como la
O podría tratarse de una deformación del “encomienda del Gral. Gerónimo Pastene y
sustantivo mapudungo melí, meli, la mirtácea Aguirre. Iglesia semiparroquial de la Estancia
Amomyrtus meli, usado como bebida refrescante de Quilacán”, y la “encomienda del Gral. Don
(Ramírez)”110. Agustín114. Iglesia semiparroquial de Quilacán”,
siendo la capilla más antigua del sector, ubicada
La importancia como reducto de indios en la ribera sur del río, al frente de Altovalsol115.
churumatas siguió su marcha, arrastrando, sin
embargo, continuos pleitos con españoles por Pero hay registros más tardíos y más al poniente
usurpación de tierras y agua, intercalándose todavía. Por ejemplo, la partida de bautismo del
de vez en cuando el apelativo “pueblo de 10 de abril de 1736, dice: “En el Valle de Sn.
Elqui”, pero el cambio de denominación Ildefonso, y en su Capilla de la chacara nombrada
estaba consolidado. De hecho, el delegado Coquimbo…”. O bien, en partidas de entierros
Andrés Fernández Campino sugería al como esta: “En el Valle de S. Ildefonso de Elque,
presidente Ambrosio Higgins en el año 1789: y en su Iglesia de Ntra. Sra. en su Purísima
Concepción, de la chacra de Coquimbo”; es
“Diputación de Tambo: Es conveniente decir, se estaba haciendo eco de vastedades
dividir la Diputación de Diaguitas por que rondaban las puertas de La Serena.
ser dilatada en extremo y sufrirlo su
población. La nueva que deberá formarse El siglo XVIII se convierte en el marco temporal
se denominará Tambo, por llamarse así el donde los ajustes administrativos se consolidan
pueblo de indios que hace de cabecera y en la definición de límites parroquiales o, en
estar en él la capilla principal del curato. Su palabras de Jorge Pinto: “Al este de La Serena
extensión debe ser desde la división de la estaba el curato de Elqui, cuyo territorio abarcaba
Diputación de Cutún por el oriente, mismo pueblo el valle del mismo nombre, excepto las últimas
de Tambo y comprendiendo las haciendas de siete leguas que pertenecían a Cutún…”116.
Poya, Marquesa La Baja y Alta”111.
Curato es el calificativo que entra en boga y, Rivadavia y Diaguitas, como otros tantos parajes
según la circunstancia abordada por Pinto, poco del denominado “partido de Coquimbo”, son
menos de 40 kilómetros al este de La Serena se mencionadas a cargo de respectivos tenientes
demarcaba el límite de lo que a Elque se refiere de corregidores en 1755, figurando 24 años más
en termino de servicios espirituales. El rol de tarde en esas mismas condiciones Marquesa La
las visitas pastorales es interviniente de primer Baja, San Isidro, Diaguitas y Rivadavia118; tierras
orden en estas determinaciones, por ejemplo, que en calidad de “diputaciones” una vez más
la influencia del Obispo Alday que en 1758 serán objeto de divisiones en el transcurso de
informaba: “He dividido el curato de Sotaquí y el 1789119. Además, hace tiempo que sus límites
de Helque, que eran demasiadamente dilatados, han dejado de quedar circunscritas solo a la caja
haciendo dos de cada uno…”117. del valle.
La toponimia ha entregado varias respuestas Elque, hiciera el juego de las mitades, dualismo
sobre la palabra Elque o Elqui. Tales avances o de opuestos complementarios instaurados
nos acercan a un cierto significado, según durante la administración incaica.
éste se halla originado por la influencia de uno
u otro pueblo originario en la matriz lingüística Entonces, pensando en que existe un nudo
del vocablo. Sin embargo, la otra parte del donde hacer calzar ambas problemáticas, y
problema es saber cuál habría sido la relación que es necesario intentar alguna explicación,
entre el origen de este topónimo-la razón de quisiéramos exponer de manera exploratoria una
su emergencia como tal- y la representatividad alternativa que por diversas razones ha quedado
territorial que logra alcanzar según lo avalan los en el tintero o derechamente ignorada, esto es,
escritos coloniales disponibles. retrotraernos a la mítica figura de Huelquemilla
o Helquemilla, particularizado en condición de
Está dicho que las crónicas solo visibilizan a Anien “señor del valle de Coquimbo a la llegada de
y Maracondi como autoridades concentradas en Pedro de Valdivia”, o bien, como “cacique del
las tierras bajas o más cercanas a La Serena, en Valle de Elqui y con quien Valdivia consiguió
lo que, a juicio de Mariño de Lobera, los naturales establecer la paz”120.
identificaban como el valle de Coquimbo. En
cuanto a lo que restaba de leguas al este de dicho Tales aseveraciones que resumidamente
reducto, no hay referencias implícitas sobre otro parafrasean lo dicho por Claudio Gay en la
gobernante que, haciéndose fuerte en la parte primera mitad del siglo XIX, corresponden a
media, verbo y gracia, en el primigenio valle de una versión donde este autor no cita fuente de
117. Documento Núm. 252 (Archiv. del Arzdo. Stgo.- Lib. IV, pág. 405). Carta en que el Illmo. D. Manuel de Alday da aviso al rey
que ha visitado la parte septentrional de su diócesis, hasta llegar a Copiapó. A 22 de Febrero de 1758.
118. Cobos, María Teresa, 1989. Obra citada.
119. “Informe de Dn. Andrés Fernández Campino, subdelegado de Coquimbo, al Pte. Higgins, sobre las diputaciones y tenien-
tes existentes en el partido, Serena, febrero 4 de 1789”. En: Cobos, M. Teresa, obra citada.
120. Gay, Claudio, 1844. “Historia Física y Política de Chile”. Tomo Primero. Historia. Capítulo XII. Museo de Historia Natural de
Santiago. 550 páginas; Pérez García, José Antonio, 1900. “Historia natural, militar, civil y sagrada del Reyno de Chile”. Con una
nota biográfica del autor por José Toribio Medina. Tomo I. Capítulo séptimo. Pasa don Pedro de Valdivia para el sur por los valles
del Huasco, Coquimbo y Chile, y se acuartela en el de Mapocho. Colección de Historiadores de Chile y de Documentos relativos
a la Historia Nacional. Tomo XXII. Imprenta Elzeviriana. 480 páginas. Santiago. Nota: el subrayado es nuestro.
El Chasqui | N° 10 37
García por su parte escribió: “Don José Pérez García había reunido una
copiosa colección de obras impresas y
“Volvió nuestro ejército a la continuación de las manuscritos concernientes a la historia de Chile,
marchas, y llego con ellas a plantar su cuartel y muchos documentos del más alto interés, que
en el valle de Coquimbo, cinco leguas del mar. cita a cada paso en las páginas de su libro. De
Mucho sintió, don Pedro de Valdivia el ver que algunos de ellos no tenemos más noticias que las
121. No obstante, podemos suponer que hizo directa lectura de un texto escrito por Vicente Carvallo Goyeneche, puesto que
fue C. Gay quien gestionó la traída, desde Buenos Aires a Santiago, de una copia del manuscrito de Carvallo. Nota biográfica
introductoria a la obra de V.C. Goyeneche, de parte de Miguel Luis Amunategui. I a XVII.
122 Colección de Historiadores de Chile y Documentos relativos a la Historia Nacional. Tomo VIII. Descripción histórico-jeográfica
del Reino de Chile por don Vicente Carvallo Goyeneche, precedida de una biografía del autor por don Miguel L. Amunátegui.
Tomo I. Primera parte que contiene el descubrimiento i conquista del Reino de Chile: El establecimiento de su gobierno secular i
eclesiástico: Un compendio de la historia de sus gobernadores: I una breve noticia de sus obispos. Capítulo III. Pedro de Valdivia
prosigue la marcha hasta el valle de Mapocho. Imprenta de la Librería del Mercurio. Pp. 18. Santiago. 1875. Nota: el subrayado
es nuestro..
123. Pérez García, José Antonio, 1900. Historia natural, militar, civil y sagrada del Reyno de Chile. Con una nota biográfica del
autor por José Toribio Medina. Tomo I. Capítulo séptimo. Pasa don Pedro de Valdivia para el sur por los valles del Huasco, Co-
quimbo y Chile, y se acuartela en el de Mapocho. Colección de Historiadores de Chile y de Documentos relativos a la Historia
Nacional. Tomo XXII. Imprenta Elzeviriana. 480 páginas. Santiago. Nota: el subrayado es nuestro.
124. Ruiz Rodríguez, Carlos, 2004. Obra citada.
125. Nota biográfica introductoria a la obra de V.C. Goyeneche, de parte de Miguel Luis Amunategui. I a XVII.
El Chasqui | N° 10 38
que él mismo nos ha dado en sus notas, como principal que formaba parte del repartimiento de
una historia manuscrita de Chile por Antonio Rodrigo de Araya en el pueblo de Maipo129, esto
García…”126. es:
Por este y varios otros motivos es un hecho sureños mapuche aparecería como esmirriado,
que tanto quechuas como mapuche van a de poco caudal, comparado con los torrentosos
gravitar en el desarrollo de la historia indígena ríos australes. La misma impresión le habría
local, incluso desde antes que principales causado a los incas, que lo bautizaron como
mapuche como Chambacay, Icarumbi y Quinol Elqui, con el significado de “desmembrado, flaco,
fueran trasladados al valle de Coquimbo por enfermizo”137.
parte de Pedro de Valdivia134, y también previo
al momento en que el referido varón tuvo que En referencia a contextos arqueológicos,
depositar “indios que nunca nacieron”135 para San Isidro y lo que luego se convertía en
Marquesa Alta, ha sido sugerido como otro
satisfacer las demandas feudatarias de quienes
centro de población con aumento de evidencias
comenzaban a vivir en la recién fundada ciudad
incaicas138. Esto quiere decir que, al estilo de los
de La Serena136. El sistema de mitmakunas
acontecimientos ocurridos en las tierras bajas,
impuesto por los incas tendrá mucho que ver con
allí habría germinado una segunda agrupación
la presencia de mapuche prehispánicos en los
dedicada al usufructúo y control del territorio
valles del semiárido chileno. Y en estas amplias
más interior. Además, quién sabe si en esa
miradas tercia el historiador Hernán Cortés
misma línea hipotética Elquemilla entroncaría
quien, luego de barajar alternativas quechua
como señor de las tierras superiores en nombre
y mapuche para el significado de Coquimbo,
del incanato ¿Podrían dar pie tales indicios para
concluye:
intentar un análisis sobre el tema del dualismo
“Otra versión de etimología mapuche es: “trozo en el valle principal de la antigua Provincia de
o hilillo de agua”, de ko, agua, y kimpuln, Coquimbo? Creemos que dependiendo de la
despedazar algo, hacerlo trozos. La alusión renovación de indicadores tanto arqueológicos
obvia es al río que lleva ese nombre, que para los como etnohistóricos aquello se vislumbra como
una vía a tomar en consideración.
Figura 2. Representación del área que abarcaba originalmente el valle de Elque es decir,
de Rivadavia por el este, hasta Marquesa La Baja por el oeste. Los escritos insinúan ciertas
extensiones territoriales por ambas partes: Paihuano (“Paygane”), en el caso más cordillerano, y
Quilacán por el poniente que, según la toponimia considerada en el presente mapa, se encuentra
entre Algarrobito y Las Rojas. Las tierras que desde Marquesa se van aproximando al Océano
Pacífico fueron el reducto del representante del Inca, aposentado en lo que el cronista Marino de
Lobera consideró ser el primigenio valle de Coquimpu. El originario pueblo de Diaguitas estaba
en la banda sur del valle y después fue trasladado a la actual posición en que hoy se encuentra
ANTECEDENTES
PRELIMINARES PARA UNA
HISTORIA DEL PUEBLO DE
RIVADAVIA EN EL VALLE DEL
ELQUI. 1550-1920.
FRANK VICENCIO LÓPEZ1
E
ste artículo presenta los resultados Sin embargo, sobre ello no existe ningún tipo
de un trabajo de documentación ini- de protección ni declaratoria en el marco de la
cial y extensos recorridos en terre- Ley de Monumentos Nacionales. Hasta medi-
no sobre el pueblo elquino de Rivadavia2, ados de la década de 1970, la localidad con-
ubicado a 80 kilómetros de La Serena, a 800 centraba un alto flujo de mercaderías y pasaje-
m.s.n.m., constando con unos 1.200 habi- ros nacionales y extranjeros que arribaban a la
tantes3. Es una versión más extensa y revis- última estación del ex Ferrocarril del Elqui. So-
ada de un trabajo ya previamente publicado4. bre Rivadavia aún no existen trabajos sistemáti-
Rivadavia cuenta con uno de los mayores patri- cos y su historia está aún por escribirse5,
monios materiales del Valle del Elqui, represen- de ahí que en esta recopilación de apuntes bib-
tados en una serie de construcciones vinculadas liográficos se buscó presentar antecedentes de
al antiguo ferrocarril, hospedajes y sistemas vi- forma ordenada y cronológica para una futura
ales de construcción metálica de principios del historia de este pueblo.
siglo XX.
Vista de Rivadavia (al fondo) desde el sector de Tres Cruces. Abajo, a la izquierda, se observa
el Río Claro y, arriba, el Cerro Porongo (2.700 msnm). Fotografía de Cristian Campos González.
1. Profesor de Historia y Geografía - Candidato a Magíster en Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible - Encargado Oficina
de Patrimonio (Depto. de Cultura, I. Municipalidad de Coquimbo).frankvicencio@gmail.com
2. Investigación iniciada originalmente en el marco del proyecto Fondart Regional 2020: “La última frontera: El patrimonio olvidado
de Rivadavia”, folio 528238 y cuyo ejecutor fue Cristián Campos González. El trabajo se ha profundizado y extendido en esta
ocasión.
3. Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo Región de Coquimbo: Memoria explicativa. Plan Regulador Interco-
munal, sin fecha (¿2019?), Provincia de Elqui, p. 127.
4. Herrera Vega, Héctor: Erque, Elqui, Vicuña. Anales de su historia. Tomo III (En el Bicentenario de Vicuña), Santiago, Gráfica
LOM, 2021, 523 p., pp. 264-278.
5. Sin embargo, especial mención merece la obra de Caupolicán Peña Lagos: Rivadavia: Estación de la memoria, Fondo editorial
ESSCO, 2001 y los esfuerzos que el cultor e investigador local Juan Carlos Robles ha plasmado en varios artículos sobre esta
localidad elquina: “Rivadavia: Esperando el despertar” (29/jul/2015), “La animita de Marchant – Rivadavia” (8/ago/2016), dispo-
nibles en el portal web elquiglobal.cl
El Chasqui | N° 10 42
A grandes rasgos, en las fuentes revisadas se del pueblo de Varillar por el norte y Tres Cruces
entendió por “Rivadavia” o “Ribadavia” un topón- por el sureste. Hacía referencia, por lo tanto, a
imo que describía en el periodo colonial y repub- una extensión de aproximadamente 5 kilómetros
licano un área que abarcaba las tierras cercanas de largo por 3 kilómetros de ancho y ocupando
al pueblo de Campana por el suroeste (más es- las zonas colindantes a los ríos Turbio, Claro y
pecíficamente, sector Algarrobal), hasta cerca Elqui, totalizando unos 4,2 kilómetros cuadrados.
VARILLAR
TRES CRUCES
CAMPANA
Área (en amarillo) que los estudios consultados indican como “Rivadavia”
El uso de “Rivadavia” o “Ribadavia” como topón- certeza que su origen lingüístico proviene del
imo presenta, además, una serie de dificultades latinismo “Rippa Avie”, que significa literalmente
porque fue usado desde principios de la Colo- “a orillas del río Avia”, río que se extiende por 37
nia para definir indistintamente una hacienda, un kilómetros en la Provincia de Orense, comunidad
distrito, la confluencia de los ríos Claro y Turbio española de Galicia. Por extensión, “Ribadavia”
y hasta el asentamiento en sí mismo. Tampoco es el nombre de un municipio de Galicia. Es curi-
hay claridad desde cuándo comenzó a utilizarse oso que la Ribadavia española se encuentra muy
y su origen parece hundirse en los inicios del sig- cerca de la confluencia de los ríos Avia y Miño,
lo XVII. La hipótesis popular que indica su origen en un paisaje montañoso que es muy similar al
en Argentina está totalmente descartada, puesto que enmarca el nacimiento del Río Elqui desde
que el uso chileno es muy anterior al dado a al- la unión de los ríos Claro y Turbio.
gunas localidades de ese país. Por otro lado, hay
6. Alé, Cortés, Angelo: “Complejo Cultural Las Ánimas: Una aproximación al cambio social que permite su surgimiento en el Norte
El Chasqui | N° 10 43
d.C), pues hay yacimientos arqueológicos aso- las evidencias materiales de este proceso siguen
ciados a esta cultura en el sector de Paihuano y siendo escasas13.
Huanta7. Cerca de la actual Rivadavia, debieron
haber existido algunos asentamientos, puesto A pesar de la relativamente escasa presencia
que Francisco Cornely en su temprano trabajo de evidencias materiales, a la llegada de los es-
de 1944, indica que a pocas cuadras del pueb- pañoles en 1536 existían tres grandes núcleos
lo de Rivadavia y “en la base de un cerro por de población en el Valle del Elqui: Altovalsol, El
su lado oriente hay varios petroglifos8”. El mis- Tambo y Rivadavia, fenómeno explicable a los in-
mo autor menciona que en Rivadavia se encon- tensos traslados forzosos en el marco de la con-
traron restos de alfarería asociada a los periodos quista. Unos cien años después y debido a estos
Diaguita Incaico e Inca Paya9, lo mismo que en desplazamientos, la zona Diaguitas-Rivadavia
Varillar y Paihuano10. Esta ola invasora conocida se llegaría a conocer en algunos documentos
genéricamente como “inca” y situada temporal- coloniales como “Valle de los Diaguitas14”. Por
mente en el periodo 1471-1530, traía contingen- lo tanto, la conquista hispana significaría para la
tes mitimaes11 Churrumatas del sur de Bolivia población autóctona un inmenso descalabro so-
y el noroeste argentino, mencionados frecuen- cial y demográfico, con oscuros periodos de una
temente también como mineros en Andacollo12. violencia inusitada que terminó por diezmar la ya
Desde la confluencia de los ríos Claro y Turbio escasa población original, llegando a disolver en
hasta cerca de Paihuano, la población diaguita gran parte sus rasgos culturales originarios.
autóctona fue incanizada de forma tardía, pero
Semiárido chileno (650-1200 D.C.)”, Memoria para optar al Título de Arqueólogo, Universidad Sek, Facultad Patrimonio Cultural y
Educación / Arqueología, Copiapó - Coquimbo - Santiago, noviembre 2015, 203 p + 13 p., pp. 21-22.
7. Ver “Mapa Sitios Arqueológicos Provincia de Elqui, con características de época, cultura, y tipos de hallazgos”, en Dentice
Bacigalupe, Alberto: “El Camino del Inca en el Norte Chico Chileno”, Cuadernos de Investigación Urbanística, 78, septiembre /
octubre de 2011, Instituto Juan Herrera, 82 p., p. 44.
8. Cornely, Francisco: “Mapa arqueológico del Valle del Elqui y adyacentes, 1944”, Santiago, La Serena, Museo Arqueológico
Municipal de La Serena, Imprenta Universo, 1944, p. 106.
9. Se refiere a piezas cerámicas provenientes de los valles calchaquíes en el noroeste argentino.
10. Cornely (1956) en Gastón Castillo: “Diaguitas arqueólogos y Diaguitas etnohistóricos: Una aproximación a la problemática del
Valle de Elqui”, en Culturas Surandinas Huarpes y Diaguitas. Actas Congreso Binacional "Raíces de etnicidad, Región de
Coquimbo, Chile, Provincia de San Juan, Argentina", coord. Arturo Volantines, 2011, p. 44.
11. También conocidas como mitmaqkunas.
12. Entrevista al arqueólogo Gastón Castillo, lunes 11 de enero de 2021.
13. Entrevista al arqueólogo Gastón Castillo, lunes 11 de enero de 2021.
14. Castillo, 2011, p. 49.
15. “Los asentamientos de indígenas bajo el ordenamiento colonial. Pueblos de indios en Chile (s. XVI-XVIII)”, en
http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-782.html . Consulta 28 ene 2021.
16. Hernán Cortés, "Relación de las visitas y tasas que el señor Fernando de Santillán oydor de Su Majestad hizo en la
ciudad de Santiago Provincias de Chile de los repartimientos de indios de sus términos y de la cibdad de La Serena", en
Hernán Cortés, Guillermo Cortés y Patricio Cerda (eds.): Pueblos originarios del Norte florido de Chile, Coquimbo, FONDART,
El Chasqui | N° 10 44
¿Dónde estuvo este temprano asentamiento graciones y traslados forzosos se les denominó
español? Las menciones en la literatura, espe- “Diaguitas Chile”, tal como aparece en un mapa
cialmente en el temprano artículo de Villalobos, temático de 1536-154420. Es este grupo humano
indican que se localizó cerca de la confluencia el que probablemente usó el nombre “Amipún”
de los ríos Claro y Turbio, pero en dirección hacia para denominar al actual Río Claro o al Elqui21.
el Valle del Río Claro. La distribución geográfica No hay certeza absoluta de a qué río hacía ref-
de las tierras entregadas a Francisco Cortés y erencia este nombre, además que su mención
Pedro Ugarte de la Hermosa parecen ratificar es en 1669, un año en el que ya el mestizaje y
esta afirmación, aunque este último nunca usó el trabajo de los encomenderos en las haciendas
efectivamente sus dos áreas asignadas (actual estaban muy consolidados.
zona de Algarrobal/Diaguitas y Paihuano/Pisco
Elqui), vendiéndolas inmediatamente cuando En 1618 este grupo étnico complejo y heterogé-
las recibió de parte del Gobernador17. Una ob- neo del sector Rivadavia ya hablaba castellano,
servación atenta del Valle del Río Claro sugiere pero casi un siglo después parece haber desa-
que puede haber sido éste el sitio óptimo para el parecido22, como se dijo antes debido al inten-
asentamiento inicial el que, a su vez, habría ocu- so mestizaje al que fue sometido. No obstante,
pado los espacios previamente habitados por los parece que el componente diaguita debió haber
grupos ya existentes (probablemente una mezc- sido el mayoritario, porque a mediados del siglo
la de diaguitas, diaguitas calchaquíes, diaguitas XVII “solo se menciona como indios diaguitas
incanizados y churrumatas18), continuando una a los habitantes del pueblo de Rivadavia, los
práctica de la Conquista muy común y amplia- cuales se denominan indios del pueblo de los
mente documentada. Según Villalobos, Cortés diaguitas (…) En cambio los indios que habitaban
instalaría incluso una bodega, pero estaba más los otros puntos del valle, no se les denominaba
cerca del actual Paihuano que de Rivadavia. Es con un nombre en particular, salvo cuando son
posible que, con el transcurso del tiempo, otros indios de Tucumán o de otro lugar (...) en la
conjuntos de edificaciones aparecieran hacia las documentación tardía se hace distinción entre los
riberas de los ríos Turbio y Elqui, tal como lo ver- indios que habitaban el pueblo de los diaguitas y
emos más adelante. los que se encuentran en el resto del valle (…)
En todos los documentos donde se hace alusión
La población diaguita original en este sector -o lo a estos indios diaguitas, a estos se les ubica en
que quedaba de ella luego de los enfrentamien- Rivadavia como pueblo de los indios diaguitas,
tos con incas, luego españoles y las mezclas con mientras que los naturales del resto del valle se
grupos introducidos-, recibió la llegada de gru- les menciona como indios del pueblo de Elque,
pos picunches y promaucaes desde la zona al sin denominación particular o bien llamándoles
sur del Choapa (Valles del Aconcagua y Maipo) y según el encomendero al que pertenezcan”23.
hablantes del mapuzungu19, traídos por los con-
quistadores para compensar la falta de mano de Otro de los registros documentales más antiguos
obra que requerían para el modo de producción sobre Rivadavia data de 1605. En ese año, el
que instalaron. A la población asentada en el sec- entonces Gobernador de Chile García Ramón
tor Rivadavia como resultado de todas estas mi- le concedió una merced de tierras cercanas a
la actual Rivadavia al encomendero y vecino podríamos indicar que fue a mediados del siglo
serenense Francisco Cortés24, hijo del Maestre XVII que el sector se le asignó este nombre29.
de Campo Pedro Cortés, destacado en la “guerra
de este reino”25. El terreno entregado tenía 600 La situación legal de los terrenos de Rivadavia
cuadras o, en medidas actuales, alrededor parece aclararse desde el punto de vista
de 940 hectáreas26. La enorme extensión documental a principios del siglo XVIII. Según
de la merced hace sospechar que incluía César Esquivel, “en el año 1700 Antonio de la
también algunas montañas cercanas con algún Rivera y Cortés vendió a Silverio Rodríguez
potencial minero, quizás el cerro Porongo y sus Alcayaga el sector de Rivadavia y todo el Río
alrededores, conocido desde muy temprano por Turbio30”. Si bien Esquivel no indica de dónde
sus yacimientos de cobre. extrajo tal información, es probable que por su
extensa carrera como servidor público haya
Otro antecedente temprano es el entregado tenido acceso a documentos municipales y actas
por el historiador Hernán Cortés, quien señala originales31.
que “...don José Francisco Cortés Cisternas,
era encomendero en “primera vida” de los Hacia el año 1735, la Hacienda de Rivadavia
indios del pueblo de Diaguitas y estanciero en pertenecía a Isabel de Aguirre, viuda del maestre
Rivadavia, pues casó con doña Catalina Ortiz de de campo don Antonio Marín, propiedad que
Carabantes, heredera de la encomienda de su le había sido entregada por dote matrimonial.
padre y de la mitad de la estancia de Rivadavia, Aquejada por un accidente que le provocaba
ocurrido en 162827”. “abundancia de sangre por la boca”, se vio
obligada a testar y entre las posesiones
Más referencias a los propietarios del área de entregadas estaba “... una viña nueva en
Rivadavia las encontramos en un testamento de Rivadavia con 2.000 plantas y una producción
1691 citado por Monserrat Arre, que indica que promedio de 50 arrobas32”. Isabel legó a sus
Juan de Rojas Carabantes era propietario en otros hijos, Juan Joseph, Francisco y Catalina
Rivadavia, en el Valle de Samo Alto y Diaguitas. “...toda la viña grande y principal de Rivadavia
Estuvo casado con Ana Cortés de Monroy y con bodega, botijas y demás aperos (...) más el
Mendoza, quien fuera tía en segundo grado de higueral grande y la mitad de la invernada de
Pedro Cortés de Monroy y Zavala, Marqués de todo el potrero33”.
Piedra Blanca y Guana28.
Casi en la misma época, la zona era reconocida
El mismo año de 1691, consta que el citado en un informe de 1738 como productora de
Juan de Rojas Carabantes se dedicaba a las vinos, con 82 propietarios, de los cuales 43
actividades relacionadas con la producción de eran pequeños productores de vino que no
aguardientes y vinos, ya que “tenía arrendadas superaban las 50 arrobas. Entre los nombres
a los sesmos de los indios Viña de Rivadavia por con más fortuna de la Hacienda de Rivadavia
el principal de 1.500 pesos” y además tenía que aparecen el del mayordomo Félix de Rivera
servir un censo “sobre la viña de su propiedad, e Hilario Galleguillos. A propósito del apellido
las Diaguitas en el valle de Elqui” por 328 Rivera, es de hacer notar que perteneció a una
pesos “a los curas de esta ciudad”. Es el primer familia “... extensa y bastante recurrente en la
testimonio con el nombre de Rivadavia, por lo que documentación de la época. Corresponde a
una de esas grandes familias que, a través del 1797: 13.2 toneladas de higos. 14.000 litros de
paso de las generaciones, va perdiendo lo que vino y 2.100 de aguardiente41.
llegó a poseer y termina por entremezclarse con
medianos y pequeños propietarios34”. Los higos, el vino y el aguardiente fueron no solo
típicos de Rivadavia, sino que una característica
En 1740, los terrenos comprendidos entre Varillar productiva de muchas otras haciendas en el
(“Punta del Viento”) hasta la cordillera (sector valle, como San Isidro. Podemos concluir que
nacimiento del Río Turbio) y que estaban en la administración de los terrenos productivos de
manos de Silverio Rodríguez Alcayaga, fueron Rivadavia, tanto estancias como haciendas, era
vendidos a José Luis Alcayaga35. En 1745, el un asunto familiar y que se mantuvo así por largo
sector de Rivadavia fue comprado por Ignacio tiempo porque era la forma óptima de evitar la
de Alcayaga y Aromo, casado con Magdalena división predial entre herederos, concentrando el
de Rojas y Carabante. Tuvieron 3 hijos: Juan suelo en pocas manos.
Ignacio, Norberto y Antonia Alcayaga Rojas36. Al
parecer, esta familia sería la propietaria de una Sin embargo, la alta producción de Rivadavia
parte de Rivadavia hasta bien entrado el siglo era un síntoma de una sobreproducción general
XIX. del Valle del Elqui. Hay evidencia que indica que
fue tanta la producción que los precios bajaron,
Cavieres nos indica algunos antecedentes sobre porque “Esta zona, fundamentalmente agrícola,
la historia del mayordomo Rivera, el que “... enfrentó un serio problema: la saturación
conservó algunas tierras, pero cada vez ellas del mercado para su producción vitivinícola.
eran de menor extensión y de más baja calidad, Una reciente investigación ha insinuado que
se transformaron solo en retazos. En 1763, uno la excesiva producción de vinos en la región
de los hermanos, don Mateo Rivera vendía provocó una baja en los precios, obligando a
su porción y sólo en 45 pesos a don Eusebio sus productores a reorientar sus actividades.
Arquero, miembro de una familia que crecía Este fenómeno debió afectar a Elqui, cuya
concentrando tierras”37. población experimentó el crecimiento más bajo
de todo el corregimiento. Las perspectivas que
Continuando con este investigador, nos dice que ofrecía el valle, con una economía altamente
otro administrador en Rivadavia fue Francisco especializada no le permitía competir con otras
de Borja. Sus hijos Felipe y Agustina heredaron áreas económicamente más diversificadas42”.
en partes iguales la hacienda. “Felipe falleció
a mediados de 1790 y Agustina terminó por Desde mediados del siglo XVIII, Rivadavia
administrar el total de la hacienda. No se casó aparece en una de las primeras referencias
e hizo su propio testamento en 1804 nombrando administrativas, bajo la denominación de
como heredero a uno de sus sobrinos”38. En ese “Distrito Rivadavia” dentro del “Corregimiento
documento nos entrega valiosa información sobre de Coquimbo” (1755). Ya su sola mención
la producción de Rivadavia: “en 1796 produjo sugiere la relevancia que había tomado como
140 fanegas de higos39, 300 arrobas de vino y 30 asentamiento desde el cual se territorializaba el
de aguardiente. En 1797, 200 fanegas de higos, espacio circundante. En 1779, el corregimiento
400 arrobas de vino y 60 de aguardiente40”. En se había convertido en el “Partido de Coquimbo”
medidas actuales: dividido en “curatos”, perteneciendo Rivadavia
al Curato de Elqui, junto con Marquesa La Baja,
1796: 8.4 toneladas de higos. 10.700 litros de San Isidro y Diaguitas. En 1786 vuelve a cambiar
vino y 1.050 litros de aguardiente. la organización administrativa de la colonia
Rivadavia, Paihua-
no y Monte Grande 309 26 914 2,8% 33,8%
(Valle del Elqui)
Tabla (selección): Arre Marfull, Montserrat., Rafael González Romero, Luis Madrid Moraga y Andrea Sanzana
Sáez: Antecedentes para estudiar la presencia afrodescendiente y afromestiza en la Región de Coquimbo. Siglos
XVI-XIX, Ovalle, Corporación Cultural Municipal de Ovalle / Proyecto: Afro–Coquimbo: La historia después del
olvido, 2020, pp. 92-93.
43. Zamudio Vargas, Orlando: Historia de la división político-administrativa. 1810-2000, INE, 2001, 21-27.
44. Aránguiz Donoso, Horacio: “Notas para el estudio de algunos hacendados mineros comerciantes”. p. 222.
45. Cavieres, Eduardo, p. 116.
46. Carvallo Goyeneche, Vicente. Descripción histórico-geográfica del Reino de Chile. Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de
Chile http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-8198.html. Accedido en 13/4/2020.
47. Pérez Rosales, Vicente: Ensayo sobre Chile, (Rafael Sagredo Baeza, editor general), Santiago, Cámara Chilena de la Cons-
trucción / Pontificia Universidad de Chile / DIBAM, 2010, 280 p., p. 216.
48. Censo realizado por Tomás O’Higgins, Fernando Aguirre y Mariano Peñafiel.
El Chasqui | N° 10 48
Rivadavia
“Junta de los dos ríos” y ubicación de Rivadavia según Josef Díaz Balmayor, 1810. Detalle 50 .
Valle del Elqui sufrió las terribles consecuencias la Poya. En el documento aparece un listado de
de un aluvión que arrasó terrenos, sementeras, 22 propiedades del Distrito Rivadavia (y una en
planteles, inmuebles y pircas desde el Distrito Huanta), que hemos sistematizado y ordenado
de Monte Grande (por el valle del Río Claro) y según el monto declarado del daño al interior de
Huanta (por el del río Turbio) hasta el Distrito de cada propiedad.
De acuerdo con los datos entregados por un expediente sobre “Propiedades, viñas y ganados” de
1838-184052, 5 años después de esta tragedia natural y económica para el Valle del Elqui, los princi-
pales propietarios y productores de Rivadavia parecen haberse recobrado de los daños, mostrando
cifras importantes en la explotación superficial de la tierra:
51. “Razon de los Estragos que ha causado el Rio en el presente año en el Departamento de la Villa de Vicuña en las Haciendas
de los individuos que á continuacion se espresan”, Archivo Nacional, Vol, 112, Fjs. 406 a 416, Fondo Ministerio del Interior. Agra-
dezco la gentileza de Julio Cortés en indicarme este valioso documento.
52. “Expediente sobre propiedades, viñas y ganados en la Provincia de Coquimbo, Departamento de Vicuña, Parroquia de Elqui.
1838-1840”. Archivo Nacional, Intendencia de Coquimbo, n° 152, fojas 1 a 6.
El Chasqui | N° 10 50
El análisis de la tabla permite concluir que el uso intensivo del suelo en la plantación de
el promedio de plantas de viña por cuadra parrones, predominaba el ganado mayor, pero
era de un poco más de 710. Existía una en escaso número por propiedad, mientras que
gran concentración de la propiedad, pues las el menor casi era inexistente. Es de destacar que
pertenencias de Lucas y Simón Iglesias (288 y las propiedades con mayor número de plantas
120 cuadras respectivamente), representaban un de viñas estaban en manos de dos mujeres,
56% del total. Lucas Iglesias parece haber sido mientras que el resto de ellas aparece también
un importante ganadero porque no tenía viñas, con importantes cifras. El total de plantas de
pero sí la mayor cantidad de ganado mayor (150 viñas alcanzaba 89.500, una cifra impresionante
animales). La gran mayoría (27 de 41 casos) y que describe muy bien la vocación agrícola
tenía menos de 12, lo que nos indica una fuerte intensiva de la localidad.
subdivisión predial a mediados del siglo XIX. Por
El enorme desarrollo agrícola acá demostrado, polaco realizó una excursión geológica pasando
dio forma a una aldea que a mediados del siglo por Rivadavia en dirección al sitio fosilífero de
XIX fue digna de mención en las expediciones Tres Cruces, indicando que “Cuatro leguas más
científicas de Claudio Gay54 en 1837 e Ignacio adelante, el valle se estrecha de nuevo, y pronto
Domeyko en 1844 (ver figura arriba). El sabio se llega al lugar donde el río Claro, un torrente
de agua clara y limpia, se reúne al río Turbio de núm. 3.° desde aquí hasta la quebrada de las
aguas blanquecinas para formar el río Elqui. En Lechuzas; núm. 4.° desde esta quebrada hasta
la unión de estos torrentes y en el fondo de un la cordillera56”.
valle triangular se agrupa un hermoso plantío de
árboles frutales que sombrean la hacienda de Esta subdelegación tenía, según el censo de abril
Rivadavia, en medio de rocas desnudas y áridas de 1854, 868 habitantes, 350 habitantes más que
que por todos lados se levantan casi a pico. Aquí, en el censo de 184357. Hay pocos antecedentes
pues, el valle de Elqui bifurca en otros dos, de los de cuánta población debió haber tenido el
cuales el del río Turbio se dirige al SE y el otro se asentamiento mismo de Rivadavia. Sin embargo,
prolonga hacia NNE55.” de vez en cuando las fuentes dan algunas pistas.
En la memoria del intendente al ministro del
El topónimo Rivadavia se siguió usando como interior de 1855, se indica que Paiguano (sic) y
área geográfica, tal como lo menciona un Ribadavia (sic) son “poblaciones con 300 a 400
informe sobre la Provincia de Coquimbo enviado vecinos58”. Esta pequeña comunidad tenía una
al Intendente en 1855, donde se señalan los iglesia perteneciente al Curato de Vicuña que,
límites de la 6ta subdelegación de Rivadavia, según el mismo informe, necesitaba urgentes
perteneciente al Departamento del Elqui: “Limita refacciones por valor de 300 pesos de la época59.
al norte con la sierra de las Pintadas: al sur con
la hacienda de San Miguel y sierras del Varillar, Esta iglesia de unos 16 metros de largo y “muralla
Sapalca y Lechuzas: al oriente con la cordillera adobes techo encañado y madera de sauce”,
de los Andes, y al poniente con la sierra de la aparece descrita en un inventario del mismo
Nariz.- se divide en cuatros distritos: núm. 1.° año de 1855, encontrado por el investigador
desde la sierra de la Nariz hasta San José; núm. local Julio Cortés en el Archivo Nacional y que
2.° desde este punto hasta el arenal de Totoralillo; transcribimos con ortografía actualizada:
“Inventario hecho por orden del ilustrísimo • Un San Antonio de bulto de una vara de alto
Señor Obispo Dr. Don Justo Donoso; de la vice [80 centímetros aprox.], manto nuevo, galón
parroquia de Rivadavia a seis días del mes de amarillo y diadema de esmalte.
junio de 1855. A saber, primeramente, la iglesia su
construcción es muralla adobes techo encañado, • Una imagen del Tránsito de bulto de media
madera de sauce, torta de barro, consta de diez vara de alto [40 centímetros aprox.], manto
y nueve varas. de seda.
• Una torre de muralla de adobe, techo • Un cáliz de plata dorado por el interior con su
encañado, madera [de] sauce. patena dorada.
• Dos campanas en la misma torre chicas. • Dos vinajeras de plata con su respectivo
platillo y cucharita.
• Un altar de madera pintado.
• Una piedra de ara en buen estado.
• Una imagen pequeña del Rosario de media
vara [40 centímetros aprox.]. • Tres misales, uno nuevo.
55. Domeyko, Ignacio: “Noticia sobre un terreno estratificado situado en la alta cordillera y sobre los filones metalíferos que lo
acompañan. 1844”, en Jeolojía, Imprenta Cervantes, 1903, pp. 111-122., p. 112.
56. Anexo II, sobre las “Demarcaciones de los Departamento, Subdelegaciones y Distritos de la Provincia de Coquimbo”. En Me-
moria que el Intendente de Coquimbo presenta al señor ministro del interior dando cuenta de todos los ramos de la administración
de la Provincia de su mando, Serena (sic), 1855, Imprenta del Comercio,
57. Memoria que el Intendente de Coquimbo presenta al señor ministro del interior, 1855, p. 129. Tabla.
58. Memoria que el Intendente de Coquimbo presenta al señor ministro del interior, 1855, p. 44.
59. Memoria que el Intendente de Coquimbo presenta al señor ministro del interior, 1855, p. 58.
60 Según el “Estado general de la Parroquia de Elqui”. Vicuña, julio de 1855. Archivo Nacional. Ministerio del Interior, Vol. 279 –
Oficios del Obispado de La Serena – sin fojar..
El Chasqui | N° 10 53
• Cuatro hijuelas, dos redondas y dos A mediados del siglo XIX la actividad minera
cuadradas. seguía siendo un importante complemento de
la agricultura. El mismo Domeyko menciona
• Dos sobre pellis. actividad minera cercana, en la Quebrada
de La Plata: “En estos pórfidos es donde se
• Dos corporales de hilo de buen estado hallan las minas de cobre de la quebrada de la
• Dos palias. Plata situada a 3 leguas al NW de Rivadavia y
particularmente la mina de Layla (…) el mineral
• Dos frontales de tajeta de color. se compone de óxidos, carbonatos y silicatos
de cobre, mezclados con espato calizo y fierro
• Seis láminas de Cristo y la virgen en vidriera hidratado62.”. Agregando que “Un poco más
61. Astaburuaga, Francisco: Diccionario jeográfico de la República de Chile, Nueva York, D. Appleton, 1867, VIII+421 p., p. 307.
62. Domeyko, Ignacio (1844), p. 118.
El Chasqui | N° 10 54
Hasta 1888, el año de la gran crecida del Río, el no pudo afrontar los gastos de reparación y
ferrocarril recién inaugurado transportó en pro- desde el Gobierno Provincial se comenzaron
medio más de 40.000 pasajeros por año y carga las averiguaciones para que el Estado se
consistente en “manganeso, cobre, plata, pasto, hiciera cargo de la empresa. Pasarían varios
frutas secas, aguardiente y vinos72”. Era un años antes de que se comenzaran las obras de
gran logro de la ingeniería que la “Sociedad del reconstrucción. Las lluvias continuaron en 1889
Ferrocarril de Elqui” uniera la ciudad de La Serena provocando que “… los terraplenes, cercas, rieles
con Rivadavia, a una distancia de 78 kilómetros y durmientes, han desaparecido en su mayor
y superando una fuerte pendiente73. Tenía 17 parte, y actualmente existen pocos elementos
estaciones, siendo lógicamente las principales que valgan la pena de ser aprovechados en la
las de La Serena, Vicuña y Rivadavia74. Sin reconstrucción77”.
embargo, existen indicios documentales que
la calidad de los materiales de construcción no Como se dijo, ante la catástrofe natural y el
fueron los óptimos. Un informe de 1894 criticaba impacto financiero en la sociedad propietaria,
que “El metro de riel sólo pesaba 14.75 kilos, entre 1890 a 1895 el Estado comenzó las
y los durmientes no eran más que pequeños gestiones para adquirir la propiedad del
cuartones, que solo ofrecían poca resistencia al ferrocarril78 y uno de los problemas a solucionar
material rodante de los trenes75”. fue construir un trazado lejos de las constantes
salidas del Río Coquimbo. Recién en octubre de
A finales del siglo XIX se registraron niveles 1897 y hasta julio de 1903, luego de intensas
excepcionales de precipitaciones que terminaron gestiones públicas y privadas se comenzó el
por destruir casi todo el trazado del ferrocarril nuevo trazado ahora en la ribera norte del río, lo
del Elqui, incluidos sus puentes, terraplenes y que exigió construir una serie de túneles. Estas
estaciones, como lo indica Guillermad y Campaña: obras representaron un colosal esfuerzo técnico
“… llegó el invierno del año 1888, durante el cual que quedó a cargo de los contratistas Santiago
aguaceros sin precedente arruinaron la mayor Sotomayor y José Luis Coo79, lo que, unidos a
parte de las obras, arrastraron los puentes y una bella arquitectura en piedra canteada tipo
destrozaron las estaciones, haciendo suspender bóveda, dieron a los túneles un innegable valor
el tráfico por completo76”. La Sociedad propietaria arquitectónico.
del asentamiento instalado en los alrededores una gran variedad de productos elaborados o
de la iglesia (actual población “Villa La Paz”82). extraídos del interior. José Varela en su clásica
La consolidación del ferrocarril ahora en manos “Reseña histórica del Valle del Elqui” de 1921,
del Estado modificó totalmente la fisonomía de nos ofrece un listado de productos “exportados”
Rivadavia, al mismo tiempo que dinamizó la de Rivadavia.
economía local, al permitir la salida expedita de
82. El comentario sobre la inundación la he extraído de las investigaciones personales del seños Jorge Campusano Moll y publi-
cadas en la página https://www.facebook.com/groups/1040315569379430/permalink/2130297507047892/ Consulta: 22 de mayo
de 2021.
83. Varela, José: Reseña histórica del Valle del Elqui, 1921, p. 66.
El Chasqui | N° 10 57
Si bien no señala qué se entiende por El camino internacional trazado por las montañas
“exportación”, al observar el listado se deduce se conectaría con Paihuano mediante un
que podría estar refiriéndose a los productos moderno puente metálico sobre el Río Turbio,
salidos de la estación de ferrocarriles, es decir, cuya estructura fue traída desde Alemania. Cerca
la producción de los valles de los ríos Turbio y de esta obra se levantó un importante retén para
Claro. El listado de productos, escrito cómo el control policial y fronterizo. Se instalarían
párrafo originalmente, lo hemos editado como en el pueblo un correo, un telégrafo, una
tabla ordenándola de mayor a menor para su hermosa iglesia y una moderna escuela. Estos
mayor comprensión. Otra duda es la unidad cambios transformaron un asentamiento de
de medida usada por Varela, puesto que usa vocación agrícola hacendal en uno de servicios,
el kilogramo para productos sólidos y líquidos transportes de pasajeros y cargas traídas de
sin distinción. Aún con todos estos alcances los valles cercanos o Argentina, comenzando
metodológicos, la información recopilada por la época más brillante de Rivadavia hasta el
“…la benevolencia de Don Emilio Estay” nos término del ferrocarril en 1975.
da una idea general del volumen de productos
embarcados en Rivadavia, destacándose las
frutas frescas y secas, alcoholes y productos
agropecuarios en general.
El Chasqui | N° 10 58
ESTADO GENERAL DE LA
PARROQUIA DE ELQUI,
VICUÑA. JULIO DE 1855.
JULIO CORTÉS MIRANDA1
RESUMEN
Se transcribe un interesante informe que bajo el título de “Estado jeneral de la Parro-
quia de Elqui”, fechado en Vicuña, en julio de 1855, detalla un pormenorizado inven-
tario de los bienes muebles e inmuebles que dicha Parroquia poseía a la fecha.
Este inventario consta de un total de 29 fjs2 y se encuentra depositado en el Archivo
Nacional, en el archivo del Ministerio del Interior, Vol. 279, en Oficios del Obispado de
La Serena. En el mismo archivo se encuentran informes similares respecto de las Par-
roquias de Andacollo, Ovalle, Barraza, Carén, Sotaquí, Combarbalá, Illapel, Mincha
y Salamanca. Además, contiene sendos inventarios de las Parroquias de Copiapó,
Vallenar, Caldera y Freirina, documentos que permitirán en el futuro, en base a su
análisis, tener más referencias respecto de la historia de Iglesia Católica en la región
de Coquimbo.
PALABRAS CLAVES: Elqui, Parroquia de Elqui, Iglesia, Inventario
ANTECEDENTES
El territorio que nos ocupa en el presente estudio, tempranamente, desde el año 1585
es reconocido como un espacio de dominio de la Iglesia Católica y que el Obispo
Diego de Medellín denomina como “Doctrina del Valle de La Serena”3, la que se en-
contraba a cargo del clérigo presbítero, don Francisco de Aguirre. Sin embargo, más
adelante, el año 1646, Fray Gaspar de Villarroel, a cargo de la doctrina, usa la denom-
inación de “Doctrina de Elque”.
En 1662, el Obispo de Santiago Fray Diego de Humanzoro, en carta dirigida al Rey
de España, al describir la Doctrina de Elqui, señala “…y en él se comprehenden los
pueblos de Elque y el pueblo de Diaguitas…”4 precisando de esta manera los límites
que conforman el Valle de Elqui.
Caroca (op.cit), señala a partir del Libro de Bautismos de la antigua Doctrina de Elqui,
los siguientes lugares que entre 1670 y 1682 poseían iglesia: San Francisco de Qui-
lacán; San Pedro de Poya; San Francisco de Marquesa Baja; San Antonio de Maitén
y San Ildefonso de Elque. Además, en el documento indicado se mencionan los sigui-
entes lugares que no habrían tenido iglesias: Pueblo de Diaguitas; La Compañía; Mar-
quesa Alta; Estancia de Marquesa Baja; Estancia de Poya y Estancia de Quilacán5.
Hacia 1790, el viajero contratado por el gobierno español, Thaddaeus Peregrinus
Haenke, al describir su paso por el corregimiento de Coquimbo, se refiere a Elqui en
los siguientes términos, “De estos Curatos el de Elqui, que comprehende el valle del
mismo nombre es el que produce mayor cantidad de vino, ascendiendo uno con otro
año a 20 mil arrobas”6. Producción que se corrobora en un informe de Victor Ibañez
Corvera, fechado el 27 de abril de 1790, titulado “Noticia Sobre Coquimbo” dirigido al
Capitán Alejandro Malaspina, en donde expresa “El valle y curato de Elqui es el que
produce mayor cantidad de vinos…”7.
En los primeros años del siglo XIX, el viajero francés Julian Mellet, se expresa efusiv-
amente al indicar que los Valles de Elqui, “es tan fértil el suelo que podría llamársele el
jardín de la fecundidad”8, indicando la existencia de tres aldeas importantes: Dieguito,
San Isidro y Tambo, “las dos primeras habitadas por blancos, mulatos y mestizos,
la última por indios tributarios”. Además, corrobora lo que se expresa previamente,
indicando que hacen gran comercio con los vinos y frutas secas, que envían a otros
países.
En el informe del Intendente de la Provincia de Coquimbo del año 18339 , indica que
“Elqui comprende solo el territorio de su curato, y está dividido en cinco distritos, que
son Monte-grande, Rivadavia, Paiguano, Diaguitas y Alto de san Isidro: su población
total de catorce mil seicientas ochenta y ocho almas”. En este año, producto de un
fuerte aluvión ocurrido en el mes de agosto, se produjeron innumerables daños, los
que, de acuerdo con el informe remitido por el Cabildo de la Villa de Vicuña al Min-
isterio del Interior en marzo de 183410, no afectaron a inmuebles pertenecientes a la
Parroquia.
El documento que ahora se da a conocer, en cada una de sus partes se encuentra la
firma de don Manuel Antonio Sagúes, el que de acuerdo con la “Razón de los Párro-
cos existentes en el obispado de la Serena”11fue nombrado Párroco de Elqui el 22 de
enero de 1844.
5. Caroca: pp 10
6. Haenke, Thaddaeus Peregrinus. 1942. Descripcion del Reyno de Chile. Introducción de Agustin Edwards M.C. :
210. Editorial Nascimento. Santiago.
7. Sagredo B., Rafael y Gonzalez L., José. 2004: 643. La Expedición Malaspina en la frontera austral del imperio
español. Centro de Investigaciones Diego Barros Arana. Editorial Universitaria. Santiago.
8. Mellet, Julian, 1959. Viajes por el Interior de la América Meridional (1808-1820). Edit. del Pacífico S.A. Santiago.
9. El Araucano, N° 122, 11 de enero de 1833.
10. Cortés M., Julio. 2022. El aluvión de 1833, Avalúo de los daños provocados en el Departamento de Elqui. El
Chasqui, N° 9, pp.48-64, marzo-abril 2022.
11. Razón de las Parroquias existentes en el Obispado de la Serena. Archivo Nacional. Ministerio del Interior, Vol.
279, Oficios del Obispado de La Serena, s/f.
El Chasqui | N° 10 60
Llama la atención que en un documento que lleva por título “Estado que manifiesta el
numero de Parroquias que hay en las Provincias de Coquimbo y Atacama…”12 no se
menciona la Parroquia de Elqui.
Tenientes Sínodo que per-
Nombres de las Vice Nombres de los Curas que
Departamento Curas que siven del tesoro
Parroquias Parroquias las sirven
las sirven público
Departamento La Serena Una Hay dos nombres, ambos Fray Fco.
de la Serena tarjados Lardés (¿)
Cutun Dos $200
y Fray Fco.
Andacollo Una Presbitero D. Buenavenura Bonilla
Casanova
Serena, Julio 20 de 1850
Jose Agustin, Obispo de la Serena
Tenemos entonces que al año 1850, Elqui habría funcionado como viceparroquia,
dependiente de la Parroquia de Cutún, en dónde se consideran efectivamente dos
viceparroquias. Si a la fecha, Cutún es una Parroquia y de ella dependen dos vice-
parroquias, tenemos a Elqui como un hecho concreto, pero no se tienen referencias
respecto de la segunda, cuestión que queda como un desafío para investigar.
12. Estado que manifiesta el numero de Parroquias que hay en las Provincias de Coquimbo y Atacama, de esta
Diócesis, y de las vice-parroquias; con expresión delos departamentos donde existen estas, de los nombres de los
curas que las sirven, de sus tenientes, y del sínodo que persiven del tesoro publico. Archivo Nacional. Ministerio
del Interior, Vol. 279, Oficios del Obispado de La Serena, s/f.
13. Boletín de las Leyes, Ordenes i Decretos del Gobierno. Libro XXI, N° 9:428, Santiago, setiembre de 1853.
14. Memoria que el Intendente de Coquimbo presenta al señor Ministro del Interior dando cuenta de los trabajos
administrativos practicados en la provincia de su mando durante el año próximo pasado. El Araucano, N° 1605 del
8 de mayo de 1855.
15. El Araucano, op. cit.
El Chasqui | N° 10 61
por lo que se hacía relevante que los límites de las parroquias no excedieran los de
un departamento.
Considerando la extensión de los curatos, lo fragoso del territorio y lo disperso de
las poblaciones, el Intendente propone en este informe dividir en dos parroquias el
departamento de Elqui que comprendería las subdelegaciones de Vicuña, San Isidro
y El Tambo y una vice-parroquia que abarcaría Montegrande, Rivadavia y Paihua-
no. Además, indica que se debe circunscribir la parroquia de Cutún a las subdelega-
ciones de Algarrobito, Cutún, Arqueros, Higuera y Choros. Respecto de esto último,
en la memoria del Intendente ya indicada16, se hace una sucinta relación del curato de
Cutún o del Algarrobito, indicando que sus límites se extienden “hasta tocar los límites
del norte de la provincia” y por el oriente, una parte de departamento de Elqui, con
una iglesia en “los Molles” y otra en “los Choros”, además de la iglesia parroquial de
Algarrobito.
En la introducción del informe que se da a conocer en esta oportunidad, se mencionan
una serie de puntos geográficos, incluyendo los señalados, identificando claramente
los límites del curato, concepto que como ya hemos registrado no se ocupaba, por lo
menos hasta el informe ya indicado de 1850, pero que es muy específico en virtud de
conocer los lugares que pueden ser fácilmente ubicables y que permiten graficar para
saber exactamente el territorio que abarcaba al año 1855 la Parroquia de Elqui.
Este informe e inventario del estado de la Parroquia de Elqui es una muy interesante
fuente de información respecto no sólo de los bienes muebles e inmuebles de la Igle-
sia en el valle, sino también de lugares, actividades económicas, propietarios de ha-
ciendas, población y eventos ocurridos que se asocian al estado de conservación y/o
trabajos requeridos para la conservación de edificios o su construcción, como iglesias,
capillas, oratorios, escuelas, etc.
Publicar este documento tiene como objetivo poner en manos de los historiadores e
investigadores, un momento en la historia del Valle de Elqui a través de información
generada por una institución gravitante en el devenir de los elquinos, especialmente a
mediados del siglo XIX, en que la Iglesia Católica tenía mayor influencia incluso que
el poder del Estado, como lo deja de manifiesto el viajero francés Julian Mellet al ini-
ciarse el siglo XIX, al referirse a los pobladores de Diaguitas, San Isidro y El Tambo,
expresa que, “Estos son muy humildes y sumisos a sus jefes y sobre todo al cura”.
16. Memoria que el Intendente de Coquimbo presenta al señor Ministro del Interior dando cuenta de los trabajos
administrativos practicados en la provincia de su mando durante el año próximo pasado (continuación). El Arauca-
no, N° 1604 del 5 de mayo de 1855.
El Chasqui | N° 10 62
p/2
Cumpliendo como debo con el decreto i circular fecha
veintiuno de mayo del presente año. Diré primero,
que la distancia del curato de Elqui a mi ver i en el
concepto de muchos i dando principio del vado del
Maiten, esto es el que esciste a los confines de la
hacienda de este nombre, desde este punto habran
hasta la Villa de Vicuña siete leguas, i desde la
villa hasta la hacienda del Barillar habran otras
siete, i desde este punto hasta el lugar de Guanta
habran como ocho leguas, en cuyo lugar, se notan como
sesenta a setentahabitantes, advirtiendo que desde la
hacienda de Barillar hasta Guanta es despoblado
a eseccionde que hai una hacienda en este intermedio
denominada Chapilca, con uso pocos inquilinos, que
usan como ocho poseciones, Del mismo modo notamos,
la distancia que hai desde el Maiten al Tambo que
no hai pobladores; pues no se ve, mas que la hacienda de
Puclaro i Punta Azul i un poco de becindario en Gua-
lliguaica abajo, del lado del norte; esto lo presencio el
Iltmo. Sr. Obispo en aquellos días de su visita. Porel
Rio claro, Paihuano, i Monte grande, hasta una haci-
enda denominada, el Aparejito habran ocho leguas i
desde hai hasta la sima de la línea, es despoblado, i
no se que distancia podrá haver; en los caminos cruzados
p/3
en las fronteras de Sn. Isidro i Villa hai poseciones [de]
la Totorita, el Peral, los Porotos, i cortadera, habrá
distancia de una legua, en las otras puede
haber mas distancia, para el lado del Sur fren-
te de la Villa al otro lado del Rio la estancia
del Pangue tendrá mas de dos leguas, hai pocos
pobladores, i hacen mas de cuatro años que no lla-
man confecion. Abajo del Tambo en la quebrada de-
nominada Irribarren, hai como ocho poseciones son po-
cos los pobladores; habrá del Rio, a ese punto poco mas
de tres leguas tambien hace el mismo tiempo que
no piden confecion. Relativo a esto mismo, dire, que
el lugar de Guanta, está prosecionado a la frente
de dos riachuelos al lado del Norte, en un piso
El Chasqui | N° 10 63
Parroquia de esta Villa, inclusive, todas las demás cion de esta Villa, hai dos escuelas pagadas
son vice-parroquias, eceptuase, solo la de Peralillo, por el Gobierno, una de hombres i otra de
que hasta la fecha está sin colocarse, pero creo se mujeres; la de hombres consta de noventa alum-
hara mui pronto la colocacion; de esta tampoco, se nos, se enseña lectura escritura Aritmetica ca-
ha hecho inventario por pertenecer i haberse hecho tecismo por Arlete i Maso geografia dibujo li-
a espensas de un particular, no solo el costo, sino nial, gramatica castellana, historia Santa, reso
tambien el local; esto ha sido por disposicion tes- jueves i sábado; preceptor Dn Elsiario Palo-
tamentaria de Don Mariano Egaña, este individuo mera, i su conducta conforme a la moral. La
tiene licencia para la colocación, por el actual Sr. de mujeres veintiocho alumnas se enseña lec-
Obispo Dr. Dn. Justo Donoso. tura, escritura, arismetica, catecismo de Astete
Los oratorios en todo el curato, son cuatro e historia Santa, preceptora Dña Peta Diaz
remito tres copias de licencias de los dichos oratorios. de Salas, tiene buena moralidad. Las otras
dos particulares la una tiene diez i la otra a once,
La Iglesia parroquial de esta Villa,
ochocientos treintiseis, con las dilijencias necesa- todavía sin bendecirse i solo si habilitada para
rias, por el Sor [Ilustrisimo ?] Apostolico Dor Dn Ma- decir misa está concluido todo el cañon dela
nuel Vicuña, todo practicado por el Sr. Cura Iglecia i sacristia, enlucida i blanquiada por den-
Dor Dn Pedro N. Caballero; en esta juris- tro, i faltan puertas i bentanas, el enladrillado, i
diccion, hai tres escuelas una pagada por el Gobi- tabernáculo, pero estos dias, el Parroco, i los encarga-
erno, se enseñan varios ramos lo mismo que en dos para la obra, han colectado en estos mismos
Aquer, Dña Josefa Rojas, la de Dn Ra- en el Perú. Ahora pues, es necesario que lla-
mon Herrera Rojas, la de Dn Escequiel memos la atención i nos fijemos por un mome-
nto i veamos, que en aquellos años los derechos
parroquiales estaban íntegros, éra todo casami-
p/13 entos por doce pesos cuatro reales, i hasi todo
Rivera, la de Dn Franscisco Segundo Miranda lo demás; i el cura Fariñas fué uno de los
la de Ildefonso Ribera, la de Doña curas que no dejó plata, i si unos pocos bienes,
Rosario Rojas Iglecias, la de Dn Gabriel i lo mismo he visto a los demás párrocos que
Rodriguez, la de Dn José del Rosario han havido, como ser Aguirre Chaparro i otros
Iglecias, la de Dn Casiano [tarjado] Rodrigues, la que han cido posteriores, que no han sacado
de Don Juan Antonio Iribarren, la de mayor propina, por lo que me inclino a creer
Dn Juan Rodriges. Trapiches ni otra clase que este carculo sea talves el fijo, aun que
de maquinas no hai en este curato, por lo que todo esto veo que no puede ser una regla
tengo que prevenir que nunca se ha pagado segura, i no quiero yo por mi parte hacer
por ninguna clase de estas maquinas com- creer una cosa que talve se así onó.
ponenda ni dho alguno, i ni se ha pedido li- Con todo lo anotado i espuesto en
cencia para trabajar los dias de fiesta pocos
este he creido cumplir de un modo Posible,
de ellos trabajan en estos dias, i si es que
con los decretos que la curia episcopal me
hayan trabajado habrá sido en las escaseses,
de agua.
Con respecto alas dentradas, que pue-
p/15
de producir el curato, diré mas o menos que pide en la circular relativa a los fines
tres cientos i mas pesos, a veses mas i menos, todo salga conforme, i guarde una gran-
i por lo que respecta a las demás obencio- de i solemne consonancia a que solicita
nes del curato, nunca he llevado exsacta (¿) la curia. fha ut Supra.
asi mismo administrar los Santos Sacramentos ndamos dar i dimos la presente firma-
que por devocion quisieren oírla. Al efecto dió nuestro infrascrito Secretario en la
comision al cura i vicario de aquella Parro- ciudad de Santiago de Chile a veintitrés de Se-
quia para que lo visiten, i hallandolo con tiembre de mil ocho cientos treintaicinco años.
la decencia correspondiente según queda espu- Manuel Obispo Por mandado de S.S.
esto, proceda a bendecirle, dandole para ello fa- i Vicario Apostolico Pedro de Reyes
cultad necesaria en derecho, mandando que nin- Secretario.
guna persona ponga embargo al espresado
presbítero Dn. Manuel Antonio en el uso Santiago Febrero 22 de 1840.
del predicho Oratorio:= Asi lo proveyó mandó i Por manifestada la licencia, i respecto de
firmó su Sria de que doi fé.- subsistir lasmismas causas por que se concediáse
Manuel Obispo de Serán
Dor Pedro de Reyes Secretario
p/18
Escopia del original. Sagües.
gracia de oratorio domestico a Dn Pablo
José Aguirre para la casa de su habitacion
Nos el Dor Dn Manuel Vicuña por
que tiene en la jurisdiccion del curato de Elqui,
la gracia de Dios, i de la Santa Sede, Obis-
se la prorrogamos para que continua haciendo
po i Vicario Apostolico de la Diocesis de San-
uso de dicho Oratorio para hacer celebrar en él
tiago de Chile, i Consejero de estado de es-
el Santo Sacrificio de la misa en los mismos
ta República &a.
terminos que se espresa en la anterior licencia
Por las presentes en uso i ejercisio por el tiempo de nuestra voluntad.
de nuestra jurisdiccion ordinaria Dio- El Arzobispo Electo.
cesana, concedemos licencia a Don Pablo José Reyes Secretario.
Aguirre para que en la casa de su habita- Es copia. Sagües.
cion que tiene i posee en la jurisdiccion del
curato de Elqui, pueda usar de la gracia Nos el Dor Dn Manuel Vicuña
de Oratorio domestico colocandolo en alguna por la gracia de Dios i de la Sta Sede
El Chasqui | N° 10 68
Apostolica Obispo, i Arzobispo Electo de despues de bendita i aprobada por mi, José Dolores Al
Santiago de Chile &a. vares cura Interino = Es copia Sagües.
Item El local del panteon es propio i una plazue- It. Otro crusifijo en la sacristía poco mas pequeño
p/24
Inventario hecho por orden del Ilustrísimo
tres cajones para guardar ornamentos.
Sor Obispo; de la vice parroquia de Monte
Item. Tres cajas de madera, una grande i dos pe-
grande, a 5 de Junio de 1855, a saber.
queñas, tambien para guardar ornamentos.
It. Nueve casuyas una de brocato nueva, tres de
Primte. Su iglecia corta de treinta varas, su muralla damasco todas de color, las otras son servidas.
de adove, su techo encañado, madera de It. Cinco alvas de hilo una nueva con centro ro-
sauce i
sado de jénero las demas en regular estado.
El Chasqui | N° 10 70
It. Cinco amitos en buen estado i otra ya muy It. Tres aracis (¿) de lata con cuatro candilejas ca-
servido. da uno.
It. Ocho aloas de hilo de buena calidad con su It. Una arpa i Violon que sirve las fun-
respectivo recorte. ciones.
It. Un solo frontal de damasco de color galones It. Un porlotis (¿) i porta viatico de plata en el in-
blancos i otro negro de pana galones amarillos.
It. Un frontal de lienzo pintado.
p/26
It. Una piedra de ara.
terior con su respectiva bolsita de seda el
It. Un caliz de plata nuevo i dorado por el in-
altar es algo servido contiene en el una
terior con su respectiva patena i cucharita.
estampa Dolorosa en vidriera.
It. Una vinajera de plata nueva con su platillo de
It. Un escaño pintasdo verde de cuatro varas de
plata.
largo.
It. Dos sobre pellises sin servicio.
It. Un armario de madera para tumba.
It. Dos panos (paños) de comulgatorio jenero fino en
It. Cuatro paños negros de lana uno grande i tres
regular estado.
chicos.
It. Dos paños mano de jenero blanco el uno nue-
It. Dos campanillas de cobre un grande i la otra
vo i el otro en regular estado.
chica.
It. Una capa de coro de pana negra con galones
It. Una pitita de cobre en la sacristia.
amarillos. Tiene una cruz de plata un guion de
It. Dos pares de ramos de esmalte.
animas.
It. Otra piedra de ara que sirve al comulgatorio.
It. Un bonete de decir misa.
It. En el sagrario dos ramos de esmalte i un arco
de los mismo, un velo de seda de color.
p/25 It. Diez ijuelas cuatro redondas i cuatro cuadradas
Item Una custodia pequeña hechura francesa i tres de hilo.
con su respectiva caja embrochada. It. Diez i ocho purificadores de hilo.
It. Un copon de plata dorado el interior de bu- It. Nueve convualtares i otras tres ijuelas re-
en porte. dondas de hilo.
It. Un sentellero con cinco candilejas de plata. It. Seis corporales de hilo en buen estado.
It. Un incensario tambien de plata de regu- It. Cuatro floreros de los que sirve al altar.
lar tamaño. It. Dos ferretros servido.
It. Dos mangas de cruz la una de color de seda It. Cuatro acheras de madera con candileja de
i la otra pana negra con crúz tambien de lata, barnizados negros.
plata que sirve para las funciones de la igle- It. Dos cuartos pertenecientes a la iglesia el uno
cia. ocupado por la escuela pública i otro con
It. Un agua manil trastos de la iglecia.
It. Una pila agua bendita tasa de cobre.
p/27
It. Una cruz de via sacra con dos candilejas de
Item. Una mesa y tres taburetes de madera.
lata embarnizada negra.
It. Dos mantos de la virjen del Rosario
It. Catorce laminas para via sacra areglando-
uno nuevo i otro ya servido.
se para el mismo fin.
It. Otros dos mantos dela imajen del Rosario
It. Catorce candilejas en el costado dela iglecia
uno para las fiestas.
todas de lata.
It. Tres alfombras que sirve al altar i presbiterio
It. Ocho palmatorias de bronce amarillo.
Con lo que se concluye el presente in-
It. Veintiseis candilejas bronce blanco i amarillo
ventario de la vice parroquia de monte grande
cuatro de laton ocho de cobre.
en 5 días del mes de Junio de 1855 que fue
It. Una silla maltratada.
firmado con testigos para superior constancia.
El Chasqui | N° 10 71
techo encañado, madera de sauce, torta de It. Dos amitos de hilo en buen estado.
barro, consta de diez i nueve varas. It. Tres purificadores de hilo en buen estado.
It. Una torre de muralla de adove, techo enca- It. Tres convualtares (¿) en buen estado.
ñado, madera sauce. It. Cuatro hijuelas dos redondas i dos cuadradas.
It. Dos campanas en la misma torre chicas. It. Dos sobre pellis.
It. Un altar de madera pintado. It. Dos corporales de hilo de buesn estado
It. Una imajen pequeña del Rosario de me- It. Dos palias.
It. Seis laminas de cristo i la virjen en vidrie- puertas al costado de dos manos, una ventana de
ra i marco dorado. dos manos reja de fierro, una puerta corresponde
It. Ocho candeleros; de bronce amarillo seis i de ala sacristia, todas de madera laurel.
cobre
It. En la Iglecia tres altares el mayor dorado i pintado
dos.
It. Una campanilla de metal.
p/35
nuevo, los otros dos menores nuevos el
It. La corona de la virjen es de plata i pequeña.
uno dorado i pin-
It. Dos mantos de razo pequeños en mal estado.
tado i el otro solo pintado.
It. Cuatro alfombras, i un petate de paja.
It. En el trono una imajen del Rosario del tamaño
It. Un espejo grande marco dorado.
de una vara i media, tiene dos coronas una nueva
It. Ocho ramos de esmalte. de plata
It. Un jalichito (¿) de oro pequeño perteneciente a dorada engastada en piedras la otra de plata del
La Virjen del del trono (sic) diario, dos bastones de plata uno grande casquillo
It. Tres arañas pequeñas de lata. dorado i el otro dorado dejo de diario.
Con lo que dimos por concluido el presen- It. Dos rosarios de oro de quince misterios con Maria
te inventario en la vice-parroquia de Rivada- de oro la cruz con perlas finas otro del diario
bia a seis dias del mes de junio de 1855 i para de piedra cosidos limones de oro, santo cristo de
oro
dos perlas finas padre nuestro de perlas boas.
p/34 It. Tres mantos de la misma imajen, el uno de bro-
superior constancia firmamos este con testigos cato color verde nuevo pero ya usado, el otro de
Manuel Antonio Sagües.= Testigos José Rosario damasco nuevo color lacre, i el otro blanco del
Iglecia. Es copia del orijinal. Sagües. dia-
rio de seda.
Inventario echo por orden del Iltmo. It. Una imajen pequena (sic) en andas de madera
con
Señor Obispo Dr Don Justo Donoso, en sus respectivos adornos arco flores de esmalte,
el año de mil ochocientos cincuenta i cinco con
sos de capellanía, por este sitio, el redito de los dos mantos de seda.
ocho It. En el otro altar una imajen del carmen del alto
pesos es a fabor de los párrocos; muralla de la como de una vara corona de plata nueva dos
Igle- mantos
cia de adoves. de lana color blanco.
It. Una torre muralla de adoves copula de tabla i It. Una imajen de San Miguel como del alto de tres
una cruz de fierro.
It. Tres campanas una grande trizada, otra de menos
p/36
tamaño nueva trizada. la otra mui buena, todas
cuartas su vestidito lacre de seda.
con sus respectivos badajos.
It. Una custodia de plata dorada i un copon peque-
It. Una sacristia de diez varas muralla adoves made-
no de plata.
ra sauce, techo encañado torta de barro.
It. Un insensario de plata servido, su respectiva
It. En la sacristia puerta de dos manos.
naveta i cuchara de plata.
It. En la iglecia la puerta mayor de dos postigos i dos
It. Un par vinajeras i platillo todo de plata.
El Chasqui | N° 10 74
Iglecia de ocho varas techo de tabla. It. Dos campanillas pequeñas una de metal
It. Un plumero nuevo i un para aguas. It. Un meson grandede madera con dos
It. Un atril de madera i dos misales al uno pe- de estos mismo ya servido.
queño, i el otro grande servido este, pertenecie- It. Una candileja de lata al costado.
te a la testamentaria, del finado don Mariano It. Un manto de la Virjen de seda, i un velo
Egaña. de linon.
It. Un caliz de plata con patena dorada binajera Con lo que se concluyó el presente
de cristal perteneciente a la misma testa- inventario, de la Vice-parroquia del Peralillo,
mentaría. en diez i nueve dias del mes de Junio de 1855
It. Una piedra de ara en buen estado tambien con testigos D. José Antonio Iglecias, Demetrio
Iglecias
del finado Egaña.
i para superior constancia; lo firmamos Manuel
It. Tres imajenes de estampa grande, representan al An-
Seños crusificado, a San José i la Purisima. tonio Sagües = testigo José Antoniuo Iglecia =
It. Una caldereta de lata con su isopo de lo mis- Demetrio
mo.
It. En la sacristia una pila de agua bendita p/44
es de cobre. Iglecias. Es copia del original
It. Un par de vinajeras de porcelana platillos
Sagües.
de cristal.
It. Dos cruses de lata la una pintada.
Inventario hecho por orden del
It. Cuatro faroles cristal
It. Cuatro candeleros altos de lata i cuatro de Señor Obispo; de la Vice-parroquia del San
bronce amarillo i dos palmatorias de esto mis- Isidro el 20 de Junio de 1855, a saber.
mo.
It. Un cajon de guardar cera, i una silla de ma- Primte. La Iglecia de treinticuatro varas de largo.
dera [ ] antigua. It. Un altar mayor de madera pintado i dorado
It. Un bonete de decir misa, i dos paño mano. en buen estado.
It. Cuatro casullas de color. It. Dos altares colaterales pintados i dorados, en
igual estado que el mayor.
It. Una imajen del Rosario, en el trono del
p/43
altar mayor de tres cuartas, una imajen de
It. Cinco albas. Cuatro de hilo i la otra de musuli-
San Isidro en el mismo altar; otra imajen
na.
de Dolores, i otra de San José, en los altares
It. Cuatro amitos de hilo.
ya dichos, i otra mas pequeñas para las andas.
It. Nueve corporales de hilo; i un sobre pellis.
It. Una corona de plata de la imajen del tro-
It. Doce hijuelas. cinco redondas, i siete cuadra-
no i dos deademas de los Santos, i otra peque-
das; las redondas son de color, i las cuadradas de
ña.
hilo.
It. Un pulpito nuevo pintado
It. Cinco purificadores de hilo
It. Catorce laminas del Via-crusis, en vidrieras.
It. Cinco tablas manteles de hilo i una
It. Doce pinzotes de fierro con candilejas de lata
de algodón.
para los costados de la Iglecia.
It. Un paño de comulgatorio.
It. Doce mallas de plata forro de madera, cuatro
It. Las puertas de la Iglecia, la mayor del
de cada altar.
costado, i la de la sacristia de una mano i
It. Un escaño i una barandilla de madera.
una ventana al presbiterio de dos manos.
It. Dos atriles uno de lata i el otro de madera.
It. Una arpa encordada.
It. Una cruz con dos candilejas para la Via-crusis
It. Un enflorado arco de esmalte en el torno de
la Virjen.
It. Un frontal de seda de color blanco, i otro
El Chasqui | N° 10 77
p/45
inventario
Con lo que se concluyó el presente
algarrobo tablas de alerce, i una ventana de lo It. Las puertas de la Iglecia una principal, la
rado de algarrobo, torta de barro, todo en mui mal It. Un coro de madera en regular estado.
It. Un coro madera de sauce. It. Diez pinzotes de mano candileja de lata.
It. Dos campanas una grande i otra chica en regular It. Once faroles.
It. Dos docenas i media de pinzotes de mano pinta- It. Una sacristia de dose varas de largo muralla
It. En la misma Iglecia tiene dos torres de madera It. Las puertas de la Iglecia son tres todas pintadas
de
i pintadas i en la coronacion de ellas hai dos crus-
es de dos manos i una de ellas de postigo.
fierro i una de ellas tiene tres campanas, una It. Tres puertas de madera nueva i pintadas una de
grande portería de dos manos una de la torre, i otra del
i dos chicas; tambien hai un farol grande que ha coro todas con sus chapas i llaves.
servido antes de campanas i hoi está sin uso. It. Una sacristia de diez varas techo encanado (sic),
It. Un altar mayor nuevo de madera i pintado, dora- ma-
do con su respectivo sagrario, i mesa de altar de dera luma, con su puerta de dos manos, chapa
i un par chico sin plato, este pertenece a la capilla It. Trese ornamentos casullas, dos de estos negros a
los de-
del panteon, mas, un hostiario de plata.
mas de color; todos completos
It. Una Campana de plata grande con cinco luces i
una It. Ocho albas una bordada sentro de seda, i cuatro
ami-
tos.
p/54 It. Cinco sobrepellises, cinco roquetes de niños (?) i
cuatro sallas (?)
tacita de id. para lo mismo.
It. Catorce tablas de manteles de luto.
It. Cinco crismeras de plata, dos porta beaticos uno
El Chasqui | N° 10 81
It. Cuatro paños de mano, i cuatro de hilo que se po- It. Dos cruces en lienzo que instalaban al bueno i al
mal ladron
nen abajo en los altares.
i sus pares de ramo de esmalte.
It. Cuatro frontales, uno nuevo, i los demas regulares
todos It. Dos velos del Sagrario uno de brocato nuevo i el
otro de
con sus galones respectivos i son de Damasco.
seda regular, i otro mas del trono todos con sus
It. Un palio pequin seda de color, i un guion de seda, galones
ambos con sus baras aforradas en lata, i un It. Un farol grande que tambien se pone de campana
guionne- i otro
gro mas. mas chico a la puerta de la Iglecia.
It. Dos mantos de la Purisima uno del Rosario dos It. Dos mantos de seda de la Dolorosa, i otro de San
de Juan.
Mercedes i uno de la Imajen chica del Rosario. Con lo que se concluyó el presente
It. Tres alfombrados nuevos i sus alfombras regu- inventario
lares que
todas juntas cubren la mitad de la Iglecia.
p/57
It. Dos paraguas de seda de color nuevos.
siendo testigos de ello José Antonio Carcel, i
It. Cuatro vandas, una nueva. Cayetano
It. Tres Cristos, uno de regular tamaño, i dos Cuturrufo; i para superior constancia firmamos a
pequeñas de un tenor
metal todos encarnados i sus cruces pintadas. el presente. Manuel Antonio Sagües.= Testigo = A
It. En el altar mayor tres cuadros de sacrum comvivi- ruego de José Antonio Carcel Manuel del Carmen
umi (?) Torres
Testigo = Cayetano Cuturrufo. Es copia del original
p/56
Sagües=
It. Cuatro cuadros en lienzo de ellos dos Cristos, un
San Igna-
cio i un San Mateo en vidriera. Está conforme
LA RELIGIOSIDAD
POPULAR EN VICUÑA: VIDA
Y HERENCIA ANCESTRAL
HILDO PINILLA RODRÍGUEZ1
N
uestro principal objetivo es Destacar Acanda3 quien alude al sujeto como un ente
la herencia y pervivencia de las racional cognitivo, apoyado en R. Descartes.
manifestaciones de religiosidad popular Kant rompe este modelo y sostiene la pertinencia
en las comunidades locales de la comuna de de elementos condicionantes en la actividad
Vicuña, reconociendo en los Bailes Religiosos gnoseológica del individuo. Incluyendo el
y sus variadas expresiones un Patrimonio psicoanálisis freudiano y la antropología filosófica
Inmaterial y Humano Vivo. de Castoriadis4, este último visibiliza que el
sujeto siempre ha estado ahí como proyecto
El paisaje cultural del denominado Norte Chico, o de autonomía, capaz de reconocerse en el
Semiárido, cuya población y territorio no obedece flujo social del hacer y el pensar y del estar.
las demarcaciones estrictas de los límites (Acanda, 2008). Cornelius Castoriadis hace
administrativos regionales y comunales, lo cual otra contribución, incluir El imaginario social
obliga a buscar una aproximación histórico para designar las representaciones sociales
geográfica, ésta la aporta el historiador Milton encarnadas en sus instituciones. Lo anterior, nos
Godoy Orellana: “El Norte Chico chileno es una muestra un camino de acercamiento a lo que es
región comprendida entre los paralelos 26 de y representa la religiosidad popular en el discurso
latitud sur y 33°, enmarcada morfológicamente histórico de un pueblo.
por la cordillera de Los Andes y el Océano
Pacífico, constituida por el sistema Zemelman5 plantea la necesidad de
“Recuperación de la subjetividad en la historia,
EL SUJETO SOCIAL. Según Jorge Alonso y y de ésta en aquella. Reflexión y evaluación
Rafael Sandoval Álvarez2 (2012), la discusión valórica de acciones impulsoras de los sujetos
sobre el lugar del sujeto como generador de sociales”. En la herencia ancestral está presente
realidad y de saberes locales es un problema la sacralidad como expresión moral y espiritual,
fundamental del pensamiento y de las ciencias respecto de la naturaleza, como dadora de vida,
sociales. Como categoría teórica, según estos somos parte de ella y no sus dueños.
autores, es resultado de un proceso dinámico,
que incluye desde una actitud de rechazo de
la existencia de un orden divino, hasta Jorge L.
6. Desacatos no.12 México 2003. Saberes y razones. La danza y el concepto de estilo. Este artículo fue publicado original-
mente en inglés en la revista Yearbook for Traditional Music, vol. 33, 2001, pp. 49-66.
7. Toponimia indígena del Valle de Elqui. Herman Carvajal Lazo) 1993. ULS.
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bailes chinos, pues de la compra, decía el padre popularización de la fiesta hasta la coronación
Principio Albás, “viene el derecho que siempre de la virgen en 1901. El cuarto atraviesa todo el
han creído tener los Bailes de Chinos de la siglo XX, siendo su sello la institucionalización,
Virgen, descendientes de los primitivos bailes de burocratización, masificación y control eclesial
indios, en cuyo coste tomaron buena parte”. de la festividad y los bailes. Desde la coronación
de la Virgen en 1901 y la muerte del gran
Rafael Contreras M. et. (2014) ordena los hechos Pichinga don Laureano Barrera hasta la muerte
aludidos anteriormente, del siguiente modo: del último Pichinga Barrerino don Rogelio Ramos
Primer periodo desde mediados del siglo XVI, en 1993. El quinto periodo se extiende desde la
comienzo de explotación de los lavaderos de oro intervención a la Organización de Bailes en 1993,
y se funda la capilla, hasta el nombramiento como por parte del obispo de La Serena Francisco
parroquia en la década de 1660. El segundo va José Cox, hasta la actualidad, caracterizado
desde la fundación de la cofradía hasta antes del por la disminución de bailes tradicionales como
cambio de la Fiesta desde octubre a diciembre chinos, danzas y turbantes.
en 1773. El tercer periodo abarca el proceso de
Contexto sociocultural regional. Según los La Pampa (San Isidro), Barraza, Cerrillos,
investigadores Héctor Herrera y Edmanuel Santa Lucía, La Torre, La Higuera, Lagunillas,
Ferreira (2017). Aluden a Julián Mellet8, en Pachingo, Punilla, Valle Hermoso, El Molle y El
su viaje por el Valle de Elqui, quien recorre Peñón, entre otros lugares desde donde venían
Dieguito (Diaguitas), San Isidro y El Tambo, al asiento de Andacollo los promeseros de la
observa que la población de estos lugares está Virgen a cumplir su devoción con música, canto
compuesta por blancos, mulatos y mestizos, y baile.
en los dos primeros y El Tambo por indios
tributarios9. Destacan la conexión vial Vicuña En la experiencia e historia específica de Vicuña,
Andacollo. Además, documentan que Claudio se han creado Bailes Religiosos, con data
Gay aporta información más completa de otras anterior a la vida republicana hasta el siglo XXI,
localidades como Rivadavia, Huanta, Chapilca, de los cuales son ejemplos los siguientes:
incluyendo gráficos de Ignacio Domeyko, quien Baile Chino nº 3 de El Molle, Es el tercer
adiciona descripciones relevantes de la Fiesta de Baile Chino registrado oficialmente en Andacollo
Andacollo, entre otros comentarios. tiene 206 años de vida institucional reconocida.
En el ámbito nacional nortino. Desde 1843 hasta (24 de noviembre de 1814). Como los demás
antes de 1950, se habían fundado bailes chinos Bailes de la comuna de Vicuña participan en
y danzantes en Limarí, Sotaquí, Huamalata, Fiestas Patronales de las diferentes localidades,
Tamaya, Tambillos, Maitencillo, Coquimbo, La incluyendo las habituales participaciones en
Serena, Quebrada de Talca (Elqui), Alto de la Fiesta Chica (primer domingo de octubre y
Rojas, Algarrobito (Cutún), La Chimba y El Tambo Fiesta Grande de Andacollo (26 de diciembre).
(Elqui), consolidando su influencia en el eje de Su actual Primer Jefe del Baile es don José
los valles de Elqui y Limarí. Ya a fines del siglo Castillo Astorga. Además, debemos reconocer el
XIX se multiplicaban los bailes en Coquimbito, aporte de don Germán Rojas Rivera y don Héctor
La Compañía, Villaseca, Arqueros, Panulcillo, Rivera Pastenes, entre muchos. Este Baile Chino
8. Viajes por el interior de la America Meridional Julian Mellet 1824 (comerciante francés).
9. Según Aaron Pollack. Los originarios y forasteros, habitantes de las comunidades o ayllus, tenían la responsabilidad de reali-
zar el servicio personal (mita), pero a los yanaconas, atados de manera perpetua a las haciendas españolas -que se encargaban
de pagar su tributo- y desvinculados de los ayllus, no les correspondía esta obligación. En la Nueva España a los indios que
vivían y trabajaban en haciendas también se les conocía por clasificaciones fiscales particulares, aunque las referencias a esas
categorías son menos frecuentes. Hist. mex. vol.66 no.1 Ciudad de México jul./sep. 2016 ARTÍCULOS, Hacia una historia social
del tributo de indios y castas en Hispanoamérica. Notas en torno a su creación, desarrollo y abolición.
El Chasqui | N° 10 85
A don Germán de la Cruz Rojas Rivera, lo destaca Según Herrera y Ferreira, El Canto religioso
Contreras, R. et (2014), como “punteador” de posee formas poéticas hispánicas, como copla
esta hermandad religiosa. Devoto de la Chinita y décima espinela, mientras que la música utiliza
desde los 8 años de edad, cuando su madre flautas y tambores, instrumentos característicos
lo ofreció a la Virgen (para que lo sanara de del género, los cuales poseen antecedentes
una enfermedad), él bailó todos los años hasta prehispánicos. Por razones de extensión
el 2012, al año siguiente sólo pudo asistir de expresamos el Saludo en cuartetas de la
espectador, por razones de salud. Previo a su siguiente forma textual.
deceso manifestó la voluntad de ser vestido
con su traje de baile religioso. Murió a los 93 “Desde El Molle es este viaje / La venimos
años (2014). Se le recuerda como deportista a visitar / En presencia del Dios ¨Padre / A
destacado en boxeo, en su vida laboral trabajó en cumplir con humildad.
la construcción de la Ruta a San Juan Argentina. Reunidos aquí, nosotros / Pedimos piedad y
(década del 1940 a 1950). perdón / Hemos venido del Molle/ A cumplir
El Baile Religioso en la praxis busca una relación la devoción
de trascendencia humana, es la persona y la Trabajo, ganas y ganancias / Las dejamos
comunidad danzante en diálogo con la divinidad a tus plantas / Hermosa Reina de Chile / Del
(Dios, La Virgen, Santas y Santos Patrones), Rosario sacrosanta
donde cada rol es asumido en plenitud). El
Hablante (Alférez) dialoga (en verso) desde su Virgen Santa de Andacollo / Madre del Verbo
cotidianeidad con la Divinidad, le saluda, relata Divino / En este día glorioso / Te saludo con
su situación actual de trabajo, familia y el estado mis chinos”.
de salud, de él y de sus compañeros de baile.
Le hace peticiones, agradece por los bienes En el Baile N° 10, San Isidro de Elqui, el aporte
recibidos. Y le solicita permiso para bailar en del poeta popular (declamador), don Ely Muñoz.
comunidad como signo de alabanza. Al final de Saluda y relata aspectos cotidianos a Dios, La
la danza se despide y pide la gracia de regresar Virgen y los fieles del siguiente modo.
en una próxima oportunidad. Utilizan para ello “Saludo al pueblo cristiano / Igual a los
en sus cantos cuartetas y décimas, demostrando peregrinos / Danzas, turbantes y chinos / Y a
conocer en profundidad las historias sagradas y la Virgen del Rosario.
los relatos históricos locales.
Nuestro cabeza de baile / Hoy se viene a
La responsabilidad de dirección de la coreografía presentar / Por el milagro patente / Que lo
de la danza la asume el Abanderado (Jefe), ha dejado llegar/ En las puertas de tu templo
éste dispone de una bandera consagrada que / Las gracias te viene a dar / Su corazón
utiliza como un medio simbólico aplicado a un no permite / De podérselo explicar / Sufre
lenguaje gestual y ritual, marcando con ella los enfermedad penosa / Que no lo deja ni andar
tiempos rituales, con un orden secuencial de las
acciones a desarrollar en la presentación ante Fragantísima azucena / Sin ser el año tan
la imagen en la procesión; a la vez que indican malo / Hemos pasado amargura / Está el
a los tamboreros y flauteros los diferentes pasos comercio tan caro / Sin tener culpa ninguna
de baile, y el tipo y momento de la interacción
que ordena el despliegue y movimiento de El poderoso minero / Al pobre lo está
las banderas y el porta estandartes en todo el sangrando / Y nos tiene trabajando / Como el
proceso ceremonial. cuchillo al cordero.
Ellos ganan el abrigo / Del convento parroquial los mineros, se cuentan entre las estadísticas,
/ No le cantan a esta joya / Que es el pilar que Elque (El Tambo), Igualmente, al relatar un baile
tuvimos / Por el sagrado bautismo / Manuel de chinos en el valle del Elqui, dice: Hacen una
Jesús, el precioso / Como juega este niñito / fiesta (¿a la Virgen María?) en este valle sobre
Tan sagrado y venturoso. una eminencia plana donde han construido sus
ranchos provisorios delante de una iglesia. Antes
Baile Chino Nº11 San Isidro Río Elqui del de entrar a la iglesia los indios se forman en dos
Pueblo de La Unión de Paihuano. Según filas acompañados por los golpes acompañados
don Ricardo Rojas (hijo) Jefe del Baile Chino, de un tamborcillo y de unos instrumentos de caña
tiene una filial en Ovalle y existen integrantes aforrados de un cuero de chivato, agujereados en
de Coquimbo. Agrega, se ha tenido que el medio y en cuya parte superior está practicada
batallar con los nuevos bailes religiosos y la la abertura por donde introducen el viento. En
atracción que existe de los jóvenes por éstos, este lugar, se posicionó la primera manifestación
especialmente por sus vestiduras de indios y cristiana con la llegada de los españoles y donde
por sus ritmos de instrumentos gruesos. . Don se fundó la primera parroquia del valle del Elqui.
Ricardo comenta que el baile chino original era Cuando el sector era conocido como el pueblo
constituido por varones. En la antigüedad eran de Erque, lugar que en la actualidad se conoce
como de 80 personas, hoy son 50 personas como El Tambo10.
aproximadamente. La única manera de que
se pudo recuperar el número de personas fue Baile de Danza de Diaguitas 1914. Con
integrar a mujeres. Don Moisés Guerrero Flores orientación de hermandad danzante (106 años).
es uno de los primeros fundadores del baile, sus Rafael Contreras et (2014) afirma. “Estos Bailes
descendientes desistieron de integrar el grupo, aparecen a fines del siglo XVIII, como reacción
por lo que el padre de Don Ricardo, don Ricardo oficial para hacer frente a la desbordante presencia
Rojas, tomó la responsabilidad de llevar adelante de los Chinos, propagándose rápidamente
el Baile. Actualmente no posee personalidad por el Norte Chico”. Fueron aceptados por
jurídica. Sus integrantes son generalmente Los Bailes Chinos, siempre reconociendo la
agricultores. tradición y autoridad del Pichinga y alejándose
de la órbita clerical. Este Baile de la localidad
De manera similar, el Baile N° 11 de La Unión de Diaguitas participa activamente en las
(Elqui), es una “Danza” de personas con profundas Festividades religiosas de Andacollo, además de
experiencias del vivir y del sufrir, donde las sus presentaciones locales y comunales. Su jefe
enfermedades y el dolor están presentes en la don Roberto Rojas y la segunda Jefa es doña
danza hecha oración. En esta oportunidad, El Dionisia Rojas, además de los integrantes don
Cabeza de Baile delega El Saludo a la Virgen a Francisco Contreras, don Félix Carvajal (tambor),
su Tamborero Mayor. don Mario Villalobos (flautín), don Rigoberto
“De Vicuña y río de Elqui / Y del pueblo de La Contreras, don Enrique Carrasco (tambor) y
Unión / Te venimos a saludar / Y a llevarte en don Patricio Villalobos (flautín), son entre otros,
procesión. reconocidos integrantes en más de cien años de
historia de fe y realizaciones patrimoniales.
Es el Baile de la Unión / Que hoy da la luz a
María / En las gradas de su templo / Le damos Baile Chino N° 23 de Nuestra Sra. de La Merced
la bienvenida. de la Quebrada de Paihuano. Si bien pertenece
a la Comuna de Paihuano, se ha considerado
Chinos, Danzas y Turbantes / Devotos y pertinente incluirlo como fiel representante del
peregrinos / A tus pies están Señora / La Valle de Elqui. Es uno de los bailes chinos más
bendición recibimos. antiguos de este valle. Fundado en la Quebrada
de Paihuano, en el sector del Palcal. La fiesta
Baile Religioso de El Tambo. (Danzas Nro. 9). se realiza en el mes de septiembre. El 2013 la
fundado 1835, inspirado en la devoción Nuestra fiesta se realizó el 24 de septiembre, en el 2014
Señora del Rosario de Andacollo, en esos años se se realizó el 7 de septiembre. Existe un registro
fundaron diversas cofradías, especialmente entre
10. En el Antiguo Perú, un tambo (del quechua tanpu) era un recinto situado al lado de un camino importante usado como al-
bergue y como centro de acopio. El camino del inca tenía tambos distantes 20 o 30 km (una jornada de camino a pie) entre sí
El Chasqui | N° 10 87
actual de fecha de fundación, pero se conoce una en el cargo hasta el día de su muerte en 1993”
fecha más antigua pero el registro se encuentra (en la actualidad duran 5 años). En ese tiempo
extraviado en la Iglesia. Don Joaquín Cepeda es los argentinos (de San Juan, Jáchal, Rodeo,
el flautero más antiguo del baile. Él mismo es jefe Iglesias, entre otros lugares) se integraban al
del grupo desde hace 30 años aproximadamente. Baile Chino N° 1 “Barrera” de Andacollo, incluso
Otro dato importante es el descubrimiento de la utilizaban la misma vestimenta”. Viajaban en
Virgen al frente de la localidad de Quebrada de grupos de familiares y amigos desplazándose
Paihuano en el Chañar. en cabalgaduras (caballos y mulares), utilizando
diferentes rutas y pasos cordilleranos como:
Baile Chino de Calingasta 1986. Con 34 Pasos del Río Claro, de Agua Negra, Las
años de vida institucional muestra un caminar Terneras, del Valle de Río Hurtado, (todos
en la fe y devoción religiosa, que va sumando senderos de arreos de animales).
experiencias de vida colectiva, no se dispone de
mayor información de esta institución. Don Esmeregildo (sic) del Carmen Ramos
González, hermano de don Rogelio (Cacique del
Baile Indio Pluma Blanca 2015. Pluma Blanca Baile N° 1 Barrera), recuerda. En sus años de
se fundó un 8 de diciembre de 2015, ha cumplido juventud, a los romeros argentinos los veía llegar
5 años de testimonio de fe. Se organizó esta a la posesión Los Placeres, de propiedad de su
celebración que se da el mismo día de la familia, ubicado en los ´pies del Cerro Tololo,
celebración de la Inmaculada Concepción. Así donde los atendían y luego ellos continuaban
lo confirmó Bernardita Veas, su fundadora, quien camino hacia Andacollo.
precisó que este acontecimiento religioso se
celebra antes de la fiesta patronal. Descripción de algunos aspectos de las
Fiestas Religiosas de Vicuña. A principio del
Las Romerías Argentinas. siglo XX, el esquema de desarrollo de estas
Existen diversas fuentes que entregan festividades se inicia con actividades previas de
antecedentes respecto a la expansión del recogimiento y oración, tales como Novenas,
culto mariano en la advocación de la Virgen comienzan un viernes y terminan un domingo,
del Rosario, desde Andacollo hacia provincias culminando con misa y procesión encabezada
argentinas. El historiador Milton Godoy (2007) por la imagen de La Virgen María, o del Patrono
sostiene, “Cuando los argentinos volvían a de la comunidad. El recorrido de los fieles junto a
su tierra”, junto a connacionales que también bailes chinos, danzantes y otros, lo hacen por las
tomaron esos rumbos, se inició la aparición de calles adornadas a propósito, es dirigido por un
los Chinos con el culto a su Chinita en diferentes sacerdote, donde la comunidad acompaña con
poblados de los valles pre-andinos de San Juan cánticos y oraciones, retornando al templo, donde
y posteriormente en el oasis central, llegando el sacerdote desarrolla una homilía y bendice a la
hasta el surgimiento de un santuario en el pueblo comunidad. Luego en algunos lugares se realiza
argentino de Andacollito”. un baile a beneficio de la comunidad.
La denominada expansión del Culto de la Virgen Gilberto Epuya, et (1954)12, desde su perspectiva
del Rosario de Andacollo en Catamarca, La Rioja con marcado sesgo academicista, destaca:
y San Juan, entre otras localidades de la hermana “El espíritu religioso de nuestro pueblo nunca
República Argentina11, es destacada también desmentido, (quien lo atribuye a la ignorancia y
por H. Herrera y E. Ferreira, aprovechando el beaterismo), tengan gran arraigo entre las masas,
testimonio de doña Sonia Ramos de la localidad principalmente incultas de nuestro pueblo”. Sin
de El Tambo, (Elqui), quien a los 7 años de edad embargo, ellos reconocen que, desde La Serena
viajó con su padre por primera vez hacia Andacollo hasta el último rincón cordillerano del Valle de
desde su domicilio en Los Placeres hacia Corral Elqui, tienen las localidades una fiesta religiosa
Quemado y luego Andacollo. Explica. “Mi que fielmente hacen sus moradores. Parece
padre Rogelio Ramos fue Cacique de los Bailes que tuvieran un calendario, aunque nadie lo ha
Religiosos de Andacollo, desde 1973 y duró fijado”. Según este equipo investigativo. “Las
11. Ver VIRGEN DE ANDACOLLO Hija de las altas montañas Chilenas- Argentinas. LOM 2017
12. “Investigación del Folklore Elquino” (Junio 1954), realizado por los profesores Gilberto Epuya Navarros, Víctor Canales
Romo y Rigoberto Mena Barrales.
El Chasqui | N° 10 88
fiestas religiosas más conocidas son las de El Fiesta de Peralillo. En la primera quincena de
Molle, Campana, Peralillo, El Tambo, y Diaguitas. septiembre, como anticipo de las Fiestas Patrias,
En otras localidades como Vicuña, El Durazno, la comunidad cristiana de Peralillo (ubicado en la
Rivadavia, Pisco Elqui, etc, también se realizan, ribera sur del río Elqui al oriente de Vicuña), no
pero parece ser que en las cinco primeras son participan chinos ni “manderos”, es más sencilla,
las principales”. la gente quema velas durante la procesión.
LA FE Y EL CANTO A LO DIVINO
Estribillo
Despedida
HIMNO A LA CRUZ
Recopilado por la señora Isolina de Estay el año de 1930 en la aldea de Huanta, donde se celebra la
Fiesta de la Cruz el 3 de mayo.
1.- ¿Qué es aquello que 4.- Toquen flauta los flauteros Adiós Santa Cruz bendita
relumbra
el tamborero el tambor Adiós dicen tus devotos
En la corona de la Cruz?
Yo batiré mi bandera Danos vida para este otro año
Es la Virgen María
Si la Cruz me da valor Para visitarte nosotros.
Que está cuidando a Jesús.
Este legado como expresión de fe en el canto a La Véliz, bordadora destacada de los trajes chinos,
Virgen María, es digno de destacar como Canto de lujosos estandartes y fajas, entre otros
a lo Divino, manifestación de la espiritualidad del primores, además, Jefe del Baile de Danzantes
pueblo donde se une a la oración, la poesía y de El Tambo, localidad ubicada a 6 kilómetros
el canto como expresión de fervor popular. La al sur de Vicuña, quien le recitó los versos del
investigadora doña Isolina Barraza de Estay, Canto a La Virgen.
visitó en el año 1945 a doña Petronila Rojas de
Para esta exposición, el concepto emblema ser pintada, grabada o bordada, un título (a modo
hace referencia al símbolo o la insignia que se de sentencia) donde subyace un sentido moral
constituye como una representación de algo y una explicación en prosa o en versos que
intangible. En la antigüedad, un emblema era especifican el sentido, de la obra. En el caso de
una imagen o una figura sin un significado claro, los bailes religiosos, la relevancia de la identidad,
por ello, en su parte inferior, se presentaba un pertenencia de lo sacro en la comunidad.
lema o una expresión que permitía descifrar y
comprender su sentido moral. La expresión franca stand hard, deriva del idioma
francés antiguo estandart, alude a mantener
Los emblemas constan de una figura, que puede la firmeza. En castellano se transformó en
El Chasqui | N° 10 90
A continuación, se hará una breve descripción 13.- Baile Mixto San Antonio Quebrada de
de los textos de cada Estandarte disponible en Talca. Fundado el Primer Jefe don Domingo
el estudio. Roco Cofré.
01.- Baile Pieles Rojas de Las Rojas. Fundado 14.- Baile Religioso San José de la Calera N°
el 06 de junio de 1959. Primer Jefe don Cristián 45 Fundado el 03 de mayo de 1987. Primer
Barahona Fredes. Jefe Don Gaspar Rojas Rivera
02.- Baile Religioso Nuestra Señora del 15.- Baile N°11 San Isidro Río Elqui de la Unión.
Carmen de Montegrande. Fundado el 22 de julio Fundado el Primer Jefe don Luís Rojas
de 2002. Primer Jefe, don Rubén Campusano
Toro. 16.- Baile Religioso Madre de los Dolores de
Calingasta. Fundado Primer Jefe, don
03.- Baile Religioso San Lorenzo de Nueva Ricardo González Rivera
Talcuna Elqui. Fundado el 16 de agosto de
1972. Primer Jefe, Doña Nanci Ossandón O. 17.- Baile de Chinos N° 5 Fundado
Primer Jefe don José Catillo Astorga
04.- Baile Religioso Villa El Arrayán, Valle
de Elqui Comuna de Vicuña. Fundado el 29 18.- Baile Religioso N° 39 María de las
de marzo de 2019. Primer Jefe don Hernán Mercedes de El Molle. Fundado el 10 de junio
Zepeda. 1980. Primer Jefe, doña Lilian Fredes Ardiles.
13. Universidad Arturo Prat, Iquique, Chile “Historia, Identidad y Estética Andinas y Populares en los Estandartes de los Bailes
Religiosos en la Fiesta de La Tirana”. Revista de Humanidades N° 24 (diciembre 2011) 161-175.
El Chasqui | N° 10 91
fiestas religiosas de Vicuña, une lo Humano y lo Por ello son Patrimonio Vivo, no necesariamente
Divino a través de los Bailes Religiosos, su actitud reconocidos oficialmente. No obstante, se
de fe valiente, en un ambiente festivo, donde la han transformado en ejemplos positivos de
sacralidad simbólica, el recogimiento y el diálogo espiritualidad para la Región de Coquimbo y el
está presente y sólo puede ser comprendido fecundo Norte Chico del cual formamos parte
en profundidad y asumido por quienes lo viven a mucha honra. Una invitación a su valoración
y comprueban realidades desconocidas de y respeto. Un motivo relevante de celebración
experiencias humanas. integradora del Bicentenario de Vicuña.
El Chasqui | N° 10 92
TARDÍO NACIMIENTO DE
LA PRENSA ELQUINA
POR GABRIEL CANIHUANTE1
D
esde la fundación de la ciudad en 1821, hasta que circulara el primer periódico en
Vicuña pasaron varias décadas, antes que se publicara “El Elquino”, periódico,
de carácter “noticioso, comercial político i literario”2 que aparecía dos veces por
semana y cuya primera edición data del 09 de enero de 1885. Se puede decir que fue un
nacimiento tardío, pero la Imprenta “El Elquino” puso en circulación durante 10 años un
total de 1.435 números. Pocos medios en esa época tuvieron una vida tan duradera.
En el libro “Reseña Histórica del Valle de Elqui”, su autor, José Varela Ramírez3 apunta que
: “… Su bautismo, como el de los barcos que tendrían que navegar por proceloso mar, tuvo
lugar al calor del estampido de corchos de espumante champaña; donde hubo discursos,
amena charla y calurosas felicitaciones para el niño en pañales, que recientemente nacía
a la vida pública”. Según Varela, “El Elquino” era portavoz de ideas liberales y quien lo
leyese, encontraría en esas páginas “hermosos pensamientos”. Entre sus principales
colaboradores, aparecen los nombres de Ramón Miranda Rojas, Francisco A. Machuca,
Elías Marconi –con el seudónimo de Savonarola–, Manuel M. Madariaga, el poeta Policarpo
Munizaga y otros “que hacían su estreno en la vida azarosa del periodismo”.
Destaca el avance material de Elqui: “La importancia que nuevas industrias i nuevos
capitales han dado a nuestro departamento…” y se menciona entonces la “Escuela de
Arboricultura i Horticultura; el desarrollo comercial multiplicado por el nuevo ferrocarril de
Elqui”. Esto es, según el editorial, el inicio de un “movimiento de actividad industrial, que se
abre estenso camino i nuevos horizontes”. El medio se preocupa de exponer su posición
favorable a esta perspectiva: “Para servir a este nuevo órden de ideas i como un amigo
desinteresado de la industria i del trabajo, aparece EL ELQUINO…”.
A partir de 1896 “El Elquino” cambió de nombre, y fue bautizado como “La Voz de Elqui”
y declarado “órgano del Partido Radical”. En sus inicios, tenía como relator principal al
médico Alberto Marín. Según los registros de la Biblioteca Nacional, el primer número data
del 19 de enero y el último tuvo como fecha el 1 de junio de 1909.
“La Voz de Elqui” estaba diagramado a cinco columnas; la primera edición constaba
de cuatro páginas y fue producida en la Imprenta homónima. En su portada se
informa, bajo el nombre, que se trata de un “Periódico bi semanal”, que “Sale a
la luz los Mártes i Sábado por la mañana” y a continuación entrega las tarifas de
suscripciones y avisos. Presenta diversos textos de contenido más bien literario o
filosófico y político, la mayor parte de ellos asociados al Partido Radical (PR). En la
contraportada se publican avisos comerciales.
El Chasqui | N° 10 94
En la página tres va un editorial que lleva por firma “La Redaccion”, donde exhibe a sus
futuros lectores sus principios e ideales como medio de prensa comprometido políticamente
con el PR y con los derechos del pueblo, en especial, la clase obrera. Presenta una visión
crítica hacia la política conservadora, la cual asocia a “bastardas ambiciones i propósitos
estrechos i mezquinos”. El Departamento de Elqui, muy favorable a los partidos Radical y
Liberal Democrático, cuenta con un nuevo medio de prensa, que trabajará en la medida
de sus fuerzas por el fomento de la agricultura y la minería, las dos fuentes fundamentales
de riqueza de la zona. El editorial concluye con un mensaje ético general: “Nuestro lema,
será, pues, cumplir con el deber cívico de periodistas, procurando que cada ciudadano
cumpla con los suyos, dentro de su esfera de accion”.
También hay un texto con el título “Ahogado”, que informa sobre un hecho policial local.
Esta nota es interesante en su contenido y también en su forma ya que responde a lo que
se conoce desde el siglo XX como noticia. El breve texto se transcribe en forma integral:
Llama la atención la redacción escueta, acotada, de esta nota informativa pues cumple
con la estructura que se masificó para estos fines a partir del siglo XX, incorporando
las preguntas básicas a las que debe responder una noticia. No era lo común en esa
época, sino más bien la opinión dilatada y muchas veces subjetiva o parcial sobre hechos
puntuales. El texto resume en pocas líneas lo ocurrido, desde la muerte del accidentado
trabajador extranjero, hasta el levantamiento del cadáver y las (primeras) impresiones de
los peritos (médico y juez). De fondo, se pueden leer diversos aspectos, por ejemplo, el
hecho de que un extranjero trabajara acá en época de verano supuestamente para poder
regresar a su país. Otro elemento se refiere a las condiciones de trabajo, la faena era
dura, había que permanecer bajo sofocante calor, al punto que alguien se desesperara por
refrescarse tirándose a un estanque. Y al mismo tiempo, el redactor sostiene que mientras
Lujan se tiraba al agua, “sus compañeros de trabajo continuaban su labor”.
LA OPINIÓN
En la portada del primer número (sábado 09 de enero de 1904) además del prospecto (una
especie de declaración de principios), se publican artículos diversos de carácter ideológico
y algunos poemas, así como también un largo artículo sobre la Ley de alcoholes que
El Chasqui | N° 10 95
fue transcrito del Diario Ilustrado. Se pueden leer textos informativos sobre nacimientos,
defunciones, encarcelamientos; textos literarios como la historia de “El hombre perro”;
telegramas con informaciones de Santiago y también avisos publicitarios de productos
y servicios (la emulsión Scott, hoteles, alimentos, zapatos, etc.). No hay imágenes en
esta edición. Se incluye un editorial en la página dos. En la página tres se informa que La
Opinión es un periódico semanal, «Noticioso literario e industrial que saldrá a la luz todos
los Sábados».
En esa misma página se presenta un texto breve con el título “Fiesta de Diaguitas”. Allí se
informa que con toda solemnidad se celebró el miércoles 06 en el pueblo de Diaguitas la
fiesta religiosa en honor de Nuestra Señora del Rosario patrona del mencionado pueblo. El
redactor describe: Los fuegos artificiales que se quemaron en la noche anterior estuvieron
bastante lucidos. La banda de músicos, con escogidas piezas de su repertorio amenizó
todos los actos de esta fiesta. Muy pocas veces hemos presenciado en Diaguitas tan
numerosa concurrencia. Y concluye: Muy diversas felicitaciones al señor Mayordomo de
la Cofradía de ese pueblo, don Miguel Alba, por el entusiasmo que ha gastado en este año
por darle a esta fiesta todo el esplendor posible.
Este es un texto que presenta las características de una crónica informativa. Si bien
contiene elementos de opinión, están basados en el hecho descrito en la información.
El autor da cuenta de una actividad de relevancia social, la celebración de una fiesta
religiosa. En este caso, hay una expresión de fe que devela el sincretismo religioso puesto
que existe la participación fundamental de la Cofradía de Diaguitas –baile chino, con un
líder propio como es el Mayordomo– y los representantes de la Iglesia católica. Por el
éxito de esta celebración y lo masivo de su convocatoria, el redactor consideró necesario
felicitar a uno de los organizadores, el líder de la Cofradía (un laico).
Desde el 07 de enero de 1934, (N°2835), treinta años después que se fundara, “La Opinión”
se declara órgano del Partido Conservador.
Estos tres medios impresos cubren casi seis décadas de la historia de la ciudad (desde
1885 hasta 1943), pero no fueron los únicos. También circularon por Vicuña periódicos
como “La Verdad”, órgano del ideal conservador (1893-1902); “La Unión”, órgano de la
Alianza Liberal Conservadora del Departamento de Elqui (1896-1897); “Los Principios”
(1904-1906); “El Comercio” (1909-1910); “La Alianza” (1912-1943); “La Comuna” (órgano
del Partido socialista, 1943-1944); “El Sol de Elqui” (1945-1950). De modo que -según los
registros de la Biblioteca Nacional-, la prensa impresa originada en Vicuña, nace en 1885,
con “El Elquino” y se cierra (al menos hasta ahora) con “El Sol de Elqui”, en 1950. Hace
décadas que no existe un medio impreso de carácter local que cumpla con los requisitos
de la Ley de Prensa.
Su vida tuvo un giro con el movimiento revolucionario de 1859. Luchó en esa guerra civil en
calidad de teniente de los Zuavos de Chañarcillo en la batalla de Quebrada de Los Loros,
y como capitán de la 4ª compañía del Batallón Copiapó en Cerro Grande. La derrota lo
obligó al ostracismo. Vivió consagrado a la minería en la provincia de Coquimbo, hasta la
promulgación de la ley de amnistia dictada por el gobierno de José Joaquín Pérez (1862).
De regreso a Copiapó contribuyó a la fundación del diario radical “El Constituyente”, del
que fue uno de sus redactores y en 1875 fundó “El Atacama”, donde permaneció hasta
1879, cuando se alistó en el segundo batallón de Atacama y con el grado de capitán
emprendió la campaña de Lima. Luchó en las batallas de Chorrilos y Miraflores y resultó
herido de gravedad en esta última acción bélica a tal punto que lo dieron por muerto.
Retirado del ejército e inválido por las heridas recibidas, Marconi se radicó en Vicuña
donde se dedicó al periodismo. Junto a otros veteranos de guerra funda diarios y revistas
y escribe con diversos seudónimos, entre ellos Savonarola fue el más conocido. Según
Figueroa sirvió “con inteligencia al desarrollo de nuestra democracia y la prosperidad
de la República. Soldado del periodismo y del ejército, ha luchado con abnegación y
perseverancia por el triunfo del ideal de su alma, la libertad y el progreso nacional. Uno de
los libros que ha traducido del francés, en el que su ingenio ha puesto todos los recursos
que posee, la famosa obra denominada Satanás6, pinta su carácter y sus anhelos porque
esa producción es la síntesis del desenvolvimiento industrial y científico de la sociedad
moderna. Su pluma y su espada han sido las armas con que ha luchado por la verdad y
por la gloria”.
Vicuña, 1938
5. “Diccionario biográfico” Tomo II, de Pedro Pablo Figueroa (1897), Imprenta i encuadernacion Bar-
celona. Santiago.
6. Cuyo autor es Guy de Maupassant.
El Chasqui | N° 10 97
No fue ella reportera, pero ejerció el periodismo en lo que hoy se llama género de
opinión y a pesar de su limitada educación formal, Lucila tuvo siempre el talento de
la pluma. Se apoyó en sus diversas lecturas, las que hizo de manera autodidacta en
esa época de difícil acceso a la escuela. Escribir en un medio entonces era, de algún
modo, exponerse a una elite, porque los analfabetos eran la mitad de la población y
quienes compraban diarios eran claramente una minoría privilegiada.
Su primera publicación data del 23 de marzo de 1905, titulada “Ecos”. Como nota de
pie al final de la columna el editor del diario escribió: “con gusto publicamos el artículo
Ecos de nuestra distinguida colaboradora” y al llamarla así se puede entender que ya
había enviado otros textos, probablemente no publicados.
Varios estudiosos coinciden en resaltar de esos años su texto titulado “La instrucción
de la mujer”, publicado el 08 de marzo de 1906. Bajo el título se lee “Especial para La
Voz de Elqui” y la firma al final del texto es de “Lucila Godoi y Alcayaga”.
Más adelante señala que “Si en la vida social ocupa (la mujer) un puesto que le
corresponde, no es lo mismo en la intelectual aunque muchos se empeñen en
asegurar que ya ha obtenido bastante; su figura en ella, si no es nula es demasiado
pálida”. La autora reclama igualdad de condiciones para la mujer en cuanto a su
educación, a su formación, en un período en que el desequilibrio entre los géneros
era brutal. La mujer casi no tenía derechos y vivía en total dependencia del hombre
porque el patriarcado no dejaba más espacios al entonces llamado “sexo débil”.
Y argumenta Lucila que “…la mujer instruida deja de ser esa fanática ridícula que
no atrae a ella sino la burla; porque deja de ser esa esposa monótona que para
mantener el amor conyugal no cuenta más que con su belleza física y acaba por
llenar de fastidio esa vida en que la contemplación acaba”.
Y luego abre otro flanco: “Yo pondría al alcance de la juventud toda la lectura de esos
grandes soles de la ciencia, para que se abismara en el estudio de esa Naturaleza
de cuyo Creador debe formarse una idea. Yo le mostraría el cielo del astrónomo,
no el del teólogo; le haría conocer ese espacio poblado de mundos, no poblado de
centellas…”. No está de más recordar que ella publicaba sus textos en un diario
radical, corriente política anticlerical por antonomasia.
Al final hace en un llamado a apoyar a los políticos que se manifiestan en favor de esta
demanda feminista: “Honor a los representantes del pueblo que en sus programas
de trabajo por él incluya la instrucción de la mujer; a ellos que se proponen luchar por
su engrandecimiento, ¡éxito y victoria!”. De modo que la joven escritora, aun apenas
conocida en su recóndito Valle del Elqui, todavía no bautizada Gabriela Mistral, la
universal, tenía claridad de pensamiento y claridad de acción para su vida presente
y futura.
No he podido establecer a qué se debe esta tardanza, pero es posible pensar que
se podían oír transmisiones tanto de ciudades argentinas como de Santiago, y eso
hizo difícil crear una emisora local. Según Sergio Saavedra9, esta ausencia se debió
a problemas económicos, falta de gestión de autoridades o de visión de particulares,
entre otras.
El autor relata que a mediados del siglo XX “hubo comerciantes que difundían música
y pasaban avisos por medio de parlantes instalados frente a sus locales, como fue el
caso de Pedro Moral Quemada, propietario de una librería ubicada frente a la Plaza
de Armas… También el municipio vicuñense con equipos de amplificación difundía
en la Plaza música, especialmente clásica y orquestada, y los cines-teatro Municipal
y Centenario con su música y propaganda de las respectivas carteleras…”
8. Ya citado.
9. Profesor y periodista, en el artículo “Radiodifusión”, incluido en el libro “Erque, Elqui, Vicuña.
Anales de su historia” de Héctor Herrera. Ediciones Centro de Estudios Bicentenario, Santiago,
2011. Tomo I.
El Chasqui | N° 10 99
Fue el periodista Fernando Zambra quien tuvo la misión de instalar los equipos de
Radio Río Elqui, según cuenta Herrera (2011).10 En vísperas de la Navidad de 1973
“estaba terminada la planta transmisora en las afueras del estadio municipal…” Los
estudios se ubicaron en el antiguo local del Club Conservador y desde allí Zambra
pudo salir al aire con una programación propia y que -con cambios de propietario y
de formatos- se ha mantenido durante décadas.
En mayo del año 2000 surgió Radio Astronómica Radio FM del valle de Elqui. En
Vicuña se sintoniza en el 91.5. Y en Paihuano en el 96.9. Mantiene una programación
desde las 06:00 horas hasta 00:00 hora y su sitio web es http://www.radioastronomica.
cl/ Esta emisora, afiliada a Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI) y por su
intermedio a la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR), transmite on line,
todo el año, con programación animada en vivo. Esto -según su propia descripción-
les permite “ser los primeros en la noticia del momento, estar presente en grandes
eventos locales y nacionales, gracias al apoyo logístico del equipo humano de nuestra
emisora”. Radio Astronómica cuenta con un grupo de profesionales encabezado por
Fernando Guamán Guamán, ex Alcalde de Vicuña y comunicador social por más de
40 años.
Radio Elquina es una de las emisoras comunales con mayor alcance en el Valle de
Elqui, llegando a toda la comuna a través del 100.5 FM, cuenta con una programación
variada dedicada a la información y entretención con programas de lunes a viernes
que incluyen información y entretención con una variada gama de música que
contiene baladas, pop, rock, entre muchas otras, además de contar con informativos
diarios realizado por un equipo periodístico.
Radio Vale es una de las emisoras creadas más recientemente ya que inicia sus
transmisiones en 2017. Esta emisora ha sido diseñada para cubrir las necesidades
de información, entretención y desarrollar intereses especiales de los auditores. Sus
emisiones, por la sintonía del 103.1 FM, durante las 24 horas del día, entregan una
selección musical de pop rock anglo latino.
En Vicuña nunca ha habido una emisora de televisión local. Lo que se puede ver
corresponde a canales de Santiago y otras ciudades, así como también transmisiones
desde fuera de Chile.
Al celebrarse 200 años de vida de esta ciudad, hago votos para que los medios
de comunicación, en sus diversos formatos, sigan desarrollando sus tareas de
información, entretención y educación, de la manera más pluralista posible,
atendiendio a los intereses de las comunidades por sobre los sesgos individuales o
los intereses de grupos económicos privados o de segmentos político partidistas. Eso
haría posible que contribuyan al progreso material y espiritual de esta bicentenaria
ciudad y de sus habitantes.
* * *
El Chasqui | N° 10 101
Los editores harán una lectura de cada colaboración y juzgarán si esta es posible,
en función del interés que despierta el contenido del texto presentado y si este
cumple con las normas de edición que se presentan a continuación.
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tivo de Estudios Históricos de la Región de Coquimbo, deberán ser textos originales inéditos
no presentados por el autor o autores en ninguna otra publicación científica de referencia
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tados, así como a la adecuación a los objetivos y filosofía de la revista.
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c.- Resumen en español
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El Chasqui | N° 10 102
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