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1:

Comunicación
(Andy Stanley – Lane Jones)

LA COMUNICACIÓN QUE CAMBIA

En este libro, usted encontrará algunas ideas desafiantes, incluso poco ortodoxas.
Pero antes de que deseche estas ideas como no prácticas, permítame ubicarlas en un
contexto en el que todos puedan entender.
Cada persona que se sienta educadamente y lo escucha el día domingo es un mundo
de decisiones. Cada uno de ellos piensa en opciones que los seguirán por el resto de
sus vidas. Hay esposos que se balancean inestablemente en el borde de la infidelidad.
Esposas cuyos planes son insostenibles. Parejas que están sumergidas en un mar de
deudas. Adolescentes que están allí porque sus padres los obligaron a venir. Jóvenes a
quienes les han dicho que son homosexuales. Chicas a quienes les han dicho que el
valor que tienen no va más allá de su belleza física.

Allí están todos sentados. En silencio. Esperando. Con esperanzas. Dudando.


Adelantándose. ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué va a hacer usted? ¿Qué va a decir?

Este es el mundo al que fuimos llamados a dirigirnos. Estos son los asuntos a los que
hemos sido llamados a enfrentar. Hay muchas cosas en juego. Hay muchas cosas en
riesgo. La gran noticia es que las páginas de las Escrituras están llenas de principios,
relatos y verdades que se dirigen a cada una de esas necesidades. La pregunta que
usted debe contestar es: ¿hasta qué extremo está usted dispuesto a ir para crear un
sistema de entrega que se conecte con el corazón de su audiencia? ¿Está dispuesto a
abandonar un estilo, un método, un sistema que fue diseñado en otra época para una
cultura que ya no existe más? ¿Está dispuesto a salir de su zona de comodidad con el
fin de dar un paso hacia dentro de las vidas que Dios puso bajo su cuidado? ¿Está
dispuesto a hacer los ajustes necesarios? ¿Está dispuesto a abandonar sus acrósticos y
bosquejos de tres puntos y hablar a la gente en términos que puedan entender? ¿Se
comunicará para lograr en ellos un cambio de vida?

1. Determine su objetivo
¿Qué trata de lograr?

Predicar es presentar una actuación. Los predicadores son actores. Pero a diferencia
del comediante, se espera que como predicadores hagamos más que solo entretener.
2:
Se espera que seamos educadores, inspiradores, teólogos y persuasivos al mismo
tiempo.

No es ninguna sorpresa que nuestros sentimientos acerca de cómo lo hicimos estén


unidos a nuestra actuación. Hay mucha presión sobre nosotros en nuestro trabajo.
Pero a pesar de eso, el alcance nuestra evaluación debe ir más allá de nuestra
presentación. Aunque debemos prestar atención y trabajar para mejorar nuestra
actuación o desempeño en la plataforma, hay algo más que también debe considerar.
Es decir, el resultado. Lo que la gente hace como resultado de lo que nosotros
decimos. La disposición de la audiencia para actuar dentro de lo que han escuchado; el
cambio de vida.

Por eso, antes de que nos lancemos en una discusión acerca del "como", pasemos
algunos minutos hablando acerca del "que" o “cual”

¿Qué está tratando de lograr? ¿Cuál es su objetivo en la comunicación? ¿Cuál es la


victoria? ¿Qué quiere ver como el resultado de sus años de predicación y enseñanza?

Esta es una pregunta extraordinariamente importante. ¿Por qué? Porque nuestra


forma de comunicarnos debe ser definida por nuestro objetivo en la comunicación.
Muchos de nosotros heredamos nuestra forma de comunicarnos. Crecimos
escuchando a predicadores que básicamente tenían el mismo método. Luego fuimos a
los colegios en donde fuimos enseñados a desarrollar mensajes según el estilo que
habíamos escuchado durante nuestro crecimiento. Es probable que nadie lo haya
desafiado a usted a pensar en su objetivo como comunicador.

Si su método para comunicarse no apoya a su objetivo como comunicador, hay una


división Usted pasará horas preparando mensajes que no estarán diseñados para
lograr lo que apasionadamente quiere lograr.

Entonces, ¿cuál es su objetivo?

Tres posibilidades

El primero es: Enseñar la Biblia a la gente. Normalmente este es el Objetivo del


predicador o del maestro, quien metódica y sistemáticamente enseña versículo por
versículo a través de los libros de La Biblia.

Un segundo posible objetivo es enseñar a la gente la Biblia. Este objetivo difiere del
primero en que el comunicador lleva a su audiencia en un relato, mientras que planea
su acercamiento. Después de todo, el objetivo es enseñar a la gente.

Hablando en términos generales, la primera preocupación para el comunicador cuyo


objetivo es enseñar La Biblia a la gente es: ¿habré cubierto el material? La primera
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preocupación para el comunicador cuyo objetivo es enseñar a la gente La Biblia es:
¿habrá entendido mi audiencia y podrá recordar el material? En ambos casos el éxito
es medido en términos de la transferencia de la información.

Un tercer objetivo, y al que me suscribo es, enseñar a la gente como vivir una vida que
refleje los valores, los principios, y las verdades de La Biblia. En resumen, mi objetivo
es el cambio. Quiero que ellos hagan algo diferente en lugar de solo pensarlo.

Cuando termino de predicar, quiero que la gente de la audiencia sepa que hacer con
aquello que han escuchado. Y quiero que, ellos salgan motivados para intentar hacerlo.
Este objetivo fluye de lo que entiendo que La Biblia enseña con respecto a la madurez
espiritual. La forma en que leo Las Escrituras es determinante, porque la madurez
espiritual es medida por la aplicación y no por contemplación. Santiago lo dice
correctamente: "La fe sin obras es muerta" "Sed hacedores de la palabra y no
solamente oidores que engañan a sí mismos. Hagan lo que la Palabra dice" Jesús
también habló de la gran importancia del tema, "En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros". Cuando, le preguntaron cuál de los
mandamientos era el más grande, Él resumió toda la ley en dos imperativos orientados
a la acción: ama a Dios y ama a tu prójimo.

Predicar por el cambio de vida requiere de mucho menos información y más


aplicación. Menos explicación y más inspiración.

Predicar por un cambio implica elegir aquellos pasajes que son más apropiados y más
aplicables a la audiencia delante de la cual estamos. Esto es lo que Jesús hacía. Esto es
lo que el apóstol Pablo hizo.
Ellos se dirigían a las necesidades presentes y apoyaban sus enseñanzas con
referencias del Antiguo Testamento.

Es por eso que construyo un mensaje sobre la pureza sexual o sobre el dinero dentro
de casi cada serie que hacemos. Es porque cada primavera programamos una serie
completa acerca de la Vida de la familia. Esos son los tres temas que consumen el
tiempo y la atención del hombre y la mujer promedio. Afortunadamente para
nosotros, La Escritura tiene mucho que decir acerca de los tres.

Si usted decide predicar por un cambio de vida, no estará satisfecho hasta que el
comportamiento de su audiencia sea transformado; y estará dispuesto a hacer
cualquier cosa para ver que eso suceda. Al final del día quiero que gente de mi
congregación confíe en Dios en cada área de su vida: La familia, las finanzas, la carrera,
las relaciones, en todo. Esa clase de confianza es desarrollada cuando actuamos
conforme a lo que somos. Los actos de obediencia permiten que nuestra fe se cruce
con la fidelidad de Dios. Es en esa intersección que vemos a Dios trabajar. Y cuando le
vemos trabajar, nuestra fe crece.
4:
Así que; ¿cuál es su objetivo? ¿Cómo define el éxito? ¿Qué le ocupa más: ¿cómo
predicó el domingo, o qué hace la gente el día lunes? Y si es lo último, ¿su forma de
comunicarse apoya a lo que trata de lograr?

2. Elija un punto
¿Qué trata de decir?

Si compara el discurso público con llevar a la gente en un viaje entonces el


comunicador debería intentar recoger a todos en una misma estación y llevarlos hasta
el mismo destino. Cada viaje empieza y termina en alguna parte. Lo mismo puede
decirse de cada predica. Un buen viaje es planeado con el final en mente. Desafortuna-
damente, lo que la mayoría de nosotros ha escuchado, han sido mensajes construidos
en torno a varios puntos, en lugar de tener un destino claro, ejemplo.

"Dios quiere a un hombre para...


§ Amar a su esposa.
§ Guiar a su esposa.
§ Aprender de su esposa.

Pero nunca, jamás…

§ Dejar a su esposa

Uno de los problemas con este método, es que cuando usted llega a su último punto,
nadie recuerda los tres primeros. Cualquiera sea el impacto que ellos pudieron haber
hecho, es borrado por la información y las ilustraciones que los siguen. En un buen día,
es ese último punto el que normalmente pega. Y eso es posible asumiendo que el
punto fue declarado de tal manera que pueda ser recordado.

¿A que me refiero con punto?

Cuando digo punto, me refiero a una de tres cosas: una aplicación, un concepto o un
principio. Con este método, cada mensaje tendrá una idea, una aplicación, un
concepto o un principio central que servirá como el pegamento para unir a las otras
partes. En un nivel más amplio, cada serie de mensajes será de la misma manera.

Tal vez una ilustración pueda ayudar. Acabo de completar una serie sobre las tres
tentaciones de Jesús, titulada Pausa. El punto de la serie es: La tentación siempre es
una prueba de su fe, no solo de su domino propio. Volvimos a esa idea a lo largo de
toda la serie. Pero cada mensaje dentro de la serie estaba diseñado para hacer un
punto específico también. Y ellos son los siguientes:

§ La tentación puede robar su futuro, su familia, y su fe.


5:
§ Haga una pausa antes de buscar suplir alguna necesidad física de
manera irresponsable.
§ Coopere con Dios no intente manipularlo.
§ Nunca cambie lo inmediato por lo importante.

La gran idea para la serie, así como mi punto para el primer mensaje de la serie, es un
concepto. Los puntos para los segundos dos mensajes son imperativos o aplicaciones.
Reitero, el punto que buscamos toma una de varias formas, pero siempre hay un
punto, un destino, una posición final.

La clave para este método es rehusarse a levantarse y hablar sin antes conocer las
respuestas de dos preguntas:

§ ¿Cuál es la única cosa que quiero que mi audiencia sepa?

§ ¿Qué es lo que quiero que ellos hagan con lo que aprenda?

Esas son dos preguntas frustrantes. En muchas ocasiones he dejado mi computadora,


pensando que he terminado con mi preparación. Cuando esto sucede, tengo tres hojas
de bosquejo pero tengo ni una respuesta para estas dos preguntas.

-Pero, un momento -dice usted-, ¿que pasa si hay dos cosas que quiero que ellos
aprendan? Eso es genial, ahora tiene una serie de dos partes. Seriamente, elija una
de ellas y enfóquese en esa parte.

Con este método, usted elige una idea, un principio, una aplicación o un concepto, y
construye el mensaje entorno a lo que eligió.

El descubrimiento

En el momento en el que ha terminado de preparar su mensaje, sabe bastante bien en


donde está la fuerza del mensaje; sabe cuál es el momento de la satisfacción, cual es la
parte de su mensaje que más lo emociona. En otras palabras, sabe cuando encontró el
punto principal. En lo que necesita concentrarse, es en construir todo lo demás
alrededor de ese punto.

Yo casi nunca se cual es hasta lo último del trabajo, y cuando finalmente lo encuentro,
o me encuentra a mí, tengo que volver atrás y quitar todo el desorden, de tal manera
que quede el punto y no un punto. La reorganizo, en lugar de dejarlo en el bosquejo
con un montón de cosas alrededor.

El proceso para desarrollar un mensaje de un punto puede ser detallado de la siguiente


manera:

§ Busque hasta que lo encuentre.


§ Construya todo alrededor de ese punto.
6:
§ Haga que se fije en la mente.

Busque hasta que lo encuentre.

En raras ocasiones sé cuál es el punto antes de empezar con mi preparación oficial. A


veces emerge de la vida en lugar de emerger del texto. A veces, por casualidad
encuentro una idea, un principio o una aplicación en el curso de la vida, y luego busco
el apoyo bíblico. Ese método era altamente desalentador en el seminario. Y es
comprensible. Obviamente, teníamos que tener cuidado de no forzar la Escritura para
apoyar nuestras ideas y nuestras observaciones.

Pero usted nunca sabe cuándo y dónde puede encontrar algo verdadero y útil. A
menudo alguien formula un concepto o una idea en el grupo de mi casa, que sirve
como una idea organizadora para un mensaje. Imagino que usted habrá
experimentado la misma cosa. Como el concepto puede originarse en el texto o en la
vida, debemos estudiar ambos casos.

Cuando encuentro una idea que pienso que puede servir como la fuerza conductora
para un mensaje o una serie de mensajes, estas son las preguntas que hago:

§ ¿Y qué si en alguna medida La Biblia habla acerca de esto?


§ No dice nada... ¿por qué?
§ ¿Quienes, en Las Escrituras, enfrentaron una situación que los forzara a unirse
con este tema o idea?
§ ¿Qué fue lo que hicieron? ¿Qué no hicieron que yo podría esperar que
hicieran?
§ ¿Alguna vez Jesús dirigió este tema directa o indirectamente?

En ese punto trato de quitar mis manos del volante y dejo que el texto me dirija. Una
vez que usted descubre un texto o una narración que dirija su gran idea, deje que La
Biblia hable. Aún si el texto contradice su idea o lo que usted piensa que esta bien,
deje hablar al texto. Es en esa tensión que usted hará algunos de sus más grandes
descubrimientos. Cuando suponemos que todo está bien, involuntariamente
resistimos la influencia del Espíritu Santo. Eso es cuando corremos el riesgo de usar
mal el texto.

¿Mi punto? Deje que el texto hable por sí mismo. Cuando el texto está de acuerdo con
sus ideas preconcebidas, genial. Cuando no excave y aprenda algo. Y siga excavando
hasta que pueda desenterrar esa única cosa.

Construya todo alrededor de ese punto

Como ya hemos mencionado, una vez que descubra esa única cosa, el siguiente paso
es regresar y orientar todo su mensaje en torno a su punto. Recuerde, hablamos de
gente en un viaje. Una vez que ha identificado el destino, debe hacer el camino claro y
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directo para su audiencia, eso significa que quitará las cosas que no son relevantes en
el tema.

Sabe de lo que hablo: del relleno. De las cosas que ha puesto porque quiere asegurarse
de tener suficientes cosas para decir. Efectivamente, usted necesita algo de eso en las
primeras etapas de preparación. Esa historia que usted ama contar. Eso que siempre
hace reír. Esa idea que esta seguro que es muy original en usted, Ese matiz en el
idioma original que impresionará a la gente con sus: conocimientos.

Pera una vez que desentierre esa singular idea, concepto o aplicación, el relleno tiene
que desaparecer. Pregúntese a usted mismo: ¿Esto realmente facilita el viaje, o es algo
que solo hace reír, o es solo para llenar un espacio?

Este puede ser un proceso frustrante. ¡Si ha pasado tres o cuatro horas diseñando
cuatro o cinco jugosos conceptos de un texto sentirá que necesita hacerlos conocer a
todos!

Me reúno con todos nuestras comunicadores dos o tres veces antes de que ellos
entreguen el mensaje el domingo por la mañana. La parte más dolorosa de nuestra
reunión es cuando los miro y les digo:
- Esta es la idea principal, ahora vuelvan a rehacer todo en torno a ella. Es doloroso,
porque implica cortar algunas cosas realmente buenas. Y, además, ellos pensaban que
ya habían terminado.

Haga que se fije en la mente

Una vez que ha descubierto su punto y reconstruye su mensaje alrededor de él, el paso
siguiente es construir habilidosamente una sola declaración o frase que haga que el
punto se fije en la mente.

Debe ser muy fácil de recordar tanto como sea posible, Esto le ayudará a usted y
también a su audiencia, Si es corta y fácil de memorizar entonces será más fácil para
usted mezclarla a lo largo de todo su mensaje. Si es una declaración bien lograda será
más obvio a su audiencia que ese es su punto.

Usted necesita una declaración que pegue. Tómese el tiempo para reducir su único
punto hasta lograr una declaración tenaz. No se necesita ser inteligente. No
necesariamente tiene que tener rima. Pero debe ser corto y fácil de recordar. Su
declaración es su ancla. Es lo que sostiene integro el mensaje y evita que se desvíe de
su rumbo. Esto será lo que la gente recordará.

He aquí algunos ejemplos:

§ Sus amigos determinan la dirección y la calidad de su vida.


§ La pureza pavimenta el camino hacia la intimidad.
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§ Cuando ve como Dios ve, hará como Dios dice.
§ La sumisión es una invitación a liderar.
§ Todos viven para siempre en algún lugar.
§ La aceptación alimenta a la influencia.
§ La gente buena no va al cielo, los que han sido perdonados si.
§ Dios toma plena responsabilidad por la vida que esta plenamente dedicada a El.
§ Cooperar no es manipular.
§ Para entender por qué, sométase y aplique.
§ Primero los otros.
§ El máximo de la libertad se encuentra bajo la autoridad de Dios.

Su punto puede ser una declaración tomada directamente de Las Escrituras. Cuando
hablo con los estudiantes acerca de sus amigos, la única cosa es la primera mitad de
Proverbios 13:20: "El que anda con sabios será sabio". De 1 Corintios 6: 18 desarrollé
un mensaje sobre la pureza. Mi punto era una sola palabra: "¡Huye!"

En ocasiones el único punto ha sido una pregunta. Hicimos una serie sobre la vida de
José. La pregunta que hice a lo largo de todo el mensaje fue, "¿Qué hubiera hecho
alguien como usted, si estaba absolutamente seguro de que Dios estaba con él?"
Simplemente me mantuve volviendo a esa pregunta durante toda la narración.

Crear una declaración que se pegue en la mente y en el corazón es un paso que


muchos comunicadores pasan por alto. No es suficiente decirlo. Necesitamos decirlo
de tal manera que se fije en la memoria.

Estoy convencido de que este paso extra hace toda la diferencia. Si está preocupado
por lo que pueda suceder después que ellos hayan dejado el templo, es mejor que
haga que el punto se pegue en la mente y en el corazón.

PARA USTED

§ En un mensaje de un solo punto, es esencial que el comunicador conozca las


respuestas a dos preguntas: ¿Cuál es la única cosa que quiero que mi audiencia
aprenda? ¿Qué quiero que ellos hagan al respecto?

§ Para muchos comunicadores el desafío más grande no es encontrar la única idea,


sino la de eliminar las otras tres.

§ El proceso para desarrollar un mensaje de un punto es el siguiente:

1. Excave hasta que lo encuentre.


2. Construya todo alrededor de él.
3. Haga que se pegue en la mente y en el corazón.
9:
3. Como hacer el bosquejo de un punto
a. Cree un mapa
¿Cuál es la mejor ruta para su punto?

Una vez que usted elige un punto, necesita una forma para presentarlo, para
apoyarlo y para aplicarlo a su audiencia. De modo que ahora viene el trabajo tedioso
de desarrollar un bosquejo.

Ahora bien, mientras es cierto que no existe ninguna manera "correcta" para
bosquejar un mensaje, he descubierto un método que ha probado ser
extraordinariamente efectivo para organizar un material en tomo a un solo punto. Este
método para bosquejar está construido en tomo a la relación del comunicador con su
audiencia, y no en torno al contenido del mensaje. Después de todo, la forma en que
organizamos el material sobre el papel es muy diferente de cómo procesamos la
información en una conversación.

El bosquejo gira alrededor de cinco palabras, cada una de las cuales representa una
parte del mensaje. Y las palabras son:

YO, NOSOTROS, DIOS, TÚ, NOSOTROS

YO, El comunicador introduce un dilema, una lucha, que él ha enfrentado o está


enfrentando actualmente. En realidad, YO no se trata de mí. YO se trata de encontrar
un terreno común con ELLOS. El terreno común es una característica esencial para
cualquier relación. Una audiencia tiene que adquirir la propuesta del mensajero antes
de adquirir la propuesta del mensaje.

NOSOTROS. Habiendo aclarado a la audiencia que estamos luchando con situación o


tensión en particular, el siguiente paso es aumentar nuestra tensión para que todos
puedan enterarse.

§ A veces me pregunto por qué incluso estoy molesto al orar (YO). Apuesto a que
usted también se ha preguntado eso (NOSOTROS).

§ A veces me pregunto por que soy vencido una y otra vez por las mismas
tentaciones (YO). Pero probablemente eso es algo con lo que solamente yo
lucho. ¿Correcto? (NOSOTROS).

§ Hay algunas personas con las que no me llevo muy bien (YO) ¿alguno aquí
puede relacionarse con eso? (NOSOTROS)
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Advertencia, No cambie de NOSOTROS a la parte siguiente hasta que sienta que ha
creado una tensión de tal manera que su audiencia se muere por que usted la elimine.
De otra manera, estará a punto de pasar veinte o treinta minutos de su vida
contestando una pregunta que nadie hace. Imagino que usted tiene otras cosas para
hacer.

DIOS. Ahora La parte de La Biblia. ¡El, texto! El objetivo aquí es eliminar la tensión o al
menos parte de ella, al mostrarle a la gente los pensamientos de Dios con respecto al
tema en cuestión. Una de mis bien usadas transiciones es algo Similar a esto:

“Bien, la buena noticia es que, no somos los primeros en luchar con esto. La gente en
los días de Jesús también lo hacía. Venga conmigo a…”
o "Dios debe haber sabido que nosotros íbamos a luchar esto, porque Jesús habló de
este mismo tema una tarde de camino hacia..."

Cuando se llega al manejo del texto, los comunicadores tienden a moverse hacia dos
extremos en este punto. O pasan por alto algunos versículos sin realmente explicar ni
entrar en el texto, o hablan tan profundamente del texto y se quedan tanto tiempo,
que todos en la audiencia anhelan un poco de aire. El primer extremo deja a la
audiencia bíblicamente analfabeta. El segundo extremo refuerza la creencia de la
audiencia con respecto a que ellos solos nunca podrán entender La Biblia. Aquí es en
donde el sermón pierde impulso y se vuelve aburrido.

Atraiga a su audiencia con el texto. Llévelos con usted. Haga que esto sea una parte del
viaje. Hágalo tan fascinante que estén realmente tentados a salir a sus casas para leer
el texto ellos solos. Esto no es fácil, pero vale la pena el esfuerzo.

TÚ. Esta parte típicamente es llamada la aplicación del mensaje. Aquí es donde le
decimos a la gente que hacer con lo que han escuchado. Les desafiamos a actuar de
acuerdo con lo que acaba de escuchar a Aquí es en donde respondemos las preguntas:
"¿Entonces qué?" y "¿Y ahora qué?"

Rara vez le pido a la gente que se comprometa con algo. No creo que eso sea realista.
Pero a menudo desafío a la gente a intentar algo durante una semana, o incluso por un
día. Ocasionalmente, le pido a la gente que se comprometa con algo durante un mes.

NOSOTROS. Este componente final del mensaje es una oportunidad para que usted
vuelva a reunirse con su audiencia como lo hizo al principio del mensaje, cuando puso
un círculo alrededor de su debilidad sus preguntas, sus presentimientos o tentaciones.
NOSOTROS se trata realmente del lanzamiento de una visión. Es un momento de
inspiración. Es el punto del mensaje en el que usted pinta un cuadro verbal de lo que
podría ser. En este momento del cierre usted pide a su audiencia que imagine lo que
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sería la iglesia, la comunidad, las familias, e incluso el mundo, si los cristianos de todo
el mundo adoptaran esa única idea.

Una de las ventajas de este método es que envuelve todo el mensaje en la aplicación.
A diferencia de otros métodos en donde la aplicación está destinada solo para el final.

En resumen:

YO orienta a la audiencia en cuanto al tema. Contesta a la pregunta "¿De que está


hablando el o ella?"

NOSOTROS asegura a la audiencia que este es un tema relevante para ellos. Permite
al comunicador identificarse con la audiencia.

DIOS sirve como iluminación. Aquí es en donde traemos una nueva perspectiva, una
nueva luz para una tensión, pregunta, o necesidad especifica.

TÚ es simplemente la aplicación.

NOSOTROS es lo que sostiene el lugar para la inspiración. Es una visión de futuro que
transmitimos, un mensaje de esperanza.

Grafiquemos lo dicho con un ejemplo:


Supongamos que su tema es el matrimonio. Hay docenas de cosas que podría decir
acerca del matrimonio, pero usted lo ha resumido en una sola idea: La sumisión es la
mejor decisión. La idea es que nuestra primera respuesta debería ser poner las
necesidades y los deseos de nuestro cónyuge delante de los nuestros. Con eso en
mente, veamos como podría quedar el YNDTN.

YO -A veces me pregunto cómo debería responder a las situaciones en mi matrimonio.

NOSOTROS -Imagino que usted también se ha encontrado en situaciones en las cuales


no estaba seguro de qué hacer.

DIOS -La Biblia enseña que debemos someternos el uno al otro; que debemos poner
las necesidades y los deseos de nuestro cónyuge delante de nuestros propios deseos y
necesidades.

TÚ -La próxima vez que no sepa que decir o qué hacer, hágase esta pregunta: "¿Cómo
puedo poner los deseos y las necesidades de mi cónyuge delante de los míos en este
momento?"

Conclusión: En un matrimonio, la sumisión generalmente es la mejor decisión.


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NOSOTROS -Imagine lo que pasaría en nuestra comunidad si todos nosotros
empezáramos a mostrar esa clase de sumisión mutua del ante de nuestros amigos y
vecinos.

4. Aprópiese del mensaje


¿Cuál es su historia?

Todo comunicador tiene notas. Pero no hay ninguna razón para que alguien tenga que
saber que usted tiene notas. Es probable que usted quiera ser más interactivo en su
estilo de comunicación. Para hacer esto, no puede estar atado a sus notas. Las únicas
personas que conversan con notas, son aquellos que ejecutan una audición para ser
parte de una obra. Pero aún los actores más novatos jamás pensarían en andar en una
plataforma con sus libretos. ¿Por qué? Porque un buen actor no quiere ser
sorprendido actuando.

Quieren que su audiencia crea que ellos realmente son lo que pretenden ser; que
realmente sienten lo que pretenden sentir; que las palabras que dicen vienen de sus
corazones y no de un guión. ¡Y nosotros, también lo hacemos!

Ahora me doy cuenta de que la actuación y la predicación son, poco diferentes. Pero
no tan diferentes como usted podría imaginar. Si usted está en una plataforma con un
micrófono, mejor que esté preparado para actuar. Como un buen actor, tiene que ser
creíble. Porque a pesar de todo, ¡usted realmente cree! La gente está esperando que
usted los atraiga en múltiples niveles. Y en la luz de lo está en juego, usted debería ser
tanto persuasivo como convincente.
Si un actor está dispuesto a memorizar y a incorporar un guión con el fin de
convencernos de que él o ella son alguien excepto quienes realmente son, ¿cuán
motivados deberíamos estar para hacer propios nuestros mensajes con el fin de
convencer a nuestra audiencia de que realmente somos quienes afirmamos ser?

Antes de levantarnos para entregar un mensaje, debemos poseerlo.

Con poseerlo quiero decir que usted, el comunicador, debería ser capaz de sentarse en
una mesa y comunicar su mensaje a una audiencia de dos personas, de tal manera que
sea tanto interactivo como auténtico. De alguna manera el mensaje debe convertirse
en una historia personal que usted pueda contar como si fuera extraída de su
experiencia personal. Cuando usted puede "contar" su sermón en lugar de "predicarlo",
está preparado para comunicarse. Pero eso no sucederá hasta que se haya apropiado
del mensaje, hasta el punto de poder hacer una versión de cinco minutos y decirla de
memoria.

Si eso suena irreal en esta coyuntura, probablemente es porque usted tiene el hábito
de exprimir demasiado mucha información, y de usar demasiados versículos y de no
poner mucha vida en sus sermones.
13:
Veo algo muy fraudulento por parte de un predicador cuando dice: -Esto es muy, pero
muy importante. Y luego lee algo que tiene en sus notas. El que constantemente se
refiere a sus notas está diciendo: "No he incorporado en mí este mensaje. Quiero que
todos lo incorporen, pero yo todavía no lo he hecho”. En consecuencia, creo que cada
comunicador eficaz debe saber cómo incorporar todo el mensaje y memorizar la
mayor parte de él. Y no, no palabra por palabra, no un manuscrito, no un bosquejo, no
literalmente. Sino que de alguna manera deben ser capaces de levantarse y entregar
su mensaje como si fuera una historia.

El secreto es reducir todo su mensaje a cinco o seis partes. No en puntos, ni


fragmentos, ni partes ni trozos de información. Si puede recordar las partes grandes y
el orden en el que están, usted esta preparado para empezar.

Las partes grandes sirven como un marcador de kilómetros mental que le permite
mantenerse en movimiento y señalar la parte que viene. Cuando se queda sin cosas
para decir en cuanto a YO, simplemente sigue adelante hasta NOSOTROS. Puede
acabar dejando de lado algunas cosas, pero le repito, nadie lo sabrá excepto usted.
Recuerde, el objetivo no es cubrir todas sus notas. Es llevar a su audiencia con usted en
un viaje; llevarlos desde un punto marcado a otro, hasta alcanzar su destino.

Cuando entreno, comunicadores, a menudo digo: ¿Cuáles son las partes grandes?
Díganme cuáles son. Denme su introducción en una sola declaración. ¿Qué viene
después? ¿Qué textos usan? Resuman la aplicación. Denme el pensamiento con el que
van cerrar.

Cuando usted puede revisar rápidamente en su mente las cinco o seis partes más
grandes del mensaje, es probable que esté preparado para comunicarse sin depender
de sus notas.

El punto aquí es identificar las partes grandes de su mensaje y practicar pensando en


cada una de ellas. Si conoce las partes grandes, no se perderá. Siempre sabrá cual es la
parte siguiente. Cuando se queda sin cosas para decir en una de las partes,
simplemente se pasa a la parte siguiente, sabiendo que probablemente se haya
olvidado de decir algo. Pero le digo otra vez usted es el único que lo sabe.

Una nota final sobre las notas

Siempre me asombra el hecho de cuán fácil es volver a contar toda la trama de una
película después de haberla vista una sola vez. Y mientras miro la película, no hago
ningún esfuerzo para recordar algo. Las historias son fáciles de recordar y de repetir.
Así también los buenos sermones. ¿Por qué? Porque los buenos sermones son como
las buenas películas o como un buen libro. Los sermones lo persuaden en el principio al
crear algún tipo de tensión. Ellos eliminan esa tensión. Hay un punto culminante. Y
luego hay una conclusión que ata todos los cabos sueltos. Bastante simple. Cuando
puede resumir su mensaje a algunos pocos fragmentos, podrá leerse como una his-
14:
toria. Será fácil de recordar como una película. La gente se preguntará Como pasó tan
rápido el tiempo. Pero para que eso suceda usted tiene que incorporar el mensaje en
usted. Debe convertirse en su historia.

La otra cosa acerca de una buena película, es que el editor deja mucho en la sala de
edición. Al menos eso era lo que hacían en tiempos antiguos. Es decir, quitaban mucho
material bueno para que las mejores cosas puedan brillar. Sin mencionar que nadie
quiere estar sentado viendo una película de cuatro horas. Para lograr que nuestros
mensajes nos sean fáciles de recordar y que la audiencia pueda disfrutarlos, debemos
disciplinarnos a hacer lo mismo. Es mejor estar incompleto y persuadir a la audiencia,
que cubrir cada pequeña cosa y estar atado a sus notas. Si su audiencia no está
persuadida, si no van en el camino con usted, ¿importa realmente que usted diga todo
lo que tiene para decir?

5. Atraiga a su audiencia
¿Cuál es su plan para capturar y mantener la atención de ellos?

Hace no mucho tiempo visite una iglesia con unos amigos. Mientras estuve sentado allí
tratando de prestar atención, note que no estaba solo en mi lucha. Había
probablemente trescientas a cuatrocientas personas en el auditorio. Era evidente que
el pastor había tomado en cuenta muchos detalles para preparar su mensaje. Pero era
igualmente evidente que la mayoría de las personas no estaban "enganchadas". A
pesar de lo que parecía obvio para mi, el siguió presentando su material. En realidad,
el parecía estar tan absorto en su presentación que no estoy seguro si realmente le
importaba que la mayor parte de su audiencia estaba desconectada. No solo salió de la
estación sin ninguna persona a bordo, sino que parecía no notarlo... y tampoco le
importaba.

Entonces, ¿cómo podemos asegurarnos de que nuestra audiencia está con nosotros?
¿Cómo capturamos la atención de una audiencia y mantenemos su atención a lo largo
de toda nuestra presentación?

Para eso debemos poner en práctica un principio básico. Un principio que si bien ha
sido adoptado por cada agencia publicitaria y cada director de cine de calidad mundial,
no siempre cae bien en la comunidad religiosa. El principio es: “La presentación
impone la información cuando se llega a persuadir a la audiencia”. Otra forma de
declarar el mismo principio es: “La atención y la retención es determinada por la
presentación, no por la información”.

Como usted dice lo que dice, es tan importante como lo que usted dice. La
presentación determina el lapso de atención de su audiencia. El punto es que, cuando
somos atraídos, el tiempo vuela. Cuando no estamos conectados, el tiempo parece no
moverse. El asunto no es el tiempo de atención de la gente. El asunto es nuestra
habilidad para capturar y mantener la atención de la gente.
15:
En algún lugar hemos adquirido la idea de que el buen contenido era todo lo que se
necesitaba para persuadir a una audiencia. Ese caso se da muy rara vez. Digo
raramente, porque hay ocasiones en las que la sola información puede capturar y
mantener la atención de la gente.

A menudo pensamos que necesitamos un contenido nuevo para mantener la atención


de la gente. No es cierto. Necesitamos presentaciones nuevas. Reconozcamos que,
siempre es Moisés quien bajaba de la montaña con los Diez Mandamientos. David
siempre mata a Goliat. Daniel nunca es comido por los leones. Juan el Bautista nunca
escapa del calabozo de Herodes. Jesús nace en un establo. Las historias no cambian. La
variable es nuestra presentación. Dos comunicadores pueden contar la misma historia
con resultados totalmente diferentes. Todo está en la presentación.

Cuando la información es suficiente

Antes dije que hay algunas raras excepciones en donde la presentación no es


importante, porque la información en sí es atractiva. Le daré un ejemplo. Hace un par
de años, me sometí a una prueba de resonancia magnética -uso de protones en el
cuerpo-. Son muy divertidas. De vuelta a casa, llamé a Sandra y le dije que definitiva-
mente yo quería ser cremado.

En realidad, llamé a mi médico para ver cuando podía pasar por su consultorio para
que el me dijera lo que había determinado después de esa prueba. ¡Pero su asistente
me informó que todos los turnos de la semana ya estaban ocupados! Esperar una
semana me parecía una eternidad. ¿Por qué? Porque yo creía que el tenía alguna
información que era vital para mí. Cuando llegó el día de mi cita con él, llegué
temprano al consultorio. Y cuando abrió la puerta, el tenía mi total atención. En ese
medio ambiente, la presentación era irrelevante. Yo estaba allí por la información.
Estoy seguro de que usted ha tenido experiencias similares. . "\

Mi punto es que hay temas tan controversiales, tan excepcionales o tan emocionales,
que la sola información persuade a la audiencia. Cuando anuncio que voy a hablar
sobre el sexo, tenemos una alta asistencia el domingo. Hicimos un fin de semana para
hablar sobre la pornografía. No quedó un solo asiento. Cuando todos se enteraron de
que iba a hablar sobre el divorcio, el lugar estaba repleto.
Debemos reconocerlo: hay muchos temas en donde la información es tan interesante
que la presentación es secundaria. Pero aún con esos temas, la presentación es
todavía importante. Solo que no importa tanto.

Cómo crear el interés

Pero, ¿y si el tema no está cargado emocionalmente? ¿Y si nadie sabe de qué va a


hablar usted? ¿Y si su audiencia no demuestra ningún sentido de anticipación?
16:
Simplemente, usted tiene que fabricar el interés. Los domingos por la mañana, o
cualquiera sea el día en que usted predica, su primera responsabilidad es la de
proponer una pregunta que su audiencia quiera tener contestada, crear una situación
que ellos necesiten resolver; o señalar un misterio que en ellos no hayan podido
develar. Y si usted se lanza con su mensaje antes de hacer una de esas tres cosas, es
probable que los deje a todos parados en la estación.

Si damos respuestas a preguntas que nadie hace, o si intentamos eliminar una tensión
que nadie siente, entonces nuestra información es propensa a caer en oídos sordos. La
información que no se dirige a una necesidad evidente, es percibida como irrelevante.
En realidad, puede ser increíblemente relevante, pero si nuestra audiencia no ve ni
siente necesidad de esa información, es percibida como irrelevante. Nadie está
interesado. Podrán estar sentados en silencio hasta que terminemos de hablar. Pero
ellos no tendrán ningún interés.

Por esto, su introducción es la parte más importante de su mensaje. Es el


equivalente al grito del conductor de un ferrocarril: "¡Todos a bordo!" O, en mi caso, es
el equivalente a estar al lado de nuestro vehículo, gritando: "¡Arriba que nos vamos!"
La, introducción debe proveer a los oyentes una razón para escuchar. Su introducción
debe levantar la pregunta que usted va a contestar, crear la tensión que usted va a
eliminar o señalar el misterio que va a develar.

Generalmente escribo mi introducción en último lugar. A menudo, vuelvo a


escribir mi introducción el sábado por la noche. No es raro que para mi introducción
tenga que ocupar tres cuartos de páginas en mi típico bosquejo de tres páginas. Es la
parte de mis mensajes que siempre practico en voz alta. Creo que, si no puedo
capturar la atención de la gente en los primeros cinco minutos, todo está perdido. Mis
horas de preparación no sirven para nada. Mis conceptos sobre cambiar la vida no
cambiarán a nadie.

Aquí tenemos tres pares de preguntas que le recomiendo tomar en cuenta cuando
desarrolle sus introducciones:

§ ¿Cual es la pregunta que hago? ¿Qué puedo hacer para conseguir que mi audiencia
quiera saber la respuesta a esa pregunta?

§ ¿Cuál es la tensión que este mensaje eliminará? ¿Qué puedo hacer para que mi
audiencia sienta esa tensión?

§ ¿Qué misterio devela este mensaje? ¿Qué puedo hacer para que mi audiencia
quiera una solución?

Jesús hacía esto todo el tiempo: "¿Quién dicen los hombres que yo soy?" Sin duda
aquello creaba alguna tensión. Estaba constantemente soltando declaraciones que
eran tan contrarias a las suposiciones del día, que inmediatamente tenía la atención de
todos. "Bienaventurados los pobres en espíritu." Eso no es correcto. El objetivo es ser
17:
rico en espíritu, ¿no? Sus palabras resaltaban la tensión entre el reino de los cielos y el
reino de los hombres. ¿Qué le parece esto como una introducción: "Oísteis que fue
dicho (. . .) pero yo os digo...?"

Un día Jesús desató una discusión con esta declaración: "En verdad os digo que es
difícil que un rico entre en el reino de los cielos. Y otra vez os digo que es más fácil que
un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios"
¿Recuerda la respuesta? Cuando los discípulos escucharon esto, estaban grandemente
sorprendidos y preguntaron: "¿Entonces, quien podrá salvarse?" Él los llevó a hacer la
pregunta que quería contestar.

La tensión gana la atención. Si fallamos al crear la tensión, es un error pensar en que


podremos capturar y mantener la atención de alguna persona.

Enfóquese en la pregunta que intenta contestar, hasta que vea que su audiencia quiera
esa respuesta. De otra manera; usted estará a punto de pasar veinte o treinta minutos
de su vida contestando una pregunta que nadie le ha hecho.

Pero como usted sabe, tener la atención de su audiencia con una introducción
cuidadosamente preparada, es solo el principio. Debe mantenerlos atentos durante
todo el mensaje. Por eso aquí tenemos cinco sugerencias para ayudarle a mantener
atenta a su audiencia más allá de la introducción.

a. Verifique su velocidad

El cerebro humano puede procesar palabras mucho más rápido de lo que la boca
puede producirlas. -Los estudios han mostrado que al hablar ligeramente por encima
de las ciento cincuenta palabras por minuto, se añade un elemento de dignidad al
mensaje de alguien. Los oradores más rápidos -más de ciento noventa palabras por
minutos, fueron considerados como más efectivos, más inteligentes y más persuasivos
que los oradores más lentos.

En definitiva, si usted habla demasiado lento, será percibido como aburrido, sin tomar
en cuenta cuán importante sea su contenido.

b. Baje la velocidad en las curvas

Es fácil perder a la gente en las curvas. Cuando usted cambia de la introducción al


texto, luego a su punto y luego a su aplicación, de a la gente algún tipo de indicación
de que hace una transición. Permita que todos sepan que hace un cambio. Esa es una
manera de hacer saber a la gente que está pasando a una parte diferente de su
mensaje. Decir algo una sola vez no logra resaltarlo. Decir lo mismo de dos maneras
diferentes, si lo hace. He aquí una transición típica que uso cuando cambio de
NOSOTROS a DIOS:
18:
"Afortunadamente para nosotros, no somos el primer grupo que se pregunta esto. Los
hombres y las mujeres del primer siglo tenían igual preocupación. Tanto que un día, un
grupo vino a Jesús y de hecho le preguntaron al respecto. Así que por los siguientes
pocos minutos tenemos la oportunidad de escuchar a Jesús dirigiéndose a este mismo
tema. Y una vez más, se nos recuerda cuán relevante es La Biblia con respecto a los
problemas con los que luchamos hoy".

He aquí la declaración de una transición que usé cuando cambié del texto a la parte de
la aplicación del mensaje:

"Ahora, a la luz de todo eso, ¿qué deberíamos hacer? ¿Cómo este principio se cruza con
nuestras vidas? ¿Que hará con esto mañana por la mañana cuando aparezca en su
oficina o en su facultad? ¿Cómo cae esto en tomo a la cena? He aquí algunas
sugerencias".

Note en este segundo párrafo que no sugiero ninguna aplicación específica.


Simplemente les dejo saber a todos la parte que viene.

Cuando preparo un bosquejo, siempre escribo mis transiciones tal como lo he


hecho aquí. Estos párrafos de transición en mi bosquejo, me sirven como una
advertencia visual con respecto a mi necesidad de bajar la velocidad en las curvas.

c. Navegue por el texto Bíblico

Creo que el texto bíblico debe ser la parte más atrayente del mensaje. Pero eso
requiere de algún trabajo de nuestra parte. Estas son mis reglas para cuando se trata
de atraer a la gente con el texto bíblico.

§ Haga que la audiencia vaya a un pasaje y solo a uno. Puede lanzar un par más
en la pantalla, pero no espere que su audiencia sea capaz de seguirlo mientras
usted galopa por La Biblia. Elija un texto central y enséñelo. Para la gente es
mejor entender un versículo que tener que ver cuatro versículos y no
entenderlos.

§ No lea partes extensas sin hacer comentarios. Comente mientras lee. Incluso
en los relatos, no lea toda la historia para luego empezar su sermón. Guíe a la
gente a través del texto.

§ Resalte y explique las palabras y las frases extrañas. Piense que usted es un
guía de navegación o de turismo. Señale las cosas mientras va... pero
manténgase en movimiento.

§ Exprese su frustración o escepticismo acerca del texto. Si se siente frustrado,


también será frustrante para alguien más de su audiencia. Si suena irrazonable
o poco práctico para usted, no estará solo. Cuando pueda decir lo que la
audiencia está pensando, su audiencia lo considerará creíble y accesible.
19:
"¿Eso es simplemente difícil de creer, ¿no?"

"Si Dios me permitiera borrar un versículo, podría ser este."

"Si yo fuera uno de los discípulos, hubiera andado en ese punto."

"Aquí es en donde queremos levantar nuestra mano y contar nuestra triste


historia. Después de todo, si Dios supiera por lo que he pasado, usted
conseguiría un pase."

§ Ayude a la audiencia a anticipar el punto principal del texto.

“Bueno, prepárese, aquí está…”


“Entonces él dejó caer la bomba.”

"En este punto la audiencia de Jesús se esta preguntando: '¿De qué está
hablando?' Luego él les dice... "

§ Deliberadamente, lea el texto equivocado, inserte una palabra que signifique lo


opuesto, y luego haga una pausa para que sea captado.

“Como está escrito: es mejor recibir que dar”

"Maridos, amad a vuestras mujeres de la misma manera en que ellas los aman
a ustedes."

“Porque por la consistencia usted es salvo.”

§ Haga que la audiencia lea ciertas palabras para dar mayor énfasis.

“Y la verdad os hará… ¿qué? ¿Cuál es la palabra? Dígala conmigo”.

"Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo y... ¿Cuál es la palabra?


Perdonará. Él perdonará nuestros pecados y nos purificará de todas nuestras
injusticias."

"Oísteis que fue dicho: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo os digo...
¿Cuál es la palabra que sigue? Amad. ¿Pueden creerlo? ¿Amad a vuestros
enemigos y orad por los que os persiguen?"

§ Resuma el texto bíblico utilizado, en una declaración bien estudiada.


Recuerde: usted ha prometido dirigirse a la tensión, a la necesidad evidente, a
la pregunta, al problema o a lo que sea que hubiera establecido ahí en el
pulpito. Asegúrese de que su tiempo en el texto realmente haga eso. Una
declaración resumida, memorizada y preparada con anticipación, garantizará
20:
que no sale accidentalmente del texto sin aclarar por qué estuvo en el texto
con el que empezó. Eso sucede frecuentemente en los sermones. Pensamos
que lo hemos aclarado porque hemos hablado del texto durante diez minutos.
Sin embargo, hablar del texto no garantiza que hayamos comunicado
claramente el punto de ese texto.

"El punto de Pablo es que, así como Cristo nos perdonó, nosotros debemos
perdonarnos unos a otros."
"José simplemente hizo lo que cualquiera en su circunstancia hubiera hecho al
confiar en que Dios estaba con el."

“Cuando Pedro actuó en su fe, reconoció quién era”

§ Use ayudas visuales cada vez que tenga la oportunidad. Las ayudas visuales
son muy atrayentes. Incluso las malas. Si va a predicar sobre la gran comisión,
consiga un mapa. Si va a predicar sobre David y Goliat, consiga una honda. Si va
a explicar lo que Jesús dice sobre la relación entre nuestros corazones Y
nuestro dinero, traiga algo de dinero en efectivo. Haga un corazón grande.

§ Resista a la urgencia de decir todo lo que ha aprendido en su investigación.


Siempre tengo la mitad de una página o más, de cosas interesantes que amo
mucho desechar, pero sé que hacerlo, es mejor que tratar de embutirlas en el
sermón. Si esas cosas no facilitan el viaje, córtelas. Si no ayudan a su audiencia
a eliminar la tensión, guárdelas.

d. Añada algo inesperado en el viaje

Lo inesperado siempre es atrayente. Siempre. Si alguna vez tuvo a alguien que se haya
desmayado en medio del culto o que un pájaro pasó volando dentro del templo, usted
sabe de lo que hablo. Cuando ocurre algo inusual, todos prestan atención. ¿Entonces
por que no usar este principio a favor suyo? Planee algo no acostumbrado.

Hace no mucho tiempo, Jeff Henderson, el pastor de la universidad en nuestro


Buckhead Campus, usó este principio de una manera muy notable. Jeff se ofreció
voluntariamente para empezar el año con un mensaje titulado: "La vida interrumpida".
Puesto que la interrupción era el tema, decidió poner una en escena. El servicio empe-
zó como de costumbre. Después de la ofrenda, bajó la pantalla, aparecí yo y empecé a
predicar. Cinco minutos después, Jeff y su equipo simularon un corte de energía. Todo
quedé en tinieblas, incluyendo las pantallas. En ese momento Jeff subía y dio un
asombroso mensaje sobre qué hacer cuando la vida es interrumpida. Todos estaban
muy atentos. Fue increíble. En realidad, estuvo tan bien hecho que la mitad de la
audiencia realmente creyó que la energía se había cortado y que Jeff simplemente
tenía un mensaje preparado.
21:
e. Tome la ruta más directa

En resumen, sea directo. Sin duda, usted también ha experimentado la frustración al


estar diez o veinte minutos en una presentación y luego pensar: "¿Hacia dónde va todo
esto?" Ahora deténgase y piense en eso por un momento.

Si usted tuviera la audacia de realmente levantarse de su asiento y gritarle al


comunicador: "¡Eh, amigo! ¿A dónde va con todo esto? Dos cosas tendrían lugar.
Bueno, tal vez tres, si incluye el hecho de ser echado del lugar. Lo primero que pasaría
es que el comunicador estaría sorprendido de que usted no entendiera. Porque en su
mente está perfectamente claro hacia dónde se dirige el mensaje. Lo segundo sería
que el orador probablemente le diría a usted precisamente hacia dónde se dirigía, a lo
cual usted podrá responder: "Bien, ¿entonces por que nos dijo eso al comenzar?"

Entonces, ¿hacia donde voy con esto? Sea más directo que menos, cuando trata de
orientar a su audiencia hacia la pregunta que intenta responder, hacia la tensión que
quiere eliminar, o hacia el misterio que quiere ayudarles a resolver. Llegue allí más
rápido de lo que crea necesario. Y sea más específico de lo que crea necesario. Y
repítalo más veces de lo que crea necesario. Ellos quieren saber de que cosa va hablar.
Quieren saber hacia dónde va tan pronto como usted empieza a hablar. Cuanto más
los tenga en espera, más grande será el riesgo que corra con respecto a perder la
atención de ellos.

Como regla general, es mejor decirle a su audiencia acerca de qué va a hablar antes de
empezar a hacerlo. De otra manera, no habrá ningún contexto, ningún marco de
referencia de la información que usted les da.

6. Encuentre su voz
¿Qué es lo que funciona para usted?
A estas alturas usted puede preguntarse: ¿No está Andy simplemente escribiendo
acerca de su estilo de comunicación? ¿No necesitamos desarrollar nuestro propio estilo
y método?"

Mucho se ha escrito sobre la importancia de ser uno mismo como comunicador. Y


estoy de acuerdo. La autenticidad es altamente significativa. Me gusta mucho lo que
Chuck Swindoll dice de esto:

• Sepa quién es usted.


• Acepte quién usted es.

• Sea quien usted es.


22:
Creo que ese es un gran consejo para el hombre que piensa que necesita imitar a Rick
Warren, o para la mujer que hace todo lo posible por llegar a ser la próxima Joyce
Meyer. Pero, el "sea quien usted es" puede volverse una excusa. Mi estilo puede
convertirse en una cortina de humo para cualquier cantidad de malos hábitos en la
comunicación.

A través de los años he escuchado a muchos predicadores y maestros jugar la carta del
estilo para no tener que cambiar y mejorar. Aburrir no es un estilo. Aburrir es aburrir.
La confusión puede ser un estilo. Pero sigue siendo confusión.

Cada uno de nuestros hábitos en la comunicación, tanto los buenos como los malos,
son partes de nuestro estilo. Pero los malos hábitos deben ser eliminados de nuestro
estilo, no deben ser defendidos como parte de él. "Ser quien usted es",

Objetivo y estilo

Lo desafío a desarrollar un estilo que también apoye a su objetivo. Si su objetivo es


cambiar vidas, entonces tiene que desarrollar un estilo que facilite ese objetivo. He
escuchado a docenas de predicadores y maestros cuyo propósito declarado ha sido
cambiar vidas con la comunicación, pero cuyo estilo de comunicación no apoya a ese
propósito. Si no está dispuesto a hacer ajustes por causa de su objetivo, entonces una
cosa queda en claro: su objetivo no es ver vidas cambiadas. Su objetivo es seguir
haciendo lo que siempre ha hecho, hacer lo que es más cómodo.

Piense por un momento en algunos de los comunicadores que han capturado la


atención de la comunidad evangélica en los Estados Unidos durante los últimos diez
años: Rob Bell, Tony Evans, Louie Giglio, Bill Hybells, Beth Moore, Rick Warren y Ed
Young. Ellos tienen cosas en común. Pero vienen a la plataforma con su propio y único
estilo de comunicación. Todos son atrayentes. Pero no son divertidos del todo. Cada
uno lleva al oyente a un punto de aplicación. Pero no llegan allí de la misma manera.
Están totalmente comprometidos con Las Escrituras. Pero la forma en que usan las
Escrituras, varía.

Algunos son serios, mientras que otros son sociables. Ed, Louis y Rob, usan
frecuentemente ayudas visuales. Los otros no. Bill está cómodo con un manuscrito.
Rick está cómodo con rellenar los espacios en blanco. Louie está cómodo con no saber
exactamente de lo que va a hablar, hasta que llega y evalúa a la audiencia.

No hay ningún estilo correcto. Pero hay principios que deducen cada uno de estos
individuos. Todos tienen un método ligeramente distinto. Pero todos comunican por
un cambio de vida. Cada uno ha adoptado un estilo que se ajusta con su personalidad.
Pera todos se conectan con una variedad de audiencias.

Dos decisiones
23:
En su búsqueda para desarrollar un estilo eficaz, usted necesita hacerse
constantemente dos preguntas:

¿Qué es lo que puede funcionar?


¿Que es lo que puede funcionar para mí?

La primera pregunta lo mantendrá buscando nuevos principios y métodos de


comunicación. Lo llevará a preguntarse por qué ciertos comunicadores son tan
atrayentes, y por qué otros no. Lo mantendrá abierto a nuevas ideas. Lo motivará a ser
un aprendiz en el campo de la comunicación por toda la vida. Tengo la esperanza de
que este libro le haya dado alguna idea nueva en cuanto a lo que realmente funciona.

La segunda pregunta lo motivará a evaluar y a hacer ajustes en su entrega


continuamente. Lo llevará -si realmente le gusta ser castigado-a escuchar y a observar
sus propios mensajes. Howard Hendricks dice:

“La experiencia no nos hace mejores. Solo la experiencia evaluada nos hace mejores”.

Nunca descubrirá lo que funciona y lo que no, escuchando los comentarios casuales de
sus congregados. Y su cónyuge tampoco será de mucha ayuda. Si quiere mejorar, va a
tener que escucharse a usted mismo, y va a tener que pedir una critica constructiva.
Ambas cosas no tienen nada de divertido. Yo preferiría mucho más escuchar su CD y
no el mío.

Descubra lo que funciona. Descubra lo que funciona para usted. Esta es la única
manera en que puede llegar a ser un don en el mundo de la enseñanza y la el
predicador que Dios siempre quiso que fuera.

PARA USTED

§ Ser usted mismo no es una excusa para los pobres hábitos en la comunicación.

§ Sea usted mismo. Pero llegue a ser el mejor comunicador que usted mismo pueda
llegar a ser.

§ Pregúntese continuamente. ¿Qué es lo que realmente funciona? ¿Qué es lo que


realmente funciona para mí?

7. Empiece de nuevo
¿Cuál es el paso siguiente?
24:
Dios, estoy atascado.
Es sábado por la tarde. Mañana por la mañana tengo que comenzar una nueva serie
de cuatro mensajes. He trabajado en ello durante un mes. En realidad, he completado
los primeros tres mensajes. Y me estaba sintiendo bastante bien con respecto a todo,
hasta hace algunos minutos, cuando leí mi bosquejo para mañana. No lo había visto
desde que lo terminé hace tres semanas. Realmente pensé que lo había terminado,
pero ahora me parece bastante pesado. Es demasiado largo. Demasiadas ideas. Elegí
un punto. Pero no es muy movible. No hay ninguna cosa que pueda unir todo esto. La
verdad es que tengo que trabajar nuevamente en el pero honestamente, no sé por
donde empezar.

Gracias a Dios, tengo un plan que me ayudará a salir de donde estoy hacia donde
necesito estar. Hace algunos años descubrí dos cosas que me ayudaron a conseguir la
tracción que necesito para ir más allá de la confusión y la complejidad que
frecuentemente arruinan mi preparación. Y después de haber leído este bosquejo por
tercera vez, es muy saludable decir "necesito alguna tracción". Este mensaje realmente
no va a ninguna parte.

Todos nos atascamos de vez en cuando. Honestamente, yo me atasco mucho. Cuando


digo que me atasco, digo que en lo profundo de lo que preparo me doy cuenta de que
sigo añadiendo información, pero que eso no me lleva a ninguna parte. Sé que estoy
atascado cuando tengo muchas páginas de notas, pero ninguna gran idea. Se que estoy
atascado cuando nada de lo que he escrito o descubierto me mueve. Se que estoy
atascado cuando lo que yo pensaba que era una gran idea, de pronto sale en tres o
cuatro direcciones no relacionadas.

Para aquellos de nosotros que predicamos cada semana, el estar atascado puede ser
algo aterrador. El domingo viene sin importar si tenemos algo significativo para decir o
no.
La gente va a venir esperando escuchar algo que nunca ha escuchado. Algunos de
ellos, incluso, van a traer amigos. Así que no podemos darnos el lujo de estar
atascados por mucho tiempo.

¿Y usted que hace cuando está atascado?

Lo primero que yo hago cuando me atasco es orar. Pero no hablo de un rápido


"Ayúdame Señor porque el domingo se acerca". Cuando me atasco, me levanto de mi
escritorio para ir a mi lugar de oración. Me arrodillo y le recuerdo a Dios que ésta no
fue mi idea, sino que fue idea de Él. Él me tomó como voluntario.

Luego le pido a Dios que me muestre si hay algo que Él quiera decir, para prepararme
para lo que Él quiera que yo comunique a nuestra congregación. Entrego mis ideas, mis
bosquejos y mi tema. Luego simplemente me quedo en ese tranquilo lugar, hasta que
Dios tranquilice mi corazón.
25:
Puede ser algunos minutos. Puede ser mucho más. Hay momentos cuando
absolutamente nada cambia, excepto una disminución en mi nivel de ansiedad. En
algunas ocasiones, surge algo con lo que tengo que tratar en mi vida personal. Es muy
divertido siempre. Parece una mala ocurrencia. Pero sin duda Dios tiene toda mi
atención cuando estoy bajo presión. Muchas veces mientras oro, recibo un
pensamiento o una idea que trae claridad a mi mensaje.

No sé por qué Dios elige trabajar así en mi vida. Pero conozco el resultado.
Constantemente me recuerda que no es mi educación, ni mis ideas ni mis hábitos de
estudio lo que cambia las vidas. YO -NOSOTROS -DIOS -TU -NOSOTROS es útil. Pero en
si no puede transformar nada. Al final del día, es Dios quien da a la gente poder
para cambiar. Es el Espíritu Santo quien abre los ojos del corazón. Es
nuestro Salvador quien da a los hombres y a las mujeres el valor para amar
y perdonar. Yo, como usted, soy simplemente un portavoz. Estar atascado es la
manera en que Dios me mantiene siempre consciente de ese hecho.

Si no me detengo para orar, la presión por tener terminado el mensaje anulará mi


pasión por traer algo nuevo y claro a mi audiencia. Cuando ignoro el impulso de orar,
me veo revolviendo información en lugar de crear un viaje fácil de seguir para el
oyente.

La lista

En aquellas ocasiones cuando salgo de mi lugar de oración con paz, pero sin ningún
pensamiento nuevo, voy hacia la segunda fase de mi estrategia para salir del
atascamiento. Saco mi confiable lista de preguntas, y empiezo todo otra vez. Al decir
"empiezo todo" no quiero decir que desecho todo lo que he hecho hasta ese punto.
Sino que, en lugar de tratar de ordenar el océano de palabras en el monitor de mi
computadora, pongo mi atención en responder a cinco preguntas. Estas preguntas me
permiten ordenar las muchas ideas. Y me ayudan a aterrizar en la idea sobre la cual
debo organizar mi mensaje. Cuando tengo una respuesta breve a estas cinco pregun-
tas, organizar mi material es una cosa fácil.

1. ¿Qué necesitan saber?

¿cuál es la única cosa que ellos deben saber? Este es el punto en el cual a veces me
levanto y me doy una vuelta alrededor de la playa de estacionamiento. Si usted se
esfuerza mucho en contestar esta pregunta, probablemente significará que mucho de
lo que lo mira a usted desde el monitor de su computadora, no tendrá éxito en su
mensaje.

2. ¿Por qué necesitan saberlo?

Esta es la pregunta que muy pocos comunicadores se toman el tiempo de responder. Y


eso está muy mal. Porque cuando usted contesta a esta pregunta, da a sus oyentes
26:
una razón para seguir escuchando. Si falla en contestarla, estará asumiendo un nivel de
interés que puede no estar allí.

Cuando descubro el por qué detrás del que empiezo a sentir pasión por mi tema.
Cuando tengo una respuesta para esta pregunta me doy cuenta de cuán importante
realmente es mi mensaje. De aquí es de donde viene la carga. De todas maneras, hay
mucho en juego.

Piense en la última charla que usted dio. ¿Por qué era importante ese mensaje? ¿Por
qué su audiencia necesitaba saber lo que usted les dijo? ¿Les dijo en algún momento
del mensaje por qué lo que usted tenía que decir era tan importante?

En casi cada mensaje que doy, digo: “Por esta razón esto es importante... "A menudo lo
desgloso. "Si eres un adolescente, es por esto que necesitas escuchar más de cerca esta
mañana. Si usted esta casado, este principio tiene enormes implicaciones para su
matrimonio. Si está en medio de una relación difícil, realmente estoy muy contento de
que esté aquí para escuchar esto. Esta verdad puede cambiar todo".

Normalmente explico el porqué al final de la introducción. Ahora que saben hacia


donde vamos, necesitan saber por qué los llevo allí. Si los oyentes no están
convencidos de que necesitan saber lo que usted está a punto de decirles,
considerarán su información como irrelevante.

3. ¿Qué es lo que ellos necesitan hacer?

¿Qué quiere que ellos hagan en respuesta a la que usted ha dicho?

Mis dos recomendaciones sobre este punto son: sea específico y creativo. Dé a su
audiencia algo muy específico para hacer. Algo tan específico que ellos sabrán
inmediatamente si ya lo han hecho o no. Si es un asunto sobre el estilo de vida, haga
una sugerencia con respecto a por cuánto tiempo deberían hacerlo.

Por ejemplo, si el enfoque de su mensaje está en la importancia de la oración personal,


no es suficiente terminar diciendo: "¡Así que, ore!" Eso puede ser lo que usted quiere
que ellos hagan, pero no es lo suficientemente específico. Al mismo tiempo, no le
sugeriría que le pida a toda la audiencia que haga un compromiso de orar cada día por
el resto de sus vidas. Eso es específico, pero no es realista.

Cuando le pido a una audiencia que haga algo específico, generalmente les pido que se
comprometan con un período de tiempo específico. En la mitad de una serie sobre la
oración del Señor, pedí a nuestra congregación que empezara los siguientes siete días
con oración. Solo siete días. Cualquiera podría hacer eso. Y posiblemente esos siete
días se convertirían en un hábito.
27:
4. ¿Por qué necesitan hacerlo?

La primera vez que usted contestó el por qué, los inspiró a seguir escuchando. Ahora
tiene que inspirarlos a la acción. ¿Por qué tendrían que hacer lo que les ha sugerido?

Contestar el por qué en este momento preciso, le permitirá continuar sin


interrupciones hasta la parte NOSOTROS de su mensaje.

"Imagine lo que pasaría si todos nosotros fuéramos a trabajar mañana con un


compromiso renovado para servir a aquellos que generalmente nos sirven a nosotros"
"Imagine lo que pasaría en nuestras familias si cada uno de nosotros hiciéramos una
lista de las deudas relacionales que sentimos que otros nos deben, y luego
canceláramos todas esas deudas."
"Imagine cuánto gozo podríamos generar como congregación, si cada uno de nosotros
nos sentáramos esta semana y escribiéramos una carta de agradecimiento a la
persona que nos presentó a Cristo."

5. ¿Qué puedo hacer para ayudarles a recordar?

Casi siempre repartimos tarjetas con versículos para memorizar, que van con nuestras
series. Cuando terminé mi serie sobre Jonás, les di a todos, una flor, y les pedí que lo
asociaran a cualquier cosa que estuviera en sus vidas que fuera más importante para
ellos que para las almas de la gente. Luego les pedí que la pusieran en algún lugar en
donde pudieran verla morir lentamente. Era una manera de recordar.

Hemos regalado imanes para la heladera, buñuelos, pedazos de lona, pinceles,


compases, papel adhesivo, CDs, libros, frascos adornados, botellas de agua y dinero.
No hacemos eso cada semana.

Le repito, no siempre tengo una buena respuesta para esta pregunta. Pero siempre la
hago. Y cada vez, algo surge que causa un gran impacto.

Aquí están otra vez:

¿Qué es lo que necesitan saber? INFORMACIÓN


¿Por qué necesitan saberlo? MOTIVACIÓN
¿Qué es lo que necesitan hacer? APLICACIÓN
¿Por qué necesitan hacerlo? INSPIRACIÓN
¿Cómo puedo ayudarles a recordar? REITERACIÓN

PARA USTED
28:
§ No permita que la presión por tener terminado el sermón anule su pasión por traer
algo nuevo a su audiencia.

§ Cuando se estanca, ¡ore!

§ Cuando se atasca, vuelva a la base de todo: ¿qué es lo que necesitan saber? ¿Por
qué necesitan saberlo? ¿Qué es lo que necesitan hacer? ¿Por qué necesitan
hacerlo? ¿Cómo puedo ayudarles a recordar?

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