Introducción:

Las personas del mundo  viven y actúan conforme a la carne, satisfaciendo los
deseos de la carne, según las costumbres, las modas del mundo.
La mayoría creen en Dios, pero no viven según la voluntad de Dios. Aunque
dicen amar a Dios, no quieren recibir la palabra de Dios.

La manera en que un cristiano vive, actúa, habla, piensa, etc. debe ser muy
diferente a como lo hace las personas en el mundo. Tiene que haber
diferencias, porque vivimos conforme a la voluntad de Dios, la palabra de
Dios define, establece como debe vivir un cristiano.

Las personas del mundo que nos conocen deben ver la diferencia, si no la
perciben, entonces lo más seguro es que estemos viviendo más como la gente
del mundo que como hijos de Dios.

Nosotros debemos vivir en santidad, siguiendo los mandamientos de Dios, en

toda nuestra manera de vivir. Debemos ser santos porque nuestro Dios es
santo. 1 Pedro 1:14-15