Está en la página 1de 3

HISTORIAS PERSONALES (AFECTACIONES DEBIDO AL

CAMBIO CLIMÁTICO

1. Poblador afectado por las inundaciones a causas de las


intensas Lluvias.

“Eran casi las 10 de la noche cuando escuchamos que alguien


gritaba que el rio se había desbordado”. “¿Cómo es posible? De
verdad creía que se trataba de una broma”.

Pero no lo era. Cuando me levante, el agua ya había llegado a


los pies de mi casa. Asustada por lo que estaba ocurriendo, solo
tuve tiempo de tomar a mis hijos en brazos y sacarlos de allí
corriendo colina arriba.

En cuestión de minutos, el agua lo había destruido todo y mi calle


se había transformado en un rio.

“Estábamos muy asustados. Nos pusimos a correr en pijama, sin


zapatos. A los que no pudieron salir se los tragó la corriente”. “Al
día siguiente el agua todavía corría con fuerza y así siguió otros
cinco días más”.
2. Agricultor afectado por las sequias

“Me siento muy mal viviendo así”, mis campos están totalmente
secos, sacamos a pastorear al ganado, las ovejas y ni siquiera
hay forraje para que ellos se alimenten, los veo rescatar lo que
pueden entre la tierra seca.

Camino a mis chacras y no puedo evitar sentirme impotente,


porque la sequía nos está afectando demasiado, las lluvias
debieron presentarse hace 3 meses. “No puedo creer que no ha
caído ninguna lluvia desde el año pasado”. “Años atrás en este
tiempo mis chacras de Quinua, oca, ya estaban listos”, pero
ahora todos los sembríos perdidos.

Mi familia y yo caminamos 3, 4 horas para conseguir agua, “No


puedo creerlo” “siento que las autoridades nos han abandonado,
no hay apoyo para salvar nuestras chacras.
3. Comerciante afectado por los inesperados cambios de clima

“Años trabajando aquí y cada vez todo se hace más difícil”


Madrugo a diario para recoger mercancía y tener las verduras
más frescas, porque el cliente siempre es exigente. Llevé horas
esperando y no llegaba el camión que trae la carga, “Otra vez
no”.

Entre conversaciones de otros comerciantes logré escuchar que,


por las intensas lluvias de esa zona, se ha desbordado un rio y el
lodo cubrió la carretera impidiendo el pase de los camiones, solo
pensé: “A este paso seguiré perdiendo clientes y mi economía
cada vez se vuelve más inestable”.

Regresé a mi puesto para comunicarme con mi proveedor y me


confirma la situación, pero además me acota que por esas
razones el costo será mucho mayor por las complicaciones que
están surgiendo, “¿Otra vez tengo que subir el precio a mis
verduras?” cada vez que subimos el precio así sea 10 céntimos,
los clientes tienden a quejarse y ya no regresan.

Me pongo a revisar mi mercancía y me doy cuenta que algunas


de las verduras se están pudriendo, desde hace días el calor era
muy intenso, hasta insoportable. “¡No puedo creer todo esto esté
sucediendo!”. “¡ya no sé qué hacer!”

También podría gustarte