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CASUALIDADES DEL AMOR

PROLOGO:

-¿Qué es lo más loco y estúpido que has hecho?

Suspirando le dije

-Enamorarme de ti

FIN

Muchas personas creen en los finales felices y que tu príncipe azul llegara un día y todo se volverá
color rosa, pero la vida no es así, la vida es cruel y dura. Tu solo debes seguir adelante y no caer…
aunque quien sabe, tal vez el destino me demuestre lo contario.

-¡Sara! -grita una persona que reconocí inmediatamente, era mi madre- ¡levántate o se te hará
tarde para la escuela!

Me levante rápidamente al escuchar lo último porque hoy era el primer día en mi nueva escuela ya
que mi madre y yo nos mudamos a la casa de mi abuela, me di un rápido baño, me cambie y salí
corriendo hacia el colegio tomando mi mochila.

Lamentablemente llegue tarde pero no importa ya que era la nueva…

-Señorita Sara se podría presentar ante todo la clase –dijo el que parecía mi tutor

-Si, claro –entre al aula y me detuve enfrente de la clase- Mucho gusto, yo soy Sara Davenport y
tengo 16

-Muy bien, ahora por favor siéntese al lado de su compañero… Anthony -dijo el profesor buscando
con la mirada al nombrado

De pronto vi como un chico castaño de ojos tan oscuros como la noche levanto la mano y señalo el
escritorio vacío a su lado, yo solo camine hacia el escritorio y me senté sin prestar atención al tal
vez guapo chico. Después de largas horas las clases acabaron y salí de la escuela caminando hacia
mi casa.

Durante el camino me encontré a un lindo perrito, parecía abandonado así que lo lleve a casa. Al
llegar note que dos hombres muy extraños vestidos de terno y con lentes oscuros salían de mi casa
como película de acción, espere unos minutos a que se fueran y entre dejando al perrito en el
jardín.

-¡Mama! ¿Está todo bien? –espere una respuesta pero nada- ¿Mama?...

Revise en la sala, comedor y cocina pero no la encontré así que fui al segundo piso y vi que la
puerta de su cuarto estaba abierta, entre y la vi llorando con unos papeles en la mano, corrí
rápidamente hacia ella y la abrace
-¿Mama? ¿Está todo bien? –pregunte

-Sabes… ¿sabes porque nos mudamos? –me dijo rompiendo el abrazo

-Pues… porque en tu trabajo te trasladaron, o algo así –respondí

-Ese es uno de los motivos pero el otro… te lo voy a decir –se sentó en su cama y agito levemente la
mano para que me acercara- Tu padre como bien sabes nos abandonó, por eso decidí cambiarnos
de casa…cambiar de aires, pero hoy dos hombres vinieron diciéndome que tu padre dejo deudas
pendientes…

Mire a mi madre captando la tristeza en su rostro y al mismo tiempo la preocupación, tome su


mano y entrelace nuestros dedos

-No te preocupes mamá, puedes contar conmigo ¿okey? –di una leve sonrisa dejando caer unas
pequeñas lagrimas

Ella limpio mi rostro, sacando esas amargas lágrimas- lo sé hija pero yo solo quiero que te
concentres en tus estudios

-Pero mama, yo también puedo ayudarte…más bien quiero ayudarte –iba a protestar pero le di
una de mis tan peculiares miradas de “no me vas a convencer”

Ella rio levemente y me acaricio el rostro –te pareces tanto a tu padre…

Íbamos a seguir conversando hasta que tocan el timbre, mi mama corre a abrir limpiándose las
lágrimas rápidamente…

-¡Hola! –dice una señora con aura de un nivel de felicidad indescriptible

-Hola, disculpe ¿usted es? –dijo mi madre esperando saber la identidad de la desconocida

-Oh lo siento, me voy a presentar, yo soy Anastasia Rollins y soy su vecina…mucho gusto –
respondió la extraña señora dándole un abrazo a mi madre

-Oh... Igualmente –correspondió el pequeño abrazo

Parecía que teníamos una vecina extraña o demasiado extrovertida, sí que se le notaba la felicidad,
decidí irme a mi cuarto así que empecé a caminar hacia allí

-¡Sara! –grito mi madre llamándome- ¡ven a saludar a nuestra vecina!

-Tsk –chasquee los dientes tras oír a mi madre llamándome, porque tenía que ir a saludar- ¡Ya voy
ma!

Antes de bajar fui al baño para ver si estaba presentable, después baje e hice un gesto de saludo
hacia la extraña señora
-Mucho gusto soy Sara –dije con una sonrisa tal vez un poco fingida

-Oh, tu hija sí que es hermosa –dijo ella examinando cada parte de mi cuerpo, me sentía
demasiado incomoda con sus ojos- ¡tienes que conocer a mi hijo! Es educado, guapo y popular.
¡Anthony! ¡Ven ya!

Sí que esta mujer grita, pero ¿Anthony? Ese nombre me recuerda a…

¡Saluda Anthony! –dijo dándole un golpe espero no muy fuerte

El levanto la cabeza y vi que era, esto no puede ser posible.

-Mi nombre es Anthony Rollins y les doy la bienvenida al vecindario –después de decir eso nos dio
una coqueta sonrisa

-Sí que tu hijo es muy guapo… -me impresiona lo que acaba de decir mi madre pero eso no es todo,
él es ¿mi compañero?

-Tu…tu…tu eres –lo señale quedando anonadada al darme cuente de quien es el

-No es por nada pero yo pienso que es de mala educación señalar a alguien que recién conoces –
dijo fríamente pero con un tono burlón

A lo que su mamá le tapó la boca pidiendo disculpas por las recién dichas palabras de su hijo y se
fue dándole golpes en la cabeza, aunque admito que él tiene razón, mostré falta de educación. Mi
madre solo me pidió que sea más cortes con él y pida disculpas la próxima vez que lo vea, me
rehusé pero ella hizo que se lo prometiera así que tengo que hacerlo.

Después de un día tan agotador deje descansar mi cuerpo en la hamaca del jardín, fije mi vista en
el cielo y recordé los buenos momentos que pase aquí con mi abuela, era una persona tan
agradable y siempre tenía algo positivo que decir ante los problemas… la extraño tanto

Entre los recuerdos me quede dormida hasta que ya era de noche y mi mama me levanto de un
grito para que viniera a cenar

-Sí que nuestra vecina es muy alegre –dijo mi madre mientras servía la cena

-Si… no sabes que emocionada estoy –Dije sarcásticamente a lo cual mi mama me miro seria- está
bien, voy ser muy educada

-Gracias –me dijo y se sentó en la mesa- hoy, ya que has entrado a clases hay que celebrar por eso
y he hecho tu plato favorito sushi vegetariano con Te aloe verde

-¿En serio? ¡Eres la mejor súper mami de todas! –grite emocionada y empecé a devorar
educadamente mi plato o algo así
Luego de una deliciosa cena y después de recibir las buenas noches de mi mama, subí a mi cuarto
súper cansada tanto que no tenía fuerzas para meterme a la ducha pero igual me metí porque
estar limpia es lo primero o eso era lo que decía mi mejor amiga. Me puse la pijama y me tire a la
cama lista para dormir pero sentí que me olvidaba de algo… ¡el perro! Salí de mi cama, me puse las
pantuflas, corrí hacia abajo y salí hacia el jardín

-¡Perrito! ¿Estás ahí perrito? –lo buscaba y lo buscaba pero no lo encontré hasta que oí pequeños
ladridos y una voz conocida

Salí del jardín y me asomé hacia la otra casa notando a un perro encima de mi vecino, me reí
mentalmente y me acerque sigilosamente

-Hey ¡tú! Ladrón de mascotas –grite acusándolo de la pérdida del perrito

Se levantó dejando al perrito en el suelo y me miro- ¿ladrón? Si la ladrona eres tú, te vi cómo te
llevaste al perro

-Yo solo lo rescate de la calle ¿okey? Estaba abandonado –me defendí

-No está abandonado, él es mi mascota y siempre sale a la calle pero para que darte explicaciones
si no eres nadie… -dijo secamente matándome con la mirada

-Pues esta nadie tiene nombre, soy... –iba a decir mi nombre hasta que el me interrumpió

-Sé quién eres- se me acerco lentamente hasta quedar cara a cara- eres Sara Davenport, reciente
alumna de Weed High School y mi vecina sin modales

Le di un rápido empujón y hui de allí avergonzada por todo lo que había dicho además de que
empezaba a sonrojarme por la corta separación que había entre los dos y a qué diablos se refería
con “sin modales”, yo solo estaba asombrada de que mi vecino era mi compañero de clases y
también me dijo ladrona… ¿Quién rayos se cree?
Un nuevo día de clases en mi desastrosa vida porque a pesar de no ser suficientes los problemas en
mi familia ahora también tengo que convivir con un neandertal detestable e irrespetuoso, pero hoy
me las paga…

Salí rápido de casa, aunque mi madre me detuvo en la puerta

-¿No piensas desayunar? –me pregunto con la ceja alzada

-Mmmm… nop, lo siento ma pero necesito ir rápido al colegio para disculparme con el neand…
Anthony jajaja –trate de fingir una sonrisa inocente

-Está bien pero toma esta manzana para que la comas en el receso –me dio la manzana y después
se despidió de mí volviendo a entrar a la casa

Lo siento mucho súper mami por mentirte pero si supieras que le voy a dar algo, menos una
disculpa al neandertal, me matarías

Llegue temprano a la escuela y no habían muchos alumnos así que decidí entrar al salón pero me
encontré con una escena traumática

-OH… quien diría que mi vecina sin modales también entra sin tocar la puerta –dijo el neandertal
de mi vecino

-¿Quién es ella Anthony? –pregunto la zorra que estaba sobre su regazo regalándose

-Nadie, querida –la beso desenfrenadamente y después me miro- ¿piensas quedarte allí o qué?

Solamente opte por salir del salón e irme corriendo hacia el jardín, al llegar me puse a pensar en la
escena que acabo de ver y no puedo creer que él sea esa clase de chico… un maldito playboy,

Todas las clases las pase súper incomodas ya que cierto neandertal no dejaba de mirarme en cada
maldito segundo, a pesar de solo estar a unos centímetros de distancia.

Llego la salida y planee salir rápidamente pero él me detuvo tomándome del brazo y literalmente
me arrastro fuera del colegio hacia un lugar desolado y muy extraño. Me empujo contra la pared y
se acercó a mí peligrosamente

-Dime, vecina maleducada –dijo en tono de burla

-¡Que me dejes de llamar así! –vocifere enojada

-Te digo como quiero ¿okey? –Me miro intensamente y se acercó a mi oído- en esta vida existen
dos tipos de personas, las que dominan y las que se dejan dominar…

-Así que, me estás diciendo que… ¿soy de las personas que se dejan dominar? –cruce los brazos
molesta
-Lo dijiste tú, no yo –rozo mis labios con las yemas de sus dedos- y quiero que esa boquita se quede
callada, o si no…

-¿o si no que? –pregunte despreocupada y sin miedo

-Jajaja, la romperé –contesto amenazante- quiero que guardes mi secreto

-El secreto de que eres un puto playboy y te follas a todas las putas ofrecidas -respondí frustrada

-Exactamente, que bueno que entiendas –se alejó de mi un poco y luego voltio- esperó que te haiga
quedado muy claro todo

Después de decir eso se fue caminando tranquilamente como si no hubiera pasado nada, yo
simplemente no podía analizar todo, mi mente no podía entender todo lo que acababa de pasar y
cómo es posible que él sea así; nunca he conocido a una persona tan sádica como él.

Empecé a caminar a mi casa pensando en mi venganza, lo que vi y lo que me dijo, ciertamente


tenía todo a mi favor y no por sus estúpidas amenazas voy a tener miedo, voy a realizar mi
venganza por todos los insultos y burlas que he tenido de él.

Como es posible que llegue a odiar tanto a una persona que conozco hace dos días…

Llegue a mi casa y busque por naturaleza a mi mama pero no la encontré y eso significaba que
había ido a buscar trabajo, suspire con ese pensamiento de que mi mama va a tener que trabajar
todos los días para poder cubrir todos los gastos y yo tenía que ayudarla.

Sé que tengo 16 años y soy menor de edad pero puedo conseguir algo así que empecé a buscar en
mi computadora algunos anuncios de empleo y encontré uno muy peculiar e interesante, era un
anuncio de una tienda de mascotas que necesitaban a una nueva cuidadora. Mis ojos después de
leer todo el anuncio, puedo asegurar que brillaron de la emoción.

Tome rápidamente mi teléfono celular que por cierto es uno de los últimos modelos… y es hermoso,
después de quedarme embobada mirando mi celular marque el número que decía el anuncio y
espere a que alguien me contestara

-Buenas tardes, Little Magic Pet –respondió un chico de una voz dulce

-Buenas tardes, llamo por el empleo de cuidadora –dije emocionada

-Mmmm, deme un momento creo que el puesto ya está ocupado –al escuchar eso mi corazón se
rompió, mis ilusiones se estaban muriendo

-Okey, yo espero –dije desanimada

Después de aproximadamente cinco minutos- ¿sigue allí?

-Sí, dígame –respondí


-Por suerte el empleo aun no lo tiene nadie –hizo una breve pausa- así que si desea le puedo hacer
una cita para mañana y haga una entrevista

-Sí, ¡por favor! –mi emoción volvió

-Okey, entonces dígame su nombre, apellidos, edad, oficio…mmm y nada más –dijo carraspeando
la voz

-Me llamo Sara Davenport, tengo 16 años y oficio pues… soy estudiante-me reí por la última
palabra

-Oh… ya veo entonces mañana a las 4:30 en la Av. Rose 516, la esperamos –mi emoción aumento
más

-Muchas gracias y estaré ahí –casi grite por el teléfono

-Jajaja no se preocupe, adiós –después de eso corto y yo prácticamente me tire a la cama gritando
de emoción

La vida ya no la veo tan negra ahora, siempre me gustaron los animales y ahora podré hacer lo que
más amo ósea cuidarlos. Es bueno que si quiera algo te salga bien porque después de lo que paso
con el neandertal he estado demasiado negativa.

-¡Cariño! –grito mi madre desde la sala

-¡Voy! –respondí y baje rápidamente las escaleras encontrándome con una gran sorpresa

-¡Hola Sara!–dijo efusivamente mi vecina y mama del neandertal

-Buenas tardes, señora Rollins –conteste educada como había prometido

-Estaba en la casa de nuestra vecina y ¿adiva qué? –dijo mi madre emocionada

Iba a responder sarcásticamente pero alguien se me adelanto- mi madre las invito a cenar hoy en
la noche- dijo el neandertal entrando de la nada

-¡Así es! –grito con efusividad mi vecina- pero las dejamos, tengo que preparar algo súper especial
y por fin conocerán a mi esposo

-¡Wau! Entonces tenemos que prepararnos nosotras también –dijo mi madre empujándome hacia
las escalera literalmente

-Esperare tu presencia Sara –dijo el neandertal sonriendo sensualmente guiñándome un ojo y yo


como toda mujer me sonroje y baje la mirada

-¡Nos vemos en la noche! –se despidió nuestra vecina y salió con su hijo
Mi madre y yo subimos y cada una se metió en su cuarto para ver que ponerse, yo solo quise
relajarme y bajar el calor de mi cara que el maldito neandertal había ocasionado, así que tome una
larga ducha con espumas, sí que es refrescante…

Después de cómo una hora en la tina me enjuague y salí con una toalla envuelta en el cuerpo,
busque algo de ropa simple en mi armario y me la puse para luego empezar a sacar mi cabello.

El cielo ya se tornaba oscuro y yo seguía sin prepararme, la verdad es que no quería ir a esa cena y
eran por varias razones; uno no quería ver al neandertal; dos no quería ponerme un vestido o algo
así porque conocía a mi mama y sus gustos y tres tengo cosas que hacer como hacer tareas
(aunque ya las haiga hecho) y dormir, sobre todo eso

-Pierdes tiempo pensando y no en prepararte –apareció mi madre en la puerta- ya es de noche


Sara

-Lo se madre, pero no tengo ganas de ir –la mire con ojos suplicantes- ponles una excusa que estoy
enferma o algo

-Tú sabes que mentir es malo, así que para tu cuerpo de la cama y vístete –me dijo seria

-Está bien, está bien –dije fatigada levantándome hacia mi armario- ni siquiera tengo nada que
ponerme

-No te preocupes por eso –abrió uno de mis cajones y saco un vestido blanco con escote hasta los
hombros, en la parte superior tenia encaje con mangas y era pegado al cuerpo pero desde la
cintura se abría, hasta tenía un lazo como aplicación.

-¡Te verás hermosa! –dijo orgullosa mi madre- ¡ve y póntelo!

Yo solo la mire, mire el vestido, suspire y me metí al baño a cambiarme… hoy será una grandiosa
noche.
Sí que fue una noche grandiosa, la mejor de mi vida y creo que el sarcasmo no me va para nada…
ya pasaron varias horas y sigo sin poder olvidar ese inesperado suceso…

Flashback…

Después de cenar todos fuimos al jardín ya que el Señor Davenport nos tenía un espectáculo de
fuegos artificiales, debo admitir que la cena estuvo deliciosa. De pronto en el cielo se divisó los
fuegos y todos quedaron embobados mirando, sentí una mano en mi cintura y a la vez unos brazos
estrechándome por atrás rodeando mi cuello, me sentí tan cómoda pero salí del ensoñamiento y le
di un golpe en las costillas ya que sabía que aquellos brazos pertenecían al neandertal.

El idiota ese no se rindió, me cogió del brazo y me arrastro a la parte trasera del jardín donde había
un pequeño columpio rodeado de hermosas flores… era hermoso

-¿te gusta? – dijo con una sonrisa

-por supuesto que si… y las flores son bellísimas- respondí subiendo al pequeño juego

Trate de balancearme hacia adelante pero por los benditos tacones no pude, Anthony se rio por mi
intento y se acercó a mi

-Vecina maleducada, ¿me harías el gran honor de dejarme empujarte? –dijo arrodillándose

-déjame ver estúpido neandertal… ya que es una hermosa noche te daré ese gran honor- me reí por
la absurda situación

- me sorprendes Sara y estúpido tal vez, pero neandertal no – dijo con fingida ofensa

-¿quieres que te recuerde todo lo que me has hecho? –dije con ironía

-mmm, mejor no –contesto rápido

-sí, buena decisión

Pasamos un buen rato en silencio, uno tan cómodo y no agobiante como eran cada vez que me
cruzaba con este idiota

-¿en qué piensas? – pregunto dejando de empujarme

-no es de tu incumbencia

-¡claro que lo es! – levanto la voz


Me sorprendió el repentino cambio de actitud y quede muda, el suspiró y se puso enfrente mío con
una gran sonrisa. Tomo mis manos y las beso con lo que parecía cuidado, solo miraba ya que mi
cuerpo no me respondía, me miro unos segundos con aquellos ojos negros que tanto me gustan
pero nunca se lo admitiré a él.

Después de aquellos segundos se acercó lentamente a mi rostro por lo que por instinto cerré los
ojos y espere un beso… que nunca llego y rápidamente oí estruendosas risas.

-¿acaso esperabas un beso? –dijo burlón

-no claro que no, solo que tenerte cerca hace que mis ojos se irriten- me levante furiosa con el
propósito de irme

-¿A dónde vas? ¿Acaso huyes de mí, preciosa? – se recostó en un pequeño árbol dejando salir su
prepotencia

-¿huyendo de ti?... jajaja no me hagas reír- tome un poco de aire y lo mire a los ojos- ni que fuera
una de tus perras, adiós querido neandertal

-Sera un hasta luego por el momento- dijo serio

Solo lo ignore y seguí mi camino.

Fin del flashback

No puedo creer que ese estúpido neandertal arruinara aquel mágico momento… pero es mejor así,
no puede gustarme alguien como él, alguien tan intolerable para mi salud física y mental.

Estaba recostada en mi cama cuando mi hermosa y bellísima alarma sonó, la apague rápidamente
y me levante con pereza hacia la ducha, en donde me demore como una hora y media, después de
media hora más salí de mi cuarto a la velocidad de la luz hacia el comedor

-Buenos días amor – dijo mi madre

-Buenos días, súper mami- suspire

-¿Y esa cara? ¿No dormiste bien?

-pues no… y no preguntes porque, porque ni si quiera yo lo se

- está bien, te dejare ir esta vez –suspiro y me miro- toma rápido tu desayuno o llegaras tarde

-gracias ma- sonreí de lado y empecé a comer

Luego de eso, partí a la escuela y entre justo a tiempo a clases, pasaron las horas y llego el receso,
fui a un lugar oculto de la escuela que había encontrado para mi sola, no me gusta convivir
demasiado. A pesar de que ya tengo como tres días en la escuela y no he hecho amigos… tal vez…
solo tal vez ¿debería hacerlos? No mejor no, mi estupenda personalidad y yo estamos bien solas.
Después de las clases en la salida decidí tomar el autobús para ir a la entrevista de trabajo pero un
chico con quien nunca jamás había hablado en mi vida se acercó y me dio una tarjeta de invitación
a lo que parecía una fiesta

El extraño chico me la dio y después se fue corriendo sin decir nada más. Abrí la invitación que por
cierto era muy elegante y decía lo de siempre, que estas cordialmente invitado y bla…. La fiesta
seria el sábado de la próxima semana, vestir elegante y con obsequio. Me pregunto si será su
cumpleaños o de otro estudiante de aquí, pero lo que sé es que no voy a ir no tengo tiempo para
eso.

Tome el autobús y llegue rápido a la tienda Little Magic Pet, tenía grandes ventanas en donde
podías admirar a las hermosas mascotas y productos de alimentación, cuidado y juegos. Luego de
quedarme admirando entré y una campana sonó a la vez que una chica muy linda se acercó y me
pregunto si podía ayudarme en algo, le explique que vine a aquí por el puesto de empleo y me
condujo hacia una pequeña oficina que parecía del encargado o algo así.

-Michael, esta chica ha venido por el puesto de asistente –dijo tímida aquella chica

-Gracias Cindy, puedes retirarte- respondió aparentemente el encargado, se veía alguien muy serio
y frio- puedes sentarte por favor

-Gracias…mmm soy Sara

-Mucho gusto, yo soy Michael el dueño de esta tienda

Tomo al parecer un formulario y empezó a llenarlo, y el pequeño cuarto se llenó de un silencio


incomodo…

- Por cierto, ¿tú eres aquella chica que llamo verdad? –pregunto levantando la mirada hacia mi

-Sí, soy yo ¿Por qué? –dije dudosa, sentía que estaba sudando del nerviosismo

-Por nada, aquí está el formulario para entrar a trabajar aquí y por favor se puntual- me extendió
el papel y lo tome

-Eso quiere decir que ¿estoy contratada?

-Sí, así que dile a Cindy que te de los horarios de trabajo y tu uniforme

Termino de decir eso y volvió la mirada a sus papeles. Yo seguía parada mirándolo porque tal vez
era de emoción pero no podía moverme

-¿Acaso piensas seguir allí parada?

-Lo siento
Salí rápido de la oficina y me recosté en la puerta después de cerrarla. Tome aire para quitarme el
miedo y me dirigí donde estaba la tal Cindy.

La tienda desde afuera parecía pequeña pero si entras cambias de opinión, desde adentro era muy
espaciosa. Tiene grandes vitrinas donde están los perros recién nacidos con sus papás, en otro
espacio hay como una tienda de ropa para animales y al costado hay un cuarto lleno de juegos
para ellos, también hay un cuarto donde todo es comida y pequeños accesorios o útiles de
limpieza.

Sí que es muy grande… en la puerta puedo ver a Cindy atendiendo a… esto no puede ser posible,
porque esa persona debe estar aquí, justo aquí, hay tantas tiendas como estas en esta ciudad y
tuvo que venir aquí.

Me acerque a la entrada un poco nerviosa y hable con Cindy sobre lo que me dijo Michael que me
diera pero esta no me hizo caso y seguía hablando o al parecer coqueteando con esa persona…

-¿acaso no me escuchas?- dije desesperada

- y tu acaso no ves que estoy atendiendo a un cliente- respondió sin voltear a verme

-Si me di cuenta, lo estás atendiendo muy bien –respondí con ironía

-Vamos, no te pongas celosa… -esa persona se acercó a mí y me tomo de la mano- tu siempre serás
mi preferida y la futura Señora de Rollins
Quede sin palabra alguna al escuchar tal declaración descarada del neandertal, en mi opinión este
chico no tiene pudor o vergüenza para expresarse.

-No sabía que se conocían… y menos que tenías novia –declaro Cindy

-Primero, no somos novios y segundo… si nos conocemos –aclare ante ella

-Porque niegas lo nuestro querida –dijo haciéndose el trágico y dramático- yo sé que te gusto,
hasta podría decir que me amas

Solo suspire porque no iba a conseguir nada armando un alboroto con ellos y menos en mi nuevo
empleo.

-Mejor los dejo hablar en paz y por favor dame lo que Michael pidió –dije dándole la menor
importancia al asunto

-No puedes irte así tan fácil Sara –dijo el neandertal al instante de cogerme del brazo
impidiéndome irme

-¿acaso te pregunte? No, así que por favor suéltame –exclame molesta e intentando liberar mi
brazo del agarre

-Mejor vamos a otro lugar a hablar ¿no crees?

No pensaba ir ni muerta con él, ni siquiera a la esquina pero me di cuenta que la mayoría de las
personas de la tienda nos empezaban a ver así que me resigne para no armar un chisme en donde
yo sea la que sea despedida.

Me deje llevar por el estúpido neandertal, llegamos a una zona apartada pero cerca de la tienda,
no entiendo como rayos él sabe dónde hay lugares apartados. Seguro aquí es donde trae a sus
putas o perras personales, esa idea me repugna…

-¿En qué tanto piensas? –pregunto mirándome curioso

Parada frente a el desvié la mirada y me sentí encima de una pequeña silla al parecer en buen
estado limitándome a ver hacia la nada

-¿Por qué no me respondes? –seguía preguntando

Con cada palabra que decía él se iba acercando cada vez más hacia mí, en ese momento sentí que
el tiempo se volvía lento y la ansiedad combinada con nervios hacían un estrujo en mi pecho,
dejándome con una sensación nueva y nada agradable.

Él se acercó hasta llegar a mí pero no decía nada simplemente me miraba con ojos llenos de… de
algo que no puedo explicar

-¿puedes dejar de mirarme por favor? –dije levantando la voz


-Por fin me hablas pensé que te quedarías muda-dijo irónicamente

-Que gracioso… -dije en con cierta molestia- pero ¿para qué me has traído aquí?

-¿Te gusto? –pregunto mirándome fijamente

No sabía que decir ante tal interrogante que este estúpido me planteaba, tenemos pocos días de
conocernos y me pregunta si me gusta… es realmente un idiota, acaso piensa que soy tan fácil
como sus amigas cariñosas

Ya quisieras, ni en mis peores pesadillas sucedería eso –respondí burlona

El rio muy fuerte, puedo jurar que lo las personas de en frente lo podían escuchar

Porque simplemente dejas de ser tan obstinada y lo aceptas –dijo acercándose un poco a mí

Nunca… -dije seria

Nunca digas nunca –susurro en mi oído para luego acercarse lentamente a mis labios y por inercia
cerré los ojos- esto será divertido

El maldito neandertal solo se alejó de mí sin decir nada más y se fue. No puedo creer que caí en su
juego y cerré los malditos ojos, pero ya se lo cobraría. Decidí caminar para pensar en todo lo que
ha pasado, se supone que todo sería tranquilo y normal pero nunca nada sale como lo planeas.
Seguí caminando pero de sentí algo extraño, como si alguien me estuviera siguiendo, seguro era el
neandertal pensé y decidí ocultarme tras un poste para sorprenderlo. Me oculte en el poste y trate
de sorprenderlo pero no era el neandertal era otra persona

¿Quién eres tú? Y ¿Por qué me estas siguiendo? –pregunte alejándome

El hombre me miro despectivamente y me tomo del brazo, trate de forcejear y gritar pero ya era
muy tarde y no había nadie, tenía mucho miedo, quería llorar pero no podía mostrar debilidad. El
sujeto me tomo más fuerte e intento taparme la boca pero yo daría pelea hasta el final. Me
empezaron a invadir los recuerdos de mi madre, mi abuela… y el neandertal, justo cuando voy a
ser literalmente secuestrada pienso en él. El hombre de su traje saco un pañuelo con el que me
cubrió la nariz y a los segundos pude sentir como mi cuerpo perdió fuerza y mis ojos poco a poco
se cerraban.

Desperté en una cama, trate de levantarme pero note que mis manos estaban atadas además
tenía un pañuelo en mi boca, la desesperación se hacía presente y mis ojos estaban dispuestos a
soltar pequeñas lagrimas pero no lo podía hacer, no ahora, debo ser fuerte por mi mama, yo soy
todo lo que le queda ¿ya sabrá que no he llegado a casa? Justo ahora le tocaba el turno de la
noche. “Lo siento mamá” era en lo único que pensaba repetidas veces hasta desmayarme.

Sentí unos leves golpes en mi mejilla que me hicieron despertar, abrí los ojos lentamente y mire
alrededor, no estaba en el mismo lugar, podía asegurar que era el cuarto de alguien, más bien de
un chico ya que tenía el clásico color azul oscuro que siempre veía en las películas además tenía
premios de fútbol y sentía el aroma de perfume para hombres en toda la habitación.

-¿Vas a seguir observando mi cuarto?

Mis ojos voltearon a ver hacia el lugar donde provenía la voz y si era el, mis sentidos no se
equivocaban, era el neandertal, otra vez, pero estaba algo confundida. Como fuer que llegue aquí,
si me encontraba con unos secuestradores.

-No frunzas el ceño Sara, no te ves atractiva así- dijo con cierta diversión

-¿Por qué estoy aquí?

-Pues…me di cuenta que mi querida vecina no había llegado a su casa, así que fui a buscarla y me
di con la sorpresa que estaba siendo secuestrada, seguí el vehículo y llame a mi padre. Ya se soy tu
héroe

Trataba de asimilar todo lo que me había dicho, trato de simplificarlo pero era demasiada
información. Lo mire con una ceja alzada porque aún no entendía algo.

-¿Pero cómo llegue aquí?

-Obviamente yo te traje, claro que con ayuda de mis padres, por lo que entendí tu papa tenía una
deuda algo grande con un tipo malo. Pero ya no te preocupes por eso, ya quedo resuelto

-¿Acaso tus padres pagaron la deuda?

-No, la pague yo con mis ahorros- empezó a acercarse a mí con una sonrisa en el rostro- ¿Cómo me
vas a recompensar? Gaste todos mis ahorros en ti

Me sentía en una encrucijada, esa mirada daba a entender como quería que lo recompensara pero
no podía hacer eso y menos con él, pero también estaba el hecho de que gasto sus ahorros

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