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Ecuaciones Diferenciales Parciales 2

Alberto Saldaña

2021-2
2
Índice

Introducción 4

I El problema de Poisson 9

1 Espacios de Banach y de Hilbert 11


1.1 Espacios de Banach . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.1.1 Métricas y normas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.2 Espacios de Hilbert . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.2.1 Productos escalares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

2 Espacios de Sobolev 15
2.1 Funciones Continuas y Diferenciables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2.1.1 Notación y Repaso de Diferenciabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2.1.2 Regularización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2.1.3 Derivadas Débiles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
2.1.4 Propiedades Básicas de Espacios de Sobolev . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.1.5 La desigualdad de Sobolev . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

3 El teorema de representación de Fréchet-Riesz 29


3.0.1 Operadores lineales acotados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
3.0.2 El álgebra de los operadores acotados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.0.3 Espacios duales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
3.0.4 Proyecciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.0.5 Ortogonalidad y proyecciones simétricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36

4 Solución al problema de Poisson 41


4.1 Formulación débil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
4.1.1 Regularidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
4.1.2 Limitaciones del Teorema de Fréchet-Riesz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

II Ecuaciones elı́pticas generales 45

5 El teorema de Lax-Milgram 47

6 Resolución de problemas elı́pticos generales 49

3
III Teorı́a espectral de operadores elı́pticos 53
7 Profundizando en análsis funcional 55
7.0.1 Sistemas ortonormales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
7.0.2 Operadores adjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
7.1 Dos principios fundamentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
7.1.1 El teorema de la gráfica cerrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
7.1.2 El principio de acotación uniforme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
7.2 Operadores compactos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
7.2.1 Conjuntos compactos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
7.2.2 Caracterización de operadores compactos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
7.2.3 Operadores compactos en espacios de Hilbert . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
7.2.4 La teorı́a de Riesz-Fredholm . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
7.2.5 El espectro de operadores compactos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

8 Encajes de espacios de Sobolev 73


8.0.1 El Teorema de Rellich-Kondrashov . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

9 La Alternativa de Fredholm para Ecuaciones 77

10 El Espectro de Operadores Diferenciales 81


10.1 Propiedades de Soluciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
10.1.1 Regularidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84

A Otros espacios de funciones 87


A.0.1 Espacios de Funciones Diferenciables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
A.0.2 Espacios de Hölder . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

4
Introducción

Sea N ∈ N y sea Ω ⊆ RN un dominio1 acotado. Consideremos la ecuación diferencial parcial elı́ptica


(
−∆u(x) + a(x)u(x) = f (x), x ∈ Ω,
(1)
u(x) = g(x), x ∈ ∂Ω,
donde a, f : Ω → R y g : ∂Ω → R son funciones continuas y ∆ es el operador laplaciano, es decir,
N
X ∂2u
∆u(x) = (x).
i=1
∂i2

Ejemplos 0.1. Dependiendo de los datos dados (a, f y g), la solución u : Ω → R de la ecuación (1) puede
representar diversos fenómenos.
(a) Si a = 0, entonces, a partir de las ecuaciones de Maxwell, se tiene que u es el potencial eléctrico en una
región Ω, donde f es la densidad de carga eléctrica y g son valores fijos para el potencial eléctrico sobre
∂Ω.
(b) Las ecuaciones elı́pticas representan estados en equilibrio de ecuaciones de evolución. Por ejemplo,
u puede ser un estado estacionario de la ecuación del calor, donde u representa la distribución de la
temperatura de un cuerpo Ω en equilibrio térmico, donde g es la temperatura fijada sobre ∂Ω, a = 0 y
f es una fuente de calor.
(c) Las soluciones del problema del valor propio
(
−∆u(x) = λu(x), x ∈ Ω,
(2)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω,
sirven para construir soluciones de la ecuación del calor


 ∂t U (t, x) = ∆x U (t, x),

 t > 0, x ∈ Ω,
t ≥ 0, x ∈ ∂Ω, (3)
 U (t, x) = 0,


U (0, x) = U0 (x), x ∈ Ω,
mediante el método de separación de variables.
(d) Las soluciones del problema (2) también sirven para construir soluciones de la ecuación de onda
 2

U (t, x) = ∆x U (t, x), x ∈ Ω, t > 0,


∂t2





 U (t, x) = 0, x ∈ ∂Ω, t ≥ 0,
(4)


 U (0, x) = U0 (x), x ∈ Ω,


 ∂
 U (0, x) = U1 (x),
 x ∈ Ω.
∂t
1 un conjunto abierto y conexo

5
Estas ecuaciones modelan la propagación de ondas electromagnéticas (por ejemplo de la luz) u oscila-
ciones (por ejemplo de cuerdas o membranas).
(e) Entender las soluciones de problemas lineales como (1) es el primer paso para estudiar ecuaciones no
lineales, por ejemplo, modelos de reacción-difusión que aparecen en la quı́mica y la biologı́a:


 ∂t U (t, x) = ∆x U (t, x) + f (t, x, U (t, x)),

 t > 0, x ∈ Ω,
U (t, x) = g(t, x, U (t, x)), t ≥ 0, x ∈ ∂Ω, (5)



U (0, x) = U0 (x), x ∈ Ω,

(f) La ecuación de Schrödinger de la teorı́a cuántica, lineal o no lineal, necesita una teorı́a similar, con la
diferencia que se usan funciones con valores complejos.
En algunos casos particulares, la solución u de (1) se puede calcular explı́citamente a través de una
fórmula integral2 , pero esto sólo es posible para dominios muy especı́ficos. Si Ω es mas complicado o si el
coeficiente a depende de x, entonces en general no es posible encontrar una fórmula cerrada para la solución
u. Pero esto no significa que dichas soluciones no existan. En este curso, usando las herramientas de análisis
funcional, estudiaremos los siguientes resultados, entre otros:
(a) Existe µ0 tal que, para todo µ ≥ µ0 , el problema
(
−∆u + au + µu = f, en Ω,
(6)
u = g, sobre ∂Ω,

tiene una y sólo una solución.

S∞µn tal que µn → −∞ cuando n → ∞ y tal que (6) tiene una y sólo una solución
(b) Existe una sucesión
para todo µ ∈ R\ n=1 {µn }.
(c) Analizaremos lo que pasa si µ = µn en (b).
(d) Demostraremos que existe una base Hilbertiana {φn } de L2 (Ω) que cumple que
(
−∆φn + aφn = λn φn , en Ω,
(7)
φn = 0, sobre ∂Ω,

donde λn > 0, λn → ∞ son los valores propios y los φn son las funciones propias del problema (2).
Conocer la existencia y las propiedades de la base {φn } es muy útil. Por ejemplo,en los Ejemplos 0.1(c)
y (d) donde a = 0, tenemos que los datos iniciales U0 y U1 tienen la representación

X
Ui (x) = cin φn (x), cin ∈ R, i = 0, 1. (8)
n=1

Usando (7), se sigue que la solución de (3) es



X
U (t, x) = c0n e−λn t φn (x), (9)
n=1

y la solución de (4) es
∞ 
X p  c1n p 
U (t, x) = c0n cos λn t + √ sin λn t φn (x). (10)
n=1
λn
2 Por ejemplo, usando el método de funciones de Green.

6
Sobre estas notas
Estas notas están divididas en 3 partes.
En la primera parte estudiaremos el problema de Poisson en un dominio general, es decir, sea Ω ⊂ RN
(N ≥ 1) un dominio (un conjunto abierto y conexo) y sea f : Ω → R un dato dado. Buscamos una función
u : Ω → R tal que

−∆u = f en Ω, u=0 sobre ∂Ω. (11)

Resolver este problema será nuestro punto de partida. Encontrar la solución requerirá de los siguientes
ingredientes
(a) Una formulación débil del problema (11). Es decir, buscaremos primero una solución débil, la cual
resuelve (11) en un sentido generalizado.

(b) Espacios de Sobolev, donde se encuentran las soluciones débiles de nuestro problema.
(c) Un resultado general de representación en espacios de Hilbert (el Teorema de representación de Fréchet-
Riesz ), el cual nos permitirá encontrar a la solución débil.
(d) Teorı́a de regularidad, la cual nos dirá bajo qué condiciones la solución débil encontrada es clásica.

En la segunda parte trataremos de generalizar la teorı́a de la primera parte para resolver ecuaciones
elı́pticas más generales, es decir,
N
X N
X
Lu := − aij ∂ij u + bi ∂i u + cu = f en Ω, u=0 sobre ∂Ω, (12)
i,j=1 i=1

donde aij , bi , c, f : Ω → R son funciones que satisfacen ciertas hipótesis. El operador L generaliza al
laplaciano −∆. Para encontrar una solución débil de (12) usaremos una vez más espacios de Sobolev y un
refinamiento del teorema de representación (El Teorema de Lax-Milgram).
En la tercera parte nos concentraremos en problemas de valores propios, por ejemplo,

Luλ = λuλ en Ω, u=0 sobre ∂Ω. (13)

donde λ ∈ R. Caracterizaremos todos los valores (propios) λ y todas las funciones (propias) uλ de (13). Para
conseguir este fin, necesitaremos estudiar la noción de espectro de operadores compactos y entender mejor
los encajes de espacios de Sobolev.
El material de estas notas está basado en:
1) Evans, L.C. ”Partial differential equations.” Graduate studies in mathematics 19.2, AMS, (1998).
2) Brezis, Haim. Functional analysis, Sobolev spaces and partial differential equations. Springer Science
& Business Media, 2010.

3) Notas de Nils Ackermann https://www.ackermath.info/teaching/index.html.

7
8
Parte I

El problema de Poisson

9
Capı́tulo 1

Espacios de Banach y de Hilbert

1.1 Espacios de Banach


1.1.1 Métricas y normas
Definición 1.1. Sea E un espacio vectorial sobre R. Una norma en E es una aplicación E → [0, ∞),
x 7→ kxk que satisface
(i) kxk = 0 si y sólo si x = 0,
(ii) kαxk = |α| kxk para todo α ∈ R y todo x ∈ E,
(iii) kx + yk ≤ kxk + kyk para todo x, y ∈ E.
La pareja (E, k · k) se llama un espacio vectorial normado. La norma induce una métrica d(x, y) := kx − yk
en E. Si (E, d) es un espacio métrico completo1 , entonces se dice que (E, k · k) es un espacio de Banach.
Notación. Sea (X, d) un espacio métrico, x ∈ X, r > 0. Definimos

Ur (x) := Ur (x; X) := { y ∈ X | d(x, y) < r } (bola abierta),


Br (x) := Br (x; X) := { y ∈ X | d(x, y) ≤ r } (bola cerrada),
Sr (x) := Sr (x; X) := { y ∈ X | d(x, y) = r } (esfera).

Si X es un espacio normado y x = 0, omitimos el argumento x: Ur := Ur (0), Ur X := Ur (0; X), etc.


Definición 1.2. Sea E un espacio vectorial y sean k · k1 y k · k2 dos normas en E. Entonces k · k1 y k · k2
son normas equivalentes si existen constantes C1 , C2 > 0 tales que

C1 kxk1 ≤ kxk2 ≤ C2 kxk1 (1.1)

para todo x ∈ E.
Proposición 1.3. Sean k · k1 y k · k2 dos normas equivalentes en E. Denotamos por Ei al espacio normado
(E, k · ki ) para i = 1, 2. Entonces las sucesiones convergentes en E1 y E2 son las mismas y las sucesiones de
Cauchy en E1 y E2 coinciden.
Prueba. Sean C1 y C2 como en (1.1) y sea (xn ) una sucesión convergente en E1 , es decir, existe x ∈ E1 tal
que kxn − xk1 → 0 cuando n → ∞. Entonces

kxn − xk2 ≤ C2 kxn − xk1 → 0,


1 https://en.wikipedia.org/wiki/Complete_metric_space

11
es decir, (xn ) converge en E2 . La otra dirección se obtiene similarmente.
Ahora sea (xn ) una sucesión de Cauchy en E1 . Entonces, dado ε > 0 existe n1 (ε) ∈ N tal que

kxm − xn k1 ≤ ε para todo m, n ≥ n1 (ε).

Definimos n2 (ε) := n1 (ε/C2 ) para todo ε > 0. Obtenemos para todo ε > 0
ε
kxm − xn k2 ≤ C2 kxm − xn k1 ≤ C2 =ε para todo m, n ≥ n2 (ε),
C2

es decir, (xn ) es una sucesión de Cauchy en E2 . La otra dirección se sigue análogamente.

Nota 1.4. Sean X, Y espacios métricos con métricas dX y dY . En X × Y se define la métrica natural dX×Y
por
dX×Y ((x1 , y1 ), (x2 , y2 )) := dX (x1 , x2 ) + dY (y1 , y2 ).
Análogamente, para dos espacios normados E, F se define la norma natural en E × F por

k(x, y)kE×F := kxkE + kykF .

Nota 1.5. La suma en E es la aplicación E × E → E, (x, y) 7→ x + y, y la multiplicación por un escalar es


la aplicación R × E → E, (α, x) 7→ αx.

Proposición 1.6. Sea (E, k · k) un espacio normado.

(a) |kxk − kyk| ≤ kx − yk para todo x, y ∈ E.

(b) La norma es una aplicación continua.

(c) La suma en E y la multiplicación por un escalar son aplicaciones continuas.

Prueba. (a) Para todo x, y ∈ E la desigualdad del triángulo implica que

kxk − kyk = kx − y + yk − kyk


≤ kx − yk + kyk − kyk
= kx − yk.

Por la misma razón se sigue que


kyk − kxk ≤ kx − yk,
y obtenemos (a).
(b) Se sigue de (a) directamente. En particular, la norma es Lipschitz continua con constante 1.
(c) Ejercicio.

1.2 Espacios de Hilbert


1.2.1 Productos escalares
Definición 1.7. Sea E un espacio vectorial sobre R. Una aplicación E × E → R, escrita como (x, y) para
x, y ∈ E, es un producto escalar si cumple que

(i) (x, x) ≥ 0 para todo x ∈ E, y (x, x) = 0 si y sólo si x = 0 (definida positiva).

(ii) (·, x) y (x, ·) son funciones lineales para todo x ∈ E (bilineal).

(iii) (x, y) = (y, x) para todo x, y ∈ E (simétrica).

12
Si (x, y) = 0 escribimos x⊥y. Para A ⊆ E ponemos

A⊥ := { x ∈ E | x⊥y para todo y ∈ A }.


p
Proposición 1.8. Sea E un espacio con producto escalar (·, ·) y sea kxk := (x, x).

(a) Se cumple la desigualdad de Cauchy-Schwarz:

|(x, y)| ≤ kxk kyk para todo x, y ∈ E.

(b) Para todo x, y ∈ E se cumple: x⊥y si y sólo si kyk ≤ kλx + yk para todo λ ∈ R.

(c) k · k es una norma en E.

(d) Para todo x ∈ E la función lineal fx := (x, ·) cumple que

sup |fx (y)| = kxk.


kyk≤1

(e) Se cumple la identidad del paralelogramo:

kx + yk2 + kx − yk2 = 2kxk2 + 2kyk2 para todo x, y ∈ E.

Prueba. (a) Para x = 0 no hay nada que demostrar. Entonces supongamos que x 6= 0 y sea

f (λ) := kλx + yk2 = λ2 kxk2 + 2λ(x, y) + kyk2 .

Sea λ0 el punto donde f alcanza su mı́nimo, entonces

(x, y)
0 = f 0 (λ0 ) = 2λ0 kxk2 + 2(x, y) ⇒ λ0 = − .
kxk2

Luego
(x, y)2 (x, y)2 (x, y)2
0 ≤ kλ0 x + yk2 = f (λ0 ) = − 2 + kyk2
= kyk2
− (1.2)
kxk2 kxk2 kxk2
y se sigue la afirmación.
(b) ⇒) Es consecuencia de kλx + yk2 = λ2 kxk2 + kyk2 ≥ kyk2 para todo λ ∈ R.
⇐) Si x 6= 0 y λ0 es como en la demostración de (a), entonces, por (1.2),

(x, y)2
kyk2 ≤ kλ0 x + yk2 = kyk2 −
kxk2

y por lo tanto (x, y) = 0. p


(c) Que k · k es definida positiva y que kαxk = |α| kxk son consecuencias directas de que kxk = (x, x)
y de las propiedades de los productos escalares. La desigualdad del triángulo se verifica usando (a):

kx + yk2 = kxk2 + 2(x, y) + kyk2 ≤ kxk2 + 2kxk kyk + kyk2 = (kxk + kyk)2 .

(d) Por (a),

sup |fx (y)| = sup |(x, y)| ≤ sup kxkkyk = kxk.


kyk≤1 kyk≤1 kyk≤1

(e) Es un cálculo directo (¡ejercicio!).

13
Nota 1.9. Un producto escalar está dado por una norma si y sólo si la norma cumple la identidad del
paralelogramo2 . En ese caso, un producto escalar se puede definir mediante

ku + vk2 − ku − vk2
(u, v) := .
4
Definición 1.10. Un espacio E con producto escalar es un espacio de Hilbert si (E, k · k) es un espacio de
Banach.

Ejemplo 1.11.
PN
(a) RN con el producto escalar (x, y) := k=1 xk y k .
(b)
 ∞ 
X k 2
l2 := (xk )∞
k=1 (x ) < ∞
k=1
P∞ k k
con el producto escalar (x, y) := x y .
k=1

(c) L2 (Ω) con el producto escalar (u, v) := Ω u(x)v(x) dx.


R

2 https://math.stackexchange.com/questions/21792/norms-induced-by-inner-products-and-the-parallelogram-law

14
Capı́tulo 2

Espacios de Sobolev

2.1 Funciones Continuas y Diferenciables


2.1.1 Notación y Repaso de Diferenciabilidad
Sea N ∈ N y denotemos elementos x ∈ RN como
x1
 
 x2 
x = (x1 , x2 , . . . , xN )T :=  .  ,
 
 .. 
xN

y denotemos el producto escalar en RN por


N
X
x1 · x2 := xT1 x2 = xk1 xk2
k=1

y la norma euclidiana en RN por


N 1/2

X
k 2
|x| := |x|2 := x·x= (x ) .
k=1

Análogamente, para p ≥ 1 denotamos


N
X 1/p
|x|p := (xk )p ,
k=1
y
|x|∞ := max{ |xk | | k = 1, 2, . . . , N }.
También usaremos la notación eik = δki . En particular, { e1 , e2 , . . . , eN } es una base de RN .
Sea U ⊆ RN abierto, x ∈ U , y f : U → RM . Denotamos la derivada parcial de f i en x en la k-ésima
coordenada por
∂ i ∂f i f i (x + tek ) − f i (x)
∂k f i (x) := k
f (x) := k
(x) = lim
∂x ∂x t→0 t
si existe este lı́mite. Si f es diferenciable en x entonces denotamos su derivada en x por Df (x) y
∂1 f 1 (x) ∂2 f 1 (x) · · · ∂N f 1 (x)
 
 ∂1 f 2 (x) ∂2 f 2 (x) · · · ∂N f 2 (x) 
Df (x) = 
 
.. .. .. 
 . . . 
∂1 f M (x) ∂2 f M (x) · · · ∂N f M (x)

15
Si M = 1 y f es diferenciable en x, entonces
Df (x) = (∂1 f (x), ∂2 f (x), . . . , ∂N f (x)).
A veces también usaremos la notación  
∂1 f (x)
 ∂2 f (x) 
∇f (x) =  .  .
 
 .. 
∂N f (x)
Ahora supongamos que M = 1. Decimos que f es diferenciable continuamente n veces si todas las
derivadas parciales hasta el orden n existen y son continuas. En este caso, el orden de diferenciación no
importa. En muchas situaciones combinamos derivadas parciales en la misma dirección. Para eso definimos
un multiı́ndice como un elemento α = (α1 , α2 , . . . , αN ) ∈ NN
0 , y pongamos

N N
X Y k
|α|1 := αk , ∂ α := ∂kα .
k=1 k=1
4
Por ejemplo, si f : R → R, la derivada parcial
∂3 ∂2 ∂3 ∂1 ∂2 f = ∂1 ∂2 ∂2 ∂3 ∂3 f
es la misma que
∂ α f,
donde
α = (1, 2, 2, 0).
En este caso, |α|1 = 5 es el orden de diferenciación.
Para una función medible φ : U → R y p ≥ 1 denotamos
Z 1/p
kφkp := kφkLp (U ) = |φ(x)|p dx
U
y
kφk∞ := kφkL∞ (U ) = ess sup|φ|.
U
Nos fijamos en el caso M = 1 y f : U → R. Si n ≥ 2 y f es diferenciable continuamente n veces en x,
denotamos
Dn f (x) := { ∂ α f (x) | α ∈ NN
0 , |α|1 = n }.

Para n ∈ N0 y p ≥ 1 denotamos
 X 1/p
|Dn f (x)|p := |∂ α f (x)|p .
|α|1 =n

También ponemos
|Dn f (x)|∞ := max{ |∂ α f (x)| | |α|1 = n }.
Con esto definimos
 X 1/p
kDn f kp := kDn f kLp (U ) := k |Dn f (x)|p kp = k∂ α f kpp
|α|1 =n

y
kDn f k∞ := kDn f kL∞ (U ) := k |Dn f (x)|∞ k∞ = max{ k∂ α f k∞ | |α|1 = n }.
Decir que Dn f es acotado en U significa que kDn f k∞ < ∞. Similarmente hablamos de la continuidad de
Dn f si ∂ α f es una función continua en U para todo multiı́ndice α tal que |α|1 = n.

16
2.1.2 Regularización
Definición 2.1. Fijando N ∈ N definimos η ∈ Cc∞ (RN ) por
(  
C exp |x|21−1 |x| < 1
η(x) :=
0 |x| ≥ 1
R
donde C > 0 es elegido tal que RN η dx = 1. Para ε > 0 definimos
 
1 x
ηε (x) := N η .
ε ε

Entonces ηε ∈ Cc∞ (RN ) y se cumple que

sop(ηε ) := {x ∈ RN : ηε (x) 6= 0} = Bε (0), (2.1)

y Z
ηε dx = 1 (2.2)
RN

para todo ε > 0. Las funciones ηε se llaman regularizadores (mollifiers en inglés).


Repaso 2.2. Sea p ∈ (0, ∞] y sea Ω ⊆ RN abierto. Usamos Lploc (Ω) para denotar al espacio de funciones
medibles u : Ω → R tales que u|K ∈ Lp (K) para todo K ⊆ Ω compacto. En particular, u ∈ Lploc (Ω) si todo
x ∈ Ω tiene una vecindad U ⊆ Ω tal que u|U ∈ Lp (U ).
Ejemplo 2.3. Sean Ω1 := (0, 1), Ω2 := (1, ∞), p > 0 y u : R+ → R definido por u(x) = 1/x. Entonces
u ∈ Lp (Ω1 ) si y sólo si p < 1, y u ∈ Lp (Ω2 ) si y sólo si p > 1. Pero u ∈ Lploc (Ωi ) para todo p > 0 y i = 1, 2.
Proposición 2.4. Sea Ω ⊆ RN abierto y sea u ∈ L1loc (Ω). Definimos

Ωε := { x ∈ Ω | dist(x, ∂Ω) > ε }

y la regularización uε : Ωε → R de u por uε := ηε ∗ u, es decir,


Z Z
uε (x) = ηε (x − y)u(y) dy = ηε (x − y)u(y) dy. (2.3)
Ω Uε (x)

Entonces uε tiene las siguientes propiedades:


(i) Si sop(u) ⊂ Ω, entonces sop(uε ) ⊆ sop(u) + Uε RN =: Uε (sop(u)) ⊂ Ω.
(ii) uε ∈ C ∞ (Ωε ).
(iii) Si u ∈ C(Ω) entonces uε converge uniformemente a u sobre subconjuntos compactos de Ω cuando ε → 0.
Prueba. (i) Sea x ∈ Ωε y dist(x, sop(u)) ≥ ε. Entonces Uε (x) ∩ sop(u) = ∅ y (2.3) implica que uε (x) = 0.
(ii) Fijamos i ∈ { 1, 2, 3, . . . , N } y x ∈ Ωε . Existe r > ε tal que Br (x) ⊆ Ω. Se sigue para t ∈ R,
|t| < r − ε que
Uε (x + tei ) ⊆ Ur (x).
Como ∂i ηε ∈ Cc∞ (RN ) y u|Ur (x) ∈ L1 (Ur (x)), el teorema de convergencia dominada de Lebesgue implica que

uε (x + tei ) − uε (x)
Z
− ∂i ηε (x − y)u(y) dy
t Ω
 
ηε (x + tei − y) − ηε (x − y)
Z
= − ∂i ηε (x − y) u(y) dy → 0
Ur (x) t

17
cuando t → 0. En particular, uε es diferenciable parcialmente en x y que
Z
∂i uε (x) = ∂i ηε (x − y)u(y) dy = ∂i ηε ∗ u.

Sólo hemos usado uε = ηε ∗u, ηε ∈ Cc∞ (RN ) y sop(ηε ) = Bε (0). Tenemos ∂i uε = ∂i ηε ∗u, ∂i ηε ∈ Cc∞ (RN )
y sop(∂i ηε ) = Bε (0). Por eso podemos aplicar los mismos argumentos para obtener que ∂i uε es diferenciable
en Ωε . Por inducción se obtiene la afirmación.
(iii) Sea K ⊆ Ω compacto. Elijamos δ0 > 0 tal que

Bδ0 (K) := { x ∈ RN | dist(x, K) ≤ δ0 } ⊆ Ω.

Sea ε > 0. Como Bδ0 (K) es compacto y u continuo, existe δ1 ∈ (0, δ0 ] tal que

∀δ ∈ (0, δ1 ] ∀x, y ∈ Bδ0 (K) : (|x − y| ≤ δ ⇒ |u(x) − u(y)| ≤ ε). (2.4)

Se sigue para δ ∈ (0, δ1 ] y x ∈ K que


Z Z

|uδ (x) − u(x)| = ηδ (x − y)(u(y) − u(x)) dy ≤
ηδ (x − y)|u(y) − u(x)| dy ≤ ε
Ω Bδ (x)

porque Bδ (x) ⊆ Bδ0 (K). En consecuencia kuδ − ukC(K) ≤ ε para δ ∈ (0, δ1 ] y se sigue la afirmación.
Lema 2.5. El espacio Cc∞ (Ω) es denso en Cc (Ω).
Prueba. Sea u ∈ Cc (Ω) y K := sop(u). Definimos ε0 := dist(K, ∂Ω)/3 > 0. Para ε ∈ (0, ε0 ] se sigue de la
Proposición 2.4(i) que la regularización uε tiene soporte en Bε (K) ⊆ Ωε , es decir, uε ∈ Cc∞ (Ωε ). Además, el
inciso (iii) de la misma Proposición implica que uε converge uniformemente a u en Bε0 (K) cuando ε → 0.
En consecuencia uε converge uniformemente a u cuando ε → 0. Extendiendo uε a Ω por 0, esto implica la
afirmación.
Repaso 2.6. Para p ∈ [1, ∞) el espacio Cc (Ω) es denso en Lp (Ω) y por lo tanto Cc∞ (Ω) es denso en Lp (Ω).
Repaso 2.7. Sea X un espacio métrico y A ⊆ X. Entonces la función

u(x) := dist(x, A) := inf{ d(x, y) | y ∈ A }

es Lipschitz continua con constante 1: Sean x, y ∈ X y (yn ) ⊆ A tal que d(y, yn ) → dist(y, A) cuando
n → ∞. Se sigue que
dist(x, A) − d(y, yn ) ≤ d(x, yn ) − d(y, yn ) ≤ d(x, y)
para todo n. Dejando n → ∞ se sigue que dist(x, A) − dist(y, A) ≤ d(x, y). En la misma manera se puede
probar que dist(y, A) − dist(x, A) ≤ d(x, y), y entonces |dist(x, A) − dist(y, A)| = |u(x) − u(y)| ≤ d(x, y)
Lema 2.8. Sea K ⊆ Ω compacto. Entonces existe u ∈ Cc∞ (Ω) tal que u(x) = 1 para todo x ∈ K y
u(x) ∈ [0, 1] para todo x ∈ Ω.
Prueba. Como K es compacto, ∂Ω cerrado y K ∩ ∂Ω = ∅, ε := dist(K, ∂Ω)/5 > 0. Definimos K0 := Bε (K)
y v : Ω → R por (
0 dist(x, K0 ) ≥ ε,
v(x) :=
1 − dist(x, K0 )/ε dist(x, K0 ) ≤ ε.
La Recapitulación 2.7 implica que v es continuo. Entonces v ∈ Cc (Ω), sop(v) = Bε (K0 ) = B2ε (K), v(x) = 1
para x ∈ K0 y v(x) ∈ [0, 1] para todo x ∈ Ω. La Proposición 2.4 implica para vε := ηε ∗ v que sop(vε ) ⊆
Bε (sop(v)) = B3ε (K), es decir, vε ⊆ Cc∞ (Ωε ). Además, para x ∈ K se sigue que Bε (x) ⊆ K0 . En
consecuencia, (2.2) y (2.3) implican que vε (x) = 1. Como ηε ≥ 0 y por (2.2) para todo x ∈ Ωε obtenemos
Z
vε (x) = ηε (x − y)v(y) dy ∈ [0, 1].

18
Definimos (
vε (x), x ∈ Ωε ,
u(x) :=
0, x ∈ Ω\Ωε ,
y obtenemos u como en la afirmación.

2.1.3 Derivadas Débiles


Los espacios de funciones diferenciables que hemos definido en las secciones anteriores no son espacios de
Hilbert. Como tiene muchas ventajas trabajar en espacios de Hilbert, nos interesamos en espacios de Hilbert
de funciones diferenciables y esto requiere de una versión débil de diferenciabilidad.

Repaso 2.9. Sea φ ∈ Cc1 (RN ). Entonces existe M ≥ 0 tal que sop(φ) ⊆ Q := [−M, M ]N . Para todo
x2 , x3 , . . . , xN ∈ R se sigue que
Z M
∂1 φ(x1 , x2 , . . . , xN ) dx1 = φ(M, x2 , . . . , xN ) − φ(−M, x2 , . . . , xN ) = 0
−M

y entonces
Z Z
1 2 N
∂1 φ(x , x , . . . , x ) dx = ∂1 φ(x1 , x2 , . . . , xN ) dx
RN Q
Z M Z M Z M
= ··· ∂1 φ(x1 , x2 , . . . , xN ) dx1 dx2 . . . dxN = 0
−M −M −M

En la misma manera se prueba que


Z
∂i φ dx = 0 ∀i = 1, 2, . . . , N. (2.5)
RN

Para un abierto Ω ⊆ RN , una función u ∈ C 1 (Ω) y una función φ ∈ Cc∞ (Ω), tenemos que φu ∈ Cc1 (Ω).
Extendemos φu a RN por 0 y obtenemos φu ∈ Cc1 (RN ). Por la Recapitulación 2.9 se sigue que
Z Z Z
0= ∂i (φu) dx = ∂i (φu) dx = (u∂i φ + φ∂i u) dx
RN Ω Ω

para todo i = 1, 2, . . . , N . Luego, obtenems la fórmula de integración parcial:


Z Z
u∂i φ dx = − ∂i u φ dx ∀i = 1, 2, . . . , N. (2.6)
Ω Ω

Iterando esta fórmula, se sigue para u ∈ C k (Ω) y un multiı́ndice α del orden |α|1 ≤ k que
Z Z
α |α|1
u∂ φ dx = (−1) ∂ α u φ dx. (2.7)
Ω Ω

En la siguiente definición usemos (2.7) para definir la derivada débil parcial de u asociado con α.

Definición 2.10. Sean Ω ⊆ RN abierto, u, v ∈ L1loc (Ω), y sea α un multiı́ndice. Entonces v es la α-ésima
derivada parcial débil de u si
Z Z
u∂ α φ dx = (−1)|α|1 v φ dx ∀φ ∈ Cc∞ (Ω). (2.8)
Ω Ω

α
En este caso escribimos ∂ u := v.

19
Lema 2.11. Si existe una derivada parcial débil α-ésima de u ∈ L1loc (Ω) entonces ∂ α u está definida
únicamente c.t.p.
Prueba. Supongamos que v ∈ L1loc (Ω) cumple
Z Z Z
|α|1
(−1) α
u∂ φ dx = α
∂ u φ dx = v φ dx ∀φ ∈ Cc∞ (Ω).
Ω Ω Ω

Sea w := ∂ α u − v. Se sigue que w ∈ L1loc (Ω) y que


Z
wφ dx = 0 ∀φ ∈ Cc∞ (Ω). (2.9)

Demostremos que w = 0 en c.t.p.


Primero supongamos que meas(Ω) < ∞ y que w ∈ L1 (Ω). Fijamos ε > 0. Por el Lema 2.5 podemos
elegir w̄ ∈ Cc∞ (Ω) tal que kw − w̄k1 ≤ ε. Sean
K1 := { x ∈ Ω | w̄(x) ≥ ε }, K2 := { x ∈ Ω | w̄(x) ≤ −ε }, K := K1 ∪ K2 .
Se sigue que K1 , K2 son compactos y ajenos. Sea δ := dist(K1 , K2 )/2 > 0. Por el Lema 2.8 existen
φi ⊆ Cc∞ (Uδ (Ki )) tal que φi (x) = 1 para todo x ∈ Ki y φi (x) ⊆ [0, 1] para todo x ∈ Uδ (Ki ). Extendamos
φi por 0 a Ω y sea φ := φ1 − φ2 . Se sigue que φ ∈ Cc∞ (Ω), φ(x) = 1 para x ∈ K1 , φ(x) = −1 para x ∈ K2 , y
kφk∞ ≤ 1. En consecuencia (2.9) implica que
kwk1 ≤ ε + kw̄k1
Z Z
=ε+ |w̄(x)| dx + |w̄(x)| dx
Ω\K K
Z
≤ ε + ε meas(Ω) + w̄(x)φ(x) dx
K
Z Z
= ε(1 + meas(Ω)) + w̄(x)φ(x) dx − w̄(x)φ(x) dx
Ω Ω\K
Z
≤ 3ε(1 + meas(Ω)) + w(x)φ(x) dx

= 3ε(1 + meas(Ω)),
y dejando ε → 0 que kwk1 = 0. Por eso w = 0 en c.t.p. de Ω.
En el caso general, sea
Ωn := { x ∈ Ω | dist(x, ∂Ω) > 1/n, |x| < n }, n ∈ N.
Se cumple que Ωn es abierto y Ωn ⊆ Ω es compacto para todo n ∈ N. Además,
[
Ω= Ωn .
n∈N

Aplicando la primera parte a w|Ωn para todo n ∈ N se sigue que w = 0 en c.t.p. en Ω.


Nota 2.12. Si u ∈ C 1 (Ω), por el Lema 2.11 cada derivada parcial débil de u coincide con la derivada parcial
clásica en c.t.p.
Ejemplos 2.13. Sea Ω := (−1, 1).
(a) Sea u(x) := |x|. Entonces u es débilmente diferenciable en Ω y u0 = v, donde
(
1 x > 0,
v(x) :=
−1 x<0

(ejercicio).

20
(b) Sea u : Ω → R definida por (
1 x > 0,
u(x) :=
−1 x < 0.
Entonces u no es diferenciable débilmente (ejercicio).
Nota 2.14. Diferenciabilidad débil es una noción local: Si u ∈ L1loc (Ω) y si todo x ∈ Ω tiene una vecindad
abierta Ux ⊆ Ω tal que u|Ux posee la derivada débil ∂i u, entonces existe la derivada débil ∂i u en Ω. Esto se
demuestra ası́: Se sabe que en este caso existe una partición lisa de 1 subordinada a la cubierta (Ux )x∈Ω , es
decir, una familia (ηx )x∈Ω ∈ Cc∞ (Ω) tal que ηx ∈ Cc∞ (Ωx ), ηx : Ω → [0, 1] y
X
ηx ≡ 1 en Ω.
x∈Ω

Todo punto y ∈ Ω tiene una vecindad donde esta suma es finita y eso nos ayudará a justificar el intercambio
de limites más adelante.
Uno define v ∈ L1loc (Ω) por v|Ux := ∂i u para todo x ∈ Ω. Esto es posible por la unicidad de las derivadas
débiles en los conjuntos Ux . Si φ ∈ Cc∞ (Ω), entonces
Z Z X 
u∂i φ dy = ηx u∂i φ dy
Ω Ω x∈Ω
XZ
= uηx ∂i φ dy
x∈Ω Ux
XZ
= (u∂i (ηx φ) − uφ∂i ηx ) dy
x∈Ω Ux
XZ
= (−∂i u ηx φ − uφ∂i ηx ) dy
x∈Ω Ux
Z Z X 
=− ∂i u φ dy − uφ∂i ηx dy
Ω Ω x∈Ω
| {z }
≡1
Z
=− ∂i u φ dy.

Esto demuestra que existe ∂i u débilmente en Ω y que ∂i u = v.


Proposición 2.15. Sea Ω ⊆ RN abierto y sean u, v ∈ L1loc (Ω).
(a) Sea α un multiı́ndice tal que existen ∂ α u y ∂ α v, y sean λ, µ ∈ R. Entonces w := λu + µv ∈ L1loc (Ω),
existe ∂ α w y
∂ α w = λ∂ α u + µ∂ α v,
es decir, ∂ α es un operador lineal.
(b) Supongamos que existen todas derivadas parciales débiles de u hasta el orden k. Si α, β son multiı́ndices
con |α|1 + |β|1 ≤ k, entonces
∂ α (∂ β u) = ∂ β (∂ α u) = ∂ α+β u.

(c) Si w ∈ Cc∞ (Ω) y si existe ∂i u, entonces existe ∂i (wu) = u∂i w + w∂i u.


Prueba. (a) Se sigue directamente de la Definición 2.10.
(b) Para φ ∈ Cc∞ (Ω) se tiene que

∂ α (∂ β φ) = ∂ β (∂ α φ) = ∂ α+β φ.

21
Entonces la Definición 2.10 y el Lema 2.11 implican la afirmación.
(c) Si φ ∈ Cc∞ (Ω) entonces
Z Z Z
(u∂i w + w∂i u)φ dx = u(φ∂i w − ∂i (wφ)) dx = − uw∂i φ dx.
Ω Ω Ω

La unicidad de la derivada parcial débil implica la afirmación.

2.1.4 Propiedades Básicas de Espacios de Sobolev


Definición 2.16. Sea Ω ⊆ RN abierto, sea p ∈ [1, ∞], y sea k ∈ N0 . Definimos el espacio de Sobolev
W k,p (Ω) como el espacio de todas funciones u ∈ Lp (Ω) que poseen derivada parcial débil ∂ α u ∈ Lp (Ω) para
todo multiı́ndice α con |α|1 ≤ k.
Para k ∈ N0 definimos
H k (Ω) := W k,2 (Ω).
Nota 2.17. La definición implica que W k,p (Ω) ⊆ W l,p (Ω) si l ≤ k, y que Lp (Ω) = W 0,p (Ω). La
Proposición 2.15(b) implica que ∂ α u ∈ W l,p (Ω) si u ∈ W k,p (Ω) y |α|1 ≤ k − l. Por La Proposición 2.15(a)
W k,p (Ω) es un subespacio vectorial de Lp (Ω).
Similarmente como en la Sección 2.1.1, para u ∈ W k,p (Ω) y 0 ≤ n ≤ k introducimos las notaciones

Dn u := { ∂ α u | |α|1 = n }
 X 1/p
n α p
kD ukp := k∂ ukp
|α|1 =n

kD uk∞ := max{ k∂ α uk∞ | |α|1 = n }.


n

Definición 2.18. Supongamos que k ∈ N0 y p ∈ [1, ∞]. Para u ∈ W k,p (Ω) definimos
k
!1/p !1/p
X X
n
kukW k,p (Ω) := kD ukpp = k∂ α
ukpp si p < ∞
n=0 |α|1 ≤k

y
k
kukW k,∞ (Ω) := maxkDn uk∞ = max k∂ α uk∞ .
n=0 |α|1 ≤k

Si u, v ∈ H k (Ω), entonces definimos


X
(u, v)H k (Ω) := (∂ α u, ∂ α v)2 .
|α|1 ≤k

Si identificamos funciones en W k,p (Ω) que coinciden en c.t.p., entonces k · kW k,p (Ω) es una norma, y (·, ·)H k (Ω)
es un producto escalar que genera k · kH k (Ω) . En consecuencia, W k,p (Ω) es un espacio normado y H k (Ω) es
un espacio con producto escalar.
Lema 2.19. Sea Ω ⊆ RN abierto y acotado. Entonces Lp2 (Ω) ⊆ Lp1 (Ω) para p1 , p2 ∈ [1, ∞], p2 ≥ p1 .
Además, la inyección es continua.
Prueba. Si p1 < p2 < ∞, definimos q := p2 /(p2 − p1 ), el exponente adjunto a p2 /p1 . La desigualdad de
Hölder implica que
Z Z 1/q Z p1 /p2
kukpp11 = |u(x)|p1 dx ≤ 1q dx |u(x)|p2 dx = meas(Ω)1/q kukpp12 .
Ω Ω Ω

Para p2 = ∞ es claro que kukp1 ≤ meas(Ω)1/p1 kuk∞ .

22
Lema 2.20. Supongamos que un → u en Lp (Ω) para p ∈ [1, ∞]. Entonces para todo q ∈ [1, p] y φ ∈ Cc (Ω)
se cumple que φun → φu en Lq (Ω).
Prueba. Sea U ⊆ Ω abierto y acotado tal que sop(φ) ⊆ U . El Lema 2.19 implica que un → u en Lq (U ). En
el caso q < ∞ se sigue que
kφun − φukqLq (Ω) = kφun − φukqLq (U )
Z
= |un (x) − u(x)|q |φ(x)|q dx
U
≤ kφkq∞ kun − ukqLq (U )
→0
cuando n → ∞. Si q = p = ∞ entonces kφun − φuk∞ ≤ kφk∞ kun − uk∞ → 0 cuando n → ∞.
Proposición 2.21. Para todo k ∈ N0 y p ∈ [1, ∞] el espacio W k,p (Ω) es un espacio de Banach y H k (Ω) es
un espacio de Hilbert.
Prueba. Sea (un ) ⊆ W k,p (Ω) una sucesión de Cauchy. Como ∂ α un es una sucesión de Cauchy en Lp (Ω) para
todo multiı́ndice α tal que |α|1 ≤ k, entonces existen ūα tales que ∂ α un → ūα en Lp (Ω), y particularmente
existe u ∈ Lp (Ω) tal que un → u en Lp (Ω). Es suficiente probar que u ∈ W k,p (Ω) y ∂ α u = ūα para todo
multiı́ndice α tal que |α|1 ≤ k.
Sea φ ∈ Cc∞ (Ω) y |α|1 ≤ k. Lema 2.20 implica que un ∂ α φ → u ∂ α φ y φ ∂ α un → φūα en L1 (Ω) cuando
n → ∞. En consecuencia,
Z Z Z Z
α α |α|1 α |α|1
u ∂ φ dx = lim un ∂ φ dx = (−1) lim ∂ un φ dx = (−1) ūα φ dx.
Ω n→∞ Ω n→∞ Ω Ω

Variando φ ∈ Cc∞ (Ω) α


se sigue de Definición 2.10 y el Lema 2.11 que existe ∂ u = ūα .
Definición 2.22. Para p ∈ [1, ∞) denotemos por W01,p (Ω) la cerradura de Cc∞ (Ω) en W 1,p (Ω). Además
denotemos
H01 (Ω) := W01,2 (Ω).
Entonces (W01,p (Ω), k · kW 1,p ) es un espacio de Banach y (H01 (Ω), k · kH 1 ) es un espacio de Hilbert.
Nota 2.23. En un sentido impreciso las funciones en W01,p (Ω) se pueden ver como las funciones en W 1,p (Ω)
que se “anulan sobre ∂Ω”.

2.1.5 La desigualdad de Sobolev


Definición 2.24. Sea p ∈ [1, N ). Definimos el exponente de Sobolev por
Np
p∗ :=
N −p
y notemos que se cumplen
1 1 1
= − y p∗ > p. (2.10)
p∗ p N
Repaso 2.25 (Desigualdad de Hölder generalizada). Sean m ∈ N, p1 , p2 , . . . , pm ∈ [1, ∞] tal que
m
X 1
= 1, (2.11)
pk
k=1

y sean uk ∈ Lpk (Ω) para k = 1, 2, . . . , m. Entonces


Z m
Y
|u1 u2 · · · um | dx ≤ kuk kpk .
Ω k=1

23
Teorema 2.26 (Gagliardo-Nirenberg-Sobolev). Sea p ∈ [1, N ). Entonces existe una constante positiva
C = C(N, p) tal que
kukp∗ ≤ CkDukp (2.12)
para todo u ∈ Cc1 (RN ).
Prueba. Fijamos u ∈ Cc1 (RN ) y primero supongamos que p = 1.
Definimos v ∈ Cc (RN ) por v(x) := maxNi=1 |∂i u(x)|. Para todo i = 1, 2, . . . , N y x ∈ R
N
obtenemos
Z xi
u(x) = ∂i u(x1 , x2 , . . . , xi−1 , y i , xi+1 , . . . , xN ) dy i
−∞

y entonces Z +∞
|u(x)| ≤ v(x1 , x2 , . . . , xi−1 , y i , xi+1 , . . . , xN ) dy i .
−∞

En consecuencia
N Z +∞  N1−1
N Y
1 2 i−1 i i+1 N i
|u(x)| N −1 ≤ v(x , x , . . . , x ,y ,x , . . . , x ) dy . (2.13)
i=1 −∞

Integrando (2.13) respecto a x1 y usando la desigualdad generalizada de Hölder (Recapitulación 2.25 con
m = pk = N − 1) se sigue que
Z +∞ Z N Z +∞
+∞ Y  N1−1
N
1 i
|u(x)| N −1 dx ≤ v dy dx1
−∞ −∞ i=1 −∞
Z +∞  N1−1 Z N Z +∞
+∞ Y  N1−1
= v dy 1 v dy i dx1 (2.14)
−∞ −∞ i=2 −∞
Z +∞  N1−1 Y
N Z +∞ Z +∞  N1−1
1 1 i
≤ v dy v dx dy .
−∞ i=2 −∞ −∞

En la misma manera calculamos, integrando (2.14) respecto a x2 :


Z +∞ Z +∞
N
|u| N −1 dx1 dx2
−∞ −∞
Z +∞ Z +∞  N1−1
1 2
≤ v dx dy
−∞ −∞
Z +∞ Z +∞  N1−1 Y
N Z +∞ Z +∞  N1−1
1 1 i
× v dy v dx dy dx2
−∞ −∞ i=3 −∞ −∞
Z +∞ Z +∞  N1−1 Z +∞ Z +∞  N1−1
≤ v dx1 dy 2 v dy 1 dx2
−∞ −∞ −∞ −∞
N Z
Y +∞ Z +∞ Z +∞  N1−1
× v dx1 dx2 dy i .
i=3 −∞ −∞ −∞

Siguiendo con integraciones respecto a x3 , x4 , . . . , xN llegamos a


Z N Z +∞ Z +∞  N1−1 Z  NN−1
N Y
1 2 i N
|u| N −1 dx ≤ ··· v dx dx · · · dy · · · dx = v dx . (2.15)
RN i=1 −∞ −∞ RN

24
Esto implica que
Z Z N
X N
X
kuk N ≤ v dx ≤ |∂i u| dx = k∂i uk1 = kDuk1 ,
N −1
RN RN i=1 i=1

la afirmación para p = 1.
Ahora supongamos que 1 < p < N y apliquemos (2.15) a la función w := |u|γ donde elegiremos γ > 1
mas adelante. Notemos que
N N
max|∂i w(x)| = γ|u(x)|γ−1 max|∂i u(x)| (2.16)
i=1 i=1

y obtenemos
Z  NN−1 Z
γN N
|u| N −1 dx ≤γ |u(x)|γ−1 max|∂i u(x)| dx
RN RN i=1
Z  p−1
p
Z  p1
(γ−1)p N p (2.17)
≤γ |u| p−1 dx max|∂i u(x)| dx
RN RN i=1
Z  p−1
p
(γ−1)p
≤γ |u| p−1 dx kDukp .
RN

Elijamos γ tal que se cumpla


γN (γ − 1)p
= ,
N −1 p−1
es decir,
p(N − 1)
γ := > 1.
N −p
Se sigue que
γN (γ − 1)p N −1 p−1 1
= = p∗ y − = ∗.
N −1 p−1 N p p
En consecuencia (2.17) implica que
kukp∗ ≤ γkDukp .

Corolario 2.27 (Desigualdad de Poincaré). Sea Ω ⊆ RN abierto y acotado, sean p ∈ [1, N ) y q ∈ [1, p∗ ].
Entonces existe una constante positiva C = C(N, p, q, Ω) tal que

kukq ≤ CkDukp

para todo u ∈ W01,p (Ω). En consecuencia, W01,p (Ω) ⊆ Lq (Ω) con inyección continua.
Prueba. Sea u ∈ W01,p (Ω) y sea (un ) ⊆ Cc∞ (Ω) tal que un → u en W01,p (Ω). Entonces kun − ukp → 0 y
kDun − Dukp → 0 cuando n → ∞. El Teorema 2.26 implica que existe C1 = C1 (N, p) tal que

kum − un kp∗ ≤ C1 kDum − Dun kp



para todo m, n ∈ N. En consecuencia (un ) es una sucesión de Cauchy en Lp (Ω) que converge a un

v ∈ Lp (Ω). Como p∗ > p, el Lema 2.19 implica que un → v en Lp (Ω), es decir, v = u. Otra vez
usando el Teorema 2.26 obtenemos
kun kp∗ ≤ C1 kDun kp .
Dejando n → ∞ se sigue que
kukp∗ ≤ C1 kDukp ,
y concluimos con el Lema 2.19 para cualquier q ∈ [1, p∗ ].

25
Proposición 2.28. Sea Ω ⊆ RN un dominio acotado. Entonces existe C > 0 tal que

kuk2 ≤ CkDuk2

para todo u ∈ H01 (Ω).

Prueba. Caso N ≥ 3: Esto es una consecuencia directa de la desigualdad de Poincaré, Corolario 2.27,
porque 2 < N y 2 < 2∗ .
Caso N = 2: Elijamos q ∈ (1, 2). Se sigue que q ∗ = 2q/(2 − q) > 2. Usando el Lema 2.19 y el
Corolario 2.27 obtenemos (con varias constantes C)

kuk2 ≤ Ckukq∗ ≤ CkDukq ≤ CkDuk2 .

Caso N = 1: Sea Ω = (a, b). Primero supongamos que u ∈ Cc1 (Ω). Se sigue que
Z x
u(x) = u0 (s) ds
a

y en consecuencia que
Z b
|u(x)| ≤ |u0 (s)| ds
a

para todo x ∈ Ω. Entonces


kuk∞ ≤ ku0 k1 para todo u ∈ Cc1 (Ω). (2.18)
Utilizando el Lema 2.19 otra vez se sigue que

kuk2 ≤ CkDuk2 para todo u ∈ Cc1 (Ω). (2.19)

Si u ∈ H01 (Ω) entonces existe (un ) ⊆ Cc∞ (Ω) tal que un → u en H01 (Ω). Por lo tanto, usando (2.19),
obtenemos que

kuk2 = lim kun k2 ≤ C lim kDun k2 = CkDuk2 .


n→∞ n→∞

Utilizando la desigualdad de Poincaré, demostraremos que la norma


Z  21
kukH01 (Ω) := |∇u|2 dx

es equivalente a la norma
Z  12
kukH 1 (Ω) = |∇u|2 + |u|2 dx

en H01 (Ω). En particular, (H01 (Ω), k · kH01 (Ω) ) es un espacio de Hilbert con el producto escalar
Z
(u, v)H01 (Ω) := ∇u∇v dx.

Lema 2.29. Sea Ω ⊂ RN un dominio acotado. Existe C > 0 tal que

CkukH 1 (Ω) ≤ kukH01 (Ω) ≤ kukH 1 (Ω) para toda u ∈ H01 (Ω).

26
Prueba. Notemos que la desigualdad kukH01 ≤ kukH 1 es clara. Por otro lado, por la desigualdad de Poincaré
(Proposición 2.28), existe una constante c > 0 tal que
Z Z
2
u ≤c |∇u|2 para toda u ∈ H01 (Ω).
Ω Ω

Luego,
Z  12 Z  21
2 2 2 2
kukH 1 (Ω) = |∇u| + u dx ≤ |∇u| + c|∇u| dx
Ω Ω
Z  21
1 1
2
= (1 + c) 2 |∇u| dx = (1 + c) 2 kukH01 (Ω) .

27
28
Capı́tulo 3

El teorema de representación de
Fréchet-Riesz

3.0.1 Operadores lineales acotados


Definición 3.1. Sean E, F espacios normados, y sea L : E → F un operador lineal. L es un operador lineal
acotado si existe C ≥ 0 tal que
kLxkF ≤ CkxkE para todo x ∈ E. (3.1)
Un subconjunto A en un espacio normado E es acotado si supx∈A kxk < ∞.
Proposición 3.2. Sean E, F espacios normados, L : E → F lineal. Las siguientes propiedades son equiva-
lentes:
(i) L es acotado,
(ii) L es continuo,
(iii) Lxn → 0 si xn → 0,
(iv) existe r > 0 tal que L(Br E) ⊆ B1 F ,
(v) si A ⊆ E es acotado, entonces L(A) es acotado.
Prueba. (i) ⇒ (ii) Supongamos que xn → x. En consecuencia, kLxn − Lxk = kL[xn − x]k ≤ Ckxn − xk → 0.
(ii) ⇒ (iii) Supongamos que xn → 0. Como L es continuo y L(0) = 0, se sigue que Lxn → 0.
(iii) ⇒ (iv) Si no existe tal r, entonces existe xn → 0 en E tal que Lxn ∈
/ U1 F para todo n, es decir, tal
que kLxn k ≥ 1 para todo n. Pero esto contradice Lxn → 0 y la continuidad de la norma.
(iv) ⇒ (v) Si A ⊆ E es acotado, entonces existe C > 0 tal que A ⊆ BC E = Cr Br E. Se sigue que
L(A) ⊆ L(BC E) ⊆ Cr B1 F = BC/r F , es decir, L(A) es acotado. x
(v) ⇒ (i) Existe C > 0 tal que L(B1 E) ⊆ BC F . Entonces se sigue que L kxk E
≤ C para todo
F
x ∈ E\{0}, y entonces kLxkF ≤ CkxkE para todo x ∈ E.
Ejemplo 3.3. Como es usual, para f : A → R denotamos
kf k∞ := sup |f (x)|.
x∈A

Sabemos que los espacios Lp para p ≥ 1 son espacios de Banach1 . También sabemos que el espacio
E = (C[0, 1], k · k∞ ),
1 https://en.wikipedia.org/wiki/Lp_space#Lp_spaces

29
donde C[0, 1] es el conjunto de las funciones continuas [0, 1] → R, es un espacio de Banach. Analicemos el
espacio normado
F = (C[0, 1], k · kL1 ).
Tenemos que, para f ∈ C[0, 1],
Z 1 Z 1
kf kL1 = |f (x)| dx ≤ kf k∞ dx = kf k∞ ,
0 0

es decir, el operador lineal E → F , dado por la identidad, es acotado, y por lo tanto continuo por la
Proposición 3.2.

Pregunta: ¿Son equivalentes las normas k·k∞ y k·kL1 en C[0, 1]?

Vamos a demostrar que F no es completo, de donde se sigue que las normas no son equivalentes: Si las
normas fueran equivalentes, por la Proposición 1.3 y porque E es completo, también F serı́a completo, una
contradicción.
Para demostrar que F no es completo consideramos la sucesión fn en C[0, 1], dada por
(
n 0 ≤ x ≤ n12 ,
fn (x) := 1 1
n2 ≤ x ≤ 1.

x

Demostraremos que (fn ) es una sucesión de Cauchy en F que no converge en F .


Si m ≥ n entonces
Z 1/m2 Z 1/n2 Z 1
kfn − fm kF = |fn − fm | dx + |fn − fm | dx + |fn − fm | dx
0 1/m2 1/n2
Z 1/n2  
1 1
= 2 (m − n) + √ −n dx
m 1/m2 x
1 1
= −
n m
→0

cuando m, n → ∞. Entonces (fn ) es de Cauchy en F .


Supongamos que existe f ∈ F tal que fn → f en F , es decir, kfn − f kF → 0. Como f es una función
continua sobre un conjunto compacto, sabemos que f alcanza su máximo. Sea C := kf k∞ . Si n ≥ 2C
entonces
Z 1 Z 1/C 2
kfn − f kF = |fn (x) − f (x)| dx ≥ |fn (x) − f (x)| dx
0 0
Z 1/C 2 Z 1/C 2
1 1 1 1
≥ |fn (x)| − |f (x)| dx ≥ fn (x) dx − = − ≥ > 0. (3.2)
0 0 C C n 2C

Eso es una contradicción. En consecuencia fn no converge a f .

Ejemplo 3.4. Consideremos los espacios normados

E = (C 1 [0, 1], k · k∞ )
F = (C[0, 1], k · k∞ )

y el operador lineal
L : E → F, Lf := f 0 .

30
Veamos que L no es continuo. Sea (fn ) ⊆ E dada por fn (x) = xn . Entonces kfn kE = 1 y

kLfn kF = kf 0 k∞ = sup |nxn−1 | = n


x∈[0,1]

para todo n ∈ N. En consecuencia, L(B1 E) no es acotado en F y, por la Proposición 3.2, L no es continuo.


Por otro lado, si definimos

kf kE1 := kf k∞ + kf 0 k∞ , E1 := (C 1 [0, 1], k · kE1 ),

entonces
kLf kF = kf 0 k∞ ≤ kf k∞ + kf 0 k∞ = kf kE1 ,
y por lo tanto L es acotado y continuo entre E1 y F .
Esto demuestra que las propiedades de espacios y operadores dependen fundamentalmente de las normas
que se usen.
Teorema 3.5. Sea (E, k · k) un espacio normado de dimensión finita.
(a) A ⊆ E es compacto si y sólo si A es cerrado y acotado.
(b) Si k · k2 es otra norma en E entonces k · k y k · k2 son normas equivalentes.
Prueba. Sea N la dimensión de E, sea { e1 , e2 , . . . , eN } una base de E, y sea L : RN → E dado por
N
X
(x1 , x2 , . . . , xN ) 7→ xk ek .
k=1

Demostremos que L es un homeomorfismo (es decir, L y L−1 son continuos), donde RN tiene la norma
v
uN
uX
|x|2 := t (xk )2 .
k=1

Si xn → x en RN , entonces xkn → xk para k = 1, 2, . . . , N . Por la Proposición 1.6(c) (continuidad de las


operaciones) se sigue que
XN XN
k
Lxn = xn ek → xk ek = Lx
k=1 k=1

en E; es decir, L es continuo.
Como S1 RN es compacta2 en RN , también L(S1 RN ) es compacto3 en E. Como 0 ∈ / L(S1 RN ), C :=
N
minx∈S1 RN kLxkE > 0 (el mı́nimo existe por la compacidad de L(S1 R ) y la continuidad de la norma). Se
sigue que
x
|x|2 ≥ C
L para todo x ∈ RN \{0},
E
y entonces
1
kLxkE
|x|2 ≤ para todo x ∈ RN .
C
En consecuencia, se tiene que, para todo y ∈ E y x := L−1 y,
1
|L−1 y|2 ≤ kykE ,
C
2 Por el teorema de Heine-Borel.
3 En un espacio métrico, un conjunto K es compacto si y sólo si cada sucesión en K tiene una subsucesión convergente. Por
lo tanto, las funciones continuas preservan la compacidad.

31
es decir, L−1 es continuo.
(a): Sea A ⊆ E y definimos M := L−1 (A) ⊂ RN . Si A es compacto, entonces M es compacto como
imagen de A bajo la aplicación continua L−1 . Por lo tanto, M es acotado y cerrado en RN . Como A = L(M )
y L es acotado, la Proposición 3.2(v) implica que A es acotado y claramente un conjunto compacto es cerrado.
Por otro lado, si A es cerrado y acotado, entonces M := L−1 (A) es acotado (porque L−1 es un operador
acotado) y M es cerrado (porque es la preimagen de A bajo la aplicación continua L). Luego, por el Teorema
de Heine-Borel, M es compacto en RN , y A = L(M ) es compacto al ser la imagen de una aplicación continua
L de un conjunto compacto M .
(b): Escribimos k · k1 := k · k. Como L y L−1 son continuas para las dos normas, existen constantes
C1 , C2 , C3 , C4 > 0 tales que

C1 |x|2 ≤ kLxk1 ≤ C2 |x|2 ,


C3 |x|2 ≤ kLxk2 ≤ C4 |x|2

para todo x ∈ RN y por lo tanto


C3 C4
kyk1 ≤ C3 |L−1 y|2 ≤ kyk2 ≤ C4 |L−1 y|2 ≤ kyk1 para todo y ∈ E.
C2 C1

3.0.2 El álgebra de los operadores acotados


Definición 3.6. Sean E, F espacios normados. Definimos el conjunto

L(E, F ) := { L : E → F | L es lineal y acotado }.

Es fácil ver que L(E, F ) es un subespacio vectorial de los operadores lineales. Para L ∈ L(E, F ) definimos

kLkL(E,F ) := sup{ kLxkF | x ∈ E, kxkE ≤ 1 }.

Escribimos L(E) := L(E, E).


Proposición 3.7. (a) k · kL(E,F ) es una norma en L(E, F ) y satisface que
 
kLxkF
kLkL(E,F ) = sup x ∈ E\{0} .
kxkE

(b) Si F es completo, también L(E, F ) es completo.


(c) Si E, F, G son espacios normados, si A ∈ L(E, F ) y B ∈ L(F, G), entonces BA ∈ L(E, G) y

kBAkL(E,G) ≤ kAkL(E,F ) kBkL(F,G) .

Prueba. (a) Si x ∈ E\{0}, entonces



kLxkF x ≤ kLkL(E,F )
= L

kxkE kxkE F
y en consecuencia
kLxkF
sup ≤ kLkL(E,F ) .
x∈E\{0} kxkE

Por otro lado, para todo x ∈ E tal que 0 < kxkE ≤ 1 se cumple que
kLxkF kLxkF
kLxkF ≤ ≤ sup
kxkE x∈E\{0} kxkE

32
y luego que
kLxkF
kLkL(E,F ) = sup kLxkF ≤ sup .
x∈B1 E x∈E\{0} kxkE

Demostrar que k · kL(E,F ) es una norma es fácil, lo omitimos.


(b) Supongamos que (Ln ) es una sucesión de Cauchy en L(E, F ). Entonces

∀ε > 0 ∃n0 (ε) ∀m, n ≥ n0 ∀x ∈ E : kLm x − Ln xkF ≤ kLm − Ln kL(E,F ) kxkE ≤ εkxkE . (3.3)

Entonces, para todo x ∈ E la sucesión (Ln x) es de Cauchy en F . Como F es completo, podemos definir
Lx := limn→∞ Ln x para todo x ∈ E. Se sigue fácilmente por la continuidad de las operaciones en E y F
que L es un operador lineal. Falta demostrar que L ∈ L(E, F ) y que Ln → L en L(E, F ).
Fijamos un ε > 0, n := n0 (ε), y dejamos m → ∞ en (3.3):

∀x ∈ E : kLxkF − kLn0 (ε) xkF ≤ kLx − Ln0 (ε) xkF ≤ εkxkE ,

y entonces
∀x ∈ E : kLxkF ≤ (ε + kLn0 (ε) kL(E,F ) )kxkE ,
es decir, L ∈ L(E, F ) y kLkL(E,F ) ≤ ε + kLn0 (ε) kL(E,F ) .
Dejamos m → ∞ en (3.3) otra vez y tenemos que

∀ε > 0 ∃n0 (ε) ∀n ≥ n0 ∀x ∈ E : kLx − Ln xkF ≤ εkxkE .

Se sigue que
∀ε > 0 ∃n0 (ε) ∀n ≥ n0 : kL − Ln kL(E,F ) ≤ ε,
es decir, Ln → L en L(E, F ).
(c) Es claro que BA es un operador lineal. Para todo x ∈ E se cumple

kBAxkG ≤ kBkL(F,G) kAxkF ≤ kBkL(F,G) kAkL(E,F ) kxkE ,

de donde se siguen las afirmaciones.

Nota 3.8. Sea E un espacio normado y sea B : E × E → R bilineal. Entonces B es continuo si y sólo si

kBkL2 (E,R) := sup |B[x, y]|


x,y∈S1 E

es finito. Denotemos por L2 (E, R) el espacio vectorial de las aplicaciones bilineales con k · kL2 (E,R) < ∞.
Argumentando como en la Proposición 3.7 se puede demostrar que k · kL2 (E,R) es una norma en L2 (E, R) y
este espacio es de Banach.

Nota 3.9. Sea E un espacio de Banach. El espacio L(E) es de Banach y tiene una estructura adicional, la
composición L(E)×L(E) → L(E), (A, B) 7→ AB, que cumple kABk ≤ kAk kBk. Este mapeo de composición
(o multiplicación) en L(E) es continuo, lo cual sigue de la Proposición 3.7(c).
En general, si un espacio de Banach A es un álgebra asociativa4 y cumple que kabk ≤ kak kbk para todo
a, b ∈ A, entonces a A se le llama un Álgebra de Banach.

Proposición 3.10 (La serie de Neumann). Sea E un espacio de Banach y sea A ∈ L(E) tal que kAkL(E) < 1.
Entonces I − A es invertible en L(E) y se cumple

1
k(I − A)−1 k ≤ . (3.4)
1 − kAk
4 Tiene operaciones de adición, multiplicación asociativa y multiplicación por escalar.

33
Prueba. Definimos una sucesión (An ) en L(E) por
n
X
An := Ak .
k=0

La Proposición 3.7(c) implica, por inducción, que

kAk k ≤ kAkk para todo k ∈ N0 . (3.5)


P∞
Como kAk < 1, (3.5) implica que Ak → 0 en L(E) cuando k → ∞ y que la serie geométrica k=0 kAkk
converge absolutamente. Por lo tanto, la sucesión de sumas parciales es una sucesión de Cauchy en R. Por
(3.5), tenemos para m ≥ n que

m m m
X X X
k k
kAkk .

kAm − An k =
A ≤ kA k ≤
k=n+1 k=n+1 k=n+1

En consecuencia (An ) es una sucesión de Cauchy en el espacio completo L(E); por lo tanto, existe B ∈ L(E)
tal que An → B en L(E). Notemos que, para todo n ∈ N,
n
X
(I − A)An = (I − A) Ak = I − An+1 = An (I − A). (3.6)
k=0

Luego, por la continuidad de la multiplicación en L(E),

lim (I − A)An = (I − A)B = I = B(I − A) = lim An (I − A),


n→∞ n→∞

es decir, I − A es invertible y (I − A)−1 = B = limn→∞ An . Finalmente5 ,


n
X 1
k(I − A)−1 k ≤ lim kAkk = .
n→∞ 1 − kAk
k=0

Nota 3.11. Bajo las hipótesis de la proposición anterior, denotamos



X
−1
(I − A) = Ak . (3.7)
k=0

3.0.3 Espacios duales


Definición 3.12. Sea E un espacio normado. El espacio dual de E es el espacio de las funciones lineales y
continuas y se denota por
E 0 := L(E, R).
Si x ∈ E y f ∈ E 0 , denotamos
hf, xi := f (x).
Como R es un espacio de Banach, la Proposición 3.7(b) implica que también E 0 es un espacio de Banach.

Ejemplo 3.13. (a) Para E := (C[0, 1], k · k∞ ) y un x0 ∈ [0, 1] la aplicación L : E → R, Lf := f (x0 ), es


una función lineal continua, ya que kLf kR = |Lf | = |f (x0 )| ≤ kf kE .
5 Si
P∞ P∞ 1
r ∈ (0, 1), entonces (1 − r) k=0 rk = 1 y por lo tanto k=0 rk = 1−r
.

34
(b) Para E = (L1 (Ω), k · k1 ), donde Ω ⊆ RN es abierto, la aplicación
Z
u 7→ u(x) dx

es una función lineal continua, en vista de que


Z Z

u(x) dx ≤ |u(x)| dx = kukL1 (Ω) .

Ω Ω

0
(c) Para E := (Lp (Ω), k · kp ), donde Ω ⊆ RN es abierto, p, p0 > 1, 1
p + 1
p0 = 1 y f ∈ Lp (Ω), la aplicación
Z
u 7→ f (x)u(x) dx

es una función lineal continua ya que, por la desigualdad de Hölder,


Z Z

f (x)u(x) dx ≤ |f (x)| |u(x)| dx ≤ kf k p0 kukLp (Ω)
L (Ω)
Ω Ω

3.0.4 Proyecciones
Notación. Sean X y Y espacios vectoriales. Para un operador lineal A : X → Y denotamos al rango de A
por

R(A) := {y ∈ Y | Ax = y para algún x ∈ X}

y al núcleo de A por

N (A) := {x ∈ X | Ax = 0}.

Nota 3.14. El núcleo y el rango de un operador lineal son subespacios lineales. El núcleo de un operador
lineal y continuo es un subespacio cerrado porque es la preimagen del punto 0. El rango de un operador
lineal y continuo puede ser cerrado o no. Por ejemplo, consideremos al operador

L : L1 (R) → L1 (R) dado por Lf = f g,

donde g(x) = xχ[0,1] (x) y χ[0,1] es la función indicadora6 del conjunto [0, 1]. Entonces, si fn (x) := x1 χ[ n1 ,1] (x)
para n ∈ N, tenemos que (fn ) ⊂ L1 (Ω), Lfn = fn g = x1 xχ[ n1 ,1] = χ[ n1 ,1] , y
1
Z 1 Z 1 Z n 1
kLfn − χ[0,1] kL1 (R) = |fn g − 1| = |χ[ n1 ,1] − 1| = | − 1| dx = →0 cuando n → ∞.
0 0 0 n

Tenemos que Lfn = fn g → χ[0,1] en L1 (Ω), pero χ[0,1] no es un elemento de R(L). Por lo tanto, R(L) no es
cerrado.

Definición 3.15. Sea E un espacio vectorial. Una proyección es un operador lineal P : E → E que satisface
P2 = P.

Proposición 3.16. Sea E un espacio vectorial.

(a) Si P es una proyección en E, entonces I − P es una proyección, N (P ) = R(I − P ), N (I − P ) = R(P )


y E = N (P ) ⊕ R(P ).
6χ = 1 si x ∈ [0, 1] y χ[0,1] (x) = 0 si x 6∈ [0, 1].
[0,1] (x)

35
(b) Si E = X ⊕ Y , entonces existe una proyección P : E → E donde R(P ) = X y N (P ) = Y . En este
caso, P es la proyección sobre X a lo largo de Y y todo x ∈ E se descompone de manera única como
x = P x + (I − P )x.

Prueba. (a): Calculamos (I − P )(I − P ) = I − 2P + P 2 = I − P , es decir, I − P es una proyección. Tenemos


que

x ∈ N (I − P ) ⇔ x − Px = 0
⇔ Px = x
⇔ ∃y ∈ E : x = P y
⇔ x ∈ R(P )

y en consecuencia que N (I − P ) = R(P ). Como P = I − (I − P ), el mismo argumento nos garantiza que


N (P ) = R(I − P ).
Supongamos que x ∈ N (P ) ∩ R(P ) = N (P ) ∩ N (I − P ). Esto implica que x = P x = 0, es decir
N (P ) ∩ R(P ) = {0}. Para x ∈ E tenemos que x = x − P x + P x = (I − P )x + P x ∈ R(I − P ) + R(P ) =
N (P ) + R(P ).
(b): Para z ∈ E existen elementos únicos x ∈ X y y ∈ Y tales que z = x + y. Definimos un operador
lineal P : E → E por P z := x.
Si x ∈ X, entonces P x = x por la unicidad de la descomposición de x en elementos de X y Y . Esto
implica, para cualquier z ∈ E, que P 2 z = P z, es decir P es una proyección y R(P ) = X. Si y ∈ Y , entonces
tenemos P y = 0 por unicidad, y similarmente P z = 0 implica que z ∈ Y . Eso demuestra que N (P ) = Y .

Definición 3.17. Sea E un espacio normado, y sean X y Y subespacios cerrados de E tales que E = X ⊕ Y .
Entonces X y Y se llaman suplementarios topológicos.

Lema 3.18. Si E es un espacio normado y si P ∈ L(E) es una proyección, entonces N (P ) y R(P ) son
suplementarios topológicos.

Prueba. Como P es continuo N (P ) es cerrado. Por la Proposición 3.16(a), R(P ) = N (I −P ). Como I −P es


un operador continuo, obtenemos que R(P ) es cerrado. Por la Proposición 3.16(a) se sigue la afirmación.

Nota 3.19. Más adelante veremos que si X y Y son suplementarios topológicos de un espacio de Banach
E, entonces la proyección sobre X a lo largo de Y es continua.

A partir de ahora usaremos E para denotar un espacio de Hilbert con


producto escalar (·, ·) y norma k · k.

3.0.5 Ortogonalidad y proyecciones simétricas


Sea E un espacio de Hilbert y sea A ⊂ E. El complemento ortogonal de A está dado por

A⊥ := {x ∈ E : (x, y) = 0 para todo y ∈ A}.

Proposición 3.20. Sea X un subespacio de un espacio de Hilbert E.

(a) X ⊥ es cerrado

(b) X ⊥ = (X)⊥

36
(c) E = X ⊕ X ⊥

(d) X ⊥⊥ := (X ⊥ )⊥ = X.

Prueba. (a) Sea x ∈ E. Por la Proposición 1.8(d) sabemos que el operador fx : E → E dado por fx (y) :=
(x, y) es acotado y, por lo tanto, continuo. Luego, el conjunto x⊥ = N (fx ) es cerrado. Entonces
\
X⊥ = x⊥
x∈X

también es cerrado.
(b) Es claro que (X)⊥ ⊆ X ⊥ . Inversamente, consideramos

y ∈ X ⊥ = {z ∈ E : (z, x) = 0 para todo x ∈ X}.

Entonces

X ⊆ y ⊥ = {z ∈ E : (z, y) = 0}.

Como y ⊥ es cerrado, X ⊆ y ⊥ , es decir que y ∈ (X)⊥ = {z ∈ E : (z, x) = 0 para todo x ∈ X}.



(c) Por (b), X ∩ X ⊥ = X ∩ X = {0}. Para cada x∗ ∈ E hay que obtener y ∗ ∈ X y z ∗ ∈ X ⊥ tales que
∗ ∗ ∗
x = y + z . Sea (yn ) ⊆ X una sucesión tal que

lim kx∗ − yn k = inf kx∗ − yk =: α. (3.8)


n→∞ y∈X

La identidad del paralelogramo7 (Proposición 1.8(e)) y la definición de α implican que

kym − yn k2 = k(ym − x∗ ) − (yn − x∗ )k2


= 2kx∗ − ym k2 + 2kx∗ − yn k2 − kx∗ − ym + x∗ − yn k2
≤ 2kx∗ − ym k2 + 2kx∗ − yn k2 − (2α)2
→ 2α2 + 2α2 − 4α2 = 0,

cuando m, n → ∞. En consecuencia, (yn ) es una sucesión de Cauchy que converge a un y ∗ ∈ X. La


ecuación (3.8) y la continuidad de la norma implican que

kx∗ − y ∗ k = α. (3.9)

Sea y1∗ otro punto en X que cumple (3.9). Consideramos la sucesión (yn ) dada por y ∗ , y1∗ , y ∗ , y1∗ , y ∗ , y1∗ , . . .
que cumple (3.8). La prueba anterior implica que también esta sucesión (yn ) converge, es decir y ∗ = y1∗ .
Entonces y ∗ es el único elemento en X que satisface kx∗ − y ∗ k = α.
Sea z ∗ := x∗ − y ∗ . Entonces para todo y ∈ X y todo λ ∈ R se sigue, por minimalidad, que

kz ∗ k = kx∗ − y ∗ k ≤ kx∗ − y ∗ + λyk = kz ∗ + λyk

porque −y ∗ + λy ∈ X. Usando la Proposición 1.8(b) se obtiene que z ∗ ⊥y y además z ∗ ∈ X ⊥ .


(d) Si x ∈ X entonces (x, y) = 0 para todo y ∈ X ⊥ . Se sigue que x ∈ (X ⊥ )⊥ . Como eso se cumple
para todo x ∈ X entonces X ⊆ X ⊥⊥ . Como X ⊥⊥ es cerrado por (a), también X ⊆ X ⊥⊥ . Por otro lado, si
x ∈ X ⊥⊥ demostraremos que x ∈ X. Por (c), existen y ∈ X y z ∈ X ⊥ tales que x = y + z. Como x⊥z y
y⊥z, obtenemos
0 = (x, z) = (y + z, z) = (y, z) + (z, z) = kzk2 ,
es decir, z = 0 y x = y ∈ X.
7 kx + yk2 + kx − yk2 = 2kxk2 + 2kyk2

37
Definición 3.21. Sea P una proyección en E. P es una proyección ortogonal si R(P )⊥N (P ).
Nota 3.22. Como ejemplo de una proyección que no es ortogonal, podemos considerar en R2 a la transfor-
mación lineal P : R2 → R2 dada por la matriz
 
0 0
P = , P 2 = P,
α 1

la cual es ortogonal si y sólo si α = 0.


Definición 3.23. Un operador lineal A : E → E que cumple (Ax, y) = (x, Ay) para todo x, y ∈ E es
simétrico. Como el producto escalar es una función bilineal, el conjunto de operadores lineales simétricos es
un subespacio lineal del espacio de los operadores lineales.
Proposición 3.24. Una proyección P en E es ortogonal si y sólo si es simétrica. En este caso P ∈ L(E)
y kP kL(E) = 1 o kP kL(E) = 0. Además, N (P ) y R(P ) son cerrados.
Prueba. Sea P ortogonal. Entonces R(P )⊥N (P ). Además, por la Proposición 3.16, N (P ) = R(I − P ).
Entonces para todo x, y ∈ E se sigue que

(P x, y) = (P x, P y + (I − P )y) = (P x, P y) + (P x, (I − P )y) = (P x, P y).

Por la misma razón se sigue que (x, P y) = (P x, P y) para todo x, y ∈ E y por lo tanto P es simétrico.
Sea P simétrico. Entonces para todo x, y ∈ E se sigue que

(P x, (I − P )y) = (x, P (I − P )y) = (x, (P − P 2 )y) = (x, (P − P )y) = 0,

es decir, R(P )⊥N (P ).


Para todo x ∈ E, por la desigualdad de Cauchy-Schwarz,

kP xk2 = (P x, P x) = (x, P 2 x) = (x, P x) ≤ kxk kP xk.

Por lo tanto, P ∈ L(E) y kP k ≤ 1. Si P 6= 0, entonces existe x ∈ E tal que y := P x 6= 0 y

kP yk kP 2 xk
= = 1.
kyk kP xk

Por eso kP k ≥ 1.
Como P es continuo el Lema 3.18 implica que R(P ) y N (P ) son cerrados.
Teorema 3.25 (Fréchet-Riesz). Sea E un espacio de Hilbert con producto escalar (·, ·). Para cada f ∈ E 0
existe un único elemento x ∈ E tal que f = (x, ·). Además, kf kE 0 = kxkE .
Prueba. Existencia: Sea f ∈ E 0 y supongamos que f 6= 0. Entonces N (f ) 6= E. Como N (f ) es cerrado,
por la Proposición 3.20 tenemos que E = N (f ) ⊕ N (f )⊥ . Además, f : N (f )⊥ → R es inyectiva, ya que si
f (x) = f (y) para algún x, y ∈ N (f )⊥ , entonces x−y ∈ N (f )∩N (f )⊥ = {0}. Más aún, como f : N (f )⊥ → R
es una función lineal no trivial, tenemos que f es suprayectiva y por lo tanto f : N (f )⊥ → R es biyectiva.
Esto implica que
dim(N (f )⊥ ) = dim(R) = 1. (3.10)
Por la Proposición 3.16, existe una proyección (ortogonal) P : E → E tal que

R(P ) = N (f )⊥ y R(I − P ) = N (P ) = N (f ).

Sean z ∈ S1 E ∩ N (f )⊥ , x := f (z)z y y ∈ E. Por (3.10) sabemos que dim(R(P )) = 1; en particular

R(P ) = N (f )⊥ = {λz : λ ∈ R}.

38
Entonces existe α ∈ R tal que P y = αz. Notemos que x ∈ R(P ) y por lo tanto P x = x. Además, P es
simétrica por la Proposición 3.24. Tomando en cuenta lo anterior, tenemos que

(x, y) = (P x, y) = (x, P y) = f (z)(z, P y) = f (z)α(z, z) = f (αz) = f (P y) = f (P y + (I − P )y) = f (y).

Unicidad: Sea f ∈ E 0 y sean x1 , x2 ∈ E tales que f = (x1 , ·) = (x2 , ·). Entonces (x1 − x2 , y) = 0 para
todo y ∈ E; en particular, (x1 − x2 , x1 − x2 ) = 0 y por lo tanto x1 = x2 .
Finalmente, kf kE 0 = kxkE por la Proposición 1.8(d).
Nota 3.26. Con la notación del Teorema 3.25, notemos que la aplicación E → E 0 , dada por x 7→ (x, ·), es
lineal, continua y biyectiva (es decir, los espacios E y E 0 son isomorfos isométricamente).
Proposición 3.27 (Principio de Dirichlet). Sea T ∈ E 0 . Entonces u ∈ E satisface que

(u, ϕ) = T ϕ para todo ϕ ∈ E (3.11)

si y sólo si u es un mı́nimo del funcional J : E → R dado por

kuk2
J(u) := − T u.
2
Prueba. ⇒) Si u ∈ E satisface (3.11), entonces, para todo ϕ ∈ E,

kϕk2 kuk2 kϕk2 kuk2


J(ϕ) − J(u) = − Tϕ − + Tu = − (u, ϕ) − + (u, u)
2 2 2 2
kϕk2 kuk2
= − (u, ϕ) + = ku − ϕk2 ≥ 0.
2 2
Esto implica que J(u) = minE J.
⇐) Supongamos que T (u) = minE T . Para cada ϕ ∈ E consideremos la función Jϕ ∈ C 1 (R) dada por

ku + tϕk2 kuk2 + 2t(u, ϕ) + t2 kϕk2


Jϕ (t) = J(u + tϕ) = − T (u + tϕ) = − T u − tT ϕ,
2 2
Jϕ0 (t) = (u, ϕ) + tkϕk2 − T ϕ.

Como u es el mı́nimo de J, sabemos que Jϕ tiene un punto crı́tico en t = 0 y por lo tanto

0 = Jϕ0 (0) = (u, ϕ) − T ϕ para todo ϕ ∈ E.

39
40
Capı́tulo 4

Solución al problema de Poisson

4.1 Formulación débil


Sea Ω ⊆ RN un dominio acotado. Si u ∈ C 2 (Ω), entonces definimos
N
X
∆u(x) := ∂i2 u(x)
i=1

para x ∈ Ω. El operador diferencial lineal ∆ se llama el laplaciano.


Para empezar, busquemos una solución del problema
(
−∆u(x) + u(x) = f (x), x ∈ Ω,
(4.1)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω,

donde f ∈ C(Ω). Si u ∈ C 2 (Ω) ∩ C(Ω) y φ ∈ Cc∞ , entonces


Z Z  X N  Z X N  Z  
2
(−∆u)φ dx = − ∂i u φ dx = ∂i u ∂i φ dx = ∇u · ∇φ dx.
Ω Ω i=1 Ω i=1 Ω

Si además u cumple (4.1) obtenemos que


Z Z Z
∇u · ∇φ dx + uφ dx = f φ dx para todo φ ∈ Cc∞ (Ω). (4.2)
Ω Ω Ω

Notemos que si u ∈ H01 (Ω) y f ∈ L2 (Ω), entonces ambos lados de la identidad en (4.2) están bien
definidos. Más aún, (4.2) tiene sentido para todo φ ∈ H01 (Ω). Esto nos permite definir la noción de solución
débil.
Definición 4.1. Decimos que u ∈ H01 (Ω) es una solución débil de (4.1) si
Z Z Z
∇u · ∇φ dx + uφ dx = f φ dx para todo φ ∈ H01 (Ω). (4.3)
Ω Ω Ω

Ahora usaremos el Teorema de representación de Fréchet-Riesz (Teorema 3.25) para demostrar la exis-
tencia y unicidad de soluciones débiles de (4.1).
Teorema 4.2 (Existencia y unicidad). Sea Ω ⊂ RN (N ≥ 1) un dominio (un conjunto abierto y conexo).
Para cada f ∈ L2 (Ω) existe una única solución débil u ∈ H01 (Ω) del problema (4.1). Además, u es el único
mı́nimo del funcional J : H01 (Ω) → R dado por
kuk2H 1 (Ω) Z
J(u) = − f u dx
2 Ω

41
Prueba. Para f ∈ L2 (Ω) consideremos la función T : H01 (Ω) → R dada por
Z
T ϕ := f ϕ dx.

Usando la desigualdad de Hölder, tenemos que para todo ϕ ∈ H01 (Ω),

N
X
|T ϕ| ≤ kf kL2 (Ω) kϕkL2 (Ω) ≤ kf kL2 (Ω) (kϕkL2 (Ω) + k∂i ϕkL2 (Ω) ) = kf kL2 (Ω) kϕkH 1 (Ω) .
i=1

Entonces T es lineal y continua en H01 (Ω). Por el Teorema 3.25 existe un único u ∈ H01 (Ω) tal que
Z Z Z
∇u∇ϕ dx + uφ dx = (u, ϕ)H 1 (Ω) = T ϕ = f ϕ dx para toda ϕ ∈ H01 (Ω);
Ω Ω Ω

es decir, u es la única solución débil de (4.1). Además, por la Proposición 3.27, u es el único mı́nimo de
J.

Consideremos ahora el problema


(
−∆u(x) = f (x), x ∈ Ω,
(4.4)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω,

donde f ∈ C(Ω) y Ω ⊂ RN es un dominio acotado. Procediendo como antes, tenemos que u ∈ H01 (Ω) es una
solución débil de (4.4) si
Z Z
∇u · ∇φ dx = f φ dx para todo φ ∈ H01 (Ω).
Ω Ω

Para poder usar el Teorema de Fréchet-Riesz, usaremos que la norma


Z  21
2
kukH01 := |∇u| dx

es equivalente a la norma
Z  21
2 2
kukH 1 := |∇u| + u dx

en el espacio H01 (Ω), por el Lemma 2.29. Por la Proposición 1.3 sabemos que (H01 (Ω), k · kH01 ) es un espacio
de Hilbert con producto escalar
Z
(u, v)H01 := ∇u · ∇v dx.

Estamos listos para demostrar la existencia y unicidad de soluciones del problema (4.4).

Teorema 4.3 (Existencia y unicidad). Sea Ω ⊂ RN (N ≥ 1) un dominio (un conjunto abierto y conexo).
Para cada f ∈ L2 (Ω) existe una única solución débil u ∈ H01 (Ω) del problema (4.4). Además, u es el único
mı́nimo del funcional J : H01 (Ω) → R dado por

kuk2H 1 (Ω) Z
J(u) = 0
− f u dx
2 Ω

42
Prueba. Para f ∈ L2 (Ω) consideremos la función T : H01 (Ω) → R dada por
Z
T ϕ := f ϕ dx.

Usando la desigualdad de Hölder y la de Poincaré (Proposición 2.28), tenemos que existe c > 0 tal que, para
todo ϕ ∈ H01 (Ω),

|T ϕ| ≤ kf kL2 (Ω) kϕkL2 (Ω) ≤ ckf kL2 (Ω) kϕkH01 (Ω) .

Entonces T es lineal y continua en H01 (Ω). Por el Teorema 3.25 existe un único u ∈ H01 (Ω) tal que
Z Z
∇u∇ϕ dx = (u, ϕ)H01 (Ω) = T ϕ = f ϕ dx para toda ϕ ∈ H01 (Ω);
Ω Ω

es decir, u es la única solución débil de (4.4). Además, por la Proposición 3.27, u es el único mı́nimo de
J.

4.1.1 Regularidad
El Teorema 4.2 garantiza la existencia de una solución débil única del problema (4.1). Bajo algunas hipótesis
adicionales (de regularidad) sobre el dominio Ω y sobre el lado derecho f , se puede demostrar que u es en
realidad una solución clásica, es decir, que u resuleve (4.1) punto a punto.
Teorema 4.4. Sea Ω un subconjunto abierto y acotado de RN de clase C ∞ y sea f ∈ C 1 (Ω). Si u es
la solución débil de (4.1) o de (4.4), entonces u ∈ C 2 (Ω) y u es la única solución clásica. Más aún, si
f ∈ C ∞ (Ω), entonces u ∈ C ∞ (Ω).
La demostración es un poco técnica y puede consultarse en la Sección 6.3 del libro
Evans, Lawrence C. Partial differential equations. Vol. 19. American Mathematical Soc., 2010.

4.1.2 Limitaciones del Teorema de Fréchet-Riesz


Los Teoremas 4.2 y 4.3 muestran dos formas de usar el Teorema 3.25 para resolver EDPs en un dominio
acotado general Ω. En la tarea se muestran otros problemas que se pueden abordar con un enfoque similar.
Sin embargo, claramente hay problemas diferenciales que no pueden resolverse con este enfoque.
Por ejemplo, consideremos la siguiente ecuación difusiva con un término de transporte:

−∆u + ∂xi u = f en Ω, u=0 sobre ∂Ω. (4.5)

Entonces u ∈ H01 (Ω) es una solución débil de (4.5) si


Z Z
∇u∇ϕ + ∂xi uϕ dx = f ϕ dx para toda ϕ ∈ H01 (Ω). (4.6)
Ω Ω

Definamos la forma bilineal B1 : H01 (Ω) × H01 (Ω) → R dada por


Z
B1 (u, ϕ) := ∇u∇ϕ + ∂xi uϕ dx.

Para poder usar el Teorema de Fréchet-Riesz, necesitarı́amos que B1 (·, ·) fuera un producto escalar en H01 (Ω),
pero notemos que B1 no es simétrico, es decir, en general B1 (u, ϕ) 6= B1 (ϕ, u). Por lo tanto no se puede
usar el Teorema de Fréchet-Riesz directamente para resolver (4.6).
Por otro lado, también podemos considerar la ecuación

−∆u − λu = f en Ω, u=0 sobre ∂Ω. (4.7)

43
donde λ > 0. Similarmente, podemos definir la forma bilineal B2 : H01 (Ω) × H01 (Ω) → R dada por
Z
B2 (u, ϕ) := ∇u∇ϕ − λuϕ dx.

Entonces B2 es simétrica, pero podrı́a no ser positiva definida. Por ejemplo, notemos que si u(x) := sin( π2 x)
y λ = ( π2 )2 , entonces

−u00 = λu en (−1, 1), u(−1) = u(1) = 0,

y por lo tanto B2 (u, u) = 0 pero u 6= 0. Una vez más, no podemos usar directamente el Teorema de
Fréchet-Riesz para resolver este problema.
Este tipo de patologı́as nos motivan a desarrollar herramientas de análisis funcional más potentes que nos
permitar solucionar ecuaciones elı́pticas más generales. En los siguientes capı́tulos veremos que problemas
del tipo (4.5) (y otros operadores mucho más generales) se pueden resolver con el Teorema de Lax-Milgram;
mientras que problemas del tipo (4.7) los podremos resolver mediante el Teorema de la Alternativa de
Fredholm. Como podemos ver, el estudio de los valores propios y las funciones propias de operadores
elı́pticos jugará un papel muy importante para determinar la solubilidad de estos problems. Esto nos llevará
también a realizar un estudio detallado del espectro de operadores elı́pticos.

44
Parte II

Ecuaciones elı́pticas generales

45
Capı́tulo 5

El teorema de Lax-Milgram

En este capı́tulo demostraremos el Teorema de Lax-Milgram, el cual nos permitirá generalizar el Teorema
de Fréchet-Riesz a formas bilineales que no son necesariamente simétricas.
Comenzaremos con un lema auxiliar.
Lema 5.1. Sea A ∈ L(E).
(a) Si α > 0 es tal que
kAxk ≥ αkxk para todo x ∈ N (A)⊥ , (5.1)
entonces R(A) es cerrado.
(b) Si α > 0 es tal que
(Ax, x) ≥ αkxk2 para todo x ∈ E, (5.2)
−1
entonces A es un isomorfismo ( i.e. A existe y es continua).
Prueba. (a): Como E = N (A) ⊕ N (A)⊥ , entonces
L := A|N (A)⊥ : N (A)⊥ → R(A)

es biyectivo. Usando (5.1), para x ∈ N (A)⊥ ,


1
kAxk ≥ αkxk =⇒ kA−1 yk ≤ kyk, para toda y = Ax ∈ R(A).
α
Por lo tanto, L−1 : R(A) → N (A)⊥ es continuo; es decir, L es un isomorfismo. Para demostrar que
R(A) es cerrado, sea (xn ) una sucesión en R(A) que converge en E a un x. Sea yn := L−1 xn . Como
kym − yn k = kL−1 (xm − xn )k ≤ kL−1 k kxm − xn k se sigue que (yn ) es una sucesión de Cauchy en E. Como
E es completo y N (A)⊥ es cerrado, entonces existe y ∈ N (A)⊥ tal que yn → y. La continuidad de L implica
que xn = Lyn → Ly, es decir x = Ly ∈ R(A). Entonces R(A) es cerrado.
(b): Para todo x ∈ E, la desigualdad (5.2) y la desigualdad de Cauchy-Schwarz implican que
|(Ax, x)|
kAxk ≥ ≥ αkxk. (5.3)
kxk
Notemos que A es inyectivo, ya que, por (5.3),
1
Ax = Ay ⇒ kx − yk ≤ kA(x − y)k = 0.
α
Por el punto (a) tenemos que R(A) es cerrado y entonces E = R(A) ⊕ R(A)⊥ . Demostremos que A es
suprayectivo. Supongamos que R(A) 6= E. Por lo tanto existe x ∈ R(A)⊥ \{0} tal que (Ax, x) = 0.
Esto contradice a (5.2). La continuidad de A−1 se sigue de (5.3) (si y = Ax, entonces x = A−1 y y
kA−1 yk ≤ α−1 kyk).

47
Teorema 5.2 (Lax-Milgram). Sean E un espacio de Hilbert, B ∈ L2 (E, R) y α > 0 tal que

B[x, x] ≥ αkxk2E para todo x ∈ E. (5.4)

Entonces para todo f ∈ E 0 existe x ∈ E tal que

B[x, y] = hf, yi para todo y ∈ E.

Además, el mapeo f 7→ x es un isomorfismo E 0 → E.


Prueba. Como B[x, ·] ∈ E 0 para todo x ∈ E, por el teorema de Fréchet-Riesz existe un operador lineal
A : E → E tal que
B[x, y] = (Ax, y) para todo x, y ∈ E. (5.5)
Obtenemos para x ∈ E que

kAxk2 = (Ax, Ax) = B[x, Ax] ≤ kBkL2 (E,R) kxk kAxk. (5.6)

En consecuencia A ∈ L(E) y (Ax, x) = B[x, x] ≥ αkxk2 para todo x ∈ E. El Lema 5.1(b) implica que A es
un isomorfismo.
Si f ∈ E 0 entonces el teorema de Fréchet-Riesz nos da z ∈ E tal que

hf, yi = (z, y) para todo y ∈ E. (5.7)

Si x := A−1 z, entonces

B[x, y] = B[A−1 z, y] = (z, y) = hf, yi para todo y ∈ E.

Nota 5.3. El teorema de Lax-Milgram es muy semejante al de Fréchet-Riesz. Si B es simétrico, por


((·, ·)) := B[·, ·] se puede definir un producto escalar nuevo en E tal que su norma es equivalente a la norma
original. En este caso la prueba del teorema anterior es la misma como en el de Fréchet-Riesz. La novedad
en el teorema de Lax-Milgram es que se debilita la hipótesis de simetrı́a.

48
Capı́tulo 6

Resolución de problemas elı́pticos


generales
PN
Notemos que ∆u = i,j=1 ∂j (δij ∂i u) para u ∈ C 2 (Ω). Esto motiva la definición de operadores elı́pticos más
generales.
Definición 6.1. Sean aij , bi , c ∈ L∞ (Ω) para i, j ∈ { 1, 2, 3, . . . , N }. Definimos el operador diferencial
parcial formal de forma divergencia L por
N
X N
X
Lu := − ∂j (aij ∂i u) + bi ∂i u + cu. (6.1)
i,j=1 i=1

Definimos la función bilineal B ∈ L2 (H01 (Ω), R) asociada con L por


N
Z X N
X 
B[u, v] := aij ∂i u ∂j v + bi ∂i u v + cuv dx. (6.2)
Ω i,j=1 i=1

Si f ∈ L2 (Ω), entonces una función u ∈ H01 (Ω) que cumple


B[u, v] = (f, v)2 para todo v ∈ H01 (Ω) (6.3)
es una solución débil de la ecuación diferencial parcial
(
Lu = f, x ∈ Ω,
(6.4)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω.

Como originalmente nos interesan soluciones diferenciables fuertemente, también introducimos:


Definición 6.2. Sean aij , di , c ∈ C(Ω) para i, j ∈ { 1, 2, 3, . . . , N }. Definimos el operador diferencial parcial
formal de forma no divergencia L por
N
X N
X
Lu := − aij ∂j ∂i u + di ∂i u + cu. (6.5)
i,j=1 i=1

Si f ∈ C(Ω), entonces una función u ∈ C 2 (Ω) ∩ C(Ω) que cumple


(
Lu = f, x ∈ Ω,
(6.6)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω,

es una solución clásica de esta ecuación diferencial parcial con valores en la frontera.

49
Nota 6.3. Si aij ∈ C 1 (Ω) para i, j ∈ { 1, 2, 3, . . . , N }, entonces existe una correspondencia entre los oper-
PN
adores formales de forma divergencia y no divergencia, con di = bi − j=1 ∂j aij .
Definición 6.4. Sean aij = aji para todo i, j ∈ { 1, 2, 3, . . . , N }. Un operador diferencial parcial formal es
elı́ptico uniformemente en Ω si existe una constante θ > 0 tal que
N
X
aij (x)v i v j ≥ θ|v|22 para todo x ∈ Ω, v ∈ RN . (6.7)
i,j=1

Proposición 6.5. Sea L un operador de forma divergencia elı́ptico y sea B como en la Definición 6.1.
Entonces B ∈ L2 (H01 (Ω), R) y existen α > 0 y γ ≥ 0 tales que
B[u, u] + γkuk22 ≥ αkuk2H 1 (Ω) para todo u ∈ H01 (Ω).
0

Prueba. Sean u, v ∈ H01 (Ω), entonces


N
X N
X
|B[u, v]| ≤ kaij k∞ k∂i uk2 k∂j vk2 + kbi k∞ k∂i uk2 kvk2 + kck∞ kuk2 kvk2
i,j=1 i=1

≤ CkukH01 (Ω) kvkH01 (Ω) .

En consecuencia, B ∈ L2 (H01 (Ω), R).


La elipticidad de L implica que, para θ como en (6.7) y u ∈ H01 (Ω), se cumple que
Z
θkDuk22 = θ |∇u|22 dx

Z N
X
≤ aij ∂i u∂j u dx
Ω i,j=1

N
Z X  (6.8)
i 2
= B[u, u] − b ∂i u u + cu dx
Ω i=1
N
X
≤ B[u, u] + kDuk2 kuk2 kbi k∞ + kck∞ kuk22
i=1

2 2
Como st ≤ (s + t )/2 para s, t ≥ 0, con ε > 0 obtenemos que

 
1 1
√ kuk2 ≤ εkDuk22 + kuk22 .

kDuk2 kuk2 = 2ε kDuk2
2ε 4ε
Elijamos ε > 0 pequeño tal que
N
X θ
ε kbi k∞ ≤ .
i=1
2
Entonces, por (6.8), se sigue que
θ
kuk2H 1 (Ω) ≤ B[u, u] + Ckuk22 ,
2 0

y la afirmación se sigue.
PN
Nota 6.6. Para L = − i,j=1 ∂j aij ∂i + c donde c ≥ 0 se sigue de (6.8) que

B[u, u] ≥ θkDuk22 = θkuk2H 1 (Ω) . (6.9)


0

En consecuencia, la Proposición 6.5 se cumple con γ = 0 en este caso. En particular, esta observación es
relevante para el operador L = −∆ + c, donde c es una función no negativa c ≥ 0.

50
Teorema 6.7. Sea L un operador elı́ptico de forma divergencia y sea B como en la Definición 6.1. Entonces
existe γ ≥ 0 que cumple lo siguiente: si µ ≥ γ y f ∈ L2 (Ω), entonces existe solución débil única de
(
Lu + µu = f, x ∈ Ω,
(6.10)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω.

Denotando Lµ := L + µ para µ ≥ γ y escribiendo L−1 1


µ f ∈ H0 (Ω) para la solución débil única de (6.10)
2 −1 2 1
si f ∈ L (Ω), entonces Lµ ∈ L(L (Ω), H0 (Ω)).

Prueba. Elijamos γ como en la Proposición 6.5, fijamos µ ≥ γ, y definimos la función bilineal Bµ ∈


L2 (H01 (Ω), R) dada por
Bµ [u, v] := B[u, v] + µ(u, v)2 .
Esta función Bµ corresponde al operador Lµ [u] := Lu + µu como en la Definición 6.1. Por la Proposición 6.5
existe α > 0 tal que
Bµ [u, u] ≥ αkukH01 (Ω) para todo u ∈ H01 (Ω).
Fijando f ∈ L2 (Ω) definimos g ∈ H01 (Ω)0 por

hg, ui := (f, u)2 .

Por la desigualdad de Cauchy-Schwarz,


kgkH01 (Ω)0 ≤ kf k2 . (6.11)
El Teorema 5.2 implica la existencia de u ∈ H01 (Ω) tal que

Bµ [u, v] = hg, vi = (f, v)2 para todo v ∈ H01 (Ω).

Como la aplicación g 7→ u es un isomorfismo, utilizando (6.11), existe C > 0 que no depende de f tal que

kukH01 (Ω) ≤ CkgkH01 (Ω)0 ≤ Ckf k2 .

Corolario 6.8. Sea c ∈ L∞ (Ω) y c ≥ 0. Entonces

−∆u + cu = f, x ∈ Ω,
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω.

tiene solución débil única para todo f ∈ L2 (Ω).


Prueba. El corolario se sigue de la Nota 6.6 y de la prueba del Teorema 6.7.

51
52
Parte III

Teorı́a espectral de operadores


elı́pticos

53
Capı́tulo 7

Profundizando en análsis funcional

7.0.1 Sistemas ortonormales


Notación. Si A es un subconjunto en un espacio vectorial, denotamos por [A] a la envolvente lineal de A.
Si A = { x1 , x2 , . . . } es numerable, escribimos [x1 , x2 , . . . ] := [A].
Definición 7.1. Un sistema ortonormal numerable (finito) es un subconjunto (ek )∞ n
k=1 ((ek )k=1 ) de E tal
que
(
1 si i = j,
(ei , ej ) = δij =
0 si i 6= j,

para todo i, j ∈ N (i, j = 1, 2, . . . , n).


Proposición 7.2. Sea (ek )∞ k=1 un sistema ortonormal numerable (o finito) en E. Para todo x ∈ E:
P∞ P∞
(a) la serie k=1 |(x, ek )|2 converge en R, y la serie k=1 (x, ek )ek converge en E.
(b) se cumple que
∞ 2 ∞
X X
|(x, ek )|2 .

(x, ek )ek =

k=1 k=1
P∞
(c) Sea P : E → E dada por P x := k=1 (x, ek )ek , entonces P es la (única) proyección ortogonal sobre X,
donde X := [e1 , e2 , . . . ].
Prueba. Para x ∈ E definimos Pk x := (x, ek )ek . Para todo x ∈ E se cumple

Pk2 x = ((x, ek )ek , ek )ek = (x, ek )(ek , ek )ek = Pk x,

es decir Pk es una proyección sobre [ek ]. Además, para todo x, y ∈ E

(Pk x, y) = ((x, ek )ek , y) = (x, ek )(ek , y) = (x, (y, ek )ek ) = (x, Pk y).

Esto demuestra que Pk es simétrico. En consecuencia, Pk es la proyección ortogonal sobre [ek ], por la
Proposición 3.24. Pn
Como los ek son ortogonales dos a dos, Qn := k=1 Pk es una proyección sobre [e1 , e2 , . . . , en ], y como
los Pk son simétricos, también Qn esP
simétrico, es decir ortogonal.
n
Fijemos x ∈ E. Tenemos Qn x = k=1 (x, ek )ek . Por la ortogonalidad se sigue que
n
n
X X 2
|(x, ek )|2 = 2 2 2 2

(x, ek k = kQn xk ≤ kQn xk + k(I − Qn )xk = kxk .
)e (7.1)


k=1 k=1

55
P∞ 2
Esto implica que k=1 |(x, ek )| converge en R. Calculamos, usando la ortogonalidad otra vez:
n 2 n
X
2
X
|(x, ek )|2 .

kQn x − Qm xk =
(x, ek )ek
=
k=m+1 k=m+1

Entonces Qn x es una sucesión de Cauchy en E, y converge a un elemento de X porque E es completo. Esto


demuestra (a). Dejando n → ∞ en (7.1) demuestra (b).
(c) Definimos P x := limn→∞ Qn x para x ∈ E. La continuidad de las operaciones implica que Q es lineal.
Además, como kQn k = 1 para todo n (por la Proposición 3.24), obtenemos que, para todo x ∈ E,

kP xk = lim kQn xk ≤ lim kQn kkxk = kxk,


n→∞ n→∞

y por lo tanto P ∈ L(E).


Para x ∈ E y m ≥ n tenemos que
Qm Qn x = Qn x
por la definición de los Qn . Dejando m → ∞ y después n → ∞, utilizando la continuidad de P , obtenemos
que P 2 x = P x, es decir, P es una proyección con R(P ) ⊆ X. Claramente X ⊆ R(P ) porque Qn ek = ek
para n ≥ k. El Lema 3.18 y la continuidad de P implican que R(P ) es cerrado. Por lo tanto, X ⊆ R(P ) y
P es una proyección sobre X.
Sean x, y ∈ E. Calculamos

(P x, y) = lim (Qn x, y) = lim (x, Qn y) = (x, P y)


n→∞ n→∞

utilizando que Qn es simétrico. En consecuencia, P es simétrico, es decir, ortogonal. La proyección ortogonal


⊥ ⊥
sobre X es única ya que E = X ⊕X y, para toda x ∈ E, x = P x+(I −P )x, donde P x ∈ X y (I −P )x ∈ X
son representantes únicos.

Definición 7.3. Un sistema ortonormal numerable (o finito) (ek )k∈J en E es una base Hilbertiana si
X
x= (x, ek )ek para todo x ∈ E. (7.2)
k∈J

Aquı́ J es un conjunto de ı́ndices numerable (o finito).

Lema 7.4. Sea {e1 , e2 , . . . } un sistema ortonormal numerable. El sistema {e1 , e2 , . . . } es una base Hilber-
tiana si y sólo si E = [e1 , e2 , . . . ].

Prueba. Si {ek } es una base Hilbertiana en E, entonces, por (7.2), [e1 , e2 , . . . ] ⊆ E ⊆ [e1 , e2 , . . . ].
Por otro lado, si E = [e1 , e2 , . . . ] y P es la proyección ortogonal sobre [e1 , e2 , . . . ], entonces

E = [e1 , . . .] ⊕ [e1 , . . .] = E ⊕ {0},

P 3.20(c), y por lo tanto P = I. Entonces, para todo x ∈ E, la Proposición 7.2(c) implica


por la Proposición
que x = P x = k∈J (x, ek )ek .

Definición 7.5. Sea X un espacio métrico.

ˆ Un subconjunto A ⊆ X es denso si A = X.

ˆ X es separable si contiene un subconjunto que es numerable y denso.

Lema 7.6. Sean X, Y espacios métricos, A ⊆ X denso en X, y f : X → Y una aplicación continua tal que
f (X) es denso en Y . Entonces f (A) es denso en Y .

56
Prueba. Sea y ∈ Y . Existe una sucesión (xn ) ⊆ X tal que f (xn ) → y en Y , porque f (X) es denso en
Y , por hipótesis. Como A es denso en X y f es continuo, para todo n podemos elegir an ∈ A tal que
d(f (xn ), f (an )) ≤ 1/n. Se sigue que
1
d(y, f (an )) ≤ d(y, f (xn )) + d(f (xn ), f (an )) ≤ d(y, f (xn )) + →0
n
cuando n → ∞.
Ejemplos 7.7. (a) RN con cualquier norma es separable: QN es numerable y denso en RN .
(b) El espacio

( )
X
2
l := (xk )k∈N : xk ∈ R y x2k <∞
k=1

tiene una base Hilbertiana numerable dada por ek = (0, 0, . . . , 0, 1, 0, 0, . . . ) donde 1 está en la k-ésima
entrada. En efecto, notemos que

Xn 2 n
X
2
X ∞
k
|xk |2 → 0

x − (x, ek )e k
= x − x e k =

k=1 l2 k=1 l2 k=n+1

cuando n → ∞. Un espacio con base Hilbertiana numerable es separable (por el Lema 7.4). Entonces
l2 es separable.
(c) Sea K ⊆ RN compacto. Entonces C(K), el conjunto de funciones continuas de K en R, con la norma
k · k∞ , es separable (Teorema de Stone-Weierstraß1 ).
(d) Sea Ω ⊆ Rn abierto y acotado, y sea p ∈ [1, ∞). La inclusión de C(Ω) en Lp (Ω) es continua:
Z 1/p
kukLp (Ω) = |u(x)|p dx ≤ meas(Ω)1/p kuk∞ .

La inclusión también es densa, y C(Ω) es separable por (c). Entonces el Lema 7.6 implica que Lp (Ω)
es separable.
(e) El espacio de las sucesiones acotadas en R con la norma del supremo
 
l∞ := (xk )k∈N : xk ∈ R y k(x1 , . . .)kl∞ := sup |xk | < ∞
k∈N

no es separable: Supongamos que (xn )∞


n=1 ⊆ l

es densa. Denotamos xn = (ξn1 , ξn2 , . . . ). Definimos
1 2 ∞
y := (ψ , ψ , . . . ) ∈ l por (
k ξkk + 1 si |ξkk | ≤ 1,
ψ :=
0 en otro caso.
Entonces, ky − xn kl∞ ≥ 1 para todo n ∈ N, una contradicción.
Teorema 7.8. Si E 6= {0} es separable y dim E = ∞, entonces existe una base Hilbertiana numerable.
Prueba. Sea (xk )∞
k=1 denso en E y sea n1 el primer ı́ndice tal que xn1 6= 0. Construiremos la base Hilbertiana
inductivamente. Supongamos que ya hemos definido n1 , n2 , . . . , nk (empezando con n1 el cual ya fue definido)
/ [xn1 , xn2 , . . . , xnk ]. Definimos yk := xnk . Entonces (yk )∞
y sea nk+1 el primer ı́ndice tal que xnk+1 ∈ k=1 es un
conjunto linealmente independiente tal que [x1 , x2 , . . . ] = [y1 , y2 , . . . ]; en particular, E = [y1 , y2 , . . . ].
1 Cualquier función continua en un compacto puede aproximarse por polinomios

57
Ahora, sea z1 := y1 y e1 := z1 /kz1 k. Una vez más, haremos una construcción inductiva. Supongamos
que ya hemos definido e1 , e2 , . . . , ek (empezando con e1 ) y sea
k
X
zk+1 := yk+1 − (yk+1 , ei )ei
i=1

(la proyección ortogonal de yk+1 sobre [e1 , e2 , . . . , ek ]⊥ ). Como (yk )∞ k=1 es linealmente independiente, zk+1 6=
0. Definimos ek+1 := zk+1 /kzk+1 k. Es claro que (ek )∞ k=1 es un sistema ortonormal numerable en E. También
es claro que [e1 , e2 , . . . ] = [y1 , y2 , . . . ]. Por lo tanto E = [e1 , e2 , . . . ] y, finalmente, (ek )∞
k=1 es una base
Hilbertiana por el Lema 7.4.

7.0.2 Operadores adjuntos


Recordemos que, por la Proposición 1.8(d), para todo x ∈ E se cumple que
kxk = sup{ |(x, y)| | y ∈ B1 }. (7.3)
Proposición 7.9. Para todo A ∈ L(E) existe precisamente un A∗ ∈ L(E) tal que
(Ax, y) = (x, A∗ y) para todo x, y ∈ E. (7.4)
La aplicación A 7→ A∗ es un automorfismo isométrico de L(E) ( i.e., es un operador de L(E) en L(E) el
cual es continuo, con inversa continua y además kAk = kA∗ k).
Prueba. Fijamos A ∈ L(E). Sea Γ : E 0 → E el isomorfismo isométrico dado por el Teorema 3.25 (de Fréchet-
Riesz); es decir, si f ∈ E 0 , entonces, por el Teorema 3.25, existe Γ(f ) ∈ E tal que f (v) = (Γ(f ), v) para todo
v ∈ E. Notemos que Γ−1 : E → E 0 está dada por Γ−1 (u) = (u, ·) ∈ E 0 y, por (7.3), Γ es una isometrı́a ya
que
kf kE 0 = sup |f (u)| = sup |(Γ(f ), u)| = kΓ(f )k.
kuk≤1 kuk≤1

Sea Λ : E → E 0 el operador lineal dado por Λ(y)(x) := (Ax, y) para x, y ∈ E y sea A∗ : E → E dado por
A∗ = ΓΛ. Sean x, y ∈ E, entonces
(Ax, y) = (Λy)(x) = (x, Γ(Λy)) = (x, A∗ y)

y por lo tanto A∗ cumple (7.4). Para la unicidad, supongamos que existe un operador A
e tal que, para todo

x, y ∈ E, (Ax, y) = (x, A y) = (x, Ay); entonces, usando (7.3),
e

kA∗ − Ak
e L(E) = sup k(A∗ − A)yk
e = sup sup (x, (A∗ − A)y)
e = 0,
kyk≤1 kyk≤1 kxk≤1

es decir, A∗ = A.
e Claramente el mapeo A 7→ A∗ es lineal. Además, por (7.3),

kAk = sup kAxk = sup sup |(Ax, y)| = sup sup |(x, A∗ y)| = sup kA∗ yk = kA∗ k.
kxk≤1 kxk≤1 kyk≤1 kyk≤1 kxk≤1 kyk≤1

Luego A 7→ A∗ es isométrico e inyectivo (porque es lineal y sólo manda al operador cero en el operador
cero). Finalmente, también tenemos que A 7→ A∗ es suprayectivo, porque para todo A ∈ L(E) tenemos que
(A∗ )∗ = A.
Definición 7.10. El operador A∗ recibe el nombre de operador adjunto de A.
Proposición 7.11. Sea A ∈ L(E). Entonces se cumplen:
(R(A))⊥ = N (A∗ ), R(A) = N (A∗ )⊥ ,
(R(A∗ ))⊥ = N (A), R(A∗ ) = N (A)⊥ .

58
Prueba. Primero demostremos (R(A))⊥ = N (A∗ ). Usando la Proposición 3.20(b) se obtienen las equivalen-
cias:

x ∈ (R(A))⊥ ⇔ x ∈ R(A)⊥ ⇔ ∀y ∈ E : (x, Ay) = 0 ⇔ ∀y ∈ E : (A∗ x, y) = 0 ⇔ x ∈ N (A∗ ).

La identidad R(A) = N (A∗ )⊥ se sigue de la primera identidad usando la Proposición 3.20(d). Las otras
identidades se siguen de las primeras dos porque A∗∗ = A.
Nota 7.12. Si A ∈ L(E) tiene rango cerrado, entonces la Proposición 7.11 implica que la ecuación

Ax = y

tiene una solución si y sólo si y ∈ N (A∗ )⊥ . Particularmente tiene una solución para todo y ∈ E si y sólo
si N (A∗ ) = {0}. Si A es simétrico (es decir A∗ = A) e inyectivo, y si además tiene rango cerrado, A es
biyectivo.

7.1 Dos principios fundamentales


7.1.1 El teorema de la gráfica cerrada
Definición 7.13. Un subconjunto de un espacio métrico es denso en ninguna parte si su cierre no contiene
ningún punto interior. Un espacio métrico es de primera categorı́a (de Baire) si es una unión numerable de
subconjuntos cerrados y densos en ninguna parte. Un espacio métrico es de segunda categorı́a (de Baire) si
no es de primera categorı́a.
Teorema 7.14 (Lema de Baire). Un espacio métrico completo X 6= ∅ es de segunda categorı́a: Si An ⊆ X
son cerrados y si
[∞
X= An , (7.5)
n=1

entonces existe n ∈ N tal que int(An ) 6= ∅.


Prueba. Supongamos que An ⊆ X son cerrados, cumplen (7.5) y que int(An ) = ∅ para todo n. Entonces
X\An 6= ∅ es abierto y denso en X para todo n ∈ N. Escogemos x1 ∈ X\A1 y r1 > 0 tal que Br1 (x1 ) ⊆
X\A1 . Escogemos x2 ∈ Ur1 (x1 )\A2 y r2 ∈ (0, r1 /2] tal que Br2 (x2 ) ⊆ Ur1 (x1 )\A2 . Siguiendo en esta manera
obtenemos dos sucesiones (xn ) y (rn ) tal que para todo n ∈ N

Brn+1 (xn+1 ) ⊆ Urn (xn )\An+1 , rn+1 ∈ (0, rn /2].

Se sigue que
xn ∈ Brm (xm ) ⊆ X\Am para todo n ≥ m ≥ 1. (7.6)
Para n ≥ m tenemos  m−1
1
d(xm , xn ) ≤ rm ≤ r1 → 0 como m → ∞.
2

S∞de Cauchy que converge a un x ∈ X. Luego, (7.6) implica que x ∈


Por eso (xn ) es una sucesión / Am para
toda m ∈ N, es decir, x ∈
/ n=1 An , en contradicción con (7.5).
Notación. Sean E un espacio vectorial sobre R, x ∈ E, α ∈ R\{0} y A, B ⊆ E. Denotamos

x + A := { x + y | y ∈ A },
αA := { αy | y ∈ A },
A + B := { y + z | y ∈ A, z ∈ B }.

A es convexo si (1 − t)x + ty ∈ A para todo x, y ∈ A y t ∈ [0, 1].

59
Lema 7.15. Sea E un espacio normado sobre R y sean x ∈ E, α ∈ R\{0} y A, B ⊆ E. Se cumple que
(a) si A es abierto, entonces x + A y A + B son abiertos.
(b) si A es abierto, entonces αA es abierto.
(c) 2A ⊆ A + A
(d) si F es un espacio vectorial, L : E → F lineal, y A convexo, entonces L(A) es convexo.
(e) si A es convexo, entonces A es convexo.
(f) si A es convexo, entonces 2A = A + A.
Prueba. Ejercicio.
Teorema 7.16 (de la aplicación abierta). Sean E, F espacios de Banach y sea L ∈ L(E, F ) suprayectivo.
Entonces L es una aplicación abierta, es decir, L(U ) es abierto en F para todo subconjunto abierto U de E.
Prueba. Primero demostraremos que existe r > 0 tal que

Br F ⊆ L(B1 E). (7.7)

Para n ∈ N ponemos An := L(Bn E). Como L es suprayectivo, tenemos que



[
F = An .
n=1

Entonces, el Teorema 7.14 implica que existe n0 tal que int(An0 ) 6= ∅. Como An0 = n0 A1 , el Lema 7.15(b)
implica que también  
1 1
int(A1 ) = int An 0 = int(An0 ) 6= ∅
n0 n0
y que existen y0 ∈ F y r > 0 tal que y0 ∈ B2r (y0 ; F ) ⊆ A1 = L(B1 E). Por lo tanto, existe una sucesión
(xn ) ⊆ B1 E tal que Lxn → y0 cuando n → ∞. Como −xn ∈ B1 E para todo n también L(−xn ) ∈ A1 y
−y0 = limn→∞ L(−xn ) ∈ A1 . Entonces

B2r F = B2r (0; F ) = −y0 + B2r (y0 ; F ) ⊆ A1 + A1 . (7.8)

Por el Lema 7.15(d) y (e), A1 es convexo. Usando el Lema 7.15(f) se sigue por (7.8) que B2r F ⊆ 2A1 y
entonces se cumple (7.7).
En la segunda etapa demostraremos que con r dado por (7.7) se cumple que

Br/2 F ⊆ L(B1 E). (7.9)

Sea y ∈ Br/2 F , entonces, por (7.7)


1 1
y ∈ Br/2 F = Br F ⊂ L(B1 E) = L(B1/2 E).
2 2
Luego, existe z1 ∈ B1/2 E tal que ky − Lz1 k ≤ r/4, es decir, y − Lz1 ∈ Br/4 F . Usando (7.7) otra vez,
1 1
y − Lz1 ∈ Br/4 F = Br F ⊂ L(B1 E) = L(B1/4 E),
4 4
y entonces existe z2 ∈ B1/4 E tal que ky − Lz1 − Lz2 k ≤ r/8. Iterando este procedimiento, obtenemos una
sucesión (zn ) ⊆ E tal que
 n n  n+1
1 X 1
kzn k ≤ , y − Lz k
≤ r . (7.10)
2 2
k=1

60
Pn
Sea xn := k=1 zk . Entonces,
n n  k
X X 1
kxn k ≤ kzk k ≤ ≤ 1.
2
k=1 k=1

Además, para n ≥ m,
n ∞  k  m
X X 1 1
kxm − xn k ≤ kzk k ≤ = .
2 2
k=m+1 k=m+1

Entonces xn converge a un x ∈ B1 E. Usando (7.10) se verifica que y = Lx ∈ L(B1 E). Eso finaliza la prueba
de (7.9).
Finalmente, supongamos que U ⊆ E es abierto. Dado un y ∈ L(U ) existe x ∈ U tal que y = Lx. Como
U es abierto, existe t > 0 tal que Bt (x) = x + Bt E ⊆ U . De (7.9) se sigue que Btr/2 F ⊆ L(Bt E) y entonces

Btr/2 (y) = y + Btr/2 F ⊆ y + L(Bt E) = L(x + Bt E) ⊆ L(U ).

Como y ∈ L(U ) fue arbitrario, L(U ) es abierto.

Corolario 7.17. Un operador lineal biyectivo y continuo entre dos espacios de Banach es un isomorfismo
(es decir que la inversa también es continua).

Prueba. Sea L : E → F biyectivo y continuo. Entonces L−1 : F → E y para U ⊂ E abierto tenemos que

(L−1 )−1 (U ) = {y ∈ F : L−1 y = x para algún x ∈ U } = {y ∈ F : y = Lx para algún x ∈ U } = L(U ).

Por el Teorema 7.16 tenemos que (L−1 )−1 (U ) = L(U ) es abierto y por lo tanto L−1 es una aplicación
continua.

Corolario 7.18. Sea E un espacio vectorial con dos normas k · k1 y k · k2 tales que los espacios normados
E1 := (E, k · k1 ) y E2 := (E, k · k2 ) son completos. Supongamos que existe C1 ≥ 0 tal que

kxk2 ≤ C1 kxk1 para todo x ∈ E. (7.11)

Entonces las dos normas son equivalentes.

Prueba. Por (7.11), el operador id : E1 → E2 es biyectivo y continuo. Por el Corolario 7.17 también id : E2 →
E1 es continuo, es decir, existe C2 ≥ 0 tal que kxk1 ≤ C2 kxk2 para todo x ∈ E.

Definición 7.19. Sean X, Y conjuntos y f : X → Y una aplicación. El conjunto

{ (x, f (x)) ∈ X × Y | x ∈ X }

se llama la gráfica de f .

Notas 7.20. Sean X, Y espacios métricos y f : X → Y una aplicación.

(a) Son equivalentes

(i) La gráfica de f es cerrada en X × Y .


(ii) Si xn → x en X y f (xn ) → y en Y entonces y = f (x).

(b) Si f es continua entonces la gráfica de f es cerrada en X × Y .

Teorema 7.21 (Gráfica Cerrada). Sean E, F dos espacios de Banach. Sea L : E → F un operador lineal
tal que L tiene gráfica cerrada en E × F . Entonces L es acotado.

61
Prueba. Definimos
kxk2 := kxkE + kLxkF ∀x ∈ E.
La norma k · k2 se llama norma de la gráfica. Demostraremos que E2 := (E, k · k2 ) es un espacio de Banach.
Sea (xn ) una sucesión de Cauchy en E2 . Entonces (xn ) es una sucesión de Cauchy en E y (Lxn ) es una
sucesión de Cauchy en F por la definición de k · k2 . Como E y F son completos, existen x ∈ E y y ∈ F tal
que xn → x en E y Lxn → y en F . Como la gráfica de L es cerrada, la Nota 7.20(a) implica que Lx = y y
kxn − xk2 → 0 cuando n → ∞, es decir, (xn ) converge a x en E2 .
Como kxkE ≤ kxk2 para todo x ∈ E, y como E y E2 son completos, el Corolario 7.18 implica que existe
C ≥ 1 tal que kxk2 ≤ CkxkE para todo x ∈ E, es decir, kLxkF ≤ (C − 1)kxkE para todo x ∈ E.

Teorema 7.22. Sea E un espacio de Hilbert y A : E → E un operador lineal simétrico. Entonces A es


continuo.

Prueba. Supongamos que xn → x y Axn → y en E. Para todo z ∈ E se cumple (z, Axn ) → (z, y) y
(z, Axn ) = (Az, xn ) → (Az, x) = (z, Ax). Entonces (z, Ax) = (z, y) para todo z ∈ E, es decir, Ax = y. Por
la Nota 7.20(a) la gráfica de A es cerrada, y A es continuo por el Teorema 7.21.

7.1.2 El principio de acotación uniforme


Teorema 7.23 (Principio de acotación uniforme). Sean E un espacio de Banach, F un espacio normado,
y sea (Lj )j∈J una familia de operadores en L(E, F ) tal que supj∈J kLj xkF < ∞ para todo x ∈ E. Entonces
supj∈J kLj kL(E,F ) < ∞, es decir, la familia es acotada uniformemente en L(E, F ).

Prueba. Definimos
\
An := { x ∈ E | ∀j ∈ J : kLj xkF ≤ n } = { x ∈ E | kLj xkF ≤ n } para todo n ∈ N.
j∈J

Como todos Lj son continuos, An es cerrado. Por la hipótesis se obtiene


[
E= An .
n∈N

El Teorema 7.14 implica que existe n0 tal que int An0 6= ∅. Entonces obtenemos x0 ∈ E y r > 0 tal que
x0 + Br E ⊆ An0 . En consecuencia,

kLj kL(E,F ) = sup{ kLj xkF | kxkE ≤ 1 }


1
= sup{ kLj xkF | kxkE ≤ r }
r
1
≤ sup{ kLj xkF | x ∈ −x0 + An0 }
r
1
= sup{ kLj (x − x0 )kF | x ∈ An0 }
r
1
≤ (sup{ kLj xkF | x ∈ An0 } + kLj x0 kF )
r
2n0
≤ ,
r
de donde se sigue la afirmación.

Teorema 7.24 (Banach-Steinhaus). Sean E, F espacios de Banach y sea (Ln )n∈N una sucesión de operadores
en L(E, F ). Entonces las siguientes propiedades son equivalentes:

(i) (Ln x)n∈N converge en F para todo x ∈ E,

62
(ii) (kLn kL(E,F ) )n∈N es acotada y (Ln x)n∈N converge para todo x en un subconjunto denso de E.

En este caso definimos el operador Lx := limn→∞ Ln x. Se cumple L ∈ L(E, F ) y

kLkL(E,F ) ≤ lim inf kLn kL(E,F ) .


n→∞

Prueba. (i) implica (ii): Por convergencia supn∈N kLn xk < ∞ para todo x ∈ E. El Teorema 7.23 implica
que supn∈N kLn kL(E,F ) < ∞. Como subconjunto denso uno puede tomar E.
(ii) implica (i): Sea X un subconjunto denso de E tal que Ln x converge para todo x ∈ X. Ponemos
C := supkLn k. Demostraremos que Ln (x) converge para todo x ∈ E. Para eso, fijamos x ∈ E y una
sucesión (xn ) ⊆ X tal que xn → x. Sea ε > 0. Existe k tal que kx − xk k ≤ ε/(3C) y n0 tal que
kLm (xk ) − Ln (xk )k ≤ ε/3 para todo m, n ≥ n0 . Entonces

kLm (x) − Ln (x)k ≤ kLm (x) − Lm (xk )k + kLm (xk ) − Ln (xk )k + kLn (xk ) − Ln (x)k
≤ Ckx − xk k + ε/3 + Ckx − xk k ≤ ε

para todo m, n ≥ n0 , es decir, Ln (x) es una sucesión de Cauchy en F y converge.


Supongamos que se cumplen (i)-(ii) y definimos Lx := limn→∞ Ln x para x ∈ E. Por la continuidad
de las operaciones se sigue que L es un operador lineal. Pasando a una subsucesión podemos suponer
que limn→∞ kLn k = lim inf n→∞ kLn k. Se sigue que kLxk = limn→∞ kLn xk ≤ limn→∞ kLn k kxk, es decir,
L ∈ L(E, F ) y kLk ≤ limn→∞ kLn k.

7.2 Operadores compactos


7.2.1 Conjuntos compactos
Notas 7.25. (a) En espacios métricos compacidad2 y compacidad secuencial (toda sucesión tiene una
subsucesión convergente) son equivalentes.

(b) Un subconjunto compacto de un espacio normado es cerrado y acotado.

Lema 7.26. Sea E un espacio normado. Si B1 E es compacta, entonces dim E < ∞.

Prueba. Para demostrar que B1 E no es compacto si dim E = ∞, construiremos una sucesión (xn ) ⊆ S1 que
no tiene una subsucesión convergente.
Sea x1 ∈ S1 . Construiremos la sucesión inductivamente. Supongamos que ya tenemos construidos los
elementos x1 , x2 , . . . , xk (iniciando con el caso k = 1). Definimos F := [x1 , x2 , . . . , xk ]. Como dim E = ∞,
existe y ∈ E\F . Denotamos µ := dist(y, F ) = inf z∈F ky − zk. Sea (zn ) ⊆ F tal que ky − zn k → dist(y, F ).
Tenemos que kzn k ≤ ky − zn k + kyk → µ + kyk cuando n → ∞, es decir que (zn ) está acotada. Pasando
a una subsucesión, tenemos que zn → z ∈ F (usando que F es un espacio de dimensión finita). Luego
ky − zk = µ > 0, y definimos xk+1 := (y − z)/µ ∈ S1 . Obtenemos que

ky − z − µxl k dist(y, F )
kxk+1 − xl k = ≥ =1 para l ∈ { 1, 2, . . . , k }, (7.12)
µ µ

porque z + µxl ∈ F .
Usando (7.12), se sigue que kxk − xl k ≥ 1 para k 6= l. Esto demuestra que (xk ) no contiene ninguna
subsucesión de Cauchy, es decir, no contiene ninguna subsucesión convergente.

Definición 7.27. Sea X un espacio métrico. Un subconjunto A ⊆ X es compacto relativamente si A es


compacto.
2 Un subconjunto A ⊂ X es compacto si toda cubierta abierta de A contiene una subcubierta finita, es decir, si A ⊂ ∪
i∈I Ui
con Ui ⊂ X abiertos, entonces A ⊂ ∪i∈J Ui donde J ⊂ I es finito.

63
Lema 7.28. Sean X un espacio métrico y A ⊆ X. Entonces A es compacto relativamente si y sólo si

toda sucesión en A tiene una subsucesión que converge en X. (7.13)

Prueba. Si A es compacto, entonces toda sucesión en A tiene una subsucesión que converge en A, es decir
en X, de donde (7.13) se sigue.
Ahora supongamos (7.13) y sea (xn ) ⊆ A. Para todo n existe yn ∈ A tal que d(xn , yn ) ≤ 1/n. Pasando
a una subsucesión supongamos que yn → y ∈ X cuando n → ∞. Como (yn ) ⊆ A y A es cerrado, tenemos
y ∈ A. Además
1
d(xn , y) ≤ d(xn , yn ) + d(yn , y) ≤ + d(yn , y) → 0,
n
es decir, xn → y cuando n → ∞. Se sigue que A es compacto.

Lema 7.29. Sean X, Y espacios métricos, A ⊆ X compacto relativamente y f : X → Y continuo. Entonces


f (A) es compacto relativamente.

Prueba. Sea (yn ) ⊆ f (A). Existe (xn ) ⊆ A tal que f (xn ) = yn para todo n. Pasando a una subsucesión,
por el Lema 7.28 existe x ∈ X tal que xn → x. Como f es continuo, yn = f (xn ) → f (x). En seguida f (A)
cumple (7.13) y es compacto relativamente por el Lema 7.28.

Definición 7.30. Sea X un espacio métrico. Un subconjunto A ⊆ X es precompacto (o totalmente acotado)


si para todo ε > 0 existen puntos x1 , x2 , . . . , xn ∈ X tal que
n
[
A⊆ Uε (xk ).
k=1

Lema 7.31. Sean X un espacio métrico completo y A ⊆ X. Entonces A es compacto relativamente si y


sólo si A es precompacto.

Prueba. Sea A compacto relativamente, y sea ε > 0. Como A es compacto, entonces existen elementos
xk ∈ X, k = 1, 2, . . . , n, tal que la unión de las bolas Uε (xk ) cubren A y entonces A.
Sea A precompacto, y sea (yn ) ⊆ A. Existe una cubierta de A por un número finito de bolas B1 (xk ).
Pasando a una subsucesión de (yn ) y reordenando los elementos xk , podemos suponer que (yn ) ⊆ B1 (x1 ).
Siguiendo con este proceso para bolas con radio 1/2, 1/3, . . . , por selección diagonal obtenemos una sub-
sucesión de (yn ) que es de Cauchy. Como X es completo, esta subsucesión converge en X.
Hemos probado (7.13), y por el Lema 7.28 concluimos.

7.2.2 Caracterización de operadores compactos


Definición 7.32. Sean E, F espacios normados. Un operador lineal K : E → F es compacto si la imagen
de un conjunto acotado en E bajo K es compacto relativamente en F .

Lema 7.33. Sean E, F espacios de Banach y K : E → F lineal.

(a) Si K es compacto, también es continuo.

(b) K es compacto si y sólo si (Kxn ) contiene una subsucesión convergente en F para toda sucesión acotada
(xn ) ⊆ E.

(c) La identidad en E es compacta si y sólo si E tiene dimensión finita.

(d) La composición de un operador compacto con un operador continuo es compacta.

(e) El conjunto de los operadores lineales compactos es un subespacio lineal de L(E, F ).

64
Prueba. (a) K(B1 E) es compacto y entonces acotado, por la Nota 7.25(b). En particular, existe C > 0 tal
que kKxkF ≤ C para todo kxkE ≤ 1, i.e, kKkL(E,F ) ≤ C.
(b) Sea K compacto y sea (xn ) una sucesión acotada en E. Entonces (Kxn ) es compacto relativamente
en F . El Lema 7.28 implica que (Kxn ) contiene una subsucesión convergente. Inversamente, sea A ⊆ E
acotado y (yn ) ⊆ K(A). Entonces existe (xn ) ⊆ A tal que yn = Kxn para todo n. Como (xn ) es acotado,
(yn ) contiene una subsucesión convergente. Eso se cumple para todas las sucesiones en K(A), es decir que
K(A) es compacto relativamente por el Lema 7.28. En consecuencia K es compacto.
(c) Si E tiene dimensión finita, por el Teorema 3.5(a) la bola B1 E es compacta. Se sigue que también
idE es un operador compacto. Inversamente, supongamos que idE es compacto. En consecuencia, B1 E es
compacto. Por el Lema 7.26 E tiene dimensión finita.
(d) Sea G un espacio normado, K un operador compacto, A ⊆ G un conjunto acotado y sea L ∈ L(G, E).
Por continuidad, L(A) es acotado y, como K es compacto, K(L(A)) es compacto relativamente. Por otro
lado, como K es compacto, K(A) es compacto relativamente en F y, como L es continuo, el Lema 7.29
implica que L(K(A)) es compacto relativamente en G. Es decir, L ◦ K y K ◦ L son operadores compactos.
(e) Sean K1 , K2 : E → F compactos, y sea (xn ) ⊆ E acotado. Entonces, pasando a una subsucesión,
(K1 xn ) y (K2 xn ) convergen, por el inciso (b). Luego (K1 + K2 )(xn ) = K1 xn + K2 xn converge, es decir,
K1 + K2 es compacto, otra vez por el inciso (b). Probar que αK es compacto para α ∈ R y K : E → F
compacto es similar.

Ejemplos 7.34. (a) Sean E, F espacios normados y K ∈ L(E, F ) tal que dim R(K) < ∞. Entonces K es
compacto.

(b) La inclusión C 1 [0, 1] ,→ C[0, 1] es compacta: Si (un ) ⊆ C 1 [0, 1] es una sucesión acotada, es decir,

kun kC 1 [0,1] := kun k∞ + ku0n k∞

es acotada, entonces un es acotada en C[0, 1] uniformemente. Además, como u0n es acotado uniforme-
mente, (un ) es una familia equicontinua. Por el teorema de Arzelà-Ascoli, (un ) contiene una subsucesión
convergente en C[0, 1]. La compacidad de la inclusión se sigue del Lema 7.33(b).

(c) Sea k : [0, 1] × [0, 1] → R una aplicación continua. Definimos un operador lineal K : C[0, 1] → C[0, 1]
por
Z 1
(Ku)(t) := k(t, s)u(s) ds.
0

Veamos que K está bien definido y es compacto: Sea (un ) ⊆ C[0, 1] una sucesión acotada, entonces
existe C ≥ 0 tal que kun k∞ ≤ C para todo n ∈ N. Sea ε > 0. Como k es uniformemente continuo
existe δ > 0 tal que
|k(t1 , s1 ) − k(t2 , s2 )| ≤ ε/C
si s1 , s2 , t1 , t2 ∈ [0, 1] y |t1 − t2 | + |s1 − s2 | ≤ δ. En consecuencia, se sigue para todo t1 , t2 ∈ [0, 1] con
|t1 − t2 | ≤ δ y para todo n ∈ N que
Z 1 Z 1
ε
|(Kun )(t1 ) − (Kun )(t2 )| ≤ |k(t1 , s) − k(t2 , s)| |un (s)| ds ≤ C ds = ε,
0 0 C

es decir, Kun ∈ C[0, 1] y (Kun ) es una familia equicontinua. Además,


Z 1
|(Kun )(t)| ≤ kkk∞ C ds = kkk∞ C
0

para todo t ∈ [0, 1] y n ∈ N, es decir, (Kun ) es acotada en C[0, 1]. Por el teorema de Arzelà-Ascoli
(Kun ) contiene una subsucesión convergente en C[0, 1].

65
7.2.3 Operadores compactos en espacios de Hilbert
Definición 7.35. Sea E un espacio de Hilbert. Una sucesión (xn ) ⊆ E converge débilmente a x ∈ E si
(xn , y) → (x, y) para todo y ∈ E. En este caso usamos la notación xn * x.

Nota 7.36. A veces también decimos que xn converge fuertemente a x si xn → x en E.

Proposición 7.37. (a) Una sucesión convergente débilmente tiene sólo un lı́mite débil.

(b) Una sucesión convergente fuertemente converge débilmente, con el mismo lı́mite.

(c) Un operador lineal acotado entre dos espacios de Hilbert preserva la convergencia débil de sucesiones.

(d) Una sucesión convergente débilmente en un espacio de Hilbert es acotada.

(e) Una sucesión acotada en un espacio de Hilbert contiene una subsucesión débilmente convergente.

Prueba. Sean E y F espacios de Hilbert. (a): Sean x∗ , x∗∗ ∈ E dos lı́mites débiles de una sucesión conver-
gente débilmente (xn ) en E. Para todo y ∈ E se sigue que

(x∗ − x∗∗ , y) = (x∗ , y) − (x∗∗ , y) = lim (xn , y) − (xn , y) = 0.



n→∞

Tomando y = x∗ − x∗∗ obtenemos que kx∗ − x∗∗ k2 = 0 y por lo tanto x∗ = x∗∗ .


(b): Supongamos que xn → x∗ en E. Para todo y ∈ E se sigue que limn→∞ (xn , y) = (x∗ , y) por la
continuidad del producto escalar.
(c): Sean L ∈ L(E, F ) y xn * x∗ en E. Para z ∈ F definimos gz ∈ E 0 por gz (x) := (Lx, z). Por el
Teorema de Fréchet-Riesz existe y ∈ E tal que (x, y) = gz (x) = (Lx, z) para todo x ∈ E. En consecuencia,

(Lxn , z) = (xn , y) → (x∗ , y) = (Lx∗ , z)

cuando n → ∞. Como z ∈ F es arbitraria, tenemos que Lxn * Lx∗ en F .


(d): Definimos fn := (xn , ·) ∈ E 0 . Entonces fn (y) converge para todo y ∈ E. Por el Teorema 7.24,
(kfn k)n∈N es acotada y, por la Proposición 1.8(d), (kxn k)n∈N = (kfn k)n∈N es acotada.
(e): Sea (xk )k∈N una sucesión acotada. Primero supongamos que E es separable. Entonces existe
(yk )k∈N ⊆ E densa. Para todo k ∈ N la sucesión ((xn , yk ))n∈N es acotada en R. Para k = 1 seleccionamos
una subsucesión (x1n ) de (xn ) tal que (x1n , y1 ) converge en R. Después seleccionamos una subsucesión (x2n )
de (x1n )n∈N tal que (x2n , y2 )n∈N converge en R. Siguiendo ese procedimiento, para todo k ∈ N obtenemos una
subsucesión de (xn )n∈N tal que (xkn , yk )n∈N converge en R cuando n → ∞. Definimos la subsucesión (zn )n∈N
de (xn )n∈N por zn := xnn (i.e. realizamos un proceso de selección diagonal). Entonces (zn , yk )n∈N converge
en R cuando n → ∞ para todo k ∈ N. Además (zn )n∈N es acotada.
Definimos fn ∈ E 0 por fn := (zn , ·). Entonces, por la Proposición 1.8(d), kfn k = kzn k ≤ C para alguna
constante C ≥ 0 y para todo n ∈ N. También fn (yk ) converge para todo k ∈ N. El Teorema 7.24 implica
que fn (y) converge para todo y ∈ E a un elemento f ∈ E 0 . El teorema de Fréchet-Riesz nos garantiza la
existencia de z ∈ E tal que f = (z, ·). Luego, (zn , y) = fn (y) → f (y) = (z, y) cuando n → ∞ para todo
y ∈ E y (xn ) tiene una subsucesión débilmente convergente.
Si E es un espacio de Hilbert no separable, entonces definimos F := [x1 , x2 , . . . ]. Argumentando como
en la demostración del Teorema 7.8, podemos construir una base Hilbertiana numerable para F . Luego, F
es separable y, por la primera parte, existe una subsucesión (zn ) de (xn ) que converge débilmente en F . Sea
P la proyección ortogonal sobre F (dada por la Proposición 7.2). Por la Proposición 3.24, tenemos que P es
simétrica. Luego, para todo y ∈ E, se sigue que

(zn , y) = (P zn , y) = (zn , P y) → (z, P y) = (P z, y) = (z, y)

cuando n → ∞. Esto finaliza la demostración.

66
Ejemplo 7.38. Si (xn )∞ n=1 es un sistema ortonormal
P∞ numerable en E, entonces xn * 0 cuando n → ∞:
Sea y ∈ E. La Proposición 7.2(a) implica que n=1 |(y, xn )|2 < ∞. Entonces (y, xn ) → 0 cuando n → ∞.
Por otro lado, si m 6= n se sigue que

kxm − xn k2 = kxm k2 + kxn k2 = 2.

Entonces (xn ) no contiene una subsucesión de Cauchy y por lo tanto tampoco contiene una subsucesión
convergente fuertemente.
Proposición 7.39. Sean E, F espacios de Hilbert. Entonces K : E → F es compacto si y sólo si Kxn → Kx
en F para toda sucesión (xn ) ⊂ E tal que xn * x.
Prueba. Sea K compacto y supongamos que xn * x en E. Entonces, por la Proposición 7.37(d), la sucesión
(xn ) es acotada y, como K es compacto, existe una subsucesión (e xn ) ⊂ (xn ) tal que K x en → y para
algún y ∈ F . Además, como K ∈ L(E, F ) (por el Lemma 7.33), tenemos que, por la Proposición 7.37(c),
Kxen * Kx. Finalmente, por la Proposición 7.37(a), y = Kx y por lo tanto K x en → Kx en F . Como el
mismo argumento se aplica a cualquier subsucesión de (xn ), tenemos que Kxn → Kx en F.
Inversamente, sea (xn ) una sucesión acotada en E. Por la Proposición 7.37(e), pasando a una subsucesión
podemos suponer que (xn ) es débilmente convergente. Entonces (Kxn ) converge en F por hipótesis. En
consecuencia, toda sucesión acotada en E contiene una subsucesión tal que (Kxn ) converge en F . Por el
Lema 7.33(b) tenemos que K es compacto.
Proposición 7.40. Sea E un espacio de Hilbert y K : E → E compacto. Entonces K ∗ es compacto.
Prueba. Sea xn * x una sucesión débilmente convergente en E. Por el Lemma 7.33, K ∈ L(E) y por la
Proposición 7.9 existe el operador adjunto K ∗ ∈ L(E). Luego, por la Proposición 7.37 (c), K ∗ xn * K ∗ x
cuando n → ∞. Como K es compacto, KK ∗ xn → KK ∗ x cuando n → ∞ en E. Se sigue que

kK ∗ xn − K ∗ xk2 = (K ∗ xn − K ∗ x, K ∗ xn − K ∗ x)
= (KK ∗ xn − KK ∗ x, xn − x)
≤ kKK ∗ xn − KK ∗ xk kxn − xk → 0

cuando n → ∞, porque kx − xn k está acotada uniformemente por la Proposición 7.37(d). Por lo tanto K ∗
es compacto, por la Proposición 7.39.

7.2.4 La teorı́a de Riesz-Fredholm


Lema 7.41. Sean E un espacio de Hilbert y K ∈ L(E). Supongamos que existen subespacios cerrados En
de E y escalares λn , n ∈ N, tales que se cumplen:

λ̄ := inf |λn | > 0, (7.14)


n∈N
E1 ( E2 ( E3 ( . . . , (7.15)

(λn I − K)(En ) ⊆ En−1 para todo n ≥ 2. (7.16)

Entonces K no es compacto.
En ⊥
Prueba. Como En es un espacio de Hilbert, En = En−1 ⊕ En−1 (Proposición 3.20(c)), donde ⊥En denota el
⊥En ⊥En
complemento ortogonal en En . Como En−1 ( En , es claro que En−1 6= {0}. Podemos escoger xn ∈ En−1 =

En ∩ En−1 con kxn k = 1, para n ≥ 2. Si n > m entonces, por (7.15) y (7.16),

Kxm − Kxn = (λn I − K)xn − (λm I − K)xm + λm xm − λn xn .


| {z } | {z }
∈En−1 ⊥
∈En−1

67
Usando kxn k = 1 se sigue que

kKxm − Kxn k2 = k(λn I − K)xn − (λn I − K)xm + λm xm k2 + λ2n kxn k2 ≥ λ2n ≥ λ̄2 > 0

para todo m 6= n, m, n ≥ 2, es decir, (Kxn ) no contiene una subsucesión de Cauchy. Como (xn ) es una
sucesión acotada, K no puede ser compacto.

Teorema 7.42. Sea E un espacio de Hilbert y sea K ∈ L(E) compacto. Se cumplen:

(a) dim N (I − K) < ∞,

(b) R(I − K) es cerrado,

(c) R(I − K) = N (I − K ∗ )⊥ ,

(d) N (I − K) = {0} si y sólo si R(I − K) = E,

(e) dim N (I − K) = dim(R(I − K)⊥ ) = dim N (I − K ∗ ).

Prueba. (a) Para todo x ∈ N (I − K) se cumple Kx = x. Entonces idN (I−K) = K|N (I−K) es compacto. La
afirmación se sigue del Lemma 7.33(c).
(b) Demostraremos que existe α > 0 tal que

k(I − K)xk ≥ αkxk (7.17)

para todo x ∈ N (I − K)⊥ porque en este caso el Lema 5.1(a) implica que R(I − K) es cerrado. Por
contradicción, supongamos que existe una sucesión (xn ) ⊆ S1 N (I − K)⊥ tal que

k(I − K)xn k → 0 cuando n → ∞. (7.18)

Como K es compacto y (xn ) es una sucesión acotada, pasando a una subsucesión, tenemos que Kxn → y
en E para algún y ∈ E. Entonces, por (7.18), xn → y en E y kyk = 1. Como K es continuo, √ se sigue que
Ky = y, es decir, y ∈ S1 N (I − K). Pero como xn ∈ S1 N (I − K)⊥ se sigue que kxn − yk = 2 para todo n,
una contradicción.
(c) Eso se sigue de (b) y de la Proposición 7.11 usando A = I − K y que A∗ = I − K ∗ .
(d) Supongamos que R(I − K) = E y, argumentando por contradicción, supongamos también que
N (I − K) 6= {0}. Para n ∈ N definimos En := N ((I − K)n ), que es un espacio cerrado. Es claro que
En ⊆ En+1 para todo n ∈ N. Por hipótesis existe x1 ∈ E1 \{0}. Como I − K es suprayectivo, existe una
sucesión (xn ) tal que (I − K)xn+1 = xn para todo n ∈ N. En consecuencia

(I − K)n xn+1 = x1 6= 0 pero (I − K)n+1 xn+1 = 0.

Entonces xn+1 ∈ En+1 \En y se cumple (7.15). Con λn := 1 para todo n ∈ N también se cumplen (7.14) y
(7.16). Como K es compacto obtenemos una contradicción con el Lema 7.41, es decir que R(I − K) = E
implica que N (I − K) = {0}.
Por otro lado, si N (I − K) = {0}, entonces, por la Proposición 7.11, R(I − K ∗ ) = N (I − K)⊥ = E.
Lo que ya hemos demostrado para K también se cumple para K ∗ porque, por la Proposición 7.40, K ∗ es
compacto. Entonces N (I − K ∗ ) = {0} y en consecuencia R(I − K) = N (I − K ∗ )⊥ = E.
(e) Primero demostraremos que

dim N (I − K) ≥ dim R(I − K)⊥ . (7.19)

Razonemos por reducción al absurdo suponiendo que dim N (I − K) < dim R(I − K)⊥ . Entonces existe
A ∈ L(N (I − K), R(I − K)⊥ ) inyectivo pero no suprayectivo. Sea P la proyección ortogonal sobre N (I − K).
Entonces AP ∈ L(E, R(I −K)⊥ ) tal que AP x = 0 para x ∈ N (I −K)⊥ . Como R(AP ) = A(N (I −K)) tiene

68
e := K + AP son compactos (ver Ejemplo 7.34(a)). Sea x ∈ N (I − K).
dimensión finita, AP y K e Entonces,

e = Kx + AP x y A : N (I − K) → R(I − K) , se cumple que
como x = Kx

(I − K)x = AP x ∈ R(I − K) ∩ R(I − K)⊥ = {0},

es decir, x ∈ N (I − K) y, por lo tanto, x = P x (ya que P deja invariantes a los elementos de N (I − K)).
Como A es inyectivo en N (I − K), tenemos que x = 0. En consecuencia, {0} ⊂ N (I − K) e ⊂ {0},
es decir, N (I − K) = {0}. Aplicando (d) al operador compacto K obtenemos R(I − K) = E. Pero
e e e
R(I − K)e ⊆ R(I − K) ⊕ R(A) ( E porque R(A) ( R(I − K)⊥ , lo cual nos lleva a una contradicción; por
lo tanto (7.19) se cumple.
Usando (c), (7.19) implica que

dim N (I − K) ≥ dim R(I − K)⊥ = dim N (I − K ∗ ).

Por la Proposición 7.40, K ∗ es compacto. Intercambiando K = K ∗∗ y K ∗ , obtenemos que dim N (I − K ∗ ) ≥


dim N (I − K). Por lo tanto,

dim N (I − K) ≥ dim N (I − K ∗ ) ≥ dim N (I − K).

Corolario 7.43 (Alternativa de Fredholm). Sea E un espacio de Hilbert y sea K ∈ L(E) compacto. Entonces
se cumple una y sólo una de las siguientes alternativas:
(i) Para todo y ∈ E cada una de las ecuaciones

x − Kx = y, x − K ∗x = y

tiene precisamente una solución.


(ii) Las ecuaciones homogéneas
x − Kx = 0, x − K ∗x = 0
tienen soluciones no triviales. En este caso los espacios de soluciones de ambas ecuaciones son de
dimensión finita igual. Para y ∈ E la ecuación x − Kx = y tiene una solución (no única) si y sólo si
(y, z) = 0 para todo z que cumple z − K ∗ z = 0. La ecuación x − K ∗ x = y tiene una solución (no única)
si y sólo si (y, z) = 0 para todo z que cumplen z − Kz = 0.

7.2.5 El espectro de operadores compactos


Definición 7.44. Sean E un espacio de Banach y L ∈ L(E). El conjunto

ρ(L) := { λ ∈ R | λI − L es biyectivo }

es el conjunto resolvente de L. Por el Corolario 7.17 sabemos que (λI − L)−1 es continuo para todo λ ∈ ρ(L).
La aplicación ρ(L) → L(E) dada por λ → (λI − L)−1 es la resolvente de L. El conjunto

σ(L) := R\ρ(L)

es el espectro de L. Decimos que λ ∈ σ(L) es un valor propio de L si N (λI − L) 6= {0}. En este caso
N (λI − L) es el espacio propio de L correspondiente al valor propio λ y los elementos de N (λI − L)\{0}
son los vectores propios de L correspondientes a λ. Finalmente, denotamos por

σp (L) := { λ ∈ σ(L) | N (λI − L) 6= {0} }

al espectro punto de L.

69
Proposición 7.45. Sea E un espacio de Banach y L ∈ L(E). Entonces el espectro σ(L) es compacto y
supλ∈σ(L) |λ| ≤ kLk.
Prueba. Supongamos que λ ∈ R es tal que |λ| > kLk. Entonces kL/λk < 1 y, por la Proposición 3.10,
I − L/λ es invertible en L(E). En consecuencia λI − L = λ(I − L/λ) es invertible, es decir, λ ∈ ρ(L). Esto
demuestra que supλ∈σ(L) |λ| ≤ kLk.
Veremos que ρ(L) es abierto: Sea λ0 ∈ ρ(L) y sea r := 1/k(λ0 I − L)−1 k. Demostraremos que Ur (λ0 ) ⊆
ρ(L). Para eso, supongamos que λ ∈ Ur (λ0 ). Ponemos A := λ0 I − L y B := λI − L. Calculamos
I − BA−1 = I − (λI − L)(λ0 I − L)−1
= I − ((λ − λ0 )I + λ0 I − L)(λ0 I − L)−1
= I − (λ − λ0 )(λ0 I − L)−1 − I
= −(λ − λ0 )(λ0 I − L)−1 .
Con esto obtenemos que
1
kI − BA−1 k ≤ |λ − λ0 | k(λ0 I − L)−1 k < r · = 1.
r
Concluimos que B es invertible3 , es decir λ ∈ ρ(L). Se sigue que Ur (λ0 ) ⊆ ρ(L), es decir, ρ(L) es abierto y,
por lo tanto, σ(L) = R\ρ(L) es cerrado. Como σ(L) es un subconjunto cerrado y acotado de R tenemos que
σ(L) es compacto.
Proposición 7.46. Sea E un espacio de Hilbert y sea A ∈ L(E) simétrico. Definimos
m := inf (Ax, x) y M := sup (Ax, x).
x∈S1 E x∈S1 E

Entonces σ(A) ⊆ [m, M ] y m, M ∈ σ(A).


Prueba. Sea λ > M . Se sigue que
((λI − A)x, x) = λkxk2 − (Ax, x) ≥ (λ − M )kxk2
para todo x ∈ E. Usando el Lema 5.1(b) obtenemos que λI − A es biyectivo, es decir, λ ∈ ρ(A) y por lo
tanto σ(A) ⊆ (−∞, M ].
Demostremos que M ∈ σ(A): Denotando ((x, y)) := (M x − Ax, y) se sigue que, para todo x ∈ E,
  
2 2 x x
((x, x)) = M kxk − (Ax, x) = kxk M − A , ≥0
kxk kxk
y, por lo tanto, ((·, ·)) es una función bilineal, simétrica y positiva semidefinida. Como en la Proposición 1.8(a)
se demuestra que ((·, ·)) cumple la desigualdad de Cauchy-Schwarz (en la demostración no se usa la definidad
positiva, solo la semidefinidad positiva). Aplicando (7.3), obtenemos que
k(M I − A)xk = sup |(M x − Ax, y)|
y∈S1 E

= sup |((x, y))|


y∈S1 E

≤ sup ((x, x))1/2 ((y, y))1/2


y∈S1 E
(7.20)
= sup (M x − Ax, x)1/2 (M y − Ay, y)1/2
y∈S1 E

≤ (M x − Ax, x)1/2 sup sup (M z − Az, y)1/2


z∈S1 E y∈S1 E

= (M x − Ax, x)1/2 kM I − Ak1/2


3 Un simple ejercicio usando la Proposición 3.10.

70
para todo x ∈ E. Sea (xn ) ⊆ S1 E tal que limn→∞ (Axn , xn ) = M . De (7.20) obtenemos que k(M I −A)xn k →
0 cuando n → ∞. Si M ∈ ρ(A) entonces xn = (M I − A)−1 (M I − A)xn → 0, una contradicción. Entonces
M ∈ σ(A).
Sustituyendo −A por A se obtienen las propiedades de m en la misma manera (ejercicio).

Corolario 7.47. Sea E un espacio de Hilbert y sea A ∈ L(E) simétrico. Si σ(A) = {0} entonces A = 0.

Prueba. La Proposición 7.46 implica que (Ax, x) = 0 para todo x ∈ E. Fijando y ∈ E se sigue para todo
x ∈ E que
2(Ay, x) = (Ax, y) + (Ay, x) = (A(x + y), x + y) − (Ax, x) − (Ay, y) = 0,
es decir, Ay = 0.

Teorema 7.48. Sea E un espacio de Hilbert con dim(E) = ∞ y sea K ∈ L(E) compacto. Se cumplen:

(a) 0 ∈ σ(K)

(b) dim N (λI − K) < ∞ para todo λ ∈ σp (K)\{0}

(c) σ(K)\{0} ⊆ σp (K)

(d) σ(K)\{0} consiste de puntos aislados en σ(K).

Prueba. (a) Si 0 ∈/ σ(K) entonces K es invertible en L(E) y entonces I = KK −1 es compacto, pero esto no
puede ocurrir por el Lema 7.33(c) ya que dim(E) = ∞ por hipótesis.
(b) Esto es una consecuencia del Teorema 7.42(a).
(c) Si λ ∈ σ(K)\{0} entonces λI − K no es biyectivo. Por el Teorema 7.42(d), N (λI − K) 6= {0} y por
lo tanto λ ∈ σp (K).
(d) Sea (λn ) ⊆ σ(K)\{0} tal que λm 6= λn para todo m 6= n, y tal que λn → λ. Es suficiente demostrar
que λ = 0. Razonemos por reducción al absurdo suponiendo que λ 6= 0. Entonces se cumple (7.14) del
Lema 7.41, es decir

λ̄ := inf |λn | > 0.


n∈N

Escogemos vectores propios xn de K correspondiente a λn y denotemos En := [x1 , x2 , x3 , . . . , xn ].


Demostraremos por inducción sobre n que { x1 , x2 , x3 , . . . , xn } son linealmente independientes: Como
x1 6= 0, {x1 } es linealmente independiente. Supongamos que { x1 , x2 , x3 , . . . , xn } son linealmente indepen-
dientes y que
Xn
xn+1 = αk xk (7.21)
k=1

con escalares αk . Se sigue que


n
X
Kxn+1 = λn+1 xn+1 = λn+1 αk xk
k=1
y
n
X
Kxn+1 = λk αk xk .
k=1

En consecuencia
n
X
(λk − λn+1 )αk xk = 0.
k=1

Como los vectores x1 , x2 , . . . , xn son linealmente independientes (λk − λn+1 )αk = 0. Como los λm son
distintos dos a dos, αk = 0 para todo k = 1, 2, . . . , n. Eso contradice que xn+1 6= 0 y (7.21). Por lo tanto no
se cumple (7.21) y { x1 , x2 , x3 , . . . , xn+1 } es linealmente independiente.

71
Es claro que se cumple (7.15) del Lema 7.41, es decir,
E1 ( E2 ( E3 ( . . . .
Si x ∈ En entonces
n
X
x= αk xk .
k=1
Por lo tanto,
n
X n−1
X
(λn I − K)x = (λn − λk )αk xk = (λn − λk )αk xk ∈ En−1 .
k=1 k=1
Entonces se cumple (7.16) del Lema 7.41, i.e.,
(λn I − K)(En ) ⊆ En−1 para todo n ≥ 2.
Como K es compacto, obtenemos una contradicción con el Lema 7.41 y por lo tanto λ = 0.
Nota 7.49. De (c) del teorema se sigue que σ(K)\{0} = σp (K)\{0}. Junto con la Proposición 7.45 los
puntos (a) y (d) implican que se cumple una de las siguientes alternativas:
(i) σ(K) = {0},
(ii) σ(K) es finito,
(iii) σ(K)\{0} consiste de una sucesión que converge a 0.
Teorema 7.50. Sea E un espacio de Hilbert separable y sea K ∈ L(E) simétrico y compacto. Entonces
existe una base Hilbertiana numerable de E formada por vectores propios de K.
Prueba. Denotemos λ0 := 0. Por la Nota 7.49 existe una sucesión (λn ) ⊆ R\{0} (tal vez finita o vacı́a) de
valores propios de K, diferentes dos a dos, tal que σ(K) = { λ0 , λ1 , λ2 , . . . }. Denotemos En := N (λn I − K)
para n ∈ N0 . Notemos que vectores propios correspondiente a valores propios diferentes son ortogonales, ya
que, si Kϕn = λn ϕn , entonces, como K es simétrico,
 
1 1 1 λm
(ϕn , ϕm ) = Kϕn , ϕm = (ϕn , Kϕm ) = (ϕn , λm ϕm ) = (ϕn , ϕm ) ,
λn λn λn λn
y como λλm
n
6= 1 (por ser diferentes dos a dos), necesariamente (ϕn , ϕm ) = 0 para toda n 6= m. En
consecuencia,
Em ⊥En , si m 6= n. (7.22)
Denotemos M
F := En
n∈N0

y probemos que F = E: Es claro que K(F ) ⊆ F . Si x ∈ F ⊥ , para todo y ∈ F se sigue que Ky ∈ F y por
lo tanto (y, Kx) = (Ky, x) = 0. Entonces K(F ⊥ ) ⊆ F ⊥ . El operador K e := K|F ⊥ es un operador compacto

simétrico en el espacio de Hilbert F . Además σ(K) = {0} porque, de lo contario, K
e e tendrı́a un valor

propio no cero y un vector propio x ∈ F . En consecuencia x también es un vector propio de K asociado a
un valor propio de K. Entonces x ∈ F , es decir que x = 0, lo cual lleva a una contradicción. Por lo tanto
e = {0}. Obtenemos por el Corolario 7.47 que K
σ(K) e = 0 y en consecuencia que F ⊥ ⊆ N (K) ⊆ E0 ⊂ F , es
⊥ ⊥
decir, F = {0}. Entonces E = F ⊕ F = F .
Denotemos por P la proyección ortogonal sobre E0 . Si S := { x1 , x2 , x3 , . . . } es denso en E, entonces
{ P x1 , P x2 , P x3 , . . . } es denso en E0 : Para x ∈ E0 existe una sucesión (yn ) ⊆ S tal que yn → x en E.
Como P es continuo, en consecuencia P yn → P x = x, y además (P yn ) ⊆ P (S) ⊆ E0 . Esto demuestra que
E0 es separable. Por el Teorema 7.8 existe una base Hilbertiana numerable para E0 . Para n ≥ 1 sabemos
del Teorema 7.48(b) que dim En < ∞ y que existe una base Hilbertiana finita para En . La unión de estas
bases de los subespacios En , n ∈ N0 , constituye una base Hilbertiana numerable de E por lo que hemos
demostrado arriba y por el Lema 7.4.

72
Capı́tulo 8

Encajes de espacios de Sobolev

Sean k ∈ N y α ∈ (0, 1). Denotamos por C k,α (Ω) al espacio (de Banach) de funciones diferenciables k veces
y cuyas derivadas de orden k son Hölder continuas en Ω (ver el Apéndice para la definición precisa y para
algunas propiedades).

8.0.1 El Teorema de Rellich-Kondrashov


Proposición 8.1. Sean a < b, Ω := (a, b) ⊆ R y p ∈ (1, ∞]. Para todo u ∈ W01,p (Ω) existe v ∈ C 0,1−1/p (Ω)
tal que u = v en c.t.p. Esto genera una inyección continua W01,p (Ω) ,→ C 0,1−1/p (Ω). Además, la inyección
W01,p (Ω) ,→ Lq (Ω) es compacta para todo q ∈ [1, ∞].
Prueba. Sea γ := 1 − p1 si p < ∞ y γ = 1 si p = ∞. Sea u ∈ Cc1 (Ω). Primero supongamos que p < ∞. Para
x, y ∈ Ω, x < y, se sigue que
Z y Z y Z y  p−1
p
Z y  p1
0 0 0 p
≤ ku0 kp |x − y|γ .

|u(x) − u(y)| = u (s) ds ≤
|u | ds ≤ 1 ds |u | ds
x x x x

En consecuencia,
[u]γ;Ω ≤ ku0 kp .
Para p = ∞ obtenemos, para a < x < y < b, que

|u(x) − u(y)| ≤ ku0 k∞ |x − y|

y entonces
[u]1;Ω ≤ ku0 k∞ .
En ambos casos, por (2.18) y por el Lema 2.19,

kuk∞ ≤ C1 ku0 k1 ≤ C2 ku0 kp para toda u ∈ Cc1 (Ω),

para algunas constantes C1 > 0 y C2 > 0. Por lo tanto, existe una constante C > 0 tal que

kukC 0,γ (Ω) ≤ CkukW 1,p (Ω) para toda u ∈ Cc1 (Ω). (8.1)

Si u ∈ W01,p (Ω) entonces existe (un ) ⊆ Cc∞ (Ω) tal que un → u en W 1,p (Ω); en particular,

un → u en Lp (Ω). (8.2)

La desigualdad (8.1) implica que (un ) es una sucesión de Cauchy en C 0,γ (Ω), un espacio de Banach. Entonces
un → v en C 0,γ (Ω) para un v ∈ C 0,γ (Ω). Como

C 0,γ (Ω) ,→ C(Ω) ,→ Lp (Ω)

73
continuamente, entonces
un → v en Lp (Ω).
En consecuencia (8.2) implica que u = v en c.t.p. Por la identificación de funciones en W 1,p (Ω) que coinciden
en c.t.p., u ∈ C 0,1−1/p (Ω), es decir, W01,p (Ω) ⊆ C 0,1−1/p (Ω). Observando que
kun kC 0,γ (Ω) → kukC 0,γ (Ω) y kun kW 1,p (Ω) → kukW 1,p (Ω)

cuando n → ∞, (8.1) se cumple para todo u ∈ W01,p (Ω), y esta inyección es continua.
Para γ ∈ (0, 1] cada función en C 0,γ (Ω) es continua uniformemente, y esta continuidad uniforme solo
depende de una cota para k · kC 0,γ (Ω) . En consecuencia el teorema de Arzelà-Ascoli implica que la inyección
C 0,γ (Ω) ,→ C(Ω) es compacta. Obtenemos que
W01,p (Ω) ,→ C 0,γ (Ω) ,→ C(Ω) ,→ Lq (Ω)
compacto

con inyecciones continuas. Como una composición de operadores lineales continuos con un operador lineal
compacto es compacta, se sigue la compacidad de W01,p (Ω) ,→ Lq (Ω).
Recordemos que
Np
p∗ :=
N −p
es el exponente crı́tico de Sobolev. Si Ω es acotado, si p ∈ [1, N ) y q ∈ [1, p∗ ] el Corolario 2.27 implica que
W01,p (Ω) ,→ Lq (Ω). Como análogo a la Proposición 8.1 nos interesa estudiar la compacidad de esta inclusión
también.
Teorema 8.2 (Rellich-Kondrashov). Sea Ω ⊆ RN un dominio acotado, sea p ∈ [1, N ) y sea q ∈ [1, p∗ ).
Entonces la inyección W01,p (Ω) ,→ Lq (Ω) es compacta.
Prueba. En esta demostración C denota varias constantes positivas que no dependen de ε ni de n. Primero
supongamos que (un ) ⊆ Cc∞ (Ω) cumple que
kun kW 1,p (Ω) ≤ C para toda n ∈ N. (8.3)
Extendemos un a R N
por 0 y definimos uεn ∈ Cc∞ (RN ) por
Z
uεn (x) := ηε ∗ un = ηε (x − y)un (y) dy,
RN

donde ηε es la función dada en la Definición 2.1.


Fijamos un dominio acotado V ⊆ RN tal que Ω ⊆ V . Se sigue que
sop(uεn ) ⊆ V para toda ε < ε0 := dist(Ω, ∂V ). (8.4)
Probemos que
uεn → un en Lq (V ) cuando ε → 0, uniformemente en n. (8.5)
Fijamos x ∈ V , entonces
Z
|uεn (x)

− un (x)| =
ηε (x − y)(un (y) − un (x)) dy
N
ZR

= ηε (y)(un (x − y) − un (x)) dy
N
ZR Z 1

= ηε (y) Dun (x − sy)[y] ds dy

Uε (0) 0
Z Z 1
≤ε ηε (y) kDun (x − sy)k ds dy.
Uε (0) 0

74
Integrando esta expresión sobre V obtenemos que
Z Z Z Z 1
|uεn (x) − un (x)| dx ≤ ε ηε (y) kDun (x − sy)k ds dy dx
V V Uε (0) 0
Z 1Z Z
=ε ηε (y) kDun (x − sy)k dx dy ds
0 Uε (0) V
Z 1 Z
≤ εkDun k1 ηε (y) dy ds
0 Uε (0)

= εkDun k1 ,

y entonces, por (8.3),


kuεn − un k1 ≤ Cε, ∀n ∈ N para toda ε ∈ (0, ε0 ). (8.6)
Por otro lado, el Corolario 2.27 implica que

kun kp∗ ≤ C para toda n ∈ N. (8.7)

Luego, por la desigualdad de Hölder,


Z
ε
|un (x)| ≤ ηε (x − y)|un (y)| dy
N
ZR
p∗ −1 1
= ηε (x − y) p∗ ηε (x − y) p∗ |un (y)| dy
RN
Z  p∗p−1

Z  p1∗

≤ ηε (x − y) dy ηε (x − y)|un (y)|p dy
RN RN
Z  p1∗

= ηε (x − y)|un (y)|p dy
RN

para n ∈ N. Entonces, para todo ε ∈ (0, ε0 ),


Z
∗ ∗
kuεn kpp∗ = |uεn (x)|p dx
N
ZR Z

≤ ηε (x − y)|un (y)|p dy dx
N N
ZR R Z
p∗
≤ |un (y)| ηε (x − y) dx dy
N RN
ZR

= |un (y)|p dy
RN

= kun kpp∗ .

Junto con (8.7) obtenemos que

kuεn − un kp∗ ≤ C para todo ε ∈ (0, ε0 ), n ∈ N. (8.8)

Ahora usaremos un argumento de interpolación: como 1/p∗ < 1/q ≤ 1, entonces existe θ ∈ (0, 1] tal que
1 1
= θ + (1 − θ) ∗ .
q p
En consecuencia,
1 p∗
≥1 y ≥ 1.
θq (1 − θ)q

75

Usando la desigualdad de Hölder, notemos que, para v ∈ Lp (V ),
Z
kvkqq = |v(x)|q dx
V
Z
= |v(x)|θq |v(x)|(1−θ)q dx
V
Z θq Z  (1−θ)q
p∗
p∗
≤ |v(x)| dx |v(x)| dx
RN RN
(1−θ)q
= kvkθq
1 kvkLp∗ (V ) .

Aplicando esto a uεn − un y usando (8.6) y (8.8) obtenemos que


kuεn − un kq ≤ kuεn − un kθ1 kuεn − un k1−θ
Lp∗ (V )
≤ Cεθ para toda n ∈ N y toda ε ∈ (0, ε0 ). (8.9)

Por lo tanto (8.5) se cumple.


Probemos ahora que
para toda ε ∈ (0, ε0 ) la sucesión (uεn )n es acotada y equicontinua uniformemente. (8.10)
Fijando ε ∈ (0, ε0 ) y x ∈ RN , y utilizando (8.7) y el Lema 2.19, observamos que
Z
ε C
|un (x)| ≤ ηε (x − y)|un (y)| dy ≤ kηε k∞ kun k1 ≤ N < ∞ para todo n ∈ N.
RN ε
Se sigue que kuεn k∞ es acotada cuando n → ∞. Similarmente, para todo i = 1, 2, . . . , N ,
Z
ε C
|∂i un (x)| ≤ |∂i ηε (x − y)| |un (y)| dy ≤ k∂i ηε k∞ kun k1 ≤ N +1 < ∞ para todo n ∈ N.
RN ε
Se sigue que kDuεn k∞ es acotada cuando n → ∞. Como uεn ∈ Cc∞ (RN ), estas observaciones implican
(8.10). Entonces, por el Teorema de Arzela-Ascoli, existe una subsucesión de (uεn )n la cual es convergente
uniformemente en C(V ). Usando un proceso diagonal, pasamos a una subsucesión de (un ) tal que, para todo
1/k
k ∈ N, la sucesión (un )n converge en C(V ).
Demostremos que esta subsucesión (un ) converge en Lq (Ω). Sea δ > 0. Entonces existe k ∈ N tal que
1/k
1/k < ε0 y tal que kun − un kq ≤ δ/3 para todo n ∈ N, por (8.9). Además, por (8.10), existe n0 ∈ N tal
1/k 1/k
que kum − un kq ≤ δ/3 para todo m, n ≥ n0 . Se sigue que, para todo m, n ≥ n0 ,
kum − un kq ≤ kum − u1/k 1/k 1/k 1/k
m kq + kum − un kq + kun − un kq ≤ δ.

Entonces (un ) es una sucesión de Cauchy en Lq (V ), es decir, (un ) converge en Lq (Ω).


Para finalizar la demostración usaremos un argumento de densidad: supongamos que (un ) ⊆ W01,p (Ω)
cumple (8.3). Existen funciones vn ∈ Cc∞ (Ω) tal que kun − vn kW 1,p (Ω) ≤ 1/n para todo n ∈ N. Entonces
también kvn kW 1,p (Ω) es acotada cuando n → ∞ y lo que hemos probado antes implica que, pasando a una
subsucesión, se cumple que vn → u en Lq (Ω) con una función u ∈ Lq (Ω). Se sigue que
kun − ukq ≤ kun − vn kq + kvn − ukq → 0 cuando n → ∞.

Corolario 8.3. Sea Ω ⊆ RN un dominio acotado. Entonces la inyección H01 (Ω) ,→ L2 (Ω) es compacta.
Prueba. Caso N ≥ 3: Esto es una consecuencia directa del Teorema 8.2.
Caso N = 2: Elijamos q ∈ (1, 2). Se sigue que q ∗ = 2q/(2−q) > 2. Usando el Lema 2.19 y el Teorema 8.2
obtenemos inyecciones
H01 (Ω) ,→ W01,q (Ω) ,→ L2 (Ω).
compacto

Caso N = 1: Es consecuencia de la Proposición 8.1.

76
Capı́tulo 9

La Alternativa de Fredholm para


Ecuaciones

Sea Ω ⊆ RN un dominio acotado. Sea L un operador diferencial parcial formal de forma divergencia, es
decir,
N
X N
X
L u := − ∂j (aij ∂i u) + bi ∂i u + cu,
i,j=1 i=1
ij i ∞ ij ji
donde a , b , c ∈ L (Ω) y a = a para i, j ∈ { 1, 2, 3, . . . , N }. Recordemos que la forma bilineal asociada
a L es
N
Z X N
X 
ij i
B[u, v] := a ∂i u ∂j v + b ∂i u v + cuv dx, u, v ∈ H01 (Ω). (9.1)
Ω i,j=1 i=1

Sea

γ ≥ 0 dada por el Teorema 6.7.

Definimos Bµ ∈ L(H01 (Ω), R) por Bµ [u, v] := B[u, v] + µ(u, v)2 donde µ ≥ γ y γ ≥ 0 es la constante dada
por la Proposición 6.5. Entonces, la formulación débil de la ecuación

Lµ u = f en Ω, u=0 sobre ∂Ω,

donde f ∈ L2 (Ω) es
Bµ [u, v] = (f, v)2 para todo v ∈ H01 (Ω). (9.2)
Sea

E := H01 (Ω).

Podemos definir un operador Lµ ∈ L(E, E 0 ) dado por

Lµ u := Bµ [u, ·] (9.3)

y el Teorema 5.2 implica que Lµ es un isomorfismo, es decir, Lµ es invertible y L−1 0


µ ∈ L(E , E).
Sea

V := L2 (Ω)

y sea η la inclusión de E en V ; en particular,

η ∈ L(E, V ) cumple que kηkL(E,V ) ≤ 1.

77
La inclusión η es un elemento fundamental en la construcción que realizaremos, pues será el que nos garantice
la compacidad de nuestros operadores. Definimos

ϑ : V → E0 dada por hϑu, vi := (u, ηv)V para toda v ∈ E.

El operador ϑ le asigna a un elemento u ∈ V un elemento del dual E 0 . Podrı́amos decir que ϑ está
“dualizando” al elemento u al asignarle un “representante natural” en E 0 .
Notemos que
|hϑu, vi| ≤ kukV kηvkV ≤ kukV kvkE ,
por lo tanto ϑu ∈ E 0 satisface que kϑukE 0 ≤ kukV . Por eso ϑ ∈ L(V, E 0 ) y kϑkL(V,E 0 ) ≤ 1. Obtenemos un
diagrama
η ϑ
E −→ V −→ E 0 . (9.4)
Estamos listos para construir al operador compacto que nos permitirá aplicar la Alternativa de Fredholm
(Corolario 7.43) para garantizar la existencia de soluciones débiles a problemas elı́pticos generales. Este
operador compacto consta de tres ingredientes:
(a) el “dualizador”: ϑ : V → E 0 ,
(b) el isomorfismo dado por el Teorema de Lax-Milgram: L−1 0
µ : E → E,

(c) el encaje compacto: η : E → V .


Ası́, definimos al operadore de Green asociado a Lµ por

GLµ := η ◦ L−1
µ ◦ ϑ : V → V. (9.5)

Como η es compacto por el Corolario 8.3, el operador de Green GLµ = ηL−1


µ ϑ ∈ L(V ) es compacto.

Para poder aplicar la Alternativa de Fredholm (Corolario 7.43), necesitamos saber cómo expresar a G∗Lµ ,
el operador adjunto de GLµ . Para ello, definimos B ∗ ∈ L2 (E, R) dado por

B ∗ [u, v] := B[v, u], u, v ∈ E, (9.6)

y L∗ ∈ L(E, E 0 ) por
L∗ u := B ∗ [u, ·] = B[·, u]. (9.7)
ij ji
Usando que a = a , tenemos que
N
X N
X
∗ ∗ ij
hL u, vi = B [u, v] = B[v, u] = (a ∂i v, ∂j u)V + (bi ∂i v, u)V + (cv, u)V
i,j=1 i=1
N
X N
X
ij
= (∂i v, a ∂j u)V + (∂i v, bi u)V + (v, cu)V
i,j=1 i=1
N
X N
X
= (aij ∂i u, ∂j v)V + (bi u, ∂i v)V + (cu, v)V .
i,j=1 i=1

Definición 9.1. El operador formal L ∗ adjunto a L se define por


N
X N
X
L ∗ u := − ∂j (aij ∂i u) − ∂i (bi u) + cu. (9.8)
i,j=1 i=1

Si f ∈ L2 (Ω), entonces una función u ∈ H01 (Ω) que cumple

B ∗ [u, v] = (f, v)V para todo v ∈ H01 (Ω) (9.9)

78
es una solución débil de la ecuación (
L ∗ u = f, x ∈ Ω,
(9.10)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω,
la ecuación adjunta de (
L u = f, x ∈ Ω,
(9.11)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω,

Definimos Bµ∗ := B ∗ + µ(·, ·)V para µ ≥ γ. Como B ∗ [u, u] = B[u, u], se sigue que

Bµ∗ [u, u] ≥ αkuk2E para todo u ∈ E. (9.12)

Entonces, por el Teorema 6.7, el operador L∗µ ∈ L(E, E 0 ), dado por

L∗µ u := Bµ∗ [u, ·] = B[·, u] + µ(u, ·)V ,

es un isomorfismo. La Proposición 9.2 siguiente nos garantiza que

G∗Lµ = GL∗µ := η ◦ (L∗µ )−1 ◦ ϑ, (9.13)

es decir, el operador adjunto de GLµ ∈ L(V ) es GL∗µ ∈ L(GL∗µ ).


Proposición 9.2. Los operadores de Green GLµ y GL∗µ son adjuntos en L(V ), es decir, G∗Lµ = GL∗µ .
Prueba. La definición de Lµ y L∗µ implica que

Bµ [u, v] = hLµ u, vi = hL∗µ v, ui para todo u, v ∈ E. (9.14)

En consecuencia,

B[L−1 ∗ −1
µ f, w] = hf, wi = Bµ [w, (Lµ ) f] para todo f ∈ E 0 , w ∈ E. (9.15)

Para u, v ∈ V calculamos

(GLµ u, v)V = (v, GLµ u)V


= (v, ηL−1
µ ϑu)V definición de GLµ
= hϑv, L−1
µ ϑui definición de ϑ
= Bµ [Lµ ϑu, (L∗µ )−1 ϑv]
−1
(9.15) con f = ϑu y w = (L∗µ )−1 ϑv
= hϑu, (L∗µ )−1 ϑvi (9.15) con f = ϑu y w = (L∗µ )−1 ϑv
= (u, η(L∗µ )−1 ϑv)V definición de ϑ
= (u, GL∗µ v)V definición de GL∗µ ,

que es lo que querı́amos demostrar.


Teorema 9.3. Se cumple exactamente una de las alternativas:
(i) Para todo f ∈ L2 (Ω) cada una de las ecuaciones (9.11) y (9.10) posee solución débil única.
(ii) Las ecuaciones homogéneas (
L u = 0, x ∈ Ω,
(9.16)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω.
y (
L ∗ u = 0, x ∈ Ω,
(9.17)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω.

79
poseen soluciones (débiles) no triviales. En este caso los espacios de soluciones de ambas ecuaciones
son de dimensión finita igual. Para f ∈ L2 (Ω) la ecuación (9.11) tiene una solución (no única) si y
sólo si (f, u)2 = 0 para todas soluciones débiles u de (9.17). La ecuación (9.10) tiene una solución (no
única) si y sólo si (f, u)2 = 0 para todas soluciones débiles u de (9.16).
Prueba. Seguimos usando E = H01 (Ω) y V = L2 (Ω). Definimos η ∈ L(E, V ) como la inyección, la cual es
compacta por el Corolario 8.3.
Sea γ ≥ 0 dada por el Teorema 6.7 para L y fijamos

µ > γ ≥ 0.

Si f ∈ V , entonces se sigue que u ∈ E es solución débil de (9.11) si y sólo si

Bµ [u, v] = (f + ηµu, ηv)V = hϑ[f + ηµu], vi para todo v ∈ E,

es decir, ϑ[f + µηu] = Lµ u. Equivalentemente, GLµ [f + µηu] = ηu o

(I − K)[ηu] = g, donde K := µGLµ ∈ L(V ) es compacto y g := GLµ f ∈ V .

Como R(GLµ ) ⊆ R(η) y η es inyectivo,

η : E → R(η) = E es una biyección lineal entre soluciones débiles de (9.11) y soluciones


(9.18)
v ∈ V de (I − K)v = g.

Por la Proposición 9.2,


K ∗ = µGL∗µ . (9.19)
En consecuencia, se sigue análogamente que

η es una biyección lineal entre soluciones débiles de (9.10) y soluciones v ∈ V de


(9.20)
(I − K ∗ )v = g.

Como K es compacto, el Teorema 7.42 sobre la alternativa de Fredholm implica que si no se cumple (i),
los núcleos de I − K y I − K ∗ tienen la misma dimensión positiva. Sea f ∈ V y g = GLµ f . Por la segunda
alternativa del Teorema 7.42, g ∈ R(I − K) si y sólo si g ∈ N (I − K ∗ )⊥V ; es decir, si y sólo si

0 = µ(g, v)V = (Kf, v)V = (f, K ∗ v)V = (f, v)V para todo v ∈ N (I − K ∗ ).

Aquı́ hemos usado µ > 0. Como R(K ∗ ) = R(GL∗µ ) ⊆ R(η), entonces (9.11) tiene solución débil si y sólo si
(f, u)2 = 0 para todas soluciones débiles u de (9.10). El resto se sigue análogamente.

80
Capı́tulo 10

El Espectro de Operadores
Diferenciales

Teorema 10.1. Sea Σ el conjunto de λ ∈ R tal que


(
Lu = λu, x ∈ Ω,
(10.1)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω

tiene una solución débil en H01 (Ω)\{0}. Entonces


(a) Σ no tiene punto de agregación. En consecuencia Σ es numerable. Si Σ no es finito entonces Σ =
{ λ1 , λ2 , . . . } donde λ1 ≤ λ2 ≤ λ3 ≤ . . . y λn → ∞ cuando n → ∞.
(b) Si λ ∈ R\Σ entonces (
Lu − λu = f, x ∈ Ω,
(10.2)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω

tiene solución débil única para todo f ∈ L2 (Ω).


El conjunto Σ es el espectro de la ecuación (10.1).
Nota 10.2. Cada valor propio aparece k veces en la sucesión de los λn , donde k es la dimensión del espacio
de funciones propias correspondiente al valor propio.
Demostración del Teorema 10.1. Usemos la notación de la demostración del Teorema 9.3. Podemos suponer
que µ > 0. Recordemos que K ∈ L(V ) es compacto.
(a) Si λ ∈ Σ y si u 6= 0 es una solución débil de (10.1), entonces

0 < αkuk2E ≤ Bµ [u, u] = (λ + µ)(ηu, ηu)V = (λ + µ)kuk22 .

Se sigue que
λ+µ>0 para todo λ ∈ Σ. (10.3)
Por (9.18) η es una biyección lineal entre las soluciones débiles u ∈ E de (10.1) y las soluciones v ∈ V de

λ
(I − K)v = Kv,
µ
o equivalentemente de  
µ
I − K v = 0. (10.4)
λ+µ

81
Se sigue que
µ
∈ σ(K)\{0}. (10.5)
λ+µ
Inversamente, sea s ∈ σ(K)\{0}. Como K es compacto, existe un vector propio v ∈ V \{0} de K para el
valor propio s. Calculemos con u := L−1
µ ϑv:

skvk2V = (Kv, v)V = µ(ηL−1 −1


µ ϑv, v)V = µhϑv, Lµ ϑvi

= µhLµ u, ui = µBµ [u, u] ≥ µαkuk2E > 0

y obtenemos s > 0. Con λ := µ(1 − s)/s se sigue que


µ
s= .
λ+µ

Además, usando la equivalencia de (10.4) con (10.1), se obtiene λ ∈ Σ. Entonces, λ 7→ µ/(λ + µ) es una
biyección entre Σ y σ(K)\{0} con inversa s 7→ µ(1 − s)/s. En seguida,
 
µ(1 − s)
Σ=
s s ∈ σ(K)\{0} . (10.6)

Si σ(K)\{0} es infinito, entonces consiste de una sucesión (sn ) ⊆ (0, ∞) tal que sn → 0. Por (10.6) Σ
consiste de una sucesión λn tal que λn → ∞.
(b) Sea λ ∈ R\Σ. La demostración de la parte (a) implica que
µ
∈ ρ(K). (10.7)
λ+µ

Por (9.18) η es una biyección lineal entre las soluciones débiles u ∈ E de (10.2) y de soluciones v ∈ V de

1
(I − K)v = (λKv + Kf ),
µ
o equivalentemente, de  
µ 1
I −K v = Kf. (10.8)
λ+µ λ+µ
Entonces (10.7) implica la afirmación.

Teorema 10.3. Sean aij , bi , c ∈ L∞ (Ω) y L un operador elı́ptico de forma divergencia con espectro Σ como
en el Teorema 10.1.

(a) Existe una constante C > 0 tal que

kukH01 (Ω) ≤ C(kuk2 + kf k2 ) (10.9)

para todo f ∈ L2 (Ω) y todas soluciones débiles u ∈ H01 (Ω) de (9.11).

(b) Si λ ∈ R\Σ entonces existe una constante C > 0 tal que

kukH01 (Ω) ≤ Ckf k2 (10.10)

para todo f ∈ L2 (Ω) y la solución débil única u ∈ H01 (Ω) de (10.2).

Prueba. Usemos la notación de la demostración del Teorema 9.3 otra vez, suponiendo que µ ≥ γ y µ > 0.
Es claro que
kηkL(E,V ) , kϑkL(V,E 0 ) ≤ 1. (10.11)

82
(a) Sean f ∈ V y u ∈ E una solución débil de (9.11). Por la discusión antes de (9.18) sabemos que
u = L−1
µ ϑ[f + µηu] y entonces

kukE ≤ kL−1
µ kL(E 0 ,E) kϑkL(V,E 0 ) (µkηukV + kf kV ).

Usemos (10.11) y pongamos C := kL−1 µ kL(E 0 ,E) max{1, µ}. Este C no depende de f ni de u y entonces
concluimos.
(b) Sea λ ∈ R\Σ, sea f ∈ V y sea u una solución débil de (10.2). La ecuación (10.8) implica que
 −1
µ 1
ηu = I −K Kf
λ+µ λ+µ
y entonces que
kηukV ≤ Ckf kV
con una constante C > 0 que no depende de f ni de u. Junto con la parte (a) concluimos.

Teorema 10.4. Sean aij , c ∈ L∞ (Ω) y L un operador elı́ptico de forma divergencia


N
X
Lu = − ∂j (aij ∂i u) + cu.
i,j=1

Entonces Σ = { λ1 , λ2 , λ3 , . . . } con λ1 ≤ λ2 ≤ λ3 ≤ . . . y existen soluciones débiles φn ∈ H01 (Ω) de


(
Lφn = λn φn , x ∈ Ω,
(10.12)
φn = 0, x ∈ ∂Ω

tales que {φn } es una base Hilbertiana de L2 (Ω).


Además, si c ≥ 0, entonces λ1 > 0.

Prueba. Seguimos usando la notación de la prueba del Teorema 9.3. Como L = L∗ y B = B ∗ , el operador de
Green es simétrico: G∗Lµ = GL∗µ = GLµ . Por (9.18) η es una biyección lineal entre las soluciones de (10.12)
y de  
µ
I − K v = 0. (10.13)
λn + µ
En consecuencia, el Teorema 7.50 implica la existencia de funciones vn que son funciones propias de K
correspondiente a los valores propios µ/(λn + µ) de K y que dan una base Hilbertiana de V . Esto implica
la primera afirmación.
Si c ≥ 0 y si φ1 es una función propia correspondiente a λ1 , entonces por la Nota 6.6

0 < Ckφ1 k2E ≤ B[φ, φ] = λ1 kφ1 k22 ,

es decir, λ1 > 0.

Ejemplos 10.5. (a) En Ω := (0, 1) ⊆ R consideramos el problema de valores propios


(
−u00 = λu en Ω
(10.14)
u=0 en ∂Ω.

La teorı́a de ecuaciones diferenciales ordinarias nos garantiza que los valores propios son λn = π 2 n2 y las
funciones propias φn (x) = sin(πnx), para n ∈ N. Esto implica que los φn forman una base Hilbertiana
de L2 (Ω). El operador de Green correspondiente está dado en la tarea 6, ejercicio 12, como un operador
integral.

83
(b) En Ω := (0, 1) × (0, 1) ⊆ R2 consideramos el problema de valores propios
(
−∆u = λu en Ω
(10.15)
u=0 en ∂Ω.

El ”¡Ansatz”¿ u(x, y) = v(x)w(y) produce los valores propios λm,n := π 2 (m2 + n2 ) y las funciones
propias φm,n (x, y) := sin(πmx) sin(πny). Se puede demostrar que estos son todos valores propios y
funciones propias, es decir, los φm,n forman una base Hilbertiana de L2 (Ω).

10.1 Propiedades de Soluciones


10.1.1 Regularidad
Teorema 10.6 (Desigualdad de Morrey). Sean N < p ≤ ∞. Entonces existe C > 0 tal que para todo
u ∈ C 1 (RN ) se cumple
kukC 0,γ ≤ kukW 1,p (RN ) ,
donde γ := 1 − N/p.
Prueba. Véase la demostración de ”¡Theorem 4”¿ en la sección 5.6 de ”¡Lawrence C. Evans: Partial Differ-
ential Equations”¿.
Corolario 10.7. Si Ω ⊆ RN es acotado, entonces existe la inclusión continua W01,p (Ω) ,→ C 0,γ (Ω).
Prueba. Similar como la segunda parte de la demostración de la Proposición 8.1.
Definición 10.8. Sea Ω ⊆ RN abierto y acotado. Ω es de clase C 1 si existe f ∈ C 1 (RN ) tal que Ω =
f −1 ((−∞, 0)), ∂Ω = f −1 (0) y ∇f 6= 0 en ∂Ω.
Nota 10.9. Ω es de clase C 1 si y sólo si para todo z ∈ ∂Ω existe un subespacio X de RN de dimensión N −1,
una vecindad U de 0 en X, una vecindad V de 0 en X ⊥ , y una función h ∈ C 1 (U ) tal que (identificando X ⊥
con R)

Ω ∩ (z + U + V ) = z + { x + s | x ∈ U, s ∈ V, s < h(x) },
∂Ω ∩ (z + U + V ) = z + { x + s | x ∈ U, s ∈ V, s = h(x) }.

Informalmente: Localmente ∂Ω es la gráfica de una función que es C 1 , y Ω sólo está en un lado de ∂Ω.
Si α ∈ R, entonces denotamos por bαc el piso de α y por dαe el techo de α:

bαc := max{ z ∈ Z | z ≤ α },
dαe := min{ z ∈ Z | z ≥ α }.

Se tiene que bαc, dαe ∈ Z y


α − 1 < bαc ≤ α,
(10.16)
α ≤ dαe < α + 1
caracterizan estos números.
Teorema 10.10 (Sin prueba). Sean N ∈ N, k ∈ N0 , p ∈ [1, ∞], y sea Ω ⊆ RN abierto, acotado, y de clase
C 1 . Además supongamos que
N
k> (10.17)
p
y definimos (l m
N N
p − p si Np ∈
/N
γ :=
N
cualquier numero en (0, 1) si p ∈ N.

84
Entonces existe un encaje continuo

W k,p (Ω) ,→ C k−b p c−1,γ (Ω).


N

Prueba. Los capı́tulos 5.3, 5.4 y 5.6 en el libro de Evans.

1,p
Definimos los espacios Wloc (Ω) análogamente como Lploc (Ω), véase la Sección 2.1.2. Supongamos que L
es un operador elı́ptico de forma divergencia, con la función bilineal B asociada, ahora mas generalmente
definida sobre H 1 (Ω). Si f ∈ L2 (Ω) y u ∈ H 1 (Ω), entonces decimos que u es una solución débil de Lu = f
en Ω si
B[u, φ] = (f, φ)2 para todo φ ∈ Cc∞ (Ω). (10.18)

Definición 10.11. Sea Ω ⊆ R abierto. Escribimos U ⊂⊂ Ω si U ⊆ R es abierto y acotado, y si U ⊆ Ω.

Teorema 10.12. Sean aij ∈ CB1 (Ω), bi , c ∈ L∞ (Ω) y f ∈ L2 (Ω). Sea u ∈ H 1 (Ω) una solución débil de

Lu = f en Ω. (10.19)

2
Entonces u ∈ Hloc (Ω). Si U ⊂⊂ Ω, entonces existe C > 0 que no depende de u tal que

kukH 2 (U ) ≤ C(kukL2 (Ω) + kf kL2 (Ω) ). (10.20)

Prueba. ”¡Theorem 1”¿ de la sección 6.3 en el Evans.

Nota 10.13. El resultado implica que u cumple

Lu
e =f en c.t.p. de Ω, (10.21)

donde L
e es el operador de forma no divergencia relacionado con L.

Teorema 10.14. Sean m ∈ N, aij , bi , c ∈ CBm+1 (Ω) y f ∈ H m (Ω). Si u ∈ H 1 (Ω) es una solución débil de
m+2
Lu = f en Ω, entonces u ∈ Hloc (Ω). Además, si U ⊂⊂ Ω, entonces existe C > 0 que no depende de u tal
que
kukH m+2 (U ) ≤ C(kukL2 (Ω) + kf kH m (Ω) ). (10.22)

Prueba. Utilicemos inducción sobre m. Am sea la afirmación del teorema para un m. A0 está contenido en
el Teorema 10.12. Entonces supongamos que valen A0 , A1 , A2 , . . . , Am y demostremos que vale Am+1 .
Sean
aij , bi , c ∈ CBm+2 (Ω), f ∈ H m+1 (Ω) (10.23)
m+3
y u ∈ H 1 (Ω) una solución débil de Lu = f en Ω. Demostremos que u ∈ Hloc (Ω). Si U ⊂⊂ Ω, entonces
también demostremos
kukH m+3 (U ) ≤ C(kukL2 (Ω) + kf kH m+1 (Ω) ). (10.24)

Existe V ⊆ RN abierto tal que U ⊂⊂ V ⊂⊂ Ω. Por Am se cumplen


m+2
u ∈ Hloc (Ω) (10.25)

y
kukH m+2 (V ) ≤ C(kukL2 (Ω) + kf kH m (Ω) ). (10.26)

85
Fijamos un multiı́ndice α tal que |α|1 = m + 1. Para cualquier φ ∈ Cc∞ (V ) definimos φ̃ := (−1)|α|1 ∂ α φ ∈
Cc∞ (V ). Ponemos ũ := ∂ α u. Como u es solución débil, se sigue que
0 = B[u, φ̃] − (f, φ̃)2
 
Z X X  Z
= (−1)|α|1  aij ∂i u∂j ∂ α φ + bi ∂i u + cu ∂ α φ dx − (−1)|α|1 f ∂ α φ dx
V ij i V
 
Z X X 
=  aij ∂i ∂ α u∂j φ + bi ∂i ∂ α u + c∂ α u φ dx
V ij i
Z X α X
α
− ∂ f− − ∂j (∂ α−β aij ∂ β ∂i u)
V β ij
β≤α
β6=α

X !
α−β i β α−β β
+ ∂ b ∂ ∂i u + ∂ c∂ u φ dx
i

= B[ũ, φ] − (f˜, φ)2 ,


con
X α X X 
f˜ = ∂ α f − − ∂j (∂ α−β aij ∂ β ∂i u) + ∂ α−β bi ∂ β ∂i u + ∂ α−β c∂ β u .
β ij i
β≤α
β6=α

Por (10.23), (10.25) y (10.26) se tiene que f˜ ∈ L2 (V ) y


kf˜kL2 (V ) ≤ C(kukL2 (Ω) + kf kH m+1 (Ω) ). (10.27)
En seguida, ũ ∈ H 1 (V ) es una solución débil de Lũ = f˜. A0 implica que ũ ∈ Hloc
2
(V ), y junto con (10.26) y
(10.27) se obtiene que
kũkH 2 (U ) ≤ C(kũkL2 (V ) + kf˜kL2 (V ) )
(10.28)
≤ C(kukL2 (Ω) + kf kH m+1 (Ω) ).
Esta desigualdad se cumple para todo α con |α|1 = m + 1. Por tanto u ∈ H 3 (U ) y se cumple (10.24).

Teorema 10.15. Sean aij , bi , c, f ∈ CB (Ω). Si u ∈ H 1 (Ω) es una solución débil de Lu = f , entonces

u ∈ C (Ω).
m
Prueba. El Teorema 10.14 implica que u ∈ Hloc (Ω) para todo m ∈ N. El Teorema 10.10 implica que
k
u ∈ C (Ω) para todo k ∈ N.
Regresamos al problema con valores en la frontera
(
Lu = f, x ∈ Ω,
(10.29)
u(x) = 0, x ∈ ∂Ω.
Con otro método se puede obtener un resultado mejor sobre la regularidad y existencia de una solución
clásica, véase el Libro ”¡Elliptic Partial Differential Equations of Second Order”¿ de Gilbarg y Trudinger.
Un resultado que se obtiene es:
Teorema 10.16 (sin prueba). Sean Ω de clase C 2 , γ ∈ (0, 1], aij ∈ C 1,γ (Ω) y bi , c, f ∈ C 0,γ (Ω). Sea L un
operador elı́ptico de forma divergencia y L e el operador de forma no divergencia asociado con L. Entonces
toda solución débil u ∈ H0 (Ω) de (10.29) satisface u ∈ C 2 (Ω) ∩ C(Ω) y es una solución clásica de
1
(
Lu
e = f, en Ω,
(10.30)
u = 0, en ∂Ω.

86
Apéndice A

Otros espacios de funciones

A.0.1 Espacios de Funciones Diferenciables


Definición A.1. Sean X un espacio métrico y E un espacio de Banach.

C(X, E) := { u : X → E | u es continuo }
CB (X, E) := { u : X → E | u es continuo y acotado }.

El espacio CB (X, E) con la norma kuk∞ := supx∈X ku(x)kE es un espacio de Banach. Si E = R, entonces
escribimos C(X) y CB (X) en lugar de C(X, R) y CB (X, R).

Nota A.2. Si X es compacto, entonces C(X, E) = CB (X, E).

Definición A.3. Sea Ω ⊆ RN abierto. Definimos para n ∈ N0

C n (Ω) := { u : Ω → R | u es diferenciable continuamente n veces en Ω }


CBn (Ω) := { u ∈ C n (Ω) | ∂ α u es acotado para |α|1 ≤ n }
C n (Ω) := { u ∈ C n (Ω) | ∂ α u tiene una extensión continua a Ω para |α|1 ≤ n }
CBn (Ω) := { u ∈ CBn (Ω) | ∂ α u tiene una extensión continua a Ω para |α|1 ≤ n }

Para cada una de las cuatro definiciones arriba también definimos



\
C∗∞ (∗) := C∗n (∗).
n=0

Ahora definamos al conjunto M(N, m, n) de multiı́ndices N -dimensionales con orden entre m y n:

M(N, m, n) := { α ∈ NN
0 | m ≤ |α|1 ≤ n }.

Denotemos M(N, n) := M(N, n, n).

Proposición A.4. Los espacios CBn (Ω) y CBn (Ω) con la norma
n
X
kukC n := kDk uk∞
k=0

son espacios de Banach.

87
Prueba. Primero consideramos CBn (Ω). Sea (ul ) ⊆ CBn (Ω) una sucesión de Cauchy. En consecuencia, para
todo α ∈ M(N, 0, n) se cumple que
n
X
α α
k∂ ul − ∂ um k∞ ≤ max k∂ β ul − ∂ β um k∞ = kul − um kC n ,
|β|1 =k
k=0

es decir, (∂ α ul )l es una sucesión de Cauchy en CB (Ω). Como este espacio es completo, existe ūα ∈ CB (Ω)
tal que ∂ α ul → ūα uniformemente en Ω cuando l → ∞.
Demostremos que
ū0 ∈ CBn (Ω) (A.1)
y
∂ α ū0 = ūα para todo α ∈ M(N, 0, n). (A.2)
Primero, supongamos que α ∈ M(N, 1), es decir, ∂ α = ∂i para un i ∈ { 1, 2, . . . , N }. Fijamos x0 ∈ Ω.
Definimos V := { t ∈ R | x0 + tei ∈ Ω } y gl , g, h : V → R por gl (t) := ul (x0 + tei ), g(t) := ū0 (x0 + tei )
y h(t) := ūα (x0 + tei ). Entonces gl0 (t) = ∂i ul (x0 + tei ), gl → g y gl0 → h en CB (V ). En este caso ya es
conocido que g es diferenciable y que g 0 = h. Se sigue que existe ∂i ū0 (x0 ) y que ∂ α ū0 (x0 ) = ∂i ū0 (x0 ) =
g 0 (0) = h(0) = ūα (x0 ). En consecuencia hemos probado que ū0 ∈ CB 1
(Ω). Aplicando el mismo argumente a
las sucesiones de derivadas parciales, por inducción se siguen (A.1) y (A.2). Esto implica que ul → ū0 en
CBn (Ω) y que CBn (Ω) es completo:
n
X n
X
kul − ū0 kC n = max k∂ α ul − ∂ α ū0 k∞ = max k∂ α ul − ūα k∞ → 0
|α|1 =k |α|1 =k
k=0 k=0

cuando l → ∞.
Claramente, CBn (Ω) es un subespacio lineal de CBn (Ω). Demostremos que es cerrado. Sea (ul ) ⊆ CBn (Ω) una
sucesión que converge a una función u en CBn (Ω). Hay que demostrar que u ∈ CBn (Ω). Fijamos α ∈ M(N, 0, n)
y denotamos por ūα α
l una extensión continua de ∂ ul a Ω. Sea x ∈ ∂Ω y (xi ) ⊆ Ω tal que xi → x cuando
i → ∞. Se sigue para todo l, m que

|ūα α α α
l (x) − ūm (x)| = lim |∂ ul (xi ) − ∂ um (xi )|
i→∞
≤ k∂ α ul − ∂ α um k∞ (A.3)
≤ kul − um kC n ,

es decir, (ūα
l (x))l es una sucesión de Cauchy en R que converge . Definimos
(
∂ α u(x) x∈Ω
ūα (x) := α
liml→∞ ūl (x) x ∈ ∂Ω.

Dejando tender m → ∞ en (A.3) obtenemos

|ūα α
l (x) − ū (x)| ≤ kul − ukC n ,

lo cual se cumple para todo x ∈ Ω. Por lo tanto, ūα α α


l → ū en CB (Ω) cuando l → ∞ y ū es continuo en Ω.
Eso demuestra que ∂ u tiene una extensión continua a Ω, la función ū . Hemos probado que u ∈ CBn (Ω).
α α

Lema A.5. Sean X, Y espacios métricos, sea Y completo, sea A ⊆ X y sea f : A → Y continuo uniforme-
mente. Entonces existe una extensión continua de f a A.

Prueba. Ejercicio.

Notas A.6. Sea Ω ⊆ RN abierto.

88
(a) Es claro que C(Ω) = C 0 (Ω) y CB (Ω) = CB0 (Ω). Identifiquemos C(Ω) = C 0 (Ω) y CB (Ω) = CB0 (Ω). Se
cumplen C n (Ω) ⊆ C n (Ω) y CBn (Ω) ⊆ CBn (Ω).
(b) Si Ω es acotado entonces C n (Ω) = CBn (Ω).
(c) El Lema A.5 implica: Si Ω es acotado, entonces u ∈ C n (Ω) si y sólo si u ∈ CBn (Ω) y ∂ α u es continuo
uniformemente en Ω para α ∈ M(N, 0, n).
Repaso A.7. Sea Ω ⊆ RN abierto y u : Ω → R continuo. El conjunto

sop(u) := { x ∈ RN | u(x) 6= 0 } ∩ Ω

es el soporte de u en Ω. Si U ⊆ Ω es el conjunto abierto maximal tal que u|U ≡ 0, entonces

sop(u) = Ω\U.

En la misma manera se define el soporte de una aplicación medible u : Ω → R: Si U ⊆ Ω es el conjunto


abierto máximo tal que u|U = 0 c.t.p., entonces

sop(u) := Ω\U.

En consecuencia sop(u) siempre es cerrado relativo a Ω. Si sop(u) es compacto, entonces es cerrado en RN .


Definición A.8. Sea Ω ⊆ RN abierto. Definimos para n ∈ N0

Ccn (Ω) := { u ∈ C n (Ω) | u tiene soporte compacto en Ω },


\∞

Cc (Ω) := Ccn (Ω).
n=0

Por supuesto, pongamos Cc (Ω) := Cc0 (Ω).


Nota A.9. El espacio Cc (Ω) con la norma k · k∞ es un espacio normado no completo. Por eso a veces se
considera la completación

C0 (Ω) := { u ∈ C(Ω) | ∀ε > 0 ∃K ⊆ Ω, K compacto ∀x ∈ Ω\K : |u(x)| ≤ ε }

de Cc (Ω) en esta norma: C0 (Ω) con la norma k · k∞ es un espacio de Banach y Cc (Ω) es denso en C0 (Ω).

A.0.2 Espacios de Hölder


Definición A.10. Sean X, Y espacios métricos. Una aplicación f : X → Y es Hölder continua de exponente
γ si existe γ ∈ (0, 1] tal que
d(f (x), f (y))
[f ]γ;X,E := sup < ∞.
x,y∈X d(x, y)γ
x6=y

En este caso [f ]γ;X,E es la constante de Hölder. Si Y = R, entonces normalmente suprimimos el espacio Y .


Si no hay posibilidad de confusión también suprimimos X.
f es Hölder continuo localmente de exponente γ si para todo x ∈ X existe una vecindad U de x en X tal
que f |U es Hölder continuo de exponente γ.
Ejemplo A.11. Sea γ ∈ (0, 1]. Definimos f : [0, ∞) → R por f (x) := xγ . Como f 0 (x) = γxγ−1 para x > 0,
entonces f 0 es decreciente en (0, ∞). Para x ≥ y ≥ 0 se sigue que
Z x Z x Z x−y
f (x) − f (y) = f 0 (s) ds ≤ f 0 (s − y) ds = f 0 (s) ds = f (x − y).
y y 0

Esto implica que f es Hölder continuo de exponente γ y que [f ]γ;[0,∞) ≤ 1. Como f (x) − f (0) = f (x − 0)
para todo x ≥ 0, en consecuencia [f ]γ;[0,∞) = 1.

89
Notas A.12. (a) Si f es Hölder continuo localmente en X, entonces f es continuo. Si f es Hölder continuo
en X, entonces f es continuo uniformemente.
(b) Supongamos que A ⊆ X, que Y es completo, y que f : A → Y es Hölder continuo de exponente γ. Por
(a) y el Lema A.5 existe una extensión continua f¯: A → Y . Se sigue que para x, y ∈ A, (xn ), (yn ) ⊆ A,
xn → x y yn → y:
d(f¯(x), f¯(y)) d(f (xn ), f (yn ))
γ
= lim ≤ [f ]γ;A,Y .
d(x, y) n→∞ d(xn , yn )γ
Entonces f¯ es Hölder continuo de exponente γ y [f¯] = [f ]γ;A,Y .
γ;A,Y

(c) Si X es compacto y si f es Hölder continuo localmente en X de exponente γ, entonces f es Hölder


continuo de exponente γ en X.
(d) Si γ = 1 en la Definición A.10, entonces se utiliza “Lipschitz” en lugar de “Hölder”.
Definición A.13. Sean X un espacio métrico, E un espacio de Banach, y γ ∈ (0, 1].
C 0,γ (X, E) := { u : X → E | u es Hölder continuo localmente de exponente γ },
CB0,γ (X, E) := { u ∈ CB (X, E) | u es Hölder continuo de exponente γ }.
Si E = R entonces suprimimos el espacio E.
Lema A.14. El espacio CB0,γ (X, E) con la norma
kukC 0,γ (X,E) := kuk∞ + [u]γ;X,E (A.4)
es un espacio de Banach.
Prueba. Sea (un ) ⊆ CB0,γ (X, E) una sucesión de Cauchy. Existe C ≥ 0 tal que kun kC 0,γ (X,E) ≤ C para
todo n. Como (un ) también es una sucesión de Cauchy en CB (X, E), entonces existe u ∈ CB (X, E) tal que
un → u uniformemente en X. Calculamos
ku(x) − u(y)kE kun (x) − un (y)kE
sup = sup lim ≤ C,
x,y∈X d(x, y)γ x,y∈X n→∞ d(x, y)γ
x6=y x6=y

0,γ
de donde se sigue que u ∈ CB (X, E). Además, para ε > 0 existe n0 tal que
[un − um ]γ;X,E ≤ ε
para m, n ≥ n0 . En consecuencia
k(un − u)(x) − (un − u)(y)kE
[un − u]γ;X,E = sup
x,y∈X d(x, y)γ
x6=y
k(un − um )(x) − (un − um )(y)kE
= sup lim
x,y∈X m→∞ d(x, y)γ
x6=y

≤ε
0,γ
para todo n ≥ n0 . Junto con un → u en CB (X, E) esto implica que un → u en CB (X, E).
Definición A.15. Sea Ω ⊆ RN abierto, y sea γ ∈ (0, 1]. Definimos para n ∈ N0
C n,γ (Ω) := { u ∈ C n (Ω) | ∂ α u ∈ C 0,γ (Ω) para |α|1 = n },
CBn,γ (Ω) := { u ∈ CBn (Ω) | ∂ α u ∈ CB0,γ (Ω) para |α|1 = n },
C n,γ (Ω) := { u ∈ C n (Ω) | ∂ α u tiene una extensión a Ω en C 0,γ (Ω) para |α|1 = n },
CBn,γ (Ω) := { u ∈ CBn (Ω) | ∂ α u tiene una extensión a Ω en CB0,γ (Ω) para |α|1 = n }.

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0,γ 0,γ
Nota A.16. Se cumple por la Nota A.12(b) que CB (Ω) = CB (Ω). Si Ω es acotado, entonces C n,γ (Ω) =
n,γ
CB (Ω) por la Nota A.12(c).
Proposición A.17. Los espacios CBn,γ (Ω) y CBn,γ (Ω) con la norma

kukC n,γ := kukC n + max [∂ α u]γ


|α|1 =n

son espacios de Banach.


Prueba. Combinar la Proposición A.4 y el Lema A.14.

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