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MATERIA:

DERECHO PENAL

ACTIVIDAD 1, SESIÓN 3:

RESUMEN
“EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA TEORÍA
DEL DELITO”

DOCENTE:

MARA LIZETH ESCALANTE ASSMAR

ALUMNA:

VERÓNICA AGUILAR SALINAS


MATRÍCULA: 64215000

HERMOSILLO, SONORA, DIEZ DE MARZO DE MARZO DE DOS MIL VEINTIUNO.


INTRODUCCIÓN
El concepto de delito ha evolucionado a través de la historia, influenciado
por corrientes culturales, filosóficas y políticas.

La teoría del delito estudia las características comunes que debe tener
cualquier hecho para ser considerado como un crimen, pues aunque la figura típica
de cada ilícito tiene una descripción, características especiales y una pena propias,
todos los delitos poseen rasgos que le son comunes a las diversas hipótesis
legales1. Además, la teoría también define los elementos de la estructura del delito,
que son la acción, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad; éstos se encuentran
supeditados entre sí, de tal modo que, para acreditar la existencia de un ilícito,
deben comprobarse los elementos en ese orden2.

Con este trabajo se pretende hacer un resumen de la evolución de la teoría


del derecho y las corrientes que la influyeron y modificaron, desde la corriente
clásica hasta la funcionalista.

1
Daza Gómez (1996), pág. 47 y 48.
2
Díaz Aranda (2014), pág. 43.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA TEORÍA DEL DELITO

ANTECEDENTES

El concepto de delito ha evolucionado con el paso del tiempo, para estudiar


la transformación sistemática de su estructura se realizará una breve reseña
histórica a través de las principales doctrinas, el Causalismo y el Finalismo3,
tomando como base la metodología de Jescheck4, que se compone de tres
concepciones: Clásica, Neoclásica y Finalista.

Concepción clásica

Este modelo nació a mediados del siglo XIX, fue el resultado del
pensamiento jurídico influenciado por el positivismo científico, entendido a partir de
una concepción limitada al derecho positivo y a su interpretación 5; se basaba en un
concepto causal mecanicista de la acción humana que concebía la acción como lo
sustantivo (o la causa del resultado) y a las demás características como
adjetivaciones. Tuvo dos etapas: el causalismo naturalista, donde la culpabilidad
se analizó como un aspecto psicologista, y el causalismo normativista, que
contempló la culpabilidad valorativa.

Liszt6 propuso una definición del delito como un acto culpable que es
contrario al derecho y se sanciona con una pena; esta idea fue completada a
principios del siglo XX por Beling7 al considerarlo como una acción típicamente
antijurídica y culpable, a partir de dos puntos fundamentales: a) el proceso material
causal, y b) el contenido objetivo de la voluntad, situaciones que producen su

33
Daza Gómez (1996), pág. 48.
4
Hans-Heinrich Jescheck (1915-2009) fue profesor de derecho en la Universidad de Freiburg (1954-1980).
También se desempeñó como director del Instituto de Max Planck de Alemania y del Derecho Penal
Extranjero e Internacional en Freiburg hasta 1982. Su obra científica consta de más de 600 publicaciones.
5
Plascencia (1998), pág. 37.
6
Franz Von Liszt (1851-1919). Habilitado como docente en Derecho penal en 1875. Impartió dicha asignatura
en las Universidades de Gratz, Giessen. Marburgo, Halle y Berlín (desde 1899). Este autor es ubicado en el
contexto histórico de la filosofía positivista en el mundo del pensamiento y ciencia en general (Daza, 1996)
(Wikipedia).
7
Ernst von Beling (1866-1932) fue un jurista alemán especializado en Derecho penal (Wilipedia).
impacto en el desarrollo de todo sistema y en las construcciones dogmáticas
derivadas del mismo8.

Esta teoría distinguía entre dos elementos del delito: externo u objetivo,
percibiéndolo bajo un sentido naturalista en la acción como la causación del mundo
exterior por una conducta corporal deseada, y el interno o subjetivo, relativo a la
culpabilidad.

El elemento objetivo del delito estaba constituido por la acción, la tipicidad


y la antijuridicidad. La acción se concebía como un movimiento corporal cuya
consecuencia era la modificación del mundo externo9; la tipicidad era entendida
como la descripción externa de la acción sin valoración, contenido normativo o
elemento subjetivo, que únicamente buscaba constatar el resultado de la acción y
su relación de causalidad; y la antijuridicidad se percibía como un juicio de valor
que recaía sobre la acción, contemplada como un aspecto objetivo, sin tomar en
cuenta el elemento subjetivo10.

En cuanto al aspecto subjetivo, la culpabilidad era comprendida como "la


relación psíquica del autor con el aspecto externo del hecho, teniendo como formas
al dolo y culpa”11.

Concepción neoclásica

Se le conoce también como teoría normativa o causalismo valorativo12. En


su momento, la teoría clásica perdió soporte porque relacionaba al delito con una
acción simple y clara, por ende le resultaba imposible explicar los ilícitos por
omisión, dada la falta de movimiento corporal unido a una relación de causalidad.

8
Plascencia (1998), pág. 36.
9
Daza (1996), pág. 50.
10
Ídem, pág. 51.
11
Ídem, pág. 49
12
Ídem, pág. 52.
Por esa razón, la teoría normativa construyó el concepto de delito a partir de la
finalidad del derecho penal y de las perspectivas valorativas que le sirven de base13.

Bajo esa corriente, la acción se entendió como la conducta humana, es


decir, como la manifestación de la voluntad en el mundo exterior; Con esto, se
pretendió suprimir el concepto de acción y se comenzó el análisis de la estructura
del delito por la tipicidad14.

La tipicidad se consideró como la razón de ser de la antijuridicidad; la


descripción exenta de valor que sostenía la escuela clásica se vio afectada por el
descubrimiento de los elementos normativos del tipo y los subjetivos del injusto15.

La antijuridicidad se percibió como una lesión objetiva de las normas de


valoración, se dedujo que era preciso concebir el injusto en forma material, como
daño social. El punto de vista material abrió la posibilidad de graduar el injusto según
la gravedad de la lesión de intereses 16.

Y la culpabilidad se definió como un juicio de reproche al autor del ilícito


por no actuar conforme a lo estipulado en las normas, además de tener el carácter
psicológico del dolo y la culpa17.

Concepción finalista

Esta teoría nace con la publicación del libro “Derecho penal alemán”, de
Welzel18, concibiendo la acción como algo final y no causal, pues afirmaba que toda
vida social se estructura sobre la actividad finalista de los miembros de la comunidad
y presuponía que el hombre puede proponerse fines u objetivos futuros y elegir la
forma en que los conseguirá. Con ello, diferenció el actuar del ser humano respecto

13
Plascencia (1998), págs. 36 y 38.
14
Ídem, pág. 38.
15
Daza (1996), pág. 52.
16
Plascencia (1998), pág. 38.
17
Daza (1996), pág. 52.
18
Ídem. Hans Welzel (1904-1977) fue un jurista y filósofo del derecho alemán.
de los actos instintivos del reino animal, ya que el primero puede prever el futuro
consciente del objetivo y los segundos son acciones ciegas o involuntarias 19.

Para esta corriente, la acción se definió como la “conducta humana


conducida por la voluntad hacia un determinado fin”, 20 percibiendo el dolo como
algo natural y como la finalidad de la acción, separándolo de la culpabilidad.
Partiendo de ese razonamiento, se estimó que la acción constaba de dos fases: la
interna, compuesta por el objetivo que se pretende conseguir, los medios
empleados para lograrlo y las posibles consecuencias secundarias vinculadas a los
medios empleados; y la fase externa, integrada por la puesta en marcha de los
medios para realizar el objetivo, la consecuencia prevista y el o los resultados
concomitantes y la relación causal21.

La tipicidad se percibe constituida por dos partes: la objetiva, que


considera la voluntad integrante del dolo y abarca características externas del autor;
y subjetiva, formada por el dolo y los elementos subjetivos22.

La antijuridicidad es considerada como un juicio de valor el cual expresa


que la acción puede ser contraria a la norma y será de ese modo cuando no exista
causa de justificación, para ello toma en cuenta la conducta externa del autor23.

La culpabilidad se convierte en un juicio de reproche formulado al autor


por no adecuar su conducta al derecho, a pesar de poder hacerlo, y está compuesta
por la imputabilidad, el conocimiento de la antijuridicidad y la exigibilidad24.

TEORÍA DEL DELITO

La Teoría del delito se considera como “un instrumento conceptual para


determinar si el hecho que se juzga es el presupuesto de la consecuencia jurídico-

19
Welzel (traducción 1956), págs. 35 y 36.
20
Daza (1996), pág. 53.
21
Plascencia (1998), pág. 40.
22
Daza (1996), pág. 54.
23
Ídem.
24
Ídem.
penal previsto en la ley”25. El delito y la pena, junto con la relación peligrosidad-
medida de seguridad, constituyen los objetos centrales del derecho penal.

En la siguiente tabla se plasmarán los conceptos de delito definido cada uno


por los pensadores más sobresalientes de las distintas escuelas.

NOCIONES DE ¿QUÉ ES EL DELITO?


Jurídica Sociológica Sustancial Legal Dogmática
Para Carrara26, De acuerdo Lo define a Es la noción Según la teoría
es “la infracción con Ferri28, se través de tres contenida en la clásica y en
de la ley del actualiza vertientes: ley. El Código palabras de
Estado, cuando un Objetiva: es el Penal Federal Mezger33, es la
promulgada hombre (sujeto ataque a un lo define como conducta típica,
para proteger activo) ofende bien o a su “el acto u antijurídica y
la seguridad de a otro (sujeto interés omisión que culpable.
los ciudadanos, pasivo), jurídicamente sancionan las Para el
resultante de violando un tutelado; leyes finalismo, sólo
un acto externo derecho o un Subjetiva: es penales”31, y lo existen tres
del hombre, bien (objeto la cataloga como: elementos:
positivo o jurídico), que desobediencia Instantáneo, tipicidad,
negativo, se concentra al deber cuando la antijuridicidad y
moralmente en la persona o jurídico de consumación culpabilidad34.
imputable y en la cosa acatamiento al se agota en el
políticamente derecho y al mismo
dañoso”. 27 estado, y momento en

25
Daza (1996), pág. 55.
26
Francesco Carrara (1805- 1888), jurisconsulto y profesor italiano. Fue el mayor representante de la escuela
clásica del derecho penal italiano y se distinguió por su oposición a la pena de muerte. Su obra principal, en
diez volúmenes, fue “Programa del curso de derecho criminal” que tuvo una notable influencia en el
extranjero (Wikipedia).
27
Carrara (1886), vol. I, núm. 21.
28
Enrico Ferri (1856-1929) fue un político, escritor, periodista, criminólogo y sociólogo italiano, exponente de
la Escuela Positiva y autor de “Sociología criminal” en 1884 (Wikipedia).
31
Código Penal Federal (1931). Artículo 7º, última reforma 17/06/2016.
33
Edmund Mezger Edmund Mezger (1883-1962) fue un teórico penal y criminólogo alemán que hizo
importantes contribuciones para la dogmática del Derecho penal, especialmente para la comprensión del
"hecho" (tipo penal), los elementos subjetivos de la antijuricidad y el concepto de culpa (Wikipedia).
34
Daza (1996), pág. 56.
(objeto Ecléctica, que que se han
material). 29 depende del realizado todos
aspecto que los elementos
presente en de la
primer plano la descripción
lesividad para penal;
el bien jurídico Permanente,
o la violación cuando la
de un deber consumación
jurídico30. se prologa en
el tiempo; y
continuado,
cuando con
unidad de
propósito
delictivo,
pluralidad de
conductas y
unidad de
sujeto pasivo,
se viola el
mismo recepto
legal.32

ORÍGENES DE LA TEORÍA FINALISTA

Teoría de los elementos subjetivos del delito

Hegler35 expuso en su obra “Teoría de los elementos subjetivos del injusto”


que la prohibición es objetiva, pero en algunos casos depende de elementos

29
Ídem, pág. 55.
30
Ídem, pág. 56.
32
Ídem.
35
Carl August Hegler (1873-1937) fue abogado, profesor y rector de la Universidad de Tubinga, Alemania.
psicológicos particulares, de acuerdo a lo que el legislador exige al crear el tipo
penal y sin los cuales la conducta no sería antijurídica.36

En la antijuridicidad, la valoración de la conducta humana depende de la


intención, actitud o propósitos. Con esto, se considera que es objetiva pero que en
ciertas disposiciones legales hay factores anímicos o psicológicos especiales, y
estos elementos subjetivos no deben confundirse con el dolo, que se refiere a querer
realizar el tipo objetivo37.

Teoría normativa de la culpabilidad de Reinhard Frank

Para Frank38, cuya obra se considera la piedra angular de esta teoría, la


culpabilidad no sólo es una relación psíquica del autor con el aspecto objetivo, pues
descubrió que el sujeto activo en estado de necesidad actuaba con dolo.
Fundamentó su doctrina en los elementos que integran la imputabilidad como
presupuesto de la culpabilidad: la libertad interior y el dominio del hecho por la
voluntad. Consideró que las únicas causas de exclusión para el supuesto son la
legítima defensa y el estado de necesidad39.

Goldschmidt40 argumentó que la norma es el sustento del juicio de


culpabilidad, estimando que el elemento normativo es la contrariedad al deber;
fundamentó el problema de la conciencia de la culpabilidad sobre la base de la
norma del deber. Para él, esta teoría se basa en la contraposición de dos normas:
la de derecho, que se refiere al injusto, y la de deber, que atañe a la culpabilidad41.

36
Daza (1996), pág. 57.
37
Ídem, pág. 58.
38
Reinhard Frank (1860-1934) fue un abogado alemán y académico especializado en derecho penal y derecho
internacional público, fue un prolífico autor de libros de texto legales y un influyente reformador de la ley
(Wikipedia). En su trabajo “El concepto de la culpabilidad”.
39
Daza (1996), pág. 58.
40
James Paul Goldschmidt (1874-1940) fue un jurista alemán que hizo importantes contribuciones al derecho
penal y al derecho procesal penal alemanes (Wikipedia). Se considera un gran exponente del Normativismo
por su obra “La concepción normativa de la culpabilidad”.
41
Daza (1996), pág. 62
Estructura del delito de acuerdo con Alexander Graf Zu Dohna42

Este autor abordó el tema de la Teoría del delito rechazando el sistema


tradicional objetivo-subjetivo y optando por el de objeto de valoración (acción
típica) y valoración del objeto, que puede ser objetivo (antijuridicidad o
justificación de la acción típica) o subjetivo (culpabilidad o inculpabilidad del sujeto
activo). Definió al delito como la transgresión culpable de la norma y consideró que
podía entenderse como la inobservancia de la norma contenida en el ordenamiento
jurídico, el cual contiene una amenaza de imposición de pena43.

Afirmó que los elementos del delito eran: acción, tipo, antijuridicidad y
culpabilidad, al partir de la hipótesis de que no hay delito sin acción, con la
valoración del objeto nace la antijuridicidad y, finalmente, la culpabilidad. Fue el
primero en colocar al dolo en el tipo, entendiendo a este último como tipo de acción
y al dolo como dolo de tipo, trasladando la conciencia de antijuridicidad a la
culpabilidad. Al aportar Dohna la división de tipo objetivo y subjetivo, sentó las bases
para la construcción del finalismo, en el cual el dolo es parte del tipo subjetivo44.

Aportaciones de Hellmuth Von Weber

Von Weber45 consideró que el desarrollo del Derecho penal alemán fue
determinante por el enfrentamiento de las escuelas clásica y moderna. Él partió de
que el sistema clásico se erigió sobre la diferenciación entre las fracciones objetiva
y subjetiva del delito; la primera funda la antijuridicidad sobre las características
externas de determinada conducta, la segunda es la relación psíquica para ese
resultado, que contiene la imputabilidad del sujeto activo, el dolo y la culpa46.

42
Alexander Graf Zu Dohna (1876-1944) fue un jurista y político alemán. Entre sus obras se encuentra
“Estructura de la Teoría del Delito”.
43
Daza (1996), pág. 62.
44
Ídem, pág. 63.
45
Hellmuth Von Weber (1893-1970) fue un jurista alemán cuyas ideas aportaron a la construcción del
finalismo.
46
Daza (1996), pág. 64.
De su análisis surgió el conocimiento de que el legislador puede asentar la
norma de dos formas: sólo sobre el aspecto exterior y prohibir una conducta causal
de un resultado o bien, tomar como fundamento la voluntad del autor y poner bajo
pena una conducta dirigida a un resultado, es decir, un derecho penal de acto y otro
de voluntad. Clasificó los tipos en causales (prohíben un resultado) y finales
(prohíbe la conducta con independencia del resultado); con esto, lo prohibido no es
la causación, sino la conducta dirigida a producir el resultado. También contribuyó
en dar soporte al problema de los delitos culposos, fundamentándolos en el desvalor
de la acción; su mayor aportación al finalismo fue la separación que hizo de injusto
y culpabilidad, sobre las categorías del deber y el poder47.

Escuela de Kiel48, desvalor del resultado y del acto

Nació como una reacción a la concepción individualista y liberal del derecho.

Esta doctrina percibió al delito como un todo orgánico, en el cual sus


componentes no podían separarse; relegó el tipo penal a un segundo plano y le
concedió al autor del injusto una mayor preponderancia, al resultar decisivo que éste
reuniera los caracteres de tipo para el que estaba prevista la pena que la ley
establecía49.

La Escuela de Kiel aportó el desvalor del acto con respecto al del resultado,
atacó la concepción objetivista del delito y defendió la doctrina subjetivista que lo
concebía como violación de deberes jurídicos de la lealtad frente al Estado y el
derecho. En pocas palabras, propuso un planteamiento unificador, la lucha contra
el desarrollo de las causas de exculpación y la doctrina del tipo de autor 50.

47
Ídem, págs. 64 y 65.
48
Doctrina que surgió en Alemania en 1935, bajo el régimen nacional socialista.
49
Daza (1996), pág. 65.
50
Ídem, pág. 66.
Teoría de la acción final o finalismo, de Hans Welzel51

La intención del autor fue delimitar el poder punitivo del Estado, lo que
constituyó un cambio radical en el Derecho penal y cuya doctrina fue adoptada por
muchos países.

El finalismo es la consecuencia de la evolución del Derecho penal, por


resultar insuficiente la doctrina clásica, y es producto de la reestructuración que
hicieron diversos autores respecto a los niveles de la teoría del delito52. Para Welzel,
la acción finalista es la realización de una voluntad plena de sentido dirigida a lograr
objetivos determinados y que no puede separar el contenido objetivo de la acción
sin que ésta pierda su valor de realidad53.

Con la reforma de 10 de enero de 1994, el derecho mexicano se “convirtió”


al finalismo, modificando así la jurisprudencia y los criterios doctrinarios, ya que esta
corriente abrió un camino nuevo enfocado a un mejor Derecho penal, lo que se
reflejó, principalmente, en la separación de los delitos dolosos y culposos, en la
colocación del dolo como elemento del tipo y también con la modificación del artículo
12 del Código Penal Federal, en cuanto a la figura de la tentativa contemplada54.

El funcionalismo

El finalismo dio origen al funcionalismo, dada la similitud entre sus bases


metodológicas55; sus principales exponentes son Claus Roxin56 y Günther Jakobs57.

51
Su obra “Derecho penal alemán”, junto con “El nuevo sistema del Derecho penal”, fueron el origen del
finalismo.
52
Daza (1996), pág. 66.
53
Ídem, pág. 67.
54
Ídem, pág. 68.
55
García Ramírez e Islas de González, coordinadores (2017), pág. 257
56
Claus Roxin (1931) es un abogado y jurista alemán destacado por su labor en el ámbito del Derecho Penal,
Derecho Penal Internacional, Derecho Procesal Penal y Teoría del Derecho.
57
Günther Jakobs (1937) es un jurista alemán, especializado en derecho penal, derecho procesal penal y
filosofía del derecho.
Para Jakobs, el funcionalismo jurídico-penal se concibe como aquella teoría
según la cual el derecho penal está orientado a garantizar la identidad
normativa, la Constitución y la sociedad58.

Dada la soberanía de las entidades federativas contemplada en la Carta


Magna59, existen discrepancias entre las legislaciones estatales y la federal; la
subsistencia de una pluralidad de codificaciones penales en el país es inconveniente
al considerar que se afectan los principios constitucionales de seguridad jurídica y
proporcionalidad de las penas, aspectos fundamentales para justificar un Estado
democrático de derecho. Por ello, resulta clara la necesidad de unificar la legislación
punitiva nacional porque representa un potencial beneficio que contribuiría a la
mejor integración del sistema penal y una consecuente definición de la identidad
normativa de la sociedad mexicana60.

Por mencionar tres aspectos que evidencian la urgencia de unificación de


legislaciones, se citan los siguientes:

1. La proliferación de criterios discordantes derivados de la aplicación de


reformas constitucionales de carácter procesal penal (conceptos de
"cuerpo del delito" y "tipo penal" o incluso la expresión "hecho delictivo").
2. La contradicción por inobservancia al principio de proporcionalidad de
las penas, derivada de la pluralidad de codificaciones penales
discordantes respecto de sí mismas y entre sí, lo que repercute también
en materia del tratamiento de los llamados menores infractores.
3. El tratamiento diverso que se ha dado al reconocimiento de los derechos
de las víctimas del delito por parte de la legislación secundaria de las
diversas entidades o fueros61.

58
Jakobs (1996), pág. 15.
59
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917). Artículo 40, reformado en el Diario Oficial de
la Federación el 30/11/2012 y el 29/01/2016.
60
Luna Castro, J. N. (Julio-diciembre 2008). La concepción funcionalista y de unidad sistemática de la seguridad
jurídica, como justificación para unificar la legislación penal mexicana. Reforma judicial. Revista mexicana
de justicia, número 12(1ª ed.), 211-248. https://doi.org/10.22201/iij.24487929e.2008.12
61
Ídem.
Sin embargo, “la estructura presentada en el apartado IV, fundada en el
CPF62, nos sirve para afirmar que estructuralmente el derecho penal mexicano se
puede adecuar a la metodología del funcionalismo social”63, por lo que se puede
sostener que el Código Penal Federal contiene la estructura del sistema
funcionalista social, pero para ajustarlo a sus directrices se requiere de un arduo
trabajo de interpretación sistemática que implica recurrir a normas supremas
(Constitución y tratados internacionales) y otras leyes como el Código Nacional de
Procedimientos Penales, para aplicarlo conforme a los parámetros de un verdadero
derecho penal de un Estado social y de derecho que propugna el sistema
funcionalista social64.

62
Código Penal Federal.
63
García Ramírez e Islas de González, coordinadores (2017), pág. 257
64
Ídem, pág. 260.
CONCLUSIÓN

La teoría del delito tiene como naturaleza el estudio de las características


comunes que debe tener cualquier ilícito para ser considerado como tal. Ha pasado
por diversas corrientes, las cuales aportaron nuevos puntos de vista a los conceptos
que integran el delito, los que se han redefinido de acuerdo a las distintas
legislaciones.

Cada día es mayor la exigencia social de un sistema de justicia que evite la


impunidad, inseguridad jurídica y la consecuente arbitrariedad y subjetivismo en la
interpretación de las normas65. Por ello, resulta viable unificar el sistema legislativo
penal del país para, de esa forma, lograr un Estado de derecho. Se requiere de un
arduo trabajo, pero no es imposible lograrlo.

BIBLIOGRAFÍA

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y A. Gallegos). Editorial Jurídica Continental. (Trabajo original publicado en

1886).

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Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917). Artículo 40,

reformado en el Diario Oficial de la Federación el 30/11/2012 y el

29/01/2016.

65
Luna Castro, J. N. (Julio-diciembre 2008). La concepción funcionalista y de unidad sistemática de la seguridad
jurídica, como justificación para unificar la legislación penal mexicana. Reforma judicial. Revista mexicana
de justicia, número 12(1ª ed.), 211-248. https://doi.org/10.22201/iij.24487929e.2008.12
Daza Gómez, C. (Septiembre-diciembre 1996). Evolución doctrinal del finalismo.

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Díaz-Aranda, E. (2014) Lecciones de derecho penal (para el nuevo sistema de

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García Ramírez, S. e Islas de González Mariscal, O. Coordinadores (2017).

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(Trabajo original publicado en 1995).

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Plascencia Villanueva, R. (1998). Teoría del delito (1ª ed.). Universidad Nacional

Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídica.

Welzel, H. (1956). Derecho Penal, parte general (Trad. C. Fontán Balestra). Roque

De Palma Editor. (Trabajo original publicado en 1940).

https://www.derechopenalenlared.com/libros/DERECHO_PENAL_PARTE_

GENERAL_HANS_WELZEL.pdf

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