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PERIOCIDAD EN CENSO

Es el proceso total de recolectar, compilar, evaluar, analizar y publicar o diseminar en


cualquier otra forma, los datos (o la información) demográficos, económicos y sociales que
pertenecen en un momento determinado, a todas las personas de un país o de una parte bien
delimitada del mismo.

Desde que se inició la toma de censos en una forma sistemática, se pensó que éstos
deberían ser levantados con una cierta periodicidad con el fin de facilitar la comparación de
la información obtenida. Una de las variables básicas que se maneja en el censo es la edad,
y es costumbre que la mayor parte de las tabulaciones cruzadas que utilicen esa variable,
desagreguen la población en grupos de cinco en cinco años, o de diez en diez. La toma de
censos cada diez años, como ha sido recomendada, facilita la comparación de un censo a
otro por grupos de edad, así como hace disminuir la influencia perturbadora de la
declaración corriente de la edad en números terminados en cero y cinco. No obstante que ha
habido recomendaciones internacionales en el sentido de levantar los censos de población,
por lo menos cada diez años, en los terminados en cero, con el fin de mantener una
simultaneidad universal, a menudo razones de orden legal, administrativo y sobre todo
financiero, han hecho difícil, para un buen número de países, cumplir con dicha
recomendación y se han contentado con la alternativa de levantarlo cerca de esos años.

A los cuatro requerimientos antes señalados, se podría agregar el de comparabilidad tanto


nacional como internacional. Esto significaría utilizar, hasta donde sea posible, los mismos
conceptos y definiciones para hacer directamente comparable un censo con otro. El primer
intento formal de levantar un censo de población en todos los países, con una base mínima
comparable fue realizado por esfuerzos de Naciones Unidas, con el apoyo de organismos
regionales, para el año 1950. Para el continente latinoamericano se levantó lo que se llamó
el Censo de las Américas (COTA 1950) que contó con el apoyo regional del Instituto
Interamericano de Estadística (IASI de Washington D.C.) y fue la primera oportunidad que
hubo de obtener información censal para todo el continente en forma más o menos
simultánea. A pesar de las recomendaciones y los acuerdos obtenidos se ha hecho muy
difícil repetir esa operación en forma integral durante las décadas subsiguientes. Aunque ha
existido el deseo de mantener la comparación de un censo a otro dentro de cada país, y de
los censos entre los diversos países, diversas razones de orden local han interferido con ese
buen propósito cuando se ha visto que es necesario, por circunstancias especiales, modificar
algunas de las definiciones antes utilizadas. Esto ha pasado con conceptos como urbano y
rural por ejemplo, o con la definición de la población económicamente activa.

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