es como aprender a vivir dijo el poeta Alejandro Carrión y viviendo, entre todos mis anhelos aprendí amar y ser amado. En la fila india de la salud esta vez de guerreros en reposo, un compañero de espera y paciencia preguntó súbitamente: Y usted amigo. ¿a qué se dedica todavía? Entre pocos menesteres respondí, estoy aprendiendo a morir también. Desde que la muerte viva entró a incubarse dentro de mí. Siento su respiración en mis oídos. Y con un resto de humor agregue sin sonreír. ¡Es como el chirriar milenario del afilar de su guadaña! Es fácil aprender a morir. Entonces repetí. Es como entregarse a imaginar que alguna vez repentinamente ciega un alba no encuentre nunca más un nuevo día Pero esto sería para todos un asunto del universo y sus estrellas.