Está en la página 1de 20
El arte de leer Ensayos literarios ‘W.H. Auden Edicién de Andreu Jaume Traduceién de Juan Antonio Montiel Lumen ensayo Escaneado con CamScanner Leer Un bro ex como un espe: si un aso se mire en no puede espera ver refgjiado a un apéstl G.C. Lewrennene Solo Icemos verdaderamente a fondo lo que le- ‘mos por motivos personales. Puede ser que bus qvemosconsegue alga poder. Puede st simple- ‘mene, que ediemos al autor. aut Vander Los intereses de un esctitor y los de sus lectores no coinciden ja- nds, y slo hacen, solo puede tratarse de un aforrunado accidente. Frente alos esritores, la mayoria de los lectoresaplican un dable raseto: ellos pueden desconfiar de é, pero él jams, jamés puede permitise desconfiar de ellos. Les es din, puesto que no existen dos personas con idéntcas experiencia. Un mal lector es como un mal traductor: es literal alli donde tendrfa que paraftasear y parafrasea alli donde deberia leer literalmente. Cuando se cata de la letura, la erudicion, vax Iiosa como es, importa menos que el instinto: grandes esudiosos than sido pésimos traductores. Escaneado con CamScanner “Amenuco obtenemos ua gran proveco leyendo un Iibro de ‘noo dstnto al que preendia su autor, pero eso solo sucede pera linc) si nos dams cuenta de que es justamen toque eamos haciendo Como lectores, la mayoria de nosotos somos, hasta cierto pun ‘como esos granujas que dibujan bigotesen ls rostros de las Una seal del valor licerario de wn libro es que pueda leerse de ‘arias maners distints, A la inves, la prueba de que la po _graffa no posee el menor valor literatio es que, si intentamos dese ‘vse nuestra lectura del esimulo sexual —si, por ejemplo, preten- demos lela como si fuera un informe psicoligico de las Fantasias sesuales del autor—, nos abursimos hasta las Kigrimas. ‘Aunque una obra lteraria pueda lerse de varias maneras, estas lectras no son infnitasy pueden ordenarse de un modo jerdrqui- 0 algunas lecturas son sin duda mas averdaderase que otras, a= sgunasresultan improbables, otras falas, y otras, como empezar Pore finale ie avanzando hacia el principio, rancamente absure as. Por est razén, a una isla desierta, uno deberfa levarse un buen diccionario, antes que la mayor obra Porque, respect de sus ectores, el diccionario es completamente Pasvo y puede, lepkimament,lerse de infntas manera traria imaginable; 'No podemos er por primera vera un escritor novel dela misma ‘manera en gue leemos el timo libro de un autor consagrados ‘Tratindose de un autor nuevo, tendemos a observar exelusiva- n mente sus virtudeso sus defecos y, aun en el easo de que conside- zemos ambos, no entendemos cémo se relaconan entte st. Con el autor consagrado, si acaso nos decidimos a leelo de nuevo, sabe- mos que es imposible disfrutar de las vieudes que nos resultan admirables en él sin tolear los defectos que deploramos. Mis ain, nuestra valoracin de un autor consagrad no es nunca sim- plemente estétca: sumado a cualquier mérto estéico, el nuevo libro viene revestido para nosotros de un interés histérico similar al que se dispensa a un viejo conocido. El autor no es solo un poeta 0 un novelists, sino un personaje de nuestra propia bio- rafia, Un pocta no puede leer a otro poeta, ni un novelisa a otro nove- lise, sin comparar sus respectivas obras. Al tiempo que lee, va fi tol Mi ene- sano! ;Mi hermano idiotal, “Tratindose de literatura, a vulgaridad es preferible a la aulidad tanto como el oporta mas corriente ex preferble al agua destilada. El buen gusto es un asunto de discriminacidn, més que de exclu- siGn, y cuando el buen gusto seve obligado a exci lo hace con esas, no con placer El disfrure no es, en ningtin caso, una orientacign critica infalible, pero es la que yerra menos. Los nifiosleen por placer, pero se trata de un placer indiferen-

También podría gustarte