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Había una vez un señor gato que tenía desde hace muchos años su tienda de chompas en
donde sus principales clientes eran los osos, las cebras, jirafas y todos los animales de gran
talla, al señor gato no le iba tan mal ni tan bien, ya llevaba bastante tiempo con ventas
regulares y él se preguntaba por qué, así que decidió lanzar una colección con nuevos diseños
para sus chompas; sin embargo sus clientes de siempre sólo le compraban uno o 2 pares a lo
mucho. Una tarde el señor gato estaba en su tienda y una ardilla entró, el gato se sorprendió y
le dijo ¿Busca una chompa? Me temo que acá solo tenemos de talla grande, la ardilla le
contestó ¡oh! me distraje viendo los lindos diseños, pensé que eran alfombras, al señor gato le
pareció raro esta confusión de la ardilla. Pero luego pensó que por el tamaño de las casas de
las ardillas cualquiera de sus chompas podía alcanzar para hacer la alfombra de sus hogares,
entonces el gato respondió “no se preocupe” si desea una alfombra yo se la daré.
Rápidamente el señor gato hizo unos cortes a sus chompas y las transformó en bellas
alfombras, aquí tiene listas para su hogar. La ardilla se impresionó por la rapidez de la
resolución del gato y por la calidad en el diseño, así que se llevó 2 alfombras. El señor gato
estuvo muy contento porque llevaba horas sin vender nada ya que todos los grandes animales
ya le habían comprado chompas y no necesitaban volver a comprar más, entonces sin dudarlo
el señor gato decidió expandir su negocio y tener un segundo target, las ardillas conejos,
zorros y más animales de tamaño pequeño que quisieran decorar sus hogares con las nuevas
alfombras del señor gato. Y aunque al astuto gato le daba algo de pena cortar sus chompas
sabía que a veces es necesario transformar o reevaluar el negocio para que éste se adapte a las
nuevas necesidades del mercado.

Esta fábula nos demuestra la importancia de evaluar nuestro negocio o servicio cada cierto
tiempo ya que las personas están en constante cambio y debemos seguirles el ritmo, de lo
contrario nos podemos quedar atrás.
Evaluamos un prototipo con la quinta fase de la metodología design thinking aplicando la
técnica malla receptora de información.

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